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UNIVERSIDAD LIBRE DE COLOMBIA

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

PROGRAMA LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS EN


EDUCACIÓN FÍSICA, RECREACIÓN Y DEPORTE

DEPORTE, CIENCIA Y ARTE

Un acercamiento generalizador

Por: Lic. Edgar Hernán Ávila Gil

edyavil1@yahoo.com

RESUMEN

A lo largo de esta ponencia se analizan las características que nos permiten concebir al
deporte y la ejecución del deportista tanto como un producto de la ciencia como
resultado de la creación artística individual del deportista. A fin de clarificar la
orientación y sentido dado a los conceptos dentro de la disquisición se presenta una
breve conceptualización sobre el arte entendido como acción y expresión humana, la
ciencia en relación con el arte, las ciencias que estudian el deporte o que se relacionan
con él, la técnica deportiva como expresión de un estilo y por ende fundamento del arte,
el deporte como acción humana que guarda relación con la expresión artística en el
momento del acto deportivo y el deportista que funge como artista en el momento en
que exhibe su desempeño en competencia o en entrenamiento. Finalmente se ofrece
como propuesta y conclusión una relación entre deporte, ciencia y arte.

INTRODUCCIÓN

El concepto de deporte, tal y como lo conocemos y utilizamos a diario, tanto los


expertos como los neófitos, resulta muy limitado al momento de interpretar y ubicar
conceptualmente la realidad que se vive en torno a él en la actualidad. Entre las

 
muchas concepciones de deporte encontramos aquellas que lo ubican como una
actividad que requiere determinado esfuerzo físico cuya práctica se encuentra
enmarcada dentro de parámetros y reglas comúnmente aceptadas.

Sin embargo, estas concepciones dejan de lado aquello que hace tan llamativa la
apreciación de una actividad deportiva y más concretamente la ejecución del deportista
en sus más variadas manifestaciones y modalidades. Este interés, presente en
prácticamente todas las culturas y por todas las personas, se debe no solamente a las
especiales características físicas del deportista, sino principalmente a las “fibras
emocionales” que son tocadas por el desempeño físico bellamente expresado a través
del estilo subsiguiente al dominio de la técnica deportiva. Es decir, que la ejecución que
ha superado el proceso de aprendizaje del gesto, llegando al dominio de la técnica
ejecutada de acuerdo con las particulares características y disposiciones anatómicas y
fisiológicas del deportista constituye una manifestación de tal belleza que por ende
constituye una manifestación artística de la más excelsa calidad y equiparable a
cualquier creación de lo que comúnmente denominamos arte.

Por otra parte el deporte se ha constituido en objeto de estudio sobre el cual confluyen
diversas ciencias y disciplinas científicas, otorgándole un sitial distintivo en el campo de
las actividades humanas, puesto que los desarrollos científicos y tecnológicos en este
campo se colocan a la vanguardia del desarrollo humano, tanto en la producción de
aparatos como de compuestos bioquímicos y hasta modificaciones fisiológicas,
llegando incluso a influir en la psiquis del deportista a través de las más avanzadas
técnicas, desarrolladas tanto en el campo específico del deporte como en otras áreas
que van desde la cría de ganado hasta la exploración espacial.

EL ARTE COMO ACCIÓN Y EXPRESIÓN HUMANA

Ubicar un concepto de arte resulta bastante difícil, dadas sus particulares


características de dinámica, personalismo en cuanto a la interpretación individual y
mímesis, dado que el concepto mismo se encuentra asociado (escondido) a actividades
o creaciones humanas que algunos consideran artístico y otros no. En todo caso es
necesario establecer un punto de acuerdo para el desarrollo de nuestra idea, para ello

 
se ha recurrido a la Real Academia de la Lengua Española y sus conceptos. De
acuerdo con esta organización la palabra arte proviene del latín ars, artis, y este calco
del griego τέχνη (téchne), por lo que puede asumirse inicialmente como la capacidad
individual de ejecutar con técnica cualquier actividad. Sin embargo, en la actualidad y
dentro de lo que podríamos denominar el ámbito artístico, se concibe como una
“manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión
personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos,
lingüísticos o sonoros” 1 . De donde se desprende que se trata de “cualquier actividad
humana cuyos resultados y procesos de desarrollo pueden ser objeto de juicio
estético”, por parte de quien lo observa y de acuerdo con sus particulares cánones de
clasificación sobre la belleza y fealdad.

