Adabi es una asociación civil no lucrativa de carácter cultural

que impulsa proyectos de rescate, organización y conservación

del patrimonio documental y bibliográfico de México.
Su experiencia de más de una década de trabajo interdisciplinario
en 29 estados de la república mexicana,
la hacen un referente en materia de archivística,
libro antiguo, conservación, restauración y encuadernación.

www.adabi.org.mx
 P U N TO

Núm. 7 / Noviembre 2016

ADABI punto de encuentro, Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México, A.C.

Año 7. Núm. 7, noviembre 2016,
es una publicación anual, editada,
Presidencia Dirección
publicada y distribuida por Apoyo al
Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de María Isabel Grañén Porrúa Stella María González Cicero
México, A.C., con domicilio en Cerro
San Andrés núm. 312, col. Campestre Subdirección Administración
Churubusco, Del. Coyoacán, Amanda Rosales Bada Aimeé del Carmen Valdivieso Galindo
c.p. 04200, Ciudad de México,
tel. 5549 6913 y 5336 5619.
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Editor responsable:
Stella María González Cicero
direccion@adabi.org.mx Consejo editorial
Jorge Garibay Álvarez / Stella María González Cicero / Roxana
Reservas de Derechos al Uso Exclusivo Govea Martínez / María Isabel Grañén Porrúa / Berenice
Núm. 04-2011-020210103200-102, Hernández Rochín / Fabiola Patricia Monroy Valverde / María
otrorgado por el Instituto Nacional
Cristina Pérez Castillo.
de Derechos de Autor.

Licitud de Título y Contenido Colaboradores

Núm. 15157, otorgado por la Comisión
Calificadora de Publicaciones y
Revistas Ilustradas de la Secretaría
de Gobernación.
ISSN: 2007-2325
Impresa por Offset Rebosan
Acueducto núm. 115, col. Huipulco,
Del. Tlalpan, c.p. 14370,
Ciudad de México.
Nicolás Chávez Caballero / Eloy Israel de la Cruz Ruvalcaba
Stella María González Cicero / María Areli González Flores /
María Teresa González Linaje / Roxana Govea Martínez / Berenice
Hernández Rochín / Juan Manuel Herrera Huerta / Fabiola Patricia
Monroy Valverde / Candy Elizabeth Ornelas Méndez / Libia
Ennedi Ortiz Dueñas / María Cristina Pérez Castillo / Ana Luz
Ramírez Sánchez / Victoria Ramiro Esteban / Abel Luis Roque
López /Amanda Rosales Bada / Silvia Salgado Ruelas.

Este número se terminó de imprimir

en noviembre de 2016 con un tiraje
de 1 000 ejemplares.

Queda estrictamente prohibida

la reproducción total o parcial de
los contenidos e imágenes de la
publicación sin previa autorización de
Apoyo al Desarrollo de Archivos Ejemplar gratuito / prohibida su venta
y Bibliotecas de México, A.C.
 P U N TO

contenido

7 Presentación
9 Editorial
11 Conocer a México
12 Instrumentos de descripción
15 Catálogo de proyectos Adabi de México

ARCHIVOS

19 Archivos eclesiásticos históricos

22 Una nueva construcción de la historia
25 Archivos municipales de la Mixteca
28 Llaves del conocimiento
31 Cuna de la educación superior
34 Guía general Hacienda y Gobierno
38 Nuestra labor

BIBLIOTECAS

41 China en las bibliotecas novohispanas

43 Colección Lafragua, catálogo digital
48 Fondos bibliográficos antiguos de México
50 Nuestra labor

CENTRO DE CONSERVACIÓN RESTAURACIÓN Y ENCUADERNACIÓN (cree)

55 Informes de restauración
60 Nuestra labor

CONSERVACIÓN DE FUENTES

63 Instrumentos de control archivístico

68 Nuestra labor

PUBLICACIONES

71 Catálogo fondo editorial Adabi de México

74 Catálogo de publicaciones 2016

DIFUSIÓN

77 ¿Un sitio web como instrumento de consulta?

79 Las historias de la historia
81 Nuestra labor
 Centro de Conservación, Restauración y Encuadernación
de Adabi de México

Costuras expuestas / 13 al 16 de marzo 2017

Conservación preventiva. Planeación y manejo de riesgos
Encuadernación básica
Contenedores rígidos
Pergamino flojo y semiflojo
Encuadernación básica II
Encuadernación en piel con tapas ancladas
/ 17 al 20 de abril 2017
/ 22 al 25 de mayo 2017
/ 19 al 22 de junio 2017
/ 21 al 24 de agosto 2017
/ 18 al 21 de septiembre 2017
/ 23 al 26 de octubre 2017

Informes
tel. 5510 4492 y 5336 5689 ext. 202
www.adabi.org.mx
 presentación

A
mor por México, es precisamente lo que requiere urgen-
temente nuestro país y eso es lo que hace Apoyo al Desarrollo
de Archivos y Bibliotecas de México, A. C. (Adabi). Cada
proyecto y tarea que realizamos en algún archivo o biblioteca por gran-
de o pequeño que sea representa un brillante en bruto que hay que
pulir para engrandecer el patrimonio escrito de nuestro país. Esto lo ha-
cemos con profesionalismo, dedicación y cariño. La misión de Adabi es
contribuir a salvar la memoria de México, sus integrantes, especialmente
la doctora Stella María González Cicero, nuestra directora, tenemos una
verdadera vocación de servicio, hemos dedicado nuestra vida a fomen-
tar el desarrollo de nuestro país gracias a la conservación de tantos
acervos rescatados.
Las páginas de esta revista dan muestra de la labor emprendida du-
rante años: cientos de instituciones apoyadas y un sinnúmero de acervos
organizados. Cada proyecto se suma a la lista invaluable de archivos y
bibliotecas de México: los inventarios, las guías y los catálogos permi-
ten darse una idea del valor documental que posee nuestro país. Adabi
ha sido clave para recuperar y dar a conocer sus fondos documentales
y bibliográficos. El trabajo desempeñado es digno de orgullo, nuestro
amor por México se traduce en los esfuerzos que hacemos diariamente
y a través de los años hemos aportado una mejoría considerable a la
memoria escrita.
Cada proyecto es una aventura, todos los días nos enfrentamos a
nuevos retos y ha sido gracias a la planeación del trabajo de Adabi que
se han logrado resultados tan conmovedores.
Cierto, México necesita amor y más en estos momentos difíciles para
la economía y la política. Los mexicanos debemos redoblar esfuerzos y
trabajar más allá de nosotros mismos o por nuestra familia, debemos
procurar contribuir a mejorar el país tan maravilloso y prometedor en
que vivimos. Ojalá que más mexicanos se sumen a aportar su tiempo y su
vida al engrandecimiento de México.

María Isabel Grañén Porrúa

Presidenta de Adabi de México, A.C.

adabi 7
 editorial

A
poyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México, A. C.
(Adabi) llega a su revista número siete al tener sus 13 años de
vida cumplidos y como en todo, surgió en el momento pre-
ciso ya con cierta madurez y con la necesidad de dar a conocer a un
público más amplio nuestro quehacer, a la vez de llenar un vacío como
una revista con temas de archivística, de libro antiguo y de conserva-
ción, actividades fundamentales de nuestra misión ligadas a nuestras
líneas de acción. Informamos, formando, sin que esa fuese la pretensión.
En momentos ha representado un reto compaginar su elaboración y
edición con otras tareas urgentes a desempeñar. Con esfuerzo y pasión
hemos logrado su edición anual.
El presente número lo hemos dedicado a una revaloración de los instrumentos de consulta presen-
tando en todos los artículos de las coordinaciones de Adabi, lo que éstos significan para el control y
la consulta de cualquier archivo, biblioteca o centro de conservación, ya que finalmente nuestra asocia-
ción le apuesta en todos sus trabajos de rescate a la consecución de estos resultados. No pretendo
abundar en este punto ya que está ampliamente descrito en toda la revista. Sin embargo lo hemos
tomado como un tema central a tratar, pues tiene un carga despectiva de alto nivel, sobre todo en
lo que respecta a los inventarios hacia los cuales hay un actitud desdeñosa, tal vez por su configuración
técnica o por la escacez de datos que en apariencia pudieran brindarnos para una investigación.
Nuestra cultura cada vez más visual nos aleja de estos trabajos muy laboriosos pero con signifi-
cados altamente interpretativos. Espero que después de leer los diversos artículos que integran este
número cambie favorablemente su opinión y éstos nos brinden la pista del tesoro escondido que hay
en todo repositorio documental o bibliográfico. Sin embargo los inventarios ya publicados en la página
web de Adabi nos han traído agradables contactos, desde Rusia, Inglaterra, Estados Unidos, Australia,
etc., donde un historiador ha encontrado con entusiasmo que existe un archivo donde el tema de su
investigación puede enriquecerse con información de un archivo municipal o parroquial y nos solicita
mayores datos al respecto. Estos acercamientos con entes tan lejanos nos alimentan y fortalecen en
una acción que parece pasar inadvertidas por los historiadores nacionales. A través de estos instrumen-
tos de consulta: 350 inventarios, 16 guías generales y 73 catálogos que significan no sólo las mismas
cantidades de archivos abiertos a la consulta, sino sobre todo kilómetros lineales de memoria rescatada
del olvido y transformada en patrimonio documental de México. Vistos desde esta perspectiva el
panorama histórico cultural de nuestro país adquiere otra dimensión.

Stella María González Cicero

Directora de Adabi de México, A.C.

