Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Musica Sepguia Trab. III
Musica Sepguia Trab. III
Guía de Trabajo
Autores
José Luis. G. Sagredo Castillo
María Soledad Fernández Zapata
Coordinación editorial
Esteban Manteca Aguirre
Cuidado de la edición
Felipe G. Sierra Beamonte
Corrección de estilo
Silvia Graciela Lona Perales
Presentación ..................................................................................................... 5
Introducción ..................................................................................................... 7
Primera sesión
Lo que plantea la Reforma de Secundaria, la asignatura Artes
y el Programa de Estudios de Música 2006. Diagnóstico de las
competencias musicales y docentes de los participantes del taller ........... 9
Segunda sesión
Bloque 1. Cantando con acompañamiento
........................................................................................................................... 31
Tercera sesión
Bloque 2. Prácticas instrumentales. Primera parte .................................... 49
Cuarta sesión
Bloque 2. Prácticas instrumentales. Segunda parte
........................................................................................................................... 63
Quinta sesión
Bloque 3. Arquitectura musical . ................................................................... 75
Sexta sesión
Bloque 4. La música en el tiempo
Séptima sesión
Bloque 5. Sonido, música y tecnología
Octava sesión
El papel de maestro
Importancia de la evaluación en la asignatura
Evaluación del taller
Anexos .............................................................................................................. 93
Bibliografía ..................................................................................................... 99
A partir del ciclo escolar 2006-2007 las escuelas secundarias de todo el país,
independientemente de la modalidad en que ofrecen sus servicios, iniciaron la
aplicación de nuevos programas, que forman parte del Plan de Estudios estable-
cido en el Acuerdo Secretarial 384. Esto significa que los profesores trabajan con
asignaturas actualizadas y con renovadas orientaciones para la enseñanza y el
aprendizaje, adecuadas a las características de los adolescentes, a la naturaleza de
los contenidos y a las modalidades de trabajo que ofrecen las escuelas.
La guía que ahora nos ocupa está estructurada en ocho sesiones. La primera
presenta una recapitulación de los aspectos centrales de la Reforma de Secunda-
ria, de la asignatura Artes y de manera específica, del Programa de Estudios de
Música 2006. Con esto se pretende apoyar y situar en contexto a los docentes que
desconocen las guías de trabajo del primer y segundo grados. Esta sesión también
propone realizar un autodiagnóstico de las competencias docentes y musicales de
quienes participan en el taller.
La octava sesión pretende como objetivo, motivar la reflexión acerca del papel del
docente y de la importancia de la evaluación en el aula. Se ha previsto un tiempo
para realizar una auto y una coevaluación del taller.
• Nombre de la sesión.
• Propósitos de la sesión.
• Materiales.
• Actividades.
• Productos de la sesión.
Por otro lado, se espera de los participantes una actitud activa para que du-
rante el taller se muestre colaboración, trabajo en equipo y aprendizaje mutuo.
Finalmente, esperamos que esta guía, como las anteriores, sea una buena he-
rramienta didáctica para los docentes de música y que disfruten el trabajo que se
propone.
Simbología
Propósitos
Materiales
11
1.2. Cantos de inicio y bienvenida. Proponemos interpretar los dos cantos que se
encuentran en los Anexos correspondientes a esta sesión: “Entrada de jarabe” y
“Saludo”. La intención es integrar a todos los asistentes del taller, sea cual sea su
procedencia y experiencia previa con el Programa de Estudios de Música 2006. Es-
to lo podemos lograr a partir de la experiencia de hacer música en forma colectiva.
Para apoyar la actividad se sugiere, primero, escuchar la pieza y después cantarla
junto con la pista grabada (ésta se encuentra en el CD de audio de la guía).
1.3. De manera individual, en una tarjeta media carta escriban en una cara, su
nombre, lugar de donde vienen y sus expectativas, es decir, qué piensan que van a
trabajar y qué quisieran aprender en este taller.
1.5. Distribuyan los párrafos y lean en voz alta la introducción de esta guía. Al fi-
nalizar la lectura, comenten las dudas que haya acerca de la dinámica de traba-
jo para aclararlas entre todos, e inicien con prácticas musicales que proponga el
coordinador del taller.
2.2. Formen equipos y sinteticen en la tabla, la información aportada por cada uno
de los miembros. Una vez finalizada la tarea nombren un representante para que
transmita la información en plenaria.
2.3. En plenaria, elaboren una sola tabla en la que se reflejen las características del
grupo.
12
13
3.2. Una vez resuelto el cuestionario, comenten en plenaria las respuestas para
enriquecer entre todos la información acerca de la Reforma de Secundaria, de la
asignatura Artes y del Programa de Estudios de Música 2006.
3.3. Para complementar la actividad, vean los archivos de Power Point sobre la Re-
forma, la Fundamentación de la asignatura Artes y el Programa de Estudios de Mú-
sica 2006, en el CD que acompaña la guía.
Observación
Los docentes que ya tengan conocimiento de las guías de trabajo del primer y segundo
Taller de Actualización sobre los Programas de Estudio 2006, del primer y segundo gra-
dos respectivamente, pueden obviar estas actividades.
3.5. Formen cinco equipos y repartan hojas de rotafolio o cartulinas blancas y plu-
mones. Cada equipo escogerá un número del 1 al 5 (sin repetirlo). De acuerdo con
el número elegido, el equipo analizará el bloque de tercer grado que le correspon-
da y anotará en su hoja de rotafolio o en la cartulina, lo siguiente:
14
Productos de la sesión
15
Propósitos
Que el colectivo docente:
• Conozca los criterios didácticos que fundamentan el tema central del blo-
que 1. Cantando con acompañamiento, del programa de Música de tercer
grado.
• Identifique la secuencia y gradualidad que existe entre los contenidos del
bloque 1. Cantando con acompañamiento, de tercer grado, con los respec-
tivos de segundo y primer grados: bloque 2. Hagamos canciones y bloque
3. La voz y el canto, respectivamente.
• Realice actividades que ejemplifiquen de manera didáctica cómo abordar
algunos de los contenidos del bloque 1. Cantando con acompañamiento.
Materiales
• Artes. Música. Educación básica. Secundaria. Programas de Estudio 2006, Méxi-
co, SEP, 2006.
• Artes. Música. Antología. Tercer Taller de Actualización sobre los Programas de
Estudio 2006. Reforma de la Educación Secundaria, México, SEP, 2008.
• Partituras (véase Anexos correspondientes a esta sesión, al final de la
guía).
• Instrumentos musicales que produzcan melodía y armonía, por ejemplo
guitarras, mandolinas, teclados (melódica, piano, órgano, acordeón, etcé-
tera), jaranas, marimbas, violines, entre otros. (Observación: se propone
utilizar los instrumentos disponibles en la escuela o aquellos propios de
la región.)
• CD de audio (incluido en la guía).
• Reproductor de discos compactos.
• Hojas blancas o cuaderno de notas.
• Pluma y lápiz negros.
• Marcadores de textos.
• Hojas de rotafolio o cartulinas blancas.
• Plumones de punta gruesa de varios colores.
• Masking tape.
• Salón grande con buena ventilación (para realizar los ejercicios de respira-
ción y la práctica de canto).
17
Observación
Podemos formular el valor del canto coral como experiencia que implica beneficios en
diferentes ámbitos: primero, la experiencia coral es un fenómeno fisiológico que depen-
de, en primera instancia, del instrumento musical de viento, íntimo y personal, que se
encuentra dentro de cada persona –la voz–2 y del sentido de la audición. El canto coral
también involucra cambios físicos y psicológicos que responden a eventos emocionales:
se presentan cambios en el pulso, la respiración, la adrenalina, así como el flujo.3
En segundo lugar, hacer música por medio del canto coral es una forma de ser en
el mundo,4 de relacionarse por medio de la voz con otros hacedores de música y con la
audiencia. En el acto de hacer música coral, personas que son aparentemente diferen-
tes se relacionan con otras personas por medio de sonidos y desarrollan una conciencia
participativa, un sentimiento de unidad. En este sentido, la experiencia coral es un fe-
nómeno sociológico.
Tercero, por medio de la recreación sonora de una partitura, el director, así como
los cantantes, participan con el compositor en el acto creativo. Interactúan con una obra
musical que a su vez refleja estándares y tradiciones de prácticas musicales que están
histórica y socialmente enraizadas.
1
Tomado de El director coral como educador musical de Guillermo Rosabal Coto, M. Mus. Ed., Profesor de
educación musical en la Universidad de Costa Rica. Fuente: www.websiteurlhere.com/page.html
2
De acuerdo con Ray Robinson y Allen Winold, la voz es la manifestación única de nuestra personali-
dad total, como medio de comunicar nuestro estado espiritual. Ningún otro instrumento corporal tiene
la localización orgánica de nuestra voz, colocada en el centro de las funciones que sostienen la vida, la
respiración y la digestión (p. 55).
18
De acuerdo con tu opinión, ¿con qué contenidos del bloque 1. Cantando con
acompañamiento, se relaciona la lectura anterior?
La laringe del bebé resulta proporcionalmente más pequeña y está situada muy alta. Las
cuerdas vocales miden solamente unos 3 mm de longitud y la voz resulta muy aguda.
A lo largo del crecimiento general, la laringe desciende y se desarrolla lentamente has-
ta llegar a la pubertad. El tamaño y la posición de la laringe determinan una voz aguda,
de poca intensidad y de poca extensión. A la voz infantil se le llama “voz blanca”.
[…] La voz del niño antes de la muda debe ser “limpia”, sin aspereza y debe fluir
sin mostrar esfuerzo. De no ser así, se ha de consultar con un médico foniatra u otorri-
nolaringólogo. Los padres y educadores deberían ser conscientes de la situación vocal
del niño, ya que una buena voz infantil tiene más posibilidades de ser una buena voz
adulta. […] La muda de la voz se produce en la pubertad. Es un periodo de desarrollo
del niño caracterizado por un conjunto de transformaciones morfológicas, psicológicas
y sexuales, como el desarrollo de los órganos genitales y de los caracteres sexuales se-
cundarios. La voz es un carácter sexual secundario.
3
Mihály Csíkszentmihály (n. 1934), profesor de psicología en la Universidad de Claremont, Estados Uni-
dos, e investigador principal del mundo en la psicología positiva, propone la teoría de que la gente es
más feliz cuando se encuentra en un “estado de flujo” –concentración o absorción completa en la activi-
dad o situación dominante. Según este investigador, el flujo es un trance realimentado por el buen desa-
rrollo de la actividad.
4
David Burrows sostiene que “la voz puede ser leída como la representación que hace cada cual de su
situación en el mundo” (p. 30). En este sentido, el uso de la voz al hacer música en ensamble se convierte
en un poderoso medio de autoafirmación y autorrealización.
5
En su libro Music Matters: A New Philosophy of Music Education [La música importa: una nueva filosofía
de la educación musical], David Elliott (1995) se refiere extensamente a retos musicales como componer,
arreglar, improvisar, dirigir, ejecutar, cantar y otros retos relacionados con diferente maneras de involu-
crarse en actividades musicales.
19
Es característico del canon el ser interpretado por un coro dividido en secciones. […] En
las partituras correspondientes a las canciones que pueden interpretarse en canon, se
indica el número de partes en las que deberá dividirse el coro.
Una vez que todas las secciones del coro hayan aprendido perfectamente la can-
ción por separado, se procede a ensamblar el canon. Es importante destacar que para
dar este paso, cada una de las secciones debe mostrar gran seguridad y confianza.
El lugar donde debe entrar cada sección del coro se ha indicado en las partituras
con una letra2 dentro de un círculo. Éste es el momento más difícil del estudio de la pie-
za, ya que […] deberán cantar sin desconcertarse, aunque al mismo tiempo escuchen a
sus compañeros interpretar una parte diferente.
Es indispensable conocer la canción muy bien para indicar a cada sección el mo-
mento de empezar a cantar. La entrada puede indicarse apuntando hacia la sección co-
20
Todas las secciones interpretarán la canción completa al menos dos veces. Así, las
voces dejarán de cantar paulatinamente hasta que sólo quede una: la que entró al final.
1
Fragmento tomado del capítulo “Para cantar en canon”, Cantemos juntos (paquete didáctico de libro y
cuatro audiocintas), México, SEP, 1996, p. 33.
2
En los Anexos de la guía correspondientes a esta sesión, se presenta un canon de Cantemos juntos; las
entradas se han señalado con números y no con letras.
Observación
En la siguiente tabla podemos observar los contenidos de cada grado, agrupados con
base en un tema común. De esta manera es posible apreciar con mayor claridad, la re-
lación de secuencia y/o gradualidad que hay entre los contenidos a lo largo de los tres
grados del Programa de Estudios de Música.
2.2. Identifiquen y subrayen con marcatextos los contenidos que sea indispensable
conocer y haber trabajado en primer y segundo grados, para abordar los corres-
pondientes de tercero.
21
Esta observación aplica a todos los cuadros que aparecen con esta informa-
ción, a lo largo de las sesiones.
22
23
24
Observación
A continuación se proponen diversas actividades que sirven como ejemplo o guía para
abordar algunos de los contenidos del bloque 1. Cantando con acompañamiento. La idea
es que en el taller, los maestros vivan la experiencia de realizarlas y después las apli-
quen en el aula, con sus alumnos, ya sea de manera igual o con modificaciones, ajustes
o variantes. También se pretende que las actividades funcionen como “detonador” de la
creatividad para que los docentes elaboren otras. Por ello es importante que se tome en
cuenta el entorno, el contexto donde se labora y los intereses de los alumnos.
Observación
Los siguientes ejercicios podrían realizarse con música de relajación y/o meditación
(existen varios ejemplos en el mercado), o con música muy tranquila y con bajo volu-
men.
25
Observación
Los siguientes ejercicios pueden realizarse con música más alegre. Consulten el CD de
la guía, en él hay un rag time de Scott Joplin. Pongan atención en realizar los cuatro mo-
vimientos propuestos, sincronizando los movimientos con el “fraseo” de la música.
26
Observación
Para trabajar este contenido es indispensable contar con un reproductor de discos com-
pactos y consultar el CD de Audio que acompaña a la guía. Es importante, asimismo,
crear un clima de silencio y atención antes y durante la audición. Al finalizar cada una
de las piezas, los maestros deberán comentar si fue claro el ejemplo escuchado y propo-
ner qué otros ejemplos musicales se podrían utilizar, de acuerdo con el contexto, los co-
nocimientos y experiencias previas, y los intereses de los alumnos.