A este respecto conviene aclarar que la estética como concepto proviene del Siglo XVIII
y se entiende como la “ciencia filosófica del conocimiento sensorial cuyo objetivo es la
belleza. Comprende el estudio de las obras de arte y los aspectos de la realidad
natural o cultural calificables de bellos / feos por sus cualidades sensoriales o
formales” 2 .

Anteriormente se consideraban como artes liberales la gramática (lingua “la lengua”), la


dialéctica (tropus “las figuras”), la retórica (ratio “la razón”), la aritmética (numerus “los
números”), la geometría (angulus “los ángulos”), la astronomía (astra “los astros”) y la
música (tonus “los cantos”). En la actualidad se considera que las artes son siete:
Pintura, escultura, arquitectura, literatura, música, danza y cine, aunque son cada vez
más los partidarios de incluir entre ellas a la fotografía e incluso la caricatura.

BREVE DISCUSIÓN SOBRE EL ARTE EN EL CONTEXTO DE LO DEPORTIVO

De acuerdo con lo antedicho existe una interpretación liberal del arte que nos conduce
a considerar que han existido artes liberales que denominaremos clásicas, las cuales se
                                                            
1
 Real Academia de la Lengua Española. Recuperado el 02 de noviembre de 2008, del sitio web: 
http://www.es.educaterra.com/hojasbbdd/hojas/rae/admin/rae1.jsp?idapr=42__esp_1_257 
2
 Diccionario enciclopédico Salvat. 

 
han ido modificando con el transcurrir del tiempo, de modo que en la actualidad se han
excluido algunas como la retórica, la aritmética, la geometría y la astronomía - estas
tres últimas avanzando por el camino de las ciencias – para incluir nuevas creaciones
humanas tales como la arquitectura, la escultura, la danza y el cine, además de la
propuesta de otras como la fotografía, la caricatura, el animé, manga y animación por
computador.

El concepto de arte es tan amplio como para incluir la música, poesía y literatura y las
artes visuales en reciente crecimiento, por lo que un objeto puede considerarse que es
o no arte solamente cuando tomamos en cuenta el propósito o el logro de su productor,
aunque en ocasiones aunque no se quiere lograr arte, se consigue.

Consecuentemente, según su contexto “arte” puede significar una destreza


determinada o los productos de una actividad realizada con destreza, cuya
ubicación en una categoría conceptual no limita su concepción artística. En este orden
de ideas el acto deportivo y las actividades que lo componen constituyen, dadas sus
características de ejecución, una manifestación de tipo artístico, como se evidencia al
analizar los rasgos distintivos del arte, característicos de las actividades que caben
dentro de tal concepto.

o Produce belleza, aunque como concepto es demasiado amplio o demasiado


restringido, según quien lo aprecie, dentro del campo de lo deportivo
permanentemente apreciamos ejecuciones de notable belleza, comentada en
diferentes círculos de la sociedad.

o Representa o reproduce la realidad. Ya sea que se trata de la ejecución de un


gesto como parte del entrenamiento o de la resolución de un conflicto técnico –
táctico dentro de un evento deportivo, la acción motriz reproduce movimientos
propios de la realidad humana.

o Creación de formas. De manera funcional o figurativa el acto deportivo adelanta


la ejecución de técnicas que se emplean dentro de una situación deportiva

 
concreta o por el mero deseo de realizarlas como parte del sentimiento particular
que para el momento viva el deportista.

o Es la expresión o intención del artista, lo cual se hace evidente en el uso que de


la ejecución realiza el deportista, ya sea para sortear una competición, por el
gusto dentro de la misma o por el mero disfrute sin finalidad.

o Produce una experiencia estética como efecto en receptor. Cabe anotar que el
término “experiencia estética” es ambiguo y solamente puede ser conceptuado
desde la óptica de quien percibe, es decir desde el punto de vista del espectador;
como frecuentemente ocurre con la apreciación que pueda tener quien asiste a
un certamen deportivo y se siente gratificado por la ejecución de un gesto técnico
en particular dentro del conjunto de ejecuciones.

o Produce un choque de tipo emocional, cuya función es impresionar al


observador, lo cual, aunque no es aplicable al arte clásico dado el permanente
retorno y consulta a sus técnicas y obras como parámetro de comparación,
puede ser claramente aplicable a una ejecución en el campo deportivo cuando
se escuchan expresiones e interjecciones que claramente denotan una
agradable sorpresa o el simple embelesamiento durante el decurso de una
ejecución tal como un esquema gimnástico.