adabi 9
10 adabi
CONOCER A MÉXICO
Laberintos de la memoria
Juan Manuel Herrera
L
e pregunto a la doctora Alejandra Mo-
reno Toscano, quien fuera directora del
Archivo General de la Nación (agn)
en el sexenio del Presidente José López
Portillo, cuál fue la primera descripción que se
realizó cuando fundó el Centro de Información
Gráfica (cig) en la institución. Me responde, no
podía ser de otra forma, con una fuente irrefuta-
ble: el primer folleto que publicó el cig: Catalo-
gación de Mapas y Planos Históricos, un manual
elaborado por Cristina Bonfil. En apariencia
sencillo y claro por completo, este folleto, pu-
blicado en 1978, permitiría una hazaña en el
registro y conocimiento de los acervos cartográ-
ficos del agn: el Catálogo de Ilustraciones, por-
tentoso instrumento de consulta que permitió
no sólo identificar y proteger dicho material, sino
vincular las piezas que dispersas en numerosos
ramos darían lugar a esa colección tan rica y sig-
nificativa de la memoria de México.
A partir de esas premisas sencillas, la des-
cripción de los planos y los mapas dio inicio a
la revisión exhaustiva de los antiguos volúme-
nes del agn. Se logró identificar y, en su caso,
separar el material que por su formato debía
conservarse fuera del volumen empastado, toda
vez que frecuentemente los dobleces y costuras
impedían ver y dañaban el material, con gran
riesgo, cada vez que se buscaba desplegar el
documento completo.
* Director de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, shcp.
Este ejemplo, que ya está por cumplir cua-
tro décadas, es inmejorable para entender, por
si hiciera falta, la importancia de la descripción
y los instrumentos de consulta. La tecnología
puede cambiar, el soporte de las guías y catá-
logos puede ser diverso, pero en esencia, en ese
folleto de 1978 y en el Catálogo de Ilustraciones
publicado a que dio lugar, está contenida toda
enseñanza al respecto.
Participé en algunas de las discusiones del
Comité Ad Hoc de Normas de Descripción
isad (G) del Consejo Internacional de Archi-
vos, que llevó adelante la idea de la descripción
como objetivo universal. La normalización de
las tareas es importante a condición de que exis-
tan instituciones y personas que lleven a cabo
el trabajo. Apoyo al Desarrollo de Archivos y
Bibliotecas de México, A.C. (Adabi), es una
referencia insustituible, es una admirable ma-
quinaria de trabajo, cuyos frutos están a la vista.
Adabi ha hecho de las tareas de conoci-
miento de nuestro patrimonio documental una
inmensa contribución a través de inventarios,
guías y catálogos de archivos municipales, es-
tatales y federales, civiles y eclesiásticos, públi-
cos y privados, hoy contamos con un repertorio
que da cuenta del vasto patrimonio documen-
tal mexicano, pero no como una referencia
simbólica, sino como una herramienta eficaz
de conocimiento.
adabi 11
 Un caso de especial impor-
tancia es el Catálogo Colec-
tivo de Fondos Bibliográficos
Antiguos de México, en una
base de datos tenemos el retra-
to hablado de una inmensa y
valiosísima colección, sabemos
cuántos volúmenes tiene cada
biblioteca y si la descripción de cada libro está
publicada o disponible en línea. Pero en esa
base de datos, descansa un enorme esfuerzo in-
telectual e innumerables horas de trabajo para
proteger y para conocer esos acervos.
Hoy, en esta entrega de Adabi punto de encuen-
tro tenemos ocasión una vez más de constatar que
INSTRUMENTOS DE DESCRIPCIÓN
Stella González
C
ada año seleccionamos un tema eje
para la revista Adabi punto de encuen-
tro que nos ha dado unidad para el
desarrollo de los temas que aborda-
mos anualmente, ya que en nuestras acciones hay
líneas de seguimiento semejantes, a pesar de la
diversidad de tareas que realizamos desde distin-
tos puntos y aspectos de los proyectos.
El tema del presente número refiere a los
instrumentos de consulta o de descripción, re-
sultado final de todo un círculo que se abre des-
de la solicitud de apoyo o colaboración de Ada-
bi para el rescate de un bien cultural histórico
hasta su conclusión.
Nos preocupa sobremanera la vulnerabilidad
de nuestra memoria con la pérdida constante de
los archivos, de los avances logrados con mucho
12 adabi
la última década ha sido muy
fructífera en la elaboración de
instrumentos de consulta gra-
cias a la asociación.
De aquel pequeño manual
del cig, a las tareas impulsadas
por Adabi se ha recorrido un
largo camino en la defensa, re-
gistro y difusión de nuestros archivos históricos.
Es muy importante reconocer la labor de las doc-
toras María Isabel Grañén Porrúa y Stella María
González Cicero, y de todos quienes con ellas
han participado por años en este esfuerzo tan
significativo. El resultado permite conocer me-
jor a México desde una perspectiva histórica.
esfuerzo y los retrocesos sin parangón que se dan
por falta de sensibilidad de nuestras autoridades.
Nos preocupa aún más la poca o escasa consul-
ta que tienen nuestros instrumentos llamados de
consulta o de descripción pues eso son y encie-
rran, podríamos decir, el cerebro de información
de un archivo o de una biblioteca.
Hay dos actividades fundamentales que se
complementan y que se desarrollan a pesar de
todo de una manera muy independiente: por
una parte la organización de los archivos histó-
ricos casi siempre en tal desorden que complica
la búsqueda de la información que requerimos
para el estudio y comprensión de un tema a tra-
tar. Hay una queja constante de los investigado-
res y estudiosos sobre las dificultades que esto les
implica, sobre todo para quienes vienen de otros
lugares a consultar tal o cual archivo siempre
con poco presupuesto y tiempos limitados. La
organización de los archivos requiere estudio
institucional, conocimiento histórico que con-
textualice el desarrollo administrativo de la en-
tidad, juicios intelectuales de interpretación de
la documentación y procesamiento de ésta que
nos vincule a un cuadro orgánico institucional
que nos abrirá las puertas de la clasificación de
las series documentales, ordenación de los docu-
mentos por series y años y un sin fin de detalles
que conllevan estas tareas para no perdernos
en el mundo de los papeles. No es tarea fácil
sino muy laboriosa sobre todo en la etapa fi-
nal del levantamiento del inventario donde se
acaban de pulir los detalles y se corrigen otros
muchos que en ese momento saltan a la vista.
Por otra parte está la inquietud del investigador
que llega al archivo en busca de la informa-
ción. De la tarea bien hecha del archivista de-
penderá en mucho la búsqueda fructífera de
su investigación pues no sólo es dar con los
datos, sino comprender las funciones que ge-
neraron esa información a través del desarrollo
de la seriación de los documentos y sus enla-
ces con otros temas íntimamente relacionados
que le ampliaran el horizonte histórico a tra-
tar. Aunque trabajen de manera independiente
se complementan sus acciones y se benefician
ambos. Precisamente el vínculo que los une
es el instrumento de consulta y descripción.
Solamente cuando los documentos están de-
bidamente clasificados, ordenados y cuentan
con los medios para ser consultados podemos
llamarlos cabalmente archivos.
Muchos de estos registros dadas las circuns-
tancias político económicas de nuestro país, lo
hemos mencionado antes en diversos momentos
y artículos, serán la única referencia que sobrevi-
va y que sea indicativa de lo que hubo y de lo que
sucedió sobre todo en los municipios.
Hemos tratado de resaltar la importancia
de los inventarios, instrumento básico de con-
sulta en nuestras publicaciones, ampliando la
historia de estas pequeñas entidades: munici-
pios y parroquias, así como despertar el interés
sobre diversos temas agrupándolos para brindar
ofertas promocionales de la riqueza histórica
que podríamos encontrar en éstos, aunque sen-
timos que hay poca respuesta para ser consul-
tados. Tendríamos que incentivar una cultura
de intereses sobre el pasado reciente y no muy
lejano que despertara curiosidad y tal vez intri-
ga sobre hechos y comportamientos de nuestro
pueblo, que ha vivido grandes dificultades para
salir adelante. Nuestras comunidades descono-
cen su pasado y agradecen cuando se les da a
conocer revalorando sus antecedentes históricos.
No podemos caminar sin raíces y menos cuando
éstas fueron valiosas pues sustentaron una civili-
zación aunque diversa. Invitamos a nuestros jó-
venes historiadores a realizar trabajo de campo y
enamorarse de las realidades diversas que pintan
un mosaico atrayente de nuestro México. Revi-
sar papeles, sentirlos palpitar, desentrañarlos y
encontrar al fin el pasado, tal vez todavía vigoro-
so, crea sin duda alguna, adicción a los archivos,
crea también un vínculo y despiertan emociones
de pertenencia y orgullo de ser mexicanos.
Detrás de cada instrumento de consulta hay
una historia escondida que pocas veces se refleja
y es casi siempre una historia de amor y sacrificio
que conlleva la enorme satisfacción del rescate y
la puesta en valor de un tiradero de papeles con-
vertido no sólo en un valioso archivo sino en un
patrimonio de pertenencia nacional.
adabi 13
14 adabi
 CATÁLOGO DE PROYECTOS
ADABI DE MÉXICO
Instrumento del patrimonio
Stella González
D
esde sus inicios en 2003 Apoyo al
Desarrollo de Archivos y Biblio-
tecas de México, A. C. (Adabi)
estableció una forma específica de
trabajo en su relación con las instituciones pú-
blicas y privadas, civiles y religiosas con el fin de
colaborar con éstas en el rescate, conservación y
difusión del patrimonio documental y bibliográ-
fico de México, objetivos de esta asociación.
Adabi, estableció como estrategia trabajar a
través de proyectos que ordenaran sistemática-
mente la concepción misma de lo que se quería
lograr, tarea que no es fácil en las instituciones
donde hay infinidad de pendientes a considerar
y en un momento dado se desea recibir apoyo
para todo. Por la manera en que funcionan las
instituciones, el pensar sobre el trabajo mismo,
su planeación y programación, su presupuesto y
compromisos, sus tiempos y sus alcances anua-
les, resulta algo insólito, y lo apunto sin ánimo
de demeritar otras formas de trabajo, pues es
una realidad común que poco a poco tiende a
desaparecer dadas las exigencias administrativas
actuales. Sin embargo no es imposible realizarlo,
sólo se requiere de una reflexión dirigida hacia
la situación real con un conocimiento profun-
do de la institución, así como la disposición de
los involucrados. Precisamente esto requiere
un proyecto para su elaboración y que apunta a
la obtención del éxito.
Todas estas necesidades se expresan en un
formulario básico y sencillo, en donde se delimi-
ta la acción que se pretende realizar, las metas a
obtener, los tiempos, la participación de la insti-
tución, los costos del proyecto, la justificación y
relevancia del mismo y una breve historia de la
institución solicitante.
Los compromisos que adquirieren la institu-
ción y Adabi se plasman en un convenio, y se
establecen en un documento anexo las bases de
trabajo. Con estos tres documentos firmados por
ambas partes se inicia el proyecto recibiendo la
institución el donativo en efectivo o en especie,
necesario para la realización de este compromiso.
Por esta razón la figura del proyecto como
tal, es la columna vertebral del actuar de Adabi.
Todas las acciones que realizan las coordinacio-
nes que integran a la asociación tienen su origen
y desarrollo dentro de los proyectos apoyados, y
en el plan de trabajo interno cada coordinación,
traduce los compromisos adquiridos con las ins-
tituciones: diagnósticos, asesorías, capacitación,
y todo aquello que demande la institución con
la finalidad de que no aborte el proyecto.
adabi 15
 La importancia de los documentos que res-
paldan cada proyecto, es la información que brin-
dan las instituciones sobre si mismas, a los que
se añaden también los informes que se entregan
bimensualmente sobre el avance en las metas
comprometidas así como el descubrimiento de
documentos significativos para la comunidad, la
región y la historia nacional.
Resulta también interesante ver el proceso
que se realiza en las actividades archivísticas para
el logro del rescate del acervo, la clasificación y
ordenación del mismo así como el levantamiento
del inventario, primer instrumento de registro y
descripción para el control interno institucional
y para la consulta interna y externa, resultado que
es indicativo de la importancia de la documen-
tación resguardada: períodos que cubren los do-
cumentos, series documentales completas o con
lagunas irrecuperables, condiciones físicas de
conservación, extensión territorial que cubren,
etc. Todo proyecto debe obtener un inventario
publicable que justifique la acción esencial del
mismo. Los proyectos de Adabi pueden tener
una duración de un año a tres con resultados
específicos anuales.
Lo anteriormente señalado es un atisbo de la
riqueza que contiene el expediente de cada pro-
yecto, ya que en éstos se encuentra la historia del
quehacer institucional en materia de archivos
históricos y bibliotecas novohispanas y del siglo
xix y el quehacer de Adabi como asociación,
que impulsa, orienta y acompaña las acciones de
rescate de la memoria documental, bibliográfi-
ca, y audiovisual de México.
Nuestra actividad en materia de proyectos
de toda índole relacionada con la memoria es-
crita nos ha llevado en diez años (2003- 2013) a
elaborar convenios con 987 instituciones con las
16 adabi
que se han realizado 1 330 proyectos generan-
do 2 500 empleos temporales y se han invertido
141 142  844 pesos. Todo esto se ha reflejado en el
cambio del paisaje archivístico y bibliográfico en
beneficio del patrimonio cultural de México; por
ello, el archivo propio de la asociación se vio en la
necesidad de crear un catálogo como un instru-
mento de consulta para ponerlo a disposición de
los interesados en los repositorios de la memoria
de México que hemos rescatado. Consideramos
que es tanta la riqueza que existe en el archivo de
nuestra asociación sobre los archivos y bibliote-
cas de México que bien puede ser un referente
importante sobre las instituciones que resguar-
dan y custodian nuestra memoria histórica, en
muchos casos sin explorar por desconocimiento
de su existencia.
Nos decidimos por elaborar un catálogo
conscientes de la empresa que esto requería
dados los 1 330 proyectos. La meta fue dar a
conocer sistemáticamente los proyectos en los
diez primeros años de la asociación.
Todo instrumento de consulta llámese
inventario, guía general, catálogo, etc., es tras-
cendente, ya que son el último peldaño de todo
un proceso de rescate, clasificación y organiza-
ción que nos llevan de la mano para adentrarnos
en el conocimiento de un acervo en específico
y responden a diferentes niveles de descripción
siendo los catálogos el más completo. Ningu-
no de éstos demerita al otro ya que cada uno
responde a una necesidad o pretende alcanzar
un objetivo distinto. Nuestro trabajo en los
archivos y bibliotecas sería incompleto y las
fuentes serían inaccesibles de no contar con una
de éstas herramientas de trabajo. Si para el archi-
vista representa un reto enfrentarse a un volumen
relativamente grande o inmenso en el rescate de
un acervo, sucede lo mismo para un estudian-
te, estudioso o investigador que desea saber qué
hay en el archivo o biblioteca a consultar sobre un
determinado tema, sin tener una guía segura que
lo oriente y no pierda demasiado tiempo en esa
búsqueda; por ello son tan valiosos los diversos
instrumentos de consulta como hemos apuntado.
El catálogo de proyectos de Adabi consta
de índices toponímicos: por ciudad, municipio
y delegación; por institución y onomásticos, así
como con un índice general por la cronología
de estos diez años. Se puede consultar median-
te diversas entradas: año, fichas y por ubicación
geográfica; también podemos acceder a través
de la liga que nos remite a visualizar el mapa de
la república mexicana y apreciar todos aquellos
puntos donde Adabi ha incidido, de modo que
al desplegarlo podrán advertirse con distintos
marcadores de colores el tipo de proyecto y la
intervención de las diferentes coordinaciones,
indicándonos en una columna lateral el nom-
bre de la institución y el nombre del proyecto o
proyectos realizados.
Cada proyecto cuenta con una ficha descrip-
tiva que cubre los siguientes puntos: nombre del
proyecto, institución, estado, breve historia de
la institución, relevancia de la documentación a
rescatar, justificación del proyecto, inversión,
duración, resultados y dirección del archivo.
Esta información brinda un panorama
cercano al proyecto y es una invitación a la con-
sulta directa del expediente que aportará sin
duda mayor información.
El catálogo se enriqueció con las gráficas
estadísticas por líneas de acción y por estados, y
visualmente podemos analizar las variantes que
se han dado en los apoyos o las colaboraciones
de Adabi de acuerdo con las solicitudes reci-
bidas: en algunos años la acción fue dirigida al
rescate de los archivos con un alto porcentaje,
en otros se han diversificado las acciones brin-
dando un amplio abanico de lineas de acción:
capacitación y asesorías, descripción documental,
conservación y preservación de fuentes, difusión
y publicaciones, infraestuctura, diagnósticos,
valoración, tasación y digitalización. Todas es-
tas actividades han respondido a las necesidades
solicitadas por las instituciones y se han cubierto
tanto por el personal de Adabi como por espe-
cialistas a quienes se les ha solicitado su colabo-
ración; las estadísticas también nos señalan las
preocupaciones institucionales para resolver de-
terminados problemas o urgencias.
También hemos canalizado a otras insti-
tuciones solicitudes de apoyos que no entran
dentro de nuestro campo de acción, sobre todo
las relativas a los archivos de trámite o concen-
tración ya que Adabi apoya básicamente a los
archivos históricos.
El catálogo de proyectos de Adabi es un ins-
trumento de consulta que nos adentra en la or-
ganización de nuestra asociación y en el corazón
de las instituciones que resguardan documentos,
libros y material audiovisual. Es también una
magnífica posibilidad de apertura de innumera-
bles archivos, bibliotecas, fototecas, fonotecas, etc.
que existen en pueblitos perdidos en las sierras
de Puebla, de Oaxaca, y la Huasteca potosina e
hidalguense por referirnos a algunos de nues-
tros archivos municipales, hasta instituciones
nacionales ubicadas en la Ciudad de México.
Les invitamos a conocernos como asociación y
descubrir el patrimonio de México a través de
esta diversidad de testimonios.
adabi 17
18 archivos
 ARCHIVOS
ECLESIÁSTICOS HISTÓRICOS
Descripción documental e instrumentos de consulta
Candy Ornelas
E
l rescate y organización de archivos y
todas las tareas que estas acciones con-
llevan: la estabilización, clasificación
y ordenación, se cristalizan con el
proceso de descripción.
El hecho de que un fondo histórico se en-
cuentre perfectamente clasificado y ordenado
no es garantía de que cumpla cabalmente su mi-
sión, entendiendo por ésta que la información
que contiene sea accesible para ser consultada.
Por esta razón, cualquier proceso de organi-
zación archivística concluye íntegramente con
la descripción documental, pero para que este
paso se pueda realizar con éxito, se da por hecho
una debida organización y clasificación.
La descripción es la acción mediante la cual
se pone al alcance de la sociedad el contenido de
los archivos, asimismo posibilita el acceso a la in-
formación de una manera sistematizada. En este
sentido, mediante el proceso de descripción los
archivos trascienden, porque pueden ir más allá
del lugar que los resguarda, propiciando su con-
sulta y difusión; también se extiende hacia otros
procesos archivísticos, como la conservación, en
el caso de los archivos históricos, y a la valora-
ción en los archivos de trámite, que permitirá
que los documentos lleguen a su destino final.
Es importante considerar que la descripción
propiamente archivística difiere de otro tipo de
descripción, como es la bibliográfica, ya que la
archivística se ocupa de información en movi-
miento, que se vincula y jerarquiza mediante
la seriación, por esto, requiere la conciencia del
archivista de estar tratando con una descripción
dinámica y compleja. No es lo mismo describir
un archivo en su etapa de gestión, de concentra-
ción o en la etapa histórica. Cada una de estas
etapas requerirá un instrumento de descripción
con fines diferentes.
La descripción no solamente debe poner al
alcance de los interesados la información que
contienen los documentos, sino también otros
aspectos esenciales del archivo, como las gene-
ralidades del órgano productor, las funciones
que dieron lugar a la creación documental, así
como las características de cada serie; sobre esto,
la isad (G) advierte que la descripción archi-
vística identifica y explica tanto el contenido,
como el contexto de los documentos de archivo.
Sin esta doble descripción esencial, cualquier
otra descripción quedaría mutilada y desvincu-
lada la información que pudiera ofrecer.
Es por esto que en la descripción archi-
vística se contempla el documento dentro del
archivos 19
contexto de sus agrupaciones naturales debidas
a su procedencia (fondo, sección y serie), por lo
tanto, nunca será suficiente explicar el documen-
to aislado, es necesario contextualizarlo con las
relaciones que tiene dentro de su serie documen-
tal, y ésta con los niveles de sección y fondo.
De aquí proceden los diferentes niveles de
descripción, estos son fondo, sección, serie, pieza
documental. Una vez definido el nivel de detalle
se procede a optar por un instrumento concre-
to. Gracias a estos instrumentos, los documentos
quedan referenciados y es posible identificarlos y
localizarlos. El instrumento de consulta se vuelve
así el vínculo entre el proceso de organización, el
control del archivo y el momento de la consulta.
Considerando que los instrumentos de des-
cripción son la llave de acceso a los archivos,
Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de
México, A. C. (Adabi) concluye cada proyecto
de rescate y organización con la publicación de
un instrumento de descripción que funcione
para los procesos de control y de consulta. Así,
se cierra el círculo de las actividades archivísti-
cas y se abre paso a los siguientes procesos, la
consulta, la conservación y la difusión. Los ins-
trumentos de descripción documental publicados
por Adabi son fundamentalmente tres:
Inventarios
Adabi ha privilegiado un nivel de descripción
básica, el del inventario general. Esta opción se
fundamenta en la urgencia de maximizar los
recursos de la asociación para lograr el mayor
número posible de rescates de archivos históri-
cos en el menor tiempo posible; así lo apremia
la situación de los archivos civiles y eclesiásti-
cos mexicanos, que muchas veces languidecen
20 archivos
en recintos inapropiados en condiciones adver-
sas para su conservación. El inventario general,
además de llevar implícito un trabajo de organi-
zación archivística, permite conocer de manera
general el contenido del archivo y su contexto, así
como controlar las piezas existentes.
El inventario obedece a un nivel básico de
descripción, se centra en la serie documental.
Adabi ha estandarizado sus inventarios en-
riqueciéndolos con información auxiliar que
ofrece datos específicos de los fondos. Se espera
que este instrumento sea sólo el inicio de otros
procesos de descripción más profundos.
Con estos principios Adabi ha logrado a la
fecha elaborar el inventario de más de 360 archi-
vos. Estos instrumentos permiten controlar los
fondos, y al mismo tiempo ofrecer una consulta
más precisa para fines de investigación.
Guías
Otro nivel de descripción es la guía. En este ni-
vel el objetivo es orientar al usuario de una ma-
nera general respecto a un fondo o un conjunto
de ese fondo. Adabi ha apoyado proyectos en-
caminados a elaborar guías específicas, como la
descripción de algunas series documentales de
archivos eclesiásticos que, por su importancia
merecen este tipo de descripción.
Por ejemplo, en el caso de los archivos ecle-
siásticos se publicó la colección Guía de Series
de la Sección Disciplinar de archivos parroquia-
les de Puebla. Hasta el momento se han publi-
cado cinco guías de series de las parroquias más
antiguas de la ciudad Angelopolitana: Señor San
José, Santa Cruz, Iglesia de la Soledad Sagrario
Metropolitano, Santo Ángel Custodio y Evan-
gelista San Marcos.
 Dentro de este mismo tipo de
instrumentos se encuentra la Guía
de Cofradías de las Parroquias del
Santo Ángel Custodio y Señor San
José. Este instrumento, estudia la
Serie Cofradías en dos parroquias
de Puebla. Es un trabajo impor-
tante porque no sólo vincula una
serie documental en dos archivos
de una misma región, sino tam-
bién porque aporta luces sobre la
estructura, contenido y caracte-
rísticas propias de los documen-
tos producidos por las cofradías,
por lo tanto, es un acercamiento
al estudio de este tipo de entida-
des que fueron tan importantes
en nuestro país.
Las guías de series que Adabi ha publicado
dan un paso más allá en la profundización de
los fondos parroquiales y ofrecen vinculación de
información esencial de regiones específicas. Por
lo que constituyen un importante acercamiento
a los documentos de la Iglesia que, sin duda, en-
riquecen la memoria documental de las regiones.
Catálogos
En un archivo el nivel de descripción de catálo-
go es una gran empresa que requiere inversiones
importantes de tiempo y de recursos, ya que se
deben describir todas y cada una de las piezas
documentales. Sin embargo, es posible elaborar
un catálogo especializado en una sola serie do-
cumental y en un periodo de tiempo específico.
Un ejemplo de proyectos de catalogación via-
bles para los archivos parroquiales, lo encontra-
mos en el Catálogo de Información Matrimonial
de la Parroquia San José y San-
tiago de Marfil, Guanajuato. Se
trata de un trabajo escrupuloso
donde se describe una sola serie
documental del archivo parro-
quial: la Serie Informaciones
matrimoniales, siglo xviii.
Para llegar a este nivel de
descripción, previamente fue
necesario organizar el archivo
y realizar el inventario gene-
ral, y después continuar con
la descripción a nivel de catá-
logo. Las encargadas de este
proceso siguieron con el levan-
tamiento de una ficha catalo-
gráfica por cada expediente
matrimonial. El trabajo que se
realizó en este catálogo es de vital importancia
para estudios detallados de población, genealo-
gía, parentesco, entre otros tópicos que enrique-
cen la historia de la región.
Los archivos eclesiásticos últimamente han
experimentado un impulso en su valoración
histórica. Una vez que se ha podido constatar
que los esfuerzos de sensibilización para pre-
servar las fuentes documentales de la Iglesia no
han sido en vano, se pueden dar pasos más ade-
lante en el conocimiento y uso de este tipo de
fondos documentales.
Adabi, en su interés por rescatar el patri-
monio documental del país, impulsa también
proyectos encaminados a la descripción de
los importantes históricos eclesiásticos, con la
certeza de que su estudio y difusión, contribu-
ye al conocimiento de la memoria histórica de
la nación, y por lo tanto, devuelve a la sociedad
parte de su identidad.
archivos 21
 UNA NUEVA CONSTRUCCIÓN
DE LA HISTORIA
Fuentes de información para los alumnos de Ingeniería
Victoria Ramiro *
L
a realización de los inventarios de los
archivos históricos parroquiales, hos-
pitalarios, de haciendas, industriales,
civiles y privados por parte de Apo-
yo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de
México, A. C. (Adabi) es muestra palpable del
objetivo primordial de la asociación: impulsar
proyectos enfocados al rescate, preservación,
valoración, investigación y difusión documental
y bibliográfica; así como generar conciencia de
que los documentos son fuentes primordiales
para comprender la historia y el desarrollo de
la vida nacional, a ello se suma un equipo con
experiencia en los campos de archivística ci-
vil y eclesiástica, libro antiguo, conservación
y restauración, este esfuerzo se proyecta en
las muy diversas publicaciones tanto digitales
como impresas que edita la asociacion.
Los inventarios parroquiales que Adabi ha
publicado a lo largo de 13 años, comprenden
tanto la Ciudad de México como los diversos
estados de la república mexicana, y son fuentes
que permiten a los investigadores, así como a los
interesados en conocer el archivo de una deter-
minada parroquia, comenzar a conocer a fondo la
historia de la misma, su fundación, su ubicación
territorial y eclesiástica en la actualidad y en la
* Doncente en la Facultad de Ingeniería, unam
22 archivos
época novohispana, datos que nos facilitan hacer
un comparativo histórico y abren la puerta a múl-
tiples aspectos que se registran en los archivos.
Estos inventarios, como lo describe Adabi en su
página web, “representan el rescate de los archi-
vos parroquiales y constituyen un renglón más en
la preservación de la memoria documental de la
Iglesia, se suman también al registro y conserva-
ción del patrimonio histórico de la nación”.
Los inventarios que publica Adabi cumplen
la función archivística de instrumentos descripti-
vos, y además permiten acceder a los especialistas
e interesados a una primera imagen de la parro-
quia y después a una síntesis histórica de la mis-
ma con referencias de primera fuente, de archivo,
aunque éstas ya estén publicadas como es el caso
del Libro de fábrica del templo parroquial de la San-
ta Cruz y Soledad de Nuestra Señora, años de 1773
a 1784 de Gregorio Pérez Cancio, 1970. De esta
parroquia en el Inventario del Archivo Parroquial
de Santa Cruz y Soledad, Ciudad de México (314),
encontramos fuentes actuales, y del archivo, sobre
su localización y origen:
La parroquia de Santa Cruz, signada hoy:
Santa Cruz y Soledad de México, fue antigua-
mente (1533) una pequeña ermita situada en una
 rinconada que servía de desembarcadero. Cerca
estaba el lugar en que se hacía posa la doncella
que representaba a Xilomen en la fiesta de Huey
Tecuilhuitl, por el lado oriental. Otros tres sitios
visitados por la misma diosa a los otros tres rum-
bos de la ciudad, como éste mismo, dieron ori-
gen a cuatro ermitas, que se mudaron en iglesias,
tres de ellas son: por el sur, Santa Cruz Acatlán
(hoy Santa Crucita, Colonia Vista Alegre); por
el poniente la Santa Veracruz (Alameda Cen-
tral); por el oriente, ésta de que se habla: Santa
Cruz de Coltzinco (junto a la Merced, Cande-
laria de los Patos), y por el norte, una ermita que
no vino a ser iglesia grande, y que se hallaba
cerca de la parroquia de Santa Ana (Peralvillo)
de hoy día. Con esto dicho queda que la ciudad
“fue crucificada” por los conquistadores para
sanearla de idolatrías.
De la ermita y más delante de la parroquia,
una de la primeras de indios, situada entre los
barrios de San Sebastián y San Pablo, tuvieron
el cargo los padres agustinos manteniendo su
antiguo renombre Santa Cruz de Coltzinco co-
nocida también como Doctrina y Convento de
San Agustín, concedida y entregada a ellos por
real cédula del arzobispo de México don Pedro
Moya de Contreras, durante dichos religiosos
doctrineros desde el año 1533 hasta 1750.
Esta información es de gran relevancia para re-
crear el urbanismo de la época.
A continuación podemos ver una foto de
la parroquia de Santa Cruz y Soledad, la cual
contaba con reja, aún no existía la avenida
Circunvalación, tampoco la explanada o plaza
de la cual se accede actualmente; con restau-
raciones hechas por notables arquitectos novo-
hispanos como fueron: Cayetano de Sigüenza,
Ildefonso de Iniesta Vejarano y Durán, y el
maestro Francisco Antonio Guerrero y Torres,
entre otros. Aunque la zona ha sido modificada,
sus archivos subsisten desde 1633 siendo una
parte importante de la historia de la misma pa-
rroquia y de México.
En el apartado de la síntesis histórica de
los inventarios se remiten los principales as-
pectos de la parroquia puntualizando los datos
de los libros y los documentos más importan-
tes, que nos permiten referenciar a la misma
parroquia y otras que estén vinculadas, pertene-
ciendo a la misma orden religiosa o al barrio de
indios, diócesis o curatos. Muchas parroquias,
ermitas, capillas pertenecieron al clero regular
si eran éstas de doctrina; otras al arzobispado,
pero podían ser capillas de barrio. Con la evan-
gelización se construyeron muchas que se han
perdido y otras subsisten hasta la fecha. En el
Atlas Eclesiástico del Arzobispado de México apa-
recen varias parroquias y capillas, muchas de
las que subsisten actualmente, como se puede
ver en el siguiente mapa:
archivos 23

Seguido a la síntesis histórica, en la publicación
encontramos la descripción general de las seccio-
nes y series con sus documentos notables que a
veces son manuscritos, algunos virreinales, bulas,
reales cédulas, o libros de gran valor histórico.
Al concluir este apartado, aparece la bibliogra-
fía y las referencias de las fuentes primarias; así
como imágenes de cómo se encontraba el archi-
vo antes y después de haber sido organizado por
Adabi. Esto significa que la asociación realiza
no sólo el trabajo intelectual, conjuntamente se
lleva a cabo un trabajo de limpieza y fumigación
de los documentos cuando así lo requieren para
su adecuada conservación.
Después de este apartado, si en el archivo
aparecen los datos de los párrocos que laboraron
en la parroquia, libros de bautizos, de matrimo-
nios y otros datos importantes, en el inventario
publicado se enlistan los registros por año. Los
frailes, párrocos, vicarios y ayudantes, en orden
desde que iniciaron hasta donde llegaron los re-
gistros. La publicación continúa con el cuadro
de clasificación del archivo, donde se muestra
claramente la organización por secciones y series
24 archivos
Finalmente sigue la parte sustantiva, el
inventario del archivo, en el que se enlistan las
secciones que integran el corpus documen-
tal y sus series, describiendolas por expediente
indicando la caja, volumen, fechas extremas y
observaciones.
En conjunto, estos inventarios permiten
además del rescate de los archivos parroquiales,
tener un control de los documentos que inte-
gran el archivo y facilitan la consulta tanto a los
investigadores como a quienes deseen indagar
sobre su historia familiar, encontrando datos re-
levantes no sólo para los historiadores, también
para quienes se dedican a las áreas científicas y
técnicas.
En particular, la utilización de los inventa-
rios de las parroquias, capillas e iglesias, como
materiales de apoyo para los investigadores y
para los diferentes estudios realizados como
trabajos finales de los estudiantes de la Facultad
de Ingeniería de la unam permiten orientarlos,
al ubicar el inmueble en su aspecto histórico y
geográfico, así como conocer las peculiaridades
de un determinado inmueble religioso, como
pueden ser materiales de construcción costos y
en algunos casos planos y contratos de la época.
Estos inventarios nos acercan a la historia
de la Iglesia en un inmueble determinado y en
general nos permiten ver en contexto la his-
toria religiosa de la Ciudad de México y del
país, reafirmando las diferencias y similitudes
que existen entre cada inmueble religioso y su
propia historia.
Los inventarios que con gran interés ha
realizado Adabi, permiten comprender y res-
catar la historia de la Iglesia en México, en un
proceso que inicia en lo específico y que con el
tiempo será estudiado en conjunto.
 ARCHIVOS
MUNICIPALES DE LA MIXTECA
Inventarios
Areli González

