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ACCIÓN DE AMPARO DE GARANTÍAS

CONSTITUCIONALES INTERPUESTO
POR LA FIRMA FORENSE GALINDO,
ARIAS & LÓPEZ, EN NOMBRE Y
REPRESENTACIÓN DE LA EMPRESA
DE DISTRIBUCIÓN ELÉCTRICA
METRO-OESTE, S. A. (EDEMET)
CONTRA LA RESOLUCIÓN AN
NO.11077-CS DE 27 DE MARZO DE
2017, DICTADA POR LA AUTORIDAD
NACIONAL DE LOS SERVICIOS
PÚBLICOS. PONENTE: ABEL
AUGUSTO ZAMORANO. PANAMÁ,
DIECISÉIS (16) DE OCTUBRE DE DOS
MIL DIECIOCHO (2018).
Tribunal: Corte Suprema de Justicia, Panamá

Sala: Pleno

Ponente: Abel Augusto Zamorano

Fecha: 16 de octubre de 2018

Materia: Amparo de Garantías Constitucionales

Primera instancia

Expediente: 685-17
VISTOS:

El Pleno de la Corte Suprema de Justicia, conoce la Acción de Amparo de Garantías


Constitucionales interpuesto por la firma forense GALINDO, ARIAS & LÓPEZ en
nombre y representación de la Empresa de Distribución Eléctrica Metro-Oeste, S.A.
contra la Resolución AN No.11077-CS de 27 de marzo de 2017, dictada por la
Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (ASEP).

I. ACTO RECURRIDO EN AMPARO

Mediante el acto objeto de la Acción de Tutela Constitucional que nos ocupa, la


Autoridad Nacional de los Servicios Públicos sancionó a la Empresa Distribución
Eléctrica Metro - Oeste, S.A. (EDEMET), por infringir el numeral 9 del artículo 142 y
el numeral 3 del artículo 79, ambos de la Ley No.6 de 3 de febrero de 1997 y le
impone una multa de Tres Millones de Balboas.

II. ARGUMENTOS DEL AMPARISTA Y DERECHO QUE SE ESTIMA


VULNERADO

El amparista manifiesta que la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos, violó de


forma directa por comisión el artículo 31 de la Constitución Nacional, el cual
consagra el principio de legalidad en materia penal, pues a la empresa EDEMET se le
imputó, a través del Pliego de Cargos, una supuesta infracción o incumplimiento de
normas vigentes en materia de electricidad, a saber el numeral 9 del artículo 139 y
numeral 3 del artículo 79, ambos de la Ley No.6 de 3 de febrero de 1997, no obstante,
en el procedimiento administrativo arguyó el activador constitucional que se estaba
violando el principio de tipicidad incluido en el principio de legalidad, porque no
existe una reglamentación en materia de la frecuencia y manejo de la poda de las
líneas de la red de distribución, así como no hay normativas relacionadas a las
técnicas de ingeniería adoptadas por la empresa.

Continúa alegando el recurrente que las obligaciones que hace mención la Autoridad
Nacional de los Servicios Públicos, en relación los artículos 3, 4, 5 del Anexo C de la
Resolución No.3473-Elec de 2010, contentivo del Título VII del Reglamento de
Distribución y Comercialización, no representa una reglamentación sobre la
frecuencia y manejo de la poda, ni de las técnicas de Ingeniería, sino la exigencia a las
empresas distribuidoras de la presentación de un Informe Anual de Manejo de Activos
y de Gestión, situación que comprueba la falta de tipicidad, y evidencia otra violación
al principio de legalidad en referencia, pues a EDEMET se le imputaron la infracción
del numeral 3 del artículo 79 de la Ley No.6 de 1997.

Otra norma cuya vulneración demanda el amparista, de forma directa por omisión, es
el artículo 32 de la Constitución, que consagra el derecho y la garantía del debido
proceso. En el desarrollo del cargo de infracción, el amparista expone, a través de un
recuento de los antecedentes del proceso, cuáles son las actuaciones realizadas por la
ASEP que estima contravienen la norma constitucional, en el sentido de ejecutar
inspecciones sin la participación de la actora y eludir el plazo establecido por Ley para
realizar las investigaciones de la Comisión Sustanciadora.

