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Claves para entender la investigación en Trabajo Social

La relación del Trabajo Social con la investigación social, a lo largo de su decurso


histórico, ha sido bastante problemática. Y lo ha sido así, por tener que enfrentarse a los
problemas propios de la investigación, desde su tradicional practicismo, su obsesionada
búsqueda de la especificidad profesional y su apego incuestionable a los campos
tradicionales. En suma, lo que hoy es la investigación en Trabajo Social es el resultado de
su cuestionamiento o de su indiferencia frente a estos tres aspectos fundamentales.
Son al menos dos los dilemas de la investigación que deben enfrentar los Trabajadores
Sociales y en general los científicos sociales.
La aplicabilidad y naturaleza del conocimiento: El proceso de construcción de
conocimiento generado en la investigación, debe crear la posibilidad de que ese
conocimiento contribuya a la transformación de la realidad y sus problemas sociales. Pero
para que esto ocurra, la investigación debe procurar ser científica, no ideológica. Cuando
ocurre esto último, a lo único que contribuye el acto investigativo es a ocultar la verdadera
naturaleza de la sociedad, a mistificar el significado histórico del problema social que está
enfrentando. Cuando, por el contrario, es científica, halla en las mismas condiciones
materiales de existencia de la realidad, las posibilidades y condiciones de su
transformación.
Relaciones de fuerza en la investigación: ¿A qué se debe esta facultad de la investigación
para mantener o transformar, para develar o mistificar? La división de la sociedad en clases
sociales hace que la investigación responda o a los intereses de la clase dominante o a los
de la clase trabajadora. Uva Falla (2009) habla de que “la relación productividad-
innovación es base para el desarrollo humano y económico” [CITATION Fal09 \p 311 \n \y
\t \l 9226 ], pero si el investigador entiende por desarrollo humano el mismo resultado de la
sociedad de consumo y por desarrollo económico el mismo que se sustenta sobre la
contradicción capital-trabajo, no hará otra cosa que mistificar la realidad y su investigación
sería tomada en cuenta por quienes ostentan el poder para reproducir sus intereses de clase.
Ahora, si el investigador entiende el desarrollo humano como aquel que potencializa el
libre desarrollo de las capacidades del hombre y por desarrollo económico la satisfacción
sostenible de sus necesidades bajo una comunidad de bienes, es probable que su
investigación sea ignorada por las estructuras del conocimiento imperantes y deba buscar su
aplicabilidad en un lugar distinto al único que reconoce Uva Falla (2009): “el diseño de
políticas públicas”[CITATION Fal09 \p 311 \n \y \t \l 9226 ] .
Entonces, ¿cómo enfrenta esto el Trabajo Social? Para el primer aspecto Uva Falla (2009)
centra la atención, como debe ser, en la relación sujeto-objeto. Pero al abordarla cae en un
error común para los trabajadores sociales al ubicarla única y exclusivamente como interés
de la epistemología. Esta como “campo de la filosofía que estudia los fundamentos y
métodos del conocimiento”[CITATION Mon00 \p 20 \l 9226 ] procesa la relación sujeto-objeto
con independencia del objeto, es decir a priori. Y ¡que caro le ha costado al Trabajo Social
adoptar un abordaje epistemológico en la investigación! Los resultados no han sido más
que la reproducción positivista del conocimiento: la dicotomía entre teoría y práctica, la
concepción de que la práctica es la fuente de la teoría; la confusión de teoría con
abstracción, generalización y/o sistematización; la confusión de causas con consecuencias;
la confusión de práctica profesional con práctica social, etc. [CITATION Mon98 \t \l 9226 ] .
Esta estrechez positiva, a causa de su orientación por explicaciones metafísicas y
ahistóricas, produjo una crisis de la ciencia desechándola del plano investigativo. Ahora,
sabiendo esto y teniendo en cuenta que la investigación científica es la única capaz de
transformar la realidad ¿Es justo que el Trabajo Social siga sustentando su relación con la
investigación sobre un plano epistemológico? Hace ya tiempo que en Trabajo Social este
problema del conocimiento se viene procesando, de manera más rigurosa, sobre la base de
un enfoque ontológico. La ontología, como “campo de la filosofía que estudia el ser, su
estructura, fundamentos y movimientos”[CITATION Mon00 \p 21 \l 9226 ] , no procesa la
relación sujeto-objeto de manera a priori, sino a posteriori, es decir, a partir del objeto
concreto estudiado. Pero este principio se radicaliza aún más en una ontología de carácter
materialista, es decir, en la ontología marxista. Existe en Marx una precaución en buscar la
explicación de los hechos en las condiciones materiales del ser social. Al hablar del método
en su famosa polémica con Proudhon, Marx lo decía así:
Pero a medida que la historia avanza, y con ella (…) la lucha del proletariado, aquéllos no
tienen ya necesidad de buscar la ciencia en sus cabezas: les basta con darse cuenta de lo que
se desarrolla ante sus ojos y convertirse en portavoces de esa realidad. (…) Una vez
advertido este aspecto, la ciencia, producto del movimiento histórico en el que participa ya
con pleno conocimiento de causa, deja de ser doctrinaria para convertirse en revolucionaria.
[CITATION Mar87 \p 81 \t \l 9226 ]

