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1. Defecto primario en el desarrollo cerebral, con menor número y tamaño de las células
nerviosas, de carácter genético. En ellas se encuadran:
Microcefalia Primitiva Esencial o Vera
Microcefalia Primaria Autosómica Recesiva
Malformaciones Cerebrales
Trastornos Cromosómicos: Síndromes de Down, de Edwards, de Patau y otros.
Síndromes Genéticos: Síndromes de Seckel, de Cornelia de Lange, de Smith-LemliOpitz,
de Rett*, de Angelman, y otros.
Trastornos en la migración neuronal
CLÍNICA:
Convulsiones
Trastornos neurosensoriales (ceguera, sordera)
Trastornos psicológicos
Malformaciones viscerales
Alteraciones tono muscular
Fenotipo atípico
Defectos motores
Dificultades en la alimentación
Trastornos del movimiento
DIAGNÓSTICO:
EXPLORACIONES COMPLEMENTARIAS:
El estudio se realizará en base a los datos clínicos. El estudio se ha de efectuar de una forma
escalonada y según hallazgos se solicitarán los siguientes exámenes:
TRATAMIENTO:
El tratamiento se limita a medidas sintomáticas, a base de rehabilitación, estimulación,
educación especial, y si existen convulsiones se administrarán antiepilépticos. Tratamiento
quirúrgico para la corrección de defectos añadidos y sin olvidar el apoyo social y humano a la
familia. Es posible el consejo genético en algunos casos.
ENCEFALOCELE:
El encefalocele es un raro defecto del tubo neural por fallo en el cierre del mismo,
caracterizado por la protrusión del contenido craneal más allá de los límites normales del
cráneo a través de un defecto de la bóveda craneana. Si solamente protruyen las meninges se
denomina meningocele craneal, mientras que si protruye el ventrículo se denomina
meningohidroencefalocele. El contenido típico de la herniación es líquido cefalorraquídeo y
tejido neural que se conecta al cerebro a través de un estrecho pedículo; la cubierta del saco
herniario puede variar desde una capa bien formada con piel y cabellos a una delgada capa
meníngea; por lo que la lesión puede estar totalmente cubierta por piel, o alternar con zonas
desprovistas de ésta, que dejan el tejido nervioso al descubierto.
La causa del defecto está dada por la separación temprana de la superficie del
neuroectodermo en el desarrollo del embrión. El desarrollo de los encefaloceles más graves
tiene lugar antes del día 26 después de la concepción, momento en el que se cierra el
neuroporo anterior.
EPIDEMIOLOGÍA:
La incidencia del encefalocele es de aproximadamente un caso por cada 5,000 a 10,000 recién
nacidos vivos con predominio del género femenino. Aproximadamente el 75 % de los
encefaloceles se localizan en la región occipital; típicamente su contenido está constituido por
líquido cefalorraquídeo siendo simplemente quístico. Los encefaloceles occipitales son más
frecuentes en fetos femeninos que en masculinos a diferencia de los parietales y sincipitiales
(nasofrontal, nasoetmoidal, nasorbital) que son más frecuentes en varones. Los tamaños
pueden variar encontrando que 16% son superiores a 20 cm, 12 % miden entre 10 y 15 cm, 30
% entre 5 y 10 cm y 28 % son menores de 5 cm.
ETIOLOGÍA:
La Etiología del encefalocele ha demostrado ser multifactorial, sin embargo la falta de
suplementos con ácido fólico y los factores genéticos son los factores de riesgo más
importantes. Los factores para el desarrollo de malformaciones congénitas del SNC que
establecen la participación genética son:
Predominio en mujeres
Diferencias étnicas
Aumento de la incidencia con la consanguinidad de los progenitores
Tasa aumentada de concordancia en gemelos monocigotos
Aumento en la incidencia en hermanos y en hijos de pacientes afectados.
DIAGNÓSTICO:
Un tercio de los casos son diagnosticados durante el periodo prenatal por medio del estudio
ultrasonográfico, debiendo demostrarse con el defecto del cráneo (posible en un 80%) que
evidencie la presencia del defecto óseo en continuidad con una imagen, que puede ser
anecogénica, en caso de presentar solamente líquido (mielocele) o contenido denso
heterogéneo si presenta masa encefálica en su interior (encefalocele) y niveles séricos
elevados de alfafetoproteína materna.
