Está en la página 1de 12
grupo editorial iglo vei ives, mésico ial Soro NAA 2IB, KODE HaHEER Gata IZA OtsOsereo, or bese, ‘sed 0 came ‘nvm omacoe cn or salto de pga bribiotoca nueva anttnopio nae powers ssn 8, PDIOwEe. cswn WAND were, ere —_ CODY wwrten a wenwsaodeescam —_vanubisorecaiam 6s vamemvepos ecto com Scout, Joan Wallac Teas miveresyto derechos del hombre: Fen Francia, 1780-1044 ape ps tiet sem. (Historia yeu Romero: 54) 200 y sliagio en eal Buenos Aires: Siglo Veintiuno Eaivoes, 1108 ia por Lis Alberta Taducid por: Stella Mastrangelo // ISBN 973987-629-2496 1. Historia del Feminism. 1. Sella Mastrangelo, wd. Tile DD yo5.4 Tilo original: Only Paradaurs te Offer: French Remini andthe Rights of Man © sg, President and Fellows of Harvard College © 201, Siglo Veintiuno Eenores SA. Diseio de eubierta: Pewee Tebhes ISBN 973g Gag ays 6 eso en Alun Impresores SLL. / / Doblas 1968, Buenos Aites, eel mes de octubre de 2012, Hecho ol depisit qe marc Inpreso en Argentina // Mach Para biesie Fiony y Don 16 LAS MUpERES ¥ LOS DERECHOS DEI. HOMBRE computadoras para buscar informacién, siempre con inteligen dda piccnclay Buh oe = La prepar des, fue obra dle Meg C su pacie a com todas ss comp : foe Soy expecilmente Fore frerate an Me \ aj bicice scigo, Son, aa va 1 extraordi ida por tener fami Hegado ser colegas inteligen han ayuda a rflesionr sabre much trato en este libro, a veees direct 4 , f ey otras veces a través dle conversaciones sobre ideas y libros que s6lo tangencia presencia perdurable en mi vida y todo lo que me han dado, Este libro es para ellos. ' oe an una relacién I, 0 sobre cosas totalmente distintas. Les agraderco sit 1. Releer la historia del feminismo Los que olvidan releer se obliga ‘en todas partes fa misma historia, ROLAND BARTHES, Fste libro es un intento de repensar ke historia let fe= wués del examen cle fas campaias realizudas por los ncia entre 1780 y WH derechos politicos de las mujeres en F Mediante cl andlisis de los escritos y los actos de dlistintas acti- smentos histories, he iticas feministas en diferentes m vistas po intentado dav otra perspectiva al enfoque pico de la historia del sas femini feminismo, heredado de las feministas del siglo XL rancles historias ade tas construycron una historia comparable a las cvolucionistas de su época, Escribicron una historia teleols pprogreso acumuative haeia una meta siempre eseuivas wea histo ia en que las mujeres incvitablemente encontraban dentro de si inismas los medios para luchar contra su exclusidn de ka politica ica; anna historia en que la idenificacién de: tas feminis dlemoer tas con acciones dispares y discontinuas de otras mujeres del pat ula y contin. saclo se convirtié cn una tradicién histériea ord Jo de abi lecciones morales Dilerentes gencraciones han extra icionales, relacionadas con sus propios debates teGricos, Nues- ira version, a fines del siglo XX, es ka insisteneia en que todas bs feministas del pasado reckamaban ya sea ka igualdad o la dileren- ws estrategias cra -y todavia es mis © que fa otra! Ese enfoque del siglo XIX nos impide analizar, 9 siquiera vis rar, el aspecto negative de la experiencia st nadicciones insolubles, las obsesivas repeticiones que parecer 18 LAS MUJERES ¥ LOS DERECHOS DEI, HOMBRE a vivir de nuevo los dilemas de sus predecesoras y su ineapacidad para obt epresentacién igual para las mujeres, incluso después de aleanzar Targamente buscada con o el volo. Una historia fen inista que da Por sentacta la inevitabitidad del progreso, la autonon ag diferencia ha reproducido sin cuestionarlos siqui 13 indlividuales y la necesidadl de elegir entve la igual ' kt (= los mismos términos del discurso ideol6gico dentro del cual ha operaco el feminismo. Lo que hace falta, en cambio, es distancia analitiea, Lo que me hizo comprender en profimdidad mi sensacién de que cra necesario un enfoque distinto para la historia fe fue una noticia de Francia publicada en el New York Times: € do de constatar el ntimero miniisculo de mujeres que ecupaban fos en la Asamblea Nacional (Ia proporcién si cualquier otro pais de E pa y ha permanecido pricticamente invariable entice 3% y 6%~ desde que se concedié el voto a las mujeres en 1944), un grupo constituide mayoritariamente por en que hubi lea. En demandas que elas n qque se aprobara paridad de género en ka Asam: mas reconocian “algo utépicas” ley que otorgara Ia mitad del total de bancas del Parlamento a mujeres. “La exclusidn de las 9 je res ha sido parte de la filosofia politica de Francia dlesele la Re- volucion”, dice Chiude s hhreiber, cuyo libro Aw porwr, citoyennes! (\Al poder, ciudadanas!] es un manifiesto del grupo.’ “Las mujeres de mi generacién tengo 55 afios— no tuvieron que luchar por cl voto". agrega, "pero no ha pasado nada desde el ste Fragio univers aprobado hace casi cincuenta aiios. Yo agregaria que el movimien » actual es un intento, en una forma ntar un problema que es anterior al sulvagio y q Schreiber remonta, eon precisién, a la tica de 1789, El dilema era como podian establecer las feministas el estatus de las mn demoeri- gran revolucié jeres como individuos auténomos autorrepresentativos, con derecho a ejercer plenamente todos los derechos politicos en tuna reptiblica demoeritica.' Es decir, gpor qué ha sido tan dificil para las mujeres, durante tanto tiempo var la promesa de la Revolucién (y de todas las reptiblicas después de ella) de liber RHLAER 1A HISTORIA DEL FESEINISMO 10) cos para todos? La tad igualdad universales, de derechos poli sspuesta cxige hs uiciones i mo (au traiciones). Demanda algo mis que una histori yo mais que una erdnica de tas heroicas luchas, cas y los crrores estratéicns lel Feminis trae sur parte de huchas y a cel movi no feminista tratado como algo tangencial a la escena politica ambien algo distinte de kr explicacién que slo, grande’, pero remite a factores sociales @ econdmicosanteriores o externos 3 kt politica, o de las interpretaciones que los propios politicos asig asus aeciones, La nucya respu tender las repeticiones y los conllictos del Fermin an su dliseunso politica, lemas a los que porel contnurio, requiere en 10 conto Sino amas de las contradiecion apelaba y que a la vez desafiaba: cl individualism, los levechos ‘én social, sega cl enfoxque que los rept individuaes y la oblig blicanos proponian (y también algunossocialistas) para oryguniza es de ka ciuckidkania demoeritiea en 1 conciencia de la indole repetitiva de sus las institucion as feministas te acciones, inchiso cuando eseribian sus propias historias progre sistas, En 1913, . asociaba el su la psiquiatea y activista social Madeleine Pelle tos feminists a los tru mento de los movin lentos sticesos revolucionarios del siglo XIX, Sin embargo, al igual que Servan-Schreiber en 1993, remontaba sus origenes al ty ‘evolucion. Fue enronces, deca, cuancdey cl Fen de ta pri prendié a enunciar todos sus reckamos de derechos"? Lat legitimidad de esos reckamos y st satisfuecién dependian de que se reconociera que ka proctamacidn de la revolucidn de derechos para todos no ert consistente con ka negacidn de ta ciudadania a contmadiecién Jas mujeres, Pero lo que para las feministas craw cvidente, no Io era para los legisladores, que repetidamente les egaron el voto en razén de ser diferentes de los hombre Asi, en la historia del feminismo, el tema de ta repeticién se ha vinculado con las inconsistencias ¢ incongruencias, y con las dis de lo que es contradictorio y lo que no lo es. Sin embargo, la cuestiOn va ms alld del conflict cntre ef principio universal y la priietica exeluyente (contflieto que presumiblemente imposible de tnatar dle puede resolverse), y se centra en el tem inclo se legitimé la “diferencia sexual 20 LAS MUJERES ¥ LOS DERECHOS DEL HOMBRE, referencia a la distinta biologia de los hombres y las mujeres, la “cites sexual” quedé establecida no sélo como un hecho na tural, sino como «na base ontolégica para la diferenciacién poli- tiea v social. En la era de las revoluciones democriiticas, “has muje- cron como excluidas politicas producto del diseurso de la diferencia sexual. Lonces, como protest contra esa exchisi ninar a “dife "en la po nombre de“ nujeres” (que a nivel del diseurso eran producto de la “diferencia sexta”) y, en ta medida en que ac mujeres”, que quer rechavaval mismo tiempo la “diferencia sexual” fue la condici6n terminaba reproduciendo la misma “diferencia sexteal” de climinar. Esa paradoja la necesidad de aceptar y constitutiva del feminismo durante su larga historia. En 1788, Olympe de Gouges, que mas tarde se ganaria su ugar en Ia historia del feminismo como autora de la Declaracién de los derechos dela mujer y dela ciudadana (1791), reconocié la dificultacl de superar es paradloja. ba a Jean-Jacques Rousseau, expuiso sit versi6n de la historia del nun largo tra ado, en el que emula- contrato soe ial, asi como una serie de observaciones acerca de la Filosofia, la ciencia y la situacidn actual del teatro, ademas de una 10 de- dade la lista de proposiciones para uma reforma politica. Env un dicado a los efectos nocivos para la sociedad de la brisqu ciencia y el conocimiento por parte de los artesanos y comercian: tes (empujados por su ambicién a querer escapar de su sitio y Gio acostumbrados, con peligro para el orden social), interrumpe su diatriba con cl siguicnte comentario: Si voy mis al ste asunto, legaré demasiado lejos ¥ me atracré la cnemistad de los nuevos ricos, qu sin reflexionar sobre mis buenas ideas ni by iter © condenar n sin piedad como uma mujer que sélo tiene paradojas para ofrecer, y no problemas ficiles de resolver.’ sa descripeién final ~ er que s6lo tiene paradojas para ofrecer, y no problemas ficiles cle resolver"= resume bien la situa cin de Olympe de ouges y sus feministas contempo paradgjico no era solamente que kas opiniones de De Gouy Ja ambicién social iban en contra de supuestos ampli partidos sobre los beneficios de la educacién y el progreso cient jo mujeren la co, sino el hecho de que su posicidn ed lucionaria era producto de paradajas, y elle ella Epoe Jal gual que en esta, Sparadyja” se ido no téenico, Téenicamente, los bogicas la como tia proposicién irvesoluble, que es verdkaderay fh sat al mismo tiempo. (EI diccionario Le Palit Robert dia como ejenr plo la afirmacién de un mentivoso: "Estoy mintiendo”,) En fa teo- vs tun signo de la capaciddad dle via retoriea y estétiea, la parila) jcitos complefamente contre equilibrar pensamientos ys I ereatividad postica. El Ly estéticn, pero en ki mae dictorios y, por extensién conserva vestigios del significado fo! yorfa de los casos utiliza “paradoja” para indica uns pinion que a doxa), que ex contwatia a la wadicion recibida. La paracloja ma a ontodoxia dominante (literalmente, va en contra de tuna posicién que contrasta con kt dominante, haciendo énkasis, on esa dilerencia.” Los que ponen en circulacién un conjunte de verdades que desaffan las ercencias ortadosas, pero no las sustite yen, crean una situacién que de algana manera corresponde a kt defnicion técnica de la paradoja, Sin embargo, la historia del feminismo no es simplemente wna historia de mujeres opositoras que expresan opiniones discrepan: tes, Ytampoco corresponde a la deseripeidn oximordniea de “me jeres que reclai las que me refiero no son estrategias cle oposicidn, sino el propio 1 Los derechos de los hombres". Las paradojas a clemento constitutive del feminismo, La historia det cs la historia de mujeres que sélo tienen pardojas para offece no porque -como atfirmaan los eriticos misdginos su eapacidad de razonamiento sea deficiente 0 su naturaleza Funda ni porque cl feminismo sea una corriente que atin no, hha conseguido plantear bien su work ist6ricamente, el feminismo oeciden feticas discursivas de la politica demoeritica, que han hecho ,, ividalictal y ka masculinidacl su prictica, sino porque al ha siclo constituide por las p equivalentes ta in La palabra presentes en sus diversos usos, Por un lado, el individuo es el pro: individuo es un rdividuo” tiene nificados ambiguos, que estin totipo abstracto de lo humano; por otro lado, e! ser tinico, una persona distinta, nte dle has otras de ka es pecie. La primera detinicié crt utilizada con frecuencia por la teoria politica como ase para Ia afirmacién (hecha en Branca jos) de que jurales y universales (a ta libertad, por fil6sofos dle la Hustracién habi politicos revolucie derechos humanos ¥: propiedad, la felicidad) que daban a los hombres un comin de- echo a los derechos politicas del cindadano, Los fildsofos revo: lucionarios hicieron del individualism abstracto la base retériea de su reptibliea, a pesur de que hisiéricamente las repiblicas ne pan en nociones tan incluyentes.* La segunda delinicién diferentes camo Diderot y estaba presente cuando filésolos ta seat articularan el concepto de un ser tinico y especificaron su unicidad por medio de su diferenciaci6n de otro, Ese otro pro- porcionaba las fronteras de ka existencia del ser, sus cualiciades y caracter ndividuo” de la cas distintivas, como en la ent Encyelopidie. Peclro es un hombre, Pablo es un hombre, pertenecen ala misma especie; sin embargo, se distinguen uno de ‘o1ro por diferencias sunerables. Uno es apuesto, cl ow es feo; uno ex culto, el ovo es ignorante, y cada uno de cellos es ctimoligicamente in individuo porque no ¢s po- sible dividirlo en nuevos suijetos que tengan una existe cia realmente independiente de 6. La combinacin de sus rasgos es tal que, tomados en conjunto, no pod aplicarse mais que a él Esas diferencias no cran categoricas, y precisamente era st inter- minable va acuerdo con esa defini dad lo que distingufa a un individuo de otro. De a, Io. que los seres humanos tenfan en comiin era su individualidad, ra distinta de todas kas a contrast como se el hecho de que eada persona fue de una relacion de awa idualidad. Esa nocién de in- antes coexistia en una relaci6n tensa RELEER LA HISTORIA DEL PEMINISMO 23, politica lel individuo abs teto, que buscaba articular nanos, Kn jake alguna propiedad nis escneial comntin-a todos tos I Drisquecks de unt base comin part realidad, politica era lo que hae Para los tedricos politicos de Ia época de la Revolucién francesa, intolerable ese tipo de diferencia cl individuo abst manidad, Sus derechos cram consideridos naturales porque (cn acto expresaha esa escncia comin a toda ka bur 'sde Condoreet) “derivan de la naturalera del palabras del mang hombre”, definide come “un ser sensible [...] eapaz de tazonar y de tener ideas morales”. Entender todos fos seres humsnos: ‘comio iguales en ese sentido requeria abstract a tos indlividuos de las posiciones sociales dliferenciadoras atvibuidas al nacimiente, igo." Ia Familia, la viqueza, la ocupacién, la propiedad y También signifieaba watarlos come incorpéreos, ignorinde kis como la fisonomia, el color earneteristicas lisicas diferenctador igual de piel y el sexo, Est abstracci6n posibilitaba plantew w dad humana fundamental, un conjunio de raygos universiles, y abria el camino para pensar en fa igualdad politica, social ¢ inel so econdmiea, Si los seres lin 1 fundamentalmente igi 1 ser concebids como un solo individu. EI individuo. les, pod abstract era ese individuo singular.! Pero precisamente porque ert un tipo singular y porque se lo deseribia como posceddar de “cierto conjumto de Guacteristiers y tendencias psicol6gicas invariantes’,” el concept abstract del también podia funcionar para exeluir a los que se com que no posefan los rasgos requerides, A fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, los