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Varios rasgos importantes identifican una iglesia bíblica del Nuevo Testamento.
Adoración. Hay varias palabras griegas del Nuevo Testamento que describen a la
adoración. Nosotros citaremos tres:
Proskuneo, (προσκυνέω) que quiere decir “inclinarse” o “postrar”; se usa muchas
veces en los evangelios, pero en las epístolas sólo en 1 Corintios 14:24-25, en relación
a un incrédulo. El acto físico de postrarse debe reflejar la actitud interna del corazón¬
— sumisión a Dios.
Sebomai, (σέβομαι) quiere decir “reverenciar” o “temor de Dios" (1 Tim. 2:10; 5:4; 2
Pedro. 1:3; 3:11).
La verdadera adoración debe ser de una naturaleza espiritual, y debe estar de acuerdo
con la verdad como Dios la ha revelado (Juan 4:24). Implica la firme decisión del
creyente de presentar su ser a Dios (Rom. 12:1-2).
Considerando que los creyentes del Antiguo Testamento se reunían en el Sabát para la
adoración, el libro de Hechos marca la transición en donde los Cristianos empezaron a
rendir culto el domingo, el primer día de la semana, en conmemoración de la
resurrección de Cristo (Juan 20:1, 19, 26). Ellos observaban la ordenanza de la Cena del
Señor en el primer día de la semana (Hechos 20:7) y recogían las ofrendas en el primer
día de la semana (1 Cor. 16:2). Cantar también era parte del culto incorporado en la
iglesia primitiva (1 Cor. 14:26; Efes. 5:19; Col. 3:16).
La iglesia primitiva puso gran énfasis en la comunión de oración (Hechos 4:24-31; 12:5,
12; Fil. 1:3-4). La comunión también puede incluir cosas materiales, como ayudar a
predicar el Evangelio (Rom. 15:26; 2 Cor. 9:13; Fil. 1:5) o compartir la comunión de su
sufrimiento identificándonos con Cristo (Fil. 3:10).
La comunión también enfatiza que los creyentes se pertenecen unos a otros. Pablo
explica esto usando la frase “unos con otros”. Ya que tienen comunión en Cristo, Pablo les
enseña que los creyentes deben
Aceptarse unos a otros (Rom. 15:7),
Amarse unos a otros (Ef. 4:2, 15, 16; 5:2),
Abstenerse de juzgar a los demás (Rom. 14:3, 13),
Edificarse unos a otros (Rom. 14:19),
Estar unidos (Rom. 15:5),
Amonestarse unos a otros (Rom. 15:14).
Esta relación con los demás es importante para mantener la unidad de la fe por la que
Cristo oró (Juan 17) y que Pablo pidió (Fil. 2:1-4).
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de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. 2
Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.
5. Organización. Una vez que se formaba una iglesia, se designaban ancianos y diáconos
para administrar el ministerio de la Iglesia (Hechos 14:23; Tito 1:5).
6. Ordenanzas. La iglesia practicó las ordenanzas del Bautismo y de la Cena del Señor
(Hechos 2:41; 1 Cor. 11:23-24). (Vea “Ordenanzas de la Iglesia” para una discusión
detallada).
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