ARTE Y DEPORTE INTEGRADOS EN LA BELLA EJECUCIÓN

Lo más conocido del arte deportivo son sus fotografías, pinturas, películas y videos, los
cuales captan momentos particulares de ejecuciones y ejecutantes que demuestran
notables características de belleza estética, razón por la cual exaltan los sentidos del
observador. Sin embargo, esta es solamente una ínfima muestra de lo que puede
caracterizar al deporte como arte, puesto que la vivencia realmente significativa se
encuentra en la apreciación personal “en vivo y en directo” en el momento justo en que
se produce la muestra artística del gesto deportivo, situación que toma en cuenta el
contexto y estado anímico del observador, comúnmente denominado espectador.

 
Es el espectador entonces quien puede confirmar lo artístico de la ejecución deportiva.
A este respecto se aviene lo afirmado por Casetti (1996) en referencia al espectador
que asiste al cine quien nos dice que “es el recuerdo de una proyección o el deseo de
asistir a ella lo que empuja a tomar contacto con una recensión” 3 , de la misma manera
que quien gusta de apreciar una actividad deportiva determinada dedica tiempo
suficiente para gustar de ella, comentarla, revivirla y sobre todo disfrutarla a plenitud.

El movimiento humano también inspira al artista para sus creaciones en otros campos
como la pintura o la escultura, siempre que sea bellamente ejecutado. ¿Y cuándo un
movimiento es considerado bello? Cuando alcanza niveles notables de logro en el
contexto de su ejecución, es decir, dentro del campo específico de la actividad
deportiva en cuestión. De esta manera podemos inferir que lo bello en el campo del
movimiento humano alcanza esta categoría cuando es eficiente en el uso económico de
la energía para desarrollo de las acciones, además es eficaz en el alcance del propósito
intrínseco y extrínseco de la ejecución (disfrute personal y/o logro de la finalidad
técnica) y por tanto resulta efectivo como conjugación de principios biomecánicos,
psicológicos, fisiológicos y pedagógicos que logran impactar en la sensibilidad del
espectador.

De manera similar a la actividad del artista el deportista conoce, interpreta, crea y usa
técnicas específicas de su campo, obteniendo como resultado obras notablemente
apreciadas por quienes las observan y que además desean mantenerlas vivas en su
recuerdo o empleando lienzos muy particulares como la pintura, la fotografía y el video.

De lo antedicho se puede colegir que las ejecuciones exhibidas por los deportistas en
su campo de acción cuentan con gracia y por ende producen placer estético en el
espectador, ubicándolo al mismo nivel de la creación artística.

LA CIENCIA

                                                            
3
 Casetti, Francesco. 1996. El film y su espectador. España: Ed. Cátedra signo e imagen. 

 
Las reglas éticas, del arte y de la moral se encuentran, en su origen, estrechamente
relacionadas, a la vez que en conexión íntima con reglas sociales y políticas, tanto en
sustancia como en forma, constituyendo el carácter de imperativos sociales cuya
observancia está sancionada y cuya violación se castiga. En la historia de la ciencia
tales conceptos son preponderantes y dirigen gran parte de la explicación científica y
teórica reinante en su momento, como lo evidencia el siguiente texto de J.J. Rousseau
(1749) en su Discurso sobre las ciencias y las artes:

… “Gracias a los caracteres tipográficos y al uso que hacemos de ellos


quedarán para siempre las peligrosas divagaciones de los Hobbes y
Spinoza. Vamos, escritos célebres de los que no habrían sido capaces la
ignorancia y la rusticidad de nuestros padres; acompañad hacia nuestros
descendientes las obras todavía más peligrosas de las que se
desprende la corrupción de las costumbres de nuestro siglo y llevad
conjuntamente a los siglos venideros la historia fiel del progreso y de las
ventajas de nuestras ciencias y nuestras artes… Pero si el progreso de
las ciencias y de la artes no ha añadido nada a nuestra verdadera
felicidad; si ha corrompido nuestras costumbres y si la corrupción de las
costumbres ha atentado contra la pureza del gusto” 4 .

