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EXPOSICION
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IMPRENTA DE VILLALPANDo.
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Felix qui potuit rerum cognoscere
causas!
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(3)
DISCURSO PRELIMI
nº-a Nº
La anatomía y fisiología re
velándonos los secretos de lo fi
sico del hombre , nos descubren
la fuerza de nuestras inclinacio
nes y pasiones en el entendimien
to, y nos encaminan al estudio
(ro)
de la medicina, de la historia na
tural, y de todos los juegos del
fenómeno de la vida. En fin, las
costumbres que nacen de la edu
cacion, de la moral, de las le
yes civiles y políticas, de las opi
niones, de la diferencia de cli
mas, de la de las edades y sexós,
del estado de salud ó de enfer
medad, de la naturaleza de los
alimentos, del uso de las fuerzas
del cuerpo y del entendimiento,
tambien llegan á modificar las fa
cultades intelectuales y fisicas.
¡Qué campo tan vasto se pre
senta aquí al entendimiento hu
mano ! ¡qué carrera inmensa pa
ra el observador pero sobre to
do, ¡qué hacimientos de gracias
debemos dar á esos bienhechores
de la humanidad, que cogieron
y unieron tan bien todos los es
labones de la cadena de nuestros
conocimientos y quánta grati
N
(11)
tud no debe el hombre, aman
te de sus semejantes, á los que
consagran sus vigilias á perfeccio
nar y á universalizar, por decir
lo así; los preciosos descubrimien
tos del ingenio A la verdad, es
muy dificil caminar por las hue
llas de aquellos filósofos, por
que las ciencias, dice Condillac,
son hermosos y grandes caminos
que la naturaleza abrió y trazó,
pero cuya entrada cerraron los hom
bres; ellos poco diestros, pusieron
á su entrada malezas y obstáculos
de toda especie, y ahondaron pre
cipicios, de manera que aun hoy
toda la dificultad consiste en los pri
meros pasos. Por consiguiente es
menester valor para exáminar las
cosas en su esencia, para hacer
se el juez imparcial de opiniones
agenas, reducir la verdad á sus
elementos mas sencillos para re
conocer quales son los medios que
-
(12)
el hombre recibió á fin de adquirir
ideas, y de aquí convencerse de
que siendo innata en nosotros la
facultad de sentir, debemos obser
var con este instrumento el corto
número de hechos que presenta la
naturaleza, sin prestarle las fic-,
ciones de nuestra fertil imagina
C1OIl.
De este modo se enlazan to
dos los conocimientos, se esla
bonan, se sostienen y se desen
vuelven , mutuamente, se hacen
necesarios á la dicha de los hom
bres, y concurren á la perfec—
cion de la sociedad. La idea que
se atribuye á algunos antiguos de
haber querido reducir el enten
dimiento humano al mero estudio
de la moral, menospreciando la
astronomía, la geometría, en fin,
la observacion de todos los fenó—
menos de la naturaleza , es tan
funesta y ridícula como la de al
(13)
gunos novadores del dia, que han
querido que los hombres, unica
mente ocupados en las ciencias
exäctas, renuncien las ciencias mo
rales. º , *. s.
Steno, y la Academia de Di
jon, habian hecho ya sobre este
objeto útiles tentativas. Artemann
mutiló animales vivos para con
seguir este fin, y Winslow cre—s
yó poder indicar otros medios de
obtenerlo. Wansvietten, testifica
el mismo deseo, tom. 29 pág. 434.
¿ Quis auderet determinare, loca ce
rebri unde singuli nervi, sensibus
externis in servientes primam suam,
originem ducunt? ¿Quis memoria
et rationis sedem in hoc mirabili et
-
- º, -
3erº dée
(22 )
INTRODUCCION.
PRIMERA PARTE.
--. .. . . . . . . . .
. . . .. . . ..
