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MATEMÁTICA
Los obstáculos de origen ontogenético son los que sobrevienen del hecho
de las limitaciones (neurofisiológicas entre otras) del sujeto a un
momento de su desarrollo: él desarrolla conocimientos apropiados a sus
medios y a sus objetivos.
La epistemología genética pone en evidencia etapas, acomodamientos y
asimilaciones, que, a la vez, se asemejan a las etapas del desarrollo de
los conceptos por las leyes de regulación que los hacen aparecer, y
difieren de ellas por la naturaleza exacta de las limitaciones que
determinan esas regulaciones.
Los obstáculos de origen didáctico son los que parecen no depender más
que de una elección o de un proyecto de sistema educativo. Por ejemplo,
la presentación actual de los decimales en el nivel elemental es el
resultado de una larga evolución en el marco de una selección didáctica
hecha por los enciclopedistas y luego por convención (conforme a una
concepción que remonta a S. Stevin mismo): teniendo en cuenta su
utilidad, los decimales iban a ser enseñados a todo mundo lo antes
posible, asociados a un sistema de medida, y refiriéndose a las técnicas
de operación en los enterios. Así, hoy, los decimales son, para los
alumnos "enteros naturales con un cambio de unidad", por lo tanto
"naturales" (con un punto) y medidas. Y esta concepción, apoyada por
una mecanización del alumno, va a hacer obstáculo hasta el D.E.U.G.
(Diploma de Estudios Universitarios Generales).
1Fundamentos de la Enseñanza y el Aprendizaje de las Matemáticas para Maestros. Godino, Juan D., Batanero,
Carmen. Font, Vincec. Departamento de Didáctica de la Matemática. Universidad de Granada. 2003.
Es característico que el principal factor de discriminación de los alumnos
en un cuestionario reciente (IREM de Rouen) sea el cálculo haciendo
intervenir, a la vez, decimales y productos de una potencia por diez. Así,
es la "comprensión" misma de la definición de los decimales lo que
explica los comportamientos de los alumnos. Pero actualmente, un
obstáculo tal se ha convertido, a la vez didáctico y sociocultural.
Frente a los grandes cambios sufridos por todas las ramas del saber el
espíritu científico no puede permanecer impasible; ha de transformarse,
proyectarse, crear nuevos métodos que le permitan entender y teorizar
la gran revolución acaecida en las disciplinas científicas de la actualidad.
Esto es de gran importancia pues los frutos de este desarrollo científico
son nuevos y "llega siempre la hora en que no se tiene ya interés en
buscar lo nuevo en las huellas de lo antiguo, en que el espíritu científico
no puede progresar más que creando métodos nuevos. Los conceptos
científicos mismos pueden perder su universalidad”
El nuevo espíritu científico ha de tomar conciencia respecto a que un
nuevo discurrir esta formulado con base en un experimento ya sea
material o intelectual (recuérdese, los famosos experimentos mentales
de Albert Einstein); si el resultado del experimento es nuevo, cambia o
se contradice con lo que antes se esperaba, el discurrir que se haga del
mismo también debe cambiar. La movilidad y constante evolución de los
métodos científicos es la característica del pensamiento actual, sin la que
el espíritu no se puede apropiar responsablemente del evolucionar
contemporáneo de las ciencias.
Para alcanzar este grado de enriquecimiento epistemológico el nuevo
espíritu científico ha de abandonar los hábitos analíticos de la experiencia
que siempre ha utilizado y que en general son propios de todo espíritu
pre-científico; estos hábitos Bachelard los identifica como obstáculos
epistemológicos que son barreras que se oponen a la formación de un
espíritu científico.
Los obstáculos epistemológicos no se refieren a los elementos externos
que intervienen en el proceso del conocimiento científico, como podría
ser la complejidad o la dificultad para captar el nuevo fenómeno al modo
cartesiano, en el que la causa fundamental para no poder acceder al
conocimiento radica en la mínima capacidad que tienen los sentidos para
captar la realidad, sino a las condiciones psicológicas que impiden
evolucionar al espíritu científico en formación.
Es de suma importancia entender que el espíritu cuando se presenta ante
un fenómeno para intentar comprender las leyes que lo rigen y que le
permiten existir, no se presenta desnudo, sino con una serie de prejuicios
que no le permiten un contacto directo y cualitativo con la nueva
realidad, dado que "es entonces imposible hacer, de golpe tabla rasa de
los conocimientos usuales. Frente a lo real, lo que cree saberse
claramente ofusca lo que debería saberse. Cuando se presenta ante la
cultura científica, el espíritu jamás es joven. Hasta es muy viejo, pues
tiene la edad de sus prejuicios. Tener acceso a la ciencia es rejuvenecer
espiritualmente, es aceptar una mutación brusca que ha de contradecir
a un pasado.”