También advierte el activador constitucional que la infracción al artículo 32 se da en


el derecho de defensa, pues inicialmente el cargo imputado a EDEMET dentro del
proceso sancionador radica en la falta de mantenimiento de la red (infracción del
numeral 3 del Artículo 79 de la Ley No.6), y las pruebas aportadas al momento de
contestar el Pliego de Cargos, se basaron en los cargos imputados, no obstante, la
Autoridad Nacional de los Servicios Públicos sanciona con posterioridad, por el
incumplimiento las obligaciones previstas en los artículos 3, 4 y 5 del Anexo C de la
Resolución AN No.3473-Elec de 2010, contentivo del Título VII del Reglamento de
Distribución y Comercialización, el cual se denomina "Informe de Manejo de Activo
y de Gestión".

De allí que el amparista aduce que lo previsto en el Anexo C de la Resolución AN


No.3473-Elec de 2010, no representan una reglamentación sobre la frecuencia y
manejo de la poda, ni de las técnicas de Ingeniería, sino la exigencia a las empresas
distribuidoras de la presentación de Informe y desvirtúa la existencia de
reglamentación, lo que a criterio del actor, comprueba la falta de tipicidad y evidencia
la infracción al principio de legalidad.

III. POSICIÓN DE LA AUTORIDAD DEMANDADA

Una vez admitida la Acción de Amparo de Garantías Constitucionales promovida, se


procedió a solicitar a la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos, un Informe de
los hechos materia de la acción de tutela.

En ese sentido, mediante la Nota No.DSAN-2101-17 de 20 de julio de 2017, visible


de fojas 56 a 61, la Institución da respuesta a los hechos que alega el promotor
constitucional, exponiendo entre sus consideraciones lo siguiente:

a.        Que
en la etapa de investigación, la ASEP está facultada para realizar
inspecciones dirigidas a verificar el cumplimiento de la normas en materia
de electricidad sin requerir la participación del prestador del servicio;
b.       El
numeral 9 del artículo 139 de la Ley No.6 de 3 de febrero de 1997
establece las infracciones al incumplimiento de las normas vigentes en
materia de electricidad, en concordancia con el numeral 3 del artículo 79 de
la Ley No.6 de 3 de febrero de 1997, el cual establece entre las obligaciones
de las empresas de distribución eléctrica mantener las redes de distribución
en condiciones adecuadas de conservación e idoneidad técnica.
c.        Los
cargos endilgados a la empresa distribuidora en el proceso sancionador
versan sobre la violación al numeral 9 del artículo 139 de la Ley No.6 de 3
de febrero de 1997, en conjunto con el numeral 3 del artículo 79 de esa
normativa, y así se puso de manifiesto en el Pliego de Cargos formulado el 6
de agosto de 2015, en los puntos 26.10 y 29 y en la parte resolutiva del acto
impugnado.
Finalmente, solicita a esta Corporación de Justicia que no sea concedida la Acción de
Amparo de Garantías Constitucionales promovida por los apoderados generales de
EDEMET, por no configurarse ninguna violación a los artículos 31 y 32 de la
Constitución de la Política de Panamá.

IV. CONSIDERACIONES Y DECISIÓN DEL PLENO DE LA CORTE SUPREMA


DE JUSTICIA

Una vez conocido el contenido de la resolución impugnada, así como lo


fundamental de la Acción de Amparo planteada por la Empresa de Distribución
Eléctrica Metro - Oeste, S.A., a través de su apoderado judicial y el Informe de
Conducta remitido por la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos, procede esta
Máxima Corporación de Justicia a resolver lo que en derecho corresponde.

Primeramente, debemos señalar que la Corte Suprema ha sostenido que la


naturaleza de la Acción de Derechos Fundamentales es una institución de garantía
regulada en el artículo 54 de la Constitución Política, en concordancia con el artículo
2615 del Código Judicial, indicándose que esta acción se ejerce contra actos que
vulneran derechos constitucionales, expedidos o ejecutados por cualquier servidor
público, al violarse derechos y garantías que la Constitución consagra, cuando la
gravedad e inminencia del daño requiera una revocación inmediata.

