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Juan Pablo Hudson

GOBIERNOS PROGRESISTAS Y COOPERATIVISMO:


planes de empleo en la Argentina
GOVERNOS PROGRESSISTAS E COOPERATIVISMO: planos de
emprego na Argentina
Juan Pablo Hudson*
El objetivo del artículo es comprender las políticas de empleo implementadas por los gobiernos progresistas en
Argentina entre 2003 y 2015, puntualmente aquellos subsidios destinados a fomentar el cooperativismo entre
los trabajadores informales y los desocupados crónicos. La conclusión principal es que, una vez reconocidos los
límites en la generación de empleo genuino en la industria, los gobiernos, durante este ciclo progresista impulsa-
ron permanentes estrategias post-salariales para generar ingresos entre los calificados como inempleables. Hubo
tres tipos de cooperativas financiadas y (o) creadas por el Estado: no-estatales, sintéticas y anfibias. El modelo
cooperativo implementado durante este período fue una traducción de los emprendimientos colectivos autoges-
tionados por los movimientos sociales durante la aplicación de políticas neoliberales en la década del noventa
e inicios de este nuevo siglo. La metodología de investigación utilizada fue cualitativa: entrevistas realizadas en
empresas recuperadas por sus trabajadores, con referentes de movimientos sociales, y funcionarios públicos.
Palabras claves: Gobiernos progresistas. Movimientos sociales. Autogestión. Políticas públicas. Cooperativas.
O Objetivo deste artigo é compreender as políticas de emprego realizadas pelos governos progressistas na
Argentina entre 2003 e 2015, especificamente os subsídios destinados a fomentar o cooperativismo entre os
trabalhadores informais e os desocupados crônicos. A conclusão principal é que, uma vez reconhecidos os
limites na geração de emprego genuíno na indústria, os governos, durante esse ciclo progressista, impulsio-
naram estratégias permanentes pós-salariais para gerar renda entre os qualificados como não empregáveis.
Houve três tipos de cooperativas financiadas e (ou) criadas pelo Estado: não estatais, sintéticas e anfíbias. O
modelo cooperativo adotado durante esse período foi uma tradução dos empreendimentos coletivos autoges-
tionados pelos movimentos sociais durante a aplicação de políticas neoliberais na década de noventa e início
deste novo século. A metodologia de investigação utilizada foi qualitativa: entrevistas realizadas em empresas
recuperadas por seus trabalhadores, com referentes em movimentos sociais e de funcionários públicos.
Palavras-chave: Governos progressistas. Movimentos sociais. Autogestão. Políticas públicas. Cooperativas.

INTRODUCCIÓN el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación


(MDSN). El Programa de Trabajo Autogestio-
En el período de 2003–2015, se crearon, nado (PTA), creado en 2004 en el MTEySS,
en la Argentina, 5 millones de puestos de traba- tuvo como principal objetivo el incipiente de-
jo, según cifras oficiales,1 y hubo una significa- sarrollo de un tercer sector productivo en base

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tiva reducción de la precariedad laboral (Palo- a cooperativas creadas por los obreros que re-
mino; Dalle, 2012). Sin embargo, en paralelo, se cuperaron empresas en quiebra, la formaliza-
puso en marcha una vasta estructura de subsi- ción de proyectos cooperativos preexistentes
dios para promover la autogestión y el coopera- y la incubación de nuevas cooperativas por el
tivismo en una población específica: los traba- propio Programa. A través de la transferencia
jadores informales y los desocupados crónicos. de fondos y la creación de redes sectoriales, se
Este tipo de planes de empleo basados intentó tornar sustentables a estas cooperati-
en el cooperativismo se gestaron en dos minis- vas para que pudieran operar con estabilidad
terios gubernamentales: el Ministerio de Tra- en sus respectivos mercados.
bajo, Empleo y Seguridad Social (MTEySS) y En el caso del MDSN, en 2003 se creó
1
el Plan Manos a la Obra, que financiaba pe-
* Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Téc- queños emprendimientos productivos a través
nicas (CONICET).
José Evaristo Uriburu 950. Buenos Aires – Argentina. ju- de la compra de maquinarias. Pero el proyecto
anpablohudson@hotmail.com
más ambicioso fue el Programa de Inclusión
1
Ver informe Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad
Social. http://www.trabajo.gob.ar/downloads/destaca- Social con Trabajo (PRIST), nacido en 2009
dos/131104_notas_una-decada-ganada.pdf access en: 20
Oct. 2018. como una estrategia para paliar los efectos de

http://dx.doi.org/10.1590/S0103-49792018000300012 621
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la crisis financiera internacional y el deteni- Durante el primer gobierno progresista