I
ntegrada por los inventarios de los archi-
vos rescatados y organizados por Apoyo al
Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de
México, A. C. (Adabi), la Colección In-
ventarios es una de las series editoriales más
reconocidas de la asociación. Ya sea en forma-
to impreso o digital cada inventario equivale
a un proyecto concluido, resultado de la suma
voluntades, compromiso y trabajo de quienes
se interesan e involucran en el rescate de la
memoria escrita de México. En la colección
hay inventarios de archivos eclesiásticos y ci-
viles, privados y particulares, entre otros. En
el rubro de los archivos civiles están lo de los región son: Cañada, 1; Costa, 1; Mixteca, 11; Pa-
municipios, de bienes comunales, de juntas au- paloapan, 1; Sierra norte, 6; Sierra sur, 1; Valles
xiliares, de agencias municipales, de escuelas centrales, 7. Los números indican que la mayo-
normales, de notarías, de instancias jurídicas y ría de los rescates de archivos se han realizado
hasta de partituras musicales, entre otros más. en la Mixteca oaxaqueña, motivo suficiente para
De todos estos el mayor número de inven- dedicarles este artículo. Al referirme a esta región
tarios civiles corresponde a los archivos de los me permito también señalar la importancia que
municipios, reflejando el interés de Adabi por tienen los archivos como fuentes de información
disponer de fuentes de consulta de primera mano para la reconstrucción histórica de esta zona par-
en el entorno local. Como ejemplo es lo reali- tiendo de la necesidad de conocer los hechos que
zado en el estado de Oaxaca donde a la fecha ocurrieron en esos lugares, es decir, acercarse a la
se han organizado 28 archivos municipales dis- historia de la patria chica más cercana a sus ha-
tribuidos en siete de las ocho regiones en que bitantes y de la cual suelen aparecen en ocasiones
se divide el estado. Las cifras en específico por pequeños indicios o historias sin sustento.

archivos 25
 Regresando al trabajo desarrollado por
Adabi, específicamente en la Mixteca oaxaque-
ña, notamos que su presencia se ha extendido a
los municipios que conforman los distritos de
Huajuapan de León, Teposcolula y Tlaxiaco. El
Archivo del Municipio de Santiago Huajoloti-
tlán fue el primero en contar con un inventario
que registra que el documento más antiguo data
del año 1606. Además hay libros de actas de
cabildo que cubren una cronología de 182 años
en las que son visibles las decisiones sobre di-
ferentes asuntos, así como las demandas de los
pobladores, pero también acontecimientos ex-
traordinarios que rompieron con la monotonía
del lugar.
Si seguimos la línea de documentos de
origen novohispano al menos tres archivos mu-
nicipales resguardan este tipo de información.
El primero es el de Villa de Tamazulapam
del Progreso, inventario 75 de la colección, don-
de hay un libro sobre el pago de tributos de los
pobladores de 1686 y títulos primordiales fe-
chados en 1732 que hacen referencia al origen
y fundación del poblado. El segundo archivo
es el de San Bartolomé Soyaltepec, inventa-
rio 316, en cuya publicación resalta el libro de
cargo y data que registra los bienes del pue-
blo en pesos y ganado caprino, así como los
gastos realizados por el alcalde mayor de 1741,
además de un expediente de la cofradía de María
Santísima de Guadalupe de 1776. Lo más rele-
vante de estos dos últimos es que están escritos
en mixteco y que son evidencia del pasado indí-
gena que aún permanece.
En el caso del Archivo Municipal de San-
tiago Nundiche, cuyo inventario es el 334 de la
coleccón, llama la atención ya que los documen-
tos más antiguos son de origen eclesiástico y es
26 archivos
que un libro de la mayordomía de María San-
tísima del Rosario de 1749 empastado en piel
de venado forma parte de este archivo. Si bien
este y otros libros semejantes no los generó el
municipio, pero por alguna razón desconocida se
depositaron ahí, hecho que ha permitido su con-
servación. La importancia de estos documentos
radica en su antigüedad y en que probablemen-
te contengan las primeras referencias históricas
de esos poblados que al inventariarlas no sólo
verificamos su existencia, también pretendemos
que sean consultadas.
De estos 11 archivos de la Mixteca destacan
dos, el de San Pedro y San Pablo Teposcolula
y el de la Heroica Ciudad de Tlaxiaco, ambos
municipios y cabecera de su respectivo distrito.
A esta situación se debe que en esos archivos se
resguarde información de los municipios bajo
su jurisdicción. Por ejemplo en el Archivo Mu-
nicipal de San Pedro y San Pablo Teposcolula
hallamos documentos de poblaciones cercanas
como San Andrés Lagunas, San Juan Teposcolu-
la, Santa María Nduayaco, San Antonio Acutla,
San Pedro Nopala, Tamazulapan, entre otros
más distribuidas en las diferentes secciones y
series convirtiéndolo a su vez en uno de los más
grandes con un total de 455 cajas archivadoras,
si bien gran parte de estos documentos corres-
ponde a los siglos xix y xx. En este archivo
también encontramos la perteneciente a la
época novohispana, como un expediente sobre
límites de tierras escrito en mixteco de 1544,
y un libro de recaudaciones de tributos de Te-
poscolula de 1578.
Por su parte la Heroica Ciudad de Tlaxia-
co cabecera distrital desde 1884 cuenta con
su archivo, cuyo instrumento de consulta pu-
blicado en formato digital con el número 140
indica que la cronología de los documentos es
de 1595 a 1960 aunque con lagunas cronoló-
gicas en los siglos xvii y xviii. Cada uno de los
expedientes reflejan las funciones cumplidas por
el municipio, así como la prestación de servicios
y la administración del sus bienes, pero también
la sucesión de hechos que rompieron con la paz
de sus habitantes, y es que durante el porfiriato,
Tlaxiaco adquirió gran importancia como cen-
tro político, económico y administrativo.
Para dimensionar la importancia de este
archivo sólo mencionaré que existen censos y
padrones de contribuyentes, de fincas rústicas,
de habitantes, de votantes y escolares de los
municipios que integran el distrito desde 1826
a 1960. La cantidad de datos disponibles como
nombre, edad, profesión, estado civil, escola-
ridad, lectura y escritura, parentescos, da pie a
conocer desde diferentes estudios y enfoques
a la sociedad de aquellos años. Estudios eco-
nómicos, sociales, históricos, estadísticos o de
vida cotidiana revelarán cambios, permanen-
cias o comportamientos de los oaxaqueños de
la Mixteca.
Podría enumerar las riquezas que cada
archivo resguarda, pero sería deseable que el
lector curioso o el investigador quien, en la
búsqueda de información sobre un tema, des-
cubriera la utilidad que tienen los inventarios,
que en ocasiones se convierten en el testimo-
nio de la existencia de documentos que por
diversas razones ya no están donde pertenecen.
En Adabi seguiremos dando la prioridad
que merece a este instrumento archivístico de
descripcion, ya que resulta elemental cuando
hablamos de proteger el patrimonio docu-
mental que constantemente está en riesgo de
desaparecer.

archivos 27
 LLAVES
DEL CONOCIMIENTO
Instrumentos de consulta de archivos notariales
Fabiola Monroy
Q
ué sería de los historiadores y otros
estudiosos de los materiales de
los archivos sin los instrumentos
de consulta?, sin duda alguna, las
búsquedas serían más
lentas y propias de espíritus incansables, puesto
que un archivo sin orden, ni registros carece de
la capacidad de permitir una investigación sis-
temática en un tiempo establecido, tornando
ésta en una aventura sin fin, dependiendo del
tema de interés y lo amplio del acervo.
Cuando un investigador, del orden que sea,
se enfrenta a un reto académico personal o
para beneficio de un proyecto común,
necesariamente comenzará a buscar
aquellas herramientas que le per-
mitan apreciar de una manera
ordenada y metódica los datos
que puedan transformarse en
información útil y digna de
ser sometida a análisis. Así,
instrumentos de descripción
como las guías generales, los
catálogos e inventarios, tanto
en formatos impresos como
electrónicos con soporte di-
gital, son la primera gran
28 archivos
ojeada, el primer vistazo a temas y contenidos
esperados e inesperados.
Así, los fondos y las series documentales de
numerosos archivos, indicados en los instru-
mentos de consulta aportan datos muy variados:
fechas, alcances, autores, temáticas, idiomas y,
por supuesto, el lugar en donde pueden ser lo-
calizados dentro del acervo documental que
los contiene.
Entre los archivos más completos que un
apasionado y estudioso de la historia y la cultu-
ra en general puede consultar por la cantidad de
información tan diversa que se puede obtener,
se encuentran los archivos notariales; éstos
nos remiten a la complejidad
de las sociedades del pasado
en muchos de sus aspectos
materiales y culturales, es por
ello que Apoyo al Desarrollo
de Archivos y Bibliotecas de
México, A. C. se ha dado a
la tarea de apoyar proyectos
que han contribuido al rescate y
organización de diferentes archivos
notariales.
Al adentrarse en los archivos
trabajados encontramos como
resultado los instrumentos de Libros de Proto-
colo. Instrumentos públicos de Colima 1600-1628,
del Archivo Histórico del Estado de Colima,
el Catálogo de Protocolos de la Notaría Número 1,
Toluca, Estado de México 1558-1785; el Inventa-
rio del Archivo Histórico de Notarías del Estado de
Chihuahua 1721-1992; el Inventario del Archivo
Histórico de Notarías Oaxaca; el Archivo Histórico
de Notarías de Oaxaca 1681-1844, y el Catá-
logo de Notarías Archivo Histórico de Notarías
de Oaxaca.
Cuando alguien revisa un inventario o un
fichero del catálogo de un archivo de notarías
no puede dejar de asombrarse ante la cantidad
de información que arroja, así como la gran
variedad temática que puede ser rescatada de los
documentos que ahí se reseñan. El lector puede
buscar palabras específicas gracias a las herra-
mientas de búsqueda o sumergirse en la lectura
completa del catálogo que sin duda le será alta-
mente provechosa.
Gracias a las introducciones que antece-
den a estos instrumentos de consulta se pueden
conocer los diversos tipos de escribanos, las fun-
ciones que ejercían y la estructura documental
que seguían los documentos formulados, entre
los que se encuentran principalmente proto-
colos (Colima) en donde se anuncia el hecho
jurídico, mientras que el resto de los componen-
tes de la escritura como son la identificación de
las personas y el escribano interesado (intitula-
ción); la voluntad de los otorgantes manifestada
a través de cláusulas; la disposición, en donde
se conoce la voluntad de la persona que hace la
escritura, las cláusulas obligatorias, el protocolo
final y la validación.
Entre los documentos que se pueden en-
contrar hallamos, según los tiempos, escrituras,
cartas de libertad de esclavos, para aprender
oficios, arrendamientos, fundación de capella-
nías, codicilios, creación de compañías, dotes,
donaciones, fianzas, obligaciones (por pesos o
de fianza), cartas de pago, recibos, testamentos,
poderes, transacciones, cartas de ventas y hasta
juramentos.
Gracias a las fichas, índices y a los busca-
dores de estos instrumentos de consulta pode-
mos redescubrir sociedades económicamente
activas, con gran flujo de caudales y lazos co-
merciales que además de reflejar un sinnúmero
de actividades locales y regionales, muestran la
relación de la zona con la capital del virreinato
y posteriormente de la nación mexicana, inclu-
sive, hasta relaciones con entes internacionales.
Los documentos habituales de un archivo
notarial como son los testamentos, fe de pagos
o de deudas, transacciones, contratos de tra-
bajo, entre muchos otros, parecería que sólo
refieren la historia de las clases de gran poder
económico que podían darse el lujo de pagar
a un notario. Sin embargo, cuando realmente se
analizan los datos contenidos en estos protoco-
los, los universos de información se multiplican...
si se hiciera una equivalencia anatómica, no se
archivos 29

observan solamente células sino sistemas com-
plejos conformados por diferentes órganos,
cada cual con su función particular, pero siem-
pre interconectados hacia un fin mayor.
Los protocolos nos permiten enlazar la vida
económica con las prácticas religiosas, con la es-
tratificación dada por el sistema de castas, con
el precio del tocino, así como los de la cera, la
manteca, los vinos y el jamón, por mencionar
los “menos” trascendentales dentro de la eco-
nomía local, pero invaluables para la historia
de la cotidianeidad.
30 archivos
Los oficios también pueden ser enumerados,
así como el poder adquisitivo de los maestros y
los compromisos contraídos con los aprendi-
ces; las deudas de las personas nos indican sus
preferencias al vestir, el tamaño de sus tierras, el
número de hijos y el diezmo que tenían que dar.
Si somos afortunados y el instrumento de
consulta inicia en la época virreinal y alcanza
el siglo xix, se puede, inclusive, visualizar un
gradual cambio de mentalidades como el que se
puede apreciar en el Archivo Histórico de No-
tarías de Oaxaca; en los expedientes catalogados
será notorio el paulatino cambio de mentalida-
des, al igual que de actores económicos; los ape-
llidos multiplican sus orígenes simultáneamente
al ingreso de capitales; el ritmo de creación de
sociedades y negocios crece de manera expo-
nencial, cada vez es más largo el camino de las
mercancías y las transacciones.
Todo este universo y muchos más podemos
saborear e imaginar gracias a un instrumento de
consulta bien hecho.
Un catálogo nos puede trasladar a otros
mundos que existieron en algún momento y que
nos define como mexicanos tanto local como
regional y nacionalmente.
Los archivos históricos de notarías son una
fuente de información de temas que nunca
habían sido abordados con seriedad, especial-
mente aquellos referentes a las mentalidades
o a la cotidianeidad. De igual manera comple-
mentan fuentes tradicionales como los archivos
históricos municipales y parroquiales.
Son instrumentos de consulta como éstos,
la llave que permite el primer contacto con la
información de estos inmensos repositorios del
quehacer humano como son los archivos históri-
cos de notarías.
 CUNA
DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR
Instituto Científico y Literario Autónomo del Estado de Hidalgo
Abel Roque / Eloy de la Cruz*
E
l presente artículo in-
tenta resumir el proceso
archivístico integral que
se aplicó a uno de los fon-
dos históricos que concierne a los
antecedentes de la hoy Universidad
Autónoma del Estado de Hidalgo
(uaeh).Nuestro perpetuo agradeci-
miento a Apoyo al Desarrollo de Archivos y
Bibliotecas de México, A.C., (Adabi), a su pre-
sidenta, doctora María Isabel Grañén Porrúa,
a su directora, doctora Stella María González
Cicero y a todo el personal de esta filantrópi-
ca asociación que ha contribuido con el rescate
de la memoria del estado de Hidalgo y de la
máxima casa de estudios de los hidalguenses.
No cabe duda que sin la intervención y ayu-
da otorgada por Adabi, hubiera sido imposible
terminar, en un tiempo muy breve, el Proyecto
de Organización y catalogación del fondo his-
tórico del Instituto Científico y Literario Au-
tónomo del Estado de Hidalgo, 1869-1961; y
que hoy es un referente para la investigación
en el campo de la educación en Hidalgo y en el
resto del país.
Mas para llegar a este punto, se presentaron
acontecimientos que es sustancial describir y
* Director del Archivo General, uaeh / Jefe del Departamento de Archivo Histórico, uaeh
que dan muestra de cómo la perse-
veracia de Adabi y de instituciones
educativas como la uaeh infiere
en la transformación de la realidad
de las instituciones en relación con
su patrimonio documental; tal es el
caso del Archivo Histórico de nues-
tra universidad, institución que hoy
cuenta con una parte importante de su patri-
monio documental custodiado, organizado,
descrito y accesible.
Origen del fondo documental
La historia del Instituto Científico y Literario
Autónomo del Estado de Hidalgo (icla) y su
documentación se remonta a mediados del siglo
xix, cuando por decreto del presidente Benito
Juárez García, se crea una nueva entidad federa-
tiva: el Estado Libre y Soberano de Hidalgo, el
16 de enero de 1869. Ante la necesidad de contar
con un establecimiento de educación superior
en el estado, la Junta Protectora de la Educación
Secundaria de Pachuca, solicitó al gobernador
interino, Juan Crisóstomo Doria, el estableci-
miento del Instituto Literario y Escuela de Artes
y Oficios del Estado de Hidalgo, que se concretó
adabi 31
el 3 de marzo de 1869. Durante sus primeros
años de existencia el Instituto ofreció instrucción
artesanal y formación para diversidad de oficios.
También impartió educación preparatoria y pro-
fesional para las carreras de abogado, escribano
público, ensayador y beneficiador de metales, in-
geniero topógrafo de minas y medicina.
En 1890 cambia la orientación ideológica de
los planes y programas de estudio, sujetándose
completamente a la corriente filosófica del po-
sitivismo; por lo que se denominó al planel con
el nombre de Instituto Científico y Literario
del Estado de Hidalgo, conservando únicamen-
te los estudios de corte científico: ensayador y
apartador de metales, ingeniero topógrafo e hi-
drógrafo e ingeniero de minas y metalurgista.
Finalizado el período de la Revolución
mexicana, el gobierno estatal transformó al
instituto en la escuela preparatoria que pasó a
formar parte de la Universidad de Hidalgo, es-
tablecimiento que funcionó poco tiempo, pues
cerró sus puertas en 1925.
Después el instituto volvió a funcionar de
manera independiente y sin cambio alguno
hasta 1945, cuando se crean las Escuelas Pro-
fesionales de Derecho, Medicina e Ingeniería.
32 archivos
El instituto adquiría su autonomía en 1948. Y
el 3 de marzo de 1961 se convertiría en la uaeh,
dando paso a una nueva historia.
Aspectos de la intervención
La evolución histórica del instituto y a su vez de
una buena parte de la memoria del pueblo de
Hidalgo desde su conformación en el siglo xix,
hasta mediados del siglo xx, quedó reflejada en
los documentos, motivo por el cual era urgente
intervenir esta parte del patrimonio documental
universitario, que carecía de una organización
adecuada y necesitaba de una herramienta de
consulta que permitiera la visibilidad, el control
y el acceso a los expedientes.
Por tanto, el Archivo General a través del
Archivo Histórico de la uaeh, emprendió los di-
ferentes procedimientos archivísticos con la fina-
lidad de alcanzar el objetivo de tener organizado
y catalogado el fondo documental del instituto.
Sin embargo, ante la necesidad de personal en el
archivo y materiales especializados, se presentó
en 2012 a Adabi el Proyecto de Intervención del
Fondo del icla, y que afortunadamente, esta aso-
ciación sirvió apoyar de manera contundente.
Cabe señalar que las tareas emprendidas por
el Archivo Histórico al corpus documental, estu-
vieron complementadas por el Departamento de
Conservación y Restauración del propio Archivo
General, quien simultáneamente aplicó procesos
para la estabilización física de los documentos y
demás intervenciones para garantizar la preser-
vación de los expedientes.
Así, el Fondo del icla quedó integrado de-
finitivamente por 419 unidades de instalación,
12 976 expedientes, y se obtuvieron 28 106 regis-
tros como resultado del proceso de descripción
por expediente y pieza documental. Actualmen-
te el Archivo Histórico se encuentra en la etapa
de digitalización con la finalidad de preservar y
potenciar la difusión del fondo.
En suma, el Proyecto de Organización y
Catalogación del Fondo Instituto Científico y
Literario Autónomo del Estado de Hidalgo,
1869-1961, se convirtió en un proyecto integral
archivístico, que obtuvo como principal resul-
tado la organización completa y definitiva del
corpus documental, es decir el acervo está ple-
namente identificado, organizado y descrito; así
como su estabilización e intervención para ga-
rantizar la conservación, preservación y difusión
de nuestra memoria histórica, concluyéndose
este proyecto en noviembre de 2014.
Instrumentos de consulta
La publicación del instrumento Descripción
multinivel del Fondo Instituto Científico y Lite-
rario Autónomo del Estado de Hidalgo 1869-1961
permite que esta parte de la memoria colectiva
hidalguense ahora se encuentre disponible y al
alcance de todos para conocer los testimonios
donde se plasmó una de las mayores aspiracio-
nes y derechos del ser humano: la educación;
convirtiéndose en una fuente primaria para la
investigación científica, aunado a que es un es-
pacio para el aprovechamiento social y punto
de encuentro para la memoria.
El instrumento de consulta desarrollado es
una detallada descripción multinivel que incluye
la descripción archivística general de la totalidad
del fondo, dando por resultado un inventario. A
manera de guía documental describe cada una de
las secciones y series que integran el fondo, con
el título, código de referencia, fechas exremas,
nivel de descrpción, volumen, alcance y conteni-
do, valoración, selección y eliminación, organiza-
ción y unidades de descripción relacionadas. Por
último, se encuentra el catálogo documental, con
una descripción por expediente, indicando sec-
ción, serie, código de referencia, título, fechas de
apertura y cierre, número de fojas, ubicación to-
pográfica por caja y bóveda, y notas.
En resumen, el fondo se clasificó en tres sec-
ciones, Gobierno, Secretaría /gestión academica
y Gestión económica y administrativa, con un
total de 38 series y 23 subseries. La publicación
se complementa con el registro de la historia
institucional y el informe técnico del proyec-
to desarrollado tanto en la fase de organización
como de estabilización de los documentos.
Para memoria de sus bienhechores
Por último, nuestra gratitud para el personal de
Adabi, por el apoyo y paciencia brindadas para
la conclusión de los trabajos; a las autoridades de
la uaeh al maestro Humberto Augusto Veras
Godoy, rector; al licenciado Gerardo Sosa Cas-
telán, presidente del Patronato Universitario y a
todos y cada uno de los que intervinieron y cola-
boraron para concretar esta meta.
archivos 33
 GUÍA GENERAL
HACIENDA Y GOBIERNO
Archivo General del Poder Ejecutivo del Estado de Oaxaca
Ana Luz Ramírez
E
l proyecto de rescate del Archivo Ge-
neral del Poder Ejecutivo del Estado de
Oaxaca (agpeeo) que impulsó el Go-
bierno de Oaxaca con la colaboración
de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca,
a través de Apoyo al Desarrollo de Archivos y
Bibliotecas de México, A. C. buscó mejorar las
condiciones en que se encontraban los documen-
tos, ya que una gran parte no era consultable,
debido a que no existía orden ni control en el
material; los paquetes que los contenían apenas
conservaban una etiqueta con los datos gene-
rales y tampoco su almacenamiento había sido
adecuado. Además los documentos estaban ama-
rrados en paquetes y acomodados en su mayoría
en los estantes de madera de la galería principal;
a esto se sumaban las condiciones inadecuadas
del inmueble, hecho que provocó que insectos,
roedores y hongos atentaran contra una cantidad
considerable de la documentación.
Después de cinco años y medio de arduo
trabajo los documentos del fondo histórico del
agpeeo están debidamente estabilizados, clasi-
ficados y ordenados.
A través de los procesos de clasificación y
ordenación, se intenta que los documentos que-
den resguardados en lugares apropiados, den-
34 archivos
tro de cajas archivadoras con indicación de su
contenido para permitir un control archivístico
que agilice la localización de los expedientes. Sin
embargo, los conjuntos documentales aún no se
pueden considerar un archivo, pues como Anto-
nia Heredia indica:
[…] en todo caso, organización y servicio serán
condiciones indispensables para que un depó-
sito documental tenga o adquiera la carta de
naturaleza de archivo.
El servicio se puede traducir en la interacción
con los usuarios a través de la difusión y consulta
del archivo, pues las instituciones públicas deben
proceder con la apertura que garantice el derecho
constitucional a la información. Esto se puede
lograr mediante los instrumentos de descripción
archivística, como son las guías, inventarios y ca-
tálogos, que se emplean para prestar un servicio
al público que requiere facilitar la localización de
la información, mantener un control cuantitativo
de las existencias dentro del acervo y otro cuali-
tativo del tipo de información que se clasifica en
los diferentes rubros. Estas herramientas adquie-
ren características exclusivas en los archivos de
trámite, concentración e históricos.
No obstante, este artículo pretende explicar la
guía como uno de los instrumentos que facili-
tan la consulta de la información en los archivos
históricos. Hildesheimer la define como:
[...] un instrumento de investigación que ofrece
un panorama general de los conjuntos de docu-
mentos archivados a los que está dedicada, divi-
dido por fondos o series y completado mediante
una exposición cronológica de la administración
productora y la lista de los correspondientes ins-
trumentos de investigación.
En años anteriores, aún se discutían los proce-
dimientos para la descripción de los archivos,
pues si bien era una actividad indispensable para
agilizar su consulta y difusión, existían diferen-
tes criterios en el desarrollo de esta actividad.
Hoy, organismos internacionales en materia
archivística han dictado un conjunto de normas
que establecen los rubros que debe contener la
descripción para homogeneizar la información
que circula sobre los repositorios a nivel nacio-
nal o mundial. En 1999, el Comité de Normas
de Descripción aprobó la segunda edición de la
norma isad (G) enriquecida con las propuestas
generadas durante cinco años de prueba entre la
comunidad archivística.
Esta norma internacional plantea la expo-
sición de 26 elementos en siete apartados sobre
la unidad de descripción. José Antonio Ramírez
Deleón afirma:
[…] utilizando las reglas y elementos de la nor-
ma, es perfectamente factible describir el con-
texto, contenido y localización de un fondo o
cualquiera de sus partes, explicando sus vincu-
laciones y relaciones jerárquicas.
La isad (G) es un modelo específico para la
presentación de un archivo, con el fin de inter-
cambiar la información y vincularla en una red
a nivel nacional o internacional.
Tomando como base esta norma, las guías
generales para control y consulta de los fondos
Gobierno y Hacienda del agpeeo están consti-
tuidas por dos elementos esenciales. Por un lado,
la historia institucional que proporciona una jus-
tificación del cuadro de clasificación a partir del
estudio del devenir de las instituciones producto-
ras que a su vez ofrece el contexto de la historia
de los mismos documentos; en segundo lugar, la
archivos 35