psicdlogos sensacionalistas deste caban la base fisiolégiea dle In cognicién, y eso phunteaba el pro- Dlema de ta diferencia."" Si se consideraba que los Grganos del la fuente de todas las impresiones y experiencias, entonces fa pic] en algunos casos y los érganos reproductives en otros pasaban a ser delimitattores de ka capacidad humana. Los psiedlogos utilizaban esis diferencias onginicas pa ss de su centve los que representaban al individuo a su integridad moral (los hombres blancos) y aquellos (otros: las mujeres, ¢ inicialmente también Los negros) cuyas Tannadas “tens de ese prototipe. dencias naturale fan estar aka al es imped 26 LAS MUJERES ¥ LOS DERECHOS DE. HOMIRE (tratando de derrotar a los britinicos en el Ca esclavitud y otorgaron ka be) abolieront la iudadania a los ex exclavos. (Los hom- bres de color libres habian obtenido todos los derechos en 1792.) Al proclamarse la emancipacién, tos dos dipmtados de color de ki Asamblea fueron hasta la tribuna y alli abrazaron al presidente y recibieron un beso presidencial. A cont Pierre-Joseph Cambon (que ader Seguridad Piblica) se divigié a los presentes: vis cra miembro del Comité de Una ciudadana [ciloyerne| de color que asiste regula inte a las sesiones de la Gonvencién sintis ana alegrian tian grande al vernos dar fa libertad a todos sus her Exijo que el hecho ¥y que esa ciudadana sea admiti- que se ha desmayado, (Apkasos.) da lasesidn y reeiba por lo menos ese reconocimiento por sus virtudes civieas.! Se permii resto de i6 a la mujer sentarse cerea del presidente durante el sesiGn y, al ocupar stt I lose los ojos Ile: uid en 10s dle kigrimas, fue saludada con vitores y aplausos. La "vi le la mujer consistié en expresar su gratitud hacia los te- gisladores, que habian actuado por ella al permitir que hombres de su raza la representaran, No es castial que Cambon haya elegi- do ese momento de sclusidn fraternal para hacer de wna mujer gros a las filas ce ciudadania. La diferencia entre los hombres y las m para ervadicar las diferencias de color de piel y de raza entre los hombres. De esa n ra Cl signo del ingreso de los hombres era y Cn esas circunstancias, se estableeis Ta universalidad del individuo abstracto como una masculinidad Como ver mos cn los eapitulos que sigue la ciudadania con el La combinacion de nero fue un tema persiste n importante las con Frecwen ic en el discurso jemplo, porque a por los revol S que es ka conciencia de o el deseo de poscer un és. Rousseau ofrece politico fra sus for es fueron utiliza cionarios franceses posierion la diferencia sexual, expe objeto amado, lo que distingufa a los hombres como él de los “sak viajes", Ese deseo cra ki base no silo delamor gent entre el hone no de los celos y ka discordia politic gui su deseo, sostenia Ronsseatt, bre yla mujer, hombres. Estos tienen que perse mientras que kas mujeres deben contener 0 social” ¥ Rotesseau esti lejos de ser el ince nile: Durkheitn interés de la armon jemplo. Mas de an siglo despucs, ef sociéloge F lo que él consider J egoisne moral escribiendo en conta de we Tos kazes de sumistn 0, insiste en q del individuo roussea dabvian Meggaclo a sustiteir formas mits primi: : 10, Su modelo de amistid vas y caleutadas cle intercambio hin porque se bast en una atraccion de cera la “sociedad conyugal diferencias fundamentales, $i kis rekiciones sociales dependicran de ka semejanza, decia, no funcionariam: ilo a unidn es resultado de ke semejanza de des uacidin, Lats dos repre ines, consiste en unt agh {clones se hacen solidarias porque, siend inuistin= I. Porel J se comfianclen y passin a ser tuna sot | 1 ef case de fa division del mabajo, estit Fue contatio, en rael uno del otro yse vinculan sélo porque son distintes Nios scintimientos ni las rekiciones sociales que deriva de esos sentimientes son kas mismas en Tos dos sos." EL ipo de atraccién por ta diferencia que Durkheim quevit nica” tenia sw mejor ejemplo. presentar como *solidaridad ory en la heterosextialidad, en a que ne puede haber ental, “Preeisamente porque ol sein problema de simnilitud funda hombre y la mujer son difer ‘ asaba en el hecho de que sus difercn pans = Esa reciprocamente para sw matuo disfrute™ it diferencia restaba toda importancia atraccidn apasionada por h ~pero no perturbaba- at las diferencias leygalment de porter. El “retire de las mujeres de la politica”, que Durkheiny cra parte del nuevo sistema ania sequin 14 un siqno ce civilizacion, a en que fa cine considerab de divisién del trabajo. En la me rimando con la individualidad, se consideraba prerrogativa de los hombres, 28 LAS MUJERES ¥ 108 DERECHOS DEI, HOMBRE Acerca de la indiv ialictad, no puede haber contraste mas mar cadlo que el que presenta el crimindlogo italiano Cesare Lombro- odas so, ampliamente leido en sancia durante la III Repiiblica: las mujeres caen dentro dle la hombre es isma categorfa, mientras que cada ynomia dle las prim igundlos es 1 indlividuo por sf mismo; la f ras se conforma a un estindar gencralizado; la de los s {inica en todos los casos Las variaciones hist6ricas sobre estos te . que se exami cn los proximoy eapitulos, son de vital importancia, porque sur- gen de