27
Observación
Tal como se señala en los propósitos del tercer grado y en la nota al pie número 6 del
apartado “Comentarios y sugerencias didácticas” de este bloque (en el Programa de Es-
tudios de Música 2006, pp. 81-82 y 85, respectivamente), las melodías pueden cantar-
se y/o tocarse con un instrumento. Esta alternativa se propuso especialmente para los
alumnos varones que aún se encuentran en proceso de muda de voz y no se sienten se-
guros al cantar. La intención es que todos los alumnos participen del hecho de hacer
música; por ello se ofrece la posibilidad de que quienes no canten, toquen un ostinato
rítmico, la melodía o el acompañamiento armónico (si se tienen las nociones básicas y si
la escuela cuenta con los instrumentos).
A manera de recordatorio…
En el aula: cuando trabajemos cualquier actividad musical, ya sean prácticas vocales,
instrumentales, de audición o investigación, debemos considerar en nuestra planeación
los siguientes aspectos.
28
Productos de la sesión
29
Primera parte
Propósitos
• Conozca los criterios didácticos que fundamentan el tema central del blo-
que 2. Prácticas instrumentales, del programa de Música de tercer grado.
• Identifique la secuencia y gradualidad que existe entre los contenidos del
bloque 2. Prácticas instrumentales, y los respectivos del primer y segun-
do grados.
• Realice diversas actividades que ejemplifiquen de manera didáctica, cómo
abordar algunos contenidos del bloque 2. Prácticas instrumentales.
Materiales
1
Como recordatorio sugerimos revisar el punto 3.2 de la cuarta sesión de Artes. Música II. Guía de
Trabajo del Segundo Taller de Actualización sobre los Programas de Estudio 2006, pp. 50-52; así como el
Anexo III de la cuarta sesión del mismo documento, p. 151.
31
Actividades
1.2. En plenaria realicen una ronda de comentarios en la que compartan las res-
puestas a cada uno de los textos y anoten en hojas de rotafolio o cartulinas los as-
pectos más importantes de cada uno de ellos.
Observación
32
Carlos D. Fregtman, El tao de la música, Buenos Aires, Estaciones, 1985, pp. 85-103.
Actividad instrumental
33
Luego está la posibilidad de fabricación de material. Para esto, no cabe duda, hay
una escala creciente de sofisticación. Es decir, que podemos abordar la construcción de
un simple instrumento de percusión como las claves (dos trozos de varilla de madera
de 12 a 18 cm, prolijamente lijados), hasta la construcción de un xilófono o una cítara o
una flauta de caña, ¡pasando por un “botellófono”!
También encontramos hoy, todo un instrumental especialmente diseñado y orga-
nizado con fines didáctico-escolares. Es el caso de la pequeña percusión, el instrumen-
tal de placas de madera o metal, toda la familia de los parches, los instrumentos senci-
llos de soplo como flauta dulce en sus diversos registros, a los que se agrega la guitarra,
el piano y el acordeón.
Segundo: los instrumentos son una invalorable ayuda a los efectos del desa-
rrollo de la sensorialidad auditiva, de la maduración de la coordinación sen-
somotriz y de la comprensión de muchas de las leyes acústicas que rigen el
mundo de la música. Además, constituyen una valiosa experiencia de inte-
gración social.
Ana Lucía Frega, Música para maestros, Barcelona, Graó, 2000, pp. 67-68.
34
La ejecución instrumental. Para lograr una buena interpretación de una obra musical,
se puede llegar por varios caminos: […]
La gran diferencia del aprendizaje de la música con otras disciplinas del conoci-
miento está, además, en la forma como se acerca a ese conocimiento. La música es parte
de nuestra vida cotidiana y se encuentra presente en todas las actividades de la cultura
del hombre: en el juego, en las rondas, en las expresiones religiosas, en las expresiones
emocionales, etcétera; entonces, acercarse al maravilloso mundo de la música es acer-
carse de manera más profunda al género humano.
35
• ¿Cuáles son los dos caminos que propone la autora para llegar a una ade-
cuada ejecución instrumental?
• ¿Cuáles son los pasos individuales a seguir en la ejecución de un instru-
mento, cuando se parte de la lectoescritura musical?
• ¿Qué aspectos confronta el alumno mediante el ejercicio de la práctica ins-
trumental en conjunto?
• ¿Por qué son importantes en la formación musical del alumno, las prácti-
cas musicales frente a un público?
Observación
En la siguiente tabla podemos observar los contenidos de cada grado, agrupados con
base en un tema común. De esta manera, es posible apreciar con mayor claridad la rela-
ción de secuencia y/o gradualidad que existe entre los contenidos, durante los tres gra-
dos del programa de Música.
36
37
38
*Aquí, la práctica instrumental **Se entiende por dificultad ***Se entiende por mayor dificultad
significa tocar instrumentos y por media abordar la escala menor, abordar la escala cromática, el tre-
introductorio debe entenderse que las alteraciones más frecuentes (si sillo de negra y corchea, la síncopa,
se tocará un repertorio en el que se bemol, fa, do y sol sostenidos), las el contratiempo y piezas de mayor
apliquen las figuras rítmicas apren- figuras rítmicas aprendidas hasta el duración y complejidad estructural.
didas hasta el momento, el ámbito momento, el ámbito de más de una Se debe abordar también el aspecto
de la escala diatónica en el registro octava y los intervalos de tercera, interpretativo poniendo especial
de una octava, sin modulación ar- cuarta, quinta y octava (saltos). Se atención en el fraseo, la dinámica,
mónica, a una sola voz, al unísono pretende profundizar en la práctica la articulación y el carácter de las
y, como máximo, integrando un instrumental con un solo instru- piezas.
acompañamiento rítmico. mento, ejercitando los principios
básicos de la técnica de ejecu-
ción y el aspecto interpretativo.
Asimismo, que el alumno alcance
suficiente destreza con un solo
instrumento, para poder interactuar
musicalmente con otros.
39
40
A continuación se proponen diversas actividades que sirven como ejemplo o guía para
abordar algunos contenidos del bloque 2. Prácticas instrumentales. La idea en este ta-
ller es que los maestros vivan la experiencia de realizarlas, para después aplicarlas en
el aula, con sus alumnos, ya sea de manera igual o modificándolas, haciendo ajustes y
proponiendo variantes. Se pretende también que las actividades funcionen como “deto-
nador” de la creatividad de los docentes, para que planeen sus propias acciones toman-
do en cuenta el contexto donde laboran y los intereses de los alumnos.
• Banda de alientos.
• Danzonera.
• Orquesta típica.
• Orquesta sinfónica.
Para realizar las actividades que se proponen a continuación, deberán prepararse los
siguientes materiales: reproductor de discos compactos con amplificador estéreo y dos
bocinas, el CD de audio de la guía, la Antología III, hojas de rotafolio o cartulinas, plu-
mones, hojas blancas o cuaderno de notas, marcador de textos, pluma y lápiz. Localice
las siguientes piezas en el CD de audio: “El Travieso”, “El diablito”, “Tláhuac”, “Las bi-
cicletas” y “Guía de la Orquesta para Jóvenes”. Para efectuar las audiciones reproduzca
las piezas las veces que sea necesario.
Audición. Ejercicio 1
Instrucciones de trabajo:
a) En plenaria seleccionen a una persona para que lea en voz alta el texto 1.
b) De manera individual subrayen con el marcador de texto los instrumen-
tos musicales que se mencionan en el texto 1.
Desde el siglo pasado, la banda de viento conforma una de las dotaciones de instru-
mentos musicales más difundida en el país […] La denominación de banda nos remite
2
En la clasificación tradicional o de orquesta es muy común que la palabra aliento y viento se uti-
licen como sinónimos; así tenemos que a los instrumentos de aliento-madera se les designa como
viento-madera, de igual forma a los instrumentos de aliento-metal se les denomina viento-metal.
Lo mismo ocurre en las agrupaciones tipo banda, en las cuales banda de aliento es sinónimo de
banda de viento. Esto explica el subtitulo del texto 1.
41
“La banda (del antiguo alemán band, bandera) revela, por su origen, que fue un
conjunto musical destinado a los desfiles o paradas militares. En la actualidad, la banda
es un conjunto de instrumentos de viento y percusión”.(26)
Debemos precisar que en sus orígenes, las agrupaciones tipo banda no se perfila-
ban en el ámbito de la interpretación vocal, a excepción de algunas que de manera local
abrían el espacio para que algún paisano entonara las diferentes coplas existentes, por
tradición oral, en los sones y aires regionales que así lo demandaban, o bien dedicando
alguna canción ranchera en las serenatas donde se contrataba a la banda para llevar se-
renata a la mujer amada. Al parecer no fue sino hasta finales de los años 50 […] cuan-
do se institucionaliza la incorporación de solistas y duetos de música ranchera con el
acompañamiento y estilo interpretativo de la banda, como el caso de los Hermanos Es-
camilla y La Costeña. Entre las bandas más reconocidas […] encontramos: Los Guamu-
chileños de Culiacán, banda sinaloense El Recodo de Cruz Lizárraga, banda Los Sirolas
de Culiacán, Banda Típica de Mazatlán, Banda Mochis de Porfirio Amarillas, Tambo-
razo Zacatecano de Enrique Samaniego, auténtico Tamborazo Zacatecano de Salvador
García. […] Hoy en día, la profusión de bandas que interpretan corridos es muy amplia,
por ello es casi obligado que los más reconocidos intérpretes del denominado género
ranchero graben al menos un disco con acompañamiento y arreglo tipo banda sinaloen-
se; de igual forma, las diversas bandas regionales y nacionales han grabado un sinnú-
mero de discos que incluyen corridos con gran diversidad temática, en que destacan los
temas referentes al narcotráfico.
Fernando del Moral González, José Luis Sagredo y Antonio Avitia Hernández,
“Instrumentaciones musicales y estilos en el corrido mexicano”, en Vuela, vuela,
Palomita. Un panorama del corrido, inédito, México, Museo Nacional de Culturas
Populares, Dirección General de Culturas Populares (DGCPI), 2000, pp.86-88.
42
Cuadro 1
Las grandes agrupaciones y sus instrumentos musicales
Banda de alientos
1. Idiófonos:
2. Membranófonos:
4. Aerófonos:
Clasificación de los instrumentos musicales según Sachs y Hornbostel
1. Idiófonos 2. Membra- 3. Cordófonos 4. Aerófonos 5. Electrófonos
nófonos
– Marimba – Timbales – Arpa – Acordeón
– Triángulo – Bombo – Violín – Bombardino
– Maracas – Pandereta – Viola – Clarinete
– Güiro – Tambora – Violoncello – Cornetín
– Clave – Tarola – Contrabajo – Corno inglés
– Platillos – Tambor o – Salterio – Corno fran-
– Gong caja – Mandolina cés (trompa)
– Castañuelas – Redoblante – Mandolineto – Fagot
– Cacerola – Bongoes – Bajo sexto – Flauta
– Cencerro – Tumbadoras – Bajo quinto traversa
– Látigo (dos – Batería de – Bandurria – Flauta de
planchas de jazz (bombo, – Laúd hojalata
madera que tom-tom de – Banjo – Saxofón
entrechocan) piso, tam-tam – Guitarrón – Saxhorn
– Woodblock y tarola) – Bandolón – Trompeta
(caja pe- – Bandola
queña de – Tricordio
madera) – Jaranita
– Campanas – Vihuela
tubulares
– Glockenspiel
o carillón
– Batería de
jazz (pla-
tillos de
contratiempo
y platillos
sencillos con
base).
43
e) A continuación escuchen atentamente, las veces que sea necesario, las pie-
zas “El Travieso” y “El diablito” (pieza de carnaval), y subrayen en la par-
te superior del cuadro anterior, los instrumentos que se escuchan en los
ejemplos. Si escuchan alguno nuevo, localícenlo en la parte inferior del
cuadro y agréguenlo en la parte superior.
f) Al final, lean en voz alta los instrumentos que conforman una banda de
alientos.
Observación
Los ejercicios que siguen son una variante del anterior, pero aplicada a otras dotaciones
instrumentales, como la danzonera, la orquesta típica y orquesta sinfónica. Sigan las
mismas instrucciones de trabajo.
Audición. Ejercicio 2
a) En plenaria seleccionen a una persona para que lea en voz alta el texto 2.
b) De manera individual subrayen con marca textos los instrumentos musi-
cales que se mencionan en el texto.
c) Remítanse al cuadro “Las grandes agrupaciones y sus instrumentos musi-
cales. Danzonera”. Identifiquen en la parte inferior, los instrumentos mu-
sicales mencionados en el texto y ubíquenlos en la columna correspon-
diente, según su clasificación.
d) Anoten el nombre de los instrumentos que conforman una danzonera, se-
gún la familia a la cual corresponden, en la parte superior del cuadro 2.
e) A continuación, escuchen con atención la pieza: “Tláhuac” (danzón), las
veces que sea necesario, y subrayen en la parte superior del cuadro ante-
rior, los instrumentos que se escuchan en el ejemplo. Si escuchan alguno
nuevo, localícenlo en la parte inferior del cuadro y agréguenlo en la parte
superior.
f) Al final, lean en voz alta los instrumentos que conforman una danzonera.
44
Otro de los modernos versificadores del danzón es el maestro Clemente Zavaleta Aguilar.
El danzón
Es obligado insertar en este capítulo dos partes del poema “El danzón”, escrito
por el legendario letrista y trovador yucateco Chalín Cámara, prototipo de la vieja guar-
dia trovera, quien por varias décadas formó parte de la vida de El Ruiseñor Yucateco,
Guty Cárdenas…
El danzón
Jesús Flores y Escalante, “El violín, la jarana y las décimas de Zavaleta”, “Trovero
y danzonero: Chalín Cámara” y “Danzón, danzonísimo, danzonario”, en Imáge-
nes del danzón. Iconografía del danzón en México, México, Asociación Mexi-
cana de Estudios Fonográficos A.C. / Dirección General de Culturas Populares,
1994, pp.43 44, 50 y 74-75.
45
Audición. Ejercicio 3
a) En plenaria seleccionen a una persona para que lea en voz alta el texto 3.
b) De manera individual subrayen con un marcador de texto los instrumen-
tos musicales que se mencionan en el texto.
46
47
Nota: (4) Desde hace más de 30 años también se acostumbra incluir en las orquestas típi-
cas escolares, en las rondallas y en las estudiantinas, el acordeón de teclado tipo piano.