descripción que muestra el contenido de cada
una de las secciones. Además se han incluido
los rubros correspondientes al periodo, volumen,
ordenación y las unidades de descripción rela-
cionadas que enuncia la isad (G).
La ventaja de esta norma es la libertad que
permite al poder realizar las combinaciones per-
tinentes que se adapten a las necesidades de cada
archivo. De hecho, en la elaboración de las guías
de los fondos Gobierno y Hacienda del agpeeo
se hizo evidente su funcionalidad sólo con el
desarrollo de la historia institucional y la des-
cripción de la información, aunque no sin las
dificultades de las que hablaremos en adelante.
36 archivos
La organización de los archivos se basa en
el principio de procedencia y orden original que
radica en agrupar los documentos de acuerdo
con la institución que los generó para formar un
fondo, de manera que se mantengan separados
de los demás. Asimismo, dentro de estos gru-
pos se establecen otras divisiones en secciones
y series que toman en cuenta tanto el desarrollo
de las funciones en el servicio público como el
organigrama que muestra la estructura admi-
nistrativa. El problema surge cuando se trata
de archivos históricos como el agpeeo, pues es
mucho más difícil reconstruir el orden interno
en que fueron generados los expedientes a tra-
vés del tiempo.
Por eso, es necesario que la investigación
de la historia institucional se realice a la par del
proceso de clasificación, para evitar errores en la
elaboración del cuadro, José Antonio Ramírez
Deleón menciona:
La descripción archivística se liga, enton-
ces, de manera directa a los procesos previos
de clasificación y ordenación, pues sólo es po-
sible describir información que se encuentre
debidamente organizada.
Tampoco es tarea sencilla elaborar la historia
de las instituciones. Antes de ello, es necesario
reunir la información de la normatividad que
dispuso su creación, funciones o modificaciones
administrativas, pues se trata de entes jurídi-
cos. Sin embargo, durante la preparación de las
guías observé que son pocas las colecciones que
se conservan sobre la administración pública a
nivel federal y aún son más escasas las que co-
rresponden al funcionamiento de los estados.
De hecho, al organizar el fondo histórico del
agpeeo encontramos que los reglamentos es-
taban entre del desorden y sólo algunos fueron
digitalizados.
A esto se suma que son pocos los estudios
acerca de la historia de las instituciones, aunque
por el número de publicaciones que aparecen en
la red, parecería que cada vez son más los intere-
sados en la administración pública. Si bien, esta
historia puede complementarse o inferirse a par-
tir del análisis de los trámites que se aprecian en
los expedientes o en la observación diplomática
de los elementos en membretes, sellos y rúbricas
que podrían reconstruir la estructura administra-
tiva, pero se requiere paciencia en el análisis y un
contacto directo con la organización del archivo,
ya que por lo general los documentos se encuen-
tran en desorden. Por eso, en esta aproximación
es indispensable la presencia de los archivistas.
Otra parte importante de la guía consiste en
la descripción del contenido del archivo. Este
trabajo sólo tiene sentido en la medida en que
pueda dar cuenta de la información disponible,
así el archivista transmite con ello su experien-
cia a los usuarios, sin necesidad de una entrevista
personal, sobre todo porque así lo requiere la uti-
lización de los medios electrónicos. Es importan-
te considerar que sólo se puede describir lo que se
conoce, por lo cual los archivistas serían los en-
cargados ideales para realizar este trabajo, debido
a que ellos han tenido un contacto directo con
los expedientes para establecer su clasificación.
Para la descripción de las guías de los fondos
Gobierno y Hacienda fue necesario revisar cierto
número de cajas, pero también fue indispensable
entrevistar a los compañeros para obtener un pa-
norama general de la información que contienen.
Al elaborar las guías me percaté de que se
debe diseñar un modelo para presentar cada una
de las secciones, si éste es el nivel de descrip-
ción, de manera uniforme, que permita partir
siempre de lo general a lo particular, sin más ni
menos elementos que pudieran confundir las
expectativas del usuario. Además, la exposición
requiere tener presente a sus destinatarios. Re-
cuérdese que ahora los archivos se han puesto a
disposición no sólo de los investigadores, sino de
cualquier persona interesada en la consulta de la
información.
El investigador podrá encontrar en las guías
elaboradas para el agpeeo: una historia de las
instituciones que intervinieron en la creación de
los documentos para contextualizar el fondo; una
exposición general del tipo de información que
alberga cada apartado; la vinculación con otras
divisiones; la estructura que se utilizó para es-
tablecer la clasificación; el periodo que abarca
la documentación y su extensión en número de
cajas. A través de esos elementos, la guía pre-
tende orientar a las personas interesadas en la
consulta del archivo para que conozcan de ma-
nera general su contenido y cuando lo visiten,
sepan a cuáles fondos, secciones y series deban
dirigirse de acuerdo con sus intereses.
archivos 37
 Nuestra labor
archivos civiles y eclesiásticos
Candy Ornelas

L
as experiencias que surgen a partir de la tarea de rescatar archivos históricos, tanto eclesiásticos
como civiles, son innumerables e invaluables. No sólo se trata de limpiar y organizar papeles
viejos caídos en el olvido, sino también de descubrir piezas del rompecabezas que conforman la
historia nacional; piezas que a través del estudio, la reflexión y la relación con otras de la misma calidad,
tomarán su lugar en el entramado de la historia, y conformarán juntas la memoria de nuestra nación.
Vista así nuestra labor, desde la conciencia trabajar para contribuir a la recuperación de la memoria
histórica, vemos con beneplácito que año tras año los resultados se acumulan y aportan luces en dife-
rentes regiones del país.
En 2015 la Coordinación de Archivos Civiles y Eclesiásticos de Apoyo al Desarrollo de Archivos
y Bibliotecas de México, A.C. (Adabi) concluyó 30 proyectos de rescates de archivos.
En lo que respecta a los archivos eclesiásticos, 24 son fondos parroquiales y uno es un fondo dio-
cesano. Estos archivos pertenecen a seis diócesis: Arquidiócesis de México, Arquidiócesis de Puebla,
Diócesis de Antequera, Oaxaca, Diócesis de Campeche, Diócesis de Tenancingo y Diócesis de Tuxtla.
Los documentos contenidos en los fondos parroquiales cubren los años de 1578 hasta 2010, y
juntos acumulan 1 200 cajas archivadoras AG-12 donde se encuentran más de 400 años de historia
eclesiástica. Por otro lado, el fondo diocesano intervenido conserva la historia de la Diócesis de Cam-
peche que tenía la necesidad de optimizar la clasificación archivística para garantizar su preservación
y consulta. El documento más antiguo de esta diócesis data de 1682, puesto que recoge vestigios del