Bachelard identifica diez obstáculos epistemológicos; el primer obstáculo
a superar es el de la experiencia primera; está experiencia está
conformada de informaciones que se perciben y se alojan en el espíritu
generalmente en los primeros años de la vida intelectual esas
informaciones no se pudieron someter a critica alguna, pues el espíritu
se encontraba desarmado y altamente voluble dado que se encontraba
sumergido en la inconsciencia del ignorar; al no sufrir critica alguna estas
experiencias primeras pasan sin tamizar a convertirse en verdades
primarias frente a las que es imposible crear nuevos conocimientos que
vayan en contra de las mismas. Este obstáculo se ve reforzado por el
aparente capricho de la naturaleza, que nos muestra una realidad
inmediata que nada tiene que ver con el fenómeno verdadero; es por
esto que "el espirita científico debe formarse en contra de la naturaleza,
en contra de lo que es dentro y fuera de nosotros, impulso y enseñanza
de la naturaleza, en contra del entusiasmo natural, en contra del hecho
coloreado y vario. El espíritu científico debe formarse reformándose.”
El segundo obstáculo epistemológico identificado por Bachelard es el
obstáculo realista, que consiste en tomar la noción de sustancia como
una realidad, que no se discute y de la que parte toda una serie de
conocimientos que tiene relación directa e indiscutible con la naturaleza
de la sustancia misma, como no se puede explicar se la toma como causa
fundamental o como una síntesis general del fenómeno natural al que se
le asigna, es así como los alquimistas creían que en el oro se habían
concentrado todas las bondades y propiedades características del sol;
cosa similar sucedió con el fuego, ya que al desconocerse su génesis, se
lo toma como un a causa universal. En este momento una sustancia
real, misteriosa, deja de, ser un problema científico para convertirse
en la generatriz de toda la realidad.
El “Pasaje”:
Está condicionado por la misma idea que, a menudo implícitamente, el
maestro tiene de transposición didáctica y de ingeniería didáctica y dirige
el currículo oficial en dos sentidos contradictorios: como excusa para una
falta de responsabilidad en su labor docente o como objeto de análisis.
SM: El verbo que domina este lado es: enseñar. La actividad que
domina este lado es: transposición didáctica. Los elementos que
caracterizan este lado son:
• La transposición didáctica,
• Las creencias del maestro relativas a: alumnos, saberes,
aprendizaje,
• Idea de escuela,
• Objetivos de la educación (en general; matemática en particular).
MA: El verbo que domina este lado es: animar (con consecuencias del
tipo: motivar etc.); lo podemos interpretar como: explicar las
implicaciones personales, favorables a la devolución. La ingeniería
didáctica tiene un rol determinante también aquí. Los elementos
característicos de este lado son:
• Relaciones pedagógicas,
• Contrato didáctico,
• Obstáculos didácticos,
• Evaluación (valorización),
• Escolarización,
• Devolución o falta de devolución,
Con todas las teorías y las hipótesis teóricas que le acompañan (ver
citaciones precedentes). Sobre todo el triángulo (maestro-alumno-saber)
“pesa” la noosfera con sus expectativas, sus presiones, sus elecciones.
Un análisis moderno de esta problemática, en la cual se tienen en cuenta
los resultados de los estudios y de las investigaciones en el contexto
internacional, de los cuales hasta aquí han sido citados solamente
algunos, no podemos prescindir de ulteriores análisis sobre sus polos,
sus lados y la estructura misma del triángulo. En lo concerniente a los
polos, tienen gran importancia cuestiones relativas a la dialéctica entre
motivación y volición en A; las imágenes de la escuela, de las figuras
en juego, del saber, de sí. En lo concerniente a los lados, tienen gran
importancia cuestiones relativas a la metacognición (que crea
expectativas y que influye en la transposición); en particular, todo cuanto
concierne a conceptos, estrategias, algoritmos, auto regulación y control;
además los juegos del lenguaje en una micro sociedad bien determinada
y con aprendizaje situado. En lo concerniente a la estructura global
misma, tienen gran importancia cuestiones relativas al complejo de las
relaciones, a los contratos instaurados, a las expectativas externas, a las
teorías de aprendizaje, al sentido dado al término “comprender”, al
sentido dado al término “saber”. En la micro sociedad-clase, según los
ámbitos, la problemática de los contextos, puede haber una máxima o
mínima relevancia; por ejemplo, el pasaje de la tarea y la forma de
abordarla, hacia los productos, pasando por los procesos (D’Amore, Zan,
1996).
