Está en la página 1de 4

Escribo estás palabras con el afán de liberar un poco de tensión después de lo ocurrido, y lo no ocurrido

entre tu y yo. No sé si me recuerdes, no sé si aún ocupo un lugar en tu memoria o en tu mente. Seguro


que no, ¿Quién osaría tener ese tipo de recuerdos en su cabeza, y que dichos le atormenten y le hagan
daño después de todo? En fin, si aún me recuerdas, gracias por ello (creo), puesto que no es necesario
que lo hicieras, aunque admito que es difícil olvidar a las personas que nos emocionaron, ilusionaron y
marcaron su paso en el corazón y alma de uno ¿No es así?

¿A dónde quiero llegar? Espero poder explicarme un poco, tal vez lo mejor es describir mis
descubrimientos sobre mi mismo y sobre lo que me ocurrió en los pasados años. Antes que otra cosa,
espero no me juzgues mal por el hecho de que pareciera que echo la culpa de mis incomodidades,
desgracias y errores a alguien más, puesto que si estos factores exógenos y ajenos al control de la
voluntad y poder de uno mismo afectan y alteran el equilibrio propio, no es menos cierto que uno
mismo es capaz de enmendar y solucionar estos defectos por cuenta propia, además de que uno mismo
tiene la capacidad de contrarrestar dichas anomalías cuando ocurren y comienzan a alterar y generar
cambios adversos en la conciencia y corazón de la persona ¿O acaso me equivoco?

Bien, pues ésto fue lo que me ocurrió, y no fuí capaz de identificar lo que estaba mal conmigo después
de tantas presiones, toxicidades, heridas, anomalías, culpas, remordimientos y demás cosas que me
afectaron y me envenenaron gradual y lentamente con el pasar del tiempo; descubrí que el ambiente
doméstico con mis tías era más nocivo de lo que esperaba, y me di cuenta de ello demasiado tarde,
cuando entré en razón y me había vuelto como ellas, en su manera de ser y actuar con los demás, sin
contar con la incomodidad y, tal vez, repudio que les generara mi presencia en su casa, muy a pesar de
las pocas molestias que les generase mi estancia, más allá de que dicho servicio se les retribuyera y que
muchas de mis responsabilidades personales corrieran por mi cuenta, con lo cuál, yo no tenía problema
alguno, puesto que buscaba que mi estancia no generase una carga o una incomodidad para ellas (lo sé,
no vale la pena mencionarlo, puesto que es algo que debería ser así, en fin, no doy más vuelta al asunto.
El punto al que quiero llegar, es que las críticas, quejas, desprecios y demás muestras constantes y
nocivas hacía mi persona y a mis actos, comenzaron a afectarme más allá de lo que esperaba, sobre
todo, cuando empecé a desarrollar insensibilidad ante dichas palabras, y volverme una extensión de esa
negatividad y maltrato que no parecía ser tan tóxico como yo esperaba. Y desafortunadamente, dicha
prolongación que era (y sigo siendo de alguna forma), se extendió a mis otras relaciones interpersonales
y a mi desempeño académico, intelectual, así como a mi estabilidad anímica y emocional, mismas
afecciones que tuvieron repercusiones en cada persona que conocí. En fin, ya me di cuenta de ello,
tarde, pero me dí cuenta.

También, hay otro issue más que desarrollé, y esa fue la nostalgia. Esa nostalgia que en inglés se
denomina “homesick” y que (creo yo) no tiene una traducción literal al español. Cómo sea, no es menos
cierto que te platiqué muchas veces sobre cómo fuí y sigo siendo un nómada, una persona que viaja y se
mueve constantemente, y que le es difícil arraigarse a la tierra y a las limitaciones del sedentarismo
(todo eso expresado en grandes comillas, y expresado en un sentido muy figurado de su definición);
creo que muchas veces te hablé de como era fácil para mí cambiar de rumbo y sede de mis locuras, sin
sentir remordimiento alguno, sin embargo la aseveración no era del todo correcta, porque si bien no
desarrollé un arraigo y nostalgia por mi tierra y mi pasado, si me sentía solo en una ciudad nueva y de
algún modo extraña para mí, porque el problema no es que estuviese lejos de la paz y tranquilidad de
Hidalgo, sino que me sentía despegado de mi familia y de los míos, que son el arraigo más fuerte y más
sensible que tengo; podré vagar eternamente y nunca establecerme en cualquier lado de manera
temporal, pero no es lo mismo migrar y viajar constantemente junto con la tribu, el clan o la familia,
puesto que en mi caso, siempre lo han estado y me generó un conflicto interno y silencioso no tenerlos
a mi lado, y dentro de mi surgió la necesidad de blindarme y fortalecerme ante ello. Lo cual fue un grave
error puesto que generé dentro de mí un falso sentido de fortaleza, una arrogancia infinita y un vacío
interno que absorbió todas mis energías y ánimos en un esfuerzo inútil e irrelevante de autoengañarme
sobre mi situación, situación que no me dí cuenta a tiempo de que padecía y me afectaba en demasía en
muchos aspectos de mi vida.

