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Víctimas(s): 42 habitantes de Pueblo Bello y sus familiares

Representante(s): - Comisión Colombiana de Juristas

- Asociación de Familiares de Detenidos y Desaparecidos 


(ASFADDES) 

- Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL)

Estado Demandado: Colombia

Sumilla: El caso se refiere a la responsabilidad internacional del Estado por la


desaparición forzada y ejecución extrajudicial de un grupo de personas
de Pueblo Bello por parte de un grupo paramilitar, así como a la falta
de investigación y sanción de los responsables de los hechos. 
Hechos probados
Pese al aviso por parte de la sociedad civil de su temor y preocupación por la posibilidad de una
incursión armada paramilitar en la zona de Ituango, el 10 de junio de 1996 el Comando del Batallón
Girardot dio la orden de retirar la mayoría de las unidades que operaban en la zona y desplazarlas
al sector de Santa Lucía y otras veredas alejadas de La Granja. El 11 de junio de 1996 cerca de 22
hombres fuertemente armados con fusiles y revólveres, miembros de grupos paramilitares, se
dirigieron en dos camionetas al municipio de Ituango, específicamente al corregimiento de La
Granja. El grupo paramilitar inició su recorrido en las cercanías del municipio de San Andrés de
Cuerquia, donde pasaron a corta distancia de un comando de policía, sin que la fuerza pública
adoptara medida alguna para detenerlos. Se asesinaron a varias personas de la comunidad.

Una vez consumada la incursión en La Granja, la sociedad civil de Ituango mostró nuevamente su
preocupación. En este contexto, entre los días 22 de octubre y 12 de noviembre del año 1997 tuvo
lugar una incursión paramilitar en el corregimiento de Builópolis, más conocido en la región de
Ituango como El Aro. La cadena de ejecuciones selectivas perpetradas por un grupo paramilitar
que se movilizó por varios días a pie con la aquiescencia, tolerancia o apoyo de miembros de la
Fuerza Pública, se inició en el corregimiento de Puerto Valdivia, punto de partida de su recorrido. El
grupo paramilitar obligó y forzó, bajo amenaza de muerte, a diecisiete residentes del área
a arrear ganado robado durante diecisiete días a varios puntos de destino. Los arrieros no
recibieron ningún tipo de remuneración por el trabajo realizado.

Fuente: Cuadernillos de jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos

En este caso se observa la inoperancia del Estado para preservar la vida de las
personas afectadas por la incursión, a pesar de haberse conocido por la fuerza
Publica.
No obstante lo anterior, como fueron obligados a servirles con sus planes
delincuenciales, por lo que también se dio el secuestro y el trabajo servil al obligar
a estos arriaron a “arrear el ganado hurtado (Delito de abigeato.) y lo mas
indignante, muchos eran menores.

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