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Conceptos

¿Qué es la Retórica?
Es el arte de argumentar, es la disciplina transversal a distintos campos de
conocimiento, que se ocupa de estudiar y de sistematizar procedimientos y técnicas de
utilización del lenguaje.

La retórica es una disciplina que proporciona las herramientas y técnicas para


expresarse de la mejor manera posible, de modo que tanto el lenguaje como el
discurso sean los suficientemente eficaces para deleitar, persuadir o conmover

Retórica. Arte y técnica de hablar y escribir con eficacia y corrección para lograr
convencer al público o lector, provocar en él un sentimiento determinado o deleitarlo

Según las consideraciones clásicas de la retórica, todo discurso se configura a partir


de tres elementos:

Inventio o invenio. La selección de los contenidos del discurso, es decir, la elección


particular de los temas en la memoria, en los lugares comunes (o topoi), las ideas
propias o heredadas de terceros, en fin, que puedan servir para los fines
comunicativos que se tengan.
Dispositivo. La organización de los elementos de la inventio en un todo estructurado,
jerarquizado, o sea, organizado según la conveniencia argumental, echando mano a
relatos, exposiciones o explicaciones para movilizar al otro a través de vías
emocionales, racionales o morales.
Elocutio. Equivalente a lo que consideramos hoy “estilo”, se trata de la elección de los
recursos lingüísticos idóneos para expresar verbalmente los materiales recopilados y
ordenados previamente. Ello implica figuras retóricas, juegos de palabras

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¿Qué es la oratoria?
La oratoria es el arte de hablar en público con claridad, precisión y elocuencia. Tiene
como finalidad persuadir a un auditorio sobre algún asunto específico.

Cualidades para tener una buena oratoria


Autoconomiento
Es importante que buen orador se conozca. Que sepa cuáles son sus puntos fuertes y
débiles y conocer sus habilidades. Así es mucho más fácil construir discursos que
funcionen.
Personalidad
Tener una personalidad potente nos ayudará a sentirnos más seguros con nosotros
mismos y a que no se nos coma el miedo. Además, gracias a nuestros rasgos
podemos crear marca y un estilo propio que nos diferencie del resto de ponentes.
Pasión
Es otra de las cualidades de un buen ponente, la pasión. Se nota cuando un discurso
se transmite con pasión ya que lo deja “grabado” en todas los asistentes.
Invención
Para hacer una ponencia interesante, es necesario poner a prueba toda nuestra
maquinaria creativa y crear discursos claros, pero con un “push” para no aburrir al
auditorio
Conexión
Es importante conocer al público al que nos dirigimos para saber qué puntos tenemos
en común y poder crear vínculos con la audiencia.
Claridad
Relacionado con los puntos anteriores, es importante que el discurso sea claro y evitar
la terminología especializada y el lenguaje confuso. También es importante usar frases
cortas y metáforas.
Seguridad
Hay que evitar tener miedo al ridículo y a fallar porque somos humanos y podemos
fallar. Es importante mantener la tranquilidad y dar la sensación de seguridad al
auditorio.
Sensibilidad
Los discursos que más funcionan son los que apelan a los sentimientos. Para ello es
bueno que trabajemos nuestros rasgos de sensibilidad y utilizarlos. Eso si, tenemos
que evitar caer en la “sensiblería”

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¿Qué es la homilética?

Es el arte y ciencia de predicar para comunicar el mensaje de la Palabra de Dios. Se


estudia cómo organizar el material, preparar el bosquejo y predicar efectivamente.
Presenta a través del estudio de sermones ejemplares un modelo útil para los que
empiezan a lanzarse al difícil arte de la predicación, mostrando cómo decir las cosas
de un modo claro y concreto.

También se denomina homilética a la aplicación de las nociones de la retórica en el


marco de la predicación. Puede considerarse como un arte o una disciplina que apunta
a transmitir un discurso religioso o un sermón de manera efectiva.

El tema principal: el sermón debe realizarse con un objetivo bien definido, y por eso
la pregunta que dispare toda la organización debe ser «¿de qué deseo hablar?».
Recién cuando el sacerdote pueda responderla con total firmeza debe proceder;

* El uso de textos: apoyarse en los textos de la Biblia durante el sermón evangélico


es una costumbre que data de tiempos inmemoriales, y aún no ha perdido fuerza. Por
esta razón, se recomienda continuar con ella para darle a la ceremonia un carácter
más divino;

* Sermón temático: se trata de exponer un tema o un asunto en particular, de manera


independiente a los textos bíblicos, para poder enfocarse en la doctrina o el conjunto
de enseñanzas que las Escrituras nos ofrecen al respecto;

* Subdivisiones: una vez que contamos con el tema y los textos en los que nos
apoyaremos, por ejemplo, llegan el momento de pensar el flujo de la ceremonia, las
partes en las que dividiremos la homilía, tomando en cuenta la estructura que de por sí
debemos respetar;

* La introducción: si bien es lo primero, muchas veces se planea al final del proceso.


La introducción debe ser consistente e impactante, para captar la atención de todos
los asiduos y de los que pisan el templo por primera vez y conseguir que se queden
hasta el último segundo.

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