¿Cómo afecto todo esto a mi vida? En resumidas cuentas, con un bajo estado de ánimo, un autosabotaje
constante, y un desinterés por la vida y por lo que tiene que ofrecer para mí, volviendome un ser vacío y
muy despreocupado con la vida. Las constantes prohibiciones, críticas y limitaciones por parte del
ambiente doméstico, pasaron factura y me volví arrogante y desinteresado. Había veces que no podía
organizar mi tiempo con eficacia, y de hacerlo, no completaba mis objetivos, y de hacerlo, los borraba y
los volvía iniciar, puesto que no me sienta satisfecho con los resultados, ni con el esfuerzo invertido ¿Por
qué? Soberbia, menosprecio, desinterés, desánimo y la incapacidad de no ser ni una pizca de
disciplinado o no contar con inspiración, sea como sea, me dejé llevar por todo eso y no terminó muy
bien, he llegado un punto de mi vida en que me siento estancado y sin posiblidad de seguir, muy a pesar
del descanso que pueda tener en casa al vacacionar, que no es suficiente y no me permite recuperarme
como debería (sobre todo por las clases que siguen durante las vacaciones o se me ocurre meter algún
extra y así). En fin, he tomado la resolución de despegarme de todo y todos los relacionados con mi vida
académica y mi normalidad de la CDMX, y dedicarme un tiempo a mi mismo, en autoanalizarme,
reencontrarme, re-conocerme, y sanarme para poder regresar a la vida y a mi rutina con un poco más de
ímpetu, y fuerza. Retemplarme y reconocer mis fallos y demás problemas. He aprendido varias cosas
sobre mis deficiencias, entre ellas que ser un nómada, lo significa ser un alma solitaria y sin vínculos.
También aprendí que la sangre no es un vínculo suficiente para entablar confianza y afecto. Además,
reconozco que en caso de estar ante un ambiente tóxico y adverso, lo mejor es alejarse. Ya descubriré
otras cosas más sobre mí y mis issues y problemas que esté arrastrando aún, ya dí el primer paso y eso
es lo que importa. Ya no hay marcha atrás.

Perfecto. Y te preguntarás: «¿Ésto que tiene que ver conmigo?». Pues mucho para ser sinceros. Dentro
de mis reflexiones, pensamientos y sensaciones, llegué a la conclusión, de que sí iba a realizar esta
expiación y purificación de mi mismo, creo que debía dejar atrás mis culpas y remordimientos, sobre
esas cosas que hice y que no hice y me generan incomodidad por quedar inconclusas y me harían ver
cómo una bestia insensible ante los demás, un desconsiderado hipócrita que se siente con la
superioridad moral para juzgar a todos, sin juzgarse a si mismo. He cometido errores y omisiones desde
mi punto de vista como ser superior, que no eran más que arrogancia y desprecio por la vida y por los
demás, y no me di cuenta que lo mismo sentía por mí, y era una forma de comportarme para con los
demás del mismo modo. Hay muchas cosas que pude hacer de distinta manera, y bajo otro enfoque y no
lo hice, bajo el pretexto de ser mejor que los demás, cuando en verdad no lo era.
Dejándome de rodeos, la verdad aún me siento culpable por lo que pasó entre tu y yo, y remordimiento
por lo que no pasó. Creo que debí haber sido más decidido, más empático, más simpático y más
comprometido, y dar pasos importantes para con nuestra relación. Debí confesar más cosas y expresar
mucho más de lo que expresé. Había mucho cariño entre nosotros, había química entre nosotros, y
había mucho más porvenir para una relación más interesa contigo. Sin embargo, me acobardé, no fuí
capaz de expresar más de lo que tú y yo sentíamos y sobre lo que podría ser, de no formalizar lo que
sentía por tí y lo que tal vez sentías y veías en mi. No podemos cambiar el pasado, y tampoco es como
que busqué enmendarlo o tratar de resucitarlo, porque dudo que tengas la misma intención. Así que no
me hago ilusiones o ideas raras.

También, me siento mucho más culpable por el hecho de no saber cómo apoyarte ante tu situación con
tu padre y el divorcio de tus padres. Debí preguntar más sobre ello, debí interesarme más sobre ello y
debí apoyarte en todo lo posible y ayudarte a superar o a sobrellevar la situación de una mejor forma, y
sin embargo no lo hice, y mi indecisión sobre tí, tampoco ayudó mucho para mejorar tu situación. De
verdad lo lamento mucho.