De lo afirmado por Rousseau (1749) se entiende que tanto el arte como la ciencia se
hallaban íntimamente ligados a la felicidad personal, aunque de una manera bastante
criticable a ojos de este reconocido filósofo. Sin embargo para Gurvith (1969) “la
amalgama entre religión, ética y teoría científica primitiva constituye un lugar común de
los comienzos de la ciencia... la ley normativa, la regla conocida y la máxima de tipo
técnico se origina en formas ideales a emular en la práctica, como límites que la
operación o actividad ha de tener” 5 , por lo que a partir de esta conjunción tanto los

                                                            
4
 Rousseau, J.J. 1999. Discurso sobre las ciencias y las artes. España: Editorial Alba. 
5
 Gurvith, George. 1969. Los marcos sociales del conocimiento. Caracas: Monte Ávila Editores. 

 
artesanos como los teóricos desarrollan sus creaciones para beneficio de la sociedad,
satisfaciendo la incesante necesidad de conocer y crear que tiene el ser humano.

En la actualidad reconocemos que la palabra ciencia proviene del latín scientia, la cual
se asume como conocimiento, por lo que su sentido está íntimamente ligado al
quehacer del investigador y la manera en que construye conocimiento. Autores como
Rojas (2002) consideran que “la construcción del conocimiento científico implica
recorrer un largo camino en el que se vinculan diferentes niveles de abstracción, se
cumplen determinados principios metodológicos y se cumplen diversas etapas en el
proceso de investigación de los fenómenos” 6 . Consecuentemente un primer
acercamiento al concepto de ciencia la ubica como un proceso de adquisición y
refinamiento de conocimiento, así como, la organización de dicho conocimiento.
Complementariamente se puede afirmar con Suárez de la Cruz (1992) que “la ciencia
es el conjunto de conocimientos que permite lograr las representaciones referentes a
las leyes de los procesos delimitados como objeto de estudio, para obtener explicación
de los aspectos generales y particulares de la realidad” 7 .

En forma global, como nos lo muéstra la enciclopedia wikipedia, la ciencia se ha


asumido como “el conocimiento producto de una práctica humana con reglas
establecidas, cuya finalidad es obtener por diversos medios un conjunto de reglas o
leyes universales, generalmente de índole matemática, que dan cuenta del
comportamiento de un sistema y predicen cómo actuará dicho sistema en
determinadas circunstancias” 8 , aunque bien sabemos que la limitante positivista aquí
mencionada está cada vez más en tela de juicio, especialmente desde las ciencias
sociales.

                                                            
6
 Rojas S., Raúl. 2002. El proceso de investigación científica. México: Editorial Trillas. 
7
 Suárez, Alberto Camilo. 1992. Metodología para el estudio y la investigación. Colombia: Ediciones Ciencia y 
Derecho. 
8
 Recuperado el 12 de enero de 2009, del sitio web: http://es.wikipedia.org/wiki/Ciencia 

 
“Los científicos se ajustan, en su investigación, a un cierto método o a un proceso para
la adquisición de conocimiento empírico. La ciencia puede a su vez diferenciarse en
ciencia básica y aplicada, siendo esta última la aplicación del conocimiento científico
a las necesidades humanas y al desarrollo tecnológico” 9 , obteniendo ejemplos tan
palpables para el deporte como los apoyos mecánicos que se obtienen para la
ejecución de la carrera en patinaje con unos patines de última generación o la garrocha
con diversas aleaciones en atletismo, entre otras.

