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Cecil Bowra, "El héroe" (Heroic Poetry, Londres, 1961, cap. 111, pp.

91-131)

En la poesia de accién heroica las partes principales se asignan a hombres de dotes


superiores, que son presentados y aceptados como mås importantes que otros hombres.
Aunque buena parte de su interés yace en 10 que les sucede y en las aventuras por las que
pasan, también hay igual interés cn sus caracteres y personalidades. Sus historias son tnås
absorbentes porque ellos son 10 que son. El destino de Aquiles, Sigurth o Roldån es el dcstino
no de cualquier hombre abstracto, sino el de un ser individual que es ambas cosas, un ejemplo de
hombre superior, pero también enfåticamente él mismo.
Los héroes despiertan no solamente el interés por sus acciones, sino también
admiraciön, y a veces incluso sorpresa, por ellos mismos. Puesto que la pocsia heroica trata de
acciån y apela al alnor a la valentia, sus principales figuras son hombres que despliegan esa
valentia en un muy especial. Esto no significa
alto grado, porque sus dotes son de una calidad
que todos los héroes sean de una misma clase. Del mismo modo que hay mås de una clase de
excelencia humana, también hay mås de una clase de héroe. Las diferentes clases reflejan no
solamente diferentes etapas en el desarrollo social, sino también diferentes perspectivas
metafisicas y tc6ricas que la concepcién de un héroe presupone,

Un héroe difiere de otros hombres en el grado de sus poderes. En la mayor parte de la


poesia heroica, estos son especificamente humanos, aun cuando son Ilevados mås allå de los
limites de 10 humano. Aun cuando el héroe tiene poderes sobrenaturales y es mås formidable
gracias a ellos, estos apenas logran suplementar sus dotes esencialmente humanas. Lo primero
que despierta es admiraciön, porque tiene una gran abundancia de cualidades que otros hombres
poseen pero en un grado menor. La poesia heroica nace cuando la atenciön popular se
concentra no en 10s poderes mågicos de un hombre Sino en sus virtudes especificamente
humanas, y aunque la concepci6n de este héroe puede tener algunos vestigios, de puntos de
vista anteriores, es admirado, porque satisface nuevos modelos que establecen un alto valor a
quien sobrepase a otros hombres en cualidades que en algün grado todos poseelfios.

En poesia preheroica la magia juega un rol totalmente diferente, y el énfasis en las


la
cualidadeshumanas es mucho menos fuerte, Ei hombre principal tiene un lugar privilegiado
porque es un mago y sabe como controlar los poderes sobrenaturales. Un tipico ejemplo se
puede ver en los lays finlandeses incorporados en el Kalevala, donde los principales personajes
no son guerreros que prevalecen por la fuerza y el coraje, sino magos, que se destacan por la
destreza y el conocimiento especial. Por ejemplo, cuando Väinämöinen, Ilmarinen y
Lemminkainen roban el Sampo misterioso y 10 sacan dcl barco, son perseguidos por la Sefiora
de Pohjola en un barco de guerra, y sigue una batalla que se desarrolla de una forma muy
inusual; cuando Väinämöinen ve el barco que viene persiguiéndolos, crea un arrecife en el cual
se destruye el Otro barco. Entonces la Seiora de Pohjola se convierte a su vez en un monstruo
volador temible y Ileva a todo su ejército por el aire para asaltar a los finlandeses desde el mar.
Cuando ella se para en el måstil, Lemminkainen la ataca con una espada, pero en tal tnundo las
armas son inütiles, y ella es vencida solo cuando Väinämöinen la asalta mågicamente con un
timön y una lanza de roble. Luego ella cae y todo su ejército junto con ella. En la poesia
tradicional finlandesa el hombre superior prevalece por conocimientos especiales; es el
representante de una sociedad en la cual el sacerdote-mago es una persona muy importante.
Pero su atractivo poético es limitado. No causa la admiraciön comün por su poder fisico al que
apela la poesia heroica.

La emancipaciån de la poesia heroica del ideal del mago puede ser ilustrada desde dos
pafses cercanos a Finlandia. La poesia autöctona de Estonia y del norte de Rusia muestran
algunos parecidos con la de Finlandia y tiene algunos temas e historias en comün. Pero ni en
Finlandia ni en Rusia el mago es el personaje principal. Puede haberlo Sido alguna vez, pero ha
Sido superado por un héroe real. Los poemas rusos se aproximan a los finlandeses cuando
cuentan la historia del héroe primitivo Volga, quieh puede cambiar su forma convirtiéndose en
una orca en el mar, un halcön en el cielm un lobo en la planicie, y veneer al zar turco
convirtiéndose en un lobo gris que mata a sus caballos o en armifio que arruina sus armas. Esto
es propio del estilo finlandés y sugiere que- aun cuando Volga es una versién distante de algün
héroe histörico- como Oleg, ha tomado algunas caracteristicas de los magos con10
Väinämöinen. Pero Volga no es primordialmente un mago. El usa sus dotes para pelear por su
pais y tiene caracteristicas de un principe medieval, cuando refine una banda (druzhina) de
compafieros fieles en la cual es "el hermano mayor" entre "los hermanos menores", con los
cuales caza y pesca, se encarga de que el tributo sea adecuadamente pagado, castiga a quienes
destruyen puentes y organiza la defensa de su pais contra enemigos extranjeros. En Volga el
tipo mås Viejo del mago pasa al verdadero héroe, pero ain conserva algunas caracteristicas
tempranas.
En los lays de Estonia, que Kreutzwald incorporö al Kalevipoeg, la emancipaciån es mås
conscientey må.s enfätica que en los poemas rusos sobre Volga. El héroe principal es
Kalevipoeg o hijo de Kalev, conocido en el Kalevala como Kullervo. Su padre Kalev parece
ser un héroe auténtico puesto que es posible que sea el mismo Caelic, a quien Widsith hace rey
de los finlandeses (Widsith, 20). El mismo Kalevipoeg es un gigante de fuerza prodigiosa, pero
aunque sus acciones estån mås allå de las que el hombre comün puede hacer, triunfa por la
superabundancia de sus cualidades humanas. Sus principales enemigos son brujos y magos. Su
madre, Linda, es secuestrada por un brujo finlandés cuya declaracién ella habia rechazado.
Kalevipoeg va a Finlandia y asesina al brujo, después de una gran lucha contra ejércitos
completos que el brujo habia creado soplando plumas. En este encuentro el poder fisico se
enfrenta a poderes mågicos y los vence por Ia fuerza de las armas. La diferencia entre los
ideales finlandeses y estonios se puede ver en el tratamiento de Kullervo en el Kalevala. Su
personalidad y sus poderes son casi los mismos en el Kalevipoeg pero es ridiculizado como una
pobre criatura que carece de inteligencia y Ilega a un final previsible cuando se mata con su
propia espadat Väinämöinen 10 juzga como alguien que ha Sido malcriado:

Nunca Ia gente, en el futuro,


crie aun chico de manera
acunåndolo de una manera estüpida,
cahnåndolos para que dueman como extranjeros.
Los chicos ct-iados de un modo equivocado,
Ios nvchachos asi acunados de una manera estüpida,
no crecen con inteligencia,
ni adquieren la discreeiön del hombre,
aunque Ilegan a viejos,
y Ilegan a ser bien desarrollados fisicamente.
(Kalevala, xxxvll, 351-360)

Los poetas estonios se ocupan de Ia muerte de Kullervo con un espfritu diferente. Ellos
también cuentan que se :nata con su propia espada, sobre la cual ha jurado que Inataria a su
enemjgo, el brujo; pero el hecho de que Kullervo sea victima de su propia arma solo ayuda a
mostrar cuin poco heroica y cuån repugnanle es la magia. Ei héroe no deberfa haberla usado, y
puesto que 10 ha hecho, sobreviene su ruina.

El proceso de cambio de una perspectiva chamanistica a una puramente heroica se puede


ver en algunos poernas yakutos en los cuales los personajes principates son chatnanes pero de
ninouna manera menos heroicos. Ellos necesitan la magia porque sus oponentes generalmente
son denionios o brujos, pero cuando Ilegan a la prueba final, es el poder fisico 10 que cuenta,
cotno cuando Er Sogotokh lucha contra Nyurgun:

Ellos se preeipitaron unos contra otros eon las manos hacia adelante.
Comenzan.)T1 a golpearse unos a otros oon sus manos,
el estruendo era como el petumbar del uueno en la tormenta,

ellos dispararon susmanos y martiilaban unos a otros


eon sus puäos sobre las costillas,
de esa lucha dicen que un leon Ilorå,
dicen que granizo y nieve comenzaron a caer,
y dicen que un grueso bosque se desplomö.
(Yastremski, p. 28)

En otro poema los personajes principales son dos mujeres que tienen poderes
chamanisticos, Uolumar y Aigyr. Si ellas no son del calibre de Guthrun, ni acostumbran usar las
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armas de los hombres como eila, no por ello dejan de ser valerosas y aventureras cuando son
perseguidas y secuestradas por espiritus demoniacos. Ellas enfrentan al rey de los muertos y
por una mezcla de habilidad y valentia ganan su libertad y son devueltas a sus casas, donde su
valor es recompensado por el nacimiento de hijos que Ilevan a cabo grandes proezas (idem,
122-154). Los poetas yakutos pertenecen a un mundo donde el chamån es todavia una
persona importante que guia la Vida religiosa y aun la social de la tribu. Por 10 tanto los poetas
no van a ridiculizar al chamån pero son suficientemente conscientes del valor de 10 heroico
para atribuirlo aun a mujeres que practican la magia. Ellos se encargan de que, en acciones
violentas, la fuerza y el coraje resulten, al final* mås acreditados que las dotes sobrenaturales.

Una vez que la sociedad concibe al héroe como un ser humano que posee en un grado
notable cualidades de puerpo y mente, los poetas cuentan como este hace su carrera desde la
cuna hasta la tumba. El es un hombre marcado desde el comienzo, y es simplcmente natural
conectar su superioridad con un nacimiento y una crianza inusuales. Los héroes mås grandes
son considerados tan maravillosos que no pucdcn scr totalmentc humanos, sino que deben
tener algo divino. Asi Gilgamesh es "dos tercios divino y un tercio humano", y su compafiero
Enkidu, aunque no tiene linaje divino, estå hecho del barro del desicrto por la diosa Aruru, para
ser el doble de Ninurta, el dios de la guerra.

Aquiles es el hijo de una diosa, como se enorgullece de seialar a los hombres que le son
inferiores (II. , XXI, 109). troyano Eneas (idem, X X, 208 ss.), y cn una
También 10 es cl
generaci6n previa, Heracles, como Perseo, eran hijos de Zeus. Los héroes asiåticos a menudo
nacen en circunstancias extrafias. El narto Uryzmag nace en el fondo del mar (Dumézil, p. 24
ss.), micntras que Batrazd nace dc una mujcr que ha Sido mantcnida virgcn en una alta torre
(idem, p. 50 ss.). Los armenios Bagdasar y Sanasar nacen porque su madre bebe de una fuente
mågica (David Sasunskii, p. II ss.). Otros héroes como el kara-kirguis Manas y el uzbeco
Alpamys nacen cuando sus padres son• muy viejos, y los nacimientos son considerados como
obra directa de los dioses en respuesta a oraciones. Un caso particularmente elaborado es el del
cananco Aqhat, cuyo padre Ileva a cabo una vigilancia dc sictc dias y siete noches en cl
santuario de Baal, con el resultado de que Baal intercede ante el dios supremo El, y a su debido
tiempo nace Aqhat (Gaster, p, 270 ss.),

Cualquiera sea la indole del nacimiento de un héroe, y por supuesto a menudo esta es 10
suficientemente natural, se 10 reconoce desde un principio como un ser extraordinario, cuyas
caracteristicas y desarrollo fisico no son los de otros hombres. Hay algo en él ya
predeterminado y premoniciones de gloria suelen acompafiar su nacimiento. Cuando Helgi
Hundingsbane nace, dos cuervos dicen:

Se encuentra vestido con traje de mensajero el hijo de Sigmundo


de medio dia de edad, el dia ha Ilegado;
sus Ojos brillan mucho como los de los héroes,
él es mnigo de los lobos, estamos muy fclices,

(Helgakvilha Hunclingsbana, I, 6)

En el mismo espiritu el kara-kirguis Alaman Bet, nacido en China, enumera de los signos
que acompaöaron su nacimiento:

Cuando sali del vientre


yo asusté a los larnas con mi llanto,

al parecer yo
gritaba ilslam!
cuando fui levantado del suelo
una llama surgiå de él
(Monas, p. 175)

Cuando nace Manas, su padre, encantado, da una fiesta, en la cual los huéspedes prevén
un gran futuro para el nifio diciendo que va a superar a los demonios y a los chinos. Cuando
todavia estå en la cuna, Manas comienza a hablar, y su padre le da un caballo, proclamando que
ya estaba listo para montar (Radlov; V, p. 2 ss.). Cuando Heracles todavia estå en pafiales,
estrangula a dos Serpiemes que Hera ha mandado para matarlo (Pindaro, Nem. I, 37 ss.,
presumiblemente de una fuente épica). La carrera del héroe comienza temprano y muestra qué
clase de hombre va a ser.
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Una vez nacido, el héroe crece råpidamente en [Uerza y estatura. Los poetas armenios
tienen una törmula para este desarrollo:

Otros chicos crecen por tulos,


pero David crece por dias-
(David Sasunskii, p. 142)

y muestran como son estos prodigios infantiles, como Sanasar y Bagdasar:

Los chicos crecian dia a dia,


tenian un aho
pero parecian ninos de cmco ahos;
salian a jugar con otros nihos
pero los peleaban, los de:yotaban y los hacian liorar.
Cuando habian pasado Cinco o seis aiost
Sanasar y Bagdasar
eran hombres fuertes y valientes.
(Ibid, , p. 15 ss.)

El griego Digenis Akritas es de ta misma estirpe:

Cuando tenia un am.) de edad torn6 una espada; cuando tenia dos levantö una Ianza; y cuando solo
tenia tres aios, Ios hombres 10 tomaron por soldado. Fue al extranjero, Ios hombres hablaron de él,
diciendo que de nadie él tenia miedo.
(Legrand, p. 187)

Digenis monta su caballo, se va a las montafias, desafia a los sarracenos, a quienes pone
en retirada en acciones de fuerza y toma sus caballos. Si no hay seres humanos disponibles, el
joven héroe puede impresionar con su personalidad a elementos naturales y animales, como
hace ei ruso Volga:

Cuan80 Volga Buslavlevich tenia Cinco afios»


el senor Volga Buslavlevich avanzÖ por la tierra hümedm
la madre tierra hümeda fue rasgada y las bestias se escaparon hacia Ios bosques,

Ios påjaros volaron hacia las nubes,


y Ios peees se esparcieron en el mar azul.
(Gilferding, 11, p. 172)

Una Vida asi comenzada Ilega råpidamente a su climax. Manas, después de su portentoso
comienzo, en seguida se mueve hacia una Vida de acci6n. A los diez dispara una flecha tan bien
como un chico de catorce afios, y pronto es un guerrero hecho y derecho:

Cuando se convirti6 en principe, se apoder6 de moradas principescas•,


sesenta padrillos y una centena de potrillos de tres aåos de edad
se Ilev6 desde Kokand; ochenta jåvenes yeguus, mil kymkar
trajo de Bokhara;
Ios chinos se estableeieron en Kashgar,
él se fue a Turfint
IQS chinos se estableeieron en Turfån,
él se aün mås lejos a Akst'i.

(Radiov, V, p.

A los quince afios el armenio Mher estrangula un leån con sus propias manos (David
Sasunskii, p. 107 ss.); a los dieciséis el calmuco Dzhangar roba los caballos de un enemigo
(Zhimunskii-Zarifov, p. 321); a 10s catorce el uzbeco Alpamys invade el pais de los calmucos
(idem, p. 323). El héroe bate récords desde el primer momento y es un hombre maduro cuando
otros son todavia muchachos.

El héroe posee esas cuplidades de cuerpo y caråcter que le traen éxito en la acciön y por
las cuales esadmirado. Puede ser fuerte, o råpido, o sufrido, o ser una persona de recursos, o
elocuente. No todos los héroes poseen la gama completa de estas cualidades, pero todos tienen
una porciön de ella, y 10 que importa no es tanto la variedad de las cualidades sino el grado en
que las posean. Un héroe se diferencia de otros hombres por su fuerza peculiar y energia. Tal
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como los griegos 10 definen, como quien tiene un övvcquC o poder especial, del mismo modo
en todos los paises quien es duefio de una fuerza copiosa, desbordante y segura, que se
expresa en la acci6n, especialmente en la acciön violenta, y le permite hacer 10 que estå mås
allå de los mortales ordinarios. Esto se despliega comünmente en la batalla, porque esta provee
las pruebas mås rigurosas no solamente de fuerza y coraje sino también de recursos y decisiån.
Los héroes mås grandes son, primordialmente, hombres de guerra. Pero, aun en batalla, 10 que
realmente importa es la fuerza heroica, el espiritu decidido que inspira a un h0iübre a tomar
riesgos prodigiosos y le permite superarlos con éxito, o por 10 menos fracasar con distinciön
gloriosa. Su conduccién y vigor peculiares explican por qué a menudo Ios héroes son
comparados con animales salvajes, como los guerreros uzbecos son comparados con Icones,
tigres, osos, lobos o hienas (idem, p. 306), o los guerreros homéricos con c6ndores, leones,
jabalies y animales por el estilo; mientras que Aquiles mismo, semejante a un poder irresistible
de la naturaleza, es comparado a su vez con un rio desbordado, una estrella fugaz, un condor
que se arroja sobre su presa, un fucgo que estå incendiando un bosque o una ciudad, un åguila
apoderåndose de un cordero o un nifio.

Héctor sabe 10 que este poder significa cuando decide enfrentarlo:

A él voy a enfæntar en batalla, aunque sus manos son como el iüego que consume,
Ias manos son eomo el fuego que consume, su podcr es como el hierro que
(11., xx, 371-2)

Este es el héroe esencial en su embestida irresistible y su poder de destrucciån.


Estas cualidades se ven en forma tnås aguzada cuando Ia moral dei lléroe cs elevada, y sus
pensamientos se convierten en acciones valerosas. La sola perspectiva de una batalla es
suficiente para inflamar sus pasiones y desear ardientemente la acciön, como el héroe serbio
Milos Stoicevic, cuando sale a pelear con los musulmanes:

Me voy como mi cabano guerrro 10


puesto que mi corcel estå sedienlo de ir a la batalla,
y en mi brazo derecho la fuerza estå bi0tando,
élde buena gana jugaHa un rato con los musulmanes,
en mi cintura Ia espada estå sedienta de sangre,
es la sed de sangre de héroes,
debo apagar Ia profunda sed de mi sable,
apagarla con Ia sangre de los héroes turcos.
(Karadzich, I V, p. 200)

El mismo espiritu estå presente en el Kalevala, aunque estå desplegado en Kullervo, a


quien los poetas desprecian. Cuando él sale a la guerra, él la anticipa exultante:

Si yo muero en la batalla,
hundiéndome en et campo,
es hermoso morir entre el ruido de las espadas,
es exquisita la fiebre de la batalla.
(Kalevala, xxxvr, 28-32)

Cuando comienza una batalla, los héroes dan sus golpes con fuerza que aturde y con
placer delirante. La amistad de Gilgamesh y Enkidu comienza con una tremenda lucha entre
ellos en la cual cada uno muestra una energia prodigiosa:

Enkidu trabö Ia.puelta con su pie,


no iba a permitir la entrada de Gilgamesh.
Ellos miraban fijarnente y resoplaban como Ios toros,
el umbral Ete sacudido, Ia pared temb16,

rnia-lt.rasGilgamesh y Enkidu se miraban fijamente y bufaban como toros,


ei umbral fue sacudido, la pared temblaba.
(Gilganjesh, vi, 10-15)

Cuando Roldån ve a los sarracenos ante él, se convierte en una bestia salvaje:
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Cumdo Roldån ve que debe combatir 10 ve mås feroz que un leon o un leopardo.
(Roldån, 1110-1 1)

Este espiritu se puede trasladar a todo un ejército, cuando


el llamado es suficientemente

fuertey una situaci6n desesperada requiere un coraje desesperado. Es asi como los griegos
luchan en Missolonghi sitiada por iOS turcos en 1822:

Los marineros estån luchando con Ios caiones y trabucos,


los Otros han desenvainado sus espadas y pelean con el hierro desnudo,
Ios comerciantes y los artesanos estån peleando como locas serpientes,
ellos disparan sus rifles temerosamente y estån eon dagas filosas y largas;
nunca piensan en Ia muerte, se mueven como leones,
gl-itan, llaman a los turcos, y les hacen burla con risas

solo esperan ayuda para poder caer sobre ellos y destruirlos.


(Legrand, p. 1 30)

La vitalidad de los héroes agudiza su deseo de batalla, y se transforma en un frenesi y una


furia sobrehumanos.

El poder que puede sentir en su sola presencia. Cuando


los héroes despliegan en acci6n se
ellos aparecen, los otros reconocen como superiores y se
hombres los cguntan quiénes son,
Por 10 tanto, cuando el héroe uzbeco Alpamys encuentra por primera vez al calmuco
Karadzhan, quien Iuego serå su devoto amigo, Karadzhan dice:

Tu belleza es como la luna de Ios cielosy


tus cejas Ias comparo con el arco doblado,
en forma tü eres como el
halcån gris azuladot
como un semor que Gene innumerables ovejas.
cuando te sientas ahii aflojando tus riendas, eres
Her-moso seior, dönde estås yendo?
Lde qué extramo diarnante estås hecho?
Tad guen•ero como tt no pudo haber nacido de una mad!? humana,
ße vé nido hiciste tu primer vuelo?
(Zhirmunskii-Zarifov, p. 309)

Alpamys pertenece a la clase de héroes* como Aquiles o Sigurth, que son eminentes por
su belleza, Pero la belleza no es necesaria a los héroes. No se le atribuye a Roldån o Beowulf o
Manas. Algunos héroes, como Odiseo, pueden ser fascinantes pero bajos de estatura o de
contextura robusta. La apariencia de un héroe revela su esencial superioridad y 10 distingue de
otros hombres. Hay algo diferente en él que revela fuegos inusualmente fuertes en su interior.
La sangre divina a veces puede ayudar, pero tampoco es esencial. Es su superabundancia de
Vida 10 que distingue a los héroes cuando emana de sus Ojos o se trasluce en sus gestos o en sus
voces. Asi el poeta calmuco describe a Dzhangar:

Sus bigotes son casi como Ias aias de Ias åguilas,

el aspecto de sus mågicos Ojos negros


es como el haleön lislQ para Ian-zarse sobre ia presa.
(Dzhangariada, p. 97)

El kara-kirguis Manas pertenece a la misma estirpe y causa el mismo temor cuando se


exalta:

Cambia ei aspecto en la cara de Manas,


en sus Ojos ardia un homo,
era un dragon viviente...
Su mirada parecia de medianoche,
enojada como un dia nublado.
(Manas, p. 54)

A veces una apariencia temible se combina con una voz cuyos tonos producen silencio y
asombro. -Cuando Ivån el Terrible estå divirtiéndose en un banquete, sus acciones son
formidables aun en su misma trivialidad:

El terrible zar Ivån Vasilevich se estaba divirtiendo,


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fue a sus apartmlentos,


miro a través de su ventana de ctfstales,

pein6 sus negros rizos con un pequefio peine.

Cuando abriö su boca y anunci6 que en todos sus dominios no habia mås traidores, el
efecto fue espantoso:

Entonces ellos temblaron ante él,

sus sübditos estaban aterrorizados,


no podian pensar una respuesta,
el mås alto se escondia detrås del mås pequeio,

y el mås pequeio, por su parte, estaba mudo.


(Kireevski, VI, p, 55; Chadwick, 194)

Frente a este modesto efecto podemos seialar la magnifica escena en la Iliada, cuando
Aquiles, habiendo decidido volver a batalla, se para en la plataforma y eleva tres veces su grito
dc batalla, //...// (11., xvlll, 225-31).

