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EL ESTADO DE BIENESTAR Y LA MIGRACIÓN MEXICANA A LOS ESTADOS UNIDOS.

Dr. Sergio de Avila Ruiz.1


Como citar: De Avila, S. (2014) El Estado de Bienestar y la migración mexicana a los
Estados Unidos. Trabajo presentado en el XXVIII Congreso Anual de la
Asociación Mexicana de Estudios Internacionales, México.
Resumen:
La presencia de una migración mexicana no autorizada a los Estados Unidos representa un
problema de múltiples factores, uno de los cuales es la reacción de la sociedad y de las
instituciones que se ven afectadas por esta. Siendo una política interna se convierte en un
foco de conflicto en la región norteamericana que no puede ser solucionada cabalmente
por los actores y canales diplomáticos tradicionales sino por una conjunción de nuevos
actores y factores, como las sociedades domésticas de ambos lados de la frontera. En el
presente artículo se analizan los principales estigmas con los cuales la sociedad
estadounidense se enfrenta a los migrantes no autorizados, sin reconocer los aportes
sustanciales que realizan para el desarrollo de su propia nación, así como algunas lecciones
que podemos sacar para nuestro país. Vemos a la migración mexicana no autorizada como
un sector que aporta a la economía estadounidense sin recargar el costo de su sistema social,
a la par, el vivir fuera de su país de origen aporta una disciplina laboral que puede ser
aprovechado por México para generar un cambio social, una verdadera cultura laboral y
solidaria basada en el esfuerzo personal y creativo.
Abstract
The presence of unauthorized Mexican migration to the United States is a problem on many
factors, one of which is the reaction of society and institutions that are affected by this.
Being a domestic policy becomes a source of conflict in the North American region that
cannot be fully solved by the actors and traditional diplomatic channels but by a
combination of new actors and factors, such as domestic partnerships from both sides of
the border. In this article the main stigmas with which American society is facing
unauthorized migrants, without recognizing the significant contributions made to the
development of their own nation, and we can draw some lessons for our country are
analyzed. We see unauthorized Mexican migration as a sector that contributes to the
American economy without burdening the cost of their social system, at par, living outside
their country of origin provides a work discipline that can be exploited by Mexico to
generate a social change, a true professional and caring culture based on personal and
creative endeavor.
Palabras clave:
Migración, Estado de Bienestar, Estados Unidos, políticas sociales, relaciones México-
Estados Unidos.
Key words:

1
Doctor en Ciencias Políticas y Sociales con estudios en Pedagogía y Relaciones Internacionales por la
Universidad Nacional Autónoma de México, de Filosofía y Teología por el Ateneo Pontificio Regina
Apostolorum de la ciudad de Roma Italia.

1
Migration, Welfare State, United States, social policy, US-Mexico relations

El desarrollo económico y social alcanzado por algunos pueblos a costa de mantener otras
regiones del planeta en el subdesarrollo ha ocasionado que grandes masas poblacionales
vean cancelado el camino a una vida digna en sus propias naciones, y al no tener nada que
perder, pues no hay propiedades o personas que los aten a sus lugares de origen, prefieren
arriesgarse a construir una nueva vida en otras latitudes que parecen ofrecer aquello que se
les niega.
El fenómeno sería benéfico por la fuerza laboral que se desplaza a centros de producción
económica y de bienestar social, apuntalando el desarrollo de los países receptores de
migración. Sin embargo, el volumen cada vez mayor de migrantes en muchas naciones ha
alcanzado su punto de inflexión, donde las naciones atractivas para la migración ya no
pueden recibir a más desplazados por la guerra o la pobreza.
Así, lo que otrora eran políticas de inclusión y de apoyo a la diversidad cultural, ahora se
convierten en tendencias a la xenofobia y al cierre de sus fronteras, aún para la ayuda
humanitaria. El cerrar la puerta a los desplazados viene acompañado de una transformación
de la visión pública sobre el problema, el “otro” paso de ser una expresión de la
globalización y de la cultura integrada posmoderna a ser una lacra social y un peso
innecesario para los ciudadanos trabajadores.
En el caso particular de los Estados Unidos, se aprecia que a una fuerte tendencia a rechazar
a los indocumentados y a los recién migrados de países pobres, a quienes se les achacan
una serie de males sociales y de abusar de los servicios médicos y de asistencia social que
la población trabajadora ha construido por generaciones. A esta idea se le añade ahora un
factor crucial para comprender el fenómeno de animadversión a toda migración ilegal o de
países clave; este factor es el terrorismo, al cual construye la imagen del “otro” como
amenazante a la seguridad personal, invita a cerrar las fronteras y sacar a lo que ya entraron
y no se ha integrado totalmente a la nación.
El temor de la amenaza externa de quienes “nos odian” se une a la necesidad de culpar a
alguien por el fracaso del modelo de desarrollo económico y social, de un Estado Bélico-
Asistencia en decadencia y en constantes crisis cíclicas. Se crea una nueva categoría social,
la de los excedentes, de población que es considerada como superflua, donde la solución a

2
su existencia no es necesariamente financiera aunque por lo general se le trata sólo en esa
línea.
Nace el homo sacer, quien difiere de los demás porque no tiene un valor intrínseco en sí
mismo, no cuenta, no es necesario, por ello es prescindible. Se le niega el estatus de persona
y por ello es vulnerable. El propio concepto nos lo aclara:
… el modelo ideotípico de un ser excluido lo ofrece el homo sacer, una
categoría del antiguo derecho romano “situada fuera de la jurisdicción
humana, sin verse incorporada al dominio de la ley divina”. La vida de un
homo sacer está desprovista de valor, tanto en la perspectiva human cuanto
en la divina. Matar a un homo sacer no constituye una ofensa punible, mas
tampoco puede usarse la vida de un homo sacer en un sacrificio religioso.
Despojada de significación humana y divina que sólo el derecho puede
suministrar, la vida del homo sacer carece de valor. Dar muerte a un homo
sacer no es ni un crimen ni un sacrilegio, pero por la misma razón no puede
ser una ofrenda.2
Quien desarrolló el concepto fue Giorgio Agamben, en su obra Homo sacer. Il potere
sovrano e la nuda vita3. En dicha obra, analiza este obscuro concepto del derecho romano
que le negaba toda personalidad con lo cual no tenía la protección de las leyes y por ello
no era penado si se le asesinaba, pero, no podía ser inmolada a los dioses porque no era
persona, no era una ofrenda posible a la divinidad, mientras que el hombre divino, tenía
todos los derechos de la ley y reconocimientos sociopolíticos a la par que podía ser
inmolado a los dioses. El concepto es importante porque con él construye el nuevo modelo
político donde por un lado se parece proteger a este homo sacer y por otro se le sigue
despojando de sus derechos.
Al construirse como un concepto político actual es reelaborado por Bauman para hablar de
los desplazados de la riqueza mundial, de aquellos que parecen estorbar en las ciudades
porque no pueden ser incorporados en las actividades generadoras de riqueza. La sociedad
se ve entonces dividida, cambiando el contenido de los conceptos que otrora definieron a

2
Bauman, Zygmunt. Vidas desperdiciadas. La modernidad y sus parias. México, Paidós, 2015, p. 78
3
Agamben, Giorgio. Homo sacer. Il potere sovrano e la nuda vita. Torino, Piccola Biblioteca Einaudi.
Filosofía. 2005, 225 pp.

