El Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) es un instrumento de
gestión ambiental destinado a la evaluación y predicción de los impactos ambientales que puedan generar los proyectos y actividades que se realizan en el país y que, de acuerdo a la ley, requieran ser evaluados. Todo proyecto o actividad susceptible de causar impacto ambiental, incluidas sus modificaciones, sólo se puede ejecutar o modificar previa evaluación de su impacto ambiental mediante la presentación, según corrresponda, de una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) o un Estudio de Impacto Ambiental (EIA).
Estudio de Impacto Ambiental (EIA): si el proyecto genera o presenta a lo
menos uno de los efectos, características o circunstancias establecidas en el art. 11 de la Ley sobre las Bases de Medio Ambiente (impactos significativos).
Declaración de Impacto Ambiental (DIA): si el proyecto no genera ni
presenta ninguno de los efectos, características o circunstancias establecidas en el art. 11 de la Ley sobre las Bases de Medio Ambiente.
Someter un proyecto o actividad al SEIA permite acreditar el cumplimiento de la
normativa y obtener las autorizaciones ambientales respectivas. En el caso de los EIA, permite además determinar si el proyecto o actividad se hace cargo de los efectos ambientales que genera, mediante la aplicación de medidas de mitigación, reparación y/o compensación adecuadas. Luego del proceso de evaluación, la Comisión de Evaluación de la respectiva región, o el director ejecutivo del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), según corresponda a un proyecto regional o interregional, emite una resolución que califica ambientalmente el proyecto. ¿Por qué se realiza un estudio de impacto ambiental?
Uno de los requisitos que nos pueden pedir en determinados proyectos
es un “estudio de impacto ambiental”. Un estudio de impacto ambiental es un documento en el que se detalla, con informes técnicos, investigaciones, etc., el alcance que un determinado proyecto tiene sobre el medio ambiente. Este estudio se puede hacer antes de realizar el proyecto, que sería lo más adecuado, o una vez materializado, para cuantificar el alcance exacto de ese impacto ambiental y poder tomar medidas para su control