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CARTA A MI PADRE

Cuantos recuerdos se me vienen a la mente cada vez que visualizo tu figura, cada
vez que escucho los sonidos melódicos del rondín, las canciones que tu
escuchabas Padre mío, cuanta falta me haces, cuando pienso en todos esos
momentos en que tú y yo fuimos uno, cuando tú me aconsejabas, cuando tú me
levantabas el ánimo en los momento de mi tristeza y fracasos, cuando juntos
celebrábamos mis triunfos; me quedo en silencio, como atascado en un rincón de
mi vida del cual no quiero salir, a veces con la mirada perdida, y con lágrimas en
mis ojos, pienso en que la vida es muy cruel y vengativa. Sin embargo me resigno,
porque sé que tu estas en la diestra de Dios.

Tú Padre mío, un hombre como tantos, pero tan sencillo, responsable y humilde,
deberías estar acá gozando de la vida, de tus hijos, nietos y bisnietos, al contrario,
ya no estas, te has ido, dejándonos el vacío y la tristeza en nuestros corazones,
compartimos tantas cosas, pero yo creo que siempre serán insuficientes para toda
la vida que estuvimos juntos te amé Padre mío por lo que eras, sé que muchas
veces te lo dije, pero a veces pienso que no fueron las que te merecías, cada vez
que te anunciaba visita, me esperabas afanosamente cuando ya iba llegando a tu
casa, tú me mirabas y lo primero que hacías era sonreírme, luego venia aquel
abrazo apretado y se traspasaban las emociones por estar una vez más juntos
ahora no tengo donde avisarte que voy a verte, y cuando estoy llegando a tu
nueva casa, ya no puedo ver tu sonrisa, y menos aún te puedo abrazar, el
ambiente es frio y desconsolador, me paro y observo donde estas, y las lágrimas
solas caen por mi rostro, es tan difícil ver tu tumba tan sombría y húmeda por el
rocío, y aquellas hojas que no dejan de caer por el viento las quito pero luego
cuando voy a verte ahí están otra vez, a veces pienso que eres tu quien las coloca
ahí para que yo despegue tu lapida y así me recuerde que ya no estas lo cual me
entristece mucho más.

Padre mío yo siempre te dije que yo estaría ahí siempre para ti y prometo que será
así, sólo te pido fuerzas para poder seguir este camino sin ti, y donde tu estés ten
por seguro que tu hija te amara por siempre y jamás te olvidare, estaré por
siempre recordándote.

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