En línea con lo afirmado anteriormente y recogiendo la idea de los autores consultados,


para el caso de esta exposición la ciencia en el deporte se asume como una actividad
netamente humana en búsqueda de un conocimiento refinado mediante el uso de
métodos acordados para tal fin y que facilitan la interpretación, predicción y desarrollo
de leyes a partir de las representaciones referentes al acto deportivo como objeto de
estudio, permitiendo el desarrollo de aplicaciones prácticas a modo de resultados
tecnológicos que satisfacen las necesidades patentes en el campo deportivo. En tal
sentido se reconoce a la ciencia en el deporte como el fundamento para el saber
hacer dentro de los procesos de formación deportiva y perfeccionamiento técnico
requeridos por el deportista para alcanzar la forma deportiva y la subsecuente
creatividad en la ejecución del gesto en el marco del acto deportivo, cuyo resultante es
la expresión de lo bello del movimiento humano.

De manera complementaria es necesario hacer alusión a las diversas ciencias y


disciplinas científicas que tienen aplicación en el deporte cuando toman como su objeto
de estudio el acto deportivo con todas sus implicaciones y que se pueden clasificar en
dependencia del punto de vista desde el cual adelantan sus estudios científicos, así:

Desde el punto de vista físico: Biología, biomecánica, kinesiología y


kineantropometría

Desde el punto de vista fisiológico: Anatomía, fisiología y fisiología del ejercicio.

                                                            
9
 Op. Cit. 

 
Desde el punto de vista cultural: Sociología del deporte, antropología del deporte,
psicología del deporte e historia del deporte.

Desde el punto vista educativo: Pedagogía, didáctica y Educación Física

LA CIENCIA COMO ARTE

Acotando con lo afirmado anteriormente sobre la ciencia y estableciendo su conexión


con el arte se aviene muy convenientemente lo afirmado por Bueno (1995) para quien
“… el concepto de ciencia como «saber hacer», un concepto según el cual la ciencia se
mantiene aun muy próxima a lo que entendemos por «arte», en su sentido técnico…
Esta acepción del concepto de ciencia, no por ser la primera desde el punto de vista
histórico, deja de ser una acepción actual” 10 . Adicionalmente, “hay una acepción del
término sabiduría colindante con esta acepción de ciencia…. la sabiduría como
sapientia” 11 que nos permite reconocer las sutiles modificaciones entre un momento del
tiempo y otro así como las muy vagas diferencias que se presentan entre una situación
y otra aunque estas parezcan similares y se presenten como problemas cuya solución
fácilmente podría ser la misma. Para quien se apoye en la ciencia y la técnica como
elementos que constituyen la sabiduría estas diferencias, comúnmente imperceptibles
para el común de las personas, facilitan el ajuste técnico necesario para adelantar
acciones creativas momentáneas, entendidas como destellos de genialidad que se
hacen patentes en el instante en que se soluciona la situación de la manera más
conveniente posible.

Es este el caso del deportista que en el momento justo realiza la adaptación más grácil
para sortear un reto de orden motriz, enmarcado dentro del acto deportivo como
conjunto de situaciones que se presentan complejas para el espectador y que el
ejecutante resuelve de manera genial realizando el pase, adelantando el giro,
ejecutando la finta o en general adelantando la adaptación técnica necesaria para
                                                            
10
 Bueno, Gustavo. ¿Qué es la ciencia? La respuesta de la teoría del cierre categorial. Ciencia y filosofía. Recuperado 
el 1 de junio de 2009, sitio web: http://www.filosofia.org/aut/gbm/1995qc.htm 
11
 Op. Cit.  

10 

 
resolver las situación de la mejor y más bella forma. Esto no es dable al común de los
mortales y solamente puede obtenerse como conjugación de los elementos
previamente mencionados por parte del individuo virtuoso que hace gala del talento,
conocimiento y adaptación de la técnica.

LA TÉCNICA COMO BASE DE LA CREATIVIDAD ARTÍSTICA EN EL DEPORTE

Del griego, τέχνη (téchne) la técnica se ha asumido como arte, ciencia y saber. Esta
última acepción muy cercana a la sabiduría de la que se habló anteriormente. En tal
sentido se entiende como el procedimiento o el conjunto de procedimientos que tienen
como objetivo obtener un resultado previamente determinado en forma específica, ya
sea en el campo de la ciencia, de la tecnología, de las artesanías o en cualquier otra
actividad. Estos procedimientos no excluyen la creatividad del actor como factor
importante de la técnica, puesto que su culmen solamente puede ser logrado mediante
la adaptación a la situación particular dentro de la cual se ejecuta. En tal sentido la
técnica se caracteriza por ser consciente, reflexiva, inventiva y fundamentalmente,
individual, por lo que es el individuo que la aprende quien la hace progresar y la lleva a
límites actualizados propios de su particular estilo.