También, quiero que sepas que después de alejarte (que fue una decisión que respeto y que tuviste que
hacer para mejorar tu vida, tal vez), no te reproché, ni te odié, ni te culpé... Vaya, no alojé sentimiento
adverso o negativo hacia tí, porque soy conciente de que todo el tiempo y detalles que tuve para
contigo, los hice con el afán de darte algo especial, algo bonito en tu vida y para hacerte sentir bien, sin
esperar o recibir nada a cambio. Fue por ello que después de tu partida, no hubo reclamos, ni extorsión,
malas palabras, reproches, malas palabras, o sus derivados. Puede que lo que haya quedado pareciera
desinterés por alejarte, pero no fue así, sólo hubo una aceptación tácita sobre tu decisión y que la
respetaba a toda costa. Si bien no era necesario expresar ésto, creo que es conveniente expresarlo, ya
que siento que todo éso quedó inconcluso.

Aunque debo admitir que si me dolió tu partida, si me afectó que te alejaras de mi, pero era conciente
de que que no debía buscarte, por alguna razón u otra, puesto que no sería correcto hacerlo. Sentía que
te haría más daño si intentaba mantenerte conmigo, y que era mejor dejarte ir. Sé que el pretexto fue
toda esa retórica mía en la que me burlaba de las personas con capacidades diferentes, pero también
estoy seguro de que hubo más trasfondo sobre ello. Pero en fin, he limitado mis declaraciones y he sido
capaz de controlarlas más allá de mi deseo de hacer la mofa y las comparaciones ridículas. Así que creo
que aprendí de la peor manera a comportarme un poco por las declaraciones que hacía. Pero reitero,
asumo que hubo más cosas que me alejaron de mí cada vez más, pues no creo que haya sido la única.

Sin embargo, he de admitir que me me sentí muy tentado a buscarte de nuevo, e incluso hubo
oportunidades en las que pude hacerlo, pero mejor no lo hice, incluso hubo muchas veces en las que
nuestro camino se cruzó de nuevo y no tenías la intención de reestablecer conexión conmigo. Y está
bien, creo que lo entiendo. Y no te culpo, habría hecho lo mismo. También, debo de admitir que debí
felicitarte por el hecho de haber ganado la oportunidad de ir de intercambio a Corea, no sé si no te
fuiste a Japón (creo) pero si pudiste ir a Corea del Sur a estudiar un semestre de intercambio, por lo cual
me alegré pero no fuí capaz de felicitarte por ello, pero no me sentí con el derecho de hacerlo.
Desconozco cómo te fue por allá, pero de todo corazón espero que te haya ido bien en todo sentido.
Me decidí a hacer todo esto, con la finalidad de compartir pensamientos, culpas, remordimientos que
siento por no ser sincero con mis seres queridos. Decidí abrirme a ello y hacérselo saber a los demás
implicados, a quienes siento que he defraudado. Así que eres parte de esa campaña, de la cual quiero
iniciar de nuevo, y no lo haré si sigo arrastrando todo ese remordimiento que me limita y que no me
dejar estar bien conmigo mismo y con los demás. Considero que es lo mejor, es un buen primer paso
para iniciar una larga travesía de autodescubrimiento y sanación personal, y liberarme a mi mismo de
muchas culpas que cargo.

No espero que respondas a esto, me gustaría que lo leyeses, y que lo aceptes como es, tampoco espero
generar conmoción dentro de tí, o al menos, no una que te haga cambiar tu percepción y sentimientos
hacía mi, voy a eliminar cuentas y aplicaciones, tal vez tenga nuevas, pero no estarán conectadas a los
ámbitos académicos y cotidianos de mi vida universitaria. Tomaré unas vacaciones de todo, me alejaré
de ese mundo, y disfrutaré uno nuevo, desconocido para mí, en el cuál he encontrado personas muy
amables y con las que cuento con muchas cosas en común, y a las cuales les he brindado mi amistad y
les he abierto mi pasado y mi presente. Y no quiero que mis inhibiciones hagan mella en mi relación con
ellos, por lo cual quiero dejar atrás muchas cosas, pero no sin enfrentarlas o sacarlas de mí, como es
debido. También se me hacía muy hipócrita que fuese capaz de confesar y compartir cosas muy
profundas a personas que prácticamente no conozco (pero que han compartido cosas muy personales
conmigo y he logrado profesarles amistad y confianza a pesar de conocerlas por muy poco tiempo), y
que a personas que he conocido y compartido por más tiempo, no haya sigo lo suficientemente valeroso
para hacerlo en su momento.

Espero de todo corazón que te encuentres bien y que tu familia, y en especial tu abuela y tú hermana
Emily, también se encuentren bien. Y espero que tú y los tuyos logren superar esta pandemia, que no
solo nos probará fisiológicamente hablando, también lo hará de manera psicológica y emocionalmente
hablando, sobre todo por eso de lidiar con el aislamiento y con la propia paciencia. ¡Hasta siempre! (PD.
No me voy a suicidar o algo por el estilo, sólo quiero que leyeras ésto).

También podría gustarte