38 archivos
funcionamiento de la Iglesia en el estado desde
antes de convertirse en diócesis. El inventario
de estos documentos constituye una impor-
tante contribución a la historia eclesiástica del
sureste de la república y permitirá conocer sis-
temáticamente la conformación eclesiástica de
Campeche a través de los años.
Por otro lado, se concluyó el rescate de cinco
archivos civiles durante 2015. Tres de estos archi-
vos son municipales, dos de ellos pertenecientes
a Oaxaca, de los cuales destaca especialmente el
Archivo del Municipio San Mateo Etlatongo
y su Fondo Reservado, ya que no solamente se
realizó la organización e inventario del archivo
municipal, sino también se inventarió un pe-
queño fondo con documentos referentes a su
historia. Estos documentos eran resguardados
por las autoridades civiles locales, quienes por
usos y costumbres, no permitían el acceso a ellos.
Dentro del fondo reservado se encuentra un lien-
zo del mapa de Etlatongo de 1582.
Los otros archivos municipales rescatados se
ubican en los municipios de Santiago Nundiché
y Santa Catarina Tayata en Oaxaca.
Se colaboró además, con dos instituciones
privadas para rescatar sus documentos históricos,
estas fueron la Escuela Primaria Benito Juárez
en Tlalmanalco, Estado de México y el Hospital
Concepción Beístegui en la Ciudad de México.
Por otro lado, están en curso los rescates
de los archivos municipales de Tlaxco, Tlaxca-
la y de Tlacotalpan, Veracruz, que han recibido
asesoría y acompañamiento de esta coordinación
para llevar a cabo los procesos archivísticos que se
esperan concluir en este 2016.
Con la intención de proporcionar herra-
mientas a diferentes instituciones que presentan
incertidumbre sobre el estado de sus archivos, la
coordinación elaboró dos diagnósticos y ofreció
32 asesorías a diferentes organismos y parti-
culares sobre diversos aspectos del tratamiento
archivístico de los fondos históricos. Asimismo,
se atendieron cinco solicitudes de materiales
para mejorar las condiciones de resguardo de
diferentes archivos históricos.
Como parte de nuestra labor de sensibilizar
al público en general sobre la importancia de pre-
servar el patrimonio documental de la nación, se
elaboraron siete textos, producto de la profundi-
zación y estudio de algunos fondos documentales
intervenidos. Dichos textos ponen en relieve la
trascendencia de los documentos históricos y sus
múltiples posibilidades para arrojar luces sobre
episodios y procesos históricos de diversa índole.
En Adabi consideramos fundamental com-
partir el conocimiento que la experiencia en ar-
chivos nos ha permitido cosechar, por lo tanto, la
participación en eventos y cursos para difundir
este conocimiento tiene una importancia espe-
cial. En 2015 colaboramos con la Universidad
Pontificia de México impartiendo dos clases
sobre Archivística eclesiástica. También parti-
cipamos en las Primeras Jornadas Archivísticas
del Archivo Municipal de Morelia, Michoacán
y en la Presentación de publicaciones de Adabi,
con temas que invitan a la reflexión en materia
Archivística.
Con estos resultados la Coordinación de
Archivos Civiles y Eclesiásticos cierra el 2015.
La contribución al rescate y preservación de la
memoria documental del país puede tener un
alcance limitado, pero es, sin duda significativa.
Los resultados nos impulsan a seguir avocados
en esta bella tarea, con la certeza de que los pasos
que demos ahora serán trascendentales al pasar
de los años.
archivos 39
 CHINA EN LAS
BIBLIOTECAS NOVOHISPANAS
Rescates que reconstruyen la historia
Teresa González*
L
os fondos de libros antiguos preser-
vados en México guardan numerosas
sorpresas para el investigador, cual-
quiera que sea su rama de trabajo. En
mi caso, llevo varios años centrada en las rela-
ciones interculturales entre China y occidente,
incluyendo las desarrolladas de forma tangen-
cial en el México virreinal gracias a las rutas
transpacíficas que conectaron al virreinato de
Nueva España con la península ibérica y con
Filipinas en el extremo oriente. Esta triangula-
ción, instaurada a finales del siglo xvi, benefició
tanto al comercio español como a la cultura no-
vohispana, dando lugar a nuevas imbricaciones
culturales, así como hibridaciones artísticas, por
ejemplo, en la cerámica de talavera poblana.
En el mundo del libro, la herencia es más
sutil. La presencia de China se lee y se respira
en las miles de páginas desconocidas, que surgie-
ron de las imprentas europeas, e incluso mexica-
nas y filipinas, para hablar del encuentro del otro.
Desde el momento en que los ciudadanos ibéricos
arriban a las costas de China en sus incursiones
finiseculares del siglo xvi, surgen paralelamente
las primeras relaciones directas sobre el lejano
país, tras más de un siglo de vacío, puesto que los
últimos relatos de este tipo databan del siglo xiv.
*
Investigadora de la Universidad Veracruzana
Dado que mis últimas investigaciones
me habían llevado a la consulta cada vez más
amplia de textos antiguos sobre China, y que
había iniciado una colección particular de es-
tos en pdf que rebasa hoy en día 500 títulos
diferentes –siglos xvi al xviii–, empecé a pre-
guntarme cuántos títulos sobre China llegaron
al virreinato y qué se podía hallar en la actua-
lidad. Las primeras herramientas a la mano
fueron virtuales; es así que inicié mi búsqueda
consultando decenas de bases de datos disponi-
bles en línea, conformadas no sólo por aquellas
incluidas en Apoyo al Desarrollo de Archivos y
Bibliotecas de México, A.C. (Adabi) en el Ca-
tálogo Colectivo de Fondos Antiguos, sino por
otras que están fuera de los circuitos habitua-
les, junto a las originales de varias instituciones
englobadas o no en las dos primeras. Esto me
dio un panorama del volumen de libros que
puede hallarse en estos fondos, y que se en-
cuentran por ahora en 25 bibliotecas naciona-
les, a las que se añade el Fondo de la Colección
Sutro, en Estados Unidos de América, por te-
ner un origen mexicano virreinal. Hablamos,
de unos 90 autores diferentes y de unos 340
libros, si bien la cifra está en constante revisión
y ampliación.
bibliotecas 41
 A este grupo inicial hay que añadir aquellos
fondos que no están recogidos en ninguna base
de datos digital, como los de la Biblioteca Libra-
do Basilio de la Preparatoria Benito Juárez en
Xalapa, Veracruz, que he revisado en numerosas
ocasiones, y que a pesar de ser muy pocos, son
de gran valor. Es difícil censar aquellos que es-
tán presentes en colecciones más pequeñas, sin
catálogo disponible, o las de colecciones particu-
lares a las que se tiene difícil acceso.
De cualquier manera, esta primera etapa
de investigación arroja un panorama singular,
copado por los títulos dedicados al asunto re-
ligioso en China y en Asia, esto es: el avance de
la fe católica a través de la labor proselitista de las
diversas órdenes religiosas que se posicionaron
en el extremo oriente desde finales del siglo xvi.
Aquí se da un espacio notable a la Controversia
de los Ritos Chinos: famoso debate de los siglos
xvii y xviii sobre si ciertas prácticas ancestrales
chinas como el culto a Confucio y a los antepa-
sados, eran de carácter civil, según los jesuitas, o
religiosas y por tanto heréticas, según dominicos
y franciscanos.
Sin embargo, la curiosidad de la élite ilustra-
da novohispana fue más allá y las noticias sobre
China eran devoradas con gran interés: histo-
ria, geografía, sociedad, religión, vestimentas,
42 bibliotecas
leyes, castigos, ciudades, comercio, flora, fauna,
costumbres, y un largo etcétera. Vemos desfilar
títulos notables como la China Illustrata… de
Athanasius Kircher (h. 1601-1680) de 1667,
Mémoires concernant l’histoire, les sciences, les arts,
les moeurs, les usage, etc, del chinois… (1776) de
Joseph-Marie Amiot (1718-1793), o Istoria de
las cosas mas notables, ritos y costumbres del gran
reyno de la China (1586) de Fray Juan González
de Mendoza (1545-1618). Por lo general están
en los idiomas más habituales de la época: espa-
ñol, francés, italiano, latín, portugués, e inglés.
Hallaremos también algunos manuscritos ines-
timables. Lamentablemente, los catálogos o
índices virreinales arrojan luz sobre lo perdido,
como el diccionario manuscrito intitulado Arte
de idioma mandarino, atribuido a Fray Juan de Je-
sús (siglo xvii), que formaba parte del acervo de
la antigua biblioteca de San Francisco de México.
Estos títulos nos hablan de una pasión por
China que era compartida en Europa y en sus
territorios de ultramar. No obstante, falta por
hacer el verdadero trabajo de campo que consiste
en recoger cada uno de los catálogos virreinales
de las numerosísimas bibliotecas presentes en
colegios, universidades, monasterios, conven-
tos, bibliotecas públicas –como la Palafoxiana
en Puebla, ya consultada– y en otras particula-
res, para hacer un censo que se aproxime más
los ingentes títulos dedicados a China en este
periodo. Con todo, el número resultante segui-
ría siendo incompleto, dado que no se conser-
van la totalidad de los catálogos de la época.
Por fortuna, los libros presentes hoy en día y
los catálogos en linea son suficientes para hacer
un primer análisis y constatar la riqueza de esta
temática en la sociedad virreinal y su legado a la
cultura universal.
 COLECCIÓN
LAFRAGUA
CATÁLOGO DIGITAL
Fondo Reservado de la Biblioteca Nacional de México
Amanda Rosales
S
in duda alguna, la Colección
Lafragua junto con las co-
lecciones de Obras raras y
curiosas, Fondo de origen,
Archivos y manuscritos, Incunables y
Coleccionesespeciales que forman
parte del Fondo Reservado, constituye
uno de los acervos históricos más sobre-
salientes de la Biblioteca Nacional de México,
valor que ha sido reconocido por la unesco al
haberle otorgado el Premio Memoria del Mun-
do unesco, 2005. De ahí que el haberlo selec-
cionado para elaborar su catálogo
[…] partía no sólo del reconocimiento de su
valor intrínseco de constituir uno de los acer-
vos históricos más sobresalientes de nuestra
Biblioteca Nacional y del país, sino de un acto
de justicia para dar a conocer en su integridad
el rico legado que a la nación hizo el distingui-
do jurisconsulto, el primer director de nuestra
institución, legado que debía ser conocido en
su integridad tanto para salvarlo como para fa-
cilitar su consulta a los estudiosos.
Según palabras del entonces direc-
tor del Instituto de Investigaciones
Bibliográficas (iib) de la Universi-
dad Nacional Autónoma de Mé-
xico (unam), maestro, Ernesto de la
Torre Villar:
Esta colección representa el conjunto docu-
mental más importante referente a la Historia
mexicana del siglo xix que tiene el país. Su com-
pilador, José María Lafragua (1813-1875) fue
un político liberal que supo compaginar hábil-
mente su actividad pública con su interés histó-
rico, durante muchos años, por lo que se dio a
la tarea de colectar libros, periódicos, folletos,
hojas sueltas y algunos manuscritos con la idea
de que ayudaran a escribir la historia nacional.
Al emprender la formación de una Biblio-
teca mexicana, creí que no debía limitarla a las
obras completas escritas sobre la historia del
país y a los periódicos políticos y literarios, sino
que debía extenderla a la multitud de memorias,
dictámenes, manifiestos, exposiciones y demás
folletos, que aunque insignificantes muchos a
bibliotecas 43
 primera vista sirven ya para aclarar los hechos,
ya para pintar las pasiones de la época, ya para
probar el progreso de la cultura tanto en el len-
guaje como en el desarrollo de las opiniones y
en las tendencias de los partidos políticos.
José María Lafragua logró reunir una magnífica
biblioteca con cerca de 4 300 volúmenes; 2 000
de ellos relativos a América y el resto dedicado a
materias diversas. En 1871, en el testamento que
otorgó en la Ciudad de México, legó la primera
parte a la Biblioteca Nacional y la segunda, a más
de una sustanciosa cantidad en efectivo para ad-
quirir nuevos libros que enriquecieran este fondo,
al Colegio del Estado de Puebla.
Actualmente la colección que se encuen-
tra en la Biblioteca Nacional de México, está
integrada por un total de 1  580 volúmenes;
de ellas 452 son sermonarios encuadernados
en pergamino que pertenecieron o la Biblioteca
Turriana, Biblioteca del Convento Grande de
San Francisco de México y Biblioteca de San
Fernando; otros volúmenes que enriquecen la
biblioteca original de Lafragua pertenecieron
a Antonio de Mier y Celis, cedidos en 1900;
Guillermo Prieto, cedidos en 1900; Agustín Ri-
vera, comprados en 1923; Juan Suárez y Navarro,
José María de Agreda, Ángel Núñez y Ortega,
Ignacio A. de la Peña, José Ma. Vigil, Manuel
Payno, José M. Andrade, Manuel S. Soriano, José
María García de la Cadena, Cayetano Ibarra,
44 bibliotecas
Jesús López Portillo, Luis González Obregón,
Gregorio Mier y Terán, Manuel Agreda, Jesús
F. Uriarte, José María Lacunza, Carlos María
de Bustamante, José Ponce de León y Mayorga,
Eulalio Ma. Ortega, Alfredo Chavero y a Juan
B. Iguíniz.
Dada la riqueza e importancia de esta colec-
ción que Lafragua reunió a lo largo de su vida, el
iib emprendió la tarea de elaborar un catálogo
que aglutinara la diversidad de los materiales que
incluía esta valiosa colección; tarea que recayó en
Lucina Moreno Valle, quien elaboró el catálogo
correspondiente al periodo 1821-1853.
La aparición del Catálogo de la Colección
Lafragua de la Biblioteca Nacional de México
fue un acontecimiento en el ámbito de la inves-
tigación. Esta obra sentó un precedente insosla-
yable en el campo de la bibliografía catalográfica.
Ernesto de la Torre Villar en su presenta-
ción a la edición impresa del catálogo de los
años 1811-1821 publicada en 1995, señaló:
Sorteando las dificultades bibliográficas que
un material tan heterogéneo presentaba, dis-
cerniendo con claridad el método a emplear y
esforzándose por hacerlo más útil, más accesi-
ble a los estudiosos, ha consagrado varios años
a esta tarea de la que ha salido airosa. Formu-
ló no sólo una guía descriptiva, sino también
analítica y crítica de todo el material. Registró
con esmerado cuidado cada una de las piezas
 relativas al periodo señalado (1821-1853), ha-
ciendo mención de cuando ellas se duplicaban,
su estado físico y su contenido. Una lectura in-
teligente y cuidadosa que ella realizó de todo el
material, hace de esta guía algo más valioso que
el puro registro bibliográfico a base de los ele-
mentos descriptivos, con los cuales el análisis y
la crítica no se pueden establecer certeramente.
El comentario crítico con que acompañó cada
registro, confió a ese trabajo un mérito sobresa-
liente. A la labor realizada por Lucina Moreno
Valle le dieron continuidad los investigadores del
iib, Luis Olivera y Rocío Meza, quienes con base
en los criterios metodológicos seguidos por Lu-
cina Moreno Valle en su catálogo elaboraron los
sucesivos catálogos impresos, cuyo corte cronoló-
gico cubre hasta el año de 1875.
Debido a la importancia de la Colección
Lafragua y en reconocimiento a la labor del
Proyecto Unitario de Reorganización del Fon-
do Reservado, bajo la dirección del maestro Luis
Olivera, quien se ha ocupado de hacerla accesi-
ble tanto a la comunidad del instituto como a
los usuarios que cotidianamente la consultan, la
asociación civil Apoyo al Desarrollo de Archivos
y Bibliotecas de México (Adabi) decidió cola-
borar en 2010 en la coedición de una publicación
digital que incorpora la información de los catá-
logos impresos (registros, síntesis de contenido
e índices analíticos) y agilizar la búsqueda y la
recuperación de datos.
El catálogo de la Colección Lafragua en
su versión electrónica reúne los catálogos im-
presos de la colección correspondientes a los
periodos 1800-1810, 1811-1821, 1821-1853 y
1854-1875, que en conjunto suman 11 997 re-
gistros de obras, folletos, recortes y piezas do-
cumentales de ingente valor para el estudio y
conocimiento de la historia de México en ese
bibliotecas 45
convulso siglo de nuestra formación nacional. En
el Catálogo de la Colección Lafragua 1800-1875
se incluyen todos los impresos y manuscritos de
ese periodo, sin tomar en consideración su am-
plitud, importancia, procedencia o interés, y al
final de cada registro se indica el contenido del
documento; cuando el comentario resultaba in-
necesario se omitió.
La mayoría de las fichas se refieren a folle-
tos, hojas sueltas, periódicos y recortes, que en
palabras de Lafragua
aunque insignificantes muchos a primera vista
sirven ya para aclarar los hechos, ya para pintar
las pasiones de la época, ya para probar el pro-
greso de la cultura tanto en el lenguaje como en
el desarrollo de las opiniones y en las tendencias
de los partidos políticos […]
Los impresos y manuscritos que conforman
esta parte de la colección, se presentan en este
catálogo con un total de 1 840 fichas con las si-
guientes características:
Se hallan distribuidas en orden cronológico,
de acuerdo al año de publicación de los impre-
sos. En el caso de los manuscritos, se tomó en
cuenta el año en que se redactaron o expidieron.
El ordenamiento que sigue es alfabético,
iniciando con los apellidos del autor, las ini-
ciales o el seudónimo. Se proporciona, en lo
46 bibliotecas
posible, la identificación de estos últimos, para
brindar más elementos útiles a la investigación.
Si una institución es la generadora del
documento, se registra por su ubicación geo-
gráfica y en seguida la autoridad responsable.
Si además del autor aparece el editor res-
ponsable, la ficha se encabeza con los apellidos
y nombre del editor.
Cuando en el documento no se especifica
el autor, la entrada se hace de acuerdo con el
título, en su correspondiente orden alfabético.
Inmediatamente después del autor, se re-
gistra el título respetando la ortografía tal
como aparece en la portada de la publicación,
pues se consideró que este elemento, al ser ca-
racterística importante de la fuente y época,
debe aparecer como tal en el catálogo.
En seguida se especifican el lugar, la im-
prenta, el año y número de páginas.
En relación con los artículos de periódico,
cada uno se ha ordenado por separado, siguien-
do los lineamientos establecidos para registrar
la ficha hemerográfica: autor, título del artículo,
nombre del periódico, lugar de impresión, época,
volumen, año, tomo, número, fecha y páginas en
que se encuentra.
En cuanto a los manuscritos, ya adver-
timos que también se distribuyen en orden
cronológico, de acuerdo con el año en que fue-
ron redactados o expedidos.
 Siguiendo el orden alfabético, se encabezan
por el nombre del autor, la institución o el lugar
que los generó. En caso de no estar especificados
en el documento, se encabezan por el título res-
petando la ortografía.
Si carece de título, se describe su contenido
entre corchetes y se ordena alfa-béticamente.
La ficha finaliza con el lugar y la fecha de
redacción o expedición, el número de fojas y la
abreviatura Ms.
Si las fuentes contienen grabados, ma-
pas, cuadros estadísticos, etcétera, éstos se
señalan en la ficha. Lo mismo si contienen
anotaciones, dedicatorias, firmas, ex libris u
otra característica que las hace únicas.
Al final de cada ficha se proporciona infor-
mación sobre el contenido de las fuentes, a través
de resúmenes críticos. En ellos se respetó tam-
bién la ortografía original de las fuentes.
Terminando se indica, entre paréntesis, el
número del volumen de la colección en que
se ubican las fuentes. Si se encuentran en va-
rios volúmenes, se especifica cada uno de ellos.
Para completar la sistematización de la in-
formación, se elaboró un índice analítico que
consigna autores, títulos, nombres propios y
geográficos, así como imprentas y temas.
Este catálogo publicado por Adabi no sólo
refrenda el gran valor que un instrumento de
estas características representa; tiene además,
gracias a las nuevas tecnologías, la ventaja de
realizar búsquedas entre los miles de documen-
tos que se describen a lo largo de este periodo
convulso de la historia de México. Contiene
además útiles índices que auxilian al lector a
localizar por orden alfabético, la información
contenida en más de 170 000 fichas.
Las búsquedas son múltiples, pues pueden
hacerse por contenido general, por catálogo, tí-
tulo, autor, año y resumen.
En lo que concierne a los índices, confor-
me a cada catálogo se despliegan por cada letra
del alfabeto, la relación de nombres de personas,
lugares, batallas, títulos y tipología documental.
La descripción del contenido de los docu-
mentos de la colección es sumamente valiosa, ya
que asoman al lector en el momento del brote
de la insurgencia en la Nueva España y de cómo
este movimiento fue visto a través de los ojos de
España. Se aprecia el transcurrir de los primeros
años del siglo xix novohispano, a través de títu-
los de oraciones, edictos, elogios, bandos, cartas,
instrucciones y, fundamentalmente, sermones.
El estudioso de la historia de México podrá
encontrar un sinfín de temas que enriquecerían
la bibliografía histórica mexicana, de ensayos en
torno de personajes, acontecimientos, institu-
ciones poco o mal conocidas.
Un periodo que ofrece un auténtico arsenal
de información en torno a la constitución polí-
tica del país, de su futura organización, es el de
los años de 1820-1821, en los que se advierte el
quiebre total en la organización del país.
El equipo de jóvenes que trabajó con pasión
y sapiencia este proyecto, dirigido por el maestro
Luis Olivera López, nos obsequia un maravillo-
so instrumento de consulta y disfrute intelectual;
valiosísimo por toda la información que recopila
y que, de manera sencilla, podemos localizar.
Estos catálogos han sido enriquecidos con
una cantidad importante de imágenes y música
de un siglo xix mexicano convulso, cuya con-
quista principal a pesar de todo estriba en la
Independencia nacional.
bibliotecas 47
FONDOS BIBLIOGRÁFICOS
ANTIGUOS DE MÉXICO
Catálogo colectivo
Silvia Salgado*
E
n México existe un rico patrimonio
bibliográfico y documental que des-
de tiempo atrás y a través de distintos
esfuerzos se ha estado identificando,
registrando, estudiando y difundiendo. Actual-
mente contamos con instrumentos de consulta
antiguos y modernos, manuscritos, impresos y
electrónicos, propios del ámbito bibliotecario,
bibliográfico y de otras disciplinas, que se re-
fieren a una parte relevante de la producción
intelectual, artística y cultural de la nación, así
como de las obras provenientes de Europa, Asia
o de América, que han alimentado el pensa-
miento y las prácticas mexicanas desde tiempos
remotos. En ese sentido, la bibliografía nacio-
nal retrospectiva y corriente ha dado cuenta del
papel que se ha jugado en las humanidades, las
ciencias y las artes, gracias a múltiples esfuerzos
publicados de manera institucional o personal,
sin embargo, hace falta actualizar la bibliografía
de bibliografías mexicanas Ensayo de una biblio-
grafía de bibliografías mexicanas. México, 1943,
desarrollada por Agustín Millares Carlo y José
Ignacio Mantecón para saber cómo hemos
avanzado en ese campo.
En el ámbito de los repositorios biblio-
tecarios, a lo largo de la geografía nacional se
*
 Coordinadora de la Biblioteca Nacional de México, unam
48 bibliotecas
conservan varios testimonios documentales y
bibliográficos, pero no todos cuentan con las
condiciones benéficas que aseguran su per-
manencia, identificación y difusión. En estos
tiempos de conciencia y preservación global,
pero también de destrucción extendida, segui-
mos llevando a cabo tareas que ya existían en
tiempos pretéritos, en los cuales se emprendían
trabajos de rescate, conservación y divulgación.
Lamentamos la destrucción de sitios lejanos de
muy añeja tradición de escritura como la anti-
gua villa de Alepo, en Siria, así como de lugares
cercanos, en territorio nacional, que han desaten-
dido sus responsabilidades o han sido sujetos de
la inclemencia ambiental.
Estudiar la historia del libro y las bibliote-
cas muestra que las pérdidas son mayúsculas y
que los rescates son eventos singulares, pero tan
significativos que nos permiten construir y re-
construir lo que nos hace humanos e históricos.
En ese contexto, Apoyo al Desarrollo de Ar-
chivos y Bibliotecas de México, A. C. (Adabi)
ha jugado un rol fundamental en el concierto
de la organización y recuperación bibliográfica,
tareas que en el modelo central y federal mexi-
cano es extraño, pero que resulta viable como
proyecto de apoyo y financiamiento a corto
plazo para obtener resultados reales y visibles.
En más de diez años, Adabi ha hecho una labor
fundamental para el rescate y sistematización
bibliográfica de bibliotecas mexicanas con fon-
dos antiguos, ya que más de 188 000 volúmenes
en 53 recintos o colecciones han sido identifi-
cados y registrados en el Catálogo Colectivo de
Fondos Bibliográficos Antiguos de México, que
se aloja en su página, www.adabi.org.mx. Esto ha
representado una de las tareas más grandes de
recuperación de la memoria escrita emprendi-
da en México, por un pequeño grupo de perso-
nas comprometidas, que han hecho eficiente el
ideal de contar con un instrumento de consul-
ta incluyente en el cual se registran repositorios
bibliotecarios de 11 estados de la república ubi-
cados en la Ciudad de México, Chiapas, Du-
rango, Estado de México, Michoacán, Morelos,
Oaxaca, Puebla, Querétaro, Tlaxcala y Yucatán.
La suma de volúmenes es cuantitativa y cuali-
tativa en tanto que informa de lo que se tiene,
pero también de los autores y contenidos que
llegaron o se produjeron durante la época virrei-
nal novohispana y en el México independiente,
que sirvieron como modelos culturales, los cuales
fueron adquiridos y leídos eventualmente.
Cabe señalar que recientemente en el Ca-
tálogo Colectivo de Fondos Bibliográficos
Antiguos de México se ha dado cabida al regis-
tro de libros decimonónicos, porque el concepto
y rescate del patrimonio bibliográfico se ha
ampliado al ámbito del li-
bro moderno, producto de
la imprenta industrial, que
nos coloca en una postura
más abierta al rescate y la
recuperación de la memoria,
de lo que se pierde fácilmente por
su supuesta cercanía y familiaridad, pero que se
deposita en soportes sumamente efímeros. Diga-
mos que los “incunables de la imprenta industrial”
nacieron en condiciones físicas más inestables y
perecederas que los incunables tipográficos, por
lo que merecen especial atención.
Los instrumentos de consulta no atraen
reflectores, porque ellos no son obras cumbre
de una disciplina, sin embargo, son el cimien-
to sólido de toda construcción inteligente,
pero gracias a ellos se puede determinar el es-
tado de la cuestión de cualquier tema y ofrecer
pruebas del conocimiento que se tiene sobre el
asunto referido. En realidad, los instrumentos
de consulta son el reflector o la luz que ilumina
el camino del conocimiento y ellos son la guía
más pertinente para acercarse a los objetos de
estudio. En el caso del Catálogo Colectivo de
Fondos Bibliográficos Antiguos de México
es además la prueba del rescate documental de
fondos, colecciones y bibliotecas mexicanas que
han contado con el valor de personas dispuestas
a organizarlos, así como con el invaluable apoyo
de Adabi, que ha cumplido un papel ejemplar
como asociación civil durante más de una década
de trabajo constante que constituye una invita-
ción a dar continuidad a las obras emprendidas.
La visión de don Alfredo Harp Helú, la ex-
periencia de la doctora María Isabel Grañén Po-
rrúa, así como la sabiduría de la doctora Stella
María González Cicero, quien dirige los trabajos
y los días de Adabi, junto con el esplén-
dido equipo de trabajo que confor-
ma la asociación, son un conjunto
virtuoso de intenciones que se
proponen hacer lo mejor por
México, es decir, conservar y
difundir su memoria escrita.
bibliotecas 49
 Nuestra labor
bibliotecas y libro antiguo
Fabiola Monroy

L
a Coordinación de Bibliotecas y Libro Antiguo de Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bi-
bliotecas de México, A.C. (Adabi) ha rescatado del olvido y de aciagas circunstancias los
volúmenes de diversos repositorios en diferentes partes del territorio nacional. Sin duda, la
labor no se quedó en el rescate, sino que de manera necesaria también ordenó, inventarió y clasificó
cada título sacado del olvido, generando instrumentos de consulta que permiten a nuevas generacio-
nes el tener acceso a ese mundo de conocimiento que aparece al abrir la cubierta de cada impreso.
En el año 2015 la coordinación tuvo la satisfacción de ver concluido el trabajo de catalogación
de las colecciónes antigua e histórica de la Biblioteca Francisco de Burgoa, bajo resguardo de la
Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (uabjo), en la que se invirtieron 24 meses de tra-
bajo, mismos que llevaron a identificar la riqueza de dicho acervo, en el que destacan manuscritos
como un catecismo testeriano; grabados europeos, novohispanos y mexicanos; atlas, entre los que
sobresale el elaborado por Ortelius; textos en náhuatl, así como ejemplares impresos procedentes
de Perú, Guatemala y Filipinas, sin olvidar una curiosa colección de notas periodísticas sobre la última
familia imperial rusa: los Romanov. El trabajo de Adabi al catalogar la Biblioteca Burgoa no fue el
primero, sin embargo, por causas naturales del tiempo, si es el que permite conocer que dicha biblio-
teca cuenta con 25 272 volúmenes, entre los que se encuentran 12 147 libros antiguos, 12 996 libros
históricos y 129 pliegos y folletos. Esta información se puede consultar localmente a través de una
base de datos elaborada en el sistema Winisis y en un futuro próximo estará asociada al Catálogo

50 bibliotecas
Colectivo de Fondos Bibliográficos Antiguos
de México, anidado en el sitio web de Adabi,
con el que sin duda, la información sobre esta
biblioteca trascenderá las fronteras tangibles.
La comunidad de la uabjo, representada en la
persona del rector Eduardo Martínez Helmes,
atendió en diciembre la entrega formal del in-
ventario completo; sin embargo, los trabajos de
dicho acervo bibliográfico no han finalizado,
pues en el mismo 2015 se inició la ordenación
de Publicaciones periódicas que consiguió los
objetivos de estabilizar y catalogar el material
hemerográfico que se halla en este repositorio.
A los proyectos de rescate se añadieron tres
más: la Biblioteca José Lorenzo Cossío y Co-
sío adquirida por la Fundación Alfredo Harp
Helú, con sede en la Ciudad de México. Para
emprender este proyecto, se identificaron me-
tas a cumplir a corto y mediano plazo dentro
de las que resaltaron el control, la preservación
y la difusión de la biblioteca. En lo que toca al
control, se estableció que la biblioteca cuenta con
un acervo de 24 000 libros, entre los que desta-
can los temas de historia de México, réplicas de
códices, biografías, arte, antropología y arqueo-
logía; también es posible hallar tópicos como
aeronáutica, política, derecho, lingüística, reli-
gión, literatura, navegación, entre otros propios
del interés del creador de la biblioteca. Entre el
material gráfico se han identificado 120 mapas,
115 planos, 64 láminas hechas a mano y cinco
grabados. Don Lorenzo Cossío tuvo también
entre sus aficiones la numismática y la filate-
lia, dicha colección compuesta de 900 libros y
22 000 piezas entre timbres, planillas, postales y
álbumes, entre otros, que originalmente forma-
ba parte del acervo fue donada al Museo de la
Filatelia (Mufi) tiempo atrás por el propietario
original.
Además del inicio del control del acervo
bibliográfico, se organizó la parte documental
generando el cuadro clasificador de la misma.
La difusión de la Biblioteca Cossío se enfo-
có desde dos aspectos: mediático y presencial.
Dentro de la primera propuesta se generó un
micrositio alojado en el sitio web de Adabi,
http://www.adabi.org.mx/content/bCossio.jsfx
desde donde se puede apreciar una vista en 360⁰
del recinto, exposiciones virtuales, además de
los antecedentes de la biblioteca y las activida-
des que se desarrollan en la misma, incluyendo la
publicación digital Morada del Recuerdo cuyo ob-
jeto es descubrir a los lectores temas particulares
de la biblioteca como son, al momento, códices
mexicanos, lingüística y antropología. En la mo-
dalidad presencial se organizaron presentaciones
por parte de un especialista en el tema de Morada
del recuerdo, así como la realización de tres talleres
infantiles denominados ¡Todos a la biblioteca! en
conjunto con el grupo editorial amaras, en don-
de 113 niños tuvieron la experiencia de conocer
cómo es una biblioteca personal y la anatomía de
un libro entre otros temas.
El segundo proyecto iniciado fue el inventa-
rio de los libros que posee la Fundación Alfredo
Harp Helú Oaxaca, así como las obras generadas
por la misma, que contribuirá a complementar el
patrimonio documental e intangible de la funda-
ción, que sin duda repercutirá en un conocimien-
to más profundo de su quehacer y podrá generar
el valor requerido para una toma de decisiones
que protejan y consoliden la labor filantrópica de
la Fundación Alfredo Harp Helú.
El tercer proyecto emprendido aún cuando
quedó sin aliento fue el rescate y catalogación
de la Biblioteca de la Catedral de Cuernavaca,
bibliotecas 51
Morelos; surgió como un proyecto prometedor,
que debido a necesidades más apremiantes de
la institución fue relegado a un segundo pla-
no. Consideramos necesario mencionar este
hecho, ya que Adabi se ha distinguido por un
compromiso real con cada una de las organiza-
ciones a las que ha apoyado, a cambio de una
responsabilidad de igual magnitud por parte de
la institución. Adabi y cada una de sus coor-
dinaciones necesita del esfuerzo conjunto con
los interesados para llevar a buen término cada
uno de sus proyectos; el patrimonio documental
y bibliofgráfico debería tener las mismas opor-
tunidades que el resto del patrimonio cultural
de México y la única manera de conseguirlo es
justipreciando el valor de las obras a través de su
rescate, ordenamiento y elaboración de instru-
mentos de consulta, que den a conocer la im-
portancia de lo custodiado.
Uno de los principales logros de Adabi en
el ámbito de bibliotecas es el Catálogo Co-
lectivo de Fondos Bibliográficos Antiguos de
México, que durante 2015 fue migrado al siste-
ma de gestión bibliográfica Koha; dicho tránsi-
to representa una modernización que permitirá
grandes alcances en la búsqueda de las obras
registradas, la ampliación de los acervos que se
podrán consultar y la valoración de las piezas
como bienes patrimoniales.
Como parte del proyecto de capacitación del
Centro de Conservación, Restauración y Encua-
dernación que se estableció en Yucatán para el
personal especializado en conservación del pa-
trimonio documental, se presentó el módulo In-
troducción al libro antiguo, con duración de una
semana, mismo que permitió conocer las caracte-
rísticas de un libro antiguo, identificar y describir
correctamente, entre otros temas.
52 bibliotecas
Como resultado indirecto de la búsqueda de
archivos que rescatar en la Mixteca alta oaxa-
queña, fueron hallados entre los documentos del
templo de San Bartolo Soyaltepec, dos libros
que se identifica como Graduale Dominicale y
Graduale Sanctorale, siendo el segundo, el úni-
co ejemplar conocido hasta el momento. Adabi
solicitó permiso a las autoridades de Soyaltepec
para restaurar las obras y la Fundación Alfredo
Harp Helú Oaxaca contribuyó a la recuperación
de un lugar digno para resguardarlas.
El conocimiento sobre el libro antiguo se
expandió con la participación de la coordina-
ción en diferentes foros como en el Encuentro
de Pensamiento Novohispano, así como en el
foro Humanidades Virtuales para la Memoria
Sostenible del Patrimonio Cultural Gráfico or-
ganizado por la unesco, donde se presentó una
ponencia en la mesa Retos en la transformación
de documentos históricos hacia formatos digi-
tales para la preservación del patrimonio.
La labor editorial de Adabi es única, y a ella
contribuye el trabajo realizado por la coordina-
ción, así este año se dieron a conocer los catálo-
gos de la Biblioteca Fernando Tola de Habich,
en Puebla, lamentablemnete único testimonio
del tesoro ahí resguardado y el de la Bibliote-
ca Florencio Rosas, del Seminario Conciliar de
Nuestra Señora de Guadalupe de Querétaro.
A lo largo del trabajo en 54 bibliotecas,
Adabi ha generado un prestigio en la mate-
ria que no puede ser comparado con ninguna
otra institución, y con ello hemos logrado com-
partir con México y el mundo la riqueza que se
alberga en estos repositorios de libro antiguo
gracias al trabajo arduo y constante, así como a
contribuir a la concientización del valor del libro
antiguo a todos niveles.
 Biblioteca
José Lorenzo Cossío y Cosío

