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Un 5 de octubre de 2010 llegaba a las tiendas Castlevania Lords of Shadow, la

nueva entrega de una de las sagas más icónicas de Konami, con permiso
de Metal Gear y Silent Hill. Los focos estaban fijados en una marca que no
pasaba sus mejores momentos después de haber sentado cátedra
con Castlevania Symphony of the Night, pero un estudio español supo rescatar la
esencia de las aventuras vampíricas de los Belmont y compañía.

Los madrileños de Mercury Steam estuvieron al frente del


proyecto. Konami confió en un estudio de Occidente para llevar las riendas de
una de sus marcas más poderosas. Muchos dudaban en aquel momento que un
equipo tan lejano de Japón pudiera ofrecer una propuesta a la altura. Pero los
resultados hablaron por sí solos y en su momento se convirtió en el juego más
vendido de la saga.

La aventura tomaba inspiración en los juegos de acción que eran un éxito por
entonces, como la saga God of War. Combinaba puzles con una acción trepidante
en la que acabar con los enemigos a base de espectaculares combos. Por
supuesto, la trama argumental, una de las mayores virtudes de la saga
Castlevania, acompañaba en una historia que era capaz de mantener la atención
de los jugadores desde el momento inicial.

A modo de curiosidad y aunque su participación fue más bien escasa, Hideo


Kojima formó parte del desarrollo como asesor para Mercury Steam, a quienes
ayudó en algunas dudas sobre el proceso, aportando su punto de vista
como representante de Konami y padre de la saga Metal Gear. En el juego se
incluía además un pequeño guiño en forma de conducto de ventilación con su
BSO.

Después llegaron dos entregas más: Mirror of Fate que inicialmente llegó como


spin-off para Nintendo 3DS y Lords of Shadow 2, que no tuvo el nivel de
aceptación el juego original. En cualquier caso, Castlevania Lords of Shadow ha
dejado huella: en nuestro análisis lo puntuamos con un 8,8.

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