Este diagnóstico no puede realizarse antes de las diez semanas de gestación por la falta de
osificación de la calota craneana que comienza a ser visible en ese momento, sin embargo, se
puede sugerir el diagnóstico ante la ampliación de una cavidad del rombencéfalo a las 9
semanas.
La ecografía continúa siendo el método de elección para detectar anomalías prenatales del
Sistema Nervioso Central. Para diagnosticar con certeza encefalocele se debe demostrar el
defecto del cráneo, que es posible en 80 % de los pacientes. La dificultad suele presentarse por
el pequeño tamaño del defecto o por la presencia de artefactos debido a sombras, que pueden
simular defectos del cráneo.
TRATAMIENTO:
El tratamiento es quirúrgico y su pronóstico es variable, ya que hay que tener en cuenta, por
un lado: tamaño, localización y tipo de tejido cerebral herniado; por otro: número, tipo y
severidad de las malformaciones asociadas.
El pronóstico más favorable que podremos encontrar es ausencia de tejido cerebral en saco,
este es el único hallazgo favorable como factor pronóstico para la supervivencia.
En relación con la prevención, la evidencia sugiere que la aplicación de suplemento con ácido
fólico tres meses antes de la concepción hasta las primeras 12 semanas de gestación previene
y reduce los defectos del tubo neural. Los Centros para el Control y Prevención de
Enfermedades (CDC, US) recomiendan la ingesta de 0.4 mg de ácido fólico al día para mujeres
que planean quedar embarazadas y durante el primer trimestre de su embarazo y 4 mg diarios
en la mujer embarazada con un hijo afectado previamente. Se ha demostrado que la dieta rica
en folatos (ácido fólico) y vitamina B6 y B12, reduce en plazos cortos (dos semanas) los niveles
de homocisteína, disminuyendo el riesgo de estas malformaciones.
ANOFTALMIA / MICROFTALMIA
La microftalmía (órbita con un ojo hipoplásico) y la anoftalmía (ausencia completa del globo
ocular) son dos malformaciones a nivel orbitario ya sea de forma congénita o adquirida (3),
que conllevan la pérdida de la función. Específicamente, la anoftalmía congénita se refiere a
cualquier órbita que contiene un ojo severamente hipoplásico al nacimiento (definición de
microftalmía) o una ausencia completa del globo ocular debido al fracaso de formación de la
vesícula óptica, y la anoftalmía adquirida de la órbita es aquella originada por trauma o un
tumor.
EPIDEMIOLOGÍA:
ETIOLOGÍA:
CUADRO CLÍNICO:
La microftalmía y la anoftalmía severa propician una microórbita, con una apariencia temprana
de hemiatrofia craneofacial. Existe carencia de los párpados y del saco conjuntival, debido a
una falta de estímulo por la pérdida extrema de función para el desarrollo y crecimiento de
dichas estructuras, lo que determina, además, que no exista un buen desarrollo de la cavidad
orbitaria.
TRATAMIENTO:
No existe un tratamiento particular para este tipo de malformaciones, pues depende del
cuadro clínico, por lo que lo dividen en tres grupos:
ONFALOCELE:
El cierre intrauterino del anillo umbilical comienza a las 11 semanas de gestación y se completa
a las 18 semanas al fusionarse cuatro procesos somíticos (cefálico, caudal y dos laterales). Es
un defecto de tamaño variable, de línea media, debido a falla en la formación y cierre del
cordón y del anillo umbilical, sin retorno del intestino medio al abdomen. Posee una cobertura
semipermeable compuesta por amnios y membrana peritoneal. El cordón umbilical se inserta
en el ápice del onfalocele.
Incidencia:
Entre 1 de 3.000 a 10.000 RN vivos, una alta asociación con malformaciones (80%) y un fuerte
componente hereditario. Predomina en el sexo masculino (3:1).
Diagnóstico prenatal:
Aumento de alfafetoproteína.
Ecografía durante el segundo trimestre del embarazo permite visualizar defecto,
contenido y presencia de saco. Permite el estudio de malformaciones asociadas,
principalmente cardíacas.
Estudio de líquido amniótico por la presencia de cromosomopatías (50%).
Malformaciones asociadas:
Manejo preoperatorio:
Manejo quirúrgico:
Pronóstico: