También hay que hablar sobre la unidad Castellano-leonesa y la independencia de Portugal,

pues Fernando I, heredero de Castilla, se proclamó rey de Castilla y León tras anexionarse este
último por las armas en 1037. Nace así una serie de uniones y separaciones que acabo con su
unión definitiva bajo Fernando III el Santo. Por otra parte, el condado portugués, que formaba
parte del Reino de Castilla, se independiza en 1143 con Alfonso Enríquez.

El siglo XIV fue un período de años convulsos por los problemas que trajo la peste negra y la
guerra civil castellana. Sin embargo, el siglo XV fue una etapa próspera caracterizada por un
crecimiento económico y por la paralización reconquistadora de Castilla. Además, en este siglo
se producirá la unión de Castilla y Aragón, la conquista del Reino de Granada y la incorporación
de Navarra.

En la Corona de Castilla se asentó una monarquía cada vez más autoritaria en la que todos los
reinos de la corona quedaban bajo el gobierno del rey y de la legislación castellana. No
obstante, se mantuvieron las peculiaridades de las provincias vascas. En el aspecto
expansionista, cabe destacar la conquista del reino Nazarí de Granada, una tímida expansión
africana y atlántica y el gran descubrimiento de América.