Es importante recalcar, para concluir, que el “acercamiento analítico”
sobre los componentes del sistema, sugeridos en estas páginas, no
buscan, en caso alguno, no reconocer o intentar reducir la complejidad
del problema, la complejidad sistémica del problema, es decir del modelo
didáctico. Lo que deseamos mostrar es que es posible un análisis
sistemático y minucioso de cada elemento del modelo sistémico con el
único objetivo de aislar sus componentes, a fin de poder conocerlas mejor
en su especificidad para después restituir a una visión holística los
resultados alcanzados de manera tan específica.
2
Perspectiva de la Didáctica de las Matemáticas como Disciplina Tecnocientífica. Departamento de
Didáctica de la Matemática. Universidad de Granada. Septiembre, 2010. Disponible en:
http://www.ugr.es/local/jgodino.
nivel académico. Nos referimos al denominado "suceso condicionado",
del que pueden verse en numerosos textos definiciones similares a la
siguiente: "Al suceso consistente en que se cumpla B habiéndose
cumplido A, se le llama suceso B condicionado a la verificación del suceso
A y se escribe B/A".
Sin embargo, el álgebra de sucesos es siempre isomorfa a un álgebra de
conjuntos y las únicas operaciones posibles en un álgebra de conjuntos
son las usuales de unión, intersección y diferencia.
El estudio de la transposición didáctica se preocupa, entre otras
cuestiones, de detectar y analizar esta clase de diferencias y hallar las
causas por las cuales se han producido, con objeto de subsanarlas y
evitar que la enseñanza transmita significados inadecuados sobre los
objetos matemáticos.
3
Disponible en: http://www.cosasdeeducacion.es/que-es-transposicion-didactica/
menos “libertad de cátedra” para elegir un contenido por sobre los otros
posibles.
EL PARA QUÉ: ¿Para qué voy a enseñar esto? O sea con qué objetivo
el docente va a enseñar un saber en un determinado momento de
desarrollo del curso. La mayoría de las asignaturas en los niveles básicos
de formación, no están implementadas para ser estudiadas con el fin de
aprenderlas sino el de desarrollar destrezas cognitivas deseables para
una determinada edad del estudiante.
EL CÓMO: ¿Cómo voy a enseñar esto? El cómo es el escollo más difícil
de superar y, más aun, para los docentes novatos. Elegir al fin y al cabo
una manera para enseñar un contenido implica conocer muchas cosas,
entre ellas, los mecanismos de aprendizaje de los estudiantes. En el
cómo es cuando la didáctica se pone en juego.
Cuando el docente logra una buena transposición didáctica logra “servir
en bandeja” el contenido que se desea enseñar de forma accesible y
adecuada a la estructura mental del estudiante.
Por ejemplo, si imaginamos una clase sobre el tema: Láser, veremos que
tanto en primaria como en secundaria y en la universidad hay estudiantes
capaces de entender este contenido. Pero si un estudiante de secundaria
asiste a una conferencia universitaria sobre el Láser, de nada le servirá
porque ese contenido, al no haberse convertido en “saber enseñado” por
un docente capacitado, no podrá ser asimilado por el estudiante, entre
otras cosas, por no tener puntos de conexión mental existentes.
La Transposición Didáctica4
“Los procesos de aprendizaje escolar surgen de las prácticas de estudio
organizadas por el profesor”, por tanto, el docente cumple una función
transmisora de aquellos saberes o contenidos que previamente han sido
transformados o adaptados para la posterior enseñanza, durante este
4
Antropología Social No. 19. Buenos Aires. Ene/jul 2004. Disponible en:
http://openboard.com.co/documentos/62- transposicion-didactica.html
proceso, el docente intenta obtener el cumplimiento de unos objetivos
con contenido significativo desde el ámbito del saber y lo cultural, que
implican la transmisión de las estructuras de dominación dentro del
proceso social.
La transposición didáctica es un proceso mediante el cual los
contenidos y saberes son adecuados para que se conviertan en saberes
a enseñar a través de procesos didácticos que permitan fijarlos y
emplearlos. Pero estos “objetos de enseñanza” productos de la cultura,
poseen direcciones definidas y fines determinados, es decir, la enseñanza
tiene como objetivo el trabajo con el saber aprendido, por tanto, cumplen
lineamientos culturales.
La transposición didáctica está determinada por dos procedimientos, uno
en el que los docentes establecen los saberes a enseñar y el segundo,
es la ejecución o mecanismos para fijar estos saberes en los estudiantes
conformando el currículo escolar.
