La metodología a utilizar se basa en clasificar las preguntas en dos categorías; la primera es la
categoría aplicativa, donde las preguntas están basadas en utilizar el procedimiento correcto para contestar una pregunta, por ejemplo, para calcular la aceleración de un objeto se debe aplicar un procedimiento que conlleva una fórmula. La otra categoría es de análisis; donde el punto principal no es aplicar una fórmula directamente, sino, más bien un nivel de reflexión más elaborado que conlleva argumentar conceptos transversales dentro de la formación recibida en la asignatura, permitiendo vincular ideas. A pesar de esta metodología, el nivel de las preguntas siempre será acorde a los temas recibidos en noveno grado o primer año de bachillerato, según sea el caso. Por otro lado, la integración de los contenidos recibidos en primer año, permiten reformular las preguntas de noveno grado con un nivel de razonamiento más profundo, dando versatilidad al banco de preguntas.