3
los migrantes para apuntalar los argumentos contrarios a ellos vinculándolos con el
terrorismo y las enfermedades sociales.
Por excesivamente general, injustificada o incluso descabellada que pueda
haber sido la asociación de los terroristas con los solicitantes de asilo y los
“inmigrantes económicos”, cumplió su función: la figura del “solicitante de
asilo”, que antaño moviera a compasión e impulsara a ayudar, se ha visto
profanada y mancillada, en tanto que la propia idea de “asilo”, en su tiempo
una cuestión de orgullo civil y civilizado, se ha redefinido como una espantosa
mezcla de ingenuidad bochornosa e irresponsabilidad criminal.4
El autor separa las dos clases de humanos residuales: los inmigrantes económicos y los
solicitantes de asilo. Los primeros son producto de la modernización económica mientras
que los solicitantes de asilo tienden a ser los productos de sucesivas estrategias para poner
orden y diseñar un programa global por parte de los países tomadores de decisiones. Los
orígenes de ambas categorías son globales pero se mantiene la utilidad de los “residuos
humanos” como parte de una estrategia para paliar el rencor de la población cuando las
cosas no funcionan en la economía o en lo político. Así como mantienen la función de
mantener la forma de vida de las otras capas sociales, pues están dispuestos a realizar
trabajos que nadie quiere pero son necesarios para conservar las ciudades limpias de
impurezas, para esconder la basura que genera de la modernidad. Analicemos pues a estos
homo sacer, que sirven sin pretenderlo a una agenda política que busca desmantelar los
beneficios sociales del Estado Asistencial, no para favorecer al Estado Bélico, pues este
puede convertirse en Bélico –Asistencial, sino para no tener que explicar porqué desde el
inicio los programas sociales de corte electoral y de beneficio político fácil no se sostienen
con el tiempo y las facturas se deben pagar tarde o temprano.

1. Características de la migración no autorizada.

La migración ilegal o no autorizada en los Estados Unidos involucra una serie de factores
que tocan la vida diaria de los estadounidenses, uno en particular es particularmente
relevante por sus implicaciones en todos los niveles de gobierno: federal, estatal y local: el

4
Bauman, Zygmunt. Vidas desperdiciadas. La modernidad y sus parias. México, Paidós, 2015, p. 80

4
gasto que realizan las distintas instancias gubernamentales cuyo monto proviene de los
impuestos pagados por los contribuyentes, el cual se cree que podría ser destinado a otras
causas mucho más importantes para el ciudadano promedio.
Este hecho hace que sea un tema electoral, así como política y socialmente relevante,
involucrando incluso el discurso militarista que con el pretexto de la defensa de la Nación
construyó una estrategia de reducción de las garantías individuales y el ver a los migrantes
como una amenaza más de la estabilidad y el buen gobierno. En muchos aspectos, pero con
las debidas distancias, se armó un andamiaje mediático como el utilizado por Stalin o por
otros gobiernos de corte totalitario para justificar su permanencia en el poder, pero claro,
en este caso, no fue así, sólo se logró la permanencia por un periodo más de George Bush.
Una victoria pequeña para un hombre pequeño, pero que logró lo que nadie hubiera
pensado: reducir las garantías individuales de los estadounidenses.
La migración no autorizada, ha tenido en los últimos años una tendencia a mantenerse,
quizá gracias a los mayores controles fronterizos y a las diversas iniciativas con las cuales
los gobiernos locales han buscado regular el flujo migratorio, (ver gráfica 1). Pasamos de
una estimación de 8.4 millones de migrantes no autorizados en el año 2000 a 11.2 millones
una década después, esto es, apenas tres millones más, esto es un crecimiento de
aproximadamente un 25%, mientras que la población total de los Estados Unidos creció en
el mismo periodo un aproximado del 9%.5

5
Según datos del Bureau de Censos de los Estados Unidos: http://www.census.gov

5
Gráfica 1. Estimado de Inmigrantes no autorizados a los Estados Unidos. 2000-
20126
Número en millones
14

12

10

0
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012

La mayor parte de estos migrantes son latinoamericanos y por razones obvias de ellos la
presencia nacional más fuerte es la mexicana, (ver gráfica 2). La presencia de mexicanos
migrantes no autorizados en los Estados Unidos pasa de 4.6 millones en el año 2000 a 6.5
millones en 2010, con un año pico en 2007 donde había 7 millones. Esta sensible
declinación de la presencia de migrantes mexicanos no afectó de igual manera a otras
nacionalidades, pues en contraste con la declinación de la presencia mexicana la de otras
naciones latinoamericanas permaneció similar a la de 2007, aún así, los mexicanos son la
mayor presencia nacional entre los migrantes no autorizados, representando el 58% de ellos
(6.5 millones); otros latinoamericanos representan el 23% (2.6 millones), los provenientes

6
Passel, Jeffrey S. And D’Vera Cohn. Unauthorized Immigrant Population: National and State Trends,
2010. Pew Research Center, February 1, 2011, p. 9. Los datos del año 2011 son tomados de: Hoefer, Michael,
Nancy Rytina and Bryan Baker. Estimates of Unauthorized Immigrant Population Residing in the United
Sates. Januaty 2011. Homeland Security. Office of Immigration Statistics; March 2012.
http://www.dhs.gov/xlibrary/assets/statistics/publications/ois_ill_pe_2011.pdf.
Para los datos del año 2012: Jeffrey S. Passel, D’Vera Cohn, and Ana Gonzalez-Barrera, Population Decline
of Unauthorized Immigrants Stalls, May Have Reversed (Washington, DC: Pew Research Center, September
23, 2013), p. 9.

6
de Asia equivalen al 11% (1.3 millones), los provenientes de Europa y Canadá son el 4%
(500,000) y los africanos representan el 3% (400,000).7
Gráfica 2. Estimado de mexicanos inmigrantes
no autorizados en los Estados Unidos 2000-20108
(número en millones)
8

0
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010

Los estados de la Unión con mayor presencia de migrantes no autorizados son California
con el 22.76% del total de migrantes en la Nación y Texas con el 14.73%, (ver cuadro 1,
gráfica 3). En estos estados el tema de la migración se convierte en mucho más importante
cuando se trata el tema de cuánto deben invertir los contribuyentes en las diversas
iniciativas relacionadas con la atención de este sector poblacional, así como por la
competencia por puestos de trabajo mal remunerados pero poco tecnificados que
tradicionalmente los migrantes realizan, pues debemos recordar que otro factor incidente
en la apreciación del fenómeno migratorio es el tema laboral, el cual se vio trastocado con
la crisis por la que atravesó el País.

