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Casación 2150-98-Lima

LIMA
Lima, veinte de enero de mil novecientos noventinueve.

LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA


REPÚBLICA,
vista la Causa número dos mil ciento cincuenta-noventiocho, en la Audiencia Pública
de la fecha y producida la votación con arreglo a Ley, emite la siguiente sentencia:

MATERIA DEL RECURSO:


Se trata del Recurso de Casación interpuesto por el Banco Continental contra la
resolución de vista de fojas ciento ochentitrés, pronunciada por la Sala Civil
Corporativa Subespecializada en Procesos Sumarísimos y No Contenciosos de la
Corte Superior de Justicia de Lima, su fecha dieciséis de julio de mil novecientos
noventiocho, que confirmando la sentencia apelada de fojas ciento cuarentiocho, de
fecha ocho de mayo del mismo año, declara infundada su demanda revocatoria
seguida contra Luis Alberto Salazar Tafur y Rosario Maritza de Sousa Ferreyra Ugarte.

FUNDAMENTOS DEL RECURSO:


Por resolución de esta Sala Suprema de fecha veinticinco de setiembre de mil
novecientos noventiocho se ha declarado procedente el recurso por la causal de
interpretación errónea del Artículo ciento noventicinco del Código Civil, con el
fundamento de que con la acción pauliana se persigue la inoponibilidad ante el
acreedor de los efectos de cierto acto jurídico que pueda perjudicar su derecho, y que
la constitución del patrimonio familiar perjudica su derecho a embargar los derechos
expectaticios de uno de los cónyuges en el bien sobre el que se ha constituido el
referido patrimonio familiar y no la ejecución de una medida cautelar como
erróneamente interpretan las sedes de instancia.

CONSIDERANDO:
Primero.- Que, la acción pauliana, de vieja raigambre romana, que obtuvo su nombre
del Pretor que la introdujo en su Edicto (Digesto, Libro Cuarentidós, Título Octavo),
prevista en el Artículo ciento noventicinco del Código Civil, es la que tiene el acreedor
que ve disminuido el patrimonio de su deudor en forma tal que perjudique el cobro de
su crédito, para que se declare la ineficacia, respecto de él, de los actos de disposición
de su deudor. Para Josserand presenta los siguientes caracteres: a) es estrictamente
individual; b) sanciona un abuso de derecho: el "fraudator" abusó del derecho de
conservar libremente su patrimonio; c) es personal, ya que no se concibe que un
derecho de crédito sea sancionado por una acción real; d) no es una acción
indemnizatoria, e) en realidad la acción pauliana, mal llamada revocatoria, es una
acción de nulidad, (Derecho Civil, Bosch. Buenos Aires mil novecientos cincuenta,
Tomo Segundo, Volumen Uno, página quinientos sesentiuno). Para Giorgi, está
dirigida a restablecer el patrimonio del deudor en la situación que se encontraba antes
de los actos fraudulentos, con el único fin de que el acreedor pueda conseguir lo que
hubiera obtenido si el acto fraudulento no hubiera sido consumado (Teoría de las
Obligaciones, Tomo Segundo, Madrid). Según Colin y Capitant está destinada a
revocar los actos del deudor que causan perjuicio a los acreedores cuando presentan
carácter fraudulento. (Curso Elemental de Derecho Civil, Tomo Tercero, Editorial Reus
mil novecientos veinticuatro, página ochentidós).

Segundo.- Que, el acreedor tiene un derecho general de garantía sobre los bienes de
su deudor, y por eso la Ley le concede determinadas facultades de preservación de
éste, como señala el Artículo mil doscientos diecinueve del Código Civil, a las que se
agrega la acción pauliana, que no es un privilegio, sino que constituye uno de sus
derechos, cuyo objeto es impedir que el fraude de su deudor lo perjudique; es un
remedio ante un acto doloso. (ver sobre el tema La Lucha Contra el Fraude Civil de
Cirilo Martín Retortillo, Bosch, Barcelona, mil novecientos cuarentitrés).

Tercero.- Que,el Artículo ciento noventicinco del Código Civil adopta los dos requisitos
tradicionales para el ejercicio de la acción revocatoria: el "eventus damni"y el
"consilium fraudis"; el primero es objetivo y consiste en la intención por parte del
deudor de causar perjuicio a su acreedor y el segundo es el conocimiento que tiene el
tercero que contrata con el defraudador en cuanto al perjuicio que se irroga al
acreedor.