En atención a lo expuesto, y al analizar lo señalado en el libelo de la demanda,


se aprecia que el activador constitucional manifiesta que la resolución impugnada
infringe los artículos 31 y 32 de la Constitución Política, de manera directa, el primero
por comisión y el segundo por omisión, pues a su juicio, se contraviene
el principio de legalidad, específicamente el principio de tipicidad; así como el debido
proceso en relación con el trámite legal previsto y el derecho de defensa.
La primera norma que se cita como infringida por la Resolución AN No.11077-CS de 27 de marzo de 2017,
dictada por la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos, con motivo del proceso administrativo sancionador
seguido a la distribuidora EMPRESA DE DISTRIBUCIÓN ELÉCTRICA METRO-OESTE, S.A. (EDEMET), es el
artículo 31 de la Constitución Política que dice:

"ARTÍCULO 31. Sólo serán penados los hechos declarados


punibles por Ley anterior a su perpetración y exactamente
aplicable al acto imputado."
El artículo 31 de la Constitución Política invocado por el amparista, se refiere al
principio de tipicidad de cuyo contenido se interpreta que las conductas delictivas, así
como las penas, deben estar previamente establecidas por el legislador, siendo ello
una garantía para que los ciudadanos de no estén sujetos a los arbitrariedades de los
gobernantes.

Sostiene el apoderado judicial del amparista, que el acto impugnado,


contraviene el principio de tipicidad, el cual forma parte del principio de legalidad, ya
que la ASEP le imputó la infracción de determinados cargos, en virtud del proceso
administrativo sancionador surtido en su contra, basándose en el numeral 9 del
artículo 139 y numeral 3 del artículo 79, ambos de la Ley No.6 de 3 de febrero de
1997, sin embargo, al determinar la responsabilidad y la imposición de la sanción, se
fundamenta la decisión en la infracción de los artículos 3, 4 y 5 del Anexo C de la
Resolución AN No.3473-Elec de 7 de mayo de 2010, que no fueron advertidos en el
Pliego de Cargos, como norma infringida. Igualmente aduce que no se establece como
conducta infractora administrativa, la falta de poda en la red, la colocación o no de
dispositivos de protección en las derivadas de troncales de la red, o bien la falta, modo
o colocación o ubicación de pararrayos, etc.

Ante las alegaciones del amparista, este Pleno sostiene, que en el caso en
examen, presenta una situación distinta, porque el acto impugnado se origina de un
procedimiento administrativo sancionador realizado por la ASEP contra EDEMET, y
ante esta premisa, debemos hacer breves consideraciones al principio de legalidad que
se alude como violado.

Para determinar si se infringe el artículo 31 constitucional, es pertinente


analizar el principio de tipicidad, allí contemplado, para lo cual inicialmente resulta
conveniente señalar que esta Máxima Corporación de Justicia ha mantenido una
postura sobre el contenido del referido artículo, al interpretar que la garantía que
establece dicha norma constitucional es de orden penal, y no tiene alcance a faltas ni a
sanciones administrativas.

En ese mismo sentido, a nivel doctrinal, se ha expresado el tratadista


colombiano Gustavo Penagos, cuando señala: "las sanciones administrativas no son
de naturaleza penal, tanto desde el punto de vista orgánico y material, pues los
órganos que las imponen son administrativos, y por el contenido dichas sanciones
son el resultado de una actuación administrativa, que no tiene por finalidad hacer
tránsito a cosa juzgada, sino lograr la eficacia de la administración." (El Acto
Administrativo. Tomo II. Quinta Edición. Ediciones Librería del Profesional. Bogotá,
Colombia, pág. 306)

Ahora bien, tomando en consideración lo expuesto por el amparista, sobre la


violación del principio de legalidad en relación al principio de tipicidad, hemos de
indicar que éste es más estricto en el Derecho Penal que en el Derecho Administrativo
sancionador, pues la Administración por medio de la potestad sancionadora a través
de la ley "tipifica" como infracción el incumplimiento de deberes establecidos en la
misma Ley.

