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DIARIO OFICIAL 46.

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CIRCULAR EXTERNA 100-000002

31/03/2006

Estados financieros períodos intermedios

Señores: Representantes legales revisores fiscales y contadores públicos

Sociedades vigiladas o controladas

Ciudad

Referencia: Estados financieros períodos intermedios.

En relación con la solicitud de los estados financieros de períodos intermedios efectuada


a través de la Circular Externa número 007 del 19 de octubre de 2005, a las compañías
vigiladas o controladas por esta Superintendencia, es conveniente hacer algunas
precisiones respecto a la utilización de la información y la obligación que le asiste al
revisor fiscal de emitir su informe.

Dentro del nuevo marco de supervisión constructiva y pedagógica que viene


implementando esta Superintendencia, con el ánimo de entregar tanto al sistema
empresarial como al Estado y sus agentes de interés información válida, con valor
agregado, capacidad de proceso, respetando la privacidad que ordena la ley, la Entidad
desarrolló el Sistema de Información y Riesgo Empresarial (SIREM), como una
herramienta dirigida al mejoramiento de la competitividad empresarial, el cual fue
presentado a Contadores de las más importantes firmas de auditoría, decanos de
facultades de Contaduría del país y profesionales independientes, coincidiendo todos en
la importancia de la solicitud de la información de períodos intermedios.

Lo anterior, en cumplimiento a lo dispuesto por el artículo 86, numeral 2 de la Ley 222 de


1995, que exige a la Superintendencia de Sociedades “Dar apoyo en los asuntos de su
competencia al sector empresarial y a los demás organismos del Estado”. Justamente
para atender esta exigencia y teniendo en cuenta que el país está avanzando en el
proceso de apertura e internacionalización de la economía, el cual plantea nuevos
requerimientos en el manejo de las relaciones económicas, consideramos oportuno
aprovechar la cantidad de información que del sector real de la economía posee esta
entidad, para responder a las necesidades que presenta este nuevo modelo económico y
permitir que los empresarios asuman en forma eficiente la competencia nacional e
internacional.

Ahora bien, según lo preceptuado en los artículos 207 y 208 del Código de Comercio, así
como en lo dispuesto por el artículo 7° de la Ley 43 de 1990, el revisor fiscal, como
profesional, es una persona con independencia mental que garantiza su imparcialidad y la
objetividad de sus juicios en la ejecución de su examen y preparación de sus informes. El
ejercicio de la revisoría fiscal debe ser permanente, toda vez que a instancias de su
dictamen, la función principal es la de servir tanto como órgano de control de las
operaciones sociales, como de los actos de la administración y de los demás niveles del
ente económico en el permanente desarrollo de su objeto social.

No de otra forma podría este profesional inspeccionar asiduamente los bienes de la


sociedad, como legalmente le corresponde, procurando que la administración tome de
manera oportuna las medidas necesarias y conducentes a una adecuada custodia,
conservación y protección de su patrimonio.

El artículo 187 del Estatuto Mercantil, establece dentro de las funciones del máximo
órgano social, la de hacer las elecciones que corresponda según los estatutos o leyes,
fijarle las asignaciones a las personas elegidas y removerlas libremente; en el caso del
revisor fiscal tal potestad la contempla de manera expresa el artículo 204 ibídem.

Acorde con lo anterior, las normas relativas a la ejecución de su trabajo, contenidas en el


numeral segundo, del. artículo 7° de la Ley 43 de 1990, demandan que el mismo sea
técnicamente planeado, lo cual debe incluir todas y cada una de las responsabilidades
que como revisor fiscal le imponen la ley y los estatutos.

El inciso tercero del artículo 34 de la Ley 222 de 1995, prevé que las entidades
gubernamentales que ejerzan inspección, vigilancia o control, pueden exigir la
preparación y difusión de estados financieros de períodos intermedios. Para tal efecto,
mediante la Circular Externa número 15 del 24 de septiembre de 1997, la
Superintendencia de Sociedades instruyó a los Administradores, Revisores Fiscales y
Profesionales de la contaduría pública, respecto de la forma en que deben cumplir con
dicha obligación cuando fueren requeridos, consignando en el numeral sexto, certificación
y dictamen, que aun cuando la revisión sea limitada, el revisor fiscal debe rendir un
informe sobre dichos estados financieros, en el que revele como mínimo mediante las
notas correspondientes, los asuntos de importancia que los afecten.

De otro lado, esta entidad viene predicando que la contabilidad es una herramienta
construida fundamentalmente para la gestión del empresario, y como lo indica el artículo
48 del Código de Comercio, debe facilitar la historia, clara, completa y fidedigna de los
asientos individuales y el estado general de los negocios. Luego, tanto las decisiones,
como los reportes, deben también cumplir esos presupuestos que suponen continuidad y
permanencia.

Del contexto anterior es dable concluir, que el profesional de la contaduría pública desde
el momento de su nombramiento como revisor fiscal, aceptada tal designación y fijados
sus honorarios, asume las responsabilidades que la ley le impone, tanto a él como al
comerciante a quien presta sus servicios, en el transcurso de todo el ejercicio social, y no
solamente en el último trimestre para procurar el balance de cierre y los informes a
asambleas o juntas de socios; por lo tanto, no hay lugar a cobrar emolumentos
adicionales para emitir un informe sobre estados financieros de períodos intermedios,
sino a redistribuir su labor y horas de servicio, durante todo el período, para el cabal
cumplimiento de sus funciones.

De manera que, recomendamos a los profesionales contables que presten servicios de


revisoría fiscal, replantear técnicamente su trabajo, en cumplimiento de las razones aquí
expuestas, evitando incurrir en prácticas indebidas en detrimento del sector empresarial.
Finalmente, al establecer una relación costo beneficio ante el deber de suministro
trimestral de estados intermedios y el resultado buscado, este despacho considera que
todos los empresarios resultamos gananciosos en competitividad, seguridad e
información, para encontrar, en un ambiente de orden público económico, condiciones
favorables al crédito y a la inversión, apuntándole siempre a la generación de riqueza,
para beneficio también de todos.

Publíquese y cúmplase.

Cordialmente.

El Superintendente de Sociedades,

Rodolfo Danies Lacouture.

(C.F.)

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