Espacio abieto para conocer y disfrutar parte de la historia de México

a través de sus libros y documentos

Visitas guiadas / consultas / sala de lectura

www.adabi.org.mx
Tel. 5510 4492 ext. 204
54 ccre
 INFORMES
DE RESTAURACIÓN
Testigos que construyen la profesión
Roxana Govea
E
n el ejercicio profesional del conserva-
dor-restaurador la documentación es
uno de los aspectos que debe consi-
derar entre sus actividades y funciones
sustantivas en conjunto con la investigación, la
formación y la actualización constante.
Entre la documentación que emite se encuen-
tran: diagnósticos, proyectos integrales, artículos,
ponencias, publicaciones, informes de restaura-
ción, reportes de condición, etc. Los diagnósticos
son documentos que se generan como resultado
de un estudio integral del bien cultural y su
relación con el inmueble que lo resguarda para
establecer las condiciones en las que se en-
cuentra y su deterioro; los proyectos integrales,
son el resultado del diagnóstico y contemplan
los procesos de restauración, su justificación y el
planteamiento global de los recursos, así como
la programación de actividades a realizar; los
artículos, las ponencias y las publicaciones, se
elaboran con el objetivo de contribuir al creci-
miento de la disciplina ya que son el resultado
de investigaciones, experiencias que se compar-
ten y actividades realizadas; y de los informes
de restauración se hablará más ampliamente en
este artículo.
Un informe, por definición, es un texto ex-
positivo que trasmite información clara y precisa
sobre un tema. En la vida diaria con frecuencia
se escriben informes, los investigadores lo hacen
en cada etapa de su estudio, el empleado comu-
nica periódicamente de sus actividades a través
de ellos, los ejecutivos lo hacen en las institucio-
nes y empresas para analizar los logros obteni-
dos; los políticos lo realizan para mencionar las
actividades durante su ejercicio. Entonces si es
un documento tan cotidiano, ¿qué característi-
cas presenta el informe de restauración?
El informe de restauración es un documento
que integra la información relativa al bien patri-
monial que se restaura o conserva, dada la na-
turaleza de las actividades de un restaurador, no
se generan instrumentos de consulta como tal,
así estos informes cumplen esta función, pues al
publicarlo se vuelve un instrumento de consul-
ta práctico en el que se pueden consultar casos
similares, además de que tambien queda docu-
mentada la existencia de determinada obra. Se
compone de varias secciones que reflejan las acti-
vidades realizadas por el conservador-restaurador
a lo largo de todo el proyecto y se culmina en un
escrito que integra y documenta el contenido.
ccre 55
 En ocasiones, se cuenta con el apoyo de otros
profesionales como químicos, físicos, biólogos,
historiadores, arqueólogos, etc. cuya investigación
profundiza el conocimiento del bien cultural, ya
que se obtiene un análisis más completo del tra-
bajo multidisciplinario. En la disciplina en Mé-
xico, de manera general, se podría decir que los
elementos más importantes que contiene son: la
descripción de la obra, la técnica de manufactura,
el estado de conservación, la propuesta de inter-
vención, los tratamientos realizados y las reco-
mendaciones a seguir. La descripción de la obra
contesta a la pregunta ¿qué es el bien cultural que
se restaura?, la técnica de manufactura respon-
de a ¿cómo se produjo? y ¿de qué se compone?,
contemplando elementos y materiales; posterior-
mente, en el diagnóstico o estado de conserva-
ción se hace un estudio de ¿qué tiene? y ¿cómo
se hizo?, es decir, se analiza el deterioro presente
y sus causas para comprenderlas y comenzar a
pensar opciones para erradicarlas; consecutiva-
mente, se establece un juicio crítico, elemento
más importante que el conservador-restaura-
dor genera a través de su habilidad analítica en
conjunto con la formación, la experiencia que
ha adquirido, el resultado de la investigación y
la evaluación integral de la obra: en este texto
se determina cómo el estado de conservación
afecta los valores de la obra y por ende da paso
a la propuesta de intervención donde se men-
ciona por qué se realiza lo propuesto para qué,
cómo y con qué. Por último, los tratamientos
de restauración especifican los procesos técnicos
realizados y los materiales empleados. Lo an-
terior es acompañado con un registro gráfico y
fotográfico. Al final, deben existir recomendacio-
nes para su conservación, pero lamentablemente
es un apartado que no siempre es incluido.
56 ccre
A lo largo de mi trayectoria profesional he
visto que la extensión y profundidad de cada in-
forme depende de la finalidad del documento, es
decir ¿para qué? y ¿para quién se elabora?. Perso-
nalmente los clasificaría en dos grandes tipos, los
informes tradicionales, más acotados dentro de
las instituciones que cumplen el orden y conte-
nido que norma el Instituto Nacional de Antro-
pología e Historia (inah), tienen la singularidad
de tener un amplio contenido científico o un co-
nocimiento mayor de la obra (ya sea porque el
proyecto lo requiere o porque cuentan con un
área de investigación o se establecieron conve-
nios para realizar esta investigación), tienen un
lenguaje técnico, incluyen esquemas, gráficas,
datos y estadísticas, en su mayoría son extensos
y en ocasiones resultan de proyectos de varias
etapas, temporadas o colecciones, o de convenios
con otras instituciones. Ejemplo de estos son los
que se crean para instituciones como el Archivo
General de la Nación, el Archivo de la Coordina-
ción Nacional de Conservación del Patrimonio
Cultural o los de la Escuela Nacional de Conser-
vación, Restauración y Museografía (encrym),
estos últimos también tienen un carácter forma-
tivo cuando se elaboran por alumnos.
Por otro lado existen aquellos que tienen el
objetivo de informar al propietario o custodio del
bien lo realizado en el proceso de restauración,
éste emplea un lenguaje más sencillo o presenta
explicaciones o definiciones de la terminología
técnica e intenta generar en el lector una reva-
loración del patrimonio para concientizar a la
comunidad, propietario o custodio la responsabi-
lidad y compromiso que se le traslada para con-
servar y mantener los esfuerzos realizados. Este
tipo de informes son el resultado de proyectos
en los que se tiene una comunicación directa y
constante con el custodio y en ese contacto no
sólo se informa, sino que se transmite y enseña
a las comunidades, particulares e instituciones
qué es su patrimonio y cómo deben proteger-
lo, cuidarlo, darle mantenimiento, consultarlo y
difundirlo. Es donde uno, como especialista, les
explica claramente y con términos cotidianos lo
que se realizó en su obra a veces apoyándose de
imágenes o en videos. Intenta transmitir que
se mire al objeto más allá, hasta encontrar todo
ese valor que se encierra en ese su patrimonio y
cómo deben cuidarlo.
Ambos tipos de informe pueden adaptarse
con la finalidad de ser publicados. Y en oca-
siones dentro del contenido se debe incluir la
aplicación de los recursos, es decir, la parte ad-
ministrativa del proyecto.
¿Cuál sería el mejor orden y presentación de
los datos para que la información resulte clara?,
Durante mis estudios y mi ejercicio profesional,
participando en reuniones en la encrym y con in-
tegrantes de la Escuela de Conservación de Oc-
cidente, comprendí que es en estas instituciones
donde se forma a los profesionistas para la ejecu- formación, entendimos los contenidos y segui-
ción de los informes de restauración, así resulta- mos una estructura o secuencia coherente,
ban de una metodología clara, iniciaban con una pero con la posibilidad y necesidad de adaptarse
descripción y mientras el aprendizaje iba siendo en cada caso; sin embargo, me atrevo a concluir
más significativo el texto era más complejo, ana- que en México existe una metodología y una es-
lítico y reflexivo, se interpretaban resultados, se tructura específica y clara en el gremio de los res-
concluía y argumentaba, se empleaba lenguaje tauradores que se deriva y adapta de la generada
técnico con mayor dominio. En ocasiones cier- por el inah como institución reguladora. Por otro
tos materiales permitían un análisis más deta- lado, existen tratados como la Carta de Burra del
llado, en otros el estudio histórico debía ser más icomos, que maneja una aproximación distinta a
profundo y se ampliaban contenidos, en otros, la latinoamericana, plantea que primero deberá
se creaban nuevas estructuras del contenido ya estudiarse por completo el patrimonio (el sitio)
que se adaptaba a las necesidades del estudio para entender la significación cultural y plasmar-
del patrimonio; por ejemplo, si se trataba de una la en el informe, el cual incluye la justificación
colección y no de un sólo objeto. Así, desde la con evidencias y el plan de gestión. En otras ins-

ccre 57
tituciones el objetivo central del documento es
que la información trasmitida sea clara y concisa,
además de que es necesario entender los fines del
documento, pues en ocasiones cambia el tipo de
lenguaje (administrativo, político, coloquial) y el
contenido se adapta, es decir, no tiene un orden
establecido sino que resulte lógico y coherente
porque el lector a quien va dirigido no siempre
es un especialista colega y es necesario que com-
prenda el mensaje transmitido se apropie de él y
lo defienda.
A pesar del acomodo, el lenguaje o la exten-
sión, el propósito del informe es que sea claro y
que refleje el análisis e interpretación de los datos
obtenidos durante la intervención del bien cul-
tural; para ello debe existir una metodología que
sirva al conservador-restaurador para registrar
de manera paralela la ejecución del proyecto. Así
cuando realizamos estos documentos debemos
preguntarnos si es pertinente trasmitir toda la in-
formación que se registra por metodología, si es
prudente que se incluya en el informe y si está
toda la información básica para la comprensión
del mensaje, si las fotografías que lo ilustran
son claras y si no es tan extenso para mantener
la atención del lector.
Dentro de la disciplina de la restauración, el
código de ética establece que debe documentarse
la actividad realizada en la profesión y por ende
se realiza como una parte intrínseca del quehacer
diario, no obstante ¿para qué más lo realizamos?
Como mencioné anteriormente el informe re-
gistra un estudio e investigación de la obra para
comprenderla y ello nos permite tomar decisio-
nes más acertadas, esta información permite al
lector un conocimiento profundo de la obra; por
ejemplo, los investigadores podrán ahondar en
sus estudios y con ello incrementar el interés y
58 ccre
facilitar la difusión y la revaloración de la obra.
El registro de procesos y materiales empleados
brinda las herramientas necesarias para que un
especialista pueda realizar análisis posteriores de
seguimiento y asegure la preservación del mismo,
también ayuda en la toma de decisiones cuan-
do en un futuro se necesite eliminar o retratar
intervenciones anteriores. Asimismo, el informe
genera la información necesaria para generar
bancos de datos institucionales.
También es testimonio de lo que se hace y
por qué, creando con ello una memoria de la
disciplina. Así, el estudio de estos documentos
forzosamente nos lleva a mejorar la toma de de-
cisiones, ejemplo de ello es cómo se ha llevado
a cabo el estudio y la aplicación de las normas y
las resoluciones de los juicios a partir de las juris-
prudencias en México. Pero también el cono-
cimiento del pasado que se deriva de la lectura
de estos registros de intervenciones hechas en
años y décadas anteriores permite entender el
presente, ejemplo de ello es que actualmente
preferimos usar materiales tradicionales en lu-
gar de productos sintéticos pues hemos visto los
resultados del empleo de estos, sus consecuencias
a largo plazo y los riesgos que implican los pro-
cesos de remoción en los casos donde se requiere,
incluso hay veces que ya no es viable. Difundir
el trabajo realizado a través de estos informes
permite compartir lecciones aprendidas, casos de
éxito, cambios y modificaciones en el proceso de-
bido a que cada restauración es única, contribuye
a tener en mente varios caminos posibles, desde
el planteamiento de la propuesta hasta el mante-
nimiento y conservación de la obra, pasando por
la ejecución de los procesos, también permite una
mejor claridad en la toma de decisiones y resulta-
dos satisfactorios.
 Pero ¿dónde se consultan los informes? Es-
tas experiencias individuales o institucionales
se comparten, publican o difunden principal-
mente en congresos y revistas, pero todos los
informes acompañan a la obra y es obligación
de la institución o el custodio mantenerlos jun-
tos, sin embargo como esto muchas veces no
sucede y llegan a extraviarse, entonces es obli-
gación y responsabilidad de la institución o par-
ticular que lo genera almacenar una copia en su
archivo para que pueda consultarse con fines de
investigación. Sin embargo a veces pierde im-
portancia o dentro de las instituciones se queda
en los talleres y con ello las otras razones antes
mencionadas ya no tienen sentido.
En este último aspecto es de reconocer que
Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliote-
cas de México, A.C. (Adabi) ha ido más allá
de escribir informes como documentos técnicos
e internos de la profesión o de las instituciones;
ha abogado porque los profesionistas que traba-
jamos en temas relacionados a la conservación
del patrimonio documental realicemos publi-
caciones a partir de informes, pero dirigidos a
distintos públicos para que sean de utilidad y
valor para la comunidad, el custodio de la obra,
o la institución, etc. Sin perder el valor y sen-
tido profesional el informe se transforma con
un lenguaje comprensible y cotidiano, para sen-
sibilizar a más personas porque son ellos quie-
nes valorarán y conocerán su patrimonio, ellos
podrán saber y contar cómo estaba y cómo se
restauró para que lo cuiden y lo disfruten y no
vuelvan a ser olvidados, garantizando de manera
indirecta la preservación de la obra en el futuro.
Así el legado que Adabi deja a México en
materia de informes de restauración y diag-
nósticos es indescriptible debido al abanico de
instituciones, acervos, obras y lugares en los que
se ha trabajado, por lo que agradezco a las doc-
toras Stella González y María Isabel Grañen
por mantener esta actitud de comunicar, pero
sobre todo de no sólo conservar la memoria que
existe en los archivos y bibliotecas, sino de estar
comprometidas en la creación y preservación de
la documentación acerca del patrimonio cultural,
es decir de los textos que describen y cuentan la
silenciosa y ardua labor que hacemos los restau-
radores al conservar la memoria de México.
Finalmente, quiero terminar con una pre-
gunta más ¿qué implica no hacer un informe?,
en primer lugar, es ir en contra de los valores
éticos como conservador-restaurador de patri-
monio, es convertir la profesión en un proceso
meramente técnico, es como pedirle a un médico
que no dedique tiempo en escribir una ficha clí-
nica y generar un expediente, o que sólo opere
sin realizar ningún estudio porque eso encarece
el tratamiento. Si no se emite un documento,
se oculta lo que se hizo y así menos se conoce
el proceso, la disciplina y tampoco se conoce el
patrimonio, no hay una revaloración del mismo,
no se crean valores de identidad y con el tiempo
se convierte en un objeto que se olvida. Omitir
los informes es no generar una memoria de lo
que se hace, es estar sujeto a cometer errores una
y otra vez a pesar de las experiencias y por lo tan-
to es ir en contra de la conservación, es negar una
profesionalización de la disciplina en México y
por ende es ser partícipe de que no se genere un
legado del conocimiento del patrimonio para el
presente y para el futuro. Es no ser coherente con
Adabi, debido a que no existiría compromiso en
fomentar la conciencia de que los documentos
son fuentes primordiales para comprender la his-
toria y el desarrollo de la vida nacional.
ccre 59
 Nuestra labor
ccre
Roxana Govea

E
ste año el Centro de Conservación, Restauración y Encuadernación (ccre), tuvo el honor de
intervenir dos libros que fueron un deleite a nuestros sentidos en cada pasar de página, al obser-
var y sentir sus letras, sus grabados, el tipo de papel; se trata del Graduale Sanctorale y el Graduale
Dominicale localizados en la comunidad de San Bartolo Soyaltepec, Oaxaca. Este reto implicó varias
jornadas de análisis, evaluación y reflexión de cada material, técnica y procesos de restauración para
que fueran los idóneos para estos bienes; en ocasiones fue necesario consensar los tratamientos con
otros profesionales de la restauración y por ende cada toma de decisiones conllevó un juicio crítico
en el que siempre se consideró entre muchos aspectos que se trata de dos incunables, el primero úni-
co en el mundo y el segundo el tercer ejemplar siendo este el más completo; también se contemplaba
que regresarían a la comunidad donde se hallaron por lo que había que contemplar las condiciones
futuras. Los deterioros presentes en estos dos ejemplares, de forma general, se debieron al ataque de
insectos y fue necesario proveerlos de una nueva encuadernación conservando los elementos originales
del recubrimiento. Los libros finalmente recuperaron su estructura, función y estética pues como cada
intervención teníamos un compromiso con la memoria de México y el mundo. Es importante men-
cionar, que la restauración fue sólo un eslabón de un proyecto integral de la Fundación Alfredo Harp
Helú Oaxaca que existe alrededor de estos libros.
Adabi a través del ccre también colaboró con la Fundación Herdez con la intervención de
tres tomos de El cocinero mexicano los cuales son el recetario nacional más importante del siglo xix.

