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Señores
IGLEICO
Dios les bendiga por gran excelente labor que realizan en prode la extensión del
reino de Dios.
Es para mí, un verdadero privilegio, emitir las razones, por la cual deseo ser
ordenado al sagrado ministerio. Considero que consagra y dedicar mi vida entera
a adorar y servir a Dios, es el más sublime y honroso, privilegio que puedo tener
en mi vida.
TESTIMONIO DE CONVERSIÓN.
Nací y crecí, en una familia con raíces cristiana evangélica por parte de mi mama,
ya que la mayor de sus hermanas (tia berta), era una mujer completamente
entregada al señor y comprometida con la predicación del evangelio, e infundio a
todas sus hermanas, entre ellas mi mama y ella a mí, ese temor a Dios y la
bendición del evangelio de Jesucristo. Pero, aunque nací en un hogar influenciado
fuertemente por el cristianismo, inicialmente no tenia a Dios con el centro de mi
vida, es decir no había aceptada genuinamente a cristo en mi corazón, pese que
iba a reuniones en la iglesia Cruzada Cristiana, donde era que se congregaba mi
tía en la cuidad de Quibdó.
Cuando tenia 13 años me alejé un poco de las cosas de Dios, pues empecé a
fijarme en toda la vanidad de este mundo y a dejarme llevar por las cosas de la
etapa de adolescencia. Deseaba libertad, aceptación, fama y experimentar todo lo
que generara placer, y en cierta forma veía que el cristianismo, se oponía a todos
eso, y esto me llevo a una especie de época de densa oscuridad, donde en mi
vida reinaba la confusión, el error y la rebeldía.
A los 14 años, aun seguía un poco rebelde a la voz de Dios, pero Dios en fidelidad
a la promesa dada a los padres, en proverbio 22:6 “Instruye al niño en su camino,
aun cuando fuere viejo no se apartará de él. Mi corazón empezó de nueve a
contemplar las verdades de Dios y observar, la vida sin sentido y vanal, que
estaba llevando, y entonces, regresé a Dios y comencé a tomar las cosas con Él
más en serio. Iba frecuente ente a las reuniones, comencé a leer mas la biblia, me
alejé de muchos amigos que eran de mala influencia, aun no me sentía como un
verdadero cristiano, pero Dios en su infinita misericordia ya estaba atrayéndome,
si no fuese por su amor, creo que aun estaría huyendo de Él.
Por lo anterior, hoy proclamo, con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo
yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo
de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Declaro que puedo, vivir
una vida de victoria, por quedo lo puede en cristo que me fortalece. Pido a Dios,
que use mi vida como Él quiera, porque mi mayor gloria es amarle, obedecerle y
servirle.
TRIUNFOS EN EL MINISTERIO
La gracia de Dios nos permite, logara algunas cosas para la gloria y honra de
Dios, pero entendiendo lo que dice la palabra que somo siervos, todo es por Él y
para Él. Con base en esto podemos resaltar los siguientes triunfos.
DIFICULTADES EN EL MINISTERIO.
FRUSTRACIONES.
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CARLOS JAVIER BLANDON CORDOBA
C.C 1.077.431.493 de Quibdó