José Luis Sagredo, Las orquestas típicas mexicanas, ¿a la deriva y en extinción? (conferen-
cias), en Primer Coloquio Nacional de Orquestas Típicas, Puebla, México, 2006.
Cuadro 3
48
a) En plenaria seleccionen a una persona para que lea en voz alta el texto 4.
b) De manera individual subrayen con un marcador de texto los instrumen-
tos musicales que se mencionan en el texto.
c) Remítanse al cuadro “Las grandes agrupaciones y sus instrumentos musi-
cales. Orquesta sinfónica”. Identifiquen en la parte inferior los instrumen-
tos musicales mencionados en el texto y ubíquenlos en la columna corres-
pondiente, según la clasificación de Sachs y Hornbostel.
d) Ahora, en la parte superior del cuadro 4 anoten el nombre de los instru-
mentos que conforman una orquesta sinfónica. En esta ocasión sigan los
criterios de clasificación de la orquesta sinfónica, misma que los ordena
según las siguientes familias: cuerda, aliento madera, aliento metal y per-
cusión.
e) A continuación escuchen atentamente la pieza “Guía de la orquesta para
jóvenes”, las veces que sea necesario, y subrayen en la parte superior del
cuadro anterior, los instrumentos que se escuchan en el ejemplo.
f) Al final lean en voz alta los instrumentos que conforman una orquesta
sinfónica.
Imagínate que estás sentado en una sala de conciertos, con una orquesta desplegada an-
te ti. Este “conjunto relativamente grande de instrumentos” no es, en absoluto, un agru-
pamiento casual de aquellos recursos humanos disponibles en un momento dado. Se
trata, de hecho, de un cuerpo extremadamente organizado y equilibrado, compuesto
por cuatro secciones o “familias” de instrumentos:
49
EL VIENTO METAL
EL VIENTO
MADERA
L A CUERDA
DIRECTOR
La cuerda
El viento madera
Los instrumentistas de viento madera, que a menudo interpretan importantes solos, es-
tán sentados en el centro de la orquesta, justo enfrente del director y un poco más ele-
vados que la cuerda.
Flautas y flautín
Oboes y corno inglés
Clarinetes y clarinete bajo
Fagot y contrafagot
El viento metal
Los instrumentos del viento metal están colocados detrás del viento madera, de tal ma-
nera que su sonido, más potente y pesado, no ahogue los sonidos más suaves del vien-
to madera y de la cuerda. Sin embargo, al estar colocados en un nivel más alto que los
otros instrumentos pueden atravesar la textura de la música cuando es necesario, con
un efecto emocionante.
50
Trompetas
Trompas
Tuba
Trombones
La percusión
Timbales Castañuelas
Bombo Woodblocks
Caja Tam-tam o gong
Platillos Látigo
Triángulo Campanas tubulares
Pandereta Maracas
Glockenspiel Xilófono
Celesta
Para fijar en tu mente los sonidos particulares de cada sección de la orquesta, escucha el
inicio […] de la obra de Benjamín Britten The Young Person´s Guide to the Orchestra (Guía
de la orquesta para jóvenes), la cual también se conoce con el titulo Variations on a Theme
of Purcell (Variaciones sobre un tema de Purcell). Britten comienza su obra con seis repe-
ticiones de la melodía de Purcell:
51
52
Marcos Ramírez Canul, “Área I. La zona maya. Originarios del estado”, en Música y
músicos tradicionales de Quintana Roo, Cancún, México, Universidad de Quintana Roo/
Instituto Quintanarroense de la Cultura, 2000, pp. 34-35.
53
(4) Bule lec. Instrumento de percusión que sustituye a los timbales de las bandas jarane-
ras, en los grupos tradicionales de esa región.
(5) Yaxché. Ceiba.
(1) Lec. Jícara.
(3) Buru-Lec. (Bubul-Lek) Jícara entre agua.
(4) Sacalaca. Manos blancas.
Esta danza colectiva asocia música, baile y comensalidad. Forma parte de los rituales
comunitarios compartidos por todos los pueblos indígenas de la zona. Una cabeza de
cerdo (criado y sacrificado ex profeso) es colocada sobre un tablón y rodeada de frutas y
licor; se decora con tiras de papel. De manera simbólica se traslada por los responsables
o mayordomos de una casa a otra de la población; el cortejo integra música y danza.
Posteriormente se celebra una comida colectiva donde se guisa la cabeza. Por su amplia
difusión, forma parte del repertorio obligado de todo tipo de agrupaciones musicales.
Música de los pueblos mayas, folleto del álbum musical, fonograma realizado por José
Luis Sagredo y el Departamento de Etnomusicología del INI, 1993, p. 13.
54
Observación
c) Escuchen cada una de las piezas tres o cuatro veces seguidas e identifi-
quen en ellas:
Observación
Para escuchar con toda claridad la melodía que corresponde a la segunda voz, sólo hay
que ubicarla en una de las dos bocinas del aparato reproductor. Si éste no tuviera siste-
ma de paneo, basta con desconectar la bocina en la que se ubica la primera voz.
Escuchen dos o tres veces más cada uno de los ejemplos referidos y, de
manera simultánea, localicen en la partitura correspondiente los diferen-
tes ritmos y melodías especificadas en el inciso c).
Una vez que todo el grupo identifica cada uno de los aspectos meló-
dicos, armónicos y rítmicos que contienen ambas piezas, deberán selec-
cionar los instrumentos con los que van a interpretar cada uno de ellos.4
Deben seleccionar a un narrador que lea en voz alta el texto siguiente y
consultar el cuadro que viene a continuación.
3
Ambos ejemplos están secuenciados, de menor a mayor dificultad.
4
Si así lo desean pueden utilizar los diversos instrumentos que fabricaron en años anteriores.
55
Una alternativa de los mayas peninsulares consiste en recrear los géneros […], emplean-
do como instrumentos musicales diversos objetos y materiales que los circundan: el
concepto musical, interiorizado profundamente por la resistencia cultural, mezcla ins-
trumentos formales y no formales en una constante búsqueda de texturas y timbres.
Por tanto, no es de sorprender que las dotaciones varíen entre los grupos de una misma
localidad, o bien que un ejecutante pueda cambiar su instrumento por otro que cumpla
una función similar. El resultado genera ensambles interesantes, como […] hoja de ro-
ble, […] cilindro o filarmónica (armónica de boca); […] tarolitas (bongoes) […], jarocha
(güiro) o bien filarmónica (armónica de boca, […] joboncitos, bulaleek o timbales (jíca-
ras percutidas sobre agua); bombo o bulaleek […] jícara de bule invertida en un tronco
tubular ahuecado, el cual en su interior contiene agua […] La jícara es prácticamente del
mismo tamaño que la boca del cilindro y es percutida por una baqueta de madera recu-
bierta con hule) […] el caparazón de tortuga es un remanente de la cultura maya preco-
lombina; […] el músico manipula el instrumento de pie, con punto de apoyo en la palma
de la mano izquierda (en la cual cabe el caparazón); lo percute con un clavo de metal en
ambas lengüetas, o en otros casos al centro del idiófono.
Música de los pueblos mayas, folleto del álbum musical, Fonograma realizado por José
Luis Sagredo y el Departamento de Etnomusicología del INI, 1993, pp. 10, 14 y 16-17.
56
Observación
Según las cualidades particulares del grupo y sus capacidades en la lectoescritura mu-
sical, todos pueden tocar ambas piezas o bien repartírselas, para que un sector del gru-
po interprete el primer ejemplo (de menor grado de dificultad en su melodía), y el otro
grupo, el segundo.
Productos de la sesión
• Reflexiones escritas en hojas de rotafolio o cartulina, acerca de la funda-
mentación del tema principal del bloque.
• Gráficos en una tabla que muestran la interconexión entre los contenidos
de los bloques “Del objeto sonoro al instrumento”, “Construir y tocar ins-
trumentos” y “Prácticas instrumentales”, así como su secuencia y gradua-
lidad a lo largo de los tres grados del Programa de Estudios de Música.
• Realización de las actividades sugeridas para abordar algunos de los con-
tenidos del bloque 2. Practicas instrumentales, de tercer grado.
• Presentación ante un público, de algunas piezas musicales trabajadas, to-
mando en cuenta el contexto de las misma.
57
Segunda parte
Propósitos
Materiales
59
Observación
1.1. Práctica musical con cuatro piezas breves para flauta de pico.
Tiempo aproximado: 1 hora, 15 minutos
60
61
Observación
e) Escuchen cada una de las piezas tres o cuatro veces seguidas e identifi-
quen en ellas los siguientes elementos:
– La melodía principal o primera voz.
– La melodía correspondiente a la segunda voz.
Tourdión
De la época medieval existen textos del siglo XII, en los que se recogen danzas cortesa-
nas y populares. Destacan los “Rondell de Carole” o rondós para bailar (siglo XIII), que
podían ser cantados o tener carácter exclusivamente instrumental, o la Baja Danza y el
Tourdión (siglo XV).
62
“LUZBEL ¿Quién es el bil que me ultraxa? EMBIDIA Mejor es dançar la Baja. LUZBEL Dança-
réisla bos, mochuelo. GÉNERO HUMANO Vna bez me hiçiste el son; Con la Carne y con
Eua de la mano baylamos el Tordión. EMBIDIA Y os bolbieron el Billano. con la arada y
açadón.” José de Valdivieso, Farsa sacramental de la locura (1622)
“Lechuzas y mochuelos en la lengua española del siglo XVII”. Fuente: www.lechuza.org/
zoo/esp17.htm
Traducción libre del texto anterior, escrito en español del siglo XVII
Bourrée
Bourrée/Fr./. Baile francés del siglo XVII, probablemente de Auvernia, casi siempre de
compás binario rápido con nota inacentuada. Lully lo empleó en sus ballets y óperas, de
las que pasó a las *suites del siglo XVIII. (J. Pachelbel, J. K. F. Fischer, J. S. Bach.)
Diccionario Harvard de Música, Don Michael Randel, México, Diana, 1984, p. 75.
Minué
Minué /Al. Menuett; Fr. Menuet; Ingl. Minuet; It. Minuetto/. Baile campesino francés de
Poitou, introducido en la corte de Luis XIV hacia 1650. Rápidamente se extendió por toda
Europa, reemplazó por completo a otros bailes más antiguos (courantes, pavanas) e ini-
ció un nuevo periodo de baile y de música de baile. Lully introdujo el minué en sus ba-
llets y óperas, y G. Muffat, J. Pachelbel y J. K. F. Fisher lo emplearon en sus suites (aprox.
1700). Muchos de esos minués muestran ya el arreglo alternativamente de dos minués,
M1 M2 M1, que es el origen del minué y del movimiento en trío de la sonata/ véase Trío
(2)/. Las sinfonías operáticas de Alessandro Scarlatti (1660-1725) y otras, generalmente
terminan con un minué, así como muchas de las sinfonías y sonatas del periodo ante-
63
Observación
Según las cualidades particulares del grupo y sus capacidades en la lectoescritura mu-
sical, todos pueden tocar las cuatro piezas o bien repartírselas, para que en función del
grado de dificultad, cada integrante del taller interprete una o dos de ellas.
64
Instrucciones de trabajo:
a) En plenaria nombren a una persona para que lea en voz alta el Texto 1.
En él se especifica la estructura literaria y se sitúa en contexto la pieza
musical que vamos a interpretar.
b) De manera individual, busquen en los Anexos correspondientes a esta
sesión, al final de la guía, el texto y la partitura de “El butaquito”.
Observación
– El ostinato rítmico sobre dos compases de 3/8, que se repite en tres oca-
siones y finaliza con un compás de 3/4.
– La melodía principal o primera voz (Introducción, que funciona tam-
bién como Interludio).
– La melodía correspondiente a la segunda voz (Introducción, que funcio-
na también como Interludio).
– El canto de la copla y de los estribillos de la primera voz.
– El canto de la copla y de los estribillos de la segunda voz.
– El texto y el estilo interpretativo en el canto.
– La secuencia armónica de tónica y dominante, interpretada con la gui-
tarra y/o la jarana. Recuerden que los cambios entre tónica y dominan-
te ocurren en el compás de 3/4.
1
La armónica de boca es un instrumento diatónico, es decir que sólo consta de una tonalidad y su
relativa menor; por ello, para tocar diferentes escalas debemos utilizar diferentes armónicas, las
cuales comúnmente se consiguen en las casas de música. Por fortuna, la armónica de boca que se
vende en todos lados está afinada en escala de Do Mayor, así que se puede utilizar perfectamente
para interpretar esta pieza.
2
En virtud de la dificultad para conseguir este instrumento, se recomienda revisar en el anexo de
esta guía el instrumento denominado “güiro-tambor”, que se fabrica con material de reciclaje. En
él se puede realizar el tipo de ejecución instrumental empleado en la quijada de asno o caballo, que
combina el golpe en la parte más ancha de la quijada con el ludimento o frotación con una varilla
sobre sus dientes.
65
Llegamos al son jarocho “El butaquito”, llamado también “El cielito lindo”, que es sin-
gular porque la pareja de bailadores, al cantarse los estribillos durante el baile, simulan
al compás de la música mecer el “butaquito”. Él extiende uno de sus brazos hasta alcan-
zar con su mano el codo de ella, en tanto ha doblado su otro brazo en posición de hacer
“un cuatro”; por su parte, ella realiza inversamente la misma posición y ambos comple-
mentan lo que sería el singular “butaquito” que habrán de mecer.
“El butaquito” fue la pieza favorita del general D. Antonio López de Santa Anna,
quien gustaba escucharla mientras presenciaba sus famosas peleas de gallos, por el año
de 1839, en San Agustín de las Cuevas, hoy Tlalpan (38).
“El butaquito” se menciona entre la serie de jarabes mexicanos como “El Rorro”,
“La tuza”, “El Malcriado”, “El aforrado”, “Los enanos”, “El perico”, “El ahualulco”, “Los
monos”, “El cuervito”, “El espinado”, “El guajito”, “El telele”, “El tapatío”, etcétera, muy
en boga entonces y que se escenificaba en el Coliseo de México. […] Anotamos final-
mente, con métrica de seguidilla, la copla propia del jarabe “El butaquito”:
(Chatita mía)
junto a la boca
no se lo des a nadie
(Cielito hermoso)
que a mí me toca
En esta copla del jarabe “El butaquito”, popular aún hacia 1900, bailado por chinas
y charros mexicanos “del interior”, ya no se menciona el mueble singular que la costeña
sacaba al fresco del corredor para sentarse en él y realizar su labor de rejilla o de “alisar-
se” y lustrarse la larga cabellera para hacerse luego el trenzado. […]
En la costa veracruzana se enfatiza “El butaquito” en cada una de las coplas, con
métrica de seguidilla,* en las que se canta. Es la ocasión buscada de enlazarse con la
compañera de danza, al tenderse ambos bailadores los brazos, y esta oportunidad no se
presenta sino en este son.
66
Una vez que todo el grupo identifica cada uno de los aspectos melódicos, armóni-
cos y rítmicos que contiene “El butaquito”, deberán seleccionar los instrumentos
con que van a interpretarlo.
Observación
Según las cualidades particulares del grupo y sus capacidades en la lectoescritura mu-
sical y en el canto, todos pueden tocar algún instrumento melódico, armónico o rítmi-
co, al mismo tiempo que cantan las coplas y el estribillo de “El butaquito” o bien, pue-
den organizarse al grupo en varias secciones: mientras dos grupos interpretan la copla
y los estribillos en primera y segunda voz, respectivamente, otros dos se encargan de
la introducción/interludio en uno o varios de los instrumentos melódicos señalados al
principio; otros, por su parte, se encargan del acompañamiento armónico, y finalmente,
67
68
Sobre el origen del bolero existen diversas teorías, la mayoría señala a Europa como la
cuna del género. Yo me inclino por allí y complemento esa base con diversas apreciacio-
nes. El bolero viene de España e inicialmente era una danza de movimiento ligero. Po-
siblemente el bolero es una manifestación musical gitana, […] llega a América, específi-
camente a Cuba, donde la fusión con los ritmos africanos de esa maravillosa zona que
es el Caribe dio como resultado el compás cadencioso del bolero como lo conocemos en
su acompañamiento clásico: con unas guitarras y unos bongoes, congas o tumbadoras
como percusión.
Se acepta que el primer bolero compuesto fue “Tristezas”, escrito por el cubano Jo-
sé Pepe Sánchez, en Santiago de Cuba en 1886, aunque algunos difieren en cuanto a la
fecha; lo importante es que esta pieza dio origen formal al género y con el acompaña-
miento musical que denominamos “clásico” (las guitarras y la percusión); así, el bolero
3
En términos simplificados, un inicio melódico tético o a tiempo se caracteriza por coincidir con el
tiempo o acento más fuerte del compás, que es el primero. En esta pieza debes observar si el princi-
pio de la introducción o del canto empiezan al mismo tiempo que el acorde de Do Mayor, si es así,
entonces la melodía estética, si no será anacrúsica, es decir no coincidente con el tiempo fuerte del
compás, llamado comúnmente tiempo débil. Si escuchas con cuidado la pieza, encontrarás que el
principio de la melodía del canto es anacrúsica y, posteriormente, cuando empieza el canto de su
segunda parte, el inicio es tético.
69
La irradiación musical de Cuba se dejó sentir no sólo con el bolero, sino con el son,
el danzón, la guaracha, el mambo y el cha cha chá, entre otros. Muy pronto, los países
bañados por el mar Caribe asumieron como propio el producto que Cuba les llevaba de
contrabando entre las décadas de los 20 y 30. Esto permitirá la fusión y el engrandeci-
miento del bolero con otros géneros musicales, lo cual dio como resultado los subgéne-
ros: bolero rítmico, bolero cha cha chá, bolero mambo e incluso la bachata (bolero domi-
nicano), el bolero ranchero (mezcla de bolero y mariachí mexicano) y el bolero moruno
(bolero con mezclas gitanas e hispánicas). […] Primero sería la era de los tríos de guita-
rra, luego las grandes orquestas tropicales que incursionaban en el bolero, después las
orquestas al estilo big band y, por último, verdaderas orquestas sinfónicas darían forma
al acompañamiento musical del bolero que durante casi 30 años (1935-1965) dominó el
espectro musical latinoamericano, valiéndose de los recursos comunicativos de la épo-
ca: primero la radio y los programas en vivo, luego los discos (en principio de 78 revo-
luciones por minuto, después 45 rpm y finalmente de 33 rpm, llamados Long Play o LP),
después el cine y finalmente la televisión. Este proceso no dejó a nadie fuera: Cuba y
México se convirtieron en la Meca y centro artístico del bolero. Intérpretes y composito-
res de toda la región participaron y destacaron; además de México y Cuba, los hubo en
Puerto Rico, Venezuela, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Bolivia, Chile, Ar-
gentina y hasta en Brasil y España. […] el bolero ha marcado una huella muy profunda
en la música de Latinoamérica y su presencia se siente en nuestro ser colectivo, por el
ambiente romántico que impera en la propia forma de ser del Latino […] quizás ahora
el bolero está mejor que nunca, porque como un buen vino, ha alcanzado plenitud en su
añejamiento, su lejanía en el tiempo nos muestra su trayectoria, que se ha enriquecido,
dándole mayor peso, valor y tradición. Precisamente ese sabor a tiempo es lo que hace
del bolero una de nuestras instituciones culturales más consistentes […] Porque el bole-
ro se ha convertido en un genero íntimo, es decir una música del recuerdo que nos evo-
ca un algo o un alguien, una felicidad o una tristeza y, aunque está en nuestro colectivo
–nuestra cultura latinoamericana– y también en nuestro ser, ya sea en la mente y en el
corazón; por todo esto siempre se dirá “¿quién no tiene su bolero favorito?” o “¡este bo-
lero me pega!” y así sucesivamente. El bolero está dentro de cada uno, en quien lo hace
propio. En definitiva, el bolero es la forma como América Latina canta su lado más hu-
mano: el del dolor y el amor.
70
El bolero
En la adaptación del bolero por el conjunto y otras agrupaciones, la parte del piano
es a veces totalmente improvisada, consistiendo principalmente en un acompañamien-
to libre. Sin embargo, existe un patrón elemental para el piano, que se podría considerar
un híbrido de las figuras tocadas por el trío de guitarras. En ella, la mano izquierda ac-
túa como línea de bajo y la mano derecha toca una figura de contratiempo.
c) Una vez que todo el grupo identifica cada uno de los aspectos melódicos,
armónicos y rítmicos que contiene la canción-bolero “Página blanca”, de-
berán seleccionar los instrumentos con los que van a interpretarla.
d) Dividan al grupo en secciones vocales e instrumentales. Para iniciar la
práctica musical, realicen un ejercicio basado en el círculo armónico de
Do Mayor. Con un instrumento armónico de cuerda, como la guitarra, la
jarana o la vihuela, interpreten el círculo de Do con los acordes que apa-
recen en la partitura. En caso de no contar con instrumentos armónicos
de cuerda punteada, los acordes correspondientes se pueden realizar en
otros instrumentos, como la marimba, melódica, acordeón y desde luego,
el piano. Revisen en la partitura cuántos acordes diferentes “caben” en un
compás y digan varias veces en voz alta el nombre de cada uno de ellos.
Pueden escuchar varias veces más esta pieza, en el CD de audio, y “seguir”
con algunos instrumentos los acordes que ahí aparecen. Háganlo hasta
que se familiaricen perfectamente con la secuencia armónica.
71
Observación
Según las cualidades particulares del grupo y sus capacidades en la lectoescritura mu-
sical, en la interpretación de algún instrumento y en el canto, todos pueden tocar algún
instrumento melódico, armónico o rítmico, al mismo tiempo que cantan el bolero-can-
ción “Página blanca”. También pueden organizar al grupo de tal forma que mientras un
subgrupo se encarga del acompañamiento armónico, otra sección se encarga de inter-
pretar la parte vocal; asimismo, otra parte del grupo se hace cargo de la introducción,
de los interludios y de los ornamentos de la pieza, con uno o varios de los instrumentos
melódicos señalados al principio; en tanto, al sector restante le corresponde la interpre-
tación de los instrumentos rítmicos, como bongoes, maracas, güiro y claves. Es funda-
mental que todos participen, ya sea de una manera o de otra.
72
a) En plenaria, nombren a dos personas para que lean en voz alta el texto
siguiente.
b) Para conocer la pieza que vamos a interpretar, busquen en el anexo
de esta guía la letra –con su traducción– y la partitura del rock and roll
“Lady Madonna”, seleccionen esta pieza en el CD de la guía y prepárense
para escucharla con atención.
Observación
– El compás de 4/4 dentro del cual está estructurado este rock and
roll.
– La introducción instrumental, que posteriormente funciona como
interludio.
– El texto en inglés y su significado en español.
– El canto en primera voz de las diferentes estrofas que conforman
la pieza.
73
“Lady Madonna” es una canción de The Beatles. Fue editada como single [disco senci-
llo] el 15 de marzo de 1968 en Reino Unido; junto con “The Inner Light”, escrita por Paul
McCartney y acreditada a Lennon/McCartney, como lado B del disco. Fue grabada en
los estudios Abbey Road en dos sesiones, los días 3 y 6 de febrero de 1968, antes de que
la banda viajara a India.
Parte de la melodía está tomada del clásico del jazz británico “Bad Penny Blues”
de Humphrey Lyttleton, de los años 50; éste, a su vez, la había tomado de Dan Burley.
El solo de saxofón es tocado por el músico británico de jazz Ronnie Scott.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Lady_Madonna
d) Una vez que todo el grupo identifica cada uno de los aspectos melódicos,
armónicos y rítmicos que contiene el rock and roll “Lady Madonna”, debe-
rán seleccionar los instrumentos con los que van a interpretarla.
Observación
74
Observación
Según las cualidades particulares del grupo y sus capacidades en la lectoescritura mu-
sical, en la interpretación de algún instrumento y en el canto, todos pueden tocar algún
instrumento melódico, armónico o rítmico, al mismo tiempo que cantan el rock and roll
“Lady Madonna”. También se puede organizar al grupo de tal manera que mientras un
subgrupo se encarga del acompañamiento armónico, otra sección se encarga de inter-
pretar la parte vocal y otra más, la introducción de los interludios y de los ornamen-
tos de la pieza, en uno o varios de los instrumentos melódicos señalados al principio;
mientras tanto, al resto del grupo le corresponde la interpretación de los instrumentos
rítmicos, tratando de acercarse, mediante idiófonos como los platillos, y membranófo-
nos como los tambores –graves, medios y agudos–, al sonido de la batería que se emplea
comúnmente en este género. Para construir algunos membranófonos con materiales de
reciclado, revisen la parte correspondiente en el anexo de esta guía.
75
Productos de la sesión
76
Propósitos
Que el colectivo docente:
• Conozca los criterios didácticos que fundamentan el tema central del blo-
que 3. Arquitectura musical, del programa de Música de tercer grado.
• Identifique la secuencia y gradualidad que existe entre los contenidos del
bloque 3. Arquitectura musical, de tercer grado, con el bloque 4. El lengua-
je de la música, de segundo grado y con el bloque 5. ¿Con qué se hace mú-
sica?: construir con sonidos, de primer grado.
• Realice diversas actividades que ejemplifiquen de manera didáctica cómo
abordar algunos contenidos del bloque 3. Arquitectura musical.
Materiales
• Artes. Música. Educación básica. Secundaria. Programas de Estudio 2006, SEP,
México, 2006.
• Artes. Música. Antología. Tercer Taller de Actualización sobre los Programas de
Estudio 2006. Reforma de la Educación Secundaria, SEP, México, 2008.
• Partituras (ver los Anexos correspondientes a esta sesión, al final de la guía).
• Instrumentos musicales que puedan producir melodía y armonía: gui-
tarras, mandolinas, teclados (melódica, piano, órgano, acordeón, entre
otros), jaranas, marimbas, violines entre otros. Observación: proponemos
que se utilicen los instrumentos que se encuentren disponibles en la es-
cuela o aquellos propios de la región.
• CD de audio (incluido en la guía).
• Reproductor de discos compactos.
• Hojas blancas o cuaderno de notas.
• Pluma o lápiz negros.
• Marcadores de texto.
• Hojas de rotafolio o cartulinas blancas.
• Plumones de punta gruesa de varios colores.
• Masking tape.
• Salón grande.
• Opcional: una toalla grande o cobija (para acostarse en el piso y realizar la
práctica de relajación antes de la audición).
77
1.2. En plenaria realicen una ronda de comentarios en la que compartan las res-
puestas a cada uno de los textos y anoten en hojas de rotafolio o cartulinas los as-
pectos más importantes de cada uno de ellos.
Observación
a) Armonía
b) Acordes
Años después, descubrióse la unidad armónica del acorde perfecto, que consiste en la
combinación (simultánea)* de tres sonidos que son consonantes entre sí. […]
Primero. Las notas de la escala: Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si, reciben nombres espe-
ciales según su colocación dentro de determinada escala. Las escalas pueden formarse
tomando como punto de partida cualquiera de las notas mencionadas, por lo cual cada
una adquiere denominación distinta según el lugar que ocupa.
78
El acorde perfecto se forma con una tónica y su tercera y quinta respectivas; o sea
con la mediante y la dominante. Este mismo conjunto: tónica, tercera y quinta, en su
forma más simple toma la forma de dos terceras superpuestas, de las cuales una es ma-
yor y la otra menor, colocadas, indistintamente, en forma sucesiva. Estos acordes tam-
bién se llaman triadas.
Fortino López Robles, “1. La obra musical y sus elementos”, en Educación musical. Ciclo
profesional, México, Nueva Biblioteca Pedagógica/Oasis, 1971, pp. 9-10.
Principios estructurales
79
a) Basso ostinato.
b) Passacaglia.
c) Chacona.
d) Tema con variaciones.
a) Fuga.
b) Concerto grosso.
c) Preludio de coral.
d) Motetes y madrigales.
Las demás categorías formales fundamentales son las que se basan en la “no repeti-
ción” y las llamadas formas “libres”.
2. La variación
A partir de aquellos tiempos apenas hubo una época en que los compositores no
hayan utilizado la forma variación. Como molde básico la usaron reiteradamente los
80
Basso ostinato
De los cuatro tipos de la forma variación, el basso ostinato es el más fácil de reconocer.
Más justo sería denominarlo “recurso” que forma musical. Basso ostinato quiere decir, li-
teralmente, un “bajo obstinado”, con lo cual ya tenemos una descripción más o menos
exacta de lo que es. Una frase breve –ya sea una figura de acompañamiento, ya una ver-
dadera melodía– que se repite una y otra vez por el bajo, mientras las voces superiores
siguen su curso normal. Constituye un método fácil para escribir “música moderna”, de
la cosecha 1920: la mano izquierda persiste siempre en lo mismo y la derecha es aban-
donada a sus propios recursos. […]
Quizá por eso durante algún tiempo el basso ostinato ejerció un encanto demasia-
do poderoso sobre los compositores nuevos.