Cuarto.- Que, estando a la redacción del Artículo ciento noventicinco, bajo comento,
establecida por la primera disposición modificatoria del Decreto Legislativo número
setecientos sesentiocho, ya no es necesario que el acreedor pruebe el perjuicio, sino
que éste se presume al disminuir el patrimonio conocido del deudor, de tal manera que
se invierte la carga de la prueba y el acreedor no necesita probar la insolvencia del
deudor, y como dice Lohmann, el empeoramiento se produce al haber quedado
reducida la garantía patrimonial conocida que respaldaba la responsabilidad. (El
Negocio Jurídico, Grijley, Segunda Edición, mil novecientos noventicuatro, página
cuatrocientos veintitrés y cuatrocientos veinticinco).

Quinto.- Que, el otro requisito se cumple cuando el tercero ha tenido conocimiento del
perjuicio al acreedor o que según las circunstancias haya estado en razonable
situación de conocerlo o de no ignorarlo; deberes de conocimiento que señala
Lohmann "viene a explicarse como carga de previsión, y no se exige que el deudor
tenga en mente la determinación resuelta y de mala fe, mediante la ocultación de su
patrimonio, escondiéndolo y poniéndolo fuera del alcance del acreedor; no se requiere
que se hagaex profesopara perjudicar, inclusive puede haber procedido de buena fe,
no obstante lo cual el acto es impugnable, si fuera gratuito, o de ser oneroso, si el
adquirente actúa de mala fe" (Obra citada, página cuatrocientos veintinueve).

Sexto.- Que, la acción pauliana no importa la de nulidad, sino la ineficacia del acto,
esto es que el acto fraudulento no será oponible al acreedor accionante, y sólo a él, de
tal modo que sus efectos no se hacen extensivos a otros acreedores. Esto a diferencia
de lo establecido en el Código Civil de mil novecientos treintiséis que le daba el
carácter de revocatoria y de anulabilidad y cuyos efectos aprovechaban todos los
acreedores, como resulta de sus Artículos mil noventiocho, mil noventinueve, mil
ciento uno y mil ciento veinticinco inciso segundo. Los hermanos Mazeaud consideran
que la acción pauliana sólo favorece al acreedor que la ejercita, y que el acto
impugnado sigue siendo oponible a cualquier otra persona (Lecciones de Derecho
Civil, Buenos Aires mil novecientos cincuentinueve, Parte Segunda, Volumen Tres,
página doscientos setentidós).

Séptimo.- Que,en el caso de autos, el deudor ha constituido con su cónyuge, en favor


de ambos, patrimonio familiar sobre un inmueble integrado por la acumulación de tres
lotes de terreno urbano, que se describe en la ficha de inscripción correspondiente del
Registro de la Propiedad Inmueble, como se ha establecido en las sentencias de
mérito (motivo segundo respectivamente), de tal manera que es inembargable, como
establece el Artículo cuatrocientos ochentiocho del Código Civil.

Octavo.- Que, como obliga el Artículo cuatrocientos ochentinueve "in fine" del acotado,
el patrimonio familiar no puede exceder de lo necesario para la morada, en este caso,
de los beneficiarios.

Noveno.- Que, la demanda para que se declare la ineficacia frente al Banco


demandante de la constitución de patrimonio familiar hecha por los demandados, ha
sido desestimada por la consideración de la apelada, que la de vista hace suya, que la
deuda es personal del codemandado Luis Alberto Salazar Tafur, y que el inmueble no
es un bien propio sino de la sociedad conyugal constituida con doña Rosario Maritza
de Sousa Ferreyra Ugarte, por lo que el cobro del crédito que tiene el Banco
demandante en relación al demandado y respecto al predio sublitis se encuentra
supeditado a la liquidación de la sociedad conyugal formada por los demandados, por
alguna de las causales de fenecimiento previstas en el Artículo trescientos dieciocho
del Código Civil(1).

Décimo.- Que, hay error en ese razonamiento, por las siguientes consideraciones: a)
la sociedad conyugal puede subsistir aun cuando se liquide la sociedad de
gananciales y ésta, además de las causales señaladas en el Artículo trescientos
dieciocho citado, puede liquidarse por declaración de insolvencia de uno de los
cónyuges, como establece el Artículo trescientos treinta del mismo Cuerpo de Leyes,
concordante con los Artículos ciento quince y ciento veintisiete del Decreto Legislativo
número ochocientos cuarenticinco; b) de tal manera que nada impide embargar los
derechos expectaticios de un cónyuge en la sociedad de gananciales, a la espera de
su liquidación, que puede ser por la declaración de insolvencia; y c) la acción pauliana
no es de cobro, sino que para poder ejercitar las acciones sobre aquellos bienes que
por un acto fraudulento se han puesto fuera del alcance el acreedor, es necesaria una
declaración previa de ineficacia del acto.