El miedo y la destrucciön causados por la simple vista de Aquiles y el sonido de su voz


son signos de su tremenda fuerza.

Aunque la fuerza fisica es una parte esencial de las dotes del héroe,
no es un animal, ni
él
carece de inteligencia. Por el que 10 hacen supcrior
contrario, su sabiduria es otro de los signos
a otros hombres, y su empleo para asegurar finales gloriosos es muy licito. A pesar dc que la
acci6n directa es mås impresionante, en muchos casos resulta imposible. En un primer nivel
puede argumentarse que, ya que el besignio principal del héroe es desplegar su propia
inteligencia y conseguir 10 que desea, no hay raz6n para que este no use ardides. Cuando Manas
pelea con Er Kökchö, gana la primera vuelta en una pelea muy dificil; después Er Kökchö
propone un enfrentamiento con armas de piedra, y Manas 10 pierde cuando es golpeado por Er
Kökchö, y vuela herido en su caballop Cuando Er Kökchö, caballerosamente, trata de curar las
heridas de Manas, este se vuelve y mata al caballo de su oponente (Radlov, V, p. 72). Esto no
es leal, pero se acepta bajo el principio dé que todo estå pennitido en guerra. Be hecho, podria
haber para esto Otra interpretaciån: un héroe como Manas es tan grande que le estå permitido
desplegar sus poderes como desee. Hay otros casos de esta indole —especialmenfe se destaca en
este sentido lvlher, el Joven de Armenia—, pero no son muy comunes y, ciertamente, no es la
regla general. Por 10 general, si ei héroe se vale de trampas, 10 hace porque usarlas resulta tan
peligroso como la fuerza, y es, en determinadas circunstancias, el ünico medio de acci6n,

El artificio y la estratagema tienen sus propios peligros, como Abu Zeyd, el héroe de El
robo de layegua, 10 ilustra en alto grado. Él es un formidable hombre de accién que no puede
ser vencido en lucha abierta, pero para esta prueba particular —el robo de una yegua muy bien
guardada—, la astucia es el {nico medio posible y justificable, porque el trance es
extremadamente arriesgado y ser descubierto significa la muerte. Abu Zeyd se introduce en su
ardid con todo el espiritu intrépido y amor a la aventura que muestra en el campo de batalla, y
el alto nivel de su astucia es simplemente Otro ejcmplo de superioridad heroica. Lo misn10
puede decirse de la brillante aventura de Alaman Bet en la casa de la bruja Kanyshai. Cuando se
disfraza de chino y avanza valientemente dentro de la morada de la hechicera, en medio de una
fiesta, estå solo y es un extraäo, pero triunfa por la audacia misma de su estratagema. No hay
duda de que 10 mismo oodria decirse del poema griego perdido en el que Odiseo, disfrazado de
mendigo, entra en T roya como un espia; y aun a los huéspedes del Caballo de Madera, con
toda su ingenuidad y astucia, no les faltå coraje al estar dispuestos a arriesgar su Vida si eran
descubiertos en la ciudad de sus enemigos. Quizå los héroes mås auténticos estån por encima
aun de estrategias tan peligrosas como estas. No podemos imaginar a Aquiles, Gilgamesh,
Sigurth o Roldån empleåndolas. Pero los hombres que las practican son guerreros eminentes
que acuden a trampas porque deben. De todos modos, el coraje es siempre necesario.

Entre los héroes famosos por sus recursos, Odiseo es el mås completo. El también es un
gran guerrero y un lider, que usa la astucia para salir de dificultades a las cuales 10 ha conducido
su testarudo gusto por las aventuras. El clåsico ejemplo de su astucia es el manejo que hace de
Ciclope. El gigante de un solo Ojo que mantiene a Odiseo en su cueva y eluego decide comérselo
es un enemigo contra quien cualquier estratagema es Buena, pero la prédica de Odiseo es el
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fruto de su insaciable curiosidad y su deseo de nuevas experiencias. No hay necesidad de entrar


en cueva, pero Odiseo desea saber quién vive allis en la isla solitaria, y espera un presente del
la
duefio. Una vez apresado, él muestra todo su talento, y su huida es una obra maestra de
improvisaciön imaginativa. Es interesante comparar la versiån homérica de Odiseo y el

Ciclope con las historias osetas de Uryzmag y el gigante de un solo Ojo, que tienen mucho en
comün.
A pesar de que la mayoria de son movidos por motivos similares y actüan de
los héroes
modo semejante, hay mucha variedad en a Ios que se dirigen las acciones. A pesar de
los fines
que la necesidad principal y mås natural del héroe es desplegar su poder y ganar Ia gloria que
siente que le pertenece, estå listo para hacerlo por causas que no conciernen directamente a su
interés personal, pero 10 atraen porque le dan la oportunidad se mostrar su valor. Estas causas
no necesitan ser muy concretas. En realidad, en la mayoria de Ios grandes héroes es
simplemente un ideal de hombria y valentia al que siente que debe dedicar su Vida. Esto es 10
que guia a Sigurth. A pesar de que estå ligado a Gunnar por lazos de lealtad y 10 sirve
honorablemente, el centro de su existencia es la concepcién de hombria que Gripir le
profetiza:

De bajeza nunca estarå tu Vida cargada,


noble héroe, tenlo por seguro,
vivirås tan elevado corno el mundo,
tu nombre serå mensajero de batalla.
(Gripisspå, 23)

Sigurth acepta su destino y actüa de acuerdo con él. Sigue su instintiva ambicién de ser un
gran guerrero. Cuando mata a Fafnir, le explica al monstruo agonizante por qué 10 ha hecho,
tiene la necesidad de mostrar su valentia:

Mi coraz6n me umdujo, mi mano 10 ejecut6,


y mi biillante espada tan afilada.
(Fafn's,nal, 6, 1-2)

Este deseo de valentia estå combinado con otras cualidades nobles que también destaca
Gripir:

Liberal con el dinero, lento para huir,


noble de mirar, y sabio en su decir.
(Gripisspå. 7, 3-4)

Pero el fundamento de la naturaieza heroica de Sigurth es su incuestionable deseo de


probar su valor mås allå de los limites de su capacidad.

Aquiles pertenece a- la misma clase, A pesar de que juega el rol principal en la guerra
troyana, que Se Ileva a cabo para rescatar a la esposa de Menelao, a quien Paris habia raptado,
esta causa significa muy poco para Aquiles. Cuando los enviados de Agamenön le piden que
vuelva a la lucha, él se niega, y una de sus razones es que no ve por qué deberia arriesgar su Vida
por la esposa de Otro hombre. Mås adelante revela sus verdaderos pensamientos, Su madre le
ha dicho que puede optar entre dos destinos: permanecer en T roya y ganar renombre inmortal,
o volver a casa y vivir una larga y poco gloriosa Vida (11. IX, 410 ss). Por un momento duda,
pero finalmente elige el primer camino y sigue la sugerencia de su naturaleza heroica que
considera la gloria como el destino correcto de un hombre como él. Haciendo eso obedece el
consejo que su padre una vez le habia dado:

Siempre busca ser el mejor, y sobrepasar a los ottos hombres en acci6n.


(Ibid> Xl, 784)

Es verdad que cuando Aquiles vuelve a la batalla, su mayor deseo vengar la muerte de
Patroclo, pero aun alli su naturaleza heroica se impone, y su deseo de venganza es trascendido
por su deseo de gloria, cuando ejercita sus cualidades fisicas y goza de la alegria de la batalla y
de la victoria. Destruye a sus enemigos con un orgullo triunfante y burlonamente les dice que
9

es mejor hombre que ellos. Cuando


camino de sangre y las ruedas de su carro estån
recorre su
salpicadas con sangre, no hay duda de qué es que Ie importa, ya que el poeta dice que el hijo
10

de Peleo buscaba ganar gloria (ibid. XX, 502). Como Sigurth, Aquiles estå inspirado por un
,

ideal de hombre que .considera que puede realizar en un grado ünico, y aunque tiene otras
cualidades como prudencia, cortesia y elocuencia, estas son secundarias con respecto a su deseo
esencial y dominante de ser un gran guerrero.
El deseo de valentia como un fin en si mismo puede ser ilustrado por el poema oseto
sobre elhéroe Batradz. //...//

Aquiles, de acuerdo con la leyenda griega, fue hecho a prueba de armas cuando su madre
10sumergi6 en fuego, ambrosia o en la laguna Estigia. Batradz se hizo a si mismo a prueba de
armas a través de un método mås exacto y original, cuando se hizo tratar por el forjador
divino.

El heroismo por si mismo Comünmente mås héroes consagran sus


es quizå excepcional.
talentos a alguna causa concreta que les proporciona un espacio para la acciån y un fin al cual
dirigir sus esfuerzos. El héroe es generalmente un lider, un jefe de hombres, y siente obligaciön
hacia aquellos que estån bajo su mando. Es por 10 tanto sorprendente que los reyes de las
historias heroicas sean generalmente poco heroicos en sentido pleno. Ellos parecen tan
agobiados con las responsabilidades y ansiedades que no pueden desplegar en medida plena su
valentia individual. El Agamenén de Homero, Hrothgard en Beowulf, Carlomagno en Roldån
y Gunnar en la Edda Mayor son figuras impresionantes pero carecen del sélido heroismo de
sus sübditos, Aquiles, Beowulf, Roldån o Sigurth. El solo hecho de ser un rey 10 aleja de una
realizaciön de hombre heroico. Sus degeres 10 previenen de fijar toda su atenciån en asuntos de
guerra; estå tan ocupado cn rcinar que debe dcjar las mcjorcs oportunidadcs a otros. Puedc
también no actuar por prevenciån, debido a su edad, como 10 hubiera hecho en su juventud.
Por supuesto, cuando la ocasiön 10 requiere, Agamenön y Carlomagno muestran su fuerza cn la
batalla, mientras que las filtimas horas de Gunnar en los aposentos de Atli pertenecen a la mås
alta tradicién heroica. Por Otra parte, entre los pueblos asiåticos, el rey es a menudo el mayor
de los guerreros, el hombre que posee en si mismo todas las mejores cualidaåes de su pueblo.
Asi, Manas Dzhangar y Alpamys se ubican entre los mejores de los kara-kirguies, calmucos y
uzbecos. En la gran guerra contra China es Manas quien al final toma el mando y ataca a los
mås formidables oponentes; cuando las tierras de Dzhangar son invadidas en su ausencia por un
enemigo, él es el primero en reconquistarlas; Alpamys obtiene su primera fama conduciendo a
su pueblo contra los calmucos. Semejantes reyes pertenecen a un nivel de sociedad mås
primitivo que sus contrapartes europeas, y es por eso quizå que se les permite ejercer su
naturaleza heroica plenamente.

De todos modos hay ocasiones aun en Europa en que el rey se convierte en el campe6n
de su gente y ejerce sus poderes heroicos para ellas. En su juventud, Beowulf mata a Grendel
por motivos de puro heroismo, pero en su madurez pelea con el dragén en un sentido
diferente, para salvar a su pueblo de una peste mortal. Acepta inmediatamente su pedido de
ayuda e insiste en pelear solo contra el monstruo. Es su ültima pelea y muere a causa de heridas
recibidas en ella. //...//

Si los reyesno tienen a menudo un lugar de privilegio, si 10 tienen sus seguidores y


vasallos, y hay notables ejemplos de hombres que Ilevan a cabo acciones heroicas por lealtad a
su sefior o soberano. A pesar de que Carlomagno no desempeöa un papel muy importante en el
Roldån, inspira una lealtad absoluta y recibe preciados servicios. A pesar de que Roldån no
duda en discutir las decisiones del emperador durante la escena del consejo, finalmente las
obedece, y esto se hace notable cuando se le ordena dirigir la retaguardia del ejército, a pesar de
que sabe que esto es parte del plan de Ganelon para ocasionarle la muerte. Cuando recibe las
6rdenes, en un primer momento hierve de ira, pero obedece. Una vez que ha aceptado la
prueba, su honor le impide pedir ayuda, y esa es la razön por la cual se niega a hacer sonar el
cuerno. Siente que semejante acciån significaria traicionar la_ confianza de su sefior (Roldån,
1 115-19).