Hay diferentes tipos de variación que se pueden aplicar a cualquier tema. Se pue-
den distinguir con facilidad cinco tipos generales: 1) armónico, 2) melódico, 3) rítmico,
4) contrapuntístico y 5) una combinación de los cuatro tipos anteriores. Ninguna fór-
mula de los libros de texto podría prever todas las clases de planes de variación que un
compositor con inventiva puede descubrir.
(1) Se entiende por virginalistas, los músicos que tocaban el virginal, cordófono simple de teclado, instrumen-
to de uso doméstico muy en boga durante los siglos XVI y XVII en Inglaterra. [N. de autores de la guía.]
81
Observación
En la siguiente tabla podemos observar los contenidos de cada grado, agrupados con
base en un tema común. De esta manera podemos apreciar con mayor claridad la rela-
ción entre secuencia y/o gradualidad que existe entre los contenidos, a lo largo de los
tres grados del programa de Música.
2.2. Identifiquen y subrayen con marcadores de texto, aquellos contenidos que sea
indispensable conocer y haber trabajado en segundo grado, para abordar los co-
rrespondientes de tercero.
82
83
84
Observación
A continuación se proponen diversas actividades que sirven como ejemplo o guía para
abordar algunos contenidos del bloque 3. Arquitectura musical. Se pretende que en este
taller los maestros vivan la experiencia de estas actividades y después las apliquen en
el aula, con sus alumnos, ya sea de igual manera o modificadas, con ajustes o variantes.
También se pretende que estas acciones sirvan como “detonador” de la creatividad de
los docentes, para que planeen sus actividades, tomando en cuenta el contexto donde
laboran y los intereses de sus alumnos.
85
• Basso ostinato.
• Tema con variaciones.
Observación
A continuación escucharemos ejemplos de las formas basso ostinato y tema con varia-
ciones. El coordinador irá dando las siguientes instrucciones y se encargará de tener lis-
to el aparato reproductor de discos compactos y el track correspondiente del CD de au-
dio, para que las audiciones fluyan sin obstáculos.
W.A. Mozart nació en Salzburgo, Austria, en 1756. Desde pequeño demostró grandes
aptitudes para la música: sus primeras obras son de cuando tenía cuatro años. Tocaba
el clavicordio y el violín de una manera tan excepcional, que su padre Leopold –quien
también era músico– lo llevó a dar conciertos por las principales cortes de Europa junto
con su hermana Maria Anna (Nannerl), quien también era una niña prodigio tocando el
clavecín. Cuentan que Mozart tenía una memoria prodigiosa: a los once años viajó a Ita-
lia y después de escuchar un Miserere a nueve voces del músico italiano Allegri, en la
Capilla Sixtina, quedó tan impresionado que al llegar a casa lo transcribió completo, sin
faltar una sola nota. De regreso a Austria y a la edad de 16 años, empieza a trabajar al
servicio del príncipe de Salzburgo, pero este hombre era un déspota, autoritario y tenía
86
Las variaciones que vamos a escuchar son sobre una canción popular francesa
que la madre de Mozart le cantaba cuando era pequeño. Fueron compuestas en home-
naje a ella cuando murió.
Escucharemos en primer lugar, el “tema” (la melodía) y a continuación las “12 va-
riaciones” sobre el mismo. Después escucharemos sólo las cuatro primeras, para poner
atención en lo que varía en cada una de ellas.
Ostinato
Otra buena manera de poner “cimientos” a una pieza de música es empleando un osti-
nato. Al igual que un bordón, el ostinato permanece en el tiempo; pero en vez de consis-
tir en una o dos notas prolongadas, consiste en un ritmo o melodía breve que se repite
una y otra vez.
Un ostinato puede ser muy breve o estar formado por una secuencia de notas más
larga y complicada; sin embargo, aun en este último caso es fácil reconocerlo. Probable-
mente recuerdas el ostinato rítmico que tocaba una caja […] al comienzo del Bolero de
Ravel.
a) Para ejemplificar de mejor forma cómo trabajar este contenido, les sugeri-
mos que antes de crear una composición sonora sobre un bajo obstinado,
primero interpreten las siguientes canciones y las acompañen con el bas-
so ostinato que se propone en cada una de las partituras. Deben consultar
los Anexos correspondientes a esta sesión, que se encuentran al final de la
guía.
Zum gali gali. Canción popular (Israel). Además de cantar, tanto la melo-
día como el basso ostinato de esta canción se pueden tocar con la flauta de
pico soprano.
La bamba. Son jarocho (México). Para interpretar esta pieza, los inte-
grantes del taller deberán distribuirse las “partes” de la pieza; es decir,
unos tocarán y/o cantarán la melodía, otros el acompañamiento y otros el
basso ostinato.
b) Formen equipos mínimo de tres integrantes y máximo de ocho. Improvi-
sen un bajo obstinado. Cántenlo todos.
87
a) Presenten ante los compañeros de los otros equipos su creación sonora so-
bre un basso ostinato. Pueden utilizar la “partitura” que elaboraron o in-
terpretarla de memoria.
b) Cada vez que se presente uno de los equipos, realicen una pequeña eva-
luación con base en las preguntas siguientes.
c) En plenaria y una vez que todos los equipos hayan presentado su creación
sonora, escojan aquella que más le haya gustado al grupo e interprétenla.
Productos de la sesión
Gráficos en una tabla que muestran la interconexión entre los contenidos del
bloque 3. Arquitectura musical, de tercer grado, con el boque 4. El lenguaje de la
música, de segundo grado y con el bloque 5. ¿Con qué se hace música? Construir
con sonidos, de primer grado.
88
Propósitos
• Conozca los criterios didácticos que fundamentan el tema central del blo-
que 4. La música en el tiempo, del programa de Música de tercer grado.
• Identifique la secuencia y gradualidad que existe entre los contenidos del
bloque 4. La música en el tiempo, de tercer grado, con el bloque 5. ¿Para
qué hacemos música? Usos y funciones de la música, de segundo grado.
• Realice diversas actividades que ejemplifiquen de manera didáctica cómo
abordar algunos contenidos del bloque 4. La música en el tiempo.
Materiales
89
1.2. En plenaria realicen una ronda de comentarios en la que compartan las res-
puestas a cada uno de los textos y anoten en hojas de rotafolio o cartulinas los as-
pectos más importantes de cada texto.
Observación
Para comprender el espíritu y la vida interior de un pueblo, esto es sus alegrías, valores
y motivos por los cuales la vida fue llevadera y plena de significado, debe examinar-
se su arte, literatura, filosofía, danza y música, pues éstas […] y otras disciplinas afines
son las expresiones humanísticas en que se encuentra el verdadero testimonio de la ex-
periencia del hombre como la vivió, a través de las percepciones y sensaciones raciona-
les y no racionales. Examinadas en el contexto de sitio y época en que ocurrieron y de
las ideas que las animaron, las […] artes son el lenguaje simbólico por el que los artistas
creadores se dirigieron a sus contemporáneos y por el que aún nos brindan, con convic-
ción sorprendente sus ideas, fantasías, comentarios sociales, observaciones satíricas, re-
velaciones personales e imágenes del orden. […] Un estudio de las artes en relación con
la vida y las épocas que las produjeron llevará no sólo a una comprensión más amplia y
profunda de la conducta humana del pasado, sino también a una compenetración más
rica del futuro que espera a cada nueva generación.
• Según este texto, ¿por qué es importante conocer la música desde una
perspectiva histórica?
• ¿Qué periodos de la historia de la música conoce? ¿Qué compositores re-
presentativos de cada periodo recuerda?
• ¿Ha tenido experiencias en el aula respecto del estudio de los diferentes
periodos de la música occidental? ¿De qué manera los ha abordado?
90
La audición debe ser considerada como una actividad en la que intervienen nuestra his-
toria, nuestra cultura, nuestra sensibilidad. La tendencia a ciertas soluciones, con la ex-
clusión de otras, es producto de una civilización musical históricamente determinada.
Ciertos fenómenos sonoros que para una cultura musical son elementos complejos (la
disonancia, por ejemplo), pueden constituir para otra, productos acabados de monoto-
nía. El acto de organización que efectuamos al escuchar es algo que se aprehende en un
determinado contexto sociocultural. Toda civilización musical condiciona una audición
orientada e impuesta por la tradición cultural existente.
Las raíces de la nueva música las hallamos a principios del siglo XX, en la época
del dadaísmo, de los collages, del manifiesto surrealista. A partir de entonces los nue-
vos materiales musicales se articulan regidos por leyes que son válidas únicamente en
el ámbito de una determinada obra. Una situación típica de la nueva música es aquélla
en la que se producen dos estímulos o dos eventos musicales sucesivos, sin que ningu-
na razón de hábito los una; la música resuelve la crisis con una nueva crisis, dejando al
oyente ante un mundo sonoro que ha perdido las referencias prefijadas y que prevé una
continua ruptura de la reglas tanto formativas como perceptivas que ha instaurado la
costumbre. A la unipolaridad de la música clásica tradicional la música actual opone
una multipolaridad (1973).
91
De todas las artes, la música –probablemente por su casi total carencia de contenido
verbal o representativo explícito– es la que más claramente revela los supuestos básicos
de una cultura; comencemos, pues, por examinar un fenómeno que es familiar para la
mayoría de los amantes de la música: la gran tradición posrenacentista, que se extendió
aproximadamente entre 1600 y 1910.
Es el periodo de casi todos los bien conocidos “grandes” del repertorio operístico
y de concierto, y se le suele conocer […] como el periodo de la armonía funcional tonal.
[…] para muchos aficionados, es ella la que ocupa la totalidad del campo de su percep-
ción musical y se convierte en la encarnación específica de lo que ellos consideran las
verdades eternas del arte. Pero, tal como observó Harry Partch, “la música… no tiene
más que dos ingredientes […]: la capacidad de un cuerpo para vibrar y producir sonido,
y el mecanismo del oído humano que lo registra… Todo lo demás que pueda ser estu-
diado y analizado en el arte de la música fue creado por el hombre, o está implícito en
los actos humanos y, por consiguiente, sujeto al más riguroso de los escrutinios”.1
Otras culturas hacen otros supuestos y se interesan por otros aspectos del sonido
organizado; no son inferiores ni superiores, sino diferentes […]
Un pez no tiene conciencia del agua, porque no tiene noticia de ningún otro me-
dio. Hasta hace poco tiempo, ésta ha sido la posición de la cultura europea frente al res-
to del mundo; durante más de tres siglos, la total e invencible certidumbre de la supe-
rioridad axiomática del arte europeo en relación con el resto del mundo, garantizó que
Europa se viera aislada de la influencia fecundante de otras culturas, que para los euro-
peos eran raras y exóticas en el mejor de los casos, y en el peor, primitivas e indignas de
fijarse en ellas.
La primera ruptura manifiesta con esta actitud se produjo con la Gran Exposición
Mundial de París, celebrada en 1889 en el Campo de Marte, donde se pudo oír por pri-
mera vez en Europa el gamelán de Java y el teatro musical de Cochinchina. El efecto de
los nuevos sonidos fue sensacional; el entusiasmo por su exotismo y su misterio no co-
noció límites […] se entusiasmaron con el juego fascinante del metalófono, el gong y el
tambor, el único músico occidental que realmente entendió su importancia fue Claude-
Achille Debussy, por entonces de 27 años, quien muchos años después, en 1913, habría
de recordar:
Su conservatorio es el ritmo eterno del mar, el viento entre las hojas y los mil soni-
dos de la naturaleza […] Sus tradiciones residen en los antiguos cantos, combinados con
danzas, cultivados y consolidados durante siglos. Y, sin embargo, la música javanesa se
92
1
Harry Partch, Genesis of a Music, 2ª ed., Nueva York, Da Capo Press, 1964, p. XVI. En el original esta nota es la
número 3 del capítulo 1 [N. autores de la guía].
2
Edward Lockspeiser, Débussy, His Life and Mind, vol. I, Londres, Cassell, 1962, p. 115 En el original esta nota
es la número 1 del capítulo 2 [N. autores de la guía].
Observación
2.2. Identifiquen y subrayen con marcadores de texto aquellos contenidos que sea
indispensable conocer y haber trabajado en segundo grado, para abordar los co-
rrespondientes de tercero.
93
94
Observación
A continuación se proponen diversas actividades que sirven como ejemplo o guía pa-
ra abordar algunos contenidos del bloque 4. La música en el tiempo. Se pretende que en
este taller los maestros vivan la experiencia de realizarlas, para después aplicarlas en el
aula con sus alumnos, ya sea de igual manera o con modificaciones, ajustes o variantes.
También se pretende que estas actividades sean un “detonador” de la creatividad de los
docentes, para que planeen sus propias acciones, tomando en cuenta el contexto donde
laboran y los intereses de sus alumnos.
Observación
95
Esta pieza pertenece a un importante manuscrito del siglo XIV, escrito en latín y en ca-
talán: el Llibre Vermell de Montserrat (Libro rojo de Montserrat). Es llamado así porque
está encuadernado en terciopelo rojo y se encuentra en el monasterio de Montserrat. En
Europa es considerado de valor incalculable y en ciertos aspectos, único, pues además
de composiciones religiosas y melodías populares de danza incluye información acerca
de la historia, geografía, astronomía y costumbres de esa época.
La pieza que vamos a escuchar es uno de los cantos a dos voces (de los dos que
contiene el Llibre Vermell), es un claro ejemplo de discanto (una manera bastante sen-
cilla de “hacer” armonía). Cuando la melodía del canto (o primera voz) realiza un mo-
vimiento ascendente, la segunda voz hace lo contrario; es decir, desciende haciendo el
discanto. El efecto que resulta es lo que escucharemos…
Segunda audición
En virtud de la fuerte relación que la música prehispánica tenía con la religión, a raíz de
la Conquista se perdió una gran cantidad manifestaciones musicales. No obstante, hoy
en día son los grupos indígenas quienes conservan instrumentos ancestrales y usos ri-
tuales, y nos aproximan a la riqueza sonora de esa época. A continuación escucharemos
tres piezas que lo ejemplifican:
Según nos dice el musicólogo Roy Bennett, en el libro Investigando los estilos musicales:
96
“Reina celestial, madre de Dios, abogada nuestra, ruega por nosotros los pe-
cadores...”
