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Intruducción
Aspectos psicológicos
Se ha intentado establecer un tipo de personalidad característica de la FM, así como
establecer el grado de afectación del paciente por variables internas (emociones,
percepción de acontecimientos externos y mecanismos de afrontamiento y
adaptación).
En muchos de los estudios realizados se han encontrado evidencias de alteraciones
psicológicas en dichos pacientes. En este sentido, se observó que el perfil psicológico
de estos pacientes se ha descrito con rasgos exigentes, cuidadosos, ordenados,
honestos, responsables, morales y meticulosos. Presentan además un índice neurótico
significativo y autoimagen débil, junto con una mayor vulnerabilidad psicológica (pe-
simismo, desesperanza, dependencia y pasividad, negación de problemas y atribución
de la disfunción psicosocial a los problemas físicos). Se encontró también en diferentes
estudios, un elevado catastrofismo (o creencias pesimistas) en estos pacientes, y que
estas creencias jugarían un papel importante en el dolor y la depresión (siendo este
papel mayor en la FM que en la artritis reumatoide). Se estima también la frecuente
presencia de sentimientos de inutilidad, fracaso, aversión y ideación de muerte (esta
última en el 13%). La importancia de esta idea, radica en sus implicaciones
terapéuticas, con la intervención de la psicoterapia en el procesamiento de las
emociones.
Como vía de expresión emocional, otros estudios muestran que cuanto mayor es la
sintomatología emocional (depresión, ansiedad, impulsividad, etc.) menor es la
tendencia a negar sus problemas emocionales y el dolor tiende a ceder.
Aspectos psiquiátricos
Algunos estudios indican que estos pacientes presentan problemas psicosociales y
trastornos psiquiátricos, que incluyen depresión, ansiedad, somatizaciones, fobias y
trastornos de pánico. De hecho, para algunos autores, las quejas múltiples que
presentan serían atribuibles a una alteración por somatización. La ansiedad puede
presentarse como modelo de sobrerrespuesta disfórica, la cual incrementaría la
tensión muscular. Así mismo, existe una gran evidencia de que la depresión se asocia
con la FM, al punto de que para algunos autores la FM podría estar incluida en las
enfermedades del espectro afectivo, de modo que por ejemplo, entienden la FM como
manifestación de depresión
A pesar de que los resultados obtenidos en los distintos estudios no son homogéneos,
queda clara la implicación de los trastornos psiquiátricos y psicológicos en el inicio y/o
evolución de la FM. Sin embargo, falta determinar con mayor precisión el papel
específico de los aspectos psicopatológicos en la etiopatogenia y curso de la
fibromialgia.
ASPECTOS TERAPÉUTICOS
El tratamiento integral de la FM supone un verdadero reto para el médico de atención
primaria, debido a la eficacia limitada de los fármacos y la complejidad de estos
pacientes. Actualmente, el tratamiento incluye medidas farmacológicas y no
farmacológicas, como técnicas de relajación, ejercicios aeróbicos, terapia cognitivo-
conductual y otras que se citarán posteriormente.
Tratamiento multimodal
Esta modalidad terapéutica consiste en combinar fármacos (sobre todo la combinación
fluoxetina-amitriptilina), con tratamientos complementarios: terapia conductual,
técnicas para reducir el estrés, ejercicios aeróbicos y sesiones de apoyo para
familiares.
Se han realizado diversos estudios para valorar el impacto de dicho tratamiento, apre-
ciándose un beneficio significativo, pero con gran variabilidad de respuesta y con la
dificultad del elevado costo economico que supone.Sin embargo, hoy en día, puede
que los abordajes terapéuticos integrales y multimodales constituyan la opción más
válida en el manejo de la fibromialgia.
Rasgos de Personalidad
Estos pacientes pueden ser descritos como altamente ansiosos, indecisos, sensibles a
las críticas y faltos de autoconfianza; así como poco sociables y amantes de la soledad,
a la vez que refieren poca energía para trabajar disgustándoles las tareas desafiantes y
difíciles. Se describen también como poco sociables pero igualmente activos. Dicha
información puede ser útil a nivel clínico ya que no es lo esperable de una enfermedad
que cursa con fatiga persistente y dolor crónico generalizado. Se indica también la
presencia de una descripción desfavorable acerca de sí mismo y una auto adjudicación
excesiva de psicopatología, lo que aportaría en la idea de que estos pacientes se
caracterizarían por un estado de hipersensibilidad lo que daría lugar a un estilo de
respuesta caracterizado por un excesivo reporte de sintomatología en las medidas
autoinformadas. Este hecho daría lugar a pensar que los pacientes con FM tienden a
magnificar la sintomatología reportando mayores niveles de disconfort o bien a
responder de manera sesgada. Algunos autores (Gatchel, Peng, Peters, Fuch y Turk,
2007) refieren que este sesgo en la respuesta podría estar encaminado a la obtención
de beneficios secundarios a la enfermedad tales como el mantenimiento del "rol de
enfermo" o bien podría interpretarse como una "demanda de ayuda" por parte del
paciente. Son pacientes más ansiosos y más preocupados por su salud.