Este -es el espfritu de caballeria, tal como el siglo XII 10 entendia. Roldån debe actuar de
acuerdo con un yerdadero eyiritu feudal hacia su seior, pero esto no le impide ser un héroe
auténtico.
10

Las posiciones relativas de seöor y héroe pueden producir un drama de relaciones


personales. En los poemas kara-kirguies un especial interés se concede a la amistad entre el
gran principe Manas y su subordinado, Alaman Bet. Alaman Bet es de Origen calmuco o chino.
Se une a Manas porque ha fallado un intento previo de servir al principe uigur Er Kökchö.
Elige a Manas sin una razén mås importante que la büsqueda de aventuras, pero una vez hecha
la eleccién, cumple sus deberes con tanta lealtad que consigue un lugar especial en la
consideraciön y el afecto de Manas. El grado de confianza que le tiene Manas se muestra en 10
que dice a sus capitanes al comienzo de la gran expedicién:

Solo a Alaman Bet le es conocido,


e! distante camino a China,
sea él nuestro guia,
(Manas, p. 83)

Alaman Bet es un ejemplo notable del sübdito heroico que orienta su Vida al servicio de

un seöor y estå protegido por la confianza que obtuvo,

Otra causa a la que un héroe puede servir es la religi6n. El temperamento heroico a


primera vista no pareceria estar de acuerdo con los ideales de autosacrificio del cristianismo o
el budismo, pero en la pråctica no aparecen dificultades. Roldån estå en medio de una guerra

entre los paladines cristianos de Carlomagno y los infieles sarracenos. El espiritu cristiano estå
a menudo presente y juega un papel importante en la accién. Los cristianos pelean para
convertir a los infieles y Carlomagno insiste en el bautismo de capturados y conquistados.
Celebra misa y maitines en su campamento y cuando toma el campo para vengar la muene de
Roldån, Dios le muestra su favor al detener el curso del sol. Esta lucha estå entrelazada en el
esquema heroico sin demasiado esfuerzo. Los cristianos desprecian y odian a los infieles porque
adoran a dioses falsos y no tienen honor de caballeros. El enfrentamiento estå presentado
entre 10 correcto y 10 erréneo, entre verdad y falsedad, y esto da un caråcter enfåtico al punto
en cuestiön. Es por 10 tanto entendible que, cuando los sarracenos son vencidos se vuelvan
hacia sus dioses rlos acusen de ser inütiles y de no haberlos ayudado y que, por Otra parte, los
cristianos, confien en que morir por su causa es ganar el paraiso. El arzobispo Turpin no duda
acerca del resultado y antes que la batalla comience, le dice a la hueste:

Mis sefiores barones. Carlos nos ha dejado aqui para esto,


él es nuestro rey, bien podemos nosotros morir por él:
ofrezcamos un buen servicio a Ia cristiandad.
Tendréis batallat eståis destinado a ella,
a través de vuestros Ojos veis a Ios sarracenos,
iRogad por la gracia de Dios, confesåndole vuestros pecados!
Os doy Ia absoluci6n de vuestras almas
entonces, si moris, viviréis como rnå•tires benditos,
ganaréis tronos en el gran paraiso,
(Roldån, 1127-35)

Luego imparte la absolucién y la Mås tarde, cuando


bendiciön y la pelea comienza.
Roldån es herido de muerte, conflesa sus pecados y es Ilevado por los ångeles al paraiso,
recibiendo la recompensa que habia solicitado para los muertos en la ladera de la montafia.
//...// (ibid., 1854-6).
El esquema es Claro y simple y encaja bien dentro del culto del honor. Roldån solicita
siempre manifestar su valor porque estå seguro de que actüa en la mås santa de las causas y que
la gloria que desea serå hallada no solamente en la memoria de los hombres sino en el Cielo.

No hay Otra religiån que vuelque en la poesia un esquema tan completo como este, pero
hay veces en que el islam hace algo semejante. Los héroes kara-kirguies son mahometanos y
estån orgullosos de serlo. Es verdad que parecen haberse convertido recientemente, ya que un
eco de esto sobrevive en la referencia del principe uigur Er Kökchö:

Quién abre las puertas del paraiso,


quién abre Ias cerradas puertas de los bazares.
(Radiov, V, p. 18)
11

Pero, como otros conversos, el kara-kirguis siente cierto desprecio por quienes no gozan
de sus ventajas espirituales. //...//

En efecto, los kara-kirguies creen que por ser mahometanos son mås civilizados y
heroicos que los budistas y los id61atras y pertenecen a un orden superior de humanidad.

Por Otra parte, aunque Ios kara-kirguies identifican su religién con su orgullo nacional,
son mås tolerantes respecto de otras creencias que los cristianos de Roldåm En tiempos de paz
ellos invitan a calmucos y a paganos kara-nogayos a sus festivales y en la fiesta de Bok-Murun
ambas partes se unen en un espiritu amistoso, aunque se considera correcto y propio que los
kara-kirguies ganen todos los juegos. Asi también en la guerra, aunque la lucha puede ser
sangrienta, los kmu-ku•gufes respetan a sus enemigos, y los poetas los presentan con
luminosidad heroica Es verdad que usan magia para protegerse, a diferencia de los kara-
kirguies, y sus personajes principales son de forma y tamaio monstruosos. //....//

Los calmucos, a quienes los kara-kirguies combaten y desprecian como incrédulos, son
budistas, y los espiritus y santos budistas reciben mås atenciön en los poemas calmucos que los
santos cristianos en el Roldån. Ellos no toman parte en la acciån pero su presencia en el
trasfondo es enfatizada, y los poemas generalmente comienzan con un tributo a los signos
visibles de su poder en el montafioso dominio de Dzhangar. El poeta insiste en que la fe y la
religiosidad de los calmucos estån mås allå de todo reproche. //.,.// Dzhangar es el
representante y el campeön de esta fe:

Él afirma Ia regla universal como una roca,


él se regocija radianle con [a fe bådista como un sol.

(Dzhangariada, p. 142)

Una encarnaciån de Buda ha soplado en su mejilla; Otra 10 cuida cuando duerme; un lama
especial 10 yigila. //...// Inspirados por una confianza absoluta, Dzhangar y sus compafieros
estån convencidos de que tienen apoyo divino y que su guerra contra el pueblo vampiro de los

Mangus es una guerra entre aquellos a quienes los dioses quieren y aquellos a qeienes los dioses
odian. Pero, a pesar de que los héroes calmucos se consideran a si mismos como instrumentos
elegidos del cielo, ellos son reconociblemente humanos y actÜan como los héroes
acostumbraban hacerlo siguiendo su deseo de gloria. Como los kara-kirguies, son tan fuertes en
la lucha que no necesitan de la magia, pero estån capacitados para conseguir 10 que desean por
la fuerza de su brazo. Su religiån les proporciona un espiritu inspirador en la batalla, pero se
mueven primordialmente por su deseo de gloria.
Lo que hace la religiån en estos casos sucede mås a menudo por el amor a la patria. En
muchos casos es casi inconsciente pero aflora ante un desafio. Asi el guerrero uzbeco Yusuf lc

dice a un enemigo 10 que significa su patria para él:

Nuestro pais es un buen pais.


Los inviemos son como Ia primavera.
Los jardineros cuidan sus jardines,
y IOS årboles estån colmados de frutas.
Sus mujeres ancianas descansan en blmcos carros,
pero las j6venes trabajan como deben.
Doncellas y j6venes estån siempre enamorados.
Su tiempo se Ilena con juegos y placeres.
(Zhirmunskii-Zarifov, p. 317)

Otro héroe dice:

Mi patria es mi Vida,
mi patria es mi alma.
(Idem)

Estos sentimientos son muy comunes y_es natural que Ios héroes, a veces, deban pelear
por Aquel que lucha y muere por su patria es conocido por Homero y retratado en la
ellos.
Iliada, no entre los aqueos que luchan por rescatar a la esposa de Menelao, sino entre los
troyanos, que pelean por defender su ciudad y- sus hombres. Héctor es el primer héroe que
12

despliega sus poderes a favor de su patria. Cuando el profeta Polidamo le dice que los agüeros
son hostiles, Héctor los desafia y dice:

Solo un presagio es el mejor,


luchar en defensa de nuestra patria.
(11., xn, 243)

Mas tarde, cuando sus hombres estån desalentados y parecen estar a punto de abandonar
la lucha, Héctor Ios exhorta utilizando el lenguaje del mås puro patriotismo:

Todos ustedes prosigan la batalla desde los navios•, y si a alguno el destino 10 Ileva a Ia muerte, déjenlo
morir. No es deshonroso morir por su patria, dejando tras si a su mujer y sus hijos vivos en incålumes,

dejando su hogar y sus posesiones intactas, para que los aqueos puedan volver a zarpar a la muy amada
tiara que Ios engendr6.
(Ibid, X V, 494-9)

Héctor no piensa tanto en la gloria como en el hogar, la familia y la ciudad. En el fondo


de su corazån sabe que T roya habrå de caer pero sin embargo estå dispuesto a hacer todo 10
posible para evitar o posponer el dia fatal. Actüa como un héroe y obtiene un triunfo glorioso
cuando estå a punto de incendiar las naves aqueas. Pero no piensa en hacer gala de sus proezas
personales. En muchos aspectos, la figura mås humana y atractiva de la Iliada no es su héroe
principal. Homero traza un contraste entre él y Aquiles, entre el campeön humano del hogar y
ta y el héroe semidivino de escasos vinculos y lealtades. Quizå podamos ver en Héctor
familia
la emergencia de un nuevo ideal de humanidad, el concepto de que un hombre se realiza mås
plenamente en el servicio de su ciudad que en la satisfacciön de su propio honor, y en este
caso, Héetor se encuentra en el limite entre el mundo heroico y la ciudad-estado que 10
reemplaz6. Sin embargo, Héctor tiene mucho del atractivo y la nobleza que pertenecieron al
verdadero héroe. Asi como su fuerza y velocidad son inferiores a las de Aquiles, es un guerrero
formidable impulsado por su impetuosa potencia. En éli el amor a la patria es el motor
principal, pero adravés de él Ileva a cabo un destino ciertamente heroico.

Un
héroe concebido a la manera de Héctor es el representante de su pueblo, su portavoz
y su ejemplo. A
partir de esta premisa, no estamos rnuy lejos de encontrar al héroe no en el
oran principe o en el lider sino en algån personaje menos eminente que halla su hora mås
gloriosa en una crisis, o en un grupo de personas que muestran su valia cuando su patria se
encuentra en peligro. Tal es el caso del poema anglosajön Maldon, en el cual quizås el
principal personaje, y en cierta medida el héroe, es hyrhtnoth. Es él quien da la primera
respuesta desafiante a los invasores vikingos, y al hacerlo habla en nombre de su rey y de su
tierra:

Mensajero de los homblts de mar, Ileva el mensaje a tus arnos,


cuenta a tu pueblo Ias nuevas mås horrendas:
aqui existe un noble duque quien con sus soldados
Ilevar adelante Ia defensa de su tierra,
tierra de Aelhelred, senor y maestro,
de su pueblo y dc su suelo.
(Laborde, 'Vfal(lon, 49-54.)

Cuando Byrhtnoth muere, sus compafieros conservan su espiritu desafiante y se


muestran dignos de él. Aelfwine incita a los hombres a seguir luchando en nombre de su sefior
muerto y para justificar las alabanzas que en su honor se cantaron en el pasado. Uno a uno,
diferentes guerreros, Offa, Leofsunu y Dunnere apoyan este llamado, hasta que el Viejo
Compafiero, al ver que la lucha se vuelve en contra de los ingleses, alza su voz hasta la måxima
elocuencia mientras solicita un ültimo esFuerzo:

Setemos mås audaces, nuestro corazån serå mås denodado,


nuestro änimoirå creciendo a medida que nuestras fuerzas desfallezcan.

(Ibid., 312-13)

En su lucha por la defensa de su pais, los hombres de Maldon estån movidos por un
verdadero espiritu heroico y actüan en funci6n de sus reglas inmemoriales. En ellos, él grupo
13

manifiesta el Viejo orgullo del individuo y revela conocer qué se aguarda de él en la hora del
esfuerzo desesperado.