Décimo Primero.- Es evidente que el matrimonio produce una modificación en la


capacidad de obrar de los cónyuges y una alteración de la legitimación de ambos para
realizar actos patrimoniales, siendo que la sociedad de gananciales constituye el
régimen general, de acuerdo al cual se constituye un estado patrimonial, con bienes,
derechos, obligaciones, cargas y régimen específico, sin atribución de cuotas, en lo
que el Artículo sesentiocho del Código Procesal Civil(2) denomina patrimonio
autónomo, que permanece hasta su disolución.

Décimo Segundo.- Que,el hecho de que la sociedad conyugal y más propiamente la


sociedad de gananciales constituye un patrimonio autónomo, no puede entenderse
como que se encuentra fuera del comercio de los hombres, o que se ha formado una
persona jurídica distinta y que los acreedores de los cónyuges por obligaciones
personales no puedan solicitar medidas para cautelar su acreencia sobre los derechos
que su deudor tendrá al liquidarse la sociedad de gananciales.

Décimo Tercero.- Que, elpatrimonio familiar reconocido en nuestro Código Civil, tiene
como finalidad excluir del comercio de los hombres un bien determinado, el tal manera
que no puede ser enajenado ni gravado, siguiendo sus antecedentes históricos del
"homestead" sajón y del hogar de familia en el Código de mil novecientos treintiséis, y
se sustenta, entre otras doctrinas, en la del Rerum Novarumde León XIII que reconoce
especial importancia a la propiedad familiar de la vivienda y de la tierra", "la finca en
que habita toda una familia y de cuyos frutos saca íntegramente, o al menos en parte,
lo necesario para vivir". (Ver Familia y Propiedad, de José Castán Tobeñas, Madrid mil
novecientos cincuentiséis).

Décimo Cuarto.- Que, es requisito de la constitución del patrimonio familiar, como


señala el Artículo cuatrocientos noventicinco del Código Civil, no tener deudas cuyo
pago sea perjudicado, lo que a criterio de Cornejo Chávez significa que el instituto no
puede servir para amparar una actitud dolosa de quien, so pretexto de asegurar el
sustento de su familia, lo que en realidad persigue fuese la burla de los derechos de
sus acreedores, por lo que algunas legislaciones han establecido que por la
constitución del hogar de familia sólo queda liberado del riesgo de embargo y remate
por deudas posteriores a su constitución (Derecho Familiar Peruano, Tomo Tercero,
Lima, mil novecientos setenta).

Décimo Quinto.- La constitución del patrimonio familiar es un acto de renuncia de


derechos que perjudica el cobro del crédito, por lo que se encuentra en el supuesto
legal de la norma y su constitución perjudica el derecho a embargar los derechos
expectaticios de uno de los cónyuges sobre el bien, por lo que debe ampararse la
acción interpuesta; por estas consideraciones, declararon FUNDADO el Recurso de
Casación interpuesto,NULA la sentencia de vista de fojas ciento ochentitrés y
conforme a lo dispuesto en el inciso primero del Artículo trescientos noventiséis del
Código Procesal Civil, actuando en sede de instancia, REVOCARON la sentencia
apelada de fojas ciento cuarentiocho y reformándola declararon FUNDADA la
demanda de fojas diecinueve, y en consecuencia que carece de eficacia respecto del
Banco Continental, el patrimonio familiar constituido sobre el inmueble ubicado en la
calle Uno número ciento doce, manzana B, lotes tres, cuatro y cinco de la urbanización
Monterrico Chico, del distrito de Santiago de Surco, realizado por los demandados don
Luis Alberto Salazar Tafur y doña Rosario Maritza de Sousa Ferreyra Ugarte a su favor
por escritura pública de fecha veintisiete de agosto de mil novecientos noventiséis,
DISPUSIERON se publique la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano; en
los seguidos por el Banco Continental con Luis Alberto Salazar Tafur sobre revocatoria
de acto jurídico; y los devolvieron.
El banco quería enabrgar un predio y en este caso eran 3terrenos q lo volvieron
patrimonio es 1 y en este caso hubo 3 terrenos ps no .
Nulidd ambos contratos se declara judicialemnte el contrato nulo nace con un vicio con
un vicio de nuldad. Ineficacia es correcto no existe nulidad es valido porque es
ineficicacia en acción pauliana solo será constituio par perjudicar a un tercero.

SS. URRELLO A.; ORTIZ B.; SáNCHEZ PALACIOS P.; ECHEVARRíA A.; CASTILLO
LA ROSA S.

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