miento de la creación de empleo en blanco. Néstor Kirchner 2003/2007, fue necesario im-
El nacimiento del PRIST significó un cambio pulsar este tipo de subsidios, dado que la Ar-
de rumbo de los planes de empleo: a partir de gentina aún padecía una situación social, eco-
entonces, únicamente se otorgaron subsidios a nómica e industrial crítica. Una vez que asume
trabajadores informales y desempleados cróni- el primer mandato como presidente Cristina
cos si se organizaban a través de cooperativas. Fernández de Kirchner (2007/2011), la políti-
Ya no hubo subsidios a trabajadores individu- ca de subsidios se intensificó notablemente. A
ales. Para este tipo de emprendimientos colec- partir de entonces, fue indispensable incluir a
tivos, no hubo mayores expectativas sobre su trabajadores y trabajadoras que, a pesar del re-
capacidad de producción y comercialización, levante crecimiento de la industria logrado en
puesto que se los redujo a prestatarios de ser- los cuatros años precedentes, no habían sido
vicios en los municipios. incluidos en trabajos asalariados genuinos – o
Estas políticas públicas surgieron como en blanco como se los llama en Argentina. El
efecto de investigaciones sistemáticas llevadas panorama cambió drásticamente en el cierre de
adelante por los gobiernos progresistas Néstor ese mandato y, fundamentalmente, en el último
Kirchner 2003/2007, Cristina Fernández de gobierno progresista encabezado por Cristina
Kirchner 2007/2011 y 2011/2015 sobre los mo- Fernández de Kirchner (2011/2015). ¿Cuál fue
dos específicos de autogestión sostenidos por ese cambio estructural? Ya se evaporaron las es-
organizaciones sociales: las empresas recupe- peranzas de que la industria sería capaz de in-
radas por trabajadores (ERT), los movimientos cluir a los informales y desocupados. El gobier-
de desempleados, y el movimiento campesino no comprende que a un 35% de los trabajadores
indígena, por solo nombrar los más masivos. el mercado los considera inempleables.
Estos movimientos habían enfrentado las po- En síntesis, el objetivo primordial de
líticas económicas neoliberales ocupando los este artículo es comprender estas políticas de
espacios públicos (calles y rutas) y privados subsidios para generar empleo e ingresos im-
(empresas y fábricas) para poner en marcha plementadas por los gobiernos progresistas en
microemprendimientos productivos que con- Argentina entre 2003 y 2015. En el primero de
tuvieran a los expulsados del mercado. Esos los apartados – Los gobiernos en movimiento
obreros y obreras, desocupados y desocupa- – se definirá lo que entendemos por gobiernos
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das, campesinos y campesinas, gestaron valio- progresistas y se analizarán las investigaciones


sos saberes de supervivencia en un contexto académicas existentes en torno sus relaciones
de extrema precariedad. Vale recordar que, en con los movimientos sociales. En el segundo –
enero de 2002, el índice oficial de pobreza al- Cooperativas para todos – se describirán los mé-
canzó el 58% de la población. todos gubernamentales puestos en marcha para
A partir de 2003, cuando se inicia el ci- investigar y traducir como políticas propias las
clo progresista, se tornó imperioso para los go- estrategias productivas (cooperativas) impulsa-
biernos relevar esos saberes, sistematizarlos y, das por las empresas recuperadas por trabaja-
fundamentalmente, traducirlos a la lengua es- dores y el movimiento de desocupados. En el
tatal. ¿Por qué utilizamos el término traducci- siguiente – Tipología de cooperativas – estable-
ón? Porque los planes de empleo de promoción ceremos una categorización de las cooperativas
del cooperativismo no fueron una réplica de subsidiadas y (o) directamente creadas por los
lo realizado por los movimientos sociales com- gobiernos en el período en estudio (2003-2015).
bativos, sino una adecuación gubernamental Finalmente, en el último apartado – Fin de los
que prescindió de sus aristas más combativas gobiernos progresistas – se analizará el cierre de
y radicales. los doce años de gobiernos progresistas y la si-

