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8 de agosto de 2020 Sucesión Legítima

Proyecto Tercer Parcial


de la materia Sucesiones
Profesor: Lic. Sergio Chapa Treviño

María Paula Garza Mears 736340


UNIVERSIDAD REGIOMONTANA, LICENCIATURA EN CIENCIAS JURÍDICAS
Índice

Introducción………………………………………………………………………………………………………...2

Desarrollo

Supuestos Comunes de las Sucesiones Testamentarias e Intestadas…………4

Conceptos Primordiales…………………………………………………………………………….5

Los Tres Sistemas para Heredar………………………………………………………………..7

Sucesión de los Descendientes………………………………………………………………….8

Sucesión de los Ascendientes…………………………………………………………………...8

Sucesión del Cónyuge……………………………………………………………………………….9

Sucesión de los Colaterales……………………………………………………………………...10

Sucesión de los Concubinos……………………………………………………………………...10

Sucesión de la Hacienda Pública……………………………………………………………....11

Conclusión…………………………………………………………………………………………………………...11

Bibliografía…………………………………………………………………………………………………………...13

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Introducción

Comenzando se tienen precedentes importantes del Derecho Romano, con el análisis


brindado en el libro de Eugène Petit, se establece que la sucesión testamentaria y la sucesión
ab intestato ocurrieron históricamente al mismo tiempo, ambas previstas con sus diversos
requisitos en las XII Tablas, mismas se dice que en realidad sancionaron costumbres que ya
estaban presentes en Roma previas a su creación, prácticamente le dieron a las costumbres
una validez legal.

Los romanos se caracterizaban por mantener limpia su honra y parte de ella era saldar
sus deudas con sus respectivos acreedores; por ende, tenían un triple interés para querer
suceder por medio del testamento: a) el interés del difunto, lo último que querría el difunto en
cuestión es que se procediera a una “bonorum venditio” éste término significa que a falta de
herederos de la sucesión (tanto activos como pasivos) los acreedores tenían derecho de
disponer de los bienes del difunto para venderlos en bloque y cobrar sus cuentas; sin embargo
si el “cujus” dejaba algún heredero no tendría que recurrir a semejante deshonra, ya que su
heredero se haría cargo de sus cuentas por saldar. b) El interés de los acreedores, como ya se
mencionó antes, el que muera una persona no lo exime de sus cumplimientos (deudas) por
ende, los acreedores encontrarán en la figura del heredero un nuevo deudor al cual poder
cobrar lo acordado con el cujus. c) El interés religioso, los romanos acostumbraban el culto
privado, el pater familias fungía como sacerdote y dicho título se heredaba con el fin de
mantener la “sacra privata”.

Algo interesante después de tomar en cuenta el triple interés de los romanos es


comprender que el problema para ellos no era precisamente morir intestados, sino el no dejar
herederos per se. Ya que el no dejar a alguien que lo sucediera significaba que procedería una
“bonorum venditio” manchando su memoria. El testamento en sí, significaba prácticamente
garantizar un heredero que se hiciera cargo de sus asuntos pendientes, logrando mantener el
honor del cujus y de su familia.

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Ahora bien, la sucesión “ab intestato” o “legítima”, fue sancionada por los decenviros
(magistrados) de forma atípica a lo que es hoy en día, claro estaba regida por las XII Tablas pero
priorizaba con base en la constitución de la familia civil, por ende no contemplaba
principalmente a los lazos sanguíneos o afecciones del difunto. En orden la ley llamaba a 1) Los
herederos suyos, o personas libres colocadas bajo la potestad directa del difunto:
descendientes legítimos, adoptados y póstumos propios, además las mujeres “in manu”
(situación donde se hacía una potestad por parte del pater familias sobre su esposa, formando
parte de la familia agnaticia de su cónyuge a su vez quedando en calidad de hija de su marido y
hermana agnada de sus hijos) en este primer punto se hereda por cabeza, y por estirpe si
llegasen a existir nietos del cujus que sucedieran a su padre difunto (hijo del cujus) 2) el
agnado más próximo, fuera de esta categoría privilegiada: se dice que los agnados privilegiados
son los ya mencionados en el primer punto, por ende los siguientes agnados en la línea serían
los colaterales, por colaterales se refieren a los hermanos, en caso de que existiere un hermano
premuerto y tuviera hijos o sea sobrinos del cujus, dichos no sucederían, nada más los
hermanos supérstite y 3) los gentiles: todos solicitados a la sucesión; sin embargo se retiró en la
época de Gayo para ser sustituido por los “cognados” mismos se refieren a aquellos con un lazo
de parentesco natural.