Cuando una comarca se encuentra bajo una dominaciön extranjera, hay una tendencia en
cada uno de sus habitantes a transformarse en héroe que resiste a los conquistadores o lucha
contra ellos. Esto puede ser visto en numerosos paises sometidos al poderio turco. Muchos
poemas griegos de ültimos dos siglos hacen referencia a personajes que combatieron
valerosamente contra la tirania extranjera y que de Otro modo hubieran permanecido en la
oscuridad. Tal el capitån Malamosy quien se niega a ültimo momento a someterse a los turcos,
porque son traicioneros, y vuelve a las montaöas (Legrand, p. 80). Tal Xepateras, que lucha
solo contra un ejército pese a 10 cual se niega a rendirse y corta la cabeza del soldado turco
,

que se 10 ordena (idem, p. 88). Tal el capitån, Tsolkas, quien a 10 largo de tres dias y tres
noches, sin agua, alimento ni auxilio, se abre paso hacia el frente turco. Tal Macstro Juan, de
Creta, que promueve una revuelta pero es capturado por los turcos, quienes 10 arrojan al mar
para ser devorado por los peces (idem, p. 98 ss.). Tal la madre de los hijos de Lazos, quien los
denuncia por haber abandonado la plaza fuerte del Olimpo y los amenaza con su maldiciön en
el caso de unirse a las fuerzas turcas (idem, p. 116). Tal el patriarca Gregorio, ahorcado por los

jenizaros turcos frente a su propia iglesia (idem, p. 124). Los episodios son reducidos y los
caracteres no demasiado prominentes, pero un hålito heroico los envuelve por su
participaciön en una magna causa y su incansable desafio entre Ios turcos.

Los poemas yugoslavos sobre la resistencia contra los turcos presentan un esquema mås
variado que los griegos, tanto en 10 referente a su indole como a sus diferentes episodios. Hay
oportunidades en que la resistencia adquiere un caråcter verdaderamente heroico y en las que
cada serbio se vuelve un héroe. Tal el espiritu de los poemas sobre Kosovo, concentrado en las
palabras que el rey Lazar pronuncia cuando incita a su pueblo a la lucha:

Aquel que sea serbio, con antepasados serbios,


con sangre serbia y crianza serbia,
y no se presentc a luchar en Kosovo,
no Et-å bendecido por la presencia de descendientcs,
varones y mujeæs,
y nada florecerå bajo su mano,
ni el vino dorado ni el trigo ondulante:
jque y sus hijos se pudran para siemprel
él
(Karadzich, II, p. 27 1)

El llamado es escuchado y el pueblo serbio acude a Kosovo, donde serå vencido y perdcrå
su independencia. Los héroes avanzan sabiendo 10 que los espera, pero ello no los atemoriza.
Jugovicu Vojine representa el punto de vista general cuando afirma:

Iré a Ia batalla de Kosovo,


derramaré mi sange por la cruz gloriosa,
mociré por mi fejunto con mis hermanos.
(Idem, p. 116)

Este es el auténtico espiritu del heroismo yugoslavo, pero no su finica forma. Los
poemas sobre la rebeliön contra los turcos entre los aäos 1804-1813 tienen aparentcmentc
menos nobleza en la medida en que hacen una menor referencia al sacrificio y son menos
conscientes de la derrota y de Ia muerte. Pero no por ello son menos heroicos. Los patriotas
luchan alegre y gallardamente por su pais, y los poemas reflejan su confianza y su orgullo. En
esta lucha, como en la de Kosovo, no se destacan figuras singulares, pero el heroismo es
compartido por los diferentes personajes que no dan tregua a los gobernantes turcos, a los
recaudadores de impuestos o a los jenizaros. Los grandes acontecimientos como la batalla de
Deligrado o la toma de Belgrado son la obra de muchos hombres que trabajan juntos en pro de
un fin comün. Esta sublevaci6n también fracasa, pero ello agrega un grado mås al enorme
esfuerzo hecho en pro de la libertad. El poeta refiere el final:

Entonces los turcos conquistaron la tierra una vez mås,


cometieron iniquidades en todo el pais;
esclaviznron a Ias esbeltas mujeres sumadias
14

y matamn a losj6venes de Sumadija.


Ojalå uno solo hubiera quedado alli para dar testimonio
y para escuchar el hotTible clamor
de Ios lobos aullando en las montaöas
mientras alegres cantos turcos resonaban en las aldeas.
(Karadzich, IV, p. 269)

El sentido yugoslavo del heroismo glorifica a todo aquel que lucha por su patria y le

confiere, almismo tiempo, una dignidad trågica ante el fracaso final.


Dado que los yugoslavos han creado esta poesia de heroismo nacional, resulta parad6jico
que su héroe principal sea Marko Kraljevich, que no pertenece a•este linaje y cuyo patriotismo
posee una cualidad ambigua. Por empezar, estå al servicio del sultån. Para esta circunstancia
puede existir una justificacién histörica, puesto que, en efecto, muchos caudillos yugoslavos
hallaron la manera de encontrar una forma de subsistencia entregando su algo dudosa lealtad al
Jefe de los Fieles. Los poetas aceptan el hecho y 10 manejan de la mejor manera posible
subrayando el airoso espiritu de independencia con que Marko trata a su amo. Desobedece sus
ördenes en 10 relativo a no tomar vino durante el- Ramadån, despedaza jenizaros, convence a
10s serbios de no pagar los impuestos y fanfarronea ante el propio sultån. Cuando Marko mata
al turco que se ha apoderado de la espada de su padre, se enfrenta fieramente con el sultån que
10 ha convocado y exclama sin temor:

Si, si el mismo Dios hubiese entregado el sable


al sultån> yo hubiera matado al propio sultån.
(Ide,n, 11, p. 3 16)

Marko sedujo a un pueblo que se encontraba bajo el yugo turco. Los serbios habian
hallado una forma de Vida que no se apartaba demasiado de su propio sentido del honor y
moldearon en él una figura que, al tiempo que aceptaba la situaciön real, estaba en condiciones
de mantener su estilo y libertad. Su Vida no es la del héroe intransigente y -concentrado en una
finica finalidad, que en el a veces confuso mundo de la Serbia turca, pone de manifiesto que
el amor por la patria sigue teniendo valor para el sirviente de un déspota extranjero.

En los tiempos modernos, el héroe que defiende los derechos de un pueblo ha adquirido
una nueva forma, cuando la palabra "pueblo" sirve menos para designar una raza o una naciön
que las masas anönimas incapaces de hacer valer sus derechos sin la presencia de un lider.
Cuando este lider aparece, puede, en circunstancias favorables, asumir los atributos de un
héroe. En el nor-te de Rusia, la Revoluciån de 1917 ha inspirado poemas en los que Lenin
asume las caracteristicas de este tipo de héroe. En La historia de Lenin de Marfa Kryukova, el
creador del sistema soviético ha adquirido muchos de los atributos del bogatyr tradicional. La
historia cornienza con el arresto y la ejecuci6n del hermano de Lenin por haber atentado
contra la Vida del zar Alejandro Ill, y con el llamado de la madre de Lenin a sus hijos para
luchar por su hermano y "por Ia verdad, Ia verdad del pueblo". Lenin promete cumplir con ese
llamado y expresa que siente dentro de si la confianza del éxito:

Porque siento dentro de mi un poder:


si esc anillo estuviese dentro de una columna de roble,
10 amancaria junto con mis fieles camamdas
y cambiaria Ia madle tienzi entera-
Poseo sabios conoeimientos
pues he leido un librito mågico;
ahora sé d6nde encontrar ei anillOi
ahora sé como cambiar Ia tien•a entera»
Ia tierra toda, nuestra entera y querida Rusia.
(Kaun, p. 186)

Kryukova escribe siguiendo el estilo tradicional y transiörma los temas modernos dentro
del lenguaje aceptado de la poesia rusa. Asi, utiliza aqui un antiguo tema folclårico: el del anillo
mågico que confiere poderes sobrenaturales, tal como 10 proclama el primitivo gigante
Svyatogor:

Si quisiera recorrec la tien-a


15

un anillo al cielo,
fijarfa
atariauna cadena de hielT0 al anillo,
an-aså-aria el Cielo hasta Ia madre tierra,
y confundiria la tierra con el Cielo.
(Chadwick, p. 5 1)

El anillo de Lenin es mås moderno, porque conociö su existencia a través de un libro que
no es Otro que El capital de Marxs El héroe moderno utiliza su propio tipo de magia. El anillo
es simbolo de la fuerza que Lenin puede ofrecer. Asi, mås adelante en el poema, cuando
el

el anillo vuelve a ser mencionado, y esta vez el pueblo 10


regresa a Rusia para la Revoluciön,
comparte:

Todo ei pueblo sc reunib en tropcl


junto al pilar maravilloso.
Se reunieron formando fuer.a poderosa,
se asieron del anillito, del anillito mågico,
del anillito dificil de arrancar,
pero con fuerza tenaz 10 lograron.
Hicieron girar ia tiara de nuestra gloriosa madæ Rusia
hacia Otro lado, hacia el lado justo,
y arrebataron las llaves de la pequeffa Rusia
de las manos de los terratenientes, de los duenos de las fåbricas.
(Kaun, p. 188)

De este modo Lenin, el héroe, cuenta ampliamente con la magia y estå autorizado a
hacerlo porque posee el conocimiento la astucia de los héroes.

Lenin es también un luchador. Tiene su propia idea de la lucha que 10 aguarda:

No serå el honor de un valiente,


ni la gloriosafama de un caballero;
matar a un zar es pequeia ganancia:
alli donde muere uno, Otro se all-a cn su lugar.

Debemos luchar, debemos luchar de Otra manera,


contra todos los principes, contra todos los nobles,
contra todo el orden establecido hasta ahora.
(Idem, p. 186)

Lenin se convierte en el campeön de la gente comün comprometido en una gran


Asi,
lucha. A1 igual que otros héroes, refine a su compafiia o druzhina compuesta por "obreros" e
"intelectuales", y es una "gran fuerza popular". Aun cuando el pueblo le entrega las "llaves de
oro de toda la tierra", sus esfuerzos no han acabado. Después de la Revoluciån sigue la guerra
civil, y el intento de una "feroz serpiente" de acabar con la Vida de Lenin. Durante su
enfermedad, su leal camarada Stalin se dirige asi a los soldados:

Escuchad, soldados del Ejército Rojo,


escuchad, obreros de las
escuchad, campesinos, labradores de la negra tier-ra,

ha Ilegado un tiempo, un tiempo muy duro,


ha Ilegado un tiempo, un Gempo de guerra,
debemos æunir nuestras ültimas fueaas,
con nuestro valor debemos aplastar a nuestros enemigos,
aplastar a nuestros enemigos, dispersar a los agentes del mal.
(Idem, p. 189)

los resultados esperados. Los soldados rojos se arrojan sobre


El discurso de Stalin obtiene
los generales invasores a través de mares, rios y pantanos. la hora de la victoria, Lenin A
muere. La naturalezr. por él, y la tierra se empapa con las lågrimas del pueblo. El marco y
el estilo del relato son tradicionales, pero se adecuan a los acontecimientos de la historia

contemporånea. -Lenin aparece como el campe6n de un pueblo y actÜa como tal. Su


recompensa es la gloria que obtiene tras la muerte.

Desde el punto de vista artistico, la carrera de un héroe necesita cierto tipo de


realizaciön. Los esfuerzos y los preparativos pueden Ilevar a un flhal impactante. Tal final es a
16

menudo un éxito rotundo que muestra la calidad del héroe y le confiere la gloria merecida. Asi,
el Manas kara-kirguis termina con la toma de Pekin y 10s poemas calmucos con fiestas que
celebran las victorias; la Odisea termina con la reuniön de Odiseo con su mujer; el Cid con la
recuperaciön del favor real y las bodas de las hijas del héroe con reyes. Otros poetas parecen
sentir la necesidad de Ilegar a un final mås completo y cuyo ünico cierre adecuado es la muerte
del héroe. Asi, el David armenio es muerto casi en forma casual mientras bebe de una fuente;
Beowulf muere al matar un dragön. En estos casos, la muerte sobreviene sin provocar
emociones violentas. En este tipo de Vida heroica no existen las paradojas. Las dificultades
surgen y iogran vencerse hasta la Ilegada de su ültima hora. Este punto de vista se concentra en
los poderes y éxitos del héroe y no plantea interrogantes acerca de su vocaci6n o su posici6n
dentro del modelo de las acciones humanas.