De lo anterior se desprende que es una manera de lograr eficientemente una tarea de


una manera que no es inmediatamente obvia o directa cuando esta se presenta ante
los ojos de quien debe resolverla.

En el campo del deporte se constituye en un procedimiento para la ejecución eficaz,


eficiente y efectiva de una acción motriz, atendiendo a principios biomecánicos,
fisiológicos y de economía de movimiento enmarcados dentro de una actividad
deportiva específica, cuya adaptación a condiciones individuales del talento se
denomina estilo. Y es precisamente el estilo el que otorga las condiciones creativas y
artísticas a la ejecución deportiva bellamente lograda, puesto que solamente es dable al
individuo que domina y hace evolucionar la técnica mediante el ajuste a condiciones
cambiantes.

EL DEPORTE COMO EXPRESIÓN ARTÍSTICA

11 

 
Son innumerables los conceptos de deporte que podemos encontrar en la literatura,
para algunos se trata simplemente de una actividad física reglada que presenta
elevados beneficios para la salud, para otros es un refinamiento de juego o si se quiere
una degeneración del mismo que en todo caso representa a la sociedad y facilita su
comprensión. Los educadores lo hemos considerado como un vehículo para la
formación de los niños y jóvenes, con todas las implicaciones que ello acarrea. También
están quienes le consideran un espectáculo con elevados beneficios económicos y
políticos.

Comúnmente se ha afirmado que el término deporte proviene del inglés británico


antiguo sport, sin embargo, Hernández Mendo (1999), repasando la investigación
adelantada por Piernavieja (1966) realiza una interesante aclaración según la cual:

“La palabra deporte proviene del latín deportare y no del vocablo inglés
sport. En este sentido el Diccionario Etimológico de la lengua castellana de
Joan Corominas (1980) dice Deporte: placer, entretenimiento; antiguamente
hacia 1440 (y depuerto, s. XIII). Deriva del antiguo deportarse 'divertirse,
descansar', hacia 1260, y éste del latín deportare 'traslado, transportar'
(pasando quizá por distraer la mente); en el sentido moderno de 'actividad
al aire libre con objeto de hacer ejercicio físico" deporte fue resucitado en el
siglo XX para traducir el inglés sport, que a su vez viene del francés antiguo
deport, equivalente al castellano deporte" 12 .

Para Guillet (1971) “es siempre a título de distracción que se descubre de nuevo el
deporte en el siglo XIX, por parte de la juventud de Gran Bretaña primero y por la de
Francia después”, con lo cual se apuntala la idea de que la concepción moderna de
deporte no dista mucho de la que se expone por Piernavieja (1966) en sus estudios. Sin
embargo, el mismo Guillet considera que sería quimérico pensar que el deporte se
puede limitar a la distracción, puesto que “la civilización actual no ha modificado aquella
ley que quiere que las actividades del hombre sean divididas entre trabajo y ocio”,
                                                            
12
 Hernández M, Antonio. Acerca del término deporte. Efdeportes. Año 4. nº 17 Buenos Aires, dic. 1999.
17 may. 2007. <http://www.efdeportes.com/efd17/deporte.htm>. 

12 

 
agregando más adelante que “muchos se han preocupado de poner al servicio de sus
designios la fuerza del deporte; unos buscando solo el progreso del individuo … los
otros, empleándolo para … engrandecer la reputación de un Estado” 13 .

De acuerdo con el español Hernández Moreno (1994), luego de considerar lo afirmado


por autores como Cagigal, Piernavieja, Diem y Parlebas, entre otros, reconoce que “en
la actualidad el término deporte es empleado de forma genérica para designar a un tipo
de actividad física que presenta unas características determinadas”, las cuales han de
tener en cuenta el divertimento liberal, espontáneo y desinteresado, los valores que
éste porta, el olimpismo, la necesaria participación de las reglas, el riesgo y sus formas
organizativas, para formular un concepto, según el cual se trata de “una situación motriz
de competición, reglada, de carácter lúdico e institucionalizada” 14 .