Por otro lado, Petit menciona a tres parientes que pudieron aspirar a la sucesión puesto
que pudieron haberse considerado como figuras justas, sin embargo eran excluidos de la
sucesión, mismos eran: 1) los hijos emancipados o salidos de la familia civil por una causa
externa. 2) Los nietos producto de una hija del cujus, porque pertenecen a la familia civil de su
padre (esposo de la hija del cujus) retomando que el cónyuge toma a su esposa como “manus”
para que pertenezca a su familia civil, abandonando a la suya. 3) Los hijos no suceden a la
madre, ni viceversa ya que no existe una potestad entre ambos con base en la familia civil; sólo
sería posible si la madre estuviera en calidad de “manus” gracias a su cónyuge y padre de sus
hijos; eso quiere decir que en la familia civil la madre era agnada en segundo grado de sus
propios hijos a título de hermana. Afortunadamente, este sistema cambió con el paso de las
eras, principalmente en el Derecho Pretoriano.

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En el Derecho Romano, la apertura de la sucesión legítima se daba bajo tres supuestos:
1) al no haber sucesión testamentaria, pero de haberla es nula si el testamento es injustum,
ruptum, irritum o inofficiosum; o si el heredero falleció previo al cujus, es incapaz, se rehúsa a la
herencia o está instituido bajo una condición que no se realiza. 2) En el momento en que es
cierto que no hay heredero testamentario. 3) Cuando es necesario colocarse para apreciar la
capacidad, la cualidad y el grado de los herederos “ab intestato”; siendo requisito que se sea
ciudadano romano para percibir la sucesión.

Las formas de adquisición de la sucesión legítima, son las reglas mismas: 1) las figuras
presentes son: los herederos necesarios y los herederos voluntarios. Refiriéndose a los
primeros a los herederos suyos, teniendo el beneficio de abstención de la herencia. Y a los
segundos, los agnados y los gentiles, pudiendo aceptar bajo beneficio de inventario. Por último,
figuran los acreedores de la herencia teniendo la posibilidad de cobrar sus deudas por medio
de la bonorum separatio. 2) A la sucesión legítima se le aplican los efectos de la adquisición, las
reglas del acrecentamiento, las de fideicomisos puesto que se puede dejar por codicilo a pesar
de morir intestado; bajo Justiniano, solamente aplican las de los legados puesto que las asimiló
a los fideicomisos. Y 3) son extraños a la sucesión legítima todos los principios relativos a la
designación del heredero testamentario y a la teoría de las leyes caducarias.

Desarrollo
Supuestos Comunes de las Sucesiones Testamentarias e Intestadas
1. La muerte del Cujus o séase el autor de la herencia: la muerte del autor de la herencia
funciona como un hecho jurídico puesto que del mismo se desprenden consecuencias
jurídicas al respecto, en este caso sería la apertura de la herencia y genera la
transmisión de la propiedad y posesión de los bienes en cuestión para los herederos y
legatarios; dicho suceso es el supuesto principal del Derecho Hereditario. En el Código
Civil se establece en el art. 1185 que a partir de la muerte del cujus los herederos
adquieren derecho a la masa hereditaria como un patrimonio común y el art. 1188
menciona que no pueden enajenar su parte hasta la muerte del cujus.
2. Presunción de muerte del ausente: el art. 1546 del Código Civil del Estado de Nuevo
León establece que se puede generar la apertura de la sucesión al declarar la

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presunción de muerte del ausente, conforme el art. 705 dicha se declara al transcurrir
tres años desde la declaración de ausencia, sin embargo se puede declarar presunción
de muerte dos años después y sin declaración de ausencia previa cuando el individuo
en cuestión haya sido desaparecido en guerra, encontrándose a bordo de un naufragio,
estado presente en una explosión, incendio, terremoto o siniestro de naturaleza
similar, además si fue víctima de desaparición forzada se declarará presunción de
muerte tres meses después de su reporte ante las autoridades.