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tuación de los subsidios al cooperativismo. Este último aspecto es clave para nues-
Este artículo surge como consecuencia tra concepción de los gobiernos progresistas:
de trece años de investigación en empresas re- no se trataron de administraciones que pusie-
cuperadas por obreros, lo que incluyó entrevis- ron fin al neoliberalismo (Borón, 2003; Figue-
tas en profundidad y observaciones de campo. roa Ibarra; Cordero Díaz, 2011; Sader, 2008),
Se suman también entrevistas con funcionarios sino de la puesta en marcha de políticas finan-
públicos del Ministerio de Trabajo, Empleo y cieras, económicas, sociales e institucionales
Seguridad Social (MTEySS) y del Ministerio de de carácter inclusivas, que marcaron ciertas
Desarrollo Social (MDS) entre 2004 y 2017, y el rupturas con el Consenso de Washington.
estudio de los principales planes y programas Entre sus críticos (Dávalos, 2011; Gudy-
de impulso del cooperativismo. nas, 2011; Petras; Veltmeyer, 2015; Svampa,
2013, 2016), se enfatiza que se trató, en reali-
dad, de un modelo neo-extractivista de recur-
LOS GOBIERNOS EN MOVIMIENTO sos naturales en el marco de las segmentacio-
nes impuestas por el mercado mundial. Así lo
En Argentina, Bolivia, Venezuela, Brasil analiza Maristella Svampa (2013, p. 1):
y Ecuador, se pusieron en marcha, a inicios de
El “Consenso de los Commodities” subraya el ingre-
este siglo, nuevas formas de gobernabilidad. so de América Latina en un nuevo orden económi-
Desde entonces, surgió un concepto específi- co y político-ideológico, sostenido por el boom de
co para caracterizarlas: gobiernos progresistas. los precios internacionales de las materias primas
Se trató de la entrada en vigencia de un nue- y los bienes de consumo demandados cada vez más
vo tipo de gestión del Estado que puso lími- por los países centrales y las potencias emergentes.
Este orden va consolidando un estilo de desarrollo
tes – con diferentes niveles de intensidad – a
neoextractivista que genera ventajas comparativas,
la economía de mercado que había primado, visibles en el crecimiento económico, al tiempo que
en el caso argentino, desde mitad de la déca- produce nuevas asimetrías y conflictos sociales,
da del setenta, a la que vez motorizó un con- económicos, ambientales y político-culturales.
junto de políticas públicas tendientes a lograr
una progresiva (re)inclusión de los sectores Si bien coincidimos con este diagnósti-
más golpeados por las políticas neoliberales co introducido por Svampa, no caben dudas
de esas décadas previas. Una característica en de que en Argentina, Brasil, Ecuador, Bolivia

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común es que se trataron de administraciones y Venezuela llegaron al poder fuerzas políticas
que nacieron condicionados por ciclos de in- que transformaron los modos de gestión del
tensas luchas sociales. Ya nombramos, en la Estado en favor de las mayorías sociales.
introducción, a los principales movimientos En el caso de Argentina, el estudio de
combativos en Argentina. Así caracteriza estos la relación entre las organizaciones sociales
procesos Raúl Zibechi (2008, p. 33): y los gobiernos progresistas tuvo dos perío-
dos de investigación. Uno inicial, en el que
Oleadas de activismo social modificaron la relación de aquellos investigadores que habían abordado
fuerzas en América Latina y tuvieron como consecuen-
a los movimientos sociales durante la década
cia indirecta la instalación de un conjunto de gobier-
del noventa y, especialmente, a partir de las
nos progresistas y de izquierda en la mayor parte de
los países de Sudamérica. La acción colectiva canceló revueltas populares del 19 y 20 de diciembre
el período neoliberal caracterizado por las privatizacio- de 2001, comenzaron a indagar la relación en-
nes, la desregulación y la apertura de las economías, tre estas organizaciones (fundamentalmente
y abrió una etapa más compleja en la que conviven el movimiento de desocupados) y el gobierno
rasgos del mismo modelo con búsquedas de caminos
del presidente Néstor Kirchner. La conclusión
basados en un mayor protagonismo de los estados y la
más extendida afirma que esa administración
construcción de la integración regional.

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coopta e institucionaliza a las organizaciones 2011) cuya principal hipótesis es el carácter


que habían resistido en las calles y rutas al inducido y forzado de las cooperativas cre-
neoliberalismo (Fornillo 2008; Massetti 2009; adas en el marco de dicho Plan. Recordemos
Svampa 2003; 2005; Zibechi, 2008). La segun- que esos subsidios solo se otorgaban a proyec-
da línea de investigación da cuenta de una cre- tos cooperativos. La segunda línea (Giraudo
ciente desmovilización de las organizaciones 2013; Maneiro 2015; Malandra 2013; De Sena;
sociales más combativas con un recorte de su Chahbenderian, 2012) se divide entre quie-
autonomía ante una nueva legitimación del nes sentencian como negativas a este tipo de
Estado como regulador de lo social (Pereyra; políticas públicas por carecer de un carácter
Pérez; Schuster, 2008; Rajland; Campione, universal (De Sena; Chahbenderian, 2012); y
2006), luego de la crisis de representación de aquellos que entienden que toda política so-
principios del siglo. Se sumó una tercera cor- cial siempre implica niveles de conflictividad
riente que propuso salir del recurrente análi- entre las instancias gubernamentales y los be-
sis a partir del binomio autonomía–cooptaci- neficiarios (Kasparian, 2017; Natalucci 2012;
ón para pasar a pensar en términos de ambi- Perelmiter, 2016). Finalmente, existe una ter-
valencias y conflictos permanentes, a la vez cera línea (Hopp 2015, 2016; Hintze 2007;
que advertía (esto es lo importante) sobre la Giraudo 2013) que, a partir de los postulados
imperiosa necesidad de no enfocar la mirada de la economía social, compara entre lo que
únicamente desde arriba (el gobierno) para pa- la teoría dictamina y los límites que delataron
sar a incorporar las perspectivas y cálculos de estos programas estatales.
las bases sociales (Natalucci 2015; Perelmiter
2010; Schuttenberg 2014).
En el caso de aquellos investigadores que COOPERATIVAS PARA TODOS Y
habían estudiado el surgimiento de las empre- TODAS
sas recuperadas por trabajadores (ERT), no se
dedicaron a investigar sus vínculos con los go- Las políticas tendientes a la reinclusión
biernos progresistas. La reducida bibliografía de vastas franjas de la población expulsadas
que sí lo hizo (Allegrone; Fernández Álvarez; por el neoliberalismo se orientaron en dos di-
Partenio, 2007; Hudson 2011, 2016; Programa recciones principales durante el kirchnerismo:
Facultad Abierta 2010, 2014) se concentró, con la generación de empleo a través de la revita-
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distintos niveles de profundidad, en la ruptura lización de la industria y, en paralelo, el im-


