Desde que los antecedentes por mis gustos musicales nacieron justo antes que yo, por
allá en el año 1950 (con la historia que mi abuela Luisa Enríquez inicia y todos los
demás familiares continúan), en donde los cantautores dependían de cada época y
situación como: Jorge Velosa, Los pamperos, Los relicarios, Dario Gomez y Kaoma,
hasta llegar a conocer en la compañía de Enríquez y a un televisor análogo la
transmisión de “La trilogía de las Marías” en donde la protagonista era nada más y
nada menos que la actriz y cantante: Thalía, (como bien se sabe) mi vida cambió.
Y antes de continuar con este relato producto de la materia que estoy cursando en
tercer semestre de Comunicación Social y Periodismo, llamada: Música e Identidad
Cultural y también diría que de todo el conocimiento que he adquirido; quisiera destacar
algunos de los planteamiento que Peter Wade 1, hace con respecto a la “Identidad” , y
es que, define tal concepto como una idea y sensación de seguir siendo lo mismo a
través del tiempo, pero sobre todo que la misma “se establece a partir de la diferencia;
es decir el contraste con otra cosa”, considero que eso es lo que nos hace valiosos, ya
sea de manera individual o colectiva.
Lo anterior tiene relación con otro de los conceptos que se han abarcado a lo largo del
curso, como el de “Cultura” que si bien no me dejaría mentir Gilberto Jiménez; ambos
van estrechamente relacionados, puesto que para él es vista como “La organización
social del sentido, interiorizado de modo relativamente estable por los sujetos en forma
de esquemas o de representaciones compartidas” 2. Todo esto con el propósito de
mostrar cuál es mi identidad musical, la que logre interiorizar a medida de mi evolución
y cómo he logrado sintetizarla. Cabe destacar también que para mí la música es un
motor fundamental en los distintos roles que ejerzo ya sea como: hijo, universitario,
joven y en últimas como ser humano.
2 La cultura como identidad y la identidad como cultura. Gilberto Giménez instituto de Investigaciones
Sociales de la UNAM. Pág. 5.
Puesto que Thalía, es una de las principales exponentes del “Pop Latino”, género que
históricamente surge de la confluencia de estilos tradicionales latinos como el bolero, la
balada y otros con la música pop procedente de los países anglosajones en los años
50 y 60 del siglo XX. Considerándola hoy por hoy como “La Reina del Pop Latino” con
más de 40 millones de álbumes vendidos. Ver presentación:
https://www.youtube.com/watch?v=h-YpvGlEpoM.
Me permito ahora afirmar, que soy parte de: “LOS THALIFANS”, teniendo en cuenta
que para la misma artista FANS, significa: "Familia. Amigos. Niños. Soñadores” 3 , y sí,
efectivamente eso somos. A manera de comentario quisiera aclarar que a mí 18 años
ya he pasado por todas las etapas 4 de la adolescencia en torno a la música e identidad,
que inscribe Ángel Ruiz Rodríguez, y que son de la autoría de Swanwick 5, las cuales
giran en torno a un proceso de reflexión profunda sobre los gustos musicales con los
cuales un joven puede definirse.
Y considero que gracias a la historia que tengo con dicho género puedo seguir la
corriente de una de las conclusiones que hace Juan Rogelio Ramírez Paredes 6: “La
preferencia musical se ha convertido, así, en el fundamento productor de algunas
identidades sociales que han trascendido la moda y lo transitorio”, haciendo cuentas
llevo 14 años y no me he trasladado hacia otro género. Pero, eso no quiere decir que
no escucho otra cosa que no sea solo Pop Latino, es más soy de los que me disfruto
una salsa, o, canta una canción de rock en español a todo pulmón, baila electrónica
como si estuviese drogado, y también de los que bailan un “Mapalé” como si su cuerpo
se fuera estrangular.
En efecto, puedo disfrutar por un momento dicha variedad musical, pero guardo
respeto a lo que siento; me identifica. Por tal razón los criterios que he utilizado para
argumentar que el Pop Latino haya sido mi mejor elección, y en especial: Thalía, son:
La versatilidad de la voz y los ritmos, no quiero sonar como si fuese un experto en
música (porque no lo soy), no obstante infiero que en este aspecto, puede reflejarse la
calidad del artista en cuanto a sus composiciones, en el hecho de que su aparición
rítmica no sea monótona que más bien sorprenda y que integre nuevas formas de crear
y producir ritmos que favorezcan y le den más poder al género, puesto que existen
Por último, ya desde un enfoque muy personal, considero que el uso de los
instrumentos de forma manual y no sintética o digitalizada, debe ser sumamente
importante, pues desde mi rol de clarinetista, valoro que se le dé un lugar a los músicos
de forma natural en cualquier género musical, creo que por eso en la actualidad, a
pesar de que a Thalía la combinación del género urbano le ha llegado como anillo al
dedo (por que ha logrado catapultar grandes éxitos), ella se ha mantenido fiel con la
idea de presentar sonidos naturales, en un género que como muchos lo saben; no tiene
tanta ciencia, y eso de alguna forma es una ganancia tanto para el latín pop como para
lo urbano.