7
Passel, Jeffrey S. and D’Vera Cohn. Unauthorized Immigrant Population: National and State Trends, 2010.
Pew Research Center, February 1, 2011, p. 11
8
Jeffrey S. Passel. “The Size and Characteristics of the Unauthorized Migrant Population in the U.S.
Estimates Based on the March 2005 Current Population Survey”. Pew Hispanic Center. Research Report,
March 7, 2006. www.pewhispanic.org p. 11

7
Cuadro 1. Estados con mayor presencia de
Migrantes no autorizados. 20109
Estado Población Estimada (en miles)
Total en los Estados Unidos 11,200
California 2,550
Texas 1,650
Florida 825
Nueva York 625
Nueva Jersey 550
Illinois 525
Georgia 425
Arizona 400
Carolina del Norte 325
Maryland 275
Washington 230
Virginia 210

Gráfica 3. Migrantes no autorizados en los Estados Unidos por estado de la Unión.


2010
(Distribución por porcentaje)

Otros
24% California
23%
Washington
2%
Maryland
2%
Carolina del Texas
Norte 15%
3%
Arizona
4% Georgia
4%
Illinois Florida
5% Nueva Jersey Nueva York 7%
5% 6%

9
Passel, Jeffrey S. And D’Vera Cohn. Unauthorized Immigrant Population: National and State Trends,
2010. Pew Research Center, February 1, 2011, p. 14

8
Por primera vez en décadas, el número de ilegales que viven en los
Estados Unidos ha disminuido. En 2009, había cerca de un millón menos
de inmigrantes ilegales en los Estados Unidos que en 2007. Este descenso
es aún más notable porque sucedió luego de un periodo de aumentos
dramáticos. De 1990 a 2007, el número de inmigrantes ilegales aumentó
en un promedio de 500,000 al año, y la población aumentó de pocos
millones a cerca de 12 millones. Para 2009 la población se redujo a
aproximadamente 11 millones, y los cálculos de 2010 sugieren poco
cambio respecto a 2009. California ha tenido un descenso similar: el
Departamento de Seguridad Nacional calcula que 2.6 millones de
inmigrantes vivían en California en 2010, un descenso de 280,000 desde
2008.
Este descenso en el número de inmigrantes ilegales puede atribuirse
principalmente a la Gran Recesión, pero también ciertamente influye el
aumento en los esfuerzos por hacer cumplir la ley. Es bien sabido que la
cifra de inmigrantes no autorizados que llegan y salen de los Estados
Unidos fluctúa con la economía de la nación. Los índices de desempleo
anteriores a la recesión fueron los más bajos entre los inmigrantes ilegales
que entre otros trabajadores, pero ahora son más altos. Esto ha debilitado
el imán de empleos que atrae a la mayoría de inmigrantes no autorizados
a los Estados Unidos. Al mismo tiempo, la intensificación en le
cumplimiento de la ley ha causado aumentos dramáticos en las
deportaciones. En el 2009, un récord de 393,000 inmigrantes ilegales
fueron deportados, comparado con menos de 200,000 al año al principio
de la década del 2000 y menos de 100 000 al año antes de 1997.10
Así, según las estimaciones de la propia Oficina de Seguridad Nacional, las diversas
iniciativas federales y locales para el control de la migración ilegal han surtido un efecto
“benéfico” en dicha materia, a lo que se une el efecto de la crisis económica desalentó el
fenómeno migratorio. Es cierto que debido a los controles más rígidos, los migrantes han

10
Johnson, Hans y Laura Hill. En cuestión. La inmigración ilegal. Public Policy Institute of California.
http://www.ppic.org/content/pubs/atissue/AI_711HJAIS.pdf

9
buscado opciones para realizar el cruce, pues si en la década de los noventa se reforzó la
vigilancia en los cruces por el estado de California, los migrantes decidieron pasar por
Arizona; ahora, cuando el control trata de abarcar casi toda la línea fronteriza se busca
pasar de manera legal pero con visa de turista, dejando vencer el plazo de estancia y
ejerciendo actividades laborales no permitidas según su estatus migratorio.
Esta nueva forma de migración es mucho más difícil de controlar pues no se puede impedir
la entrada a los turistas que representan una derrama económica importante, ya sea que
viajen por placer o de compras, sobre todo en las zonas fronterizas. Ahora bien, esta forma
de migración no puede ser la más común porque representa un gasto oneroso para muchas
familias y el enfrentarse a un proceso de selección en la aplicación para obtener la visa
estadounidense, que está diseñado para evitar que una persona que desea quedarse la
obtenga, el migrante en potencia puede fracasar en su intento y quedar fichado para un
futuro cercano.
Los motivos para migrar son variados, a pesar de que algunos sostienen que es por que el
migrante busca el mayor nivel de vida de los Estados Unidos y la asistencia social, o que
su objetivo es que sus hijos nazcan en el país para ser ciudadanos estadounidenses, lo cierto
es que los factores de expulsión son normalmente la reunificación familiar o las
condiciones negativas que viven en sus países de origen como las presiones económicas o
la persecución por factores políticos.11
La pobreza es un factor importante, pero debido a la volátil situación política y social que
se vive en muchas regiones de México y de América Latina debida al fenómeno creciente
de la violencia producto del crimen organizado y las redes de narcotráfico, los factores de
expulsión han cambiado, aunque las leyes no. Así, muchos de los expulsados de su país de
origen debido a la presión ejercida por las bandas del crimen organizado contra los factores
de producción y de comercio locales, que los obligan a pagar un tributo para dejarlos ejercer
su actividad económica, deben enfrentarse al hecho de que no pueden ser considerados
como refugiados políticos y por ello no les asiste el derecho internacional. En su búsqueda
por la seguridad nacional, los Estados Unidos han debido cerrar los canales de acceso por
la vía del asilo, sin cambiar sus leyes radicalmente, sólo que no se adecúan a la situación

11
Cfr. Worth, Richard. Immigration to the United States: Mexican Immigrants. Facts On File, Inc. USA,
2005, 96 pp.

10
de los expulsados por la violencia interna en naciones que no están oficialmente en guerra
o en abierto conflicto civil. Claro es que no podemos criticar esta actitud, es natural dado
los tiempos presentes.
Volviendo a los factores de atracción, muchos de los que entraron ilegalmente a los Estados
Unidos antes de 1986 y que se ampararon en la Ley de Reforma y Control a la Inmigración
de ese año, se convirtieron en migrantes legales y al hacerlo llamaron a sus familias para
que se reunieran con ellos en su nuevo País de adopción. El resultado fue que los parientes
recién llegados no entraron legalmente, sino que fueron a su vez migrantes ilegales. En el
año 2005 se estimaba que había 5.4 millones de varones adultos en condición de migración
no autorizada, 3.9 millones de mujeres adultas y 1.8 millones de niños. Había 6.6 millones
de familias en las cuales uno de los cabezas de familia es migrante ilegal y cerca de dos
tercios de los niños en estas familias son ciudadanos estadounidenses por nacimiento.12

