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La contaminación en las playas de la República Dominicana.

“República Dominicana cuenta con más de cien playas, una más


hermosa que la otra”, presume esa nación en sus anuncios
turísticos.

El país caribeño es conocido por sus mares color zafiro y sus playas color marfil,
pero ahora se enfrenta a olas de basura que han llegado a sus costas, un
recordatorio vívido de la presencia de miles de toneladas de plástico en los
océanos del mundo.

Esos montones, sobre todo la llamada Gran Mancha de Basura del Pacífico,
generalmente están lejos de los asentamientos humanos, ni qué decir de los
destinos con complejos turísticos.

Sin embargo, en vez de visitantes relajados en la playa “Montesinos” en la capital,


santo domingo, ha habido una escena totalmente extraña de ver: trabajadores y
voluntarios de la ciudad que libraban una batalla a contracorriente para limpiar
olas de basura lodosa.

Tienen que usar incluso excavadoras para levantar la basura, solo para que
segundos después llegue otra oleada de basura más grande.

Desde mediados de julio del año 2019 se han recolectado toneladas de desechos.

Este fenómeno no se limita solo al país, puede verse en diversos países que
tienen costas. “los ríos y las playas son los tiraderos comunes”.
Se añadió que lo que le pasa a republica dominicana es solo un pequeño síntoma
del problema global mas grande en estos tiempos. Todo el plástico arrojado a los
ríos llega a los mares y el océano, y solo una pequeña parte regresa a las costas,
la mayoría llega a alta mar.

El desperdicio plástico que llega a la playa de Montesinos viene del río Ozama,
que desemboca en el Caribe.

“Lo que no se ve en las imágenes son todos los desperdicios tóxicos”, en cuanto
estos desechos llegan a mar abierto, el plástico se degrada y libera químicos que
son imposibles de capturar.

La vida marina atrapada en los escombros y los humanos afectados por las
partículas tóxicas en las olas están en riesgo, señalaron ecologistas locales.

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