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Esculturas en torno

al Palacio
Euskalduna /
Museo Marítimo
Paseo Uribitarte/Palacio
Euskalduna/Museo Marítimo
Retrocedemos sobre nuestros pasos para volver a situarnos en el paseo de la Avenida Abandoibarra a la altura
de la Pasarela de Arrupe y encontrarnos con Judith de Markus Lüpertz (53) del año 2002. La escultura de
53
bronce moldeado, en la que destaca su rostro sobre el resto de la obra, tiene más de tres metros de altura y
cerca de 1.500 kilogramos.
Un poco más adelante nos encontramos con Maia de William Tucker (54) del año 2002. “Maia” nombre del
Dios Brama, evoca a una mujer embarazada que emerge del interior de la tierra. El volumen es biomórfico y
54
expresa la movilidad del despertar mediante una superficie accidentada y llena de protuberancias y cambios.
Pieza de bronce de 3,5 toneladas, 3 metros de altura.
Continuamos hasta llegar al entorno del Palacio Euskalduna donde nos encontramos con la incomprensible
obra Bleu de Vire de Ulrich Rückriem (55) del año 2002. Con una estética minimalista, para la que menos, es
55
más, trata de ofrecer unas formas elementales y simples volúmenes geométricos. Está constituida por losas de
granito, pero también consta de una obra que tiene las caras laterales pulidas y el plano superior rugoso y
accidentado, como el de un paisaje orgánico
A la izquierda tenemos Sitios y lugares de Ángel Garraza (56) del año 2002. La obra esta compuesta por dos
compactas piezas de hormigón alicatado con baldosines cerámicos.100 toneladas de peso, hormigón alicatado
56
con baldosines cerámicos. Mientras una se apoya sobre la base plana, la otra está como abatida. El artista
ofrece relaciones con el entorno físico y antropológico al partir de la forma de los tradicionales kaikus vascos,
recipientes de madera utilizados antiguamente para cocer la leche o fabricar quesos, que resultan próximos y
familiares.
Continuamos por el lago del Palacio Euskalduna para toparnos con Tépsicore, la musa de la danza que mide
más de 5 metros de altura y pesa alrededor de 2.000 kilos. Es de Salvador Dalí (57) y es del año 1971.
57
Proviene de la colección Isidro Clot y es la número 1 de una edición mundial de dos y la única que se podrá
admirar en Europa.
Un poco más adelante tenemos A la deriva de José Zugasti Arzmandiaarrieta (58) del año 2003. La pieza es
una composición espacial a base de barras de acero curvadas y cromadas, de profunda inspiración industrial.
58
Cruzamos la pasarela y a la izquierda están Las Montañas de Klinker (59) de Federico Soriano y Dolores
Palacio del año 1999. La obra pertenece a los mismos arquitectos que son los responsables del Palacio
59
Euskalduna
Estamos ya en los muelles del Museo Marítimo donde podemos disfrutar de la Karola (60). La grúa Karola era
utilizada en la construcción de embarcaciones para los astilleros Euskalduna. Con una altura de 60 m, esta
60
grúa cigüeña de 30 toneladas salió de los Talleres de Erandio, S.A. en 1957. En su momento fue la de mayor
potencia de las fabricadas en España, y la primera en atender los trabajos de prefabricación y montaje de
bloques en grada que se instaló en Bilbao.
En los muelles de los diques secos del Museo Marítimo podemos apreciar 2 obras de Jesús Lizaso: la primera
el Tuercebarras (61) del año 2013. Tiene una altura aproximada de 2 metros, y una anchura máxima también
61
de 2 metros, supera los 700 kg de peso. Fundida en bronce en 2010, forma parte del Ejercicio ” Hombre vence
al hierro”, fácilmente reconocible por su personal y expresiva interpretación de la anatomía humana.
En los mismos muelles de los diques secos del Museo Marítimo podemos apreciar la segunda: Remeros (62)
de Jesús Lizaso del año 2013. La obra está compuesta de dos hombres remando al unísono, casi simétricos.
62
Las cabezas giran con gesto enérgico, los cuerpos se curvan provocando el impulso.
Ascendemos a la parte alta del Palacio Euskalduna donde nos topamos con el Bosque Metálico (63), de
Federico Soriano y Dolores Palacio y del año 1999, a modo de símbolo que une el pasado industrial y naval
63
con el verdor de los bosques. Si nos fijamos, las hojas de los árboles que conforman el conjunto escultórico
son de cobre, un material que con el tiempo irá tornándose verdoso, como reflejo de la transición entre lo
industrial y lo artístico.
Acabamos este sector con Dodeclathos o los Trabajos de Hércules (64) de Vicente Larrea del año 2001. Es la
representación que el artista consideró más acertada para honrar el esfuerzo de los sectores productivos de
64
su tierra como los astilleros en los que se ubica. Colocada frente a la entrada del Palacio Euskalduna, este
torso humano con los brazos en alto, lleno de concavidades y alejado del estilo inicial de su creador, pesa 72
toneladas.

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