FIBROMIALGIA: EMOCIONES NO EXPRESADAS
¿Qué es la Fibromialgia?
Lo primero que debe hacer la persona es cambiar de estilo de vida, es básico bajar los
niveles de estrés a los que ha estado sometido todo este tiempo y dejar aparcada la
auto exigencia. Después debe aprender a establecer límites a su malestar emocional, o
lo que es lo mismo, decir no sin sentirse culpable. Debe aprender a perdonar a las
personas que considera le han agredido y sobre todo perdonarse a si mismo por
exigirse tanto. Hay que tener algo muy claro, la felicidad no es algo que se encuentra
por la calle, ésta está en el interior de cada uno de nosotros, y es algo que olvidamos
con frecuencia.
Lo primordial es que se deje de ver como víctima y asuma la responsabilidad de sus
acciones, pensamientos y emociones. El ser consciente de que soy responsable de lo
que me pasa es el primer paso para la curación, porque si yo me lo he creado yo me lo
puedo quitar si le pongo la actitud y perseverancia correctas.
Hay que trabajar la empatía como forma de mejorar las relaciones personales. Uno
tiene que tener la capacidad de ponerse en la piel del otro y asumir que éste no tiene
por qué pensar ni ver las cosas como lo hacemos nosotros. En el momento que se
desarrolla esta capacidad las tensiones se ven muy reducidas. De la misma manera que
trabajando la asertividad, es decir comunicarse diciendo siempre lo que uno piensa y
siente, sin entrar a herir a nuestro interlocutor, se llega a dialogar de forma que lo que
en un principio pudo haber sido una defensa ante un supuesto ataque, se convierta en
un diálogo sin presencia de tensiones emocionales que deriven en malestares físicos o
psicológicos.
Tratamiento
A la fibromialgia (FM), por sus características propias, se le asigna un tipo de
tratamiento que no es curativo sino que pretende ser preventivo de unos síntomas y
paliativo de otros. Dado que se trata de un trastorno con tan variada sintomatología y
con una considerable comorbilidad con otros trastornos psiquiátricos y físicos han sido
probados tratamientos de muy diversa naturaleza. Entre ellos, los tratamientos más
empleados en la actualidad son el tratamiento farmacológico, el ejercicio físico y la
terapia psicológica (en particular, desde el enfoque cognitivo-conductual). Existe
suficiente evidencia de que el mero tratamiento farmacológico no obtiene los
resultados esperados, por lo que cada vez con más frecuencia se ofertan formas
alternativas de tratamiento, solas o en combinación, desde un enfoque bio-psico-social
de la enfermedad.
Las aportaciones de la Psicología desde los diferentes niveles de actuación
Por otro lado, existen autores que consideran el dolor crónico no lesional como
expresión de una depresión subyacente (Blumer y Heilbronn, 1982). La alta prevalencia
de depresión en la FM ha llevado a algunos autores a hipotetizar que el trastorno
afectivo es el mecanismo primario que subyace a la FM. Sin embargo, la depresión no
es específica a la FM, ni todos los pacientes con esta enfermedad refieren elevados
niveles de depresión.
También se relaciona la FM con la ansiedad. La ansiedad crónica produce tensión
muscular y aumento de la receptividad o disminución de la tolerancia al dolor, así
como mantenimiento del "sentimiento doloroso", una vez cesado el estímulo
nociceptivo. Por otra parte, el dolor puede generar una respuesta de ansiedad
patológica y, de hecho, la ansiedad es el factor psicológico que antes y mejor se
identifica como respuesta a la experiencia dolorosa (Alda et al., 2003).
Dentro de este contexto, tal vez una de las cuestiones cruciales sea el papel del estrés
en la FM. La perspectiva de la diátesis-estrés sobre la salud y enfermedad (Banks y
Kerns, 1996) puede acercarnos a la comprensión de estas cuestiones. Okifuji y Turk
(1999) desarrollaron un modelo basado en esta perspectiva para explicar la
fibromialgia. Estos autores consideran dicha patología como un trastorno de
procesamiento de la información debido a una mala regulación del sistema de
respuesta al estrés.
