La planeación estratégica permite dirigirse al logro de resultados sin
perder de vista factores claves o críticos del asunto tratado, manteniendo al mismo tiempo contacto con el entorno, identificando los agentes que pueden intervenir en el objetivo propuesto, previendo situaciones futuras que puedan afectar los planes o la utilización de los recursos y visualizando aspectos importantes más allá de lo evidente y lo inmediato.
La metodología general de la planeación estratégica plantea tres grandes
fases: Como se puede observar, en el nivel gerencial se fija un objetivo, y para lograrlo se establecen N estrategias. Al desplegar las estrategias del nivel corporativo gerencial, al nivel táctico, éstas se transforman en objetivos y en consecuencia se determinan estrategias para lograrlos; cuando las estrategias se despliegan al nivel operativo, se convierten en objetivos operativos y en este nivel se fijan estrategias para lograrlos.
La puesta en marcha de los objetivos y sus estrategias se realiza a través
de metas, las cuales dependiendo de su horizonte, pueden ser de largo, mediano y corto alcance. Estos patrones son:
Atributo: Identificar la meta.
Por ejemplo, reducción del nivel de pérdida por accidentes vehiculares. Escala: Unidad de medida. Para este ejemplo millones de pesos. Estado: Fijar el valor actual o punto de partida. Para este ejemplo supongamos que es de $25.000.000 para un año. Umbral: valor a donde se quiere llegar. Para el ejemplo $8.000.000. Horizonte: Período en el cual se espera alcanzar la meta. Para nuestro ejemplo un año. Iniciación: Fecha en la que inicia el horizonte. Enero 1 de 2014. Terminación: Fecha en la que finaliza el lapso establecido para alcanzar la meta. Diciembre 31 de 2014. Responsable: Persona que tendrá a cargo la ejecución de las estrategias para alcanzar la meta. Coordinador SSTA.