De lo descrito en líneas anteriores podemos deducir que el deporte es una actividad


física iniciada en la voluntad de movimiento y que pretende el desarrollo de esquemas
técnicos de ejecución con miras al rendimiento y competición en un ámbito controlado
por normas y reglamentos aceptados de común acuerdo, que además posee un
significativo componente cultural con notorias pautas rituales dentro de las cuales se
hacen notorias aquellas relacionadas con el trabajo, el juego y el ocio.

Es precisamente el uso de esquemas técnicos, la ludicidad y el origen ocioso que


otorga la posibilidad creativa los que constituyen al deporte en una posibilidad de
expresión artística patente en el acto deportivo, es decir en el momento en que se
suceden las ejecuciones técnicas adaptadas a situaciones cambiantes y en presencia
de espectadores que lo categorizan en tal situación. El deporte se erige como expresión
artística en virtud de los espacios que configuran el momento de adaptación de
esquemas técnicos por parte el deportista a pesar del reto que imponen las reglas y la
competición, generando en el espectador un momento de goce producto de la

                                                            
13
 Guillet, Bernard. 1971. Historia del deporte. Barcelona: Oikos – tau. 
14
 Hernández M., José. 1994. Análisis de las estructuras del juego deportivo. Barcelona: Inde
publicaciones. 

13 

 
apreciación de una ejecución bellamente lograda que espera poder apreciar
nuevamente y que el ejecutante espera disfrutar permanentemente en tanto pueda
expresar su sentir respecto a la situación motriz que resuelve en el momento de la
ejecución.

EL ACTO DEPORTIVO COMO ESPACIO DE CREACIÓN ARTÍSTICA

La situación motriz generada por la práctica deportiva en el momento de la máxima


ejecución constituye la base para la configuración del acto deportivo. Dentro del este
se integran de manera objetiva un momento histórico, unos participantes directos que
fungen como actores, una situación problémica a resolver y un conjunto de
espectadores que asisten a apreciar la ejecución en funciones de meros observadores,
expertos y críticos.

Adicionalmente confluyen en el acto deportivo un importante número de entidades


subjetivas que van a permitir dar espacio a la creación artística, dentro de los cuales es
necesario destacar en primera instancia el interés del ejecutante evidente mediante su
gusto y conocimiento de las técnicas que darán origen a su invención. En este espacio
de intersubjetividades también concurren las expectativas de los observadores en
relación con el resultado esperado para la situación motriz de que se trate, los
conocimientos y deseos de éxtasis deportivo de los espectadores y el ojo crítico del
experto que es capaz de catalogar el tipo y nivel creativo de la ejecución.

La integración en un momento de éxtasis por parte de cada una de estas entidades


subjetivas constituye el culmen de la creación artística por parte del deportista,
ejecutante de una obra única e irrepetible que solamente podrá ser captada por medios
ajenos a la creación misma como los son el video, la fotografía, el dibujo e incluso la
pintura. De esta manera el acto deportivo genera el espacio para la producción de arte
en el campo del deporte.

EL DEPORTISTA COMO ARTISTA

En la práctica deportiva y más concretamente en el desarrollo del deporte como


espectáculo resulta muy frecuente apreciar ejecuciones con evidentes rasgos
14 

 
artísticos, como ocurre, por ejemplo, con un esquema gimnástico, una presentación de
baile sincronizado o el mismo patinaje artístico que mezcla tanto técnica deportiva como
creación y expresión artística. No es extraño extasiarnos con la ejecución de una
canasta muy bien lograda en baloncesto, una pared sincronizada en fútbol que culmina
en el gol o la armónica ejecución de un salto en largo o en alto, solo para mencionar
algunas de las actividades deportivas cuya representación constituye un momento de
éxtasis similar al que se puede sentir al apreciar una obra de arte, claro está, para quien
tiene la sensibilidad abierta a este tipo de situaciones.