No todos los héroes, sin embargo, estån concebidos de este modo. Con bastante
frecuencia, sus carreras parecen Ilevar inevitablemente al desastre y culminar con él. Cuando

esto sucede, la historia gana en fuerza y profundidad, puesto que el héroe que se encuentra en
esta situaciön parece, durante sus ültimos momentos, ser mås plenamente él mismo y Ilevar a
cabo sus mayores esfuerzos. Su Vida, lejos de tener un final sereno, culmina con una gloriosa
llamarada que ilumina todo su caråcter y su accionar. Si muere tras una lucha heroica, revela
que, al Ilegar a la prueba final, estå dispuesto a sacrificarse por sus ideales. Estas muertes son
naturalmente mås sublimes y conmovedoras que un apacible final, y no es sorprendente que
sean altamente apreciadas por los poetas. Ademås, suscitan interrogantes respecto de motivos
y modelos de conducta que acrecientan la realidad dramåtica de la historia y dan al poeta la
oportunidad de presentar un tipo de conflicto espiritual que ilustra aspectos importantes del
punto de vista heroico. En estas ocasiones es dificil escapar de la sensaciön de un destino que
debe ser necesariamente cumplido, cualesquiera sean Ios esfuerzos realizados para evitarlo: el
héroe, no menos que los otros hombres, debe confrontarse con el final que le ha Sido
conferido. Asi, la historia pasa del relato de hechos heroicos a algo mås grave y mås grandioso
y sugiere sombrias consideraciones acerca-del lugar del hombre en el mundo y de la lucha
desesperada que 10 enfrenta con su destino. Esta visién parece prevalecer sobre todo en las
sociedades aristocråticas, tal vez porque no se sientan enteramente c6modas con respecto al
ideal heroico y perciben que, por grande que sea Ia recompensa, esta exige un precio no menor
y que, en Ültima instancia, el héroe realiza su destino cuando surgen circunstancias que enfrenta
pero que es incapaz de vencer.

Esta idea del destino aparece claramente en el tema de la eleccién equivocada, en el cual
elhéroe debe optar entre dos vias, cada una de las cuaies encierra, en cierta medida, una cuota
de mal. Cualquiera sea su decisién, esta conduce al desastre. La Edda Mayor sirve como
ejenvlo de esta circunstancia. Cuando Gunnar cree que su mujer, Brynhild, ha dormido con
Sigurth, se siente tironeado por dos alternativas: o bien no puedc hacer nada, y en este caso se
deshonra a si mismo como hombre y como marido, o bien puede matar a Sigurth, en cuyo caso
falta a la palabra dada a un amigo fiel. En la Breve historia de Sigurth, la resoluciån del
conflicto es perfectamente Clara: Brynhild exige la muerte de Sigurth, sin 10 cual abandonarå a
Gunnar. Gunnar consulta a Hogni y le dice cuånto ama a Brynhild:

Pot*encima de todas Ias cosas amo a mynhild,


la hijade Buthli, la mejot• de Ias mujeres•,
prefiero perder mi propia Vida
que renunciar al amor de esta muchaeha.
(Sigurlharkvilha en Skanjma, 1 5)

Aunque Hogni recomienda no tomar ninguna determinaciån, Gunnar decide que


le
y
Sigurth debe morir un problema de honor encomendando la tarea a su hermano
evita
Gotthorm. Los medios son por cierto cuestionables, pero Gunnar se encuentra ante una
situaciån sin salida. Cree, equivocadamente, puesto que Sigurth es inocente, que para conservar
el amor de su mujer debe vengar su honor, en cuyo caso Sigurth debe morir. En este momento,
Gunnar es victima del destino, y Brynhild, que estå a punto de convertirse en una asesina, gana
la simpatia del lector por su concepto relativo al propio honor y por Su dedisi6n de matarse
una vez obtenida la venganza.
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Guthrun se encuentra frente a una elecciön similar en Atlamål y Atlakvitha. Pese a


numerosas diferencias, ambos poemas bosquejan la trama de una misma historia. Guthrun estå
dcsgarrada cntre dos lealtadcs: una hacia su marido, Atli, y Otra hacia sus hermanos muertos
por Atli. Dado que el mundo heroico nårdico reconoce ambas lealtades, los poetas saben que
Guthrun debe proceder a una elecciån terrible. Por un lado, afirman que ella decide ser leal a sus
hermanos y matar a su marido, pero por Otro explican su decisiön de manera difcrente. En
Atlakvitha mata a Atli porque este ha violado el juramento hecho ante sus huéspedes y 10
coloca de este modo mås allå de toda obligaci6n que Guthrun pueda sentir hacia él, El asunto
no es explicado con demasiada claridad, pero Gunnar 10 presagia antes de su muerte (cf.
Atlakvitha, 32) y esto no puede ser puesto en duda. En Atlamål Guthrun estå convencida de
que los lazos de sangre son mås fuertes que otros cualesquiera y que su deber es vengar a sus
hcrmanos mucrtos. El poeta insiste en los sentimientos de Guthrun y especialmcnte en su
amor hacia su hermano Hogni, A1 entcrarsc de su muertc, lc anuncia a Atli quc no habrå de
perdonarlo:

infancia transcun-iå en Ia misma morada,


companimos Ios mismos jucgos, crccimos entre los bosqucciüos.
Luego Grimhild nos dio oro y collares;
no lograrås nunca hacelte perdonar Ia muerte de mi hermano,
ni lograrås convenceane de que ello estuvo bien.
(Ibid, 68)

Gunnar hace su propia elecciön, que puede ser correcta de acuerdo con su propio c6digo,
pero que no por ello es menos atroz. Gunnar y Guthrun estån primordialmente movidos por
una pasién instintiva e irracional: él por su amor hacia Brynhild, ella por sus vinculos dc
parentescoa Pero existe también Otra clase de elecciön hecha con plena conciencia y no por
ello menos lamentable. El héroe se enfrenta con alternativas que sopesa cuidadosamente pero
que 10 Ilevan al desastre. Muchas comarcas estån marcadas por la historia del padre que lucha
contra su hijo. Este es, en todos los casos, un asunto penoso, que asume especial grandeza en
Hildebrand, Desdichadamente, el poema.nos ha Ilegado incompleto y desconecemos su final,
pero el fragmento conservado abunda en posibilidades trågicas. El anciano guerrero
Hildebrando, exiliado durante treinta afios, se encuentra durante el curso de una batalla con un
joven que se prepara para enfrentarlo en un combate singular. Se trata de su hijo Hadubrando.
Antes de comenzar el combate, Hildebrando 10 interroga y descubre de inmediato de quién se
trata. Comienza entonces a contarle la verdad de los hechos:

Pero ei alto Dios del Cielo sabe


que hasta ahora nunca hablaste, valiente héloe, con un familiar tan ccrcano.

Saca luego de su brazo un anillo de oro y se 10 ofrece a Hadubrando: "Por amor te 10


entrego". Pero Hadubrando 10 rechaza porque piensa que su adversario micnte y estå tratando
de engaöarlo. Hildebrando se enfrenta asi- con una dramåtica elecciån: debe, o bien rechazar el
reto e de estemodo ser acusado de cobardia, o luchar contra su propio hijo. Se decide por la
segunda alternativa, y sus palabras seialan cuåles son sus motivos:

Ahora mi propio hijo habrå de golpearme con su espada,


derribazme con su lama, o yo mismo habré de matarlo.
Mas, si eres suficientemente valiente podrås con facilidad
quitarle a un anciano sus armas,
apoderarte del botin, si ese es tu derecho.
Entre los godos del Este, el mås cobarde seria aquei que te alejara

de lucha que tanto deseas, del combate conta tu enemigo.


la Que pr-uebe el predestinado
si podrå ahora vanagloriarse de esas amaduras
o de las corazas que reclama como propias
(Hildebrand, 53-62)

Hildebrando decide luchar porque considera que el honor de -un guerrero no puede
rechazar un reto. Desconocemos el final de la historia. En versiones posteriores, como la de
Kasper von der Rön (Henrici, Das deutsche Heldenbuch, p. 301 ss,), del siglo X V, y una de
1515 (Von Liliencron, Deutsches Leben im Volkslied um 1530, p. 84 ss.), hay un final feliz
con el mutuo reconocimiento de padre e hijo. Pero, aparentemente, el poema en alto alemån
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terminaria con la muerte de Hadubrando, por el tono trågico y funesto que 10 impregna. Esta

fueypor Otra partey la versi6n conocida por Saxo Gramåtico (cf. Holder, p. 244). De todos
modos, cualquiera haya Sido la resoluciön del conflicto, la elecciön que enfrenta Hildebrando es
indudablemente grave. Los afectos humanos 10 Ilevan hacia una direcciön, mientras que el
honor 10 empuja hacia Otra.
Una forma especial de elecciön trågica aparece en el poema yugoslavo La caida del
reino serbio. El profeta Elias entrega al zar Lazar un mensaje de la Madre de Dios que le
propone una elecciön:

Zar Lazar, principe de noble linaje,


æuål eliges ahora como tu verdadero reino?
Dime, ßeseas un reino celestial?
prefieres un reino ten-enal?
(Karadzich, 11, p, 268)

Si primera alternativa, él y su ejército serån destruidos; si elige la segunda,


Lazar elige la
destruirå al enemigo.La elecciån es especialmente dificil para un héroe, puesto que la
introduccién de una recompensa celestial desbarata todos sus cålculos. El héroe comün
aceptaria sin duda segunda alternativa, pero como Lazar es el campeån de los cristianos
la
serbios contra los turcos infieles, debe, en ültimo término, optar por la segunda. En su
situaciån, tal es la finica conducta heroica, que implica su propia muerte y la destruccién de su
reino. Pero, como hombre de honor, debe anteponer todos sus intereses al servicio de su fe;
por eso decide:

Si eligiera ahora un reino ten-enal,


ved aqui, un reino taxenal es algo pasajero,
pero el reino de Dios durarå para siernpre.
(Icletn, p. 269)

Enla eleccién de Lazar podemos en verdad deteetar con cierta razön un elevado orgullo
heroico, aunque este esté colocado dentro del marco cristiano. Si un héroe debe elegir entre la
victoria y un magnifico desastre, es pråcticamente necesario para él elegir el desastre, puesto
que ello muestra el grado de sacrificio que estå dispuesto a hacers La apetencia de Lazar por un
reino celestial es, esencialmente, no demasiado distinta de la esperanza en el paraiso que
sostiene a Roldån en su ültima batalla en Roncesvalles. El espiritu heroico se relaciona
fåcilmente con los grandes ideales de este tipo pero no por ello es menos heroico. EI poeta,
por supuesto, aprueba la decisién de Lazar y le imparte su bendiciön:

Todo fue hecho con honor, todo fue sagrado,


ia voluntad de Dios se cumpliö en Kosovo.
(Idem, p. 270)

La identificaciön del honor con la voluntad de Dios no significa que


el sentido del honor

de Lazar no pertenezca a la categoria mås y mås noble. Aunque su posiciön es inusual y


alta
ajena al modo de Vida heroico, ello le permite una conducta digna de su posici6n y el poder
Ilevar a cabo un destino de gloriat

No es 10 mismo el error desastroso que la elecciön desastrosa. Aquel presenta diversas


formas, y en todas ellas una decisi6n equivocada es producto de un error de cålculo o de un
defecto de caråcter. El resultado es siempre una catåstrofe que de Otro modo hubiera podido ser
evitada. La causa habitual de tales decisiones es el tomar un
orgullo del héroe que le impide
camino que considera deshonroso o que menoscabe su dignidad. Su elevado espiritu 10 Ileva a
esto, y asi, cuando el desastre se produce, parece inevitable y hasta adecuado. Tal es el caso de
Maldon. Los vikingos han desembarcado sus fuerzas en una isla en el rio. Poco es el dario que
desde alli pueden hacer, puesto que la finica via de acceso es a través de un terraplén ocupado
por la tropas inglesas. Cuando tratan de abrirse un pasaje, son fåcilmente detenidos. La tåctica
adecuada hubiera Sido mantener a los vikingos en la isla hasta verse obligados a volver a sus
embarcaciones o ser muertos en el intento de Ilegar a tierra firme. Pero el mundo heroico
actåa de Otra manera. Los vikingos piden que se les permita pelear desde tierra firme y
Byrhtnoth da su consentimiento. //.„// El resultado es que los ingleses pierden Ia ventaja de su
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posici6n y son vencidos en la lucha. Las razones de Byrhtnoth no son distintas de las de
Hildebrando. Siente que como soldado no puede negar a su contrincante la oportunidad de
combatir. Pero, a diferencia de Hildebrando, adopta una decisién equivocada porque permite
que su sentido del honor le haga olvidar sus obligaciones reales. Pero no habrå de ser juzgado
por ello. Su final es glorioso porque obedece a los dictados del honor heroico y prefiere la
muerte a un éxito sin gloria.