Dicha tipicidad, en el ámbito del derecho sancionador, se evidencia cuando


existe una norma previa que describa la obligación así como la infracción, así lo
sostiene el autor Alejandro Nieto, en su obra Derecho Administrativo Sancionador, al
manifestar lo siguiente:

"...Una ley auténticamente tipificadora sería interminable y, además,


habría de ser alterada sin cesar. No hay más remedio, por tanto, que
acudir a la utilización de los reglamentos, más capaces de adaptarse
rápidamente al cambio.
A tal propósito, la primera y más simple solución fue la francesa, que
consiste, como es sabido, en tipificar como infracción cualquier
incumplimiento de los reglamentos. De esta manera y con una fórmula
brevísima y eficaz se incluyen en la tipificación todos los reglamentos
administrativos. Y obsérvese que con ella se cumplen todas las
exigencias del Estado de Derecho; existe una norma previa ( o mejor
dicho, dos: la que describe las obligaciones y la que establece que su
incumplimiento es infracción) y, además, es muy precisa puesto que
aparece con el detalle propio de los reglamentos. E incluso se da
también, al menos parcialmente, el requisito de la reserva legal, pues que
la segunda norma - o sea, la que declara que es infracción el
incumplimiento de los reglamentos - es una ley... (Nieto, Alejandro.
Derecho Administrativo Sancionador, Tercera Edición Ampliada,
Editorial Tecnos Madrid, España. P. 200-202)
Por tanto, en la medida que en la Ley se establezcan los deberes u obligaciones
que han de cumplir los ciudadanos, no se produce un quebrantamiento
del principio de legalidad o reserva de ley, al momento de señalar que el
incumplimiento de los mismos constituye una infracción administrativa.
Resulta oportuno señalar que, la imposición de sanciones administrativas por
parte de la Administración, se realiza en virtud del ejercicio de la potestad
sancionadora, que dota a la entidad pública con atribuciones a fin de asegurar el
respeto, obediencia y disciplina a la función pública en interés al conglomerado social.

Dentro de este contexto, se interpreta que la Autoridad Nacional de los


Servicios Públicos podía perfectamente iniciar una investigación con la finalidad de
acreditar la comisión de faltas establecidas en el Texto Único de la Ley No.6 de 3 de
febrero de 1997, el cual dicta el marco regulatorio e institucional para la prestación
del servicio público de electricidad, pues a dicha normativa se sujetarán las
actividades de generación, transmisión, distribución y comercialización de energía
eléctrica, destinadas a la prestación del servicio público de electricidad, como es el
caso de la Empresa de Distribución Eléctrica Metro - Oeste, S.A., y existe en dicho
ordenamiento jurídico, la obligación del prestador del servicio público de cumplir las
normas vigentes en materia de electricidad, pues de lo contrario, constituiría una
infracción a la ley.

Dentro del principio de reserva estricta de la ley, en materia sancionadora,


dentro del contexto jurídico que nos ocupa, la ley tipifica como infracción el
incumplimiento de deberes establecidos en la misma Ley (artículo 139 numeral 9 de
la Ley No.6 de 3 de febrero de 1997), y en estos casos, no se encontrará un catálogo
de infracciones a la misma, sino que intima a la Autoridad a revisar las obligaciones
que tienen las empresas distribuidoras del servicio público, como lo es el deber de
prestar el servicio de distribución de forma regular y continua (numeral 3 del artículo
79 de la Ley No.6 de 1997), y ante dicha trasgresión, se realiza un procedimiento
administrativo y se procede a aplica la sanción correspondiente, de ser necesario.

En base a tales consideraciones, este Máximo Tribunal Constitucional concluye


que no se producido la infracción al artículo 31 de la Constitución Política de la
República de Panamá, ya que efectivamente la Resolución AN No.11077-CS de 27 de
marzo de 2017, proferida por la ASEP, se encuentra fundamentada en la Ley No.6 de
3 de febrero de 1997, en virtud del incumplimiento de deberes genéricos establecidos
en la misma Ley, por ende, no proceden los cargos endilgados.