97
J.S. Bach nació en el seno de una familia de gran tradición musical. Desde muy peque-
ño estudió violín, órgano y composición. Trabajó primero como organista y después
al servicio del duque y del príncipe de Weimar, quienes le dieron grandes facilidades
para que se dedicara a la composición. Esto permitió que Bach compusiera importan-
tes obras durante el tiempo que estuvo a su servicio; por ejemplo, los Seis conciertos de
Brandenburgo. Se casó dos veces y tuvo en total 14 hijos, por lo cual tenía que trabajar
muchísimo. Ganó una plaza como cantor en Leipzig y se trasladó para vivir en esa ciu-
dad. Su obra –una gran obra– incluye más de 260 cantatas, pasiones, oratorios, magnífi-
cats, una veintena de conciertos, numerosas obras para clavicémbalo (una de las cuales
está dedicada a su segunda mujer: Álbum de Ana Magdalena Bach), sonatas, suites, una
misa, una ofrenda musical, el Arte de la fuga, El clave bien temperado, entre muchas
otras composiciones.
98
El villancico que vamos a escuchar es una negrilla: el coro de niños que lo inter-
pretaba se pintaba la cara de negro para cantar, bailar y hablar como negritos que van
a adorar al niño Jesús. En este villancico se mezclan la complejidad rítmica de la músi-
ca africana –llegada a México con los esclavos–, con el barroco novohispano de la rica y
cosmopolita Ciudad de los Ángeles, Puebla. El texto remeda con fidelidad y gracia nota-
bles, la forma de hablar el castellano de los “negritos”:
Luigi Boccherini, aunque de origen italiano, se trasladó a Madrid, España, para traba-
jar al servicio del infante don Luis, hermano del rey Carlos III, quien era muy aficionado
99
Danza de origen hispánico, muy popular en Lisboa durante el siglo XVIII. […]
En su Glosario de Afronegrismos (La Habana, 1924), Fernando Ortiz apunta va-
rios hechos interesantes sobre la utilización del nombre de este baile español
en América: “En Cuba –escribe el eminente folklorista– se usa preferentemen-
te como “pendencia”, “riña”, “alboroto”, “desorden”. Se armó un fandango, se
dice […] Según el Diccionario de Autoridades, es baile introducido en España
por los que han estado en los reinos de las Indias; y según Emilio Catarelo […]
la introducción debió hacerse a fines del siglo XVII y por eso no se le menciona
en los entremeses ni bailes anteriores, ni en el Tesoro de la Lengua Castellana, de
Covarrubias. El orden indiano del fandango, dándolo por cosa bien averigua-
da y cierta, parece negar la etimología árabe: y por ello alguien está inclinado
a creer en una africana […] más fácil es suponer una etimología mandinga de
fanda, “convite”, “dar de comer”, y el despectivo ango. Recordándose la fre-
cuente presencia de los mandingas en las Españas de los siglos XVI y XVII, esta
etimología parece aceptable. Fandango equivaldría a “fiesta donde se come”,
“fiesta de convite o diversión” […] También era popular en Chile desde el si-
glo XVIII. “La voz fandango […] designaba, genéricamente, toda clase de bailes
deshonestos o atrevidos. Así en 1774, un documento inédito […] nos transcri-
100
Por otro lado, el doctor Miguel Galindo, en su libro Historia de la música mexicana, nos dice:
Observación
Para trabajar el periodo clásico en el aula, además de la audición anterior se puede es-
cuchar el Tema con variaciones de Mozart (consúltese la quinta sesión), así como ver la
película Amadeus, misma que en tono de ficción, narra algunos aspectos de la biografía
de este compositor y recrea la época en que vivió (consulte la referencia completa en el
apartado “Videografía”, p. 131 del Programa de Estudios de Música 2006).
101
Chopin estaba enfermo de tuberculosis y a pesar de que junto con G. Sand hicie-
ron un viaje a la isla de Mallorca para ver si el clima le ayudaba, murió a la edad de 39
años en París; legó una importante obra pianística, llena de dramatismo y sentimiento
de melancolía por su tierra natal, Polonia.
Este vals del compositor mexicano Felipe Villanueva data de 1888. Según dice la inves-
tigadora Consuelo Carredano en su libro Felipe Villanueva (1862-1893), el Vals poéti-
co responde a la tradicional forma ternaria A-B-A´, con una breve coda, pero “hay en él
ciertas características que lo distinguen de otros valses mexicanos de la época. En pri-
mer lugar, la elección de la tonalidad de Sol bemol, tan inusual en este género o forma
musical. Por otro lado, el hallazgo de Villanueva al dejar que la voz que cante sea el te-
nor y no la soprano, a quien adjudica el acompañamiento del vals. Cabe señalar que es-
tos dos rasgos estilísticos se encuentran también en el Vals en La menor opus 34, núme-
ro 2 de Chopin”.
No es casual esta influencia, pues a pesar de que por falta de medios económicos,1
F. Villanueva nunca pudo viajar a Europa y conocer directamente a los artistas y las
“nuevas” corrientes que se estaban gestando en París, sí pudo conocer la obra pianística
de Chopin y junto con otros músicos formar el Grupo de los Seis,2 profundos amantes
del arte, la cultura, la lengua y la música francesa (durante el porfiriato prevaleció una
tendencia muy marcada hacia las modas y costumbres parisinas. El mismo presidente
Porfirio Díaz intentó hacer de México una réplica de París. Hay que recordar que du-
rante esa época París era un importante centro cultural y artístico).
1
Felipe Villanueva nació en Tecámac, Estado de México, hijo de una familia humilde de diez hermanos.
Muy joven viajó a la Ciudad de México para estudiar y desarrollar su carrera como músico. Como mu-
chos artistas románticos, también murió joven. (N. de autores de la guía.)
2
Conformaron el Grupo de los Seis Felipe: Villanueva, Ricardo Castro, Ernesto Elorduy, Gustavo E.
Campa, Juan Hernández Acevedo y Carlos J. Meneses. Estos artistas pertenecieron a la generación de
los músicos del porfiriato. [N. de autores de la guía.]
102
Vamos a escuchar esta obra para piano, ejemplo de la “música de salón”, tan en
boga entre las clases media y alta mexicana del siglo XIX.
Observación
Igor Stravinsky fue una de las figuras clave en la música del siglo XX. Experimentó con
una gran diversidad de técnicas y estilos musicales e influyó en muchos compositores
posteriores. Representa un “puente” entre el estilo de finales del siglo XIX y la música
contemporánea. Junto con el húngaro Béla Bartók, inició una revolución rítmica que
busca sonoridades orquestales desconocidas hasta ese momento.
Pese a que estudió derecho, al conocer durante un viaje a otro gran músico ruso,
Rimsky-Korsakov, decide dedicarse por completo a la música y estudia con él. Cuando
tenía aproximadamente 25 años, conoció al empresario de ballet ruso Diághilev, con el
cual estableció una importante relación profesional. Se trasladó a París y compuso pa-
ra la compañía de Diághilev numerosos ballets, entre los que destacan: El pájaro de fuego
(1910), Petrushka (1911) y La consagración de la primavera (1913), obra que en su estreno fue
muy abucheada por el público, pero que hoy constituye una de las piezas fundamenta-
les de la música contemporánea.
103
Productos de la sesión
104
Propósitos
Materiales
105
1.2. En plenaria realicen una ronda de comentarios en la que compartan las res-
puestas a cada uno de los textos y anoten en hojas de rotafolio o cartulinas los as-
pectos más importantes de cada texto.
Observación
En el estudio de grabación, la MIDI posee variados usos. Por ejemplo, por medio
del sintetizador es posible grabar, canal por canal, toda una orquesta, con el solo recur-
so de la interfaz y su capacidad de ejecutar sonidos de diversos instrumentos.
Los últimos adelantos permiten, además, que un sonido grabado por medio de un
micrófono se pueda reinterpretar a través de cualquier otro instrumento, o bien quedar
registrado como partitura musical. Actualmente es posible grabar un set de tambores y
después hacer que las percusiones suenen como piano. Estos sonidos, a su vez, se pue-
den modificar total o parcialmente, lo cual permite afinarlos, alterar su rítmica o poner-
los en otra escala, y viceversa; es posible tocar una batería en un teclado, en el que se al-
tera el sonido del bombo, se cambia el tiempo, se sube el tono o el volumen, se modifica
la ecualización, se le incorporan timbres de otro instrumento, etcétera.
A partir de la aparición de la MIDI, los músicos líricos, que no saben notación mu-
sical, pueden silbar una melodía y a partir de ese sonido elaboran una partitura correc-
tamente escrita, susceptible de interpretarse por una flauta, un piano o un violín. Edi-
tando, cortando y pegando sonidos es posible componer una pieza sin ejecutar una sola
106
Si bien la MIDI controla el sonido en cuanto partitura, es decir como nota musical,
puede modular su altura, intensidad y duración, así como sus características tímbricas
(aquello que permite identificar un sonido, como el del piano, el violín o algún otro ins-
trumento), también cuenta con otras funciones: la cuantización, o sea, poner dentro del
ritmo los sonidos que por error del ejecutante hayan quedado fuera del patrón, o la hu-
manización, es decir, introducir ligerísimas variaciones respecto de la norma para que
el resultado no suene a máquina.
El que los usuarios del walkman o Ipod habiten un universo privado mientras deambu-
lan por la ciudad no significa que no pertenezcan a redes de socialización vinculadas a
la música. Las mismas tecnologías hacen posible nuevas formas de interactividad, nue-
vas maneras de fortalecer los lazos de afiliación y sociabilidad. En sus inicios, el case-
te permitió la portabilidad en los automóviles y, como vimos, en los walkman, pero muy
pronto los usuarios empezaron a grabar compilaciones de su música favorita y regalár-
sela a sus amigos. Cada usuario se convertía así en su propio DJ, y canjeaba su estéti-
107
Los casetes, si bien al principio eran de calidad inferior y más propensos a dañar-
se que los LP, muy pronto alarmaron a la industria de la música, que temía perder ven-
tas. El auge de ventas que el walkman produjo fue contrarrestado por la piratería de ca-
setes, bastante más fáciles de copiar que los LP. Esta tecnología introdujo e hizo accesible
una gran diversidad de música a públicos masivos. […] De ahí que el disco compacto o
CD fuera introducido en 1982 para estimular el mercado de fonogramas, que estaba de-
clinando en los años 80. Seis años después, el CD se convirtió en el formato dominante.
Millones de aficionados a la música no sólo empezaron a comprar CD, sino que además
fueron reemplazando su colección de música hasta bien entrada la década de 1990.
En 1997 se introdujo el DVD, que contiene diez veces más espacio y combina ima-
gen, texto y sonido, con la esperanza de provocar una nueva ola de reemplazo de colec-
ciones de fonogramas, como había pasado una década antes cuando el mercado pegó
un salto cualitativo debido a la sustitución de LP de vinilo por el nuevo formato. Pero el
DVD no logró afincarse plenamente en el mercado, y el formato CD siguió cayendo, espe-
cialmente con la agudización de la piratería y dos modos de intercambio gratuito de fo-
nogramas: el sistema P2P, introducido en la década de los 90, y la copia de CD a partir de
1996, sobre todo para regalar a los amigos, como se hacía con el casete, procedimiento
que no ha recibido la suficiente atención, pero que según declaración del observatorio
de investigación de mercados NPD Group constituye la forma más intensa y habitual de
la adquisición de música. Según este informe, “la copia social de CD entre amigos –que
tiene lugar offline y casi fuera del alcance de los esfuerzos de “criminalización” de la in-
dustria musical– constituye 37% de toda la música que se consume, más el intercambio
de archivos”. […]
Como veremos, las nuevas tecnologías y los hábitos y sensibilidad de los consumi-
dores –quienes no creen que copiar un fonograma sea un delito–, junto con las medidas
enajenantes que la industria de la música está adoptando para obligar a los consumidores
a pagar ya no sólo por la compra de fonogramas, sino por cada uso de ellos, constituyen,
más allá de la piratería industrial, el gran desafío económico para las grandes empresas.
108
Este algoritmo de codificación fue desarrollado por la sociedad Moving Pictures Experts
Group (MPEG), grupo especializado en crear y mejorar los estándares para la compresión
de audio y video digitales. Actualmente, el MP3 se ha estandarizado como la norma de
compresión de audio más importante en internet, gracias a su alta calidad, facilidad de al-
macenamiento y transmisión, incluso en conexiones de bajo ancho de banda.
Técnicamente se define al MP3 como un sistema de compresión que reduce los ar-
chivos de audio en un factor de 12 a 1, o sea menos de una décima parte de lo que ocu-
pa una pista de CD, los cuales, gracias a su reducido tamaño, pueden ser distribuidos a
través de internet y reproducidos en computadora. Su tecnología de compresión se ba-
sa en dos hechos: el primero es que el oído humano sólo percibe un rango acústico de
frecuencias que va desde los 20 hertz hasta los 20 khz (el rango de mayor percepción al
oído está entre 2 y 4 khz), mientras que los archivos de sonido sin compresión registran
información que rebasa estos límites. Al respecto, lo que hace la tecnología MP3 es des-
echar todos aquellos sonidos que se encuentran por debajo de los 20 hertz o por encima
de los 20 khz.
El segundo aspecto que aprovecha el MP3 es que cuando existen dos señales de
frecuencias similares, el oído humano sólo escucha la que posee un mayor volumen.
Así, la tecnología de compresión analiza las frecuencias que están superpuestas (las fre-
cuencias que están encimadas) y elimina la información que posee el menor volumen.
Aprovechando estas dos deficiencias del oído humano, el formato MP3 genera archivos
de un tamaño mucho menor que poseen una buena calidad de sonido. Un minuto de
109
El éxito de este formato ha llevado a que los fabricantes de aparatos de sonido em-
piecen a desarrollar reproductores portátiles de MP3 con capacidad para 120 minutos de
música. Las canciones se bajan de internet en la computadora y luego se pasan al repro-
ductor a través de un cable que se conecta a la PC. Los usuarios pueden cambiar el orden
de ejecución de las canciones y escribir y borrar canciones cuantas veces quieran.
Napster, pionera en este campo, cambió paradigmas al permitir que miles de per-
sonas tuvieran un motivo para conectarse a internet y puso en jaque a la poderosa in-
dustria de la música. Se enfrentó a serios problemas legales durante todo un año, que la
obligaron a suspender el servicio después de 30 meses en funciones. Sin embargo, han
aparecido diversos esfuerzos tanto de empresas privadas como de programadores vo-
luntarios, que quieren darle al público lo que desea: seguir bajando música de la red.
