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Andserson et al.

(2011) señalan que la lógica de la teoría de juegos supone que cada empresa o
jugador tiene la misma información disponible y selecciona una estrategia que ofrece los
mejores resultados posibles. Desde hace aproximadamente medio siglo se viene desarrollando
la teoría de la inteligencia empresarial, término definido por Garnet Group, lo que significa la
transformación de los datos de una entidad para obtener una ventaja competitiva.

De acuerdo a esta definición lo importante no es recopilar la mayor cantidad de datos del


ambiente interno y externo, sino que además se debe tener la capacidad de analizarlos y extraer
la información que permita una toma de decisiones adecuadas para lograr los objetivos. De esta
forma es posible obtener una ventaja competitiva que permita distinguir a la organización de los
competidores en términos de eficacia y eficiencia. Desde un punto de vista empresarial se
observan claras ventajas con este sistema debido a que se pueden analizar con mayor
profundidad los datos disponibles, lo que permite establecer patrones de información, mismos
que muestran la posibilidad de pronosticar resultados con una mayor fiabilidad que la
competencia (Ramos,2013).

El mundo del baseball se encuentra lleno de números y estadísticas, datos como el número de
carreras limpias que permite un lanzador, el número de imparables por turnos al bate o número
de bases por bola que recibe un bateador, hacen que el juego sea difícil de seguir. Moneyball: el
arte de ganar en un juego injusto, es un libro de Michael Lewis que fue adaptado al cine y que
cuenta la historia de Billy Beane, Gerente General de los Atléticos de Oakland que como siempre
sucede, al final de la temporada es desmantelado por los equipos más poderosos al llevarse a
sus estrellas con sueldos millonarios y su labor es tapar esa fuga con un tercio del presupuesto.

Billy conoce a Peter Brand (que en realidad se llama Paul De Podesta, quien no permitió el uso
de su nombre en la película) un recién egresado de Yale, que ha desarrollado un minucioso
método para el análisis de jugadores. Para el reclutamiento y selección de los jugadores en este
deporte, los procedimientos son tradicionales, se hacen relación con el estilo, la imagen o la
calidad personal, por su parte el nuevo enfoque lo ofrecen Billy y Brand que no consideran los
aspectos personales, así como los subjetivos, en lugar de esto califican la aportación de cada
jugador a su equipo, elaborando un índice que tiene en cuenta todas las estadísticas de
temporadas pasadas.

Ambos se enfrentan a las teorías establecidas para medir la actividad en el juego y las
cuestionan apoyándose en el análisis estadístico por computadora, hasta entonces despreciado
por el mundo del béisbol; el resultado fue sorprendente, adquirieron a jugadores descartados de
otros equipos por variables razones: diferentes, mayores, lesionados o problemáticos, pero con
habilidades clave poco valoradas (Monzó, 2012). Una de sus mayores apuestas fue que a la
salida de Jason Giambi el jugador más valioso de la Liga Americana en el 2000 hacia los
Yanquis de New York, se contrató a Scott Hatteberg; quien fue un prometedor un receptor al
inicio de ser carrera y fue diezmando por las lesiones lo que le ocasiono malas temporadas.

El aspecto central es que se buscaba un remplazo para la primera base, posición que jamás
había jugado; adicionalmente era un non tender (un jugador del cual un equipo tiene los
derechos, pero declina ofrecerle un contrato, por lo que voluntariamente se convierte en un
agente libre). En resumen, se había perdido a uno de los mejores jugadores de la liga y se le
reemplazaba con un jugador que salía de las lesiones que lo aquejaban, nunca había jugado la
posición y adicionalmente nadie lo quería (Berger, 2012). ¿Cuál era el secreto detrás de la
elección? La capacidad de alcanzar bases por sobre otros factores.
En el método matemático expuesto en Moneyball (Monzó, 2012), se maneja fundamentalmente
información estadística que a veces cuestiona las anteriores apreciaciones. Se elaboran varios
índices como el porcentaje pitagórico de victorias. Es un método que tiene en cuenta no
únicamente al jugador como ente aislado sino también atiende al contexto (Monzó, 2012). La
confirmación de la validez del método se da cuando los Atléticos ganan veinte partidos
consecutivos, estableciendo el récord de la Liga Americana de Béisbol, y en el partido 20
después de ir ganado 11-0 y ser alcanzados, se ganó con un jonrón de Scott Hatteberg en la
novena entrada. “Justicia poética”, señaló más de un analista (Berger, 2012).

La Teoría de Juegos fue desarrollada inicialmente en 1937 por el gran matemático húngaro John
von Neumann (1903-1957). Años más tarde, su propio creador Neumann, Oskar Morgenstern,
John Nash y A.W. Tucker, entre otros, hicieron grandes contribuciones para ampliar dicha teoría.
Básicamente se trata de una herramienta que permite estudiar, analizar y predecir el
comportamiento esperado de los individuos que interactúan en un juego, lo cual es conocido
como comportamiento estratégico, los cuales deben tomar ciertas decisiones que determinarán
los resultados que obtendrán.

El principal objetivo de cada jugador es maximizar su utilidad, la cual es determinada por los
cursos de acción que hayan escogido. Se deben considerar aquellas situaciones en las que se
puede obtener un resultado mejor cuando los jugadores cooperan entre sí, en lugar de procurar
sólo maximizar su propia utilidad (Leandro, G., s.f.).

Anderson et al. (2011) mencionan que en el tema relacionado con la toma de decisiones el
encargado de realizarla busca seleccionar aquella alternativa de decisión que resulte óptima
después de considerar los resultados posibles de uno o más eventos azarosos. En el caso de la
teoría de juegos, dos o más tomadores de decisiones compiten como adversarios. Cada uno de
los jugadores selecciona la estrategia sin conocer el camino escogido por su contrincante y la
combinación realizada por los contendientes determina el valor del juego para ellos.

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