Por otra parte, el amparista arguye que la Autoridad demandada infringió el artículo
32 del debido proceso, el cual establece que "Nadie será juzgado sino por Autoridad
competente y conforme a los trámites legales, ni más de una vez por la misma causa
penal, policiva o disciplinaria". Este principio consagra tres elementos o garantías
básicas, a saber: a) el derecho ser juzgado por la Autoridad competente; b) el derecho
a que ese juzgamiento se lleve a cabo de acuerdo con los trámites legales; y c) el
derecho a no ser juzgado más de una vez por la misma causa penal policiva o
disciplinaria.
En reiterada jurisprudencia, el Pleno de esta Corporación de Justicia ha expresado que
esta garantía constitucional a su vez está integrada por una serie de elementos e
intereses que la misma protege.

En palabras del Doctor Arturo Hoyos, que recogen esta interpretación del Pleno, se
trata "de una institución instrumental en virtud de la cual debe asegurarse a las partes
en todo proceso -legalmente establecido y que se desarrolle sin dilaciones
injustificadas- oportunidad razonable de ser oído por un Tribunal competente,
predeterminado por la ley, independiente e imparcial, de pronunciarse respecto de las
pretensiones y manifestaciones de la parte contraria, de aportar pruebas lícitas
relacionadas con el objeto del proceso y contradecir las aportadas por la contraparte,
de hacer uso de los medios de impugnación consagrados por ley contra resoluciones
judiciales motivadas y conformes a derecho de tal manera que las personas puedan
defender efectivamente sus derechos." (HOYOS, Arturo. El Debido Proceso. Editorial
Temis. Santa Fe de Bogotá. 1996. pág. 54)

Ahora bien, como la materia objeto de examen se circunscribe al ámbito


administrativo, traemos a colación la definición que nos ofrece el autor Gordillo,
Agustín, sobre el debido proceso adjetivo, quien sostiene que el mismo "...supone el
descargo y la prueba, la publicidad, la transparencia, la vista y el acceso irrestricto a
las actuaciones, la motivación de los actos y el cumplimiento de los procedimientos
especiales requeridos por la ley para determinados actos y decisiones. En cualquier
caso, no resultan admisibles interpretaciones que proponen restringir o limitar
indebidamente el alcance del debido proceso." (GORDILLO, Agustin. Procedimiento
Administrativo. 1era. Edición. Buenos Aires, Depalma. Año 2003. Página 43)

Tomando en consideración lo antes señalado, el Pleno advierte que el amparista al


sustentar la infracción constitucional alega que no se siguió el trámite legal previsto,
para lo cual señala que existen dos modalidades de procesos administrativos ante la
Autoridad Nacional de los Servicios Públicos, a saber, un proceso Sumario conforme
la Resolución No.JD-1495 de 10 de agosto de 1999 y un proceso sancionador
ordinario conforme a lo dispuesto en el artículo 142 de la Ley No.6 de 3 de febrero
1997, siendo esto así, arguye el actor que el trámite que se le debía aplicar era el
proceso Sumario, mismo que no se le aplicó.

No obstante, la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos al momento de brindar


Informe en relación a su actuación, explica brevemente sobre las modalidades de los
procesos administrativos sancionadores que se surten en la entidad, manifestando:

"En cuanto a la aplicación de la Resolución JD-1495 de 10 de agosto de


1999, podemos decir que esta normativa se relaciona al Procedimiento
Sancionador Sumario, desarrollado en el artículo 146 (actual artículo
143) de la Ley 6 de 3 de febrero de 1997, mientras que el Procedimiento
Sancionador aplicado en la Resolución AN No.11077-CS de 27 de
marzo de 2017, es el regulado en el artículo 142 de la misma excerta
legal, motivo por el cual es obvio que no es aplicable la normativa
mencionada por el amparista." (foja 59 del expediente)
Ante las alegaciones realizadas por el amparista, esta Corporación de Justicia procede
a analizar el Título VII- Infracciones, Sanciones y Procedimiento Sancionador,
previsto en el Texto Único de la Ley No.6 de 3 de febrero de 1997, siendo éste el
marco regulatorio e institucional para la prestación del servicio público de
electricidad.