Sin embargo, es más que una obligación mencionar que soy “Nariñense” y también
“colombiano”, podría decir que estas etiquetas hacen parte de mi identidad en cuanto a
mi origen y que guardan estrecha relación con el folklore que allí se vislumbra. Para
esto es fundamental entender el concepto de “folklore, como el saber popular, esto es,
el resumen de los conocimientos del pueblo. Lo que el pueblo "cree, piensa, dice y
hace”. (Guillermo Abadía)7.
Lo anterior hace que se puedan inscribir en este relato temáticas que giran en torno a
dicho concepto con relación a la musicalidad desde la región expuesta, como los
antecedentes históricos que nos hacen recordar que en esta zona del país (Nariño),
según los planteamientos de Marulanda: su fisonomía se elaboró a partir del mestizaje
entre el blanco y el indio y que “el mestizo”, presenta una idiosincrasia más cercana al
ancestro aborigen que a las herencias típicamente españolas. En adición, un estudio
genético del Ulster Institute for Social Research encontró que la composición genética
de Nariño es 44 % amerindia, 38 % europea y 18 % africana 8. Dichos datos corroboran
El papel que cumple este tipo de música folclórica dentro de mi identidad, es sin duda
alguna el cimiento del poder sentirme tan orgulloso de lo que soy y de mis raíces, ya
que si hay algo valioso que tienen los nariñenses es que a donde quiera que vayan
siempre van a relucir su bandera. Lo que me han enseñado las prácticas musicales de
mi región es el de valorar cada detalle, cada acto y cada cosa que haga como si fuera
lo más maravilloso que puedan ver los demás de mí.
Y para representar lo que he dicho pondré un ejemplo: Cuando se está bailando una
guaneña, las mujeres orgullosas toman sus ruanas y las ventilan hacía todos los lados,
mientras los hombres con su poncho y sombrero de paño, entre coqueteos demuestran
todo el amor que le podrían dar a su pareja, eso sí, pueden ir acompañados de
accesorios como: macetas de barro, cuadros religiosos, cuyes y machetes. Es una
muestra inmensa de humildad y de apropiación por lo que tienen y de nunca sentirse
avergonzados por su cultura e historia (digo esto porque he vivido en carne propia
como por ser Nariñense, me han lanzado comentarios estigmatizadores que tienen que
ver con mi cultura y con mi conocimiento, tildándolos de “brutos” pero se equivocan
porque de eso sí no tenemos nada). Siguiendo con tal tónica, aunque Thalía, no canta
específicamente bambucos sureños, ni es nariñense, mucho menos colombiana, ha
cautivado mi oído con sus letras que tienen un sentido de apropiación por su tierra,
mostrando y gritando a los cuatro vientos de donde viene con canciones como: Amor a
Claro está, todo tiene su historia (como lo he aprendido), y por eso no hay que
demeritar el hecho de que en los instrumentos de percusión que la artista utiliza,
pertenecientes al grupo de los tambores, tienen un origen, pues Martha Lucía
Barriga10empieza por considerar los estudios investigativos de Fernando Ortiz, quien
menciona que estos instrumentos son históricamente africanos. Sin embargo, también
se tiene en cuenta la postura de otros investigadores que plantean que el origen de
dichos instrumentos se remonta en Egipto, ya que, en su legado histórico, por ejemplo,
en las esculturas se plasman: tambores en varias escenas de bailes callejeros, y en
militares que van a la guerra, por lo que se podría inferir que ambos lugares guardan
una relación estrecha en cuanto al génesis del tambor.
Finalmente, he develado cómo un tipo de música que para cualquiera puede ser normal
(como para mí lo es la salsa o el rock) dentro de mi cosmovisión La Reina Del Pop
latino; la mujer de 47 años que ha entregado 35 de ellos a la música, la que día a día
se reinventa, la “cantante plástica” que ha sido capaz de recrear dos discos grabados
completamente en vivo (Primera Fila y Habítame siempre), la que ha ganado cientos de
premios; entre esos discos de oro y platino, reconocimiento a la excelencia, premios los
nuestro, premios juventud, Billboard Latin Music Awards y Latín Grammy por sus
álbum “Arrasando” en el 2000, la que ha sido resiliente a su enfermedad de Lyme y
como muestra de superación regresó a lo suyo: a cantar y componer, puedo
interpretarla como “La razón de mi identidad músical”. Y cada vez más me sorprende
por sus acercamientos a mi país, haciendo colaboraciones junto a grandes exponentes
como: Carlos Vives11, Fonseca, Silvestre Dangond, y hasta con Maluma, ella es mi
10 En su texto La historia del tambor africano y su legado en el mundo.
11 Escuchar: “Todo me gusta” Carlos Vives ft Thalía. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?
v=WA5lK6KyR-Q.
todo, es la que razón por la que con orgullo digo: ¡Soy Thalifan!, así como también
podría decir que: ¡Soy de Nariño!, ¡Soy Colombiano! y ¡Soy Latino!.
BIBLIOGRAFÍA.