Con palabras humildes y sentimentales, Elena logro mostrar todo lo
que sucede dentro del aula y la gran labor de la docente hecha con amor… Es muy difícil elegir una frase, ya que todas te atraviesan y llegan al corazón. “Un docente es alguien capaz de reflejar su luz a sus alumnos” El maestro que inspira debe hacer lo posible para que el alumno desarrolle competencias, participe en su propio aprendizaje, genere confianza y se auto-descubra. Así, se estaría dando crédito cuando se dicen que la inspiración surge desde lo interno y llega al alma. El docente que siembra optimismo y entusiasmo en el aula, emociona, recoge los mejores frutos representados en alumnos motivados, participativos e implicados en el proceso enseñanza aprendizaje. Cada docente refleja su luz en cada clase, pero mantenerla viva esa es una de las mayores dificultades de la docencia. En este pensamiento me vi reflejada, con mi alumna Giuliana, a pesar de no saber del autismo, todos los días tengo que buscar herramientas para que esa luz se refleje y no se apague. Un día estábamos en zoom con la maestra y ella estaba sola trabajando y copio mi forma de TRABAJAR. Además, hicimos un vínculo muy fuerte y ambas logramos un aprendizaje significativo.
Este es solo un ejemplo de toda la luz que puede proveer el ejercicio de reflexionar sobre lo que hacemos y cómo lo hacemos.