Roldån comete un error similar al comienzo del episodio de Roncesvalles. Como leal
vasallo de Carlomagno, toma el mando de la retaguardia del ejército aunque sabe que se estå
preparando una traicién y que su cometido es extremadamente azaroso. Hasta aqui, sabe 10 que
debe hacer, y no hay posibilidad de critica. Pero en la medida en que su tarea consiste en
preservar la retaguardia, debe adoptar todas las precauciones posibles para Ilevarlo a cabo
adecuadamente. A1 ocupar su posiciån, Roldån ve el ejército sarraceno que se aproxima y sabe
que todos sus temores se han confirmado. Su compaöero Oliverio toma conciencia de la
situaciön, y tres veces le pide que haga sonar el cuerno: Carlomagno habrå de oirlo y acudirå en
su ayuda. Pero Roldån se niega y sus palabras revelan su caråcter y sus motivos:

Le respondi6 Roldån: "iNo agradaria a Dios


que mis paHentcs sean por mi causa afrentados
ni que rancia caiga en el

Con Durandarte, en cambio, lucharé sin descanso,


con esta buena espada que a la cintura:
su hoja veréis bahada completamente en sangre.
Los paganos felones para su mal se unieron:
os juro que estån todos a la muehe entrgados."
(Rolddn, 106 2-69; tr. B. Arenas)

Roldån no acepta a causa de su orgullo heroico. Cree que la fuerza de su brazo harå todo
10 necesario,y esta confianza es una parte esencial de su caråcter. Mås tarde, herido de muerte,
admite su error y suena el cuerno, cuando ya es demasiado tarde. Pero aunque Roldån muere a
causa de su error, nadie hubiera deseado un curso distinto de los acontecimimtos. El error es
una de sus caracteristicas, y al cometerlo, Roldån es fiel a si mismo; su muerte es tanto mås
gloriosa cuanto que ha debido luchar contra una tremenda disparidad de fuerzas,

Aquiles no es un héroe trågico en el mismo sentido que Roldån, pero sobre él se cierne
también un sentido de fatalidad similar. Estå condenado a morir joven y glorioso y es
plenamente consciente de su destine El mismo habla de ello mås de una vez, y su suerte le es
anunciada por su propio caballo y por Héctor moribundo (11., XIX, 409 ss.; XXII, 358 ss.), Lo
que vuelve mås dolorosa esta situacién es que, en el escaso tiempo que le queda de Vida, comete
un grave error al abstenerse de luchar y pierde, en consecuencia, a su amigo Patroclo. Toma
esta decisiön porque siente, no sin raz6n, que Agamenén 10 ha insultado exigiéndole la entrega
de una muchacha que es su legitimo botin. Como héroe que vive para el honor, no puede
soportar la.frenta, y su respuesta consiste en humillar a Agamenén negåndole ayuda en la
batalla. Pero aunque esta actitud daia indudablemente a Agamenén y ofende a los aqueos al
punto de que Ilegan a rogarle a Aquiles que vuelva al combate; en åltima instancia, esta
conducta es mucho mås perjudicial para el propio Aquiles. Cuando, en lugar de volvcr a la
lucha permite a Patroclo tomar su propio puesto en el combate, 10 que hace es enviarlo a Ia
muerte. El remordimiento y la ira 10 dominan a tal extremo que enloquece de furia y trata a
sus enemigos con actitudes muy poco caballerescas, La tragedia de Aquiles no reside tanto en
sus desdichas como en su propia alma. Para esto, Homero crea un final incomparable cuando
Aquiles se deja conmover por los ruegos del anciano Priamo y devuelve el cuerpo de Héctor.
Con este acto de cortesia Aquiles recupera la serenidad y vuelve a ser él mismo. Sin embargo,
aunque la Iliada finaliza en armonia, el daio ha Sido hecho. El gran héroe ha pasado a través
de un oscuro capitulo y ha actuado de manera indigna de si mismo. Con él, como con
esto es inevitable porque su naturaleza heroica 10 vuelve sumamente sensible en cuestiones de
honor, y su fuerza, tan forrnidable en el campo de batalla, se convierte con demasiada facilidad
en ira desmedida contra sus amigos. Pero, aun en medic de la mayor de las furias, sigue siendo
el gran héroe, que Ileva a cabo proezas maravillosas y no tiene igual en IQS hechos de guerra.

El temperamento airado que dafia a Aquiles encuentra un notable paralelo en la Historia


de Hamther nérdica. Guthrun envia a sus dos hijos, Hamther y Sorli; a vengar a su hermana,
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Svanhild, contra Jormunrek, quien la ha asesinado brutalmente. Parten para ejecutar su


cometido y a poco se refine con ellos su medio hermano bastardo, Erp, quien ofrece su ayuda
porque siente su compromiso hacia Svanhild y porque no olvida que estos hombres son sus
hermanos. Sin embargo, estos rechazan con odio la mano que les tiende y Erp no puede evitar
una respuesta airada e insultante, tras 10 cual sobreviene una lucha durante la cual muere Erp
El episodio, corto y brutal, revela por arnbos lados las distintas facetas del espiritu heroico.
Erp, deseoso de mostrar sus méritos, hace una oferta generosa; al ser rechazada, debe luchar
por su honor. Sus hermanos, imbuidos de una excesiva autoestima, no desean su ayuda y la
rechazan. Pero habrån de pagar duramente su actitud* Después de haber herido de muerte a
Jormunrek, listos ya para partir, el rey agonizante llama a sus hombres en su auxilio. Si Erp
hubiera estado presente para ayudarlos, los hermanos hubieran podido matar a sus atacantes;
pero tal como estån planteadas las cosas, son derrotados y, antes de morir, comprenden que su
suerte es el resultado fatal de su crimen contra Erp. Hamther acepta su destino, y aunque
admite su error, no se avergüenza de ello:

"Su cabeza hubiera Sido tronchada si Erp estuviera vivo,


Erp, ei hermano entusiasta que matamos junto al camino,
el noble guerrero; fueron los noms quienes me Ilevaron
a matar al héroe que se sacraliza en Ia lucha,

"Hemos luchado duramente, hemos vencido a los godos,


Ios hemos abatido con nuestras espadas, y yacen como åguiias sobre ramas,
Grande es nuestra fama, aunque vayamos a morir hoy o maiana•,
nadie sobreviviö a la noche en que los noms hablaron."

Luego Sorli se desplomö junto al gablete


y Hunther cayÖ tras Ia easa.

(Ha,nthisnjål, 28 y 30-31)

EI error trågico parece ser inherente al temperamento heroico y genera algunos de sus
mås conmoved0Ges y espléndidos momentos.
El héroe que descubre dificultades dentro de si mismo puede Ilegar a enfrentarlas con la
misma energia que aplica a sus adversarios. En su deseo de ser fiel a si mismo puede Ilegar a
ofrecer batalla a las condiciones de Vida mismas o a los dioses que las impusieron. Aunque son
pocos 10s poemas épicos en los que humanos se comprometen a una lucha estéril con los
los
dioses, esta lucha existe y asume caracteristicas peculiares. Los héroes de la Iliada
cornprometen dioses y diosas en la batalla que se desayrolla en la llanura de Troya, y aunque
durante un breve lapso parecen salir victoriosos, resulta Claro al cabo de poco tiempo que se
han embarcado en una empresa imposible. Asi, aunque Diomedes no teme desafiar a Apolo
cuando el dios protege a Eneas, retrocede cuando la voz divina [e ordena rendirse porque no
hay paridad entre los dioses inmortales y los hombres que Pisan la superficie de la tierra (II. V,
440 ss.). Aun Aquiles, que desafia al dios-rio Escamandro y se dispone a luchar con él, se ve
forzado a huir" porque los dioses son mås fuertes que los hombres" (ibid. XXI, 264). Odiseo ,

debe muchas de sus dificultades al hecho de haber provocado las iras de Poseidån: estå a punto
de morir cuando el dios destruye su balsa y solo se salva al tocar tierra firme. La moderaciån de
itnpide que sus hérocs se aventuren demasiado en contra de los dioses o que entablen
con ellos conflictos demasiado violentos. Aquellos que en la leyenda griega transgredieron
estos limites, como Tåntalo, que tratö mediante engafios de eludir a la muerte, o Ixiön, que
vioié a Hera, mujer de Zeus, representan ejemplos de un pecado horrible y son dignos de
castigo. Era demasiado peligroso enfrentar claramente a los hombres contra los dioses, y
I-Iomero 10 evita,

Este aspecto es presentado en una escala mayor y con un espiritu mås temerario en
Gilgamesh, que es nada menos que la historia de un héroe que trata de superar sus limitaciones
humanas y fracasa. A1 comienzo del poema, Gilgamesh se siente tan seguro de si mismo que no
permite que nada obstruya sus deseos. No hay- hombres ni mujeres capaces de escapar a su
violencia, y sus procedimientos son tan atroces que, respondiendo a los ruegos de los hombres
de Erech, la tierra donde gobierna, los dioses deciden crear Otro héroe tan poderoso como él,
destinado a vencerlo. Asi surge Enkidu, extrafia criatura selvåtica, nacida de la arcilla del
desierto. Pero fflgamesh frustra el plan de los dioses: vence a Enkidu en una lucha y traba con
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él una estrecha amistad. Los dos héroes muestran su valor destruyendo el ogro Humbaba, 10
cual Ileva a una segunda lucha con los dioses. La diosa Ishtar se enamora de Gilgamesh y le
propone casamiento. Este la rechaza con desdén y le recuerda los amantes que traicionö o
maltrat6, acumulando contra ella injuria tras injuria. La ira de la diosa Ilega a tal extremo que
le pide a su padre que cree un toro celestial para matar a Gilgamesh y a Enkidu. Pero esto
también fracasa. El toro es un monstruo terrible, pero los héroes logran destruirlo. Después de
esto, los dioses deciden que Enkidu debe morir. Asi, en este segundo "tiempo" con los dioses,
Gilgamesh permanece invicto, pero ha perdido a su amigo y sus dificultades adquieren ahora un
nuevo sesgo.
Luego de esta etapa, Gilgamesh prosigue sus luchas con las circunstancias de la Vida
humana, y el poema adquiere una noble grandeza conforme va mostrando los sucesivos
fracasos del héroe. La muertc de Enkidu es un golpe amargo para él, en primer lugar porque ha
perdido a un fiel y amado compafiero, y luego porque este hecho le revela el horror y la
realidad de la muerte. Advierte que él mismo, pese a sus enormes poderes, también deberå
morir. El pensamiento de la muerte 10 persigue y lucha contra él tratando de hacer algo para
evitarlo :

peberé, después de haber æcotrido el desieflo como un vagabundo,


reclinar mi cabeza en Ias entraias de la tierra y dormir por los ahos de Ios afios?
Que mis oios vean el sol y se sacien de su brillo;
porque Iejos queda la oscuridad si Ia luz se difunde.
verån los muertos Ia luminosidad del sol?
(Gilgamesh, IX, ii, 10-14)