60 ccre
El objetivo de la restauración fue recuperar su
estructura y función y con ello la fundación
ha difundido su contenido para que lo conozca
la sociedad, se revalore y esté al alcance de los in-
vestigadores. La Fundación Herdez, al observar
los resultados de este trabajo y viendo que ambas
son instituciones preocupadas por el rescate, sal-
vaguarda y difusión del patrimonio documental
solicitó al ccre el diagnóstico de la colección
reservada de su Biblioteca de la Gastronomía
Mexicana debido a que alberga obras de gran
importancia en la historia culinaria nacional,
lo anterior con el objetivo de realizar un proyecto
de conservación de todos los ejemplares pero sin
que sean intervenidos como obras aisladas sino
como parte de una colección que contemple cri-
terios de intervención acordes a ello.
Otro diagnóstico se realizó en el Archi-
vo General de Notarías del Estado de Morelos
donde la principal problemática en el inmueble
es la insuficiencia de espacio y en cuanto a los
ejemplares es prioritario y de forma emergente
realizar intervenciones de restauración.
A lo largo del año se intercalaron las activi-
dades de los proyectos con 17 solicitudes de ins-
tituciones y particulares comprometidos con la
conservación del patrimonio documental como
son: Octavio Pérez Salazar, Sara Martínez y la
Logia Rosacruz amorc que solicitaron la res-
tauración de documentos; Leticia Fernández, la
doctora Stella María González Cicero, Israel
Rangel Sandoval y Antonio González, a quie-
nes se les apoyó con la intervención de libros;
la doctora María del Carmen Jorge y Jorge, la
restauración de obra gráfica, acuarelas, graba-
dos, fotografías y pintura de caballete; la Bi-
blioteca Francisco de Burgoa y Juan Pascoe, la
restauración de un grabado de gran formato;
el Colegio San Ignacio de Loyola, Vizcaínas la
restauración de un documento de gran formato
y la Consultoría Inteligente con la elaboración
de encuadernaciones. A todos ellos se agrade-
ce la aportación de los gastos que conlleva cada
proyecto con la finalidad de que Adabi de un
mayor número de apoyos para la conservación de
la memoria documental.
En cuanto a capacitación, se impartieron
cinco cursos semanales de distintos temas de
encuadernación y conservación. Como cada
año, se realizó el Curso-Taller de Archivos
Eclesiásticos de la Universidad Pontifica de Mé-
xico y se continuó con el Programa de Capacita-
ción Técnico en conservación de material gráfico,
bibliográfico y documental, en Conkal, Yucatán.
Este año, en cada caso y en cada reto, el equi-
po trabajó con certeza, compromiso y dedicación
de lo que se hace y por qué se hace, esta incansa-
ble pasión que en el ejercicio diario se traduce en
satisfacción al ver la obra restaurada, en el senti-
miento de pérdida después de que el enfermo se
entrega a su dueño, de felicidad después de ver
una sonrisa u observar el gozo de la comunidad
al recibir su tesoro, de incertidumbre después de
días de labor incansable en ciertos procesos que
se trasforman en reconfortantes y llenos de gozo
tras observar los resultados. Así con este amor y
con estos casos extraordinarios que tuvimos en
nuestras manos y que para nosotros representan
mucho más que lo que con palabras se puede
describir, puedo reconocer y brindar un profun-
do agradecimiento a los integrantes del ccre y
personal de Adabi. En conclusión, en 2015 se
trabajaron un total de 33 proyectos distribuidos
en las siguientes líneas de acción: asesorías, difu-
sión, capacitación, diagnósticos e intervención de
conservación, restauración y encuadernación.
ccre 61
62 conservación de fuentes
 INSTRUMENTOS
DE CONTROL ARCHIVÍSTICO
Herramienta imprescindible para el acceso a la memoria visual
Berenice Hernández
E
l hombre desde tiempos antiguos ha
buscado inmortalizar su presencia
a través de diversos medios; en este
tenor, la fotografía surge con el objeti-
vo de perpetuar realidades, las cuales dispuestas
en un sinfín de soportes y procesos conforman
la prueba del desarrollo tecnológico y cultural de
distintos momentos históricos.
Actualmente, su valioso legado sujeto a
museos, instituciones públicas y privadas, cen-
tros documentales y otros organismos; atesora
una memoria colectiva repleta de valores tes-
timoniales, estéticos y técnicos dignos de ser
protegidos y conservados.
Es así, que la imagen considerada como
parte del legado documental y patrimonio cul-
tural, es procesada a través de fundamentos
teóricos y prácticos precisos con el objetivo de
conformar, registrar, organizar y acceder a toda
su información de manera integral.
En un mundo tan confuso, como en el que vi-
vimos, debemos tener tiempo para conservar los
documentos que definen nuestras raíces, nues-
tro pasado y nuestra existencia; qué incluyen
la memoria del mundo y dónde está, porque el
patrimonio documental incluye manuscritos,
impresos, audiovisuales, fílmicos y digitales; se
encuentran en bibliotecas, archivos públicos y
privados, pero hay que recordar que pueden ser
afectadas por desastres naturales y , en especial,
por uno que nunca consideramos: la falta de or-
ganización de los archivos.
Rosa María Fernández de Zamora, presidenta
del comité mexicano Memoria del Mundo de
la unesco, 1992.
La archivística por lo tanto, adquiere un papel
esencial como apoyo en la preservación de fon-
dos y colecciones fotográficas, ya que responde a
uno de los medios obligados para establecer las
vías de acceso idóneas e instaurar el orden.
Su disciplina se desarrolla a través de herra-
mientas denominadas instrumentos de control
archivístico, que se encargan de enlazar e iden-
tificar todas las referencias significativas. Su
disposición, considera procesos descriptivos mul-
tinivel normalizados conforme a un sistema pre-
establecido para jerarquizar toda la información
de forma sistémica.
En términos generales los controles archi-
vísticos difieren entre sí de acuerdo al grado de
descripción y referencias que manifiestan, por
conservación de fuentes 63
lo tanto dentro del grupo de los instrumentos
auxiliares básicos se identifican inicialmente los
censos, inventarios y guías.
El censo corresponde a una herramienta de
información general que caracteriza a los archi-
vos, fondos o colecciones relacionados a un ám-
bito específico, lo cual representa un referente útil
para todo tipo de usuarios.
El inventario describe las series que com-
ponen las unidades documentales conforme al
cuadro de clasificación, reproduciendo fielmen-
te su estructura. Su formato permite identificar
el contenido de cada fondo para la localización
expedita de la información y facilita el control
físico general.
La guía comprende un instrumento genérico
que describe globalmente las agrupaciones a ni-
vel de fondo y proporciona información detallada
de la historia relativa a las entidades productoras
y su organización.
A otro nivel, se presentan los controles
archivísticos más profundos, los cuales princi-
palmente se refieren al índice y al catálogo. El
índice, complementa los puntos de acceso, ya que
corresponde a las listas ordenadas de acuerdo a
nombres, fechas o temas y un lenguaje contro-
lado, lo cual permite la ubicación inmediata de la
información.
El catálogo, describe las unidades documen-
tales de forma ordenada conforme a una serie,
siempre relacionadas por su tipológica, temática
o su carácter institucional, la diferencia radica en
que precisa los datos relativos a personajes, luga-
res, temas, fechas y referencias asociadas insertas
en la documentación.
Todos y cada uno de los controles descritos
constituyen un medio inherente de la gestión del
64 conservación de fuentes
patrimonio fotográfico debido a que consienten
la conservación, acceso y difusión de invaluables
contenidos. Además, en su calidad de instru-
mentos de consulta permiten la difusión de una
amplia red de registros destacados creando in-
contables vías de conocimiento e investigación.
Por esta razón, la aplicación de la archivís-
tica en el tratamiento del patrimonio visual es
determinante, pues su metodología ha permi-
tido la conformación de fuentes incontables de
vestigios históricos, artísticos y documentales
trascendentales. Sin embrago, aún son vehícu-
los poco aprovechados pues no forman parte
de los requerimientos obligados en el manejo y
gestión de muchos fondos, archivos y coleccio-
nes destacados.
Este factor es asombroso, ya que en un
mundo donde las nuevas tecnologías, la globali-
zación de la información y el poder de la imagen
imperan; la elaboración de medios auxiliares de
esta naturaleza garantiza la difusión de conteni-
dos sin límites geográficos, sociales, lingüísticos
y culturales.
Los beneficios del procesamiento de la foto-
grafía a través de guías, catálogos e inventarios
permiten que una gran diversidad de conteni-
dos alcance espacios cada vez más amplios. La
divulgación de la cultura a través de la imagen
permite fortalecer la plataforma relativamente
joven en materia de la conservación de fuentes
de esta naturaleza, lo cual promueve el conoci-
miento e intercambio de experiencias.
Tras 13 años de labor ininterrumpida, Apoyo
al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de Mé-
xico, A. C. (Adabi) como impulsor de proyectos
para el rescate, preservación, investigación y di-
fusión del patrimonio documental y bibliográfico
ha sido testigo de proyectos que han contribuido
con la creación de sistemas prácticos e innova-
dores de gran impacto, que además comparten
créditos con una infinidad de publicaciones, bases
de datos y repositorios digitales imponderables.
Algunos ejemplos de los productos resultan-
tes, se muestran en los diversos catálogos digita-
les disponibles tales como: Catálogo e Inventario
del Fondo Documental Ada D´Aloja de Adabi de
México, 2015, el cual representa un medio de ac-
ceso a 744 imágenes (entre fotografías, negativos
y diapositivas) y 757 expedientes correspondien-
tes a más 90 años de estudios en antropología
física, recopilaciones de datos antropométricos
de Oaxaca y Mixquic e infinidad de materiales
especializados en estadística, biometría, biotipo-
logía, demografía y genética humana. Constituye
un medio práctico de consulta de referencias so-
ciales, históricas, culturales, físicas, biológicas y
estadísticas realizadas por la república mexicana
referentes a los casi 100 años de labor ininte-
rrumpida de la doctora Ada D´Aloja Ameglio.
El archivo se resguarda en el Instituto de In-
vestigaciones Antropológicas de la Universidad
Autónoma de México (unam).
El catálogo Colección de vistas estereoscópicas,
Ignacio Avilés, coeditado por el Archivo General
de la Nación (agn) y Adabi en 2013; fue el
resultado de un proyecto de inventario, catalo-
gación y digitalización de 10 000 vistas estereos-
cópicas que resguarda el agn, correspondientes al
testimonio de vida y obra del ingeniero Avilés.
La colección refleja el desarrollo profesional de
este personaje entre 1920 y 1940, generando así
una valiosa fuente de investigación del ámbito
fotográfico nacional.
Aurelio Escobar Castellanos, otro de los no-
tables fotógrafos que permanecía en la sombra
fue quien retrató por 70 años un sinfín de reali-
dades históricas, pues la obra de este profesional
conservación de fuentes 65
permitió la conformación de la publicación
impresa El que se mueve no sale en la foto, coe-
dición realizada entre el agn y Adabi, en 2012.
En esta publicación se pueden apreciar 70 imá-
genes en formato panorámico de Aurelio Esco-
bar como pionero en este formato fotográfico
que reflejan el acontecer nacional desde la épo-
ca de la Revolución mexicana, con imponentes
imágenes de eventos públicos y sociales. La co-
lección se resguarda en el agn y se conforma
por más de 4 369 ejemplares.
El Catálogo del Archivo Fotográfico del Diario
del Sureste realizado por el Instituto de Cultu-
ra de Yucatán y Adabi en 2009, conforma un
medio de consulta impreso que resultó del Pro-
yecto de Preservación del Archivo Fotográfico
del Diario del Sureste, ejecutado en la ciudad
de Mérida, Yucatán, tras realizar el registro, in-
ventario, diagnóstico y estabilización de más de
26 000 ejemplares. Actualmente esta publicación
permite disfrutar imágenes trascendentales de
los años 1955 a 2002, donde se aprecia la trasfor-
mación paulatina de las diferentes generaciones
de la península a través de composiciones sim-
ples de la vida cotidiana e ins-
tantes sociales, políticos y
culturales sobresalientes.
Otra herramienta es-
pecializada donde se puede
consultar el trabajo de
maestros artesanos, re-
ferencias históricas y re-
señas de las técnicas de
fabricación de orfebrería es a
través del catálogo fotográfico
La Cultura de la Plata del Cen-
tro Cultural Daniel Rubín de la
66 conservación de fuentes
Borbolla, publicado por Adabi en 2007. En este
título se pueden examinar más de 800 térmi-
nos relacionados a temas de arte popular, patri-
monio y cultura, así como de fondos temáticos
referentes a escultura, utensilios obtenidos de las
diversas imágenes, libros y diversas publicaciones
donde la plata es el personaje central.
Adabi como fiel cómplice en este ambi-
cioso intento de cambiar el destino de nuestra
herencia, se mantiene a la cabeza en la creación,
generación y desarrollo de proyectos específi-
cos. En esta línea, la Coordinación de Preser-
vación de Fuentes Fotográficas se congratula
en colaborar en la recuperación de colecciones
fotográficas trascendentales en donde se apre-
cian trayectorias de vida insólitas, pasajes ahora
inexistentes y personajes memorables; dibujan-
do la historia.
En suma, con esta contribución Adabi invita
a reflexionar sobre la importancia de los diver-
sos instrumentos de control archivístico para
permanencia y difusión del patrimonio visual,
ya que favorecen la construcción, mantenimien-
to y actualización de referencias. Su aplicación
coadyuva en la recreación, investigación y divul-
gación del conocimiento del material fotográfi-
co, el cual a través de impresio-
nes, negativos, placas y por
demás soportes dispo-
nibles, prevalece ilus-
trando generación tras
generación el paso del
tiempo de forma única
y esbozando recursos
sin demarcaciones.
 Nuestra labor
conservación de fuentes
Berenice Hernández

L
a Coordinación de Conservación de Fuentes Fotográficas es el área encargada de impul-
sar la salvaguarda del patrimonio documental depositado en fondos, acervos o colecciones
fotográficas. La asistencia se realiza principalmente a través de proyectos dirigidos al rescate,
preservación, documentación y difusión de memoria visual como medio de identidad y conocimiento.
El impacto de las actividades ejecutadas a lo largo del año 2015 responde a las líneas de acción
esta vez dirigidas a la organización, restauración y capacitación en materia de conservación. Por
lo tanto, con el fin de dar a conocer los resultados y beneficios de cada uno de los programas exi-
tosamente culminados, a continuación se describe una breve reseña de cada uno de los proyectos.
En materia de organización, el Proyecto de Implantación del Sistema de Archivos y Bibliote-
ca de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (fahho) tiene como objetivo instaurar un modelo
de gestión para el acceso, consulta y administración de sus archivos de trámite. Por lo tanto, el
trabajo radica en definir la arquitectura documental más conveniente para una entidad tan multi-
facética como lo es la fahho, ya que debe involucrar a todos sus ámbitos (salud, medio ambiente,
cultura, investigación, deporte y asistencia social). Por su extensión y complejidad el plan de tra-
bajo es denominado en Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México, A. C. (Adabi)
como un proyectos especial, pues además de involucrar un equipo interdisciplinario conformado
por tres coordinaciones: Subdirección, Conservación de Fuentes Fotográficas, y Bibliotecas y
Libro Antiguo; las actividades y metas fueron divididas por etapas, y en esta fase, comprendió la

conservación de fuentes 67

ejecución del inventario preliminar de toda la
documentación sustantiva del 50% de las 20
áreas adscritas que conforman la fundación.
Por otra parte, a través de una asesoría a
distancia se colaboró con la sistematización del
cuadro de clasificación del Instituto de Cultura
de Aguascalientes, ya que se solicitó del apoyo
para revisar el Inventario del Fondo del Mo-
vimiento Cristero y conforme a su estructura
optimizar el catálogo.
En materia de restauración, el proyecto de
intervención de la muestra fotográfica deno-
minada La memoria revelada, el surgimiento
de la fotografía arqueológica; constituye uno de
los programas de preservación más importantes
realizados durante el año 2015. El plan impli-
có la recuperación integral de 67 albúminas de
mediano y gran formato pertenecientes a la
Colección Désiré Charnay del Fondo Ricardo
68 conservación de fuentes
B. Salinas Pliego de Fomento Cultural Grupo
Salinas (fcgs). El proyecto es el seguimiento a
un esquema de trabajo anterior donde Adabi
colaboró con el monitoreo y supervisión del
estado de conservación de la muestra duran-
te su primera y única exhibición en el Museo
del Antiguo Colegio de San Ildefonso (2014),
finalmente concluyó con la restitución de la es-
tabilidad estructural de todos los ejemplares a
fin de asegurar su continuidad material y for-
mal para su difusión. Con esta participación, se
recobra una de las fuentes más completas para
el estudio, análisis e interpretación del mundo
precolombino realizado por el francés Claude
Désiré Charnay (1828-1915), que además de
conformar el registro tangible de las primeras
expediciones profesionales realizadas en los si-
tios de Teotihuacán, Tula, Monte Albán, Mitla,
Izamal, Uxmal, Chichén-Itzá, Kabah, Palenque
y Yaxchilán; ratifica a la fotografía como una
de las herramientas auxiliares más significati-
vas de la arqueología en el siglo xix.
En este mismo contexto, otro de los pro-
yectos relevantes en términos de restauración
concierne al Proyecto de intervención de la
Colección Tipos Mexicanos, también a cargo
de fcgs. El plan de trabajo consistió en restituir
115 tarjetas de visita a través de la intervención
de todos los daños físicos con el objetivo de
reintegrarlos como parte de un patrimonio y
memoria accesible. Por lo tanto, el proyecto in-
cluyó el registro, documentación, restauración y
elaboración de un embalaje de traslado para su
adecuada preservación y exhibición. La mues-
tra fue presentada en el Museo Nacional de San
Carlos con el título de Sueños de inmortalidad,
tarjetas de visita y retratos del siglo xix.
Permaneció expuesta de noviembre de 2015 a
marzo de 2016, como ejemplo del trasfondo cul-
tural de un México de época donde los retratos
formaban parte importante de la vida cotidiana
de la sociedad y donde las tarjetas de visita con-
sistieron en un artículo multitudinario que per-
mitió generar un testimonio y remembranza de
personajes importantes, familiares y amigos.
Por otro lado, se efectuó la capacitación
para el personal de la Asociación Manuel
Álvarez Bravo A. C. con la finalidad de agili-
zar parte de los trabajos de conservación. El
programa consistió en habilitar al equipo de
trabajo particular para realizar procesos básicos
de limpieza y otros específicos para fumigación
de documentación relacionada con la obra del ofrecer los conceptos básicos a nivel teórico y
afamado fotógrafo Manuel Álvarez Bravo. El práctico para el manejo y conservación del pa-
programa logró restablecer el estado de con- trimonio fotográfico por medio de programas
servación de parte importante de la informa- de capacitación especializados. Se impartió
ción impresa de la participación del artista en el módulo de Conservación de material foto-
el cine, contribuyendo así en la disposición de gráfico a través de dos cursos de formación: el
fuentes de investigación relevantes. primero; para la elaboración de ocho guardas
A otro nivel, el programa de capacitación calidad de archivo, y el segundo; para la ela-
en Técnico en conservación de material gráfico, boración de montajes de libros, fotografías y
bibliográfico y documental en Conkal, Yucatán; documentos originales.
contempló el apoyo de la coordinación para En conclusión, las actividades de esta coor-
dinación han comprendido en su totalidad pro-
yectos concretos y cuidadosamente planeados
para garantizar los mejores resultados. Las deri-
vaciones de los planes de trabajo simplemente
buscan incrementar la oferta cultural a través
de la preservación de testimonios vivos del
pasado como vehículos de la memoria. Adabi
agradece la confianza mostrada por las insti-
tuciones que comparten la preocupación por
preservar nuestro pasado, en el presente, y para
el futuro.

