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(UTESA)
Nombre:
Adriana Santana Loinaz
Matricula:
2-17-1234
Tema:
Suelos cohesivos, friccionantes y humíferos
Materia:
Carreteras II
Profesor:
Sandú Moronta
Suelos cohesivos
El suelo cohesivo contiene pequeñas partículas y suficiente arcilla para que el suelo se
adhiera a sí mismo. Cuando el suelo es más cohesivo, es porque tiene mayor cantidad
de arcilla, y presenta menos probabilidades de que se produzca un derrumbe.
Son suelos que poseen características de cohesión y plasticidad. Dichos suelos pueden
ser granulares con parte de arcilla o limo orgánico, que les importen cohesión y
plasticidad, o pueden ser arcillas o limos orgánicos sin componentes granulares.
Existen numerosas clasificaciones de suelos, pero la más recomendable es la
clasificación unificada adoptada por el cuerpo de ingenieros y por el “BUREAU OF
RECLAMATION”, de los Estados Unidos. 'os factores que intervienen en la formación de
los suelos podríamos resumirlos a los siguientes- materia de origen, o roca madre, de
la cual se ha originado el suelo y el agua. El suelo cohesivo contiene pequeñas
partículas y suficiente arcilla para que el suelo se adhiera a sí mismo. cuando el suelo
es más cohesivo, es porque tiene mayor cantidad de arcilla, y presenta menos
probabilidades de que se produzca un derrumbe, por el contrario, cuando el suelo es
menos cohesivo, se necesita llevar adelante mayores medidas para prevenir un
derrumbe.
Clasificación
a) Suelo de tipo A
Es cohesivo, y tiene una alta fuerza de compresión (1.5 toneladas por pie cuadrado o
más). Dentro de los suelos tipo A encontramos la arcilla, la arcilla limosa, la arcilla
arenosa y el suelo franco arcilloso. Un suelo no puede clasificarse como tipo A si
presenta fisuras, si ha sido intervenido anteriormente, si presenta filtraciones de agua,
o si está sujeto a vibraciones causadas por tránsito pesado o martinetes.
b) Suelo de tipo B
Es cohesivo y a menudo presenta fisuras o ha sido intervenido, con fragmentos que no
se adhieren tan bien como en el suelo tipo A. El suelo tipo B presenta una fuerza de
compresión media (entre 0.5 y 1.5 toneladas por pie cuadrado). Entre los ejemplos de
suelo tipo B encontramos la grava angular, el limo, el suelo franco limoso y los suelos
que presentan fisuras o se encuentran cerca de fuentes de vibración, pero que de lo
contrario serían tipo A.