Así las cosas, se advierten dos tipos de procedimientos sancionadores que puede
aplicar la Autoridad de los Servicios Públicos, a los prestadores del servicio de
electricidad, cuando a los mismos se les sancione, bien sea con multa de Mil Balboas
(B/.1,000.00) hasta Veinte Millones de Balboas (B/.20,000,000.00) conforme al
numeral 2 (se aplica el procedimiento previsto en el artículo 142) o con multas
reiterativas de Cien Balboas (B/.100.00) a Diez Mil Balboas (B/.10,000.00) por día,
cuando no den cumplimiento a una orden impartida por la Autoridad, en atención al
numeral 3 (se aplica el procedimiento sumario previsto en el artículo 143), ambos
numerales del artículo 140 de la referida Ley No.6 de 1997, que dicta el marco
regulatorio para la prestación del servicio eléctrico.

De lo anterior se colige que, para establecer el procedimiento sancionador que va a ser


instruido por la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos contra los prestadores
del servicio eléctrico, deberá atender a la naturaleza y gravedad de la falta que comete
dicho prestador del servicio público, así como la posible sanción a aplicar.

Siendo así las cosas, y analizando las constancias procesales se desprende de la lectura
de la Resolución AN No.11077-CS de 27 de marzo de 2017 (acto impugnado), visible
a foja 22 a 33, que la entidad demandada inició la actuación administrativa aplicando
el procedimiento sancionador sumario, previsto en el artículo 143 de la Ley No.6 de
1997, por el supuesto incumplimiento de las normas legales del servicio público de
electricidad, no obstante, ante la situación planteada, la Empresa de Distribución
Eléctrica Metro Oeste, S.A. (EDEMET), promueve Incidente de Nulidad contra
dichas actuaciones, y la ASEP revisa las mismas y decide acoger la solicitud de la hoy
amparista, lo que se efectúa al declarar la nulidad de lo actuado, subsanando así su
actuación, y continúa sustanciando el procedimiento administrativo conforme al
trámite previsto en el artículo 142 de la mencionada Ley No.6, aplicable al caso,
permitiéndole así en todo momento a la hoy amparista, su participación en todas y
cada una de las etapas del proceso, objeto de examen, comprobándose así que la
actuación fue conforme al principio del debido proceso.
De igual manera alega el amparista que, también se le trasgrede el derecho de defensa
contenido en el principio del debido proceso, cuando la entidad profiere el acto
impugnado, y establece el incumplimiento de los artículos 3, 4 y 5 del Anexo C de la
Resolución AN No.3473-Elec de 7 de mayo de 2010, siendo éstas las imputaciones
que, según el activador constitucional, son ajenos al Pliego de Cargos que les fuese
notificado al inicio de la investigación, donde aportaron las pruebas pertinentes para
desvirtuar la supuesta falta de mantenimiento de la red, distinguida como la infracción
del numeral 3 del Artículo 79 de la Ley No.6 de 3 de febrero de 1997 (texto único) y
no en relación a la presentación de Informes anuales sobre manejo de activos y de
gestión, regulados en la Resolución AN No.3473-Elec antes mencionada, por tanto, se
"viola ostensiblemente su derecho de defensa, consagrada en el artículo 32 de la
Constitución Nacional, y la Tutela Judicial Efectiva, al impedir a nuestra
representada ejerciera los medios de pruebas necesarios para probar la refutación de
estas afirmaciones." (foja 18)

En este punto hemos de resaltar lo que el jurista Jorge Fábrega en el


Suplemento del Diccionario de Derecho Procesal Civil y Penal nos manifiesta sobre el
derecho de defensa: "La garantía de defensa en juicio consiste en proporcionar al
demandado la oportunidad de ser oído y ejercer su derecho de defensa (contestación
de la demanda y posteriormente la posibilidad de aportar pruebas e interponer los
recursos que la Ley establece)". (FÁBREGA P., Jorge y CUESTAS, Carlos.
SUPLEMENTO DEL DICCIONARIO DE DERECHO PROCESAL CIVIL Y
PENAL. Editora Jurídica Panameña. Panamá, 2007. Página 123.)