episte Gricamente distintas que wologias especificas ¢ hi cambiaron los significados del término “individuo". Definicto en origen en oposicién a los privilegios sociales y legales del feuck lismo, en 1789 el concepto de indlividuo sirvié ps mar qui fines del siglo 10, no en oposici6n a lo laban todos los hombres eran iguales ante la ley. Haci XIX, algunos tedricos dei social ala sociedad, sino como su producto. Otros lo postu en contraposicidn a la multitud, q) sabia sido creadla por ka de mocracia de masas. Para los criticos de la elemocracia de masas, it racionalidad, Ja independencia y la autonomia eran atributos de 1 inteligencia y par educacién supe res; no eran prerrequisitos ja ciudadania ni productos de ella, Sin embargo, hacia 1944, ancia, la base comiin de Ia individuilidad, asi como de lt ciudadan‘a, era la masculinidad, Habia, pues, un tema persis widlente, en los intentos de re- formultar las ideas acerca de la individualidad y ta ciudadania: e in 4 cera ala ver abstracto y concreto; la diferencia con la muj ncién reproductiva) findamentaba al :ismo tiempo su tipicidad y as fronteras de su individualidad. Esta Gltima no solo era una presrogativa masculina, sino que ademas dletinida racial sobre sus semejau ido universal que ejercia los derechos politicos «el “hombre (ya fue- ra cuestion de deseo o de f nie. La superioridad del hombre occidental lualidad alean- abajo, (cs “salvajes” residfa en wna indivi zada y expresada a través de la divisién social y afeetiva del formalizadas en la institucién del matrimonio mondgamo. Cada vez que fil6sof0s y politicos proponfan la “diferencia sexual como explicaci6n de los limites que ponian a la universalidad de RELEDKE LA HISTORIA DEL EAHINISMO 4) los derechos individu fa el feminisme para sehalar fas inconsistencias. La palabra “mentira del siglo XIX, cuando las feministas denuncian a la Revolucion y aa las reptiblicas [, I III por traicionar los prineipios umiversales de libert les ha cindadania. ¥ les, apare resuena del principio al fi I, igualdad y fr Tas inconsistencias, sino que trataban de lividus se corregirlas demostrando que ss de su tiempo, Incluso kr ley lo habia reconocide, apuntaban, en varios puntos del derecho civil, Pero no podian a sexu J problema de su presunta diferc cvitar -ni resolve! Las feministas sostenian, al mismo tiempo, la 3 evancia de su sexo, la identidiad de todos los individos y ka dite jeres. Se neggaban a ser mujeres en tos términos que la sociedad dictabat y, a la vez, hi laban en nombre cle esis mujeres." Asi, los argumentos feminists penetrare igitedades del concepto republicano de individu (1 finicién universal yu encarnacidin masealina). De hecho, cin mujeres que: “S6le a y la inventiva de tas Feministasincividrles, la face cin histiriea desu vor colectiva resid an ron Tas am! de agencia’ de las feministas consistia precisamente en eso: an paradojas pant ofrecer” La valent subversiva y ta signifi iden en el espect presenta, Porque ka iclentificacion y la exhibicion de inconsisten: uilo perurhador que la paradois y ainbigivedades -de autocontralicciones- dentro de niega denodadamente su existencia son ciertamne nadoras, Los sistem: todoxia qu desestabi a veces incluso transfo ideoldgico-politicos como el republicanismo fr yando la idea de que la coherencia es un requisito de la organ ‘zacién social y, después, afirmmando que cumplen con el requisito wloras nes eperan Apor de coherencia, Para hacerlo, niegan o reprimen cualquier contr dicci6n, parcialidad 0 incoherencia interna. Asi, la produccié de la “diferencia sexual” five wn: le aleanzar fa exclusion seven icine la = En inglés, genes. que se wiliza para efi accion defor actors, ys pape 6 prsagenis ‘etivon en lox process histricos, en el mance de eo [NdeT] OLAS MUJERES ¥ LOS DERECHOS DEL HOMRE de las mujeres ~que de otra modo habria sido inconsistente- de las categorias de individuo y de ciudadano. Después de todo, pr mero los revolucionarios y después los republics do su gobierno en ka idea de que todos los indi (cualesquiers que fuesen sus diferencias) estaban igualmente (y aturalmente) dotados de derechos, Las feministas aceptaban Ia insistencia republicana ¢ sidadl de coherencia y, preeisamente porqe compartéan ese con promiso con la coherencia, sugerian que ef sistema no cumplia con sus propias vegas, Al desaliar y dentnciar por hipderita e in- coherente a un republieanismo que enunciaba principios univer salistas y excluia a kas mujeres «lel pleno ejercicio de los derechos politicos, pero también al encamnar en si mismas la dificultad de resolver las inconsistencias, [as feministas mostrabin de manera Hagrante las lineas de falla reprimidas de su sistema ideoldgico politico, y asi abrian interrogantes sobre ef diseiio original del tema y la necesidad de repensarlo, Esa erty es kt fuerza y el peligro del feminismo, la razdn de que provoc y desprecio.