Observación
110
2.2. Identifiquen y subrayen con marcadores de texto aquellos contenidos que sea
indispensable conocer y haber trabajado en primer grado, para abordar los corres-
pondientes de tercero.
Identificación de cada una de las cualida- Indagación acerca del quehacer de las di-
des del sonido que se produce en el en- ferentes profesiones que se relacionan o
torno cercano o inmediato, tomando en trabajan con el sonido, con la creación,
cuenta la variable del tiempo (horarios y producción o difusión musical:
épocas del año): – ¿Cómo trabajan los compositores de
– El aula. radio, televisión y cine?
– La escuela. – ¿En qué consiste el trabajo de los inge-
– La casa. nieros de sonido?
– La calle. – ¿Qué hacen un productor, un locutor,
– La comunidad o localidad. un sonorizador, entre otros?
111
112
Observación
A continuación se proponen diversas actividades, como ejemplo o guía para abordar al-
gunos contenidos del bloque 5. Sonido, música y tecnología. Con éstas se pretende que
en el taller los maestros vivan la experiencia de llevarlas a cabo, para después ponerlas
en práctica en el aula, con sus alumnos, ya sea que lo hagan de igual manera o con mo-
dificaciones, ajustes o variantes. También se intenta que las actividades sean un “deto-
nador” de la creatividad de los docentes, para que elaboren sus propias acciones. Para
ello es importante tomar en cuenta tanto el entorno, el contexto donde laboran y la dis-
ponibilidad de recursos tecnológicos, como los intereses de sus alumnos.
113
Observación
No olviden consultar las “notas” que aparecen al final del texto, pues en ellas encontra-
rán información significativa acerca de otros medios y su funcionamiento.
Genealogía de la radio
¿Y el sonido? ¿Sería más inasible que la imagen? El 24 de mayo de 1844, Samuel Morse,
un pintor norteamericano, inventó el telégrafo. Las letras se traducían en una clave de
puntos y rayas. Con impulsos eléctricos cortos y largos, a razón de quince palabras por
minuto, se podían despachar mensajes a través de delgados hilos de cobre, casi a la mis-
ma velocidad de la luz.1 […]
Pero no era el audio real de la naturaleza ni las palabras vivas de la gente las que
viajaban a través de aquella primera línea […] Los telegramas, como su nombre lo indi-
ca, representaban una escritura a distancia. El sonido todavía no sabía viajar solo, sin la
tutoría de un idioma artificial.2
En 1876, Alexander Graham Bell, físico escocés […] lo logró. El teléfono transforma-
ba el sonido en señales eléctricas y lo enviaba, valiéndose de micrófonos y auriculares,
por un tendido de cables similar al del telégrafo.3 La voz humana iba y venía sin necesi-
dad de ningún alfabeto para descifrarla. Si viajaba la voz, podía viajar la música […]
1
El telégrafo funcionaba como un electroimán que hacía golpear una aguja contra una cinta de papel.
Las señales eléctricas de corta duración marcaban un punto en la cinta. Las largas trazaban una raya. La
cinta era movida lentamente por un mecanismo de relojería. (En el original, n. 2.)
2
Más adelante se intentó construir un telégrafo que imprimiera directamente las letras, sin pasar por el
alfabeto morse de puntos y rayas. El teletipo es la combinación del telégrafo y la máquina de escribir. En
1920, las líneas de teletipo comenzaron a sustituir al sistema morse. (En el original, n. 4.)
3
El micrófono convierte el sonido en corrientes eléctricas variables, y el auricular, mediante un electro-
imán, realiza el proceso inverso. (En el original, n. 5.)
4
Para registrar la voz se hablaba a través de un embudo en cuyo extremo, por el impacto de las ondas
acústicas, vibraba una delgada membrana. Ésta llevaba unida una aguja que iba trazando un surco de
profundidad variable, según la intensidad de las ondas, sobre la lámina metálica que recubría el cilin-
dro. Para escuchar la voz grabada, el proceso era al revés: haciendo girar el cilindro, la aguja vibraba re-
corriendo el surco, la membrana reproducía estas vibraciones y las transformaba nuevamente en sonido.
Edison cambió luego la lámina de estaño por un recubrimiento de cera. (En el original, n. 7.)
114
El tiempo no se robaría más las voces del mundo. Con el nuevo invento se podrían
documentar los acontecimientos, repetir cuantas veces se quisiera la canción preferida
y tocar el himno nacional en los congresos sin necesidad de orquesta. Se podría seguir
oyendo a los muertos como si estuvieran vivos.
Los límites, sin embargo, los establecía la materia. Para escuchar aquel sonido en-
latado en el fonógrafo, había que acercarse al aparato. La voz rompía con el tiempo, pe-
ro estaba presa de la bocina. ¿Cómo sumar inventos, como liberar el sonido manipulado
por Edison y Bell? La materia lo impedía: ya podía enviarse el audio captado en el fonó-
grafo a través del veloz teléfono. Pero permanecerían los cables. Siempre los cables.
La “sin cables”
Tenía apenas 21 años. Un día en su casa de Bolonia, Guglielmo Marconi hizo sonar un
timbre en el sótano, apretando un botón situado en la buhardilla. Lo sorprendente era
que entre ambos puntos no había ninguna conexión.
Poco después, en las afueras de la ciudad, el joven investigador italiano daba una
instrucción simple a su ayudante:
El muchacho corrió detrás de una colina con el receptor inalámbrico y una escope-
ta. Desde su laboratorio, con un primitivo transmisor de ondas hertzianas,6 Marconi pul-
só los tres puntos de la letra en aquel alfabeto Morse que había aprendido hacía muchos
años de un viejo telegrafista ciego. Al instante, como por arte de magia, se escuchó el dis-
paro convenido. La “telegrafía sin hilos”, madre de la radio, había sido inventada. […]
La wireless, “la sin hilos”, como se le comenzó a llamar al nuevo invento, unía tie-
rras y mares, saltaba montañas, desparramaba los mensajes a través del éter, sin ningún
otro soporte que las mismas ondas electromagnéticas. Todos los que dispusieran de un
receptor adecuado, podían captarlas. Pero no entenderlas, porque los breves mensajes
enviados tenían todavía que ir cifrados en alfabeto morse.
5
En 1887, el alemán Emil Berliner inventó el gramófono. El sonido ya no se registraría en un cilindro, se-
gún el modelo de Edison, sino en un disco liso. Estos discos comenzaron a fabricarse con resinas sinté-
ticas. Berliner también descubrió la forma de sacar un molde al disco surcado por la aguja vibratoria y,
a partir de él, obtener cuantas copias se quisieran. Más tarde, perfeccionada electrónicamente la técnica
de grabación y de amplificación, los tocadiscos invadieron el mercado. (En el original, n. 8.)
6
En 1887, el sabio alemán Heinrich Hertz había demostrado la existencia de ondas electromagnéticas ca-
paces de transmitir energía sin necesidad de cables, en forma de campos eléctricos y magnéticos alter-
nos. (En el original, n. 9.)
115
Y fue entonces, cuando la radio se creía dueña y señora de la casa, que le nació
una hermanita engreída y codiciada por todos: la televisión […]
Con la radio se cantaba, con la radio se jugaba, la radio había cambiado los hora-
rios del quehacer doméstico y del descanso nocturno. Ella era la verdadera reina del
hogar. ¡Y ahora, la televisión! […] La radio fue desplazada y en su lugar se entronizó la
televisión. En ese momento de humillación […] apareció un hada madrina que le dio a
beber un elíxir de juventud. […]
7
Carlos Ulanovsky, Dias de radio, Argentina, Espasa Calpe, 1996, pp. 18-24. (En el original, n. 12.)
8
El electroimán de la cabeza grabadora magnetiza la cinta de plástico recubierta con una capa de óxido
de hierro al pasar frente a ella. El sonido queda almacenado electromagnéticamente en la cinta. Al re-
producirlo, los impulsos magnéticos de la cinta se convierten en acústicos y se amplifican. (En el origi-
nal, n. 13.)
116
Observación
Para continuar con las actividades, es necesario contar con equipo de cómputo y acceso
a internet. Para localizar información se recomienda utilizar un buscador (por ejemplo
Google: www.google.com.mx) y/o consultar la enciclopedia virtual Wikipedia (www.
wikipedia.com). Si les parece pertinente pueden bajar de internet algunas imágenes de
los diversos medios sonoros señalados en la lectura: telégrafo, teléfono, fonógrafo, gra-
mófono, radio, etcétera.
I. Historia de la televisión
Año de su descubrimiento.
Nombre de su(s) inventor(es).
Funcionamiento básico y sus principales características tecnológicas.
III. Historia de los sistemas de grabación: CD, DAT, minidisc, disco du-
ro, entre otras:
Año de su descubrimiento.
Nombre de su(s) inventor(es).
Funcionamiento básico y sus mejoras tecnológicas.
117
118
• Comprensión de su funcionamiento.
• Ubicación de su aparición en un contexto histórico, social y cultural.
• Reflexión acerca del impacto que han tenido estos instrumentos en la in-
terpretación y la creación musical.
119
Electrófonos
Clasificación Sachs-Hornbostel
(por la naturaleza del cuerpo vibratorio)
Nombre 1 2 2.1. 2.2
Instrumentos Instrumentos Instrumentos Instrumentos
tradicionales con Radio-eléctricos mecano-
eléctricamente generación eléctricos
amplificados eléctrica
completa
Bajo eléctrico
Sintetizador
Estereófono
Theremin
Guitarra eléctrica
Órgano Hammond
Clavecín eléctrico
Guitarra hawaiana
eléctrica
Melotrone
Violín eléctrico
Ondas Marthenot
Tubón
Piano electrónico
Guitarra eléctrica
doble
120
Recuerde que si se trata de los instrumentos con generación eléctrica completa, también
deberá de llenar con una cruz alguno de los dos cuadros de la derecha:
Observación
121
Audición de electrófonos
Nombre del instrumento musical: Referente personal del “escucha”*
(incluye algunos efectos)
Órgano Hammond (con efecto órgano
que canta)
Flauta MIDI
Guitarra eléctrica (con efecto vibrato
natural)
Theremin
Melotrón
Bajo eléctrico
Batería eléctrica
Ondas Martenot
Guitarra hawaiana electrónica
Guitarra eléctrica (con efecto
distorsionador)
Samplers
Palo eléctrico o Electric Stick
Sintetizador (con efecto Chorus)
Guitarra eléctrica (con efecto Guagua)
* Se entiende por referente personal del escucha, la palabra o palabras con que se
asocia un sonido o una melodía, cuando lo escuchamos por primera vez.
i) Una vez que han escuchado cada uno de los timbres y efectos que parti-
cularizan a diversos electrófonos, asegúrense de poderlos identificar por
su nombre o efecto. Si es necesario realicen nuevamente la audición y es-
criban “su referente personal” (es decir, anoten con qué idea, sensación o
sentimiento asocian ese sonido).
122
* Se entiende por referente personal del escucha, la palabra o palabras con las que
se asocia un sonido o una melodía, cuando lo escuchamos por primera vez.
Productos de la sesión
123
Propósitos
• Reflexione acerca del papel del maestro como guía y catalizador del pro-
ceso de aprendizaje de los alumnos, en el marco de un nuevo modelo edu-
cativo musical.
• Reflexione acerca del enfoque de la evaluación en la asignatura.
• Realice una autoevaluación y coevaluación de este taller
Materiales
125
Pepa: […] En el marco de los encuentros de intercambio, un espacio realmente muy que-
rido para mí, conocí gente extraordinaria, generosa en sus trabajos y en sus actitudes de
vida. Allí aparecieron aquellos dos que nos entregaron este papel…
126
El 14 de abril de 1999 tres “veteranos” del grupo Surandes (Heber, César, Chango) ini-
ciamos el taller de sikus en el barrio El Arenal, con la idea de arrimarles a los chicos lo
poco que sabíamos. Construimos 20 sikus con tubos de PVC […]
Creemos que este instrumento milenario es una joya que la cultura tradicional
americana pone en manos de los docentes de música (profesionales e informales), un re-
curso confiable para acercar la magia de la música a niños y jóvenes.
A quienes quieran experimentar con sikus les contaremos con mucho gusto lo
que hicimos.
Pepa: Entonces vinieron con los chicos, ellos tocaron y todos los que estábamos escu-
chando nos pusimos a llorar al ver lo bien que tocaban […] Nos empezaron a contar al-
gunos detalles. Era increíble lo bien que interpretaban, el nivel técnico, la afinación, la
rítmica. ¡Era muy impresionante! Además, en esos encuentros, cuando alguien mostra-
ba su música de esta manera, el público participaba, ya que para nosotros es importante
que el docente, el músico, aprenda a analizar la situación… La gente estaba muy impre-
sionada, percibía que todo era magnífico, pero era esencial que se diera cuenta por qué,
que pudiera analizar tanto el nivel musical como el pedagógico.
Con Hugo habíamos armado la siguiente fórmula: la mitad de los que escucha-
ban tenía que pronunciarse por el sí y expresar solamente alabanzas, mientras la otra
mitad debía producir exclusivamente opiniones de carácter crítico negativo. Sucede a
veces que cuando la gente ve algo lindo, no lo quiere analizar, no quiere ser agresiva.
Con ese pretexto nadie analiza nada. Entonces, aunque les hubiera gustado, la mitad
crítica tenía que inventar cualquier argumento: aunque fueran disparates… valía to-
do, incluso algo humorístico. […] Se daban situaciones muy profundas y divertidas.
El que había tocado no abría la boca, simplemente escuchaba el diálogo y la discu-
sión que estaba sucediendo entre los asistentes. Unos afirmaban que todo era genial y
otros decían que todo era un desastre. De este modo, el músico se informaba de una
cantidad de aspectos relativos a lo que acababa de hacer. Era muy interesante, mien-
tras unos analizaban minuciosamente la manera como habían tocado los músicos, és-
tos tenían la oportunidad de prestar atención a todo tipo de opiniones. Más allá del
gran lío que se armaba, como ejercicio, entre los que afirmaban que era buenísimo y
los que decían que era malo, todos estaban analizando la estructura de cada obra: uno
tal vez insistía en que el arreglo era más rico, mientras otro preguntaba en forma críti-
ca, por qué no dirigían los chicos o por qué tocaban solamente música del altiplano. El
que había tocado recibía, por lo tanto, mucha información sobre lo que había hecho, y
también mucha discusión al respecto. Después venía un segundo momento de carác-
ter interactivo, durante el cual los que habían tocado comentaban qué habían sentido
al escuchar los comentarios: qué les había interesado, qué no y se les hacían pregun-
tas. […] Recuerdo que me impactó cuando les preguntaron: “Cómo hacen ustedes pa-
ra convocar a los chicos?”, y ellos respondieron:
127
Fue la mejor clase de pedagogía que recibí en los últimos años. ¡Era darle a los
chicos lo que ellos más valoraban: el instrumento! Brindárselos. Así, generosamente, el
profesor le da lo que él tiene al alumno y, en vez de decidir el profesor lo que el alumno
tiene que querer, el alumno empieza a hacer y, solo, va decidiendo qué es lo que va que-
riendo.
