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Nombre: López Uribe Diana

Matricula:19-001-0266 APC
diana.lopez.uribe@estudiante.uacm.edu.mx
Crónica intimista

Néctar de Alacrán

“Si te pica un alacrán, las campanas a repicar.”


Refran popular,Anonimo

11 de Julio del 2014

Iniciaban las vacaciones de verano.Tenía pocos días de haber cumplido 17.Era


una mañana bastante tranquila que parecía perfecta, llena de sol y brisa
entrando por la ventana.
Esa tarde saldría con un amigo para celebrar mi cumpleaños atrasado.Me sentí
muy emocionada puesto que el chico en ese entonces me gustaba y era un
sueño que él me invitara por lo menos un helado, ya que era muy marro y
payaso para invitar a cualquier persona a salir.

Todo iba de maravilla en mi mañana, eran aproximadamente las 10:30 am, era
el momento más importante del día, la ducha.No existe nada que ame más que
sentir el agua limpiando mi cuerpo y que mejor cuando el agua se siente muy
caliente.
De un momento a otro mi fiesta de shampoo , espuma y canto se esfumó; el
agua desapareció. Irritada me asomé al calentador y ya no había gas; me quedé
enjabonada y sólo pude alcanzar a enjuagarme con agua del lavabo.

Las cosas empezaban a salir mal en mi supuesto día perfecto. Necesitaba una
toalla aparte para quitarme los restos de shampoo del cabello, tomé una toalla
naranja que estaba hasta arriba de una bola de ropa en la esquina de la cama de
mis papás. Muy molesta puse la toalla sobre mi cabeza y sacudí con fuerza mi
cabello, cuando de repente sentí como si algo me hubiese picado en los dedos
repetidas veces, tiré la toalla y bien espantada le grité a mi mamá.

Mi mamá muy contenta estaba tomándose un café y creyó que mi grito era una
broma habitual que solía hacerle con situaciones simples tipo: “¡Mamá,la tele
explotó!“, “¡Mamá,el Michis se lastimó la patita!” entre otras bromas pesadas
que solía hacerle con frecuencia. Para esto yo sentía como los dedos
empezaban a entumirse rápidamente.

Llegó mi mami al cuarto y le pedí que moviera la toalla cuándo


¡CHINGUESU! Sale un alacrán de esos grandes con la cola clarita; todos en
mi familia tenemos conocimiento que desde que se construyó mi casa salen
alacranes por temporadas y que tenemos que tener cuidado en dado caso que
saliera alguno.Entonces ya estaba presente en mi pensamiento la muerte.

Ya no podía mover mi brazo izquierdo, sentía cómo cada vez me costaba más
trabajo respirar y lo peor es que seguía en toalla.En eso mi mamá me ayudó a
vestirme lo más rápido posible. Lo primero que estaba amontonado en mi
cama fue mi ropa del día, salimos corriendo de la casa para ir a urgencias; salí
sin cepillarme el cabello, llorando y lo más importante sin celular para avisarle
a mi amigo que ‘llegaría tarde’ a la cita.

En la esquina de mi casa tomamos un taxi, en lo que llegábamos a urgencias


entre lágrimas le pedía a mi mamá que cuidara a mi gatita si es que ya no
aguantaba llegar a la clínica.

Llegando a urgencias estaba abarrotado de gente; me senté como pude ya que


para ese momento ya no respondía mi brazo izquierdo. Mi mamá se acercó
con la recepcionista y ella le contestó …
¡Uy Doña, hay varios accidentados, se va a tener que esperar!
Como a los 5 minutos llegó mi papá corriendo y le gritó a la recepcionista ¡A
ver señorita no entiende que mi hija trae picadura de alacrán!
En eso vi como un doctor giró la cabeza cual exorcista y gritó ¡Tráiganle a la
niña una camilla y respirador!
Como pude me subí a la camilla y cuándo llegué a la parte donde tienen a los
internados estaba bastante asustada ya que me dan miedo los hospitales y ver a
tantas personas heridas y en camas me llenó de ansiedad.
Llegué a donde me estarían atendiendo, me dieron oxígeno y así estuve por al
menos 2 horas, ya no podía mover ambos brazos, mi garganta estaba cerrada,
tenía los dedos más grandes que salchichas; había un paciente todo loco alado
de mí que no paraba de gritar y moverse que lo soltaran, varias enfermeras
corrieron y tuvieron que amarrarlo, yo estaba muy asustada y si no fuera por el
oxígeno habría caído inconsciente.

Una hora después al fin me llevaron mi antídoto y estuve allí esperando 5


horas más a que hiciera efecto y me pudiera ir a mi casa. Yo estaba en un mar
de lágrimas pensando que era la única oportunidad que tenía para salir con mi
“crush” y todo se había hecho polvo, estaba incomunicada, sola, sin
comer,asustada,incómoda;todo estaba saliendo realmente mal hasta que se me
acercaron dos practicantes y me dicen - ¡Ay! No llores, ya pasó la peor parte,
tú en un rato te vas a ir a tu casa y estarás más tranquila. Se pusieron a platicar
conmigo un buen rato y una de ellas me empezó a explicar que si mi mamá no
me hubiera traído a tiempo podría haber muerto.

Y la otra practicante me dice -No creo, como estás gordita aguantas más, si
pesaras unos 60 o 50 kilos no sales ni de tu casa, te hubiera ido a recoger una
ambulancia de la procuraduría. Las miré muy molesta y parece que sí sintieron
mi incomodidad por su horrible comentario así que se retiraron.

Pasaron las horas y al fin era hora de irme a mi casa; antes de salir de la
clínica el doctor le dio indicaciones a mi mamá, para esto el doctor se acerca y
le dice a mi mamá: _Señora su hija se salvó porque tiene mucha masa corporal
y la trajo a tiempo, si no otra historia hubiera sido.

Y así es la historia de cómo quedé en el hospital como una niña gorda que
pudo salvarse de la muerte por néctar de alacrán.Desde ese momento no puedo
tocar mis cosas sin antes sacudirlas, no tener cosas tiradas en el piso, fumigar
cada que salen estas alimañas, no andar descalza por mi casa y gritar mientras
pierdo el control cada que aparecen estas peculiares criaturas.

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