* Las estrategias feministas demostraron una capacidad casi so- brenatural para cescubrir y explotar las ambig conceptos fundacionales de ta filosofia, la politica y el sentido comin, Esa capacidad, desde luego, no era nada sobrenate sino cl resultado de estar ubicadas discursivamente en un co tradiccidn y como una conuadiccién, Las feministas enfrentaron Jos supuestos findacionales de sus respectivas épocas en forma sumamente inquictante: no en su aspecto de certezas mortles O cientificas, sino como intentos ambiguos y discutibles de imponer orden a la organizacién soctal humana, ‘on cl nexo «1 tre esos conceptos y su lucha por los derechos politicos, destacan- do las implicaciones contrarias en el uso comin y hi los desseuerdlos sobre su significado trabajaran af {Las Feministas se negaron a aceptar la n de I negacién de sus derechos euando incluso 1 ntificos habia dudas acerea de cémo interpretar el mundo, natural: gsu significado cra transparent estaba siempre sujeto a la imperfecta interpretacién humana? Y si para la cieneia ta ex- FLEE 1A HISTORIA DEL FERTINISMIO 31 plicacidn, en el mejor de los casos, no eva eoncluyente, zpor qué suponer que el género era karelave: de todas las diferencias Fisieas? VIII, Olympe de Gouyes tome la incertidu fines det siglo bre de sus contemporsinicos sobre fa Faculte bran de Fa imnagic cle las Himitaciones nacién comer ana ficencia para pensar mis de la politica revolucionaria y sostencr ~en términos de debates de fa Mustracii que pose sobre ka relacidn entre kv razdny fn magn Ja capacidad (requis de tos cindadanos) de si misma, Env 1848, Jeane Deroiny encantrd en las representarse ambigiiedades de ka idea vonnintica det anelrdgino wn argimento ediadl y atttonomia sabsolita de Tos sexes para Ia complement i Hubertine Auctert accepts ka importancia de “To social” tal cone lo definian los politicos de It HI Repalica y despues detendio Jos derechos de las mujeres cn iGrminos del derecho de “To se. cial” 4 ser sujeto, antes que objeto, de lt politica gubernamental Madeleine Pelletier, alredledlor cle 1900, abravz6 cl incividuiatisie rrudical y recoygié ste reclamo de trascender kas eategorias homoge neizudoras de la representacidn social. Incluyé el gener e1 ‘categorfas que megaban kx anicidad de tos indlividuos y exhorté a Jas mujeres a rechazar las representaciones Femeninas com el fin dle aleanvzar la igualdad, Ninguna de esas estvatogiae layed un éxito completa, no slo porque no consiguicron el voto, sino tambien porque tocks te hin sus propiay inconsistencias intemas, Env cada caso, suUneque cen diferentes formas, fa necesidad dle hablar de “les mujeres” prer ducia ka “diferencia sexta”, asi socavaba el imento dle dectararts invelevante a los fi ‘Como lo indican estos ejemplos (y como claborarenios cn de 1s politicos, alle en los capitulos que siguen), las feministas format rechamos de derechos en términos de cpistemologias muy di lo, yo rentes, y sus argumentaciones dcben ser leidas de ese como evidencia de una continua conciencia de kt Mujer 6 kt expe ricneia de las mujeres, La idea de un patron de paradajas repetide 1 de intemporalidael, pero los conceptos que Tas sus raices en st tiempo y. por tiltine, conileva un Feministas usabam ter sélo pueden ser comprendidos en st especificidad. Lit historia aan en los explica no sélo la variedad de posiciones que se ene 32 LAS MUJERES ¥ 10S DERECHOS DRL HOMBRE escritos feministas, sino también las diferentes bir la identidad social e individual de la “mujer”. J ismoy en sobre una madre amorosa y espiritualmente pura, ne Dero cl sociallismo ut6pico, ex que, como la Virgen Maria, Hevaba en sila redencion del m Hubert clo. Auelert a a Las alt do Tos es ndaves de la {11 Repiib as del racionalismo cientifico y secular, A co- 208 del siglo XX, Madeleine Pelletier utilizé las nu jhanzas psicolégicas para refitar la idea dle kas ci naturales. Definié la femineidad como “sexo psicolégico” y consi- ders que era ta causa de Ta subordinacién de las mujeres, Segdin su punto de vista, las mujeres sabidlo “Viviliza ancipadas, as que habfan La difere entre esas mujeres no reside en lo que cacka una destacaba sino, mucho mas profundamente, en a identidad mis ma de cada una como feminista y de kas mujeres cuyos derechos defendian. de su repres sujeto del feminismo no fie constante; los términos nua n cambiaron, y en esos cambios encontsamos no sélo la historia de las mujeres, sino también historias de 1 filo sofia, itiea, la psicologia v la po historia del feminism puede entendere como la intericein un patron de exelusién repetitive y una cambiante artic sujetos. Los términos de exclusion producen repetidamente ka “diferencia sexual” como una fronte yfija entre lo pol tante y lo representaclo, 0 lo Gnome y lo dependiente. Pero los términos de exclusién tan bign son co ylo doméstico, o lo au orvepres viables y contradictorios, se basan en cpistemologtas | diferentes, y esa variabilidad y contradiccién dan como resultado concepciones fundamentalmente diferentes de las “mujeres” eu t yos derechos se reivindican. La repetida exclusi6n de las m to sentido de comunidad ent Ia ves de la politica generaba cier- siones de quiénes era fie confundida en ocasiones con una visién compartida del sign ficaclo de ser mujer n consecuencia, las historias del fen areadlos desacuerdos sobre ees si bien han prestado atenci tiones de estrategia y de kietiea, « menudo han paside por alto fas ‘anjer” y “Teminista®, dance, por