Conceptos Primordiales
Se le conoce como “Vocación Legítima o Testamentaria” al llamamiento “virtual” que
se le hace a aquellos que crean por derecho ser acreedores de la herencia al momento que
muera el autor de la herencia o se declare presunción de muerte, se le llama virtual puesto que
no se les ha citado de manera formal, cuando ocurre el llamamiento real se le conoce como
“Delación” y ocurre mediante edictos o notificación judicial.

Según el Código Civil de N.L. la sucesión legítima se abre cuando: a) no hay testamento,
es nulo o perdió validez, b) cuando el testador no dispuso de todos sus bienes, c) cuando no se
cumple con la condición impuesta por el heredero, d) cuando el heredero fallece antes que el
testador, repudie la herencia, es incapaz de heredar, o si no se ha nombrado un sustituto. Y con
base en el art. 1499 tienen derecho a heredar los descendientes, cónyuge, ascendientes,
parientes colaterales dentro del cuarto grado y en ciertos casos la concubina o concubino
según el caso. O en dado caso de faltar todos los anteriores, el fisco del Estado.
Cabe recalcar que para comenzar el juicio de una sucesión legítima el Código de
Procedimientos Civiles de Nuevo León establece en su art. 817 que la denuncia de un intestado
puede ser realizada por cualquier persona sin importar si es o no presunto heredero, además
por el Ministerio Público.

Dentro de los principios básicos en la Sucesión Legítima se establece que el parentesco


por afinidad no da derecho a heredar; los parientes más próximos excluyen a los más remotos y
los parientes que se hallaren en el mismo grado, heredan por partes iguales. Estas
disposiciones coinciden en el Código Civil de N.L. y el el C.C. Federal.

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Para comenzar con las formas de heredar ante una sucesión testamentaria, es
fundamental comprender el parentesco como definición y desde el Código Civil Federal y el
Código Civil del Estado de Nuevo León.

Como concepto se entiende al parentesco como a los vínculos, reconocidos


jurídicamente, entre los miembros de una familia, se organiza en líneas, se mide en grados, y
tiene como característica la de ser general, permanente y abstracta. También se le entiende
como el vínculo jurídico entre dos personas en razón de la consanguinidad, del matrimonio o
de la adopción, gracias a su reconocimiento legal genera con carácter de obligatoriedad el
producir derechos y obligaciones entre los integrantes de la familia o parientes.
Dicho esto se distinguen las fuentes del parentesco y las clases de parentesco; las primeras se
refieren a las formas de generar las relaciones: el matrimonio, la filiación y la adopción. Las
segundas son los tipos de relaciones surgidas:
1. Por afinidad: se relaciona con la fuente del matrimonio o concubinato, entre dos partes
(en algunos estados sólo se reconoce entre hombre y mujer) y sus respectivos
parientes consanguíneos.
2. Por consanguinidad: existe entre personas que descienden de un tronco común,
actualmente se toma en cuenta la reproducción asistida y se regula el parentesco
consanguíneo que existe entre el producto de la reproducción asistida y los cónyuges y
concubinos que hayan procurado el nacimiento, para atribuirse el carácter de
progenitor o progenitores; pero no crea parentesco entre el donante y el hijo
concebido por la donación de las células germinales, en el proceso mismo de la
reproducción asistida. Importante, también se considera consanguinidad a aquellos
vínculos que nacen de la adopción plena, entre el adoptado, el/los adoptantes y los
parientes de éstos.
3. Civil: Se adquiere por medio de la celebración de una adopción simple. Se genera entre
la familia originaria del adoptado, e igualmente entre el adoptante o adoptantes y el
adoptado.

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Ahora bien, el Código Civil Federal sólo reconoce en su art. 292 como parentesco al tipo de
consanguinidad y afinidad; por su parte el Código Civil de Nuevo León considera en su art. 292
a los tres tipos ya mencionados.