Para mí, ésta fue la clase más revolucionaria de pedagogía que he recibido en los
últimos años. ¡Qué acto de confianza el del maestro: esperar a que el alumno pida y de-
jarlo hacer! […] Eso que parece lo más sencillo del mundo, muy pocos docentes bien for-
mados se animan a hacerlo, a confiar en que el alumno es alguien, una persona con his-
toria, con gustos, con posibilidades. Los maestros tenemos la manía de empezar a dar
explicaciones todo el tiempo, en lugar de observar qué puede hacer el otro. Eso estaba
todo el tiempo justificado con frases sabias que hablaban de su propia cultura […] ex-
presaban que ellos tenían una cultura distinta que no consiste en imponer al otro lo que
debe hacer. Es una cultura de los pueblos originarios, sobre todo los mapuches, quienes
piensan que cada uno debe construir su vida y dejar vivir en paz al otro.
Pepa: Sí. Por ejemplo, cuando de pronto un maestro preguntaba: “Ustedes cuán-
to tiempo trabajan?”, ellos contestaban: “A veces dos veces por semana, a veces tres.
Ponemos un horario aproximado y los chicos van viniendo y se quedan el tiempo que
quieren. Porque eso del horario lo inventaron los occidentales. Nosotros tenemos otra
noción del tiempo. Para nosotros, el tiempo es vida. Para los occidentales, el tiempo es
dinero. Y la música también es vida, entonces debe ser un tiempo libre. Es que uno es el
tiempo civilizado y otro es el tiempo ritual.”
Pepa: Es un rol muy distinto. A mí me hace recordar la filosofía zen, esos libros
que uno leyó hace tiempo, como El zen en el arte del tiro con arco, en el que la función
del maestro es tener un conocimiento, saber hacer algo, por ejemplo, tocar un instru-
mento, y luego observar al que estudia y dar cuando el otro va pidiendo. […] A mí me
pareció una concepción pedagógica totalmente revolucionaria eso de “ir viendo”. La
pedagogía del “ir viendo”, ir observando, ir probando y todo el tiempo estar tocando,
porque desde la primera clase los maestros tocan con los chicos lo mejor que pueden.
128
Violeta: ¿Cuántos eran los maestros? ¿Sólo eran esos dos que mencionaste?
Pepa: El maestro es aquel que sabe algo. Ellos dicen: “Apenas un chico sabe algo,
empieza a ser maestro. El que aprende primero ayuda a los otros. Los alumnos viejos
ayudan a los que se inician. Cada persona avanza según sus propios tiempos”. Es otro
concepto de aprendizaje. Este director es un hombre bastante sabio en materia de edu-
cación. Él sostiene que todo aquel que sabe algo lo transmite. Pero nadie sabe todo, sólo
sabe algo y en el momento que se necesita eso, lo aporta […] Al que avanzó más no hay
que reprimirlo para evitar que avance más y se aparte del nivel general del grupo. Co-
mo sabe más, se valora que sepa más. Nadie lo oculta y, además, puede empezar a ense-
ñarles a los otros. […] Los pares enseñan mejor a los pares.
Pepa: Una gran motivación es lo más importante para un buen aprendizaje. El rol del
maestro de música no consiste solamente en cumplir un horario de clase […] Yo sé que
sos una apasionada investigadora de los procedimientos que las personas utilizan para
obtener un alto nivel musical, de los recursos expresivos y técnicos que se necesitan co-
mo instrumentista. Observé que los buenos instrumentistas que están seguros con su
instrumento sienten que pueden y disfrutan con placer de sus logros, del virtuosismo.
En esos momentos aparecen con mucha claridad las dificultades propias, “lo que no te
sale”, dicen los chicos, y las diferencias con los demás. Es entonces cuando la persona
toma conciencia de que el maestro puede darle lo que necesita para hacer que las cosas
“le salgan”. […] Para el músico es altamente formativo tocar delante de otros: ese chico
de siete años o ese adulto de 50, van a pasarse una semana practicando como locos con
su instrumento hasta conseguir lo que buscan, movilizados por una situación real, con-
creta, y no por evitar una reprimenda del maestro o por tener que dar un examen. Es-
to existe en todas las culturas, lo encontramos en un grupo de tambores del África o en
la selección de los mejores violinistas de Moscú. Es exactamente la misma situación por
el alto nivel de destreza y de desempeño musical que se requiere. En los últimos años
se ha descubierto que pasarla bien ayuda a aprender mejor. Antes se creía que para to-
car muy bien había que sufrir. […] yo me formé, investigué y estudié mucho para traba-
jar de esta forma. […] A mí me fue muy mal cuando trabajé de manera tradicional: en
la escuela se me cansaba la voz y me quedaba afónica, pero tenía que seguir trabajan-
do porque necesitaba el sueldo para vivir. Entonces me puse a averiguar cómo hacían
129
Pepa: En primer lugar, como ya dijiste, hay que convencerse de que el maestro tie-
ne que poseer un conocimiento acerca de la tarea que va a realizar. El carpintero debe
saber hacer una silla, el que va a enseñar música tiene que saber cantar, tocar […] ¡Pa-
recería tan obvio! Sin embargo pocos docentes de música disfrutan al cantar o tocar
un instrumento. Yo conocí a maestros con distintas pasiones […] que lograban moti-
var a sus alumnos de manera muy distinta a la mía; alguno que componía con graba-
dores o computadoras fascinaba a sus alumnos inventando temas, otro lo hacía con los
coros y la actividad vocal, otro con la percusión […] No se trata de que hayan pasado
los exámenes del conservatorio, sino de que sean capaces, por ejemplo, de ponerse a to-
car en una reunión familiar, con o sin partitura, que no tengan miedo de tocar. […] És-
ta sería la condición número uno: que el maestro de música pueda tocar y convencer a
otros tocando. Después, saber coordinar un grupo, conocer las técnicas participativas.
Y, además, conocer diferentes recursos para descifrar correctamente el material musi-
cal y “sacar de la manga” lo que convenga: proponer actividades grupales a partir de
una canción; improvisar segundas voces o hacer acompañamientos rítmicos; tener una
comprensión básica de las estructuras rítmicas como para dar las entradas o marcar los
finales; poder analizar rápidamente un tema en lo que hace a la armonía, la rítmica, el
compás, las transposiciones… Si alguien canta en el registro agudo cambiar de tonali-
dad y seguir adelante…
Pepa: A veces, en las clases, pido a los alumnos […] que inventen algo… “Sí, ahora, ya!”
Algunos se quedan mirándome, como diciendo “Yo no sé componer”. Entonces indico:
“¡Cuando yo dé un golpe así, todos comienzan!” Al parecer debo transmitir tal seguri-
dad, que la otra persona no tiene más remedio que abrir la boca y hacer algo con la voz
o con un instrumento. Algunos me preguntan: “¿De dónde sacas esa convicción acer-
ca de que el otro puede?” Yo misma me sorprendo al experimentar este tipo de certe-
zas que ahora trato de analizar. […] Saber que sólo es dar el tiempo, el espacio, la espera
hasta que eso suceda.
Violeta: Yo pensaría hoy que esas actitudes, ese tipo de consignas nuestras de dar
por sentado que algo es posible de hacerse, tiene que ver con una actitud de desmitifi-
cación de la música. Una de las sensaciones conscientes más intensas que tuve a lo largo
130
Pepa: Todo lo que comentamos aquí está profundamente relacionado con las “pe-
dagogías abiertas” […] Como punto de partida, antes de realizar cualquier intervención
de carácter pedagógico, nosotros tratamos de conectarnos con aquello que la persona
tiene y, a partir de ahí, empezamos a construir junto con ella. […] Recuerdo que lo pri-
mero que yo hacía era observar lo que había (lo que funcionaba y lo que no…) y luego,
desde allí, decidía qué podía ofrecerle a la persona.
Reflexiones finales
“El medio es el mensaje”, decía Mc Luhan. En nuestro caso, se podría traducir tex-
tualmente: “El modelo es el mensaje”, pues desde la forma, éste refleja la concepción
ideológica que lo sustenta: si el modelo es “cerrado”, no será mucho lo que puede hacer-
se para “abrirlo”, desde los contenidos.
131
2.1. En plenaria distribuyan los párrafos siguientes y lean en voz alta el texto si-
guiente.
2.2. Al finalizar, contesten de manera individual, las preguntas que aparecen al fi-
nal del texto.
132
Así pues, también en este sentido las prácticas evaluativas pueden actuar de he-
cho muy fácilmente como mecanismo de exclusión de determinados alumnos.
Observación
133
1. En términos generales, ¿qué fue lo más significativo de este taller? ¿Qué apren-
dió?
2. Revise sus expectativas del inicio de este taller: ¿se cumplieron, se modificaron
o aumentaron estas expectativas después del trabajo realizado en el taller? (Pa-
ra responder esta pregunta, el coordinador tiene que devolver las hojas que es-
cribieron en la primera sesión.)
4. En su opinión, ¿en las sesiones de la guía en las que abordan los bloques, se es-
tablece con claridad la relación que existe entre los contenidos del Programa de
Estudios de Música 2006 a lo largo de los tres grados?
5. ¿Considera que las sugerencias didácticas de esta guía serán útiles para aplicar
el programa en el aula? ¿Por qué?
134
8. ¿Qué tipo de material didáctico extra necesita para aplicar el Programa de estu-
dios de Música 2006?
10. Haga una valoración del desempeño del coordinador del taller.
Tal como se realizó al inicio del taller, en el que integramos a todo el grupo en una
práctica musical con dos cantos de bienvenida, ahora les proponemos que se des-
pidan con las piezas “El adiós de fin de fiesta” y “El emperador”. Para ello, prime-
135
“En 1928 Rubén M. Campos, en su libro El folklore y la música mexicana, publica la mú-
sica de esta pieza, así como su función al señalarnos que “El adiós de fin de fiesta era la
despedida de los músicos, que ya de pie, con el sombrero puesto, salían tocando el sone-
cito humorístico entre las lamentaciones de los concurrentes porque se acababa el baile,
generalmente al amanecer, después de bailar toda la noche”.
“El emperador”
Relacionado estrechamente con la melodía de “El adiós de fin de fiesta”, este “son cere-
monial” de la huasteca se acostumbra para finalizar diversos ritos, como las despedidas
de los santos, el cierre de procesiones, fin de ceremonias litúrgicas y salida del templo,
entre otras. En el ámbito de “lo humano”, se acostumbra tocar esta pieza al finalizar las
bodas, los onomásticos y cuando se van los músicos:
Productos de la sesión
• Reflexiones por escrito acerca del papel del maestro y la función de la eva-
luación en la asignatura.
• Evaluación por escrito del taller.
• Práctica instrumental.
136
Alsina, Pep y Frederic Sesé, La música y su evolución. Historia de la música con pro-
puestas didácticas y 49 audiciones (libro y 2 CD), Barcelona, Graó, 1999.
Aguirre Tinoco, Humberto, Sones de la tierra y cantares jarochos, México, Dirección
General de Culturas Populares y Premiá Editora (La Red de Jonás), 1984.
Artigues, M., I. Barjau y M.D. Bonal, 51 audiciones, Barcelona, Teide, 1989.
Bennett, Roy, Forma y diseño (libro y 2 CD), Madrid, Ediciones Akal, 1999.
—, Investigando los estilos musicales (libro y 3 CD), Madrid, Akal/Entorno Musical,
1998.
—, Los instrumentos de la orquesta (libro y 2 CD), Madrid, Akal/Entorno Musical,
1999.
Campos, Rubén M., El folklore y la música mexicana, México, Publicaciones de la Se-
cretaría de Educación Pública, 1928.
Carredano, Consuelo, Felipe Villanueva: 1862-1893, México, CNCA-CENIDIM/INBA,
1992.
Castellanos, Pablo, Horizontes de la música precortesiana, México, FCE, 1970.
Cervantes, Basilio, Juan, Cancionero popular guerrerense. El fandango en Tixtla, Mexi-
co, edición del autor, c. 1972.
Copland, Aaron, Cómo escuchar la música, México, FCE, 1986.
De Candé, Roland, Invitación a la música, Madrid, Aguilar, 1981.
Fernández Zapata, Soledad, Con la música en las manos, México, Ediciones Castillo,
2008.
Fleming, William, Arte, música e ideas, México, McGraw-Hill/Interamericana de
México, 1989.
Flores y Escalante, Jesús, Imágenes del danzón. Iconografía del danzón en México, Méxi-
co, Asociación Mexicana de Estudios Fonográficos A. C./Dirección Gene-
ral de Culturas Populares, 1994.
Frega, Ana Lucia, Música para maestros, Barcelona, Graó, 2000.
Fregtman, Carlos D., El tao de la música, Buenos Aires, Estaciones, 1985.
Galindo, Miguel, Historia de la música mexicana. Primera parte. Desde sus orígenes
hasta la creación del Himno Nacional, Colima, 1933, reimpresión facsimilar:
México, CONACULTA- CENIDIM/INBA, 1992.
Giráldez, Andrea, Internet y educación musical, Barcelona, Graó, 2005.
Hemsy de Gainza, Violeta, En música in dependencia. Educación y crisis social. Viole-
ta Hemsy de Gainza y Pepa Vivanco, Buenos Aires, Lumen, 2007.
— (ed.), La educación musical frente al futuro, Buenos Aires, Sociedad Internacional
de Educación Musical (ISME)/Editorial Guadalupe, 1993.
Helguera, Luis Ignacio, La música contemporánea, México, Consejo Nacional para la
Cultura y las Artes,1999.
Herausgegeben von Heinz Kaestner, Kleine Duette alter Meister. Für zwein Bloc-
kflöten, Germany, Schott, 1955.
Lavista, Mario, Textos en torno a la música, México, INBA/CENIDIM, 1988.
Lennon, John y Paul McCartney, The Beatles. Bumper Songbook, London, Wise Pu-
blications, 1980.
137
138