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Andrea Weber

Intimidad, memoria y comunidad desde la diáspora

En el perfil de Instagram de Mika Benesh, artista trans australiano que en su trabajo explora
su identidad judía y su historia familiar, fotos de su obra se entremezclan con fotos de su vida
cotidiana: su gato, su novia, su habitación. Está todo junto, como si todo formara parte de una
composición y el perfil mismo fuera una obra en progreso sobre lo íntimo, la memoria y lo
comunitario. Son estos tres elementos los que aparecerán a lo largo de todo el trabajo
multidisciplinario del artista, que realiza obra en medios como la fotografía, la joyería, el
diseño de objetos, textiles y la ilustración.

Como hijo (y nieto) de inmigrantes judíos de europaEuropa y medioMedio -orienteOriente,


Benesh se interesa específicamente por las experiencias judías de construcción de memoria y
cómo estas fueron afectadas por el genocidio y las expulsiones forzosas. El artista cita al
escritor Jonathan Safran Foer que dice que para los judíos la memoria es como un sexto
sentido. Este tema lo aborda a partir de material de archivo de su familia, que aparece en la
mayor parte de sus piezas gráficas. Sus obras más recientes consisten en fotografías
familiares impresas sobre telas semitransparentes, lo que genera una sensación
fantasmagórica que hace muy presentes las ausencias.

Otra parte importante de su obra consiste en la reinterpretación de objetos rituales


tradicionales del judaísmo. Si bien él reivindica su identidad judía, no lo hace sin una
profunda crítica de sus prácticas más problemáticas que se expresa a través de estos objetos.
Los mismos aparecen como una forma de simbolizar una reapropiación queer de toda una
tradición que uno imaginaría que lo rechazaría por su identidad de género, pero también
como un símbolo de las infinitas formas que hay de practicar el judaísmo y de construir
comunidades judías que puedan ser diversas.

El zine que el artista realizó para la exhibición Kudos Live: Intimate Circulations condensa
de forma excepcional los temas que explora más simbólicamente en el resto de su obra.
Acompañado de ilustraciones y fotografías, Benesh expone en un ensayo muy amigable
reflexiones teóricas y anécdotas sobre la masculinidad en el judaísmo y sus propias
experiencias como un hombre trans en el seno familiar y comunitario. Las ilustraciones
basadas en viejas fotografías de sus abuelos y cargadas de simbología religiosa construyen
una intimidad y una cercanía con el artista que la lectura del ensayo se siente casi como una
conversación privada con él.

Al final del zine, Benesh agrega una imagen de una bendición que leyó para su comunidad en
el servicio de Shabat, la noche anterior a la marcha de Mardi Gras en Australia. La bendición
es para el crepúsculo, y para el pueblo del crepúsculo, para aquellos que “... están entre roles,
en la intersección de historias o entre lugar y lugar”. Y, volviendo a su perfil de Instagram,
que mantiene una fuerte unidad en cuanto a la gama de colores, es como si su vida ocurriera
en un eterno atardecer, un eterno crepúsculo. Un crepúsculo que representa su lugar como
artista judío de la diáspora y como artista trans.

Excelente perfil. Muy interesante tu lectura precisa de la producción del artista. El título no
me convence del todo. Tus aseveraciones en el texto tienen fuerza, transmiten con claridad la
posición del artista, en cambio, el título, que es un poco largo, parece un poco general. ¿Te
animás a buscar otro? También, por favor, hacé un copete de dos o tres líneas.

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