Dicho esto, con base en la relación del parentesco, se define por “grados” dentro del
parentesco por consanguinidad y afinidad, a las generaciones de ascendientes y descendientes.
Y por “líneas” a la a) recta, se compone por la serie de grados entre personas cuyas descienden
unas de otras, los grados se cuentan por el número de generaciones, o por el de las personas
excluyendo al progenitor, es ascendente a la que relaciona a una persona con su progenitor o
tronco del que procede y es descendente la que relaciona al progenitor con los que de él
descienden. b) Transversal, se conforma de la serie de grados entre personas que mientras no
descienden unas de otras provienen de un tronco común o del mismo progenitor. En ésta los
grados se cuentan por el número de generaciones, subiendo por una de las líneas y
descendiendo por la otra, o por el número de personas que hay de uno a otro de los extremos
que se consideran, excluyendo, nuevamente al progenitor o tronco común. (Código Civil
Federal art. 293-300 y Código Civil de N.L. art. 293- 300).

Los Tres Sistemas para Heredar


Las tres formas para heredar son por cabeza, por líneas y por estirpes. Rojina Villegas
define a la herencia por cabeza cuando el heredero en cuestión hereda a nombre propio, por
ende no sustituye en la herencia a nadie más puesto que el llamado le compete directamente,
dentro de las figuras que heredan por cabeza se encuentran a los de primer grado, los hijos, los
padres y los colaterales. Por líneas cuando heredan los ascendientes de segundo o de ulterior
grado, como se mencionó previamente los padres son de primer grado, por ende heredan por
cabeza. Se hereda por estirpe cuando se da derecho a heredar por representaciòn, por ende se
define como que hay herencia por estirpe cuando un descendiente entra a heredar en lugar de
un ascendiente, por ejemplo si “A” es autor de la herencia y al momento que fallece ya tenía a
“B” un hijo premuerto y “C” un nieto. “C” procederá a sustituir a “B” en la sucesión de “A”.

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Sucesión de los Descendientes
El primer punto es si existieran sólo hijos a la hora de la sucesión se dividirá la herencia
en partes iguales; si quedara un cónyuge supérstite y éste no tiene bienes, heredará la porción
completa de un hijo, si tuviera bienes pero no equiparan a la cuantía de la parte de los hijos,
recibirá una porción complementaria para que aquellos se igualen. Si quedaran hijas e hijos, a
la vez que nietas y nietos, los primeros heredarán por cabeza y los segundos por estirpe. En
caso de coincidir la existencia de hijas e hijos, con ascendientes del autor de la herencia, los
últimos tienen derecho a pensión alimenticia que no exceda la cuantía del valor de una porción
de un hijo. En dado caso que sólo quedaran vivos descendientes de ulterior grado, se repartirá
equitativamente la herencia por estirpes. Tanto en el C.C. Federal como el de Nuevo León
hacen alusión a la forma de heredar mixta al mencionar que si el testador no dispuso de todos
los bienes, aquellos no contemplados se heredarán de manera legítima. Por ende, los
supuestos en los que los descendientes acceden a la herencia son:
1. Sólo hijos
2. Los hijos con cónyuge o concubina sobreviviente
3. Los hijos con descendientes de ulterior grado
4. Los descendientes de ulterior grado
5. Los hijos con ascendientes
6. Sólo el adoptado en forma plena y simple

Sucesión de los Ascendientes


Si no quedan descendientes o cónyuge, le toca suceder a la madre y al padre en igual
proporción, de lo contrario si quedara sólo uno, dicho heredará en su totalidad. Si sólo
quedaran ascendientes de ulterior grado (de abuelos en adelante) por una línea se divide la
herencia en partes iguales. Pero si quedaran ascendientes de ambos lados de la línea, primero
se divide a la mitad para cada línea y después en partes iguales, para explicar esto es como si se
dijera que quedan las líneas “A” la materna y “B” la paterna, y en la “A” quedaran los abuelos 1
y 2, pero de la “B” sólo quedase el abuelo 3; lo que pasaría es que la cantidad total primero se
dividiría al 50% para la línea “A” con 1 y 2 que a su vez subdividen su parte a la mitad y el otro
50% le corresponde a la línea “B”, pero como sólo queda 3, dicho recibirá de manera íntegra
ese 50%.