Por otro lado, determinado tipo de variables de personalidad, como por ejemplo el
locus de control, las expectativas de autoeficacia o la afectividad, han sido
ampliamente estudiadas en el ámbito de la salud. Así, diferentes estudios ponen de
manifiesto el papel positivo de la autoeficacia en el manejo del dolor y en el control de
los síntomas asociados a la FM (Menzies, Taylor y Bourguignon, 2006; Culos-Reed y
Brawley, 2003). La externalidad del locus de salud está a su vez relacionada con mayor
intensidad de dolor, peor afrontamiento y mayores niveles de estrés en la fibromialgia
y en otros tipos de dolor crónico (Martín-Aragón et al., 2001).
Otras variables de personalidad que parecen influir en la FM son el apoyo social, el
afrontamiento y la competencia percibida teniendo una estrecha relación con la salud
(Rudnicki, 2001; Martín-Aragón et al., 2001).
En otro estudio longitudinal, White y Nielson (1995), observaron que la muestra que
había recibido TCC en el tratamiento de la FM mantuvo las ganancias obtenidas en la
capacidad de control del dolor treinta meses después.
Ansiedad y Depresión
La ansiedad puede contribuir al mantenimiento y exacerbación del dolor, manteniendo
constante la intensidad de dolor calificándolo como más insoportable. También se han
estudiado los círculos viciosos ansiedad-dolor, dónde la ansiedad incrementa la
percepción dolorosa, al tiempo que la percepción contribuye al incremento de la
ansiedad, facilitando el círculo. En relación a la asociación entre depresión y dolor se
encuentra mucha literatura. El dolor y la depresión comparten muchas características
comunes y existe evidencia de una mayor tasa de cuadros depresivos en pacientes con
dolor crónico (Banks y Kerns, 1996).
Quejas y funciones cognitivas. Diversos estudios han comprobado la afectación de
diversos aspectos del procesamiento de la información, como son la memoria y la
atención en los pacientes con FM y dolor crónico (Castel et al., 2008), debido, entre
otras causas, a que el paciente focaliza toda su atención en su proceso doloroso,
provocando así una notable disminución atencional hacia el resto de sus procesos
cognitivos. Diversos autores (Suhr, 2003; Pincus et al., 1998) señalan la relación entre
el estrés y las disfunciones cognitivas y la percepción de las mismas (Muñoz y Esteve,
2005; Suhr, 2003). Es decir, la percepción hallada en déficits cognitivos se encontraría
más relacionada con el distrés emocional, y en especial con la depresión y el
catastrofismo (Muñoz y Esteve, 2005), que con la objetividad del deterioro.
Recientemente, Walitt et al. (2008), en una revisión sobre el tema, comparando el
rendimiento cognitivo de los pacientes con FM con otras patologías de dolor crónico,
señalan que diferentes estudios no encuentran diferencias significativas en los
rendimientos de ambos grupos de pacientes ni en atención ni en memoria, existiendo
únicamente diferencias en las quejas sobre olvidos cotidianos con respecto a sus
problemas de memoria.
Educación familiar
Las personas con FM necesitan un apoyo adicional en el entorno familiar. Este apoyo
pasa necesariamente por una educación familiar adecuada. En numerosas ocasiones,
se sienten incomprendidas ante un diagnóstico que "no encuentra una causa",
sintiéndose culpables por "sentirse enfermas" sin razón aparente. La sintomatología
afecta de manera considerable a su actividad diaria, provocando una importante
limitación funcional. Se hace necesario un compromiso, un entendimiento y una
colaboración familiar, y eso no es posible sin una fase de información y educación
previa.
Adhesión terapéutica
Este es un aspecto esencial (al que apenas se le presta atención) en el caso de la FM.
En la mayoría de las ocasiones estas pacientes llevan un tratamiento multifacético (no
necesariamente multidisciplinar) que combina diversos tratamientos farmacológicos
(en ocasiones prescritos por diferentes especialistas: p.e., psiquiatría, reumatología),
ejercicio físico y dieta, entre otros. En ocasiones además, a través de entidades
privadas o de las propias asociaciones de ayuda mutua, estas pacientes llevan a cabo
de manera complementaria terapias alternativas y/o terapias psicológicas. Es de sobra
conocido el papel de la Psicología en la promoción de la adhesión terapéutica, y en
estos pacientes que "han probado prácticamente de todo" parece que las variables
cognitivas y afectivas desempeñan un papel fundamental en dicha adhesión.