jas en los conceptos de sentado ttn significado evidente ¢ invariable para esos trmines, Siguiendo las hue en los Ltérminos “mayer” y “feminista” a través de un examen eniddadoso las de Denise Riley, quiere inc de los diferentes modes en que han side usados histori te? Pr tas que re clanaron derechos politicos —espeetl inujer cllo, me he concentrado en ct en diferentes contestos revolucionttivs © republieanos, momentos de revolucisn o de waustormacisn constitucio: la enestisn de Jos derechos politicos estuvo mas expuest 1 la discusi6n, y fue bajo los gobicrnos republicanos cuando se pudo reclamar la extension y universalidad del sulzagio. Olympe de Gouges esigid que las mujeres fucran cindacanas igual que los nte Ta Revolucidn f Deroin desalié vest Je :imdose como candidlata hombres div Ja Constitucidn de la I Reptiblica prese aun cargo legislative en ka lista demaécratesocialista en 1819: He bertine Auclert fue fa primera en reclamara ka HI Reptibliea que cumpliera st promesa de conceder los derechos a lay mujeres: ¥ Madelei para la emancipacis ins cl aborta como un derecho “absoluto” de dominio del propio \¢ Pelletier hizo del voto la pied angular de wn plan ccpublicana cle kismujeres, que inclu ade: cucrpo2 Ninguna de esis mujeres era una filésofa profesional, ¥ sus ni- veles de edlucacién erat variados, Todas eran activistas potitieas y escritoras que hablahan ef tenguaje popular ¢ improvisaban es trategias (a ws VECES C Feministas) para impulsar sus reckamos cle derechos. Lo intere sante es ¢6mo los formularon y en nombre de quién, asi como las formas en que fueron construidas como sujetos feminists y las diferencias entre sus dlisensos univer .concretamente el discurso del dualismo abstracto y del deber y el derecho social, les permitievon concebirse a sf mismas como agentes politicos. a pesar de q mismos discursos negaban la agencia politica de las mujeres. ¥ lo ins Hamativo es la especilicidad histérica de la agencia feminist 34. LAS MUJERES Y 108 DERECHOS DEL. HOMBRE ya incomparabilidad de las filosofias bajo fa simititud formal de la paradoja. Investigar estos temas requiere el tipo de lectura minue detallada que se concentya en los individuos, por idiosincr sean. Precisamente porque esis cuatro mu picas algunas tenian una posicién decididamente minor el espectro de la politic isia~ ni dinicas ~sus opiniones con frecuencia se superponian o intersceaban kas de otras feministas de su tiempo-, investigarlas en profundidad ~sus ideas, sus ret ‘as € invectivas, sw ironia y lo escandaloso dle sus acciones- puede ayudarnos a comprender los div as politicos y filos6- ficos historicamente relacionados con la reclamacién de derechos politicos por parte de las feministas. Quienes busquen una narrativa biogrifica eon mexos causales centre experiencia personal y acci6n individual, no la encontrarain cen este libro. Las experiencias de vida personales de esas mujeres sus relaciones con sus padres © maestros 0 amantes 0 hijos~ no ofrecen explicaciones sulicientes dle la politiea feminista. La bio- grafia tiende a enfocar demasiado estrechamente las circunstan- Gias de los individuos, reduciendo los pensamientos y las acciones a las historias de vida personales, dejando de lado las complejas ninaciones de lenguaje (lox medios sociales/eulturales por les los sujetos se constituyeron). Ademis, el enfoque bio- grifico refuerza la idea de que la agencia es una expresion de la voluntad individual auténoma, antes que el efecto de un proce- s0 histéricamente definido que forma a los sujetos. La idea de J agencia como expresion dle la voluntad individual no es una deseripcidn de ta naturaleza humana (aunque con frecuencia se presenta como si lo fuera), sino una coneepeidn especifica en el contexto hist6rico, vinculada en realidad a muchas de las mismas ideas que negaban a las mujeres su individualidad, su autonomia y-sus «lerechos politicos. En lugar de suponer que la agencia surge de una voluntad humana innata, quiero entender ef feminismo en términos de los procesos discursivos -Ias epistemologias, las instituciones y las pricticas~ que producen los sujetos politicos, que hacen posible la agencia (en este caso, de las feministas) in- cluso cuando se la niega © prohibe." RELEER 1. IIISTORIA DEL PEMINISMO 35, No pienso en exis mujeres como heroinas gemplares, De he- cho, pienso en ellas como lugs ulores historieas- 1» Tos que se produjeron enfrentam sitios m ‘ntos politicos y cultura, que ¢s posible examinar con cierto detalle, Lmaginar a pe We su humanidad, sino nis bien reconocer los muchos factores que tun lugar no signitica 1 este €as0 UNL MUje constituyen su agencia, las complejas y mdltiples maneras en que se construyé como actor histérice, Un hilo argumental de este libro es que ba ageneia feminista es paradéjica en su expresion, Est versalistas clel individialismo (com sus teorias dle los derechos y la ‘onstituida por los diseursos uni- diutania), que evocan la “diferencia sestal” para nana la exclusidn de las mujeres. Un sexiinclo arguumento es que kt ageneia fnista tiene una historia; n0 ¢% 0 fijo dle compor fe micntos ni tmpoco un atributo esencial de las mujeres, ans bien