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Por otro lado, el C.C. Federal difiere en lo siguiente con el de Nuevo León; art. 1621 si
concurre el cónyuge del adoptado (autor de la herencia) con sus adoptantes (padres), dos
terceras partes le competen al cónyuge del cujus y una tercera parte a los adoptantes. En
cambio en N.L. el art. 1518 establece que en la misma premisa que quedase el cónyuge
supérstite con los adoptantes, la herencia se dividirá a la mitad, correspondiendo la mitad al
cónyuge y la otra mitad a los padres (adoptantes). Otra cuestión es, los “ascendientes
ilegítimos” pueden heredar a sus descendientes reconocidos (de manera natural aunque no se
haya hecho de manera legal). Sin embargo, si el reconocimiento se hace evidentemente recién
el descendiente haya percibido una herencia ostentosa, ni el que reconoció ni su linaje tiene
derecho a acceder a dicha herencia, pero si el reconocimiento del ascendiente se tramitó
mientras el menor no reconocido previamente tiene derecho de alimentos, el ascendiente
ahora legítimo, tendrá en un futuro derecho a alimentos solamente. Los supuestos donde los
ascendientes entran en la herencia son:
1. El padre y la madre
2. Sólo el padre o sólo la madre
3. Sólo ascendientes de ulterior grado por una línea
4. Ascendientes por ambas líneas
5. Adoptantes con ascendientes del adoptado en forma simple
6. El cónyuge del adoptado con los adoptantes
7. Los ascendientes con descendientes reconocidos

Sucesión del Cónyuge


Primero que todo, si no hubiesen descendientes, ascendientes y hermanos, el cónyuge
heredaría la totalidad de los bienes, pero en caso de existir descendientes se retoman los
puntos ya mencionados en la “Sucesión de los Descendientes” para acceder a una porción total
o complementaria según sea el caso. En el supuesto que dicho concurra también con los
ascendientes del autor de la herencia, dicha se dividirá en partes iguales, una destinada al
cónyuge y otra a los ascendientes; en el caso que concurra con los hermanos del autor de la
herencia, misma se dividirá en tercios y dos de ellos pertenecen al cónyuge y el restante a los
colaterales. En estos dos últimos casos, no importa si el cónyuge posee bienes, por derecho le

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corresponden las porciones antes mencionadas en caso de concurrir con ascendientes o
colaterales.

Sucesión de los Colaterales


Bajo el supuesto que sólo existieran hermanos por ambas líneas (o sea que comparten
padre y madre con el autor de la herencia) todos reciben en partes iguales, pero si existieran
medios hermanos a la vez que los primeros (o sea que compartan sólo una línea con el autor de
la herencia) los hermanos de ambas líneas recibirán el doble de lo que le corresponde a los
medio hermanos según la ley. En el supuesto que coincidan hermanos por ambas líneas con
sobrinos, hijas o hijos de hermanos o medios hermanos premuertos, que sean incapaces de
heredar o que hayan renunciado a la herencia; se aplicarán las reglas previas de la porción
doble a aquellos que compartan ambas líneas y los hermanos heredarán por cabeza y los
demás por estirpe. En el caso que no quedaran hermanos, pero sí sus hijos, dichos heredarán
por estirpes y la porción de cada estirpe será por cabezas. Ahora bien, si no quedaran ninguno
de los anteriores, ya no se hará distinción de la doble línea (hermanos o medios hermanos) y
sucederán aquellos que se encuentren contemplados hasta el cuarto grado y por partes
iguales. Los supuestos donde heredan los colaterales son:
1. Sólo los hermanos
2. Hermanos y medios hermanos
3. Hermanos con sobrinos, de hermanos o medios hermanos
4. Sólo sobrinos
5. A falta de los anteriores, los parientes colaterales más próximos dentro del cuarto
grado, sin distinción de grado o del doble vínculo.

Sucesión de los Concubinos


En este apartado el C.C. de Nuevo León es más específico que el Federal, sin embargo
el Federal menciona art. 1635 “La concubina y el concubino tienen derecho a heredarse
recíprocamente, aplicándose las disposiciones relativas a la sucesión del cónyuge, siempre que
hayan vivido juntos como si fueran cónyuges en los cinco años previos al deceso del autor de la
herencia o cuando hayan tenido hijos en común, siempre que ambos hayan permanecido libres
de matrimonio durante el concubinato.

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Si al morir el autor de la herencia, le sobreviven varias concubinas o concubinarios en las
condiciones mencionadas al comienzo de este artículo, ninguno de ellos heredará”. Este último
punto coincide con el Código Civil de Nuevo León.