con tres tendencias previas – la represión, la pulso de estrategias post-salariales de generar
indiferencia y el rechazo –, al tiempo que des- ingresos a través del cooperativismo. Así lo
tacó el proceso a través del cual las recupera- analiza Verónica Gago (2014, p. 218):
ciones de fábricas y el cooperativismo comen- ... [el] consumo [en el período 2003-2015] ya no es
zaron a ser impulsadas por el propio gobierno solo efecto del ingreso salarial, sino también del di-
nacional como una política propia. nero que el Estado transfiere a los barrios periféri-
El segundo período de investigaciones cos en concepto de subsidios pero sobre todo […]
de múltiples modalidades de ingreso en concepto
incluye los estudios sobre el Programa de In-
de laboriosidades también múltiples.
clusión Social con Trabajo (PRIST). Se trata
del plan más ambicioso de fomento de coo- En el centro de estas laboriosidades
perativas creado en 2009 por el Ministerio de múltiples se inscribe el fomento a la autogesti-
Desarrollo Social de la Nación. Allí aparecen ón y el cooperativismo. Veamos la perspectiva
tres líneas principales. En principio, una serie de Ana Natalucci (2012, p. 127):
de investigaciones (Giraudo 2013; Hopp 2015, … se pasó a organizar a los destinatarios [de las
2016; Natalucci 2012; Lo Vuolo 2010; Vuotto políticas públicas] según el criterio de empleabi-

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lidad, distribuidos en dos grupos: empleable y no La investigación en empresas recupera-


empleable [...]. En el primero se incluyeron aquellos das por trabajadores (ERT) nos permitirá com-
que, por sus trayectorias laborales individuales en
prender este proceso. El gobierno, en 2003,
el marco de un crecimiento económico, tenían su-
mas posibilidades de conseguir un empleo. En el se-
inició una exhaustiva investigación sobre las
gundo grupo se concentraron aquellos que, por esas ERT todavía en medio de un delicado contexto
mismas cuestiones, quedaban fuera del mercado. social, económico, financiero e industrial. Se
Esta división aludía a las posibilidades de acceder sumaba una profunda crisis de representación
al mundo del trabajo y en consecuencia a las pro- que afectaba al Estado y a los partidos políti-
tecciones que este brinda [...]. Para el primer grupo
cos luego de las revueltas populares del 19 y
se crearon programas en el Ministerio de Trabajo,
Empleo y Seguridad Social, orientados a la reinser-
20 de diciembre de 2001, cuando renunció a
ción laboral y al mejoramiento de la calidad de los la presidencia Fernando De la Rúa y se derro-
empleos. Para el segundo grupo, el Ministerio de De- có a cuatro presidentes interinos en el lapso
sarrollo Social diseñó una serie de políticas sociales de una semana. El kirchnerismo4 dio muestras
focalizadas […]: Plan Familias, Manos a la Obra2, In- de una incipiente reinvención de sí mismo a
versión Social (PRIS) e Ingreso Social con Trabajo,
fin de poder garantizar la gobernabilidad. En
conocido como Argentina Trabaja.3
el caso específico de la relación con las ERT,
Los planes de empleo e inclusión social abrió canales de comunicación antes inexis-
formulados por el MTEySS y el MTDN, a par- tentes: los propios funcionarios fueron los que
tir de 2003, fueron la admisión tácita de los asistieron a las cooperativas para conocerlas
gobiernos progresistas de un límite: importan- e interiorizarse sobre su situación, se imple-
tes sectores de la población eran inempleables mentaron los primeros subsidios, y se solicitó
desde la perspectiva del mercado de trabajo la intervención de otras instancias del Estado
formal, a pesar incluso del importante creci- – como las universidades – para producir sa-
miento económico e industrial que caracteri- beres específicos.
zó los dos primeros mandatos presidenciales El testimonio de una trabajadora de una
(2003-2011). Para esa población, considerada ERT refleja este nuevo posicionamiento del go-
sobrante, se tornaba indispensable presentar bierno:
una política de subsidios basada en un “mo-
En los primeros años no nos recibía prácticamente
delo de autogestión asociativa” (Programa de nadie en el Estado. Ahora pasaron los años y por
Trabajo Autogestionado, 2004). suerte con el Estado nacional creo que se revirtieron