De igual manera, el Doctor argentino ALEX CAROCCA PÉREZ, nos expone


sobre el derecho de defensa en los siguientes términos:

"En su significado natural, defensa es la reacción frente a una previa


acción, y en el marco del proceso se traduce en la exigencia de dar a
cada una de las partes, la posibilidad de llevar a cabo una actuación, del
mismo contenido y valor con que ha contado la contraria, a fin de
obtener una declaración del derecho en su favor.
...
Como el proceso comienza en virtud de la acción de una de las partes, la
garantía empieza a operar desde el momento mismo en que se inicia el
proceso, asegurando que se dé a la otra parte la posibilidad efectiva de
intervenir en el juicio...
En resumen, el concepto al que hemos arribado de la garantías
constitucional de la defensa, es que se trata de la garantía constitucional
(o derecho fundamental), que asegura a los interesados la posibilidad de
efectuar a lo largo de todo el proceso sus alegaciones y sus pruebas y
contradecir las contrarias, con la seguridad de que será valoradas en la
sentencia. En definitiva, se trata de la garantía de la participación de los
interesados en la formación de la decisión jurisdiccional." (CAROCCA
PÉREZ, Alex. Garantía Constitucional de la Defensa Procesal, José
María Bosch Editor Barcelona, 1998. págs. 98 a 100)
Siendo así las cosas, esta Superioridad advierte que, visible a fojas 22 a 33, obra
como prueba copia del acto impugnado, en el cual se observa específicamente descrito
en el punto 14, sub-punto 14.5, que los apoderados generales para pleitos de
EDEMET contestaron el Pliego de Cargos formulado por la ASEP, así como
aportaron las pruebas documentales y solicitaron la práctica de pruebas testimoniales
y periciales, por la infracción del numeral 3 del artículo 79 de la Ley No.6 de 1997, es
decir, la obligación que tienen las empresas distribuidoras de realizar sus actividades
conforme al Contrato de Concesión, prestando el servicio de distribución de forma
regular y continua, sustentándose este deber en el marco regulatorio sobre la
prestación del servicio público de electricidad.

Hecha la observación anterior, y en concordancia con el concepto que nos ofrece


el jurista Fábrega en relación al derecho de defensa referido en párrafos anteriores,
cuando explica que el mismo se ejerce "con la contestación de la demanda y
posteriormente la posibilidad de aportar pruebas e interponer los recursos que la Ley
establece", sumado a las pruebas que obran en el expediente, le permite a esta
Colegiatura señalar que, la supuesta infracción al derecho de defensa contenido en la
Garantía del Debido Proceso aludida por el hoy amparista, no ha sido probada, en
consecuencia, somos del criterio que la misma debe ser negada.

De las razones anotadas y las constancias probatorias que constan en el


expediente, a juicio de esta Máxima Corporación de Justicia, concluye que no se ha
producido la transgresión de los artículos 31 y 32 de la Constitución Política, alegados
por el amparista.

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia - PLENO, administrando


justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley, NO CONCEDE la
Acción de Amparo de Garantías Constitucionales promovida por la firma forense
GALINDO, ARIAS & LÓPEZ en nombre y representación de la Empresa de
Distribución Eléctrica Metro-Oeste, S.A. (EDEMET) contra la Resolución AN
No.11077-CS de 27 de marzo de 2017, dictada por la Autoridad Nacional de los
Servicios Públicos.

FUNDAMENTO DE DERECHO: Artículos 31 y 32 de la Constitución Política de la


República.
Notifíquese,
 

ABEL AUGUSTO ZAMORANO

JOSÉ EDUARDO AYU PRADO CANALS -- CECILIO A. CEDALISE RIQUELME


-- HERNÁN A. DE LEÓN BATISTA -- HARRY ALBERTO DÍAZ GONZÁLEZ --
LUIS RAMÓN FÁBREGA SÁNCHEZ -- JERÓNIMO MEJÍA E. -- OYDÉN
ORTEGA

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