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Durante más de siete décadas, Caterpillar ha dominado los mercados mundiales en el ramo de equipo
pesado para construcción, minería, y tala de árboles. Sus conocidos y amarillos tractores, orugas,
montacargas, excavadoras, camiones amarillos son algo muy común en cualquier sitio de
construcción. Caterpillar vende más de 300 productos en casi 200 países, con lo cual genera ventas
por más de 300 mil millones de dólares anuales. El año pasado, sus ventas crecieron un 33% y sus
ganancias se dispararon hasta el 85%. Capta el 30% del mercado mundial de equipo de construcción
pesado, más del doble que el número dos de la industria, Komatsu. Su participación en el mercado
estadounidense es de más del doble de sus competidores Komatsu y Deere juntos. Son muchos los
factores que han contribuido al duradero éxito de Caterpillar: productos de alta calidad, fabricación
flexible y eficiente, y un flujo continuo de nuevos e innovadores productos. Sin embargo, estas no
son las razones principales que justifican el dominio de Caterpillar. La compañía atribuye tal dominio
a su orientación hacia los clientes y a su ejército de 200 concesionarios independientes destacados
en todo el mundo, los cuales atienden de manera sobresaliente todas las necesidades de cada cliente.
En opinión de Donald Fites, antiguo director ejecutivo de Caterpillar:
“Una vez que el producto sale por nuestra puerta, los concesionarios se hacen cargo. Ellos son
los que están en el frente, los que viven con el producto durante toda su vida, a quienes los
clientes ven… Son los que se aseguran de que, cuando se entrega una máquina, esté en las
condiciones que debe estar. Son quienes capacitan a los operadores del cliente, los que dan
servicio a los productos durante toda su vida útil, los que vigilan de cerca la salud de cada
máquina y programan las reparaciones para evitar el costoso periodo de inactividad. El
cliente… sabe que existe una compañía [de más de 30 mil millones de dólares] llamada
Caterpillar, pero son los concesionarios quienes crean la imagen de una compañía que no sólo
respalda sus productos, sino que los acompaña a cualquier lugar del mundo. Nuestros
concesionarios son la razón de que nuestro lema —Compre la máquina, obtenga la
compañía— no sea un eslogan vacío”.
“Compre la máquina, obtenga la compañía”, es una poderosa propuesta de valor y significa que
cuando se compra un equipo Cat, uno se convierte en un miembro de la familia Caterpillar. La
compañía y sus concesionarios trabajan en estrecha armonía para encontrar mejores formas de
entregar valor a los clientes. Los concesionarios desempeñan un papel crucial en casi todos los
aspectos de las operaciones de Caterpillar, desde el diseño y la entrega de productos, servicio y apoyo
a cada producto, hasta inteligencia de mercado, y retroalimentación a partir del cliente. En la
industria de maquinaria pesada, donde el tiempo de inactividad del equipo puede implicar grandes
pérdidas, el excepcional servicio de Caterpillar le confiere gran ventaja para ganar y conservar
clientes. Consideremos a Freeport-McMoRan, un cliente de Cat que opera una de las minas de cobre
y oro más grandes del mundo, durante 24 horas al día, los 365 días del año. La mina, situada a gran
altura en las montañas de Indonesia, sólo es accesible por teleférico o helicóptero. Freeport-
McMoRan depende de más de 500 equipos de minería y construcción Caterpillar que valen varios
cientos de millones de dólares e incluyen montacargas, tractores, y descomunales camiones de 240
toneladas con más de 2000 caballos de fuerza. Muchas de estas máquinas cuestan mucho más de un
millón de dólares cada una. Cuando uno de estos equipos se descompone, Freeport-McMoRan pierde
rápidamente dinero. Por ello, la compañía paga con gusto un precio especial por maquinaria y servicio
confiables. Sabe que puede confiar en el sobresaliente apoyo de Caterpillar y en su extraordinaria
red de distribución. La estrecha relación de trabajo entre Caterpillar y sus concesionarios no se reduce
únicamente a contratos formales y convenios de negocios. La poderosa sociedad descansa sobre un
puñado de prácticas y principios básicos:
La mayoría de las compañías no pueden proporcionar valor a sus clientes por sí solas, sino que deben
trabajar estrechamente con otras compañías dentro de una red de entrega de valor más grande
Goodyear
Larry Hauck, propietario de Wells Tire de Alton, Illinois, concesionario exclusivo de Goodyear durante
35 años hasta finales de la década de 1990, está de acuerdo; él es el tipo de concesionario alguna vez
leal a la compañía que Goodyear quiere atraer de regreso. Sin embargo, recientemente Goodyear lo
expulsó de su red de concesionarios. ¿La razón? No estaba comprando suficientes neumáticos. Hauck
afirma: “No entiendo por qué ellos quieren acabar con las personas que les han sido leales todos
estos años”. Algunos conflictos suscitados en el canal asumen la forma de competencia saludable, lo
cual puede ser benéfico para el canal; sin la competencia, el canal se volvería pasivo y falto de
innovación. Pero conflictos severos o prolongados, como en el caso de Goodyear, podrían destruir la
eficacia del canal y perjudicar irremediablemente las relaciones de canal. Las compañías deben
manejar adecuadamente los conflictos de canal para evitar que se salgan de control.
Preguntas de análisis:
1. Compare los canales de Caterpillar y Goodyear. Trace un diagrama que muestre los tipos de
intermediarios presentes en cada canal. ¿Qué opina Usted de los canales que utiliza cada
compañía?
2. ¿Qué papeles desempeñan y qué responsabilidades tienen los miembros de cada canal?
3. ¿Qué tan bien cooperan esos miembros para que el canal tenga éxito en su totalidad?