conservación de fuentes 69
70 publicaciones
 CATÁLOGO
FONDO EDITORIAL
ADABI DE MÉXICO
Resurgir del ayer testimonios imperecederos
Cristina Pérez
U
na nación es un alma, un principio
espiritual. Sólo dos cosas constitu-
yen este principio espiritual. Una
está en el pasado, la otra en el pre-
sente. Una es la posesión en común de un rico
legado de memorias; la otra, la voluntad de seguir
apreciando la herencia que todos tienen en co-
mún […] Los deseos humanos cambian; pero,
¿qué no cambia en este mundo? Las naciones
no son algo eterno: han tenido un principio, y
tendrán un final”. Ernest Renan.
Las civilizaciones son históricas y han utili-
zado la escritura para el registro de su memoria
y para la perpetuación de su pasado, “resurgir
del ayer testimonios imperecederos” es la labor
que realiza Apoyo al Desarrollo de Archivos y
Bibliotecas de México, A.C. (Adabi) y se hace
palpable al publicar materiales sustentados en
fuentes primarias de información, con el fin de
crear consciencia de nuestras raíces en las gene-
raciones de hoy, para de reorientar el paso hacia
aquello que nos identifica como nación, en torno
a nuestra historia y la historia de nuestras institu-
ciones, que adquiere todo sentido en la necesidad
de preservar la memoria escrita de una cultura.
Se dice que todo lo que queda de una ci-
vilización es lo que de ella se escribió, esta frase
resulta más que una casualidad para la vulnera-
bilidad de la memoria escrita a nivel mundial;
un ejemplo cercano son los instrumentos de
descripción publicados por Adabi, pues somos
testigos de los muchos que se han generado y que
son ahora el único vestigio de la existencia del
patrimonio documental y bibliográfico que se
resguarda en nuestro país, ya que sólo el re-
gistro de muchas de las piezas inventariadas
o catalogadas ha quedado como testimonio de
lo que algún día hubo, y que por descuido, indi-
ferencia o desconocimiento ha dejado de existir.
Conocido es el final que los archivos y
bibliotecas han sufrido a través de la histo-
ria cuando sucede un acontecimiento bélico.
Con la destrucción de las bibliotecas de Tebas
y Alejandría se inició un camino que para in-
fortunio de nuestra civilización seguimos reco-
rriendo hasta llegar al presente, con el saqueo
y destrucción de las bibliotecas y archivos ira-
quíes, el incendio en la Biblioteca Nacional de
Sarajevo, con las bibliotecas bajo fuego cons-
tante en las ciudades Sirias; donde, para suerte
publicaciones 71
de la humanidad, el afán de aprender sobrepasa al
conflicto, y pese a la devastación, se ha creado una
biblioteca subterránea en Darayya establecida por
los mismos habitantes de la comunidad, lo que
da muestra de la labor social que representa la
memoria escrita al convertirse en aprendizaje
y permitir encontrar en los libros un refugio
espiritual que da paso al crecimiento personal,
y como anteriormente se mencionó, manifiesta
la perpetuación de una cultura.
Por diversas circuntancias la sociedad actual
está sujeta a continuos cambios que suceden a
un vertiginoso ritmo; la cantidad de informa-
ción que tenemos al alcance gracias a los medios
que nos permiten acceder desde cualquier lugar,
puede en determinado momento, hacernos sentir
desorientados más que informados; tantos datos
a la mano, pero ¿qué logramos comprender?, y
más aún ¿a meditar?, ante esta abundancia de
información resulta necesario mirar al pasado y
considerar qué nos ha funcionado, ya sea para
enriquecer nuestros conocimientos o para iden-
tificarnos como seres humanos y como entes de
una cultura. Por ello, el contar con un sistema que
permita tener la información de manera organi-
zada es el primer paso para lograr una búsqueda
acertada que nos acerque a las fuentes primarias
donde están plasmadas nuestras raíces. Esta nue-
va cultura también conlleva nuevas formas de ver
el mundo y nuevos lenguajes que nos obligan a
adaptarnos, pero en el camino hay quien en busca
de objetivos pierde la noción de su identidad.
Ahora tenemos acceso a más medios que
nunca, en definitiva, ayudar a la sociedad a en-
tender lo que ocurre para tomar decisiones, en
distintas disciplinas, a través de la memoria es-
crita, obliga a reaccionar al desafío de consultar la
información en archivos y bibliotecas además de
72 publicaciones
la información disponible en Internet. Enfren-
tarse al panorama informativo actual exige que
reaprendamos a buscar información. Que diver-
sifiquemos nuestras fuentes y las prioricemos en
función del beneficio y la veracidad que nos ofre-
cen. Un catálogo o un inventario son ejemplos
para mostrar qué luz aportan al conocimiento
de la historia de la humanidad los libros y los
documentos.
Los catálogos que genera un fondo edi-
torial son documentos imprescindibles para
construir la historia de la lectura, del libro, de
las bibliotecas y de la cultura misma; la or-
ganización de títulos sistematiza, difunde y
recupera la información para hacerla accesible
al usuario que desee buscar en estas fuentes.
Existen diversos tipos de catálogos de li-
bros según su función y objetivo; el del fondo
de Adabi es un catálogo organizado por series
editoriales, autor, título, isbn y pie de impren-
ta; esta estructura permite un acercamiento a
los proyectos realizados por la asociación, de
acuerdo con su procedencia.
El catálogo editorial de Adabi, al igual
que la información, crece constantemente y se
enriquece con nuevas series a medida que la
naturaleza de los proyectos lo exige. Durante
la trayectoria de la asociación se han publicado
dos catálogos editoriales impresos, uno digital
y uno en linea. El primero, en 2008, recopiló
los títulos publicados en los primeros cinco años
de la asociación; el segundo se publicó en 2009
con una descripción detallada de cada título; el
editado en formato digital incluye los títulos
publicados de 2004 a 2014; el catálogo en linea
se actualiza constantemente en la página web
www.adabi.org.mx. y algunos títulos pueden
consultarse en formato pdf.
Las series editoriales que integran el catálogo
de Adabi son: inventarios civiles y eclesiásti-
cos, inventarios y guías de fondos documentales,
catálogos archivísticos, notariales, judiciales, de
fondos musicales, de colecciones fotográficas, bi-
bliográficos y catálogos comentados; bibliografía
especializada en libro antiguo, estudios históricos,
manuales e informes de Archivística, Conserva-
ción y Restauración, publicaciones del Archivo
del Beisbol, diccionarios especializados, digita-
lización, conferencias y publicaciones internas.
El lema de Adabi vestigios y permanen-
cia, entendiendo por esto la memoria deposi-
tada en archivos y bibliotecas que gracias a la
materialidad de sus libros y documentos hoy
en día podemos conocer y acceder a ellos, se
hace visible a través de más de 650 títulos edita-
dos a la fecha, razón por la cual es imprescindible
la publicación de los resultados de los proyectos
y estudios apoyados por la asociación, ya que son
parte del patrimonio editorial actual que está en
formación; son los medios de transmisión del
conocimiento entre el hoy y el mañana, pues los
libros son los vestigios permanentes que rom-
pen las barreras del tiempo y las distancias. La
memoria escrita permite interpretar, es capaz de
trascender y trasmitir conocimientos más allá de
la existencia del ser humano.
publicaciones 73
 PublicacioNes
catálogo 2016
Inventarios de archivos civiles y eclesiásticos
-341. Inventario del Archivo Municipal de
San Mateo Etlatongo y su Fondo Reservado.
Etlatongo, Oaxaca
-342. Inventario del Archivo Parroquial de San
Andrés Apóstol y Santuario del Santo Cristo,
Diócesis de San Andrés Tuxtla. Otatitlán,
Veracruz
-343. Inventario del Archivo Parroquial de Los
Santos Reyes de Juárez, Arquidiócesis de Puebla.
Los Reyes de Juárez, Puebla
-344. Inventario del Archivo del Templo San
Lorenzo. Diócesis de Tenancingo. Tetzicapan,
Zacualpan, Estado de México
-345. I nventario del Archivo Parroquial de la
Inmaculada Concepción, Diócesis de Tenancingo.
Zacualpan, Estado de México
74 publicaciones
-346. Inventario del Archivo Parroquial de San
Bartolomé Apóstol, Arquidiócesis de Xalapa.
Jalacingo, Veracruz
-347. Inventario del Archivo Parroquial de la
Asunción de María, Diócesis de Tenancingo.
Ixtapan de la Sal, Estado de México
-348. Inventario del Archivo Parroquial de la
Basílica de San José y Nuestra Señora del Sagrado
Corazón, Arquidiócesis de México. Ciudad de
México
-349. Inventario del Archivo Parroquial de
Santiago Apostol, Diócesis de Tenancingo,
Malinaltenango, Ixtapan de la Sal, Estado de
México.
-350. Inventario del Archivo Parroquial de San
Juan Bautista Jiquipilco, Estado de México,
Diócesis de Atlacomulco
 Instrumentos de consulta
- Inventario del Fondo Juan Segura Gutiérrez del
Archivo de Arquitectura Mexicana Moderna y
Cultura Visual del siglo xx
- Catálogo Cartas y recuentos desde el exilio
español en palabras de Eulalio Ferrer
- Guía general. Fondo Gobierno del Archivo
General del Poder Ejecutivo del Estado de
Oaxaca
- Guía general. Fondo Hacienda del Archivo
General del Poder Ejecutivo del Estado de
Oaxaca
- Guía general / Inventario. Fondo Gobierno del
Archivo General del Poder Ejecutivo del Estado
de Oaxaca
- Guía general / Inventario. Fondo Hacienda del
Archivo General del Poder Ejecutivo del Estado
de Oaxaca
- Descripción multinivel. Fondo Instituto
Científico y Literario Autónomo del Estado de
Hidalgo 1869-1961. Archivo General de la
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo
Estudios históricos
- La religiosidad popular en el valle de Toluca a
través de los testamentos 1565-1623
Conferencias
- Los Archivos eclesiásticos. ii congreso de la
dirección de estudios históricos del del inah
Cuentos infantiles
- Salvados por el archivo. El puelo de La Lluvia
- La Mulata. Historia entre papeles
- El Parque de las Canteras. Una historia para no
olvidar
- Princesa mixteca. Una aventura en el pasado
Memorias
- Memoria entre papeles. Archivo General del
Poder Ejecutivo del Estado de Oaxaca, núm. 3
- Memoria fotográfica. Proyecto de Organización
y Estabilizacion del Archivo General del Poder
Ejecutivo del Estado de Oaxaca / Area de
Estabilización
- Memoria fotográfica. Proyecto de Organización
y Estabilizacion del Archivo General del Poder
Ejecutivo del Estado de Oaxaca / Area de
Organización
Coediciones
- Marcas de propiedad en los libros novohispanos
publicaciones
difusión 75
76 difusión
 ¿UN SITIO WEB
COMO INSTRUMENTO DE CONSULTA?
Acceso a la información digital
Nicolás Chávez
G
uías, inventarios y catálogos son por
excelencia los tres instrumetos de
descripción comúnmente aceptados.
Cada uno corresponde a diferentes
niveles de organización de los documentos. Sin
embargo, con el avance de la tecnología, nos ve-
mos en la necesidad de hablar del instrumento
de consulta en línea, es decir, de aquella herra-
mienta incluida en el sitio web de cada institu-
ción, y en la que no sólo se describen los fondos
que conserva, sino que además permite al usua-
rio realizar búsquedas inmediatas.
Anteriormente, lo más común era que, cuan-
do un usuario deseaba consultar un documento o
un libro en un archivo o una biblioteca, tenía que
realizar varios pasos: desde acudir a la institución
que resguardaba el documento, hasta regresar
al siguiente día porque ese día estaba cerrado o
no se permitió la consulta de catálogos porque el
archivo o biblioteca requería de una carta oficial
de presentación, documento indispensable entre
más especializado es el repositorio.
Con la intención de acercar a los investiga-
dores a los archivos y bibliotecas a través de las
nuevas tecnologías, evitando desplazamientos y
presentando un panorama de archivos y biblio-
tecas poco conocidos, el sitio web de Apoyo al
Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México,
A. C. (Adabi) -www.adabi.org.mx- tiene como
objetivo ser un espacio de consulta y actualiza-
ción para los archivistas y estudiosos del libro
antiguo, mediante contenidos generados por
expertos en la materia. El sitio web cuenta, a
la fecha, con seis secciones: Archivística; Libro
antiguo; Centro de Conservación, Restauración
y Encuadernación; Conservación de Fuentes,
Fotográficas, Publicaciones y Difusión, sin dejar
de mencionar el nuevo micro sitio dedicado es-
pecialmente a la Biblioteca José Lorenzo Cossío
y Cosío que tiene el objetivo de difundir el ma-
terial que se resguarda en ella.
El propósito de que un espacio web como
el de Adabi ofrezca, para lectura o descarga, di-
ferentes instrumentos de consulta, que recogen
información de los documentos conservados en
determinadas instituciones, presenta grandes
ventajas, ya que al ser una herramienta que se en-
cuentra accesible las 24 horas del día los 365 días
del año, para todo aquel que tenga acceso a In-
ternet, permite al usuario buscar la información
que necesita y planear su investigación antes de
dirigirse físicamente al archivo o biblioteca.
Lo anterior resulta particularmente impor-
tante para aquellos que residen en una ciudad
difusión 77
diferente a la de la ubicación de la institución
que resguarda la información y, sobre todo, para
los que viven en otro país.
Como se puede apreciar, en Adabi estamos
ocupados en muy diversos frentes por dar a co-
nocer la información que día a día se genera en
el mundo de la archivística y la bibliotecono-
mía, además de difundir los instrumentos de
consulta o descripción que la asociación publi-
ca una vez que se ha concluido el proyecto de
rescate, organización y clasificación de algún
archivo o biblioteca, tales como los que en-
contramos en las series editoriales Inventarios,
Memorias, Manuales, Catálogos y Guías.
La serie Inventarios, con un total de 360
títulos, se puede consultar directamente desde
la sección de Publicaciones, en ella encontra-
mos información sobre cada uno de los archi-
vos y los documentos que resguardan, que han
sido organizados por Adabi. La lectura del in-
ventario puede ser en línea e incluso se pude
descargar en formato de documento portátil
-pdf-, el usuario tiene la opción de elegir, pues-
to que el documento se encuentra disponible de
manera permanente.
El Catálogo Colectivo de Fondos Biblio-
gráficos Antiguos de México, es una de las
bases de datos más grande con las que Adabi
cuenta, y única en su tipo en nuestro país, ya
que recolecta, ordena y almacena información
de 188 104 libros antiguos mediante fichas ca-
talográficas basadas en el sistema marc; es un
espacio de consulta creado con el objetivo de
dar a conocer el trabajo realizado en las biblio-
tecas antiguas de México concebido para estar
no sólo a disposición de los bibliotecólogos,
sino a la orden de todos aquellos interesados. El
78 difusión
Catálogo Colectivo se encuentra alojado dentro
del espacio que corresponde a Libro antiguo, y
a la fecha se pueden realizar consultas de al me-
nos 54 fondos de diversas bibliotecas.
La cantidad de catálogos o bases de datos en
línea, con la información sobre los fondos que
resguarda una determinada institución, han cre-
cido considerablemente durante los 13 años de
vida de Adabi y de su incansable labor en pro del
rescate del patrimonio escrito de los mexicanos.
Los retos han sido y son tantos, que cada
logro es muy significativo e importante para
quienes colaboramos en esta asociación, ya que
Adabi se ha convertido en uno de los principa-
les referentes en archivística y libro antiguo, que
incluso trasciende fronteras, lo cual nos conforta
y fortalece la esencia y la premisa bajo la cual
nacimos: apoyar el rescate de los archivos más
vulnerables y los libros antiguos más olvidados.
Nuestro deseo en la asociación es presentar
de una manera más eficaz y eficiente la informa-
ción contenida en los instrumentos de consulta
mencionados, así como información derivada de
ellos en formas tan inusitadas como el progra-
ma de radio Memoria en movimiento creado en
su mayor parte a partir de los contenidos de los
instrumentos de consulta, así como la sección
“Saber más” albergada en el espacio de Archivos
civiles y eclesiásticos.
Este espacio virtual brindado a la comuni-
dad interesada en los archivos y las bibliotecas
se intensifica cada día más con el único deseo de
alcanzar el objetivo de proporcionar un mejor
instrumento de consulta en línea que permita
al usuario un acercamiento más preciso de la
información para lograr la mayor eficacia al rea-
lizar cualquier búsqueda.
 LAS HISTORIAS
DE LA HISTORIA
Un acercamiento a la memoria escrita, para niños
Libia Ortiz
E
s inevitable no imaginar el pasado para
entender el ahora en el que vivimos;
pienso en las tradiciones, ¿de dónde
vienen?, ¿quién las invento?, ¿para qué
fueron creadas?… y de inmediato estoy dando
un recorrido por el pasado de un pueblo, de una
familia o de mi propia historia. Con la inquie-
tud del presente y el conocimiento del pasado,
comenzó mi embeleso por la memoria escrita.
Después de impartir varios talleres infan-
tiles en Oaxaca con el programa Espiral de la
Memoria organizado por Apoyo al Desarrollo
de Archivos y Bibliotecas de México, A.C., la
asociación me hizo la invitación para escribir
cuatro cuentos basados en los documentos que
resguarda el Archivo General del Poder Eje-
cutivo del Estado de Oaxaca (agpeeo), aún no
terminaban de platicarme el proyecto cuando ya
había dicho –¡Sí, acepto! Ha sido mi respuesta
más rápida y gratificante. Fue un año lleno de
conocimiento e imaginación; sin embargo, esto
no hubiera sido posible si los documentos que
resguarda dicho archivo estuvieran desordenados
y no contaran con un instrumento de descripción
que permitiera visualizar las distintas temáticas
que abordarían estos cuatro cuentos infantiles.
En cada historia podemos encontrar a un
niño de frente a los documentos, personajes que
utilizan de diferentes maneras la información
contenida en los papeles.
El objetivo es lograr que cuando un niño
lea estos cuentos, conozca a los archivos como
entes vivos e inmortales; aunque suene a contra-
dicción, para mi todos los días crecen, se nutren
con historias, fotografías y mapas; nunca mueren,
en cuanto alguien toma uno de esos papeles, los
saca del olvido y los difunde, les comparte un
poco de su existencia para hacerlos perpetuos.
Al indagar entre los documentos de los ar-
chivos me di cuenta de su utilidad para crearnos
un lugar, una identidad, para darnos patria. No
fue tarea fácil esta empresa, pero sí muy enri-
quecedora, en primer lugar me saltó a la mente
el olvido, nuestro país está lleno de gente que
no voltea la mirada al pasado para reconocerse,
eso le pasa a Yao en El Parque de las Canteras, una
historia para no olvidar, este relato nos muestra
a un niño encarando la pérdida de su identidad,
teniendo miedo e incertidumbre causado por no
reconocer a los otros, no tomarlos en cuenta y
mandarlos al olvido, son muchas las aventuras
que vive. La historia de cada persona de su pue-
blo, también es parte de su historia, desde la se-
ñora vendedora de tamales hasta su familia. Yao a
lado de su guardián al cual llama “Usted” luchan
contra el olvido, ayudados por la memoria.
difusión 79
Me gusta imaginar qué pasó en el suelo que
estoy pisando, todos los acontecimientos suce-
didos por dónde voy caminando, así surge La
Princesa Mixteca, una aventura en el pasado.
Catalina, una niña desanimada con los mismos
juegos, tras esconderse, descubre papeles arrum-
bados en un baúl, al hojearlos la mandan al pa-
sado, donde descubre la historia que estas hojas
traviesas le cuentan, convertida en princesa, ex-
plora su propio pueblo pero en otra época, puede
ver la ruinas arqueológicas en pleno esplendor y
al volver al presente se da cuenta de la importan-
cia del conocimiento del pasado.
Los archivos históricos también nos hacen
entendernos a nosotros mismos, así le pasa a
Magdalena en el cuento de La Mulata, historia
entre papeles a través de fotografías y un dia-
rio se entera de dónde viene, quiénes son sus
antepasados, encuentra sus raíces, sintiéndose
orgullosa de su origen.
Por otro lado los documentos tienen una
utilidad práctica al ser testigos del pasado, son
muestra de los hechos acontecidos; Luis, Feli-
pe y don Bernabé recurren a ellos para salvar a
su pueblo, La Lluvia, del malvado Severo que
con documentos falsos se quiere apoderar del
80 difusión
lugar para convertirlo en La Crueldad, Salva-
dos por el Archivo, el pueblo de La Lluvia es un
cuento que muestra a los ancianos como pie-
za importante de la sociedad, es un homenaje
a ellos, en la actualidad se dejan de lado, no se
les reconoce, los ancianos son nuestra conjetura
viviente con el pasado, son los ojos del tiempo,
como los papeles y la tinta son el vestigio de la
memoria escrita.
De esta manera los cuatro cuentos nos en-
señan la importancia de tener un lugar para
resguardar la memoria, la historia de las rui-
nas arqueológicas, la manera en que se vivió
la esclavitud en México y lo valioso de los do-
cumentos como actas probatorias. A través de
aventuras, monstruos, héroes, villanos y hojas
traviesas se cuentan estas historias, demostran-
do que sin documentos la historia se pierde, con
su conocimiento los niños a quienes dedico este
trabajo van conformando su identidad indivi-
dual y colectiva, mediante la comprensión de
la cultura propia y la de otros pueblos del país.
Me pregunto si estos cuentos serán una es-
pecie de instrumento que invite a los niños a
valorar su historia, a ver su pasado y más aún
a visitar un archivo.
 Nuestra labor
difusión
Fabiola Monroy

E
l rescate, organización y conservación del patrimonio documental y bibliográfico de México
facilitado por Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México, A. C. (Adabi) es
una labor que tiene una trascendencia social, no sólo por el hecho mismo de restituir a libros an-
tiguos y archivos históricos su valor testimonial, sino por dar a conocer a propios y extraños, el producto
de dicha actividad.
Así, para conseguir los objetivos de divulgar y difundir las labores de cada una de las coordina-
ciones que conforman a la asociación, se ha recurrido a diferentes medios presenciales y mediáticos.
Dentro de la parte presencial se encuentran los talleres, conferencias, presentaciones y ponencias
en diferentes foros académicos de distintos ámbitos; público ante el cual se presentan las bondades
de los logros alcanzados por el trabajo de Adabi en sus diferentes campos de acción.
Entre las estrategias mediáticas de difusión y divulgación se continúa con el fortalecimiento del
sitio web así como de distintas redes sociales.
En el sitio web se tuvieron 61 794 usuarios en todo el año, procedentes de la república mexicana,
así como de diversas partes del mundo, en especial de Colombia, España y los Estados Unidos; se
mantuvo informado a todo nuestro público de las noticias y eventos más importantes en el mundo
de la archivística, el libro antiguo y la restauración, a través de 686 noticias comentadas, con sus
respectivos enlaces a la fuente primaria de información. Voces de la memoria, el boletín mensual de
la asociación alcanzó once números reunidos en el sitio ya conocido dentro de este espacio virtual.

difusión 81
En marzo de 2015 se creó un micrositio web para
difundir las labores de la Biblioteca José Lorenzo
Cossío y Cosío que se encuentra custodiada por
Adabi, y que consta de nueve menús y 25 aparta-
dos, así como un boletín del que se colocaron tres
entregas, dedicadas a Códices de México, Len-
guas de México y Antropología.
Asimismo, las redes sociales refuerzan la
presencia de Adabi a nivel de gran público y
establecen un contacto directo con los usuarios.
Sin embargo, las plataformas, al ser propiedad de
terceros, son vulnerables en cuanto al acceso mis-
mo, y por tanto, a la permanencia del contenido y
respaldo de la información.
Las redes son un canal de comunicación,
tanto o más poderoso que cualquier otro y como
tal, construye o destruye el posicionamiento.
Dentro de las anteriores, como apoyo
en la difusión y divulgación de las actividades
de Adabi y del mundo del patrimonio cultu-
ral, se estableció una atención más sistemática
que es palpable en un incremento de seguidores,
4 774 en Facebook© y 1 913 en Twitter©, nues-
tras plataformas más consultadas; sin embargo,
el despliegue de información se realizó también
a través de YouTube©, Soundcloud©, Pinterest©,
un blog en Medium© y G+©.
Para los dos primeros sitios se crearon con-
tenidos especiales, como las efemérides ligadas a
82 difusión
fuentes de primera mano, el Diccionario de me-
dia noche, que contiene una definición de temas
archivísticos y es liberada cada noche; así tam-
bién aparecieron La pregunta del día, que abarcó
el tema ¿para qué sirven los archivos? y frases
célebres en torno a los libros, la escritura, los
archivos y el conocimiento.
Se lanzaron dos campañas con el objeto de
generar más participación de los seguidores, a
saber ¿Desde dónde nos sigues?, el Día interna-
cional de los archivos, el Día internacional de las
bibliotecas, Un libro por mi calaverita y ¿Cómo
decoran a tu archivo o biblioteca?.
El registro de audio que ya se realizaba desde
años anteriores, ya no se queda en la memoria
propia de la asociación, sino que también ali-
menta a la red social de Soundcloud©, con lo que
se le ha dado mayor difusión a Adabi a través
de podcast o pequeños audios, de los eventos rele-
vantes que se han tenido en el año.
El registro fotográfico de las actividades
propias de la asociación se ha fortalecido con la
finalidad de difundir las actividades de las áreas,
así como agregar distintas vistas al acervo de imá-
genes que ya se tiene, trabajo que ha beneficiado
especialmente a las coordinaciones de Publica-
ciones y al Centro de Conservación Restauración
y Encuadernación, que son las más vistas en pla-
taformas como Facebook© o Twitter©.
 Se subieron 12 nuevos videos a la platafor-
ma de YouTube© para incrementar la memoria
de la asociación, y al mismo tiempo darla a co-
nocer a nuestros amigos y seguidores. Uno de
los más relevantes videos que se realizaron fue
el de las consecuencias de la inundación del Ar-
chivo Calles Torreblanca en septiembre de 2015,
eventos que pocas veces se pueden captar en su
total dimensión. De igual manera, se elaboró
un video que recrea el proceso de restauración
que se llevó a cabo con los Graduales Domi-
nicale y Sanctorale, mismo que se presentó en
la entrega formal de las piezas en San Bartolo
Soyaltepec, Oaxaca.
En cuanto a las actividades presenciales
que la Coordinación de Difusión llevó a cabo,
figuran las presentaciones en foros universita-
rios y de escuelas nacionales, que permitieron
el acercamiento de productos del quehacer de
Adabi a públicos especializados, incrementan-
do con ello también la consulta de los diferen-
tes acervos que ha apoyado la asociación; esta
vez se tuvo presencia en grupos de nivel licen-
ciatura en el Instituto José María Luis Mora, y
en el Colegio de Bibliotecología de la Facultad
de Filosofía y Letras de la Universidad Nacio-
nal Autónoma de México. Dentro de la misma
línea académica nos presentamos en el Colo-
quio La Ciudad de México a 30 años del terre-
moto de 1985. Patrimonio perdido organizado
por la Universidad de la Ciudad de México; en
el Tercer Seminario Internacional de Estudios
sobre Centros Históricos. Prácticas y Políticas
de Conservación, organizado por la Escue-
la Nacional de Conservación, Restauración y
Museografía.
Asimismo, no sin rigor académico, se pre-
sentó ante un gran público un título sobre los
testimonios documentales de la historia de su
comunidad como fue el libro Testimonios docu-
mentales de San Buenaventura Nealtican, Puebla,
realizada en la mencionada población, en donde
un domingo a medio día, los nealtiquenses se
percataron de la importancia que tienen para su
propia historia los documentos que se resguar-
dan en el archivo de la parroquia.
Este año se crearon Las tertulias de Adabi,
charlas que tienen como objetivo difundir la te-
mática que abarca la asociación de una manera
entretenida, así como darle vida al espacio de la
Biblioteca Cossío. De frecuencia bimestral, se
realizaron las tertulias Enamorados de México,
testimonios de extranjeros que decidieron que-
darse en México; Historia de los objetos cotidia-
nos, de la colección a la historia; La historia del
refresco en México y Un acercamiento a la res-
tauración del penacho de Moctezuma.
Preservar la memoria de México implica va-
rios procesos. Sin el apoyo que Adabi realiza, es
poco probable que libros antiguos y documentos
históricos sean preservados o, más aún, dados a
conocer más allá de la comunidad o la institución
que los resguarda. Sin embargo, son los proce-
sos de difusión y divulgación los que expanden el
trabajo realizado en los lugares más apartados u
olvidados; dichos procesos le dan un valor agre-
gado, pues permiten que a la vez que no se olvi-
den las actividades hechas, exista una constancia
del mismo que se puede conocer en cualquier
lugar en donde se tenga una conexión a Internet,
acercando así a los interesados de todos niveles al
patrimonio rescatado, dándole nueva vida.
difusión 83
84 difusión