Más específicamente, la ciencia debe ser dialéctica. Son las tres categorías esenciales de la
dialéctica: singularidad, universalidad y particularidad[CITATION Pon03 \p 223 \l 9226 ], las
que posibilitan al Trabajador Social reconstruir ontológicamente su escenario de
intervención profesional.
Con esto, queda claro que no es buscando “una epistemología del Trabajo Social [ni un]
enfoque teórico propio”[CITATION Fal09 \p 317 \l 9226 ] como la investigación en esta
profesión puede ser imaginativa y creativa; es, por el contrario, asumiendo un debate
ontológico que, superando la dicotomía entre teoría y práctica y el método de intervención
profesional único y específico, logre incorporar una perspectiva de totalidad, historicidad y
contradicción. [CITATION Mon98 \t \l 9226 ] . Cuando el profesional logra asumir la realidad
como “un todo estructurado y dialéctico”[CITATION Kos96 \p 55 \t \l 9226 ] entiende su
campo de acción como histórico y contradictorio, es decir, cambiante. Al ocurrir esto, el
espectro de acción profesional rebasa los límites de los campos tradicionales, consiguiendo
que nuevas demandas y campos emergentes conquisten la atención del Trabajador Social.
Este es, explícitamente el aspecto político de la investigación.
Si se sigue creyendo que las políticas públicas son el único lugar donde puede tener cabida
el conocimiento generado por el Trabajador Social en su proceso investigativo, se estaría
reproduciendo la misma lógica que justifica a estos campos como “específicos” de la
profesión. Así jamás el profesional podrá superar su atrofia intelectual. Para ello, debe
abrirse a nuevos espacios profesionales, identificando demandas potenciales y
cualificándose para dar respuesta a ellas. “El Trabajador Social, cuenta con las
posibilidades de conocer, comprender y entender a los actores sociales” [CITATION Fal09 \p
319 \l 9226 ] y estos se inscriben mucho más allá del ámbito estatal de las políticas públicas,
moviéndose en la cuestión de lo popular. Es allí donde la investigación esencialmente
crítica debe echar raíces para transformar la realidad y, en esto, el Trabajo Social tiene
mucho que decir por ser la profesión más directamente relacionada con los “valores,
sentimientos, gustos, motivaciones, esperanzas y desesperanzas”[CITATION Fal09 \p 310 \l
9226 ] de la clase popular.

Bibliografía
Falla, U. (2009). Reflexiones sobre la investigación social y el Trabajo Social. Tábula Rasa, 309-325.

Kosík, K. (1996). Dialéctica de lo concreto. México: Editorial Grijalbo.

Marx, K. (1987). Miseria de la filosofía. Respuesta a la Filosofía de la Miseria de P.-J. Proudhon .


Bogotá: Siglo XXI Editores.

Montaño, C. (1998). La naturaleza del Servicio Social. Sao Paulo: Cortez editora.

Montaño, C. (2000). El debate metodológico de los '80/'90. El enfoque ontológico versus el


abordaje epistemológico. En C. Montaño, & E. Borgianni, Metodología y Servicio Social,
hoy en debate (págs. 9-34). Sao Paulo: Cortez Editora.

Pontes, R. (2003). Mediación: categoría fundamental para el trabajo del asistente social. En E.
Borgianni, Y. Guerra, & C. Montaño, Servicio Social Crítico: hacia la construcción del nuevo
proyecto ético-político profesional (págs. 201-220). Sao Paulo: Cortez Editora.

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