La primera diferencia es que en Nuevo León se pide como requisito el haber vivido
nada más dos años previos al deceso del autor de la herencia como cónyuges. Ahora bien los
requisitos en Nuevo León son:
1. Si coinciden concubino con sus hijos en común con el autor de la herencia, se aplican
las reglas previas en los apartados de los descendientes.
2. Si coinciden hijos que no fuesen propios, la concubina o concubinario tiene derecho al
50% de la parte que oficialmente corresponde a un hijo o hija.
3. En el caso de concurrir con hijos propios del autor de la herencia y con hijos solamente
del autor de la herencia, la concubina o el concubinario tendrá derecho a dos terceras
partes que le corresponden a un hijo.
4. En el caso de concurrir con los ascendientes del autor de la herencia, la concubina o
concubinario sólo tendrá derecho a la cuarta parte de la sucesión
5. Si el autor de la herencia no tuviese descendientes, ascendientes, cónyuge o colaterales
dentro del cuarto grado, la mitad de la sucesión le pertenece al concubino y el resto al
fisco del Estado
Sucesión de la Hacienda Pública en un caso extremo donde no existiera ninguno de los sujetos
previamente mencionados a lo largo del proyecto, sucederá completamente el fisco del Estado.

Conclusión
A lo largo de la historia del Derecho Civil, la figura de la Sucesión Legítima ha cambiado
drásticamente, en Roma se tomaba en cuenta a lo que ellos llamaban familia civil para dar pie a
la sucesión, sin embargo desde la introducción se comenta que dicha forma de heredar era un
poco injusta en sus reglas puesto que dejaba fuera de la posibilidad de heredar a sujetos que
de cierta manera en nuestro Derecho Civil se les contemplaría.

La primera diferencia entre nuestros tiempos y en el Derecho Romano, es que hoy en


día se toma en cuenta en medida de lo posible las relaciones más certeras que llegó a tener el

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“cujus” para considerar la sucesión previendo posibles escenarios que pudieran no ser muy
éticos o acertados para respetar correctamente la sucesión del autor de la herencia, por
ejemplo en la “Sucesión de los Ascendientes” se contempla el oportunismo que puede surgir de
los sujetos para reconocer de manera legítima a un heredero con tal de acceder a una parte de
una sucesión.

Tanto el Código Civil Federal como el Código Civil del Estado de Nuevo León dejan en
evidencia que hoy en día se toma en cuenta los vínculos afectivos y no la “familia civil” que
proponía en alguna era previa a Gayo en el Derecho Romano. Sin embargo, con la sucesión
legítima no se asegura la justicia con razón a la meritocracia que tiene cada individuo con
relación al verdadero vínculo con el autor de la herencia.

Por ende, en México tenemos el derecho a la libre testamentifacción si no se quiere


que sucedan miembros que probablemente no competan de manera sentimental aunque
competan de manera legal conforme a lo establecido. Un claro ejemplo es que los cónyuges no
heredan por ser parentesco por afinidad, sin embargo habrá individuos que quisieran proteger
a sus cónyuges o concubinos, por ende lo ideal es que realicen su testamento. Otro caso es el
de los adultos mayores abandonados o no poseen familiares dentro del cuarto grado y una
persona externa se hace cargo de ellos por mero aprecio y vínculo emocional, lo más probable
es que dichos quieran heredar a la persona que estuvo al cuidado de ellos, pero la sucesión
legítima es imposible que los contemple, por más que con el paso del tiempo se han reformado
nuestros artículos para hacer los Códigos Civiles lo más justos posibles (como incluir a la figura
del concubinato).

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Bibliografía

-(2018, 01). Bonorum Venditio maximas.leyderecho.org Retrieved 08, 2020, from


https://maximas.leyderecho.org/bonorum-venditio/

-Código Civil para el Estado de Nuevo León

-Código Civil Federal

-Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Nuevo León

-Mayo, J., 2016. Tesis Digital. [online] Biblioteca Digital Universidad Autónoma de México.
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-Pérez, M., 2010. Biblioteca Jurídica Virtual Del Instituto De Investigaciones Jurídicas De La
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-Petit, E., 1892. Derecho Romano. 25th ed. Ciudad de México: José Ferrández González,
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-Rojina Villegas, R. and Rojina García, A., 2017. Compendio De Derecho Civil, Bienes,
Derechos Reales Y Sucesiones. 45th ed. México: Porrúa, pp.389- 392, 458-464

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