2. La situación laboral
Los migrantes no autorizados representaban el 4.9 % de la fuerza civil de trabajo para
marzo de 2005, o cerca de 7.2 millones de trabajadores de una fuerza de trabajo total de
148 millones. Es evidente que la situación de esta clase de migrantes no les permite el
acceso a los trabajos mejor remunerados, siendo así que la concentración más grande por
sector al que se dedican es al de servicios, con una preeminencia en el caso de los
trabajadores domésticos. Cerca de un 19% se dedica al sector de la construcción, un 15%
al de la producción, instalación y reparación, y un 4% al sector agrícola (casi la mitad de
los trabajadores agrícolas son inmigrantes ilegales, pero estos no por ello la mayoría de los
inmigrantes se dedican al trabajo agrícola). En este último los trabajadores migrantes
representan el 24% del total de la fuerza laboral y uno de cada cinco se dedica al sector de
la construcción.
La situación laboral de los migrantes nos lleva a considerara la creación de riqueza por
parte de este sector poblacional. Es cierto que no pagan impuestos tanto como otros
sectores al vivir en la informalidad, pero esto es más cuestión de los empleadores que de

12
Jeffrey S. Passel. “The Size and Characteristics of the Unauthorized Migrant Population in the U.S.
Estimates Based on the March 2005 Current Population Survey”. Pew Hispanic Center. Research Report,
March 7, 2006. www.pewhispanic.org

11
los empleados. Los trabajadores inmigrantes no autorizados representan casi uno de cada
veinte trabajadores en los Estados Unidos, centrándose en puestos de trabajo que requieren
poca o nula clasificación para desempeñarlos, con lo que el debate de si desplazan a la
mano de obra nativa queda reducido a si en verdad los residentes legales quieren esos
puestos o no. La cuestión central es si tienen un efecto en la economía o no, si afectan los
salarios al presionarlos a la baja y en el desempleo.
La mayoría de los estudios indican que los inmigrantes (incluso los
ilegales) tienen poco efecto sobre los salarios y el empleo de los
trabajadores nacidos en los Estados Unidos. Algunos cálculos sugieren
que los trabajadores con más educación y nacidos en los Estados Unidos
tienen ligeras ventajas, porque no están en competencia directa con la
mayoría de los inmigrantes, y los trabajadores con menos educación y
nacidos en los Estados Unidos tienen ligeros efectos negativos. Pero aún
estos resultados son relativamente pequeños y debatibles. Un reporte
reciente del PPIC [Public Policy Institute of California] concluye que la
legalización de trabajadores anteriormente no autorizados y poco
calificados no aumentó sus salarios, un programa de legalización más
probablemente no aumentaría la competencia entre trabajadores
anteriormente no autorizados y trabajadores nacidos en los Estados
Unidos. La mayoría de los economistas concuerdan en que los
inmigrantes, incluyendo los inmigrantes ilegales, aumentan el
rendimiento económico de los Estados Unidos.13
El tema de la contribución de los inmigrantes a la economía es uno de los temas que se
discuten alrededor de la importancia de la migración y el costo de la misma para los
contribuyentes, que justifica en un amplio espectro el redoblado gasto dedicado al control
fronterizo y la expulsión de los migrantes no autorizados. Si se lograr sustentar sin duda
que los migrantes (legales e ilegales) son un motor importante para la economía
estadounidense y que contribuyen sin ser un peso al sistema de bienestar entonces se
desmantelaría uno de los argumentos más fuertes contra la migración y con ello se abriría

13
Johnson, Hans y Laura Hill. En cuestión. La inmigración ilegal. Public Policy Institute of California.
http://www.ppic.org/content/pubs/atissue/AI_711HJAIS.pdf [Las negritas son mías]

12
la puerta a una posible negociación con los países latinoamericanos para establecer
patrones regulados de migración y se acepte el asilo por acoso de los cárteles del crimen
organizado.

Un mercado laboral flexible, como el existente en los Estados Unidos, realiza ajustes
periódicos que se adecúan a la presencia de un mayor número de trabajadores migrantes,
esto permite que la economía estadounidense atraiga mayor número de capitales al
incrementarse las oportunidades de inversión pues hay mano de obra disponible para las
industrias que se establezcan. Esta mayor inversión y competencia por obtener los puestos
de trabajo produce un efecto benéfico para la economía pues incrementa la productividad
de los trabajadores y las ganancias de las empresas.
Los menores costos de producción tienden a aumentar las ganancias de los empleadores y
a bajar los precios de venta a los consumidores, activando la economía nacional y las
locales. Para los trabajadores se abren oportunidades de empleo y aquellos que no cuenten
con una capacitación específica o más alta sentirán que deben incrementar sus capacidades
con una mayor educación, con el fin de obtener mejores empleos e incrementar sus
ingresos.14
Estos argumentos de corte liberal tienen algunos problemas, todo depende de la reacción
de los inversionistas extranjeros y de la presencia de una fuerza de trabajo poco capacitada
pero dispuesta a trabajar por sueldos muy bajos que reducirían los gastos de producción y
con ello se alcanza un precio de venta que permite la venta masiva del producto obtenido,
no sólo en los mercados internacionales sino también en los locales. Me parece que la
Oficina del Presupuesto del Congreso de los Estados Unidos, de quien emanan estas
opiniones, le apuesta a formar áreas de oportunidad para las empresas basadas en la fuerza
migrante que renueva cotidianamente a la fuerza de trabajo americana, pero no ayuda a la
dignificación o aumento de los niveles de vida de los trabajadores.
Es cierto que la fuerza laboral crece dinámicamente en los Estados Unidos por la presencia
de los migrantes, legales y no, ya que en una década crecieron 16.3 millones de trabajadores

14
Congressional Budget Office. “The Role of Immigrants in the US Labor Market”. November 2005,
Congress of the United States. http://www.cbo.gov/sites/default/files/cbofiles/ftpdocs/68xx/doc6853/11-10-
immigration.pdf

13
con la contribución de 8.5 millones de trabajadores por parte del sector de los migrantes,
(ver cuadro 2). De esta contribución México y América Central proporcionaron a los
Estados Unidos 3.7 millones de trabajadores, esto es, las naciones centro americanas y la
mexicana perdieron casi cuatro millones de trabajadores para sus respectivas economías.
De estos trabajadores, los mexicanos contaban en promedio 9.3 años de escolaridad
completa, lo que representa una inversión del Estado Mexicano importante en la educación
básica que no se aprovecha en nuestro país pero sí recibe una ganancia de manera marginal
por conducto de las remesas. ¿Esta es una condición conveniente para ambas naciones?
La respuesta a la pregunta anterior cruza los intereses económicos de las naciones
involucradas, si las personas no son importantes diremos que sí es una condición
conveniente para ambos países, pero si hacemos un análisis más sociológico y
antropológico, vemos que a largo plazo sólo conviene a los Estados Unidos pues la pérdida
de una gran cantidad de hombres y mujeres en la plenitud de su fuerza laboral y en la que
México ha invertido una fuerte cantidad en su educación y capacitación disloca la
estructura económica nacional y tarde o temprano estos migrantes dejarán de mandar
remesas a México pues sus familias se reunirán con ellos o simplemente se romperá el
vínculo que los obligaba a enviar cotidianamente recursos para su sostenimiento.
Por esto, vemos que la renovación de la fuerza laboral estadounidense a través de la
migración beneficia al país receptor a corto y largo plazo sin que dicha ganancia sea
recíproca a largo plazo por parte de los países expulsores.

3. La estigmatización de los migrantes y el sistema de bienestar.


Aún así, se mantienen una serie de prejuicios contra la migración, legal y no, sobre todo
por parte de la inmigración latinoamericana. En el caso de los migrantes mexicanos se dice,
por ejemplo, que en el sector agrícola los contratistas le pagan al obrero lo menos posible
y éstos se vengan trabajando lo menos posible y rompiendo sus herramientas de trabajo de
manera intencional. Los campesinos mexicanos forman campamentos y los trabajadores
urbanos forman barrios donde viven lo más igual posible a como vivían en México15, sin

15 Worth, Richard. Immigration to the United States: Mexican Immigrants. Facts On File, Inc. USA, 2005,
p. 44

14
integrarse del todo y resistiéndose a cualquier acto de transformarse, lo que es un tema
importante para la tradición ideológica estadounidense.
En estos barrios, los México-americanos establecen nuevos negocios acorde a su forma de
vivir, se celebran las fiestas nacionales mexicanas y forman círculos de seguridad donde se
sienten a su gusto ante la discriminación que viven cotidianamente en muchos lugares
públicos y zonas de las ciudades y pueblos donde se insertan.
Si bien esto ha creado una cultura propia, rica y diversa, ello no quita que en el fondo todas
las actitudes contra las minorías raciales nacen de diversas ideas no necesariamente
verdaderas pero ya fuertemente enraizadas en el pensamiento general, como por ejemplo
el que los migrantes quitan trabajos a los nativos y son un factor para mantener los sueldos
en niveles bajos. A más de esto los viejos migrantes o ya residentes combaten la entrada
de los nuevos pues compiten realmente por los mismos puestos laborales, así como crean
tensiones permanentes con los nativos que los viejos migrantes creen que ya superaron,
pues su proceso de integración en la cultura local se encuentra ya en un nivel mucho más
avanzado.

3.1. En el sistema escolar.


Esto es patente en el sistema escolar, donde los recién migrados tienen que enfrentarse al
mal uso de la lengua y la poca comprensión del inglés que los castiga académicamente. No
se puede lograr una integración real si no se domina la cultura del país y sus costumbres.
La puerta de entrada a este dominio es la lengua.
Ahora bien, para superar el estado de pobreza, lograr una inserción real y acceder al círculo
del poder político, económico y social se requiere una educación superior a la normal,
universitaria y de posgrado, pero esta solo puede ser posible si partimos de una educación
básica de calidad. El acceso a ella no es fácil y las minorías raciales se encuentran en
posición de desventaja, pues si vives en una barrio deprimido racialmente minoritario
entonces iras a escuelas de baja o muy baja calidad, donde se entretiene a los estudiantes
pero se sabe que la mayoría de ellos no tendrán acceso a la educación universitaria y su
destino muy seguro son trabajos mal pagados o la cárcel en algún momento de su vida, si
logran llegar a la adultez.

15
Para el gobierno del presidente Obama la educación, nominalmente, es uno de los
principales asuntos a tratar para construir un futuro viable, generando las condiciones
viables para que los educandos adquieran las habilidades y el conocimiento necesario para
los trabajos del futuro. Sin embargo para los inmigrantes ilegales, para los homo sacer, las
cosas no son de ese modo.
En 2007 del total de los migrantes indocumentados a los Estados Unidos el 55% fueron
jóvenes entre los 15 y los 29 años, de los cuales el 7% (35 mil) tenían entre 15 y 17 años
de edad. De este universo el 3% se declaró analfabeto. La escolaridad promedio era de 7.2
años, pero las mujeres tenían 8.6 años de escolaridad frente a 7.1 de los hombres.16
Estos años de formación, pagados con los impuestos de los mexicanos, no sólo parecen ser
una inversión mal hecha sino que además no son suficientes para que éstos jóvenes se
integren a la sociedad estadounidense pues el mínimo de años que debe estudiar el joven
promedio es de doce años.
El gobierno mexicano ha establecido el Programa Binacional de Educación Migrante
México- EUA (PROBEM), el cual:
Surge con el objetivo de cubrir la demanda de maestros bilingües que se
requieren para atender las necesidades educativas de la comunidad de origen
mexicano en Estados Unidos; fortalecer el conocimiento de la Historia,
Cultura, Valores y tradiciones mexicanas en los alumnos de origen mexicano
que radican en Estados Unidos; apoyar la comunicación permanente entre
profesores estadounidenses y mexicanos con el fin de compartir experiencias
en el quehacer educativo; propiciar una experiencia formativa en los maestros
mexicanos que permita establecer programas de colaboración educativa que
enriquezcan a los escolares mexicanos en ambos países; favorecer el
intercambio de ideas, experiencias e información entre los educadores de
ambos países; y sensibilizar a los educadores sobre la problemática educativa
que debido a los flujos migratorios, comparten México y Estados Unidos.17

16
Nájera Aguirre, Jéssica Natalia y Juan Manuel Hernández Vázquez. “Educación y migración juvenil
hacia Estados Unidos de América”. X Congreso Nacional de Investigación Educativa. P.4 Tomado de la
Red Mundial de Información el 28 de octubre de 2015 de la página:
http://www.comie.org.mx/congreso/memoriaelectronica/v10/pdf/area_tematica_10/ponencias/1161-F.pdf
17
http://www.mexterior.sep.gob.mx/2_probem.htm

16
Pues el incremento del nivel educativo de los migrantes mexicanos, junto con la
legalización de su estancia, es la clave para la obtención de mejores empleos y la movilidad
social. Así, las herramientas para alcanzar la plena integración no pueden ser
proporcionadas por el Estado Benefactor de los Estados Unidos, pues los migrantes no son
sus nacionales, ni sus ciudadanos, no tiene ninguna responsabilidad con ellos, sin embargo,
contribuyen al desarrollo nacional con su trabajo y en algún momento con algo mucho mas
que eso, pues si logran superar las primeras barreras, posiblemente alcanzarán la educación
superior y con ella la posibilidad de realizar un real y definitivo aporte al desarrollo
económico y social de los Estados Unidos.
La clave es: si logran superar los primeros escollos. Los migrantes mexicanos no obtiene
buenos resultados en el desempeño nacional debido a que no reciben la educación necesaria
ni de la calidad requerida para destacar. El gobierno mexicano podría hacer algo de este
lado de la frontera apoyando la educación de los estados con mayor número de migrantes,
pero el presente artículo habla del Estado de Bienestar estadounidense y los migrantes
mexicanos.
En una sociedad cuyo equilibrio generacional se encuentra comprometido por el
envejecimiento de su población y la caída de los niveles de natalidad de los naturales, la
migración joven que se inserte de manera eficiente en el mercado laboral es una forma de
lograr mantener el estado de vida y los servicios sociales del resto de la población, por ello
el que los migrantes cuenten con la educación necesaria para ello es vital en el contexto de
sus aportes al bienestar nacional.
Sin embargo los latinos, los mexicanos con ellos, tienen los peores resultados educativos
y son el sector de más rápido crecimiento demográfico, lo cual no permite la movilidad
social y crea una serie de presiones a los sistemas de asistencia social que se ven sobre
saturados por los demandantes. El primer problema es el crecimiento de hispanos en las
escuelas públicas, que representan un reto de integración escolar y de nivelación
académica, no por que sean menos dotados intelectualmente que los demás sino porque
habrá que enseñarles inglés en primer lugar.
Los datos apuntan a una migración reciente de jóvenes, ya que 43% de los 1.8
millones de alumnos hispanos nacidos fuera de Estados Unidos están inscritos
a nivel de high school, en contraste con el 27% de los 8.1 de alumnos hispanos

17
nacidos en Estados Unidos (Fry y Gonzales, 2008). Igualmente, Michael Fix
y Jeffrey Passel (2003) encontraron que el porcentaje de estudiantes nacidos
fuera de Estados Unidos es mayor en high school, ya que representan 6.4%
de los alumnos en ese nivel en comparación con el 3.8% que representan en
primaria. Esto, para los autores, es de preocupación ya que la estructura de
las escuelas de high school facilita menos la enseñanza del inglés y otros
contenidos, en comparación con las escuelas de primaria. La ventaja para los
estudiantes que nacieron en Estados Unidos es haber estudiado en inglés
desde pequeños. 18
El desempeño de los migrantes en el ámbito educativo cultiva la imagen negativa de los
hispanos y de los mexicanos, no contribuye a crear una imagen de éxito sino de un fracaso
anunciado que alimenta la idea de que no se puede, ni se debe, invertir en algo que está
destinado al fracaso, sino en el control de los daños para que sean lo menos posible.

3.2. En el sistema de salud


Otro de los rubros donde se crean prejuicios contra los migrantes es que éstos sólo llegan
al país para beneficiarse del sistema de salud y por ello lo sobresaturan, pero el costo de
los servicios médicos son pagados por los contribuyentes no por los usuarios. En contra de
esta idea están los datos duros, los 10 estados con mayor incremento en la presencia de
migrantes entre el año 2000 y el 2009 gastaron menos en asistencia pública per cápita que
los estados con menor presencia de migrantes. Los diez estados con menor gasto per cápita
en asistencia social, la población migrante creció un 31 por ciento en promedio en el lapso
temporal mencionado, mientras que en los diez estados con el mayor gasto per cápita en
asistencia pública el crecimiento de la población migrante fue del 13 por ciento. 19
Asimismo la idea de que las salas de consulta de los barrios de migrantes están llenas, lo
que representa un costo para los contribuyentes, es falsa pues normalmente los migrantes
son más jóvenes que el promedio de la población nativa y son más sanos, pues si no lo

18
Tinley, Alicia. “La situación educativa de los mexicanos en Estados Unidos: aprendizajes para orientar
las políticas públicas de migración”. Tomado de la Red Mundial de Información el 28 de octubre del 2015
de la página:
http://www.conapo.gob.mx/work/models/CONAPO/migracion_internacional/politicaspublicas/08.pdf
19
Griswold, Daniel T. “Immigration and Welfare State”. Cato Journal Vol. 32, No.1 (Winter 2012), p. 161

18
fueran no hubieran podido enfrentar las presiones físicas y psicológicas que representa la
migración forzada o elegida.
Lo cual nos lleva a la consideración de la relación entre la migración no autorizada y el
sistema de bienestar estadounidense.
Los migrantes y sus descendientes representan un beneficio para los Estados Unidos,
representan una ganancia fiscal equivalente a unos $80,000 dólares (calculados en el año
2012), pero si tienen una educación mayor a la de bachillerato representa unos $198,000
dólares de ganancia fiscal20. El problema es que el típico migrante tiene un menor nivel de
educación que el promedio nativo, pero sus hijos serán mejor educados y ganarán más, con
lo cual pagarán más impuestos, así el impacto fiscal de los migrantes es positivo en parte
porque tienden a llegar jóvenes, en edades productivas, en parte porque sus descendientes
tienen expectativas de mejor educación y salarios y en parte porque pagan impuestos por
varios rubros tanto federales como estatales, sin que disfruten necesariamente sus
beneficios.
3.3. Los migrantes vistos como una carga fiscal.
La idea central que mueve el discurso en esta línea es que los inmigrantes son más costosos
para los contribuyentes ya que los migrantes poco capacitados utilizan más los servicios
gubernamentales que son pagados por los contribuyentes nativos. Ya vimos algunos
argumentos que podrían desmentir estas afirmaciones, pero por su puesto hay diversos
argumentos a considerar.
Organizaciones como el Center for Immigratios Studies, la Heritage Foundation y la
Federation for American Immigration Reform han producido una serie de estudios donde
dicen que la inmigración le cuesta a los contribuyentes decenas de billones de dólares al
año, el grueso de los cuales es pagado por los impuestos estatales y locales, lo que le hace
decir a Milton Friedman que la abierta migración es incompatible con el Estado de
Bienestar21.
Para paliar dicha situación se aprobó en 1996 la Responsibility and Work Opportunity
Reconciliation Act (PRWORA) la cuál buscaba, cómo su nombre lo indica, promover la
responsabilidad personal en la búsqueda del empleo, reducir los nacimientos fuera del

20
Griswold, Daniel T. “Immigration and Welfare State”. Cato Journal Vol. 32, No.1 (Winter 2012), p. 163
21
Griswold, Daniel T. “Immigration and Welfare State”. Cato Journal Vol. 32, No.1 (Winter 2012) pp. 164

19
matrimonio y consolidar el apoyo al matrimonio. Así, los adultos sanos no pueden
permanecer más de un año en el sistema de bienestar por causa del desempleo, dando
fuertes incentivos para que dejen el sistema por un trabajo tanto por las agencia federales
como por las locales y estatales, con lo cual se le dio un mayor papel a estas últimas
instancias en la administración del sistema de bienestar. Se buscaba romper con las
dependencias creadas por un sector de la población al sistema de bienestar y lograr aligerar
así su peso, localizando los principales sectores problema como son el de los dependientes
del seguro de desempleo, los niños nacidos fuera del matrimonio que tenían ayuda vía
programas para madres solteras, esto es, se busca reducir el gasto en estos programas
sociales haciendo a los ciudadanos que los reciben responsables de su vida, lo cual de
entrada no parece malo, sin embargo, las consecuencias han sido diversas.
En el caso que nos ocupa, esta Ley limita el acceso de los migrantes ilegales a los servicios
de salud, buscando que los contribuyentes no paguen por los servicios médicos de quienes
no pagan impuestos. Esto pone cuestiones éticas en la mesa de discusiones y cada estado
debe resolverlas, algunos lo hicieron como antecedente de la misma PRWORA; por
ejemplo, California, el estado con el mayor número de mexicanos inmigrantes (legales y
no), tuvo un incremento en el gasto de los servicios gubernamentales, debido, según
algunos, a que los inmigrantes mandan a sus hijos a las escuelas públicas y usan los
hospitales locales. En 1994 los ciudadanos votaron por la proposición 187 que estableció
que los migrantes no autorizados no pudieran usar dichos servicios. Para 1998 un juez
federal desmanteló gran parte de dicha Ley diciendo que era inconstitucional; el mismo
año, en California se aprobó la Proposición 227 que acababa con los programas de
educación bilingüe. Una ley parecida pasó en Arizona en el año 2000 pues muchos,
incluidos México-americanos, piensan que a los niños que no hablan inglés se les debe
colocar en salones junto con los angloparlantes, pues así se ven impulsados a superar este
escollo de la manera más rápida y lograr una más efectiva integración.22
En todo caso la PRWORA cargo excesivamente a los proveedores de salud con una serie
de restricciones, cuyos nocivos efectos fueron rechazados por los que antes habían apoyado
la iniciativa. La ley en sí menciona que con respecto a los servicios públicos locales y

22
Worth, Richard. Immigration to the United States: Mexican Immigrants. Facts On File, Inc. USA, 2005,
p.83

20
estatales los migrantes indocumentados no son elegibles para ningún programa de retiro,
bienestar, salud, discapacidad, o cualquier otro beneficio similar, las excepciones incluyen
la asistencia en emergencias médicas o inmunización por enfermedades o riesgo de
enfermedades contagiosas.23
Regresamos al argumento de que los migrantes cuestan al contribuyente por la vía de los
servicios médicos, pues aunque se les restrinja el acceso a sólo los casos de emergencia,
ello no impide, según los contrarios a la migración, que éste sector poblacional no sature
los servicios médicos pagados por la población contribuyente; pero en realidad los costos
de los migrantes al sistema de salud son difíciles de precisar, según el CATO Institute los
contribuyentes pagan menos por los migrantes que por la población nativa. Según un
estudio de la Rand Corporation en 2006 los residentes migrantes, ilegales o legales,
representaron un 8.5 por ciento del gasto nacional en salud, mientras que representan cerca
del 13 por ciento de la población. En esta línea los migrantes indocumentados
representaron el 1.5 por ciento de los gastos médicos, siendo el equivalente al 3.2 por ciento
de la población con lo que se concluye que los migrantes usan menos el sistema de salud y
los distintos seguros de la red de bienestar que los nativos y pagan más de sus bolsillos por
cuidados médicos24. A lo que se agrega que muchos pagan impuestos directos o indirectos
pero no tienen acceso a la totalidad de los beneficios del sistema de bienestar como hemos
visto al tratar el caso de la Ley PRWORA de 1996, pues la misma Administración del
Seguro Social estima que por lo menos tres cuartos de los migrantes ilegales pagan
impuestos usando falsas cuentas del seguro social y con ello contribuyen a financiar el
sistema de salud ya tan golpeado económicamente.
Muchos inmigrantes ilegales pagan Seguro Social y otros impuestos pero
no recaudan beneficios, y no reúnen los requisitos para acceder a muchos
de los servicios del gobierno. Sin embargo, hacen uso de la asistencia
médica de emergencia y atención de maternidad, y sus hijos nacidos en
Estados Unidos pueden reunir los requisitos para acceder a programas

23
Ver: Jeffrey T. Kullgren, “Restrictions on Undocumented Immigrants’ Access to Health Services: The
Public Health Implications of Welfare Reform”. American Journal of Public Health | October 2003, Vol 93,
No. 10. Pp. 1630-1633
24
Griswold, Daniel T. “Immigration and Welfare State”. Cato Journal Vol. 32, No.1 (Winter 2012) p. 168

21
sociales, incluyendo asistencia social (Asistencia Temporal para Familias
Necesitadas).
Además, debido a que la mayoría de los inmigrantes trabajan en
ocupaciones con salarios bajos, no generan grandes ingresos en
impuestos. Según un estudio –realizado por una organización que aboga
por reducir la inmigración- los inmigrantes ilegales son una perdida fiscal
general neta debido a sus bajos ingresos y bajos pagos de impuestos, no
por se grandes consumidores de servicios públicos. Otro estudio, por el
Brooking Institution, utiliza datos nuevos de la Encuesta de Población
Actual para concluir que los inmigrantes y sus hijos contribuyen más en
impuestos de lo que reciben en beneficios.25
Las nuevas reformas al sistema de salud propuestas por el presidente Obama no han
contribuido a que la situación se aclare con relación al peso que los migrantes representan
para los contribuyentes, pues como hemos visto en la red compleja de los cálculos se ve
que éstos, por ilegales que sean, contribuyen a la generación de riqueza y al pago de
impuestos, con lo cual dejan de ser la carga irresponsable para la generalidad de los
ciudadanos legales en los Estados Unidos como se creía.
4. La situación actual: la Reforma Obama.
La administración de Obama a optado por buscar un sistema de salud que cubra a los que
aún no tienen un seguro (sin ampliar la cobertura de quienes lo necesitan), lo cual parece
adecuado si no fuera porque se basa en el mercado privado de seguros médicos, no en un
sistema de salud eficiente y gubernamental. Se optó asimismo por darle subsidios a quienes
no tengan suficientes recursos para acceder a estos seguros. Con lo cual se privilegia el
mercado privado de asistencia médica, lo cual va con la historia del propio sistema que en
los años de la Gran Depresión de los años treinta del siglo veinte nace con la iniciativa de
unos doctores y hospitales a otorgar un seguro de asistencia médica pagado mensualmente
a un precio muy reducido.26

25
Johnson, Hans y Laura Hill. En cuestión. La inmigración ilegal. Public Policy Institute of California.
http://www.ppic.org/content/pubs/atissue/AI_711HJAIS.pdf
26
Brooks. David. “Fallas en la reforma de salud ponen a Obama a la defensiva”. La Jornada. Jueves 21 de
noviembre del 2013, p. 25

22
En la actualidad los programas anti-pobreza y del Estado de Bienestar son impopulares
porque representan costos fiscales, la solidaridad y la caridad no son fuertes estimulantes
para apoyar este tipo de ayudas y por esto el discurso debe darse en el plano pragmático
del costo-beneficio. Para el contribuyente la reforma de Obama parece que esta abocada a
reducir el gasto gubernamental en los servicios proporcionados, lo que se constituye en el
objetivo de todas las reformas al sistema de bienestar realizadas en las últimas cuatro
décadas. Ahora bien, tomando en cuenta que los Estados Unidos tienen un déficit
importante y deben balancear su presupuesto para sanear su economía, el esquema de
sacrificios al sistema de bienestar comienza a afectar incluso al sistema bélico, pues se
habla ya de reducir el gasto militar y el federal en seguridad, por lo menos ajustar este
último y evitar dispendios, pues la seguridad nacional sigue siendo el objetivo más
importante como quedó establecido después del 11 de septiembre del 2001.
En la presente crisis migratoria, que no sólo se refiere a los niños sin compañía que viajan
a los Estados Unidos, sino que involucra el aumento en el desempleo, la asistencia social
y los programas asistenciales, como hemos visto, así como la seguridad nacional. Por esto
el endurecimiento del discurso en el ámbito local y estatal contra la migración no autorizada
ha llevado a la presidencia de Obama a detener el cumplimiento de la promesa de un nuevo
pacto migratorio. Sin embargo ha propuesto una reforma a las políticas migratorias en
cuatro partes fundamentales, ampliamente explicados en la página WEB de la Casa Blanca:
1. Reforzar la seguridad de la frontera.
2. Presionar a quienes emplean a trabajadores ilegales.
3. Mejorar el sistema de otorgamiento de la ciudadanía, que será por méritos.
4. Hacer más eficiente el sistema legal para la migración.
Una de las novedades más importantes para el caso que nos ocupa es que en esta propuesta
de Ley el presidente Obama busca crear un nuevo estatus migratorio provisional, al que se
pueden unir todos los migrantes no autorizados en el país, que conformarían un registro
con una serie de datos como los biométricos, los antecedentes penales y los obliga al pago
de impuestos y tasas por el trámite, pero les da una presencia legal en el País, sin que por
ello tengan acceso a programas de seguridad social o del sistema de salud; de hecho se les
veta de cualquier programa del Estado de Bienestar, pero es la puerta de entrada a la
residencia y a la ciudadanía. Para lo cual se debe aprender inglés y civismo, pero si estudias

23
en la universidad o has servido por dos años al menos en las Fuerzas Armadas de manera
honorable, y si le añades el haber entrado ilegalmente al País sin responsabilidad personal,
sino porque tus padres te trajeron, entonces es más fácil que obtengas la ciudadanía.
Se busca estimular la economía privilegiando a quienes contribuyen al sistema productivo
de manera directa invirtiendo y creando empleos, así como conservar a los graduados de
posgrado del sistema educativo estadounidense, así como reforma el proceso inherente a
quienes buscan asilo y refugio en los Estados Unidos.
Todo este panorama se complementa con dos programas que tocan sensible y directamente
a la vida cotidiana de los migrantes no autorizados, sobre todo los mexicanos. Uno es el
dedicado a reforzar la protección en la frontera con México para evitar el cruce ilegal y
otro que busca acabar con quienes emplean trabajadores indocumentados, facilitando la
forma de garantizar que el empleado se encuentra legalmente en el país.
A pesar de que esta es sólo una propuesta, ya se ve que se está poniendo en práctica; no
por casualidad explota la crisis sobre la migración infantil, y diversas autoridades
estadounidenses relacionadas con la protección fronteriza viajan a México estableciendo
patrones de colaboración binacional. Lo que también es parte del plan delineado por la
administración Obama.
En este caso el Warfare se ve incrementado en detrimento del Welfare Estadounidense, no
se abre el acceso a los beneficios del sistema de seguridad social y sí se incrementa el gasto
en el rubro policiaco-militar, pues se incrementaron los agentes de tierra en la frontera
México-Estadounidense; se aumenta la vigilancia y se aplica tecnología de punta en ella,
así como se apoyan mejores sistemas de investigación con mayores recursos que buscan
desmantelar las redes de tráfico de drogas y de personas. En el caso de la migración vemos
que el Estado Bélico (Warfare) obtiene la victoria por sobre el Estado de Bienestar
(Welfare), se busca controlar rígidamente la migración para que sea un factor de
crecimiento económico y no una carga para los contribuyentes, así se apoya el espíritu de
ciertos grupos anti-migrantes que buscan cerrar la frontera para que haya una migración
selectiva, pues en la propuesta Obama se fortalece la fuga de cerebros en beneficio de los
Estados Unidos, así como se estimula la entrada de inversionistas creadores de empleo.

24
5. Conclusiones: México en este panorama.
La propuesta es benéfica en muchos aspectos para los ciudadanos y la economía de los
Estados Unidos, pero no para los países expulsores de migrantes. ¿Podríamos sinceramente
criticar esto? No, es natural y lógico que luchen por sus intereses, pues el diseño de las
políticas exteriores de cada país lo hacen según sus capacidades. Ese no es el problema, lo
que debemos evaluar es qué tanto afectarán estas propuestas de acción a México y hasta
donde serán eficientemente aplicadas.
Planteemos un escenario hipotético: si se logra empadronar a todos los migrantes ilegales
registrando sus datos biométricos, antecedentes penales, pasando por requisitos de
seguridad nacional y pagando los impuestos respectivos el País tendría la posibilidad de
expulsar a todo migrante no útil para los fines de producción y todo aquél que esté
vinculado con cualquier acto delictivo, convirtiéndose en problema para sus países de
origen. Habría un sistema de empadronamiento de todo migrante con datos precisos que
permiten realizar un control mucho más eficiente de las personas que ponen en entredicho
la libertad de movilidad internacional, pues aunque no sean criminal ni hayas violentado la
ley habrá un registro de los movimientos de quienes nacieron fuera de los Estados Unidos
y por alguna razón pasaron por el país o solicitaron algún tipo de visa.
Igualmente esto no sería problema de México si no fuera porque esto también representa
el cerrar la frontera y crear una presión económica interna pues se elevarían los niveles del
desempleo y con ello la violencia y la criminalidad, pues los jóvenes (vengan de donde
vengan) que no puedan pasar la frontera deberán buscar un medio de subsistencia en
México y ya hemos visto que son presa fácil para las redes del crimen organizado.
Por esto, habrá que pensar en colaborar efectivamente con la protección fronteriza pero
articular una estrategia que le permita a la política exterior mexicana establecer redes
efectivas de colaboración con las familias y los migrantes mexicanos autorizados y no en
los Estados Unidos para que se pueda revertir la tendencia de expulsión en inversiones
productivas locales. Si se logra controlar la violencia cotidiana que ahora nos envuelve
podremos estimular la recuperación económica de las comunidades ahora asoladas por la
violencia a través de inversiones productivas provenientes de quienes migraron y ahora
pueden, sino regresar, sí evitar que sus familias continúen abandonando su tierra de origen.

25
Mientras eso sucede debemos apoyar los esfuerzos que se realicen a favor de iniciativas
educativas binacionales y de proyectos transfronterizos que apoyen a los que desean
trabajar y construirse una vida en los Estados Unidos para que lo hagan legalmente. Ambas
naciones necesitan replantear sus prioridades en la relación mutua, así como establecer
compromisos reales de transformación de sus respectivas políticas públicas destinadas a la
población migrante.
En resumen, la colaboración que ahora se nos pide, reforzando el Estado Bélico
estadounidense, podría abocarse para combatir el problema interno de violencia y así tratar
de revertir el proceso de expulsión de una fuerza trabajadora necesaria para el crecimiento
económico y atraer inversiones locales que generen empleos y paguen impuestos.

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26
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