Imbuido de este espiritu, Gilgamesh consagra todas sus energias a tratar de escapara de la
muerte y emprende un largo y azaroso viaje al fin del mundo con el objeto de encontrar a Uta-
Napishtim, el Noé babilonio, el ünico de los hombres exento de la muerte y capaz de ayudarlo.
Esta büsqueda es la cuirninacién de la Vida de Gilgamesh, su ültimo y heroico esfuerzo por
sobrepasar los limites de la condiciån mortal. La prosigue con invencible coraje, sin pensar en
las penurias que debe padecer, sin prestar•oidos a Siduri, la diosa del vino, cuando le propone su
evangelio de goces y facilidad, Rechaza su consejo de conformarse con la felicidad corriente de
los hombres y continåa su båsqueda. Sabe que es imposible para un héroe como él tener una
Vida de calmo placer,

A su dcbido motncnto, Gilgamcsh encucntra a Uta-Napishti1ü y cscucha la historia del


diluvio y las causas por las cuales los dioses 10 dispensaron de la muerte. La conclusién cs que
Uta-Napishtim recibi6 esta recompensa a causa de su perfecta obediencia a los dioses. Como es
imposible que Gilgamesh acceda a la inmortalidad por este motivo, trata, siguiendo la sugestiån
del patriarca, de intentar otras vias para escapar a la muerte. Primero, debe consultar a los
dioses acerca de cémo lograrlo, y Uta-Napishtim le dice que debe permanecer despierto
durante seis dias y seis noches. Pero esto es demasiado para Gilgamesh: sucumbe al suefio y es
despertado para enterarse de su fracaso. Pareciera que su poderosa contextura fisica es
demasiado insistente en sus requerimientos y le impide encontrar el autocontrol necesario para
hablar con los dioses. Asi, en su viaje de regreso, Gilgamesh intenta Otra alternativa y busca en
el fondo del mar una planta que habrå de otorgarle la eterna juventud; pero una vez obtcnida,
una serpiente se la arrebata y vuelve a perder Otra oportunidad. Llega a su casa cargado de
fracasos e invoca el fantasma de Enkidu; ello solo le sirve para conocer la funesta condiciön de
los muertos. El poema finaliza con una conversacién entre él y el fantasma:

't Has visto tü a aquel que muriå en la guerra?" 'CLO he visto.


Su madre y su padre sostienen su cabaa, su mujer se inclina sobre él."
'iHas visto tü a aquel cuyo cuerpo yace en el desierto?" "Lo vi.
Su espiritu vaga por Ia tien•a sin sosiego."
"0-1as visto a aquel cuyo espiritu era incapaz de cuidarlo?" "Lo he visto.
Bebe las heces de las copas y come Ias migajas arrojadas a Ias calles."
(Ibid, i, 149-154)

Asi, Gilgamesh se cierra sobre una nota de fracaso y vacio. Con mayor grado de
conciencia que cualquier Otro poema y su
épico, acentåa las limitaciones del estado heroico
incapacidad para obtener todo 10 que desea, pero, al mismo tiempo, confiere una especial
22

grandeza al héroe que Ileva a cabo semejantes esfuerzos para dar concreciön a todas las
potencialidades de su naturaleza. Mås aån
que Homero, el poeta de Gilgamesh diagrama los
acontecimientos un fondo de oscuridad y muerte que los vuelve mås
heroicos contra
espléndidos porque valen por si mismos, sin ninguna esperanza o prospecci6n de recompensa
péstuma. Gilgamesh seria mucho menos impresionante si hubiese logrado la inmortalidad. Su
fracaso es un tributo al implacable conflicto contra las reglas que rigen la existencia humana.

El esplendor que irradia hora de la derrota o de la muerte, es un rasgo


un héroe en la
especial de la poesia heroica. Aunque
saben que libran una lucha sin esperanza, no
los héroes
desfallecen y se entregan a ella con toda la medida de sus capacidades, Esta es la gloria de su
ocaso, la luz que brilla con inusual resplandor durante sus ültimas horas. Y 10 que es cierto para
los individuos, también 10 es para las naciones cuando parecen desfallecer tras alguna
abrumadora catåstrofe. La edad heroica rusa tuvo un terrible fin cuando Kiev fue destruida por
los invasores mogoles en 1240. Esta circunstancia debia necesariamente dejar sus huellas en el
canto, y la Historia de la ruina de la tierra rusa, compuesta poco después del acontecimiento,
es un lamento que revela los alcances del desastre. La historia sobrevivi6 a través de la
memoria popular y pas6 a las diferentes versiones de un relato heroico sobre la caida de los
héroes rusos. Dichas versiones varian mucho en los detalles pero en su mayoria coinciden en
que en determinado momento Vladimir es atacado por los enemigos y convoca a todos sus
caballeros para luchar contra ellos. En un primer momento, los rusos logran aniquilar al
ejército invasor. Se jactan entonces de que sus hombros no estån cansados ni sus armas
melladas, y esa jactancia adopta una forma fatal. Uno de los caballeros, Alyosha Popovich u
Otro, pronuncia las palabras mortales:

"Aunque enviaron contra nosotros un ejército sobrenatural,


un que no es de este mundo,
ejército
conquistaremos por entero ese ejército,"
(Sokolovy p. 99 ss.)

Dios escuéla esa baladronada y dos guerreros desconocidos aparecen para desafiar a los
principales caballeros rusos:

"i Concedednos un combate!


Somos dos. Vosotros siete. No importa."

Los rusos aceptan el desafio, pero a medida que ven cortando a los extrafios en dos, cada
mitad se convierte en un nuevo guerrero vivo. La lucha prosiguié durante todo el dia y los
enemigos füeron creciendo en nümero y coraje. Por ültimo, 10s rusos son presas del pånico.

Huyeron a las montaias rocosas,


a Ias oscuras cavemas.
Cuando un principe huye a Ia montana,
se conviefle en piedra.
Cuando Otro huye,
se convierte en piedra.
Cuando huye un tercero,
se conviette en piedra,
Desde aquella vez, ya no hay mås héroes
en la tierra de Rusia.

En esta historia, el mundo heroico ruso perece porque desafia a Dios. A1 final, su orgullo
heroico es demasiado para éla Paga el ültimo precio y deja de existir.

Asi como el poder de Kiev cayö ante 10s mongoles, asi el antiguo reino de Serbia pereci6
en Kosovo en 1389 cuando el zar Lazar y sus aliados fueron vencidos por el ejército turco del
sultån Murad. Este catastr6fico acontecimiento inspir6 un ciclo de poemas que relatan los
hechos anteriores y posteriores a la batalla, mås que la batalla en si. A diferencia de los rusos,
los serbios no transformaron este desastre en un mito o una fåbula y, aunque existe un
elemento sobrenatural en Ia elecciåp ofrecida al zar Lazar, el resto de los poemas son de indole
realista y fåctica. Los acontecimientos que describen pueden haber Sido verdaderos, aunque sus
caracterfsticas puedan haber Sido distintas. Los enemigos que vencen-a los serbios no son
23

sobrenaturales sino turcos que desean conquistar Serbia. No hay tampoco ninguna sugerencia dc
que los serbios fueron castigados por su orgullo. Por el contrario, su destruccién se debe a la
decisi6n del zar de preferir un reino sobrenatural a uno terrenal, y desde el punto de vista de las

pautas religiosas y morales, esto es inobjetable. El grado de destrucciön es enorme:

CtViste, alma mia, esas Ianzas,


apiladas en enotvne montön?
Alli corriå ia sangre de los héroes;
subi6 hasta los estribos de Ios fieles caballos,
hasta Ios estribos y Ias cinchas,
hasta 10s cintos de seda de 10s hérocs."
(Karadzich 11, p. 290)

Tampoco es Kosovo una batalla en ta que solo toman parte héroes eminentes; por el

contrario, en ella participa todo el pueblo serbio y esta es su ültima prueba heroica.

La paradoja del desastre de Kosovo es que estå provocado por una traicién. Los poemas
coinciden en que los turcos vencieron a los serbios porque en un momento crucial de la batalla,
Vuk Brancovich abandonö el campo junto con sus tropas e hizo inclinar la balanza a favor de
sus enemigos. De hecho, esto no parece haber sucedido, pero la leyenda ha canonizado este
episodio. 1/...// Asi como Ganelon traiciona a Roldån y 10 conduce al desastre de Roncesvalles,
asi Vuk traiciona a Lazar y provoca el desastre de Kosovo. Pero mientras que Roncesvalles no
tarda en ser vengada por Carlomagno, no queda nadie para vengar Kosovo: la nacién entera
pereciö en el campo de batalla. Ambos casos muestran la fatalidad inherente al mundo heroico.
El hombre que vive para su propio hondr es demasiado sensible a cualquier desaire y sus celos
no vacilan en Ilevarlo a traicionar a aquellos que se encuentran por encima de él. El orgullo
herido de Ganelon y Vuk los hace traicionar a sus camaradas. Desde su punto de vista, esto no
tiene nada de censurable, puesto que el orgullo es 10 que determina su propia escala de valores.
Actüan como Aquiles cuando se resiste a luchar, pero Ilevan a cabo sus prop6sitos en forma
mucho mås implacable y no se arrepienten a tiempo. El sistema heroico se quiebra a través de
su propia naturaleza. Aun asi, el desastre'de Kosovo permanece glorioso en la memoria serbia
a causa del heroismo que la nacién entera puso alli de manifiesto.

Una catåstrofe de este tipo, ya sea individual o colectiva, confiere un final satisfactorio
a una leyenda heroica. En cierto modo grandes guerreros mueran, como
es correcto que los
han vivido, en medio de una batalla, y que se nieguen a rendirse a poderes mås fuertes que ellos,
Esto significa que estån dispuestos a sacrificar sus vidas en pro de un ideal de humanidad
heroica que no habrå de rendirse nunca y que Ilevarå hasta sus ültimos limites el coraje y la
resistencia. Llegarå siempre un punto en que los héroes encuentren un enemigo que no podrån
vencer y en el que no podrån eludir el problema sin volverse indignos de si mismos. Por
ültimo, sobreviene el obståculo que no puede ser superado, Ia lucha superior a Ias fuerzas del
mayor y mås fuerte de los héroes. Puede sucumbir ante la mala fe como Sigurth o ante la
traici6n como Roldån o ante algo casi accidental y trivial como Aquiles frente a la flecha de
Paris. Cuando cae de este modo, su Vida se vuelve completa y acabada, como dificilmente
podria suceder si alcanzara una serena ancianidad. Los griegos vieron en Aquiles un héroe de
mayor envergadura que Odiseo, porque muere joven en el combate, en tanto que Odiseo,
después de todas sus aventuras, morirå en medio de un pueblo satisfecho de "una muerte tan
gentil" proveniente del mar (Od., XI, 134 ss.). Su carrera heroica no tendrå el cierre adecuado.
Los grandes héroes son a menudo conscientes de esta fatalidad. Saben que sus vidas pueden ser
breves, pero esto no es mås que un incentivo. Cuando Gripir anuncia a Sigurth su futuro, este
dice simplemente:

c' I Que Ia suerte te acornpafie! NO eludiremos nuestros destinos,


(Gripisspå, 52, l)

y acepta casi alegremente el porvenir, Aquiles también sabe que su Vida serå corta y que
habrå de morir en la batalla, y aunque por un breve momento esto le hace odiar la idea del
combate y desea regresar a su ticrra, pronto se convertirå en un héroe aun mayor de 10 que
habia Sido y prontUTiarå las terribles palabras con las que niega misericordia a Lycaon:
24

"Observa qué clase de hombre soy, fuerte y apuesto a la vez;


grande fue el que me engendr6, una diosa la madre que me dio a luz;
sin anbargo, sobre mi se yergue Ia muerte y Ia fortuna todopoderosa.
Llegarå un amanecer, o un mediodia o un crepåsculo,
en que algün hombre me quitarå la Vida en medio del calor de una batalla,
derHbåndome con una Ianza o con una flecha arrojada dexie un arco. "
(11., XXI, 108-13)

Consciente de la brevedad de su Vida, Aquiles se vuelve mås activo y mås heroico. En


este sentido, constituye el modelo de todos Ios héroes predestinados cuyas breves carreras
reflejan en su abigarrada riqueza los ardores del alma heroica.

Traducciån de Gloria Chicote y Silvia Delpy

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,

• 'kymkar" debe ser una clase de cabailo.

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