La transposición didáctica demarca una dinámica pedagógica, es
decir un saber cultural es procesado en saberes a enseñar para lograr
saber enseñado, mediante la ejecución de procedimientos y
planeamientos establecidos en un currículo escolar. Ahora, estos saberes
u objetos de enseñanza se hayan enmarcados por coyunturas y
contextos establecidos por perspectivas ideológicas e intereses
hegemónicos de poder y de continuidad de estructuras en dos
dimensiones, una de carácter epistemológico en el que la ciencia denota
intereses políticos y la segunda en donde se permite la elección y la
exclusión de los saberes a transmitir en el proceso pedagógico.
En la fase de diseño en la transposición didáctica o “Noosfera” en
términos de Chevellar, confluyen varios factores que a su vez dividen el
proceso en dos etapas, una durante el cual participan la industria
editorial, el mercado, promoción, capacitación y la formación previa del
docente para la elección de contenidos y de elaboración de material
didáctico y se considera como etapa pedagógica que determina la
enseñanza en el aula.
La segunda etapa corresponde al proceso educativo concreto, durante
el cual el docente ejecuta la enseñanza dentro del aula mediante un
proceso igualmente de planeación, dirección y ejecución con opción
del material elaborado. El proceso de diseño se configura por tanto como
una etapa reproductiva de la “hegemonía del sistema educativo”.
5
Transposición Didáctica. Silvia Hurrell. C.A.P.A.C.Y.T. - Área de Elaboración de Materiales.
didacta plantea la cuestión de la adecuación: ¿no hay acaso conversión
de objeto? Y en ese caso, ¿cuál?»
Para Chevallard, la duda sistemática es una condición necesaria para
romper con la ilusión de la transparencia de su universo de enseñanza,
donde todo parece estar dado y controlado. Cuando los docentes
tomamos conciencia de los niveles de mediación que existen entre el
conocimiento erudito y el aprendido, cuando logramos discriminar y
superar entre las posibles reacciones descritas la que nosotros
adoptamos, estamos en condiciones de ejercitar la «vigilancia
epistemológica» de la que habla el autor, tan necesaria para mejorar
nuestras prácticas. Tal vez esto no sea fácil abordarlo solo, el encuentro
y la discusión entre colegas, docentes, especialistas en los contenidos,
es un posible camino. Lo importante es generar el espacio para investigar
el propio quehacer.
6
La Transposición Didáctica: historia de un Concepto. Miguel Ángel Gómez Mendoza. Revista
Latinoamericana de Estudios Educativos. Volumen 1, Julio - Diciembre 2005, págs. 83-115.
Este autor estima, entonces, que en esta disciplina escolar, el francés, la
transposición didáctica está en pensar sobre todo en términos de una
pluralidad de saberes de referencia “que se deben seleccionar, integrar,
operacionalizar y solidarizar” (Petitjean, 1998, p. 25).
En este sentido, como lo propone J-F. Halté (1998), podría ser necesario,
reemplazar el concepto de transposición por el de “elaboración
didáctica”: “En francés, los contenidos a enseñar no se reducen a los
saberes sabios transpuestos sino que reflejan o refractan también
lo que J- L- Martinand llama las ‘prácticas sociales de referencia’”
(Petitjean, 1998, p. 25). Este autor muestra de esta forma que si se le
aplica la expresión de “práctica social” a la disciplina “francés”, ella da
cuenta del hecho que hablar, escribir, leer, pensar, en grados diversos,
son las competencias que se desarrollan y se ejercen en las prácticas
sociales no escolares.
7
Perspectiva de la Didáctica de las Matemáticas como Disciplina Tecnocientífica. Departamento de Didáctica
de la Matemática. Universidad de Granada. Septiembre, 2010. Disponible en,
http://www.ugr.es/local/jgodino.
identificarse planteamientos similares sobre aspectos parciales en otras
teorías.
Se adopta una perspectiva piagetiana, en el sentido de que se postula
que todo conocimiento se construye por interacción constante entre el
sujeto y el objeto, pero se distingue de otras teorías constructivistas por
su modo de afrontar las relaciones entre el alumno y el saber. Los
contenidos son el substrato sobre el cual se va a desarrollar la
jerarquización de estructuras mentales.
Pero además, el punto de vista didáctico imprime otro sentido al estudio
de las relaciones entre los dos subsistemas (alumno - saber). El
problema principal de investigación es el estudio de las condiciones en
las cuales se constituye el saber pero con el fin de su optimización, de
su control y de su reproducción en situaciones escolares. Esto obliga a
conceder una importancia particular al objeto de la interacción entre los
dos subsistemas, que es precisamente la situación - problema y la
gestión por el profesor de esta interacción.