El deportista se forma técnicamente y solo alcanza la maestría mediante la práctica


constante de esquemas tradicionales dentro del ámbito deportivo. El mejoramiento de la
técnica se apoya en la ciencia y el deseo de ser mejor sustentado en la creatividad.
Sin embargo para autores como Carse (1989) “los artistas no pueden ser entrenados…
no se llega a ser un artista dominando ciertas técnicas o habilidades, aunque sea
posible utilizar cualquier técnica o habilidad en la actividad artística” 15 , por lo que no
cualquiera que se prepare ampliamente y compita con éxito en un deporte podría ser
considerado artista dentro del mismo; este espacio está reservado para aquellas
personas que denominamos talentos con capacidad para crear a partir del conocimiento
de ciertas técnicas. En todo caso un artista que no conozca las técnicas muy
seguramente no llegará a producir una obra notable aunque posea un gran talento.

Adicionalmente cabe anotar que es la experiencia la que conduce al control y al


razonamiento sobre los resultados, estrechamente relacionados con la objetividad,
certeza, precisión, regularidad y predictibilidad de las acciones motrices, lo cual hace a
un ejecutante destacado, pero es el estilo el que garantiza la ejecución artística y este
se alcanza solamente con la conjugación entre talento y aprendizaje óptimo de la
técnica.

DEPORTE COMO CIENCIA Y ARTE

                                                            
15
 Carse, James P. 1989. Juegos finitos y juegos infinitos. España. Editorial Sirio. 

15 

 
Como se ha establecido en líneas anteriores, la imagen del deporte y deportista
conjuntamente con su ejecución deben ser estéticos para invocar el placer estético en
el espectador y de esta manera poderse considerar artístico, situación que no se
obtiene solamente con la existencia del talento por parte del ejecutante, sino que
además ha de estar acompañado de un proceso aprendizaje y desarrollo técnico. La
base para la el alcance de este resultado es la configuración la forma física, a la que se
accede mediante un proceso de preparación, que en el campo específico de los
deportes se denomina formación deportiva en sus primeros momentos de vida y dentro
de los diversos ciclos de entrenamiento se denomina preparación física.

En la posterior ejecución que exhibe el deportista se conjugan la forma, la técnica y la


ciencia para alcanzar la eficiencia, eficacia y efectividad como evidencias del
rendimiento deportivo y más allá de este la evolución creativa en obra artística de
origen motriz enmarcada dentro del acto deportivo.

La creación artística necesaria para dar origen a lo estético de la ejecución dentro del
deporte requiere del desarrollo de un estilo por parte del deportista, ya que este
constituye su interpretación personal del deporte, rasgo fundamental de tal situación,
la cual se hace evidente en las evoluciones de la técnica deportiva como resultado de la
adaptación a las necesidades el momento en contexto.

Consecuentemente el deportista se hace artista cuando crea y sus creaciones nacen


del autoconocimiento en relación simbiótica con el aprendizaje e interpretación de la
situación y acaso del mundo concretado en un instante, el instante de la creación que
da origen a los más profundos sentimientos estéticos en el espectador, sin el cual es
posible la creación, pero no su reconocimiento. Lamentablemente esto es lo que ha
permitido convertir al deporte en espectáculo asociado a la mercadotécnica que
degrada el trasfondo lúdico de la actividad deportiva.

La forma, técnica y estilo del deportista se remiten a una realidad y contexto histórico
que son trascendidos por sus creaciones en el momento de la ejecución, dejando en
quien lo observa el deseo de repetir lo vivido y hacerlo suyo así sea solamente como
imagen que eventualmente puede ser representada a través de medios mecánicos y
16 

 
digitales, constituyendo al deportista en ídolo de multitudes críticas y afectas a la
actividad deportiva en cuestión.

Como conclusión se asume al deporte como una actividad netamente humana que
incorpora el conocimiento científico para el desarrollo de una situación cuyas
ejecuciones devienen en creaciones artísticas que aspiran a la trascendencia del
ejecutante, merced a un proceso que parte de la formación, donde se integran la forma
física y el acto deportivo como objeto de conocimiento, para a través de un método
diseñado a tal fin obtener la estructuración holística del individuo, de manera que
asimile la técnica como un sistema de principios y leyes que una vez dominadas le
permitirán interpretar la realidad contextual apoyado en un cuerpo teórico, incorporado
de acuerdo con su particular estilo de desempeño y dando como resultado la creación
artística con dotes evidentemente estéticas a vista del espectador.

Gráfica 1. El deporte como ciencia y arte.

BIBLIOGRAFÍA

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