cs un efecto de ambigiiedades, inconsisteneias y contradieciones dentro de determinadas epistemologias. Para exponer debicame: 1 del fe te esos argumnentos, tengo que escribir la histon través de la lectura de las paradojas historicament Ios sujetos feministas ¢ realizan y denuncian, Leer en busca de paradojas requicre un tipo de Iectura distinto del que los historiadores acostumbran hae a leer buscando cl choque de posiciones opuestas (las mujeres Estamos habitutados contra los politicos Tit rales, por ejemplo), pero me lay tensiones mo liberal, de conceptos como el de libertad, esferas sepa bilidadles internas (dentro del feminisme, del indivi dlualis rads 0 individuo), de las que esos choques son a la ver sintom y causa. Leer en esa forma tenieamente deconstructiva ne fu ciona cémodamente con Ia 1 lineal ni con ka teleote dado que tiende a soeavar las historias que establecen la verdad 0 Ia inevitabilidadl de determinad la mencién de conflictos y poder dentro de elas. Sin embargo, el resultado vale | lucién que implican la las visiones del mundo, eliminando Jnowir a irveso- wloja, la contradiceidn y ki ambigivedtad, es perder de vista el potencial subversivo del feminismno y de la agencia de las feministas. Pre mente porque enearna fa pare 36 LAS MUJERES ¥ LOS DERECHOS DEL HOMIE, doja, el feminismo ha sido vivializado o relegado a la marginali- dad por quienes buscan proteger las bases de cualquier statu quo que representen.” Esa proteccidn implica negar la contradiceién sn del problema lola invisible y desplazando el 0} pacia 1. Asi, las paradojas Feministas con fr lo sen sido interpretadas como producto de sus propias conlusio nes, y luego esa interpretacién ha pasado a ser la justificacion de a continucién de la exclusion, Repetidamente, los vectamos de una implementacién coherente del principio de igualdad aniver- sal concitaron ka respuesta de que las feministas no eran razona- icusacidn de que eran bles sino peligrosamente incoherentes 1 Shombres femeninos” —una combinacién majeres masculinas nposible— expresaba el sentido de la incoherencia como anor- malidad). Olympe de Gouges fue guillotinada por los jacobinos debido a sus excesos de imaginacidn. Jeanne Deroin fue ridicu lizada por querer poner el mundo patas arriba. A Hubertine Au celert se la comparé con Medusa y sc la considers *afectada por la a; una enfermedad que ka hace ver a los hom locura oka hi bres como sus igwale: década de 1920, Made! 1s como tuna fuente de cesorganizacion moral y, hacia el re cegtin informé Ia policia en 1880." En la ne Pelletier fue considerada por los pro fin de sus dias, fue reeluida en un manicomio. Las paradojas que las feministas planteaban no eran totalmente ereadlas por ellas, y scriamos injustos con Ia historia del feminisn silo ignorisemos. AL escribir la historia del feminismo como si ka cucstidn fuera simplemente clegir la estrategia correcta ~igual- dad o diferencia-, estariamos implicando que una u ota de esas opciones estaba efvctivamente disponible, que el cierre 0 la solucién era y es, en definitiva, aleanzable. Pero Ia historia det feminismo no es una historia de las opciones disponibles o de la cleccién sin constricciones de un plan uitunfador, sino mis bien on repeti- xyes -y algunos hombres~ que lucha uultad radical de resolver los dil 1 sido el éxito obtenido en el logro, Ia histor damente con as que en frentaban (cualquiera que ha de relormas especificas). Una historia del feminismo centrada en esos problemas, que ta atencion a los origenes y @ las operaciones de la parado- pr RELEER 1. HISTORIA DEL, PEMINISMO 37 ja, no sdlo establece fa significacion hist6riea «lel feminismo, sino dle la democracia en Fr jones snnteviores at fallas que se opone a esas histori iquier otro lugar que Wenicas pasajeras de y que toman fa extensién del voto fuera de sts yen excl sistema perfectible, en continua expan y pluralist contextos histéticos necesariamente velativizantes, come an indi cador consistente de la ausencia de desigualdades en ta sociedad. L una critica de ese enfoque convencional de ka histor historia del feminismo que este libro ofvece se plant yde ta ideologia que suseribe. No niego que ef feminism —por lo menos cuando reckimaba derechos para las mujeres haya side product do por el discurso del indisidualismo liberal, ni que dependiers del liberalism para st existencia; no habia alternativa, » todavia no la hay. Lo que pretendo destacar esta naturales fundamental mente irresoluble, aunque cumbiante, de una relacion conflietiva duradera, EL feminismo no fue un sign de las operaciones be- nhignas y progresistas eel indlividualismo liberal, sino mais bien wn sintoma de sus contradieciones constitutivas. Esas contrudicciones pueden haber sido despkavacas a ours esferas por reformas como, cl yoto, pero no desaparecicron, y por est rizin tumpoce desaps- recié el Feminismo. Hist6ricamente, cl feminisme ha sido una prietica critica com- pleja, cle modo que st historia no tiene por qué serlo menos. Eat realidad, es por esa priictien evitica que la historia del enti pas a ser parte del proyecto sobre el cual exeribe; es en si misma historia feminista,

También podría gustarte