Está en la página 1de 1

La imagen del anciano como sabio, desarrollada en las sociedades, ha ido dejando paso a la visión

del viejo como un sujeto pasivo, obsoleto, como una carga social que complejiza la economía
doméstica y nacional, y esto se debe en gran medida, a los cánones valorativos que rigen la vida en
las sociedades posindutriales.“La imagen actual predominante del envejecimiento en las
sociedades occidentales es negativa y se expresa en la representación social de la vejez como
pasividad, enfermedad, deterioro, carga o ruptura social. Entre las posibles causas del problema se
encuentra la construcción cultural de la vejez como una etapa de pérdidas, de todo tipo. Esta
representación como deterioro se articula con la configuración imaginaria colectiva que cada
cultura da al paso del tiempo y a sus efectos en la corporalidad. Se generan ideas, prejuicios y
conocimientos de las personas mayores en que los cambios de orden físico y biológico se
construyen como pérdidas en la vida social. Los valores de la sociedad influyen en esta situación,
dado que las ideas de la vejez forman parte del imaginario asentado en la productividad, con
vertiginosos adelantos tecnológicos, donde el arquetipo hegemónico son los jóvenes y adultos en
edad productiva y con poder.

Las TIC han tenido un avance imparable, para los adultos mayores esto es un desafío, ya que la
sociedad impone nuevas costumbres conforme progresa la tecnología. Estos cambios, ocasionan
que el adulto mayor presente dos actitudes, están aquellos que muestran indiferencia y/o temor y
los que se integran al uso de la tecnología. Para aquellos adultos mayores que deciden no utilizar
las tecnologías, van creando un alejamiento, el cual se le nombra brecha digital. Esta brecha
perjudica aspectos personales, familiares, laborales, académicos y sociales que acontecen en el
mundo actual. “la sociedad actual plantea mayores exigencias en cuanto a que los individuos
adquieran nuevas habilidades y conocimientos para poder desarrollarse en el mundo
contemporáneo…surgiendo con ello iniciativas como las de alfabetización tecnológica y
alfabetización digital alrededor del mundo”, el crecimiento del número de adultos mayores es un
gran reto, por ello debe crear propuestas y políticas pertinentes para este grupo de personas,
personas mayores de 60 años en el país, el número de personas adultas aumentará en
comparación a los otros grupos de personas de menor edad: es por ello que nace la importancia
de crear programas que ayuden al adulto a incluirse en este nuevo mundo tecnológico. Sin
embargo aún no se logra concientizar a todos los adultos mayores a que utilicen la tecnología, tal
vez porque no alcanzan a analizar todos los beneficios que contrae sus usos. Debido a lo anterior,
es importante crear una vinculación entre la educación y los espacios de ocio con el uso de la
tecnología, para incrementar la participación de los adultos mayores en la sociedad, como actores
activos de la misma. Cerda (2005), menciona sobre la importancia de la participación, donde la
motivación para que un adulto se forme y alfabetice digitalmente inicia con la necesidad de estar
propicio a los cambios sociales, presentando una buena autoestima, con conocimientos y
habilidades específicas, que le permitan mejorar la percepción del envejecimiento, la aceptación y
el deseo de relacionarse con la sociedad. Para ello, busca el adulto mayor dejar de sentirse
excluido y sentirse capaz de poder seguir aprendiendo, participando colaborativamente y formar
como parte activa de una sociedad.

También podría gustarte