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¿Cuál fue ese modelo aplicado? Las es- mucho las cosas. Y lo tenés a la vista, porque dentro
trategias productivas puestas en marcha por del Ministerio de Trabajo se creó un programa espe-
cial para empresas autogestionadas que trabaja muy
las empresas recuperadas por obreros, el mo-
bien. Ahí te encontras con gente que es maravillosa
vimiento de desempleados y el movimiento
porque bajan y conocen a cada una de las empre-
campesino durante la crisis provocada por el sas, saben de sus problemas, se saben los nombres
neoliberalismo. de los obreros, te ayudan a implementar los progra-
mas, los cambian de acuerdo a las necesidades que
2
El Plan Manos a la Obra nació en 2003. Se trata de un
programa de subsidios no reintegrables destinados para ven en cada caso en particular. Hay funcionarios
adquirir maquinarias, herramientas, equipamiento e insu- de segunda y tercera línea que realmente están y se
mos a emprendimientos asociativos que estén funcionan-
do o en vías de formalizarse y que cuenten con personería contactan con nosotros y empiezan junto con vos a
jurídica. armar lo que vas necesitando. (Rosario, la entrevista
3
En el año 2009 se crea, desde el Ministerio de Desar- en 13/05/2010).
rollo Social, con el objetivo de generar oportunidades de
inclusión para mejorar la calidad de vida de los sectores
más desamparados a partir de la generación empleo, ca- El MTEySS y el MDSN se transformaron
pacitación y la promoción de la organización cooperativa en los principales centros de investigación de
para la ejecución de obras de infraestructura local. Este
programa surge como una salida colectiva a los problemas
de desocupación mediante la inclusión de las personas a 4
Así se denominó a los tres gobiernos encabezados por
cooperativas de trabajo. Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.

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las ERT. El resultado fue la generación de un pueblo argentino construyó todo un programa de re-
sólido corpus teórico-práctico sobre estas ex- sistencia, a través de los movimientos piqueteros, de
los movimientos de mujeres campesinas en lucha,
periencias. El gobierno comprobó que era em-
las empresas recuperadas, el club del trueque, que
prendimientos productivos módicos, pero ca- la verdad que fue riquísimo. […] Ya no nos penali-
paz de sobrevivir en contextos precarios. Vale zaron, no nos judicializaron, no nos persiguieron.
mencionar que, entre 1999 y 2017, se recupe- Esto es lo que nos permitió avanzar de otra manera.
raron 367 empresas privadas y se las convirtió (Rosario, la entrevista en 15/05/2010)
en cooperativas. De ese total, la tasa de morta- A modo de hipótesis: si los sucesivos
lidad ha sido mínima, tan sólo un 3%. gobiernos de corte neoliberal se mostraron in-
Ya desde la década de 1990, organismos diferentes y (o) reprimieron a los trabajadores
internacionales (Banco Mundial, Banco Inte- que se (auto) organizaban para resistir el cier-
ramericano de Desarrollo, etc.) recomendaban re de las empresas, a partir de 2003 el Estado
la promoción de la asociatividad y el coope- comprende que su existencia es garantía de
rativismo como estrategia de inclusión de los ingresos para esta población; y asume que es
sectores populares. Así lo expresa Maristella indispensable multiplicar este tipo de expe-
Svampa (2003, p. 6): riencias para los inempleables por la industria.
… [lo que se] exige dentro del mundo popular no En la segunda etapa (2009–2015), que
es auto-regulación individual (no es posible, a falta delimito al interior de estas nuevas formas de
de soportes materiales), sino más bien la auto-orga- gobernabilidad, ya son las propias usinas esta-
nización comunitaria. No es raro por ello que los tales quienes impulsan, por ejemplo, la recupe-
organismos internacionales avalen y fomenten el
ración de empresas y, en términos generales, la
desarrollo de redes comunitarias locales, antes vis-
tas como residuos arcaicos u obstáculos a la moder-
creación de cooperativas a través de subsidios:
nización y al desarrollo. … los planes sociales dejaron de concebirse y pro-
pagandizarse como paliativo temporal de la desocu-
Pero nuestra hipótesis es otra. Lo impor- pación para ser reconvertidos en subsidios a nue-
tante, para los gobiernos progresistas, no fue vas formas de empleo, asumiendo que las formas
promover el asociativismo en términos gené- cooperativas y autogestivas creadas en el auge de
ricos, sino específicamente el tipo de empren- la crisis tenían el saber y la astucia de procedimien-
tos productivos entramados en los territorios de los
dimientos ya desarrollados con relativo éxito
cuales la formalidad asalariada se había retirado ha-
por las ERT. En otras palabras: investigó cómo cía tiempo (Gago, 2014, p. 215).
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fue posible que los obreros habían logrado ha-