- n er rº rºs e
-
cA PITUL o I.7 º e a s ---
C A PITULO II. y.
coRazoN SE EXERcirAN EN
EL cEREBRo.,
CAP I TU Lo III.
y As cAPACIDADEs É INcLINAcIoNES
soN INNATAs coMo sUs óRGANos, y
PoR coNSEQUENcIA No soN RESUL
TADo DE LA EDUcAcion.
(46)
ma los vínculos de la sociedad.
La necesidad de vivir en medio
de sus semejantes, una voluntad
continua y séria de reprimir sus
primeras propensiones, hacen al
fin posible lo que desde luego pa
recia inasequible.
El arte pues del instituidor
consiste en subordinar á la vo
luntad las inclinaciones mas vi
gorosas: pero en casos, raros por
fortuna, puede suceder que los
impulsos interiores sean tan vio
lentos, que el hombre se vea
forzado á ceder, despues de per
dido el uso de su razon, prin
cipalmente si está defraudado de
aquel discernimiento que dá la
instruccion. Si un desgraciado ex
perimenta una propension vehe
mente al hurto, á las leyes toca
reprimir los efectos de una orga
nizacion perniciosa á la sociedad.
Todos los observadores convier
-”.
(47)
nen en que los hombres se veian
arrastrados muchas veces á pesar
suyo, y Pope, poeta y moralista,
dixo muy juiciosamente, que con
tra la pasion dominante es im
potente la razon muchas veces; y
Gall, en la obra que destina al
público, fixará tal vez la aten
cion de los legisladores y crimi
nalistas, por observaciones de la
mayor importancia.
(48)
CAP I T UL O IV.
Admitiendo la diferencia y la
independencia de las capacidades
é inclinaciones, ó de sus órganos,
no se destruye de ningun modo la
unidad de la organización, de
esta relacion necesaria de todas
las partes del cuerpo, por medio
de la qual son constantemente
medio y fin al mismo tiempo. Pero
debe entenderse que el órgano de
una facultad puede ponerse en
accion sin que los demas tomen
parte en él : que la parte del ce
rebro, que como órgano, con
viene á tal disposicion (capaci
(55)
dad ó inclinacion) puede estar
en accion sin que el cerebro en
tero lo esté, al menos en el mis
mo grado. Cada capacidad ó in
clinacion y sus órganos, tienen
en alguna manera su fuerza pro
pia é independiente. Sin embar
go, parece que no todas las fa
cultades gozan de esta indepen
dencia : las hay que parecen su
bordinadas unas á otras, y que
excitan , recíprocamente mayor
grado de actividad. a
Se reputa de ridículo que las
capacidades é inclinaciones ten
gan su residencia en diferentes
partes del cerebro, pero dice Gall,
3 sucede lo contrario con los sen
tidos? ¿Por qué los órganos del
pensamiento han de estar reuni
dos en un solo punto? ¿por qué
no han de estar separados como
los órganos de los sentidos exte
riores, con quienes tienen por otra.
*,
(56)
parte tan señalada analogía, ya
que las diferentes maneras de mo
dificar ideas recibidas, son tam
bien facultades del alma, como
las de ver y oir?
Los instrumentos interiores
¿no pueden ponerse parcialmente
en la mayor actividad como los
instrumentos exteriores? A lo me
nos tenemos la prueba en los sue
ños, en el delirio, y particular
mente en el somnambulismo , en
donde se ven algunas facultades
del entendimiento enteramente
inertes, mientras que otras están
en la actividad mas prodigiosa.
Lo que aquí se dice de los
órganos interiores, se verifica con
los sentidos externos. Mientras
que los ojos cansados reposan, los
oidos pueden oir atentamente. El
oido se pierde sin que padezca la
vista”; algunos pueden ser muy
imperfectos, y otros gozan de una
* - ) - (57) - - -
CAPITULo v. . -
A
CAPITULO VI.
LA FUERZA DE UNA DISPOSICION ES
TÁ EN RELACION coNSTANTE con
EL DESARRoLLo ó ACRECENTAMIENTo
DEL óRGANo QUE LE sIRvE
JDE BASEs
CAPITULO VII.
Se ha demostrado que
la for
ma y volúmen del cerebro están
determinados por el número y
tamaño de los órganos que en
cierra , y que la existencia y la
fuerza de las facultades depen
de de la presencia y del tamaño.
de estos órganos. ,
¿
(67)
un hombre los órganos que po
see, y juzgar, no solamente de
sus capacidades é inclinaciones,
sino tambien de su grado de per
feccion. ... s.
.
- - . . . . . . 335 - 2 -
(76)
CAP I T UL O VIII.
\
(77)
mente las cabezas de los hombres
que tienen las mismas facultades,
comparense y juzguese.
3.° Hagase la misma inspec
eion en las cabezas de aquellos se
res poco favorecidos, ó entera
mente desgraciados de la natura
leza: multipliquense estas obser
vaciones, y se convencerá que las
diferentes prominencias se hallan
acompañadas de capacidades ó de
inclinaciones diferentes : que las
mismas protuberancias se hallan
colocadas de la misma manera en
los craneos de los hombres que po
seen talentos iguales; en fin, que
las cabezas que no ofrecen nin
guna prominencia, no pertene
cen sino á hombres destituidos de
ingenio y de pasiones reales : en
qualquier parte, donde en lugar
de proturberancias, el craneo es
tá liso ó cóncabo , el órgano no
existe en el cerebro, y la facultad
y
(78 )
que debía nacer de aquí falta en
teramente. .
(84)
ño del querido paxarito, y de la
gata favorita: nos engañamos en
los talentos de los animales do
mésticos, lo mismo que en las -
(85)
micos las observaciones siguientes.
. Se ve muchas veces que en una
enfermedad, un órgano en el en
fermd se irrita mucho, y que la
facultad de la inclinacion que de
él dependia parecia fuerte en ex
tremo : lo qual sucede sobretodo
á la imaginacion, porque entón
ces toda la fuerza se dirige hácía
este órgano, y aumenta su acti
vidad.
En los hombres absolutamen
te estupidos es pequeño el craneo:
la frente, como la de los anima
les, estrecha y tirada atras, por
que no tienen ningun órgano des
envuelto; pero en la manía, el
cerebro, siendo turbado por un
solo pensamiento, el órgano por
el qual se producen las ideas se
ñaladas, se halla muy prominen
te, y por el simple tacto se pue
de determinar la naturaleza de la
manía. -
-
;
-
(86 )
El Doctor Nord, médico del
hospital de locos en Viena, á
quien Gall consultó, halló su teo
ría muy conforme con sus obser
vaciones.
- Estos resultados conduxeron
sin duda al descubrimiento de un
medio de tratar en lo sucesivo
esta enfermedad del entendimien
to, y á explicar por qué ciertos
remedios empleados exteriormen
te en la cabeza, han curado cier
tas manías: el Doctor publicará
el resultado de sus observaciones
sobre esta matería; y quizá este
será el caso de utilizarse del gal
banismo.
99 Hemos visto que despues
de sucedidas lesiones en el cere
bro, las facultades podian mani
festarse, ó simplemente recupe
rarse, y mas veces perderse; y
de aquí ha nacido la objecion,
»¿ si se ha quitado una por
(87)
»cion considerable del cerebro,
»sin destruir ninguna facultad:
»cómo se puede admitir que sea .
»la residencia de los órganos
»de nuestras facultades, si sub
»sisten despues de quitada la
»substancia” o
No se reflexiona que el cere
bro está dividido en dos mitades,
y que la mayor parte de sus fa
cultades son dobles. Si por un la
do se quita en todo ó en parte la
substancia cerebral de un órga
no , por otro queda intacto, y
puede bastar de tal modo para
llenar sus funciones, que aque
lla pérdida no tenga efecto sen
sible. No se supondrá sin duda.
que con la doble existencia de
los órganos sean unos inútiles, ó
que las ideas deban ser dobles;
para esto bastará dirigir la aten
cion á los sentidos exteriores. Te
nemos dos ojos, uno superfluo, y
(88)
por eso ¿veremos con ambos do
bles los objetos? , , ,
Mas si en una lesion se pierde
tanta substancia que ya no que
de nada de un órgano, ni de un
lado ni de otro, ciertamente que
la capacidad ó inclinacion se pier
de entonces para siempre: puede
suceder que no se note, porque
desde que se priva un órgano y
que por conseqüencia se pierde su
facultad, al mismo tiempo se pier
de el poder de modificar las sen
saciones qne se perciben para pro
ducir los efectos que dependen de
la fuerza de este órgano. Estaria
mos en estado de advertir seme
jantes mudanzas; mas seria me
nester una atencion de que no so
mos capaces. Sin embargo, todo
esto supone, que una vez perdi
dos el órgano y la facultad, no
son muy notables. V. gr., quando
la operacion del trépano se lleva
(89)
la substancia del cerebro que sir-.
ve de órgano á la generosidad, al
orgullo, á la obstinacion, ¿tiene
alguno la curiosidad de estudiar
sus efectos ? ¿Ha advertido algu
no jamas que despues de semejan
te operacion se hayan conserva
do las facultades que dependian
de estos órganos? No por cierto, A
* -
DE LA DETERMINAcIoN DE Los óR
GANos, sEGUN EL AcREcENTAMIEN
º To PRoGREsivo DE LA MATERIA
- y ANIMAL. -
Organo de la propension á la re
produccion.
< *
Cº
( 1 o2)
la cabeza de una muger que pa
deció de ninfomania. . .
•º
(1o 5)
sayo rápido, tres grandes clases
de la substancia animal: la pri
mera que se une á la substancia
vegetal, y que parece que tiene
menos sentimiento que algunas
flores, como el pólipo, cuyas par
tes todas estan tan poco anima
das, que se reproduce por sus
vástagos, y que parece tiene aun
menos vida que la sensitiva. En
esta clase no se distingue ningun
organo.
La segunda nos ofrece un
principio de médula espinal, y
de filamentos nerviosos, un pun
to en que la vida parece fixada,
y por el qual el animal renace de
sí mismo, como el árbol se re
produce por su raiz, en donde
se halla el principio vivificante.
La tercera se distingue en la
propagacion por el cohito. Aquí
las graduaciones se multiplican
ºmas; la perfeccion de la organi
( 1o6)
zacion, y particularmente la del
mecanismo cerebral y nervioso
diferencian las castas. El sentido
del tacto, este tipo de todos los
demas sentidos, se propaga por
medio de graduaciones casi insen
sibles en toda la especie animal,
hasta el hombre que por la exis
tencia del alma, por la sensibili
dad de sus nervios, la delicadeza
de sus extremos, y la finura de
la piel que los cubre, es dotado
mas felizmente de la delicadeza
del tacto que se extiende á todo
SLl Ser. -
3er
N (116)
Y
(121)
hecho alguna vez que un pusila
nime se haga hombre denodado:
por eso tambien muchos héroes
han buscado los placeres de Ve
nus, y los trabajos de Marte: siem
pre soberbios, freqüentemente vic
toriosos, han solido ser á un tiem
po ídolos de la hermosura, y es
panto de los enemigos. La predi
leccion que suele concederles el
sexó es acaso una nueva prueba
del tino exquisito de las mugeres.
La inmediacion de este órga
no á los de la amistad (núm. 5.)
y del amor paternal y filial, vie
ne á corroborar el siguiente fe
nómeno de la naturaleza humana;
á saber, que el hombre arriesga
mucho mas por sus hijos, y por
su amigo, que por sí mismo.
- -
(122)
organo de la amitad sociabili
9
Organo de la astucia.
r -
- --3 . - - -
Organo de la circunspeccion.
: o - cºn
3.
(133)
ses naturales, de los arquitectos
de imitacion, y sobre todo de los
viageros que emplean en sus dia
rios y relaciones la exáctitud mas
escrupulosa. Ninguna señal de es-.
te signo se encuentra en los in
viduos que andan muchas veces
por un mismo camino, sin po
der nunca orientarse, ni grabar
en su memoria los puntos mas fá
ciles de conocer. - ,
e 5? Memoria de números, nú
mero 13. Este se halla tambien
baxo de la cubierta ososa de la
órbita del ojo; pero hácia los dos
extremos de los ojos, de ma
nera que quando es muy fuer
te comprime obliqüamente la ni
ña hácia la nariz, y causa aquel
mirar vizco que se nota en todos
los grandes calculadores. Este ór
gano dá la facultad de conser
var fielmente la memoria de los
números, y de calcular de cabe
za, cuyo talento puede por el
exercicio del órgano, llegar al
mas alto grado, aun en un hom
bre limitado. -
( 136)
este órgano en los animales, aun
que lo sospecha en los ánades;
y espera nuevos experimentos.
69. Memoria de fisonomias: es
el recuerdo del físico de las per
sonas: núm. 14. Este órgano se
halla á la parte opuesta del pre
cedente, esto es, en lo interior
de la cubierta ososa del ojo por
la parte de la nariz; y quando es
muy prominente comprime obli
qüamente la niña hácia fuera, que
es lo que se llama vista extravia
da; Gall lo ha descubierto nue
vamente.. Esta configuracion de
ojos es la de todos los que con
servan la memoria de personas
que apenas han visto, aun en cir
cunstancias muy indiferentes.
Uno de los discípulos de Gall,
dice, sirvió con un General que
tenia los ojos divergentes, y des
pues de 2 o años conocia á todos
los que habian estado un momen
(137) - - º *
Órgano de la pintura.
- -
--º
re
-
(142) -
es c - - a
/
-
(143) -
- 2 º - - -
órgano de la observacion. --
Núm. 18. Está encima del ór
gano de la memoría de las cosas
(núm. 9) é inmediato á él, en
el medio y hácia la parte inferior
de la frente. . . . . . . ... . .
- e
(147) -
<,
(149)
glos; profundizando las teorías
de las artes, reconocieron que la
ideología es la base de todos nues
-
tros conocimientos, y que las len
guas son los medios con que po
demos analizar. De aquí han na
cido aquellos primeros principios
de las ciencias, que no solo nos
han hecho saber cómo adquirimos
ideas, sino, que es tambien pre
ciso perfeccionar el lenguage: ins
trumento con el qual pasamos de
las ideas sensibles á las abstrac
tas: en fin, hallamos como el
sistema de nuestros conocimien
tos se eslabona y se extiende á
y
medida que nuestra lengua ad
- e e A - -
\
quiere mas claridad, conexion y
exàctitud. a
Organo de la bondad.
, Núm. 2o. Está encima del
órgano de la penetracion, enme
dio de la frente, un poco mas aba
xo de la raiz del pelo.
Gracias al docto mortal que nos
ha señalado este signo precioso:
¡ ojalá que su voz afortunada se
haga oir en nuestros oidos, que los
encante, y que la benignidad de
su apacible rostro fixe por largo
tiempo nuestro mirar, y llene de
delicia nuestros corazones Viva
en paz, en el reposo de la feli
dad modesta : porque la bondad
es una flor que solo el sabio sabe
cultivar, por mas que la desdeñe
y holle el orgulloso.
El ser que lleva consigo la
existencia de este órgano, se ha
ce partícipe de los males de sus
semejantes, y es el verdadero
(154) .
consolador de los desgraciados:
su alma grande, quando recibe
daño reparte bienes: es el ser que
procura imitar la divinidad en
la tierra, Dichoso quien pueda
hallar este órgano característico
de la bondad en su amigo y mil
veces dichoso quien le estreche
con sus labios en la frente de la
esposa querida! º
Esta protuberancia se mani
fiesta mucho en la paloma y en
la oveja; y por regla general to
dos los animales que tienen pro
minente este lugar de la frente,
son buenos , amables y dóciles,
Esta observacion puede dirigir
nos útilmente á la eleccion de
nuestros animales domésticos, y
guiarnos mas señaladamente á co
nocer quál es entre los perros el
mejor para guia del desgraciado
ciego, entre los caballos el mas
fogoso para ser nuestro compa
(155)
ñero de gloria en las batallas, y
entre el ganado vacuno quál el
mejor que ha de trazar los peno
sos sulcos para fecundar nuestras
campiñas.
- Aquí es donde el malvado
muestra una hendedura ó cavi
dad que da horror aun á aquellos
que no saben interpretar este si
niestro indicio. Gall ha observa
do los bustos de los célebres mal—
vados, y se ha convencido que
esta parte de la frente fue en ellos
sumamente hendida. Esta cavi
dad es propia del tigre y de to
dos los animales feroces y vo
la CéS. -
(156) .
una cavidad de esta naturaleza,
que no es comun en los individuos
de su especie. Era en efecto tan
malo, que hubo de darse la pro
videncia de matarlo, porque este
monstruo degollaba todas las ga
llinas de la vecindad.
Organo de la liberalidad.
- Núm. 21. Encima de los ór
ganos de la pintura (núm. 16)
en medio de cada una de las dos
partes de la frente, anuncia la
avaricia un hueco profundo: se
ñal de una alma sórdida, y se
llo por lo comun del insigne usu
rero. Quando los corazones son
generosos, y las almas liberales
la frente se prolonga sin hende
dura alguna. - "
/
(157)
nes secretos , , y repartirlos con
aquel modo acaso mas estimable
que los mismos beneficios. Este
órgano es el patrimonio del hom
bre generoso que cifrando su di
cha en los bienes que hace, no
ve en su derredor sino rostros ale
gres, sabe perdonar sus defectos,
hace sus placeres fáciles, y cuen
ta con los hombres como con sus
-
verdaderos amigos : goces muy
diferentes de los que ánsia el ava
6) ro, cuyo Dios es el metal que ate
0.
sora, y que cuenta por nada el
amor, el honor y la sensibilidad.
El efecto ordinario de esta manía
vergonzosa es tomar en el desfa
llecimiento de los sentidos el lu
gar de todos los afectos. Así se ve
siempre esta parte de la frente que
se aplasta un poco en la caduci
dad: el anciano cercano al sepul
cro, se aficiona mas á sus tesoros,
a
á quienes acaricia y custodia co
(1 58)
mo si aun tuviese de vida largos
años. Tal es la naturaleza del hom
bre. •, -
(16o)
hueso frontal. El efecto de este
desarrollo del órgano imaginati
vo fue sin duda producido en el
origen de la mitología por aque
lla exältacion de todo hombre que
afectado de las beldades mages
tuosas de la inagotable liberalidad
de la naturaleza, debió sin duda
elevarse á las ideas mas sublimes
y pintorescas como á las mas hor
rendas y espantosas. Este órgano
separa los cabellos quando crecen
naturalmente, y los hace caerá
los lados de la cabeza. a
- , Facultad representativa. Si al
extremo superior del hueso fron
tal se halla una hendedura, que
se prolonga mas allá del órga-,
no de la secto-manía, enton
ces tiene el hombre el poder de
representarse en idea pinturas vi
vas y muy pronunciadas, y de
identificarse con los héroes que
imagina. El que tenga este signo
(161)
será cómico insigne: en sus pape
les experimentará las mismas pa
siones de los varones ilustres, y
nos hará creer que los vemos y
los oimos. y
Organo de la ambicion, de la al
tanería, del orgullo d5'c. ...
la rueda y se señorea en su na
/
da. Lleno de una excesiva esti
macion de sí mismo, respira ayre
de desden contra qualquiera que
se le acerca, y sin embargo so
licita admiradores entre los talen
tos vulgares, las petimetras y cor
tesanos. Inquieto por adquirir un
nombre, adopta un luxo ridículo,
vive solo con poderosos, se mofa
de los personages de otro tiempo,
y desprecia el pueblo donde ha
salido. Si ve sus antiguos iguales,
los honra con la sonrisa de la
proteccion, les prodiga atencio
nes, y les promete con tal que --
(165)
sean dóciles á sus consejos, inte
resarse en su favor para empleos
principales, porque él reputa ili
mitado su propio crédito. Dice
que prefiere sacrificar los prime
ros empleos á las ciencias que to
da su vida obsequió con la mas
fecunda imaginacion.
Ademas su ambicion, si se le
oye, se limita á proteger las be
llas artes, y á gozar del placer
de hacer felices á sus semejantes:
sin embargo de todo esto, sus
hijos, sus criados, y quantos de
él dependen, todos se estreme
cen en su presencia, y todos hu
yen de encontrarse con él.
La altanería es una combina
cion del orgullo y la arrogancia,
y forma el carácter de un hom
bre siempre imperioso, y casi
siempre atrevído. -
Pero la ambicion toma la forma
de nuestras demas pasiones, de
S
( 166)
nuestro carácter, y de nuestros
conocimientos: es noble ó baxa
segun lo son nuestro carácter,
nuestro valor, muestros vicios, ó
segun el fin que nos proponemos;
ó los medios que nos sugiere nues
tro ingenio: en fin, la ambicion
forma á su vez los varones ilus
tres, y los insignes malvados.
El hombre á cierta edad, tie
ne algunas veces la fortuna de
despedir las demas pasiones; pe
ro la ambicion suele ser en él un
rio sin madre, en que rápida
mente arrastrado sale al mar sin
encontrar ya puerto , sino en el
término de la vida. El ambicioso
no tiene otro rival mayor que
él mismo: siempre aspira á ser
primero en todo, y esta sed in
saciable de gloria le unce á la
rueda de Ixion.
¿Y cómo nos enseña Gall á
conocer inelinaciones tan dife
(167)
rentes? Es preciso creer que so
lo ha considerado el efecto co
mun que produce en el hombre
esta necesidad urgente y pode
rosa que estimula todas sus fa
cultades.
e
- - e
Discurso preliminar. 3.
22 -
Introduccion.
PRIMERA PARTE.
X
º.
(183)
que á la exterior,
de juzgar y se Pºº
de la forma del
cerebro por la conformacion 66.
del craneo.
CAP. VIII. Medios de descu
brir los órganos de la capa
cidades y de las inclinacio
mes.
sEGUNDA PARTE.
De la determinacion de lº ór
ganos, segun el acrecenta
miento progresivo de la "º
teria animal. - 92.
Organo
Organo de
de lala fuerza vital.á
propension la
reproduccion. - 98.
Organo de la sensibilidad fisica º 16.
Organo del valor , , I I9.
organo de la amistad º socia
bilidad, fidelidad y º"º" I 22 -
puro. -
(185 )
Imaginacion. id.
Secto-manía. — - — º
159.
Facultad representativa. 16o.
9. Organo de la memeria de
las cosas. -
o. - 1o. Organos de la me
moria local.
11. - 11. Organos de la me
moria de las palabras y nombres,
ó memoria nominal. - -
(188 )
2.- 12. Organos de la me
moria de las lenguas. o.
13. - 13. Organos de la me
moria de los números. ro
14 - 14. Organos de la me
moria de las fisonomías.
si 5. - 15. Organos de la me
moria de los tonos ó de la mú
sica. gi, , ,
16.- 16. Organos de la pin
tura. ( . . .
... 17.- 17. Organos de las ar
tes mecánicas.
r8. Organo de la observa
eion. O . -
19. Organo del talento.
-º — º Organos del talento li
gero. -
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