Está en la página 1de 2

Oración de san Padre Pío de Pietrelcina:

“Quédate, Señor, conmigo”

Quédate, Señor, conmigo, recuperar mis fuerzas para no


porque es necesaria tu presencia demorarme en el camino, y para ello
para no olvidarte. Sabes cuán te necesito. Ya es tarde y la muerte
fácilmente te abandono. se acerca. Temo la oscuridad, las
Quédate, Señor, conmigo, pues soy tentaciones, la aridez, la cruz, los
débil y necesito tu fuerza para no sufrimientos – y te necesito mucho,
caer muchas veces. Jesús mío, en esta noche de exilio.
Quédate, Señor, conmigo, Quédate, Jesús, conmigo,
porque eres mi luz y sin ti estoy en porque en esta noche de la vida, de
tinieblas. peligros, necesito de ti. Haz que,
como tus discípulos, te reconozca en
Quédate, Señor, conmigo,
la fracción del pan; que la comunión
porque eres mi vida y sin ti pierdo el
eucarística sea la luz que disipe las
fervor.
tinieblas, la fuerza que me sustenta y
Quédate, Señor, conmigo, para la única alegría de mi corazón.
darme a conocer tu voluntad.
Quédate, Señor, conmigo,
Quédate, Señor, conmigo, para porque en la hora de la muerte
que oiga tu voz y te siga quiero estar unido a ti; si no por la
comunión, al menos por la gracia y
Quédate, Señor, conmigo, pues por el amor.
deseo amarte mucho y estar siempre
en tu compañía. Quédate, Jesús, conmigo; no
pido consuelos divinos porque no
Quédate, Señor, conmigo, si los merezco, sino el don de tu
quieres que te sea fiel. presencia, ¡ah, sí, te lo pido!
Quédate, Señor, conmigo, Quédate, Señor, conmigo; sólo a
porque por más pobre que sea mi ti te busco; tu amor, tu gracia, tu
alma, desea ser para ti un lugar de voluntad, tu corazón, tu espíritu,
consuelo y un nido de amor. porque te amo y no pido otra
Quédate, Jesús, conmigo, pues recompensa sino amarte más. Con
es tarde y el día se acaba… La vida un amor firme, práctico, amarte de
pasa; la muerte, el juicio, la todo corazón en la tierra para
eternidad se acercan y es necesario seguirte amando perfectamente por
toda la eternidad.

También podría gustarte