Como indica Balachef (1990a) se está reconociendo en los trabajos
sobre Psicología de la Educación Matemática la importancia crucial que
presentan las relaciones entre los aspectos situacionales, el contexto y
la cultura y las conductas cognitivas de los alumnos.
Esta dimensión situacional, que subyace - explícitamente o no - en
cualquier estudio sobre procesos de enseñanza, raramente es
considerada como objeto de investigación por sí misma. Pensamos que
la Teoría de Situaciones Didácticas de G. Brousseau es una iniciativa en
este sentido.
8
Teoría de Situaciones Didácticas: un marco para pensar y actuar la enseñanza de la Matemática. Patricia
Sadovsky.
Una visión de la enseñanza que se centre exclusivamente en los procesos
de producción de conocimientos en interacción autónoma con un
medio, sin las retroacciones de quienes comparten la misma
comunidad, ni la mediación de quienes representan el saber cultural (los
docentes) desconoce que las respuestas a problemas particulares no se
insertan de manera automática en un sistema organizado de
conocimientos que permitiría abordar cuestiones que van mucho más allá
del contexto que las hizo observables. Dicho de otro modo, se estaría
desconociendo el carácter social y cultural de la construcción de
conocimientos escolares. Desde la perspectiva de Brousseau la clase se
piensa como un espacio de producción en el cual las interacciones
sociales son condición necesaria para la emergencia y la elaboración de
cuestiones matemáticas.
9
La Teoría de Situaciones Didácticas: un marco para pensar y actuar la enseñanza de la Matemática. Patricia
Sadovsky.
“de manera independiente de la mediación docente”? Revisamos nuestra
visión de la noción de adidacticidad y empezamos a pensarla como una
posición que sostienen el alumno y el docente, más que concebirla en
términos de intervención o no intervención del docente.
La responsabilidad matemática del alumno con relación a la
problemática que enfrenta, no pasa por considerar o no la intervención
del docente sino por la manera en que la considera.
Obviamente no estamos hablando de intervenciones banales, sino de
intervenciones que alimentan la interacción del alumno con su
problemática.
Pensar la adidacticidad como posición del alumno sostenida por el tipo
de reconocimiento que hace el docente del alumno, en algún sentido nos
“liberaría” de considerar las intervenciones del docente con relación a la
problemática con la que interactúa el alumno como compensaciones de
las insuficiencias de un medio. Esto nos resulta interesante, no por una
cuestión de nombres dentro de la teoría, sino porque permite concebir
un modo de intervención que siempre puede enriquecer la calidad de las
relaciones que el alumno establezca en su interacción con el medio.
Algunos episodios de análisis de las clases, nos llevan a repensar también
cómo interviene el conjunto de las interacciones de la clase en la
construcción de esa posición del alumno en tanto sujeto matemático, de
la que venimos hablando. Proponemos un ejemplo: en una de las clases
en las que trabajamos, se discutía respecto de la cantidad de soluciones
de un problema aritméticos con un grado de libertad entre las variables.
Se habían propuesto dos caminos de resolución. La clase sostenía que
por un método el problema tenía 41 soluciones y por otro método tenía
200. Esto hizo que el docente propusiera una nueva tarea a los alumnos:
les pidió que encontraran una solución que pudiera obtenerse por uno de
los métodos y no por el otro. En el marco de este trabajo, una alumna
muy floja llama a la profesora y le pregunta ¿cómo saben los chicos que
hay 201 soluciones?
Interpretamos que toda la discusión que se despliega en el aula, le
informa a esta alumna que hay una manera de darse cuenta, que ella no
comprende, pero que podría comprender. Y tal vez sea éste para ella el
aprendizaje más importante de todo el conjunto de clases en las que se
sostuvo el problema.
En este sentido, un tipo de interacción sostenida para el conjunto puede
ayudar a los que todavía no entraron en un cierto juego matemático, a
construir esa posición adidáctica de la que hablábamos. Podríamos
pensar que las interacciones generadas por la profesora con el conjunto
de la clase, contribuyen al proceso de devolución del problema a esta
alumna. La devolución operaría en este caso no a través de una
interacción directa del docente con el alumno sino a través de la gestión
de toda la clase que, al sostener el debate, informa al conjunto que las
respuestas que se dan obedecen a razones. Las reflexiones anteriores
abren una serie de cuestiones teóricas que deberemos discutir,
profundizar y analizar como formadores de matemáticos.