cer funcionar fábricas en un contexto de crisis Esta política de subsidios fue considera-
prácticamente sin contar con fondos financie- da por los gobiernos progresistas como tran-
ros. A partir de entonces, decide traducir estos sitorias, pero su expansión, a lo largo de todo
ensayos colectivos como una política pública el período, delató que el discurso oficial sobre
propia para generar empleo e inclusión so- una supuesta construcción de una nueva so-
cial. Así empezaron a nacer programas y áreas ciedad salarial no tenía fundamentos. La crea-
destinadas a fomentar un modelo autogestivo ción de empleo genuino fue real, pero encon-
desde una perspectiva estatal. De esta manera tró límites. Entre 2003 y 2011 se incorporó a 1
resume la relación entre el kirchnerismo y las millón de “obreros calificados de la industria
ERT un trabajador de una cooperativa: y de servicios básicos asociados, que incluyen
las actividades vinculadas con la industria ma-
Hoy el Estado, en vez de mandarnos a la policía,
nufacturera, la construcción, transporte, alma-
nos manda el Ministerio de Trabajo o de Desarrollo
Social. Nosotros entendimos que se trataba de una cenamiento, comunicaciones, electricidad, gas
nueva etapa. A mí me gusta llamar a esta época y agua” (Palomino; Dalle, 2012, p.209). Pero,
como periclana, una década de las luces. Porque el a partir de ese año, se detuvo drásticamente

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el crecimiento. Entonces, más que una recons- das de un proceso de recuperación (468, 60%)
trucción de un mundo asalariado destruido habían crecido por encima de las ERT (318,
por el neoliberalismo, lo que se promovió fue- 40%). Y al cierre del 2015, ese porcentaje ha-
ron múltiples formas laborales que incluyen bía crecido hasta el 72%, tal como lo indica el
la efectiva reactivación de ciertas ramas de último documento emitido por el PTA. De un
la industria, el impulso de cooperativas con total de 1249 unidades productivas autogestio-
financiamiento estatal, y la masificación de nadas subsidiadas, 350 fueron ERT y 899 no
condiciones de precarización difundidas de (MTEySS 2015).
diversos modos. La pretendida hegemonía de Entre 2004 y 2015, se asistió a 43.000
la industria y del trabajo formal, que caracteri- trabajadores de 1249 unidades productivas
zó las narrativas de los gobiernos progresistas, (MTEySS 2015). En el documento de balance,
se vio desbordada por una combinatoria de se explicita también cuáles fueron los sectores
empleos, subsidios estatales, y otras estrate- a los que se dirigieron sus políticas: las empre-
gias precarias de generar ingresos. sas recuperadas y gestionadas por sus propios
Para comprender estas políticas públicas trabajadores, las empresas autogestionadas por
debemos analizar el caso del Programa de Traba- trabajadores como formalización de procesos
jo Autogestionado (PTA). Fue creado en 2004 en de producción de bienes y (o) prestación de
el MTEySS para distribuir subsidios y dar ase- servicios de autogestión asociativa preexis-
soramiento exclusivamente a las ERT. Pero, seis tentes, las empresas autogestionadas creadas
años más tarde, anunciaba que incluiría tambi- por otras organizaciones sociales de base, in-
én, entre sus beneficiarios, a emprendimientos tegradas por colectivos de trabajadores de alta
asociativos que no hubieran surgido de un pro- vulnerabilidad social y desocupación de larga
ceso de lucha y recuperación de empresas priva- trayectoria. Finalmente, “en el marco de la au-
das. El único requisito era que cumplieran con el togestión asociativa entendida en sentido am-
“modelo de autogestión asociativa”. Así lo anun- plio, se ubican un conjunto de cooperativas
ciaba el MTEySS en su informe anual: creadas a instancias del Estado para fomentar
su participación en programas públicos, gran
Frente a este universo y experiencias heterogéneas
que implicó que durante la crisis y primeros años
parte de ellos concebidos como medidas con-
post crisis el Ministerio de Trabajo jugara un rol tracíclicas para sostener empleo.” (Programa
de gestor de la política social, dando respuestas a de Trabajo Autogestionado, 2015).

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proyectos de trabajadores desocupados que surgían En el próximo apartado, abordaremos un
claramente como alternativas frente a la crisis, el caso específico que nos permitirá comprender
desafío actual consiste en la asimilación del concep-
cómo se materializaron estos subsidios, una vez
to del “trabajo autogestionado en forma asociativa”
como una alternativa en el mundo del trabajo. […]
que el Estado contó con un “modelo de autoges-
la política sustentada sobre el empleo como eje ar- tión asociativo” propio. Y elaboraremos una ti-
ticulador de la vida de la ciudadanía y del destino pología de cooperativas subsidiadas entre 2003
económico del país requiere incorporar la consoli- y 2015: no-estatales, anfibias y sintéticas.
dación de los procesos protagonizados por los tra-
bajadores: autoempleo, emprendedorismo y trabajo
autogestionado asociativo en el desafío del “pleno
empleo” para la Argentina actual y futura (Programa
TIPOLOGÍA DE COOPERATIVAS
de Trabajo Autogestionado, 2010).
En el apartado anterior, analicé cómo los
En el 2010, se incorporaron al listado de gobiernos, a partir de 2004, comienzan a acer-
beneficiarios de subsidios 422 cooperativas, carse a las ERT, dejando atrás la indiferencia
de las cuales 280 eran ERT. Pero, ya a finales y (o) las acciones represivas que desplegaron
de 2013, el número de cooperativas no naci- los gobiernos previos al ciclo progresista ini-

627
GOBIERNOS PROGRESISTAS Y COOPERATIVISMO ...

ciado en 2003. Resumimos los objetivos: por to de un instituto de capacitación municipal.


un lado, otorgarles consistencia (financiera, En dicho instituto, primero municipal y des-
comercial, productiva, etc.) a cooperativas que pués financiado por el MTEySS, se formaba a
habían surgido de manera sumamente preca- jóvenes en las diferentes etapas de fabricación
ria; se requería sostener las fuentes de empleo de calzados. La titulación oficial permitía gra-
en medio de la crisis. El otro objetivo fue trans- duarse como aparador de calzado y técnico en
formar a las ERT en un objeto de estudio al que calzado. La rama de la industria elegida obe-
había que asistir pero también extraerle sabe- dece a la historia productiva de esa región,
res, metodologías y estrategias (auto)organi- puesto que fue un pujante polo de pequeñas y
zativas que sirvieran para incubar un modelo medianas empresas desde la década del setenta
cooperativo estatal. hasta la crisis neoliberal de finales de la década
Las ERT tienen cuatro generaciones: la de 1990, cuando se abrieron, de manera indis-
primera, de carácter fundacional, nacida como criminada, las barreras aduaneras facilitando
respuesta a la crisis económica, industrial y de el ingreso de calzados provenientes de Brasil
empleo que cierra el siglo XX y abre las puer- y, en menor medida, de China. La incipiente
tas del actual; la segunda surge como efecto de recomposición del mercado interno a partir de
las movilizaciones populares de diciembre de 2003, con una política estatal más activa en la
2001 y llega hasta el inicio de los gobiernos regulación de las importaciones,5 motorizó in-
progresistas en 2003; la tercera abarca el man- versiones empresariales y la reapertura de pe-
dato de Néstor Kirchner (2003-2007) y los dos queños emprendimientos en el sector.
primeros años del primer gobierno de Cristina Aquel año fundacional, la cooperativa se
Fernández de Kirchner (2007/2009), cuando el llamó “Posta San Martín”. Contaba con 7 aso-
Estado reconoce a estas cooperativas obreras ciados y trabajaba a fasón6 para una empresa
como una alternativa viable para paliar la cri- de zapatos industriales. Las máquinas que uti-
sis de empleo; y la cuarta, cuando el Estado lizaba eran las mismas que había financiado
directamente impulsa las recuperaciones y el MTEySS para llevar adelante los cursos de
construye su política de subsidios con la auto- capacitación. Hacia finales del 2007, el MDSN
gestión cooperativa como epicentro. le otorgó un nuevo subsidio para la compra de
A partir de 2009, cuando se padecían maquinarias que permitió la incorporación de
los efectos de la crisis financiera internacional, nuevos trabajadores (pasaron de 7 a 14) y el al-
Caderno CRH, Salvador, v. 31, n. 84, p. 621-634, Set./Dez. 2018

la dinámica fue la siguiente: por un lado, el quiler de un pequeño galpón propio. En el 2009,
MTEySS y el MDSN detectaban embrionarios el MTEySS sumó el instituto de capacitación
procesos cooperativos y proponían el financia- como parte de una Red de Formación Continua
miento y el asesoramiento organizativo nece- propia. Ese mismo año se presentaron también
sario para consolidarlos. En otras palabras, le funcionarios del MDSN para proponer a los tra-
daba institucionalidad a un incierto proyecto bajadores la aplicación del plan Marca Colecti-
productivo asociativo, porque ya había com- va. Dicho programa facilitó la creación de una
probado en sus investigaciones que podía ser 5
En 2006, año de inicio de la cooperativa Pimbur, se limi-
una alternativa viable para producir ingresos y taron desde el Estado nacional las licencias automáticas
a fin de que los ingresos desde Brasil no superaran los 12
lazos laborales. millones de pares anuales. En 2004, por ejemplo, habían
ingresado 15,7 millones de pares. En forma complemen-
Veamos, a continuación, el caso de la taria, se redujo en un 12% la entrada de calzados desde
China. En 2004, se habían importado solo desde este país
cooperativa Pimbur, ubicada en la localidad 20 millones de pares. Datos extraídos de http://www1.rio-
de Arroyo Seco (departamento Rosario, Santa negro.com.ar/suple_economico/06-03-05/nota2.php (en
línea, 6/04/16).
Fe), que se dedica a la fabricación de zapatos 6
El trabajo a fasón consiste en un acuerdo con una marca
industriales y zapatillas. La cooperativa se creó que provee las materias primas para la producción de sus
productos, tercerizando, así, la producción en este tipo de
hacia finales de 2006, como un desprendimien- cooperativas.

628
Juan Pablo Hudson

marca propia de comercialización; también se progresistas pero sí formalizadas a partir de


otorgaron subsidios para la compra de una nue- los subsidios al asociativismo; y, por el otro,
va tanda de maquinarias e insumos. Así nació tampoco surgieron como efecto de procesos de
la firma Pimbur, destinada a la fabricación de luchas colectivas. Así lo analiza el presidente
zapatillas para un segmento juvenil. En su pági- de Pimbur:
na web y en la folletería, se las recomienda para
Cuando arrancamos dijimos formemos algo porque
la realización de “deportes extremos”, como la hay fondos para recibir del Estado, hay herramien-
práctica de skate, principalmente. tas. Lo que hicimos nosotros fue una cooperativa.
Desde entonces, el crecimiento produc- No les fui a decir “quiero hacer una cooperativa,
tivo y comercial fue sostenido en el marco de dame plata”. No. La hicimos, trabajamos de pres-
un mercado interno pujante y a partir de la tado en una escuela, nos esforzamos, fue difícil.
Cuando estuvimos trabajando, les dijimos vengan y
combinación virtuosa entre la obtención peri-
vean cómo trabajamos a ver si nos pueden dar algo.
ódica de subsidios, el trabajo a fasón, y la em- Así llegaron los subsidios y apoyos (Arroyo Seco, la
brionaria comercialización de la marca propia. entrevista en 15/04/2016).
A finales de 2011, mediante nuevos subsidios,
lograron constituir una fábrica integral de cor- Finalmente, existe otro tipo de coope-
te, aparado, prearmado y armado de zapatillas rativas financiadas, que se diferencian de las
y zapatos en un nuevo galpón que contaba con empresas recuperadas y también de casos
un primer piso exclusivo para sus oficinas co- como Pimbur. Se trata de cooperativas que
merciales. Pimbur pasó a convertirse en uno denominaremos sintéticas (o de laboratorio),
de los principales fabricantes de la región con porque incluyen a emprendimientos que na-
un total de 80 trabajadores. cieron exclusivamente a partir de subsidios
En una clara línea de continuidad con gubernamentales y trabajan (arreglos de calles,
las políticas hacia las ERT, el MTEySS y el escuelas, espacios públicos como plazas, etc.)
MDSN actuaron como facilitadores de contac- como proveedoras de los municipios, sin nin-
tos comerciales. Por momentos, según testimo- guna vinculación con el mercado. Dentro de
nia el presidente de la cooperativa, se produ- este universo, encontramos, entre otras, a las
cía una co-gestión para lograr insertarla en el cooperativas del Programa de Ingresos Social
mercado: (PRIST) del MDSN. Las denominamos sintéti-
cas porque fueron fomentadas por los gobier-

Caderno CRH, Salvador, v. 31, n. 84, p. 621-634, Set./Dez. 2018


Ahora estamos por patentar unas pantuflas con
nos y no por un impulso de los trabajadores.
cuero de oveja ecológico. La idea nos la propuso
Estas cooperativas fueron el predicado de los
un funcionario del Ministerio de Trabajo. […] Hay
gente de los ministerios que ya prácticamente son subsidios. Malena Hopp (2015, p. 220) incluye
amigos. Porque nosotros no hicimos esto solos, lo el concepto de asociatividad forzada:
hicimos con el Estado. […] El Ministerio de Trabajo
llