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Franklin | SIEMBRA UN ARBOL Rourgenis, Paulerte Tranklin planta un drbul / Paulette Bourgeois , tradhuctora Olga Martin, Bogoca : Gruzo Editorial Norma, 20018. 236 p.: fl. ; 22 cm. — (Buenas noches) Titulo original - Hrantlin Plants « Tree ISBN 978-958-45-0778-0 1, Cuentos infantiles canadienses 2. Arboles - Cuenios infantiles 3, Animales - Cuentus inlanliles 4, Libros dustrados pata nisios 1 Maitia, Olga, tI Tit 1H Serie 1919.3 od 21 ed, Anlay4 CEP-Dancn de la Repablica- Biblioteca Luis Angel Arango Rasado en un episodio de la serie antinundla de tolevisién Franklin, psoducida por Nelvana Limited, Neuroaes France sath y Neurones Toxemhonrg S.A, basado en tos libros dé Franklin escritos por Paulette Rourgeais y Tienda Clack. @ & Adaptacidn escrita por Sharon Jennings ¢ fustrada gor John Lei, Alice Sinlsner, Shelley Southern y Jelena Sisic Basado en el episodio de televisién Prankitn Plants « Tree, escrito por Brien Laseuby. Tranklin es tma marca registrada de Kids Can Press Lt Bl personae Frank fue creaelo por Paulette Bourgeois y Brenda Claris Copyright del texto © 2000 de PB. Creations Inc. Tinstraciones copyright © 2000 de Brenda Clark illustrator Ine, «© 2008 de fa versisn en espafiol oor Edorial Norma, $4. ‘A.A. 53550 Bogotd, Colombia. Tados los derechos reservados para Argentina, Chile, Colombia, Coste Rica, Ecuador, #1 Salvador, Guat epablica Dominicana y Venezuela Prohibida la reproduccién parcial o total de esta puiblicacion, su almacenamiento en ua medio miagne:o- opticn a su transmisicn en cualquier formato o a tavés de cualquies medio: electrénico, mecénico, foxwcopiado @ geabado en acdio, sin pesrtiso escrto de Pahtorial Norma. Publicado con permiso de Kids Can Press Ltd,, Toronto, Ontariv, Canada. Tata edicion no puade ser venciida mi en ¥stados Unidos nt en Puecto Rico. Euicin de Angela Cuartas Villalobos Traduccién de Olga Martin Maldonado Diagramacién de Pateicia Martine? Linares Impreso en Coloma por Cargrazhics S.A. Febrere, 2010 mala, Panamd, Pert, ce 26000301 ISBN 978.958-45-0728-0 EAN 9729584507280 Franklin siembra un arbol GRruPeo horma hitp:sewow ibresianorme.com México, Miami, Pararad, Barcelona, Bogoté, Buenos Aites, Caraews, Guateral, Li Quito, San José, San Juan, San Salvador, Santiago de Chile Frankuin podia subirse a los arboles y balancearse en las ramas. Le gustaba jugar con sus amigos en la casa del arbol y hacer caminatas con su familia por el bosque. Asi que se emocioné cuando supo que el sefior Garza estaba regalando arboles por el Dia de la Tierra. Estaba ansioso por tener su propio 4rbol en su patio. El Dia de la Tierra, Franklin se levanté temprano y cavé un hueco enorme justo frente a la ventana de su cuarto. Queria sembrar su arbol en cuanto llegara a casa. Esa noche invitaria a sus amigos a construir una nueva casa en el 4rbol. Al dia siguiente buscaria una lanta vieja y haria un columpio. Franklin cogié su carreta y salié a toda prisa. No queria que se llevaran todos los arboles grandes. En el parque, una larga fila se extendia delante * del sefior Garza. Franklin vio muchas cajas, pero ningun arbol. . “Quiza no han Ilegado atin”, pens6. Después vio que Conejo se marchaba. —iNo quieres un Arbol? —le preguntd. ~Tengo uno —respondid Conejo y dio un golpecito en su morral. Franklin qued6 confundido. Conejo buscé dentro del morral y sacé un arbol diminuto. —iEso no és un arbol! —exclam6 Franklin—. Es una ramita. - -Es un arbol bebé, Franklin —le explicd Castorcita—(Se llama pimpollo. El mio es un fresno y Conejo tiene un roble. ) —Pues no pienso Ilevarme un pimpollo —anuncié Franklin—. Mi arbol tiene que ser tan grande como para jugar en él hoy. Pero cuando Franklin llegé al comienzo de la fila, el sefior Garza le dio un pimpollo del mismo tamafio que los demas. —iPodria darme algo mas grande? —pregunto. >Este es un arce dulce —contesté el sefior Garza—. Dentro de muchos afios sera grandisimo. Franklin asintié con tristeza. Puso el pimpollo en su carreta y caminé a casa lentamente. Franklin suspiré al ver el enorme hueco en su patio. Volvié a echarle tierra con una pala hasta que qued6 pequefio y fue a buscar su arce dulce. Pero el pimpollo habia desaparecido. Franklin miré hacia todas partes en el patio y por la entrada. “Debié haberse caido camino a casa”, pensd. Durante el almuerzo, Franklin les conté a sus papas que habia perdido su arbol. —Pero no importa —afiadid—. No era suficientemente grande para jugar en él. —Grande 0 pequefio, prometiste cuidarlo —dijo su papa. Franklin se hundié en su silla. —Esta bien —suspiré—. Iré a buscarlo una vez mas. Franklin recorrié el sendero hasta el parque. Al pasar por el estanque, vio a Castorcita. Su pimpollo estaba amarrado a un largo palo con unas muescas talladas. —Es una tabla de crecimiento)—le explicd Castorcita—. Dentro de tres afios, imi arbol sera mas alto que yo!! “Hmmm’, pensé Franklin. Y empezé a buscar un poco mejor. En la pradera, Franklin vio a Conejo con una regadera. —Sembré mi pimpollo donde pueda recibir mucho aire fresco y sol }-le explicé Conejo—. Y voy a regarlo todos los dias ~afiadié. Franklin pens6 en su arce dulce. Si no recibia sol ni aire fresco ni agua, nunca seria mas alto que él. Entonces empez6 a caminar mas rapido. Cerca del bosque, Franklin vio que Oso estaba pintando de rojo brillante una verja pequefia. Por dentro estaba su pimpollo. —Esto protegerd a mi pino hasta que sea grande y fuerte —le explicd Oso—. No quiero que nadie lo pise por error. Franklin imagin6é que alguien pisaba su arce dulce. Si eso pasaba, nunca se haria grande ni fuerte ni mas alto que él. Franklin le conté todo a Oso. —Ya busqué por todas partes —se quejé—. éQué hago ahora? —Quizds alguien encontré tu arbol y se lo devolvié al sefior Garza —sugirid Oso. Franklin se emocion6 y salié corriendo en busca del sefior Garza. Al regresar al parque, Franklin vio al seftor Garza empacando cajas. —éCémo le va a tu pimpollo en su nuevo hogar? —pregunté el sefior Garza. —Mi arbol se me perdi6, sefior Garza —respondié Franklin—. Ya busqué por todas partes, pero no lo encuentro. El sefior Garza buscé dentro de una caja y sacé un pimpollo. —iEs este, Franklin? —pregunt6—. Alguien lo encontr6 en el sendero. —iMi arbol! —exclam6 Franklin—. iGracias, sefior Garza! Voy a sembrarlo ahora mismo. El sefior Garza sonrié. @ ‘ Antes de que Franklin se marchara, el sefior Garza le mostr6 una foto. —Ese soy yo cuando tenia tu edad —le explicé—, sembrando mi primer arbol. —/Y crecié? —pregunté Franklin. —Si que crecié —respondié el sefio Garza riendo—. Estamos debajo de él. Franklin alzé la mirada hacia bien arriba. —iéUsted sembr6 el arbol de Ja casa en el Arbol?! —exclamé. Luego bajo la vista hacia su pimpollo—. Hmmm —dijo con aire pensativo. Franklin regresé a casa a toda prisa, con su pimpollo firmemente entre los brazos. Lo sembré y lo regé y luego fue a ver cémo estaba todos los dias. Y, cada dia, estaba seguro de que su arbol se iba haciendo un poco mas grande y un poco mas fuerte. Al igual que él. > ee) S i) Franklin - me FO co “Oe Eset ade la Venay cMenomcreictt( 4) 2 de PRs ele ratPisct cee Wea ate gee ase eee eam es 7 SR Coane ero See Ee ele ere ee eens ee “09 Sg @teGiar uniarholstrepade ven Si rodlscior ae ie RE Sree mies ence hci mag vie em me ge ge ee era = Franklin no se percata de que el pequetio drbol, = en th GbGGncd ee ed ole ate 7 aS eG Be DOP ge Aiea saa) - § _ Franklin deseubre que hasta Ios arbale cay as Se eee Peano er eer AE ee RECS ieee enageear Gr Urea to as vi antes ee a ee a ee a ee es ce | eer aye a eee seats ee mer te ea one US, a Ga a a aR Ne Ma OS nan mn aG eg gee 10 Wie AS a gir ein Me ee Re i Ae ON Oe ee nee ee ee See are ar ee POC ees Se eee 7 . os a a a + oo ad os ¥ 1 iT a a ted) em ae ce See Oe he ee eae j Sac ame ee a eet ae HI Se we gs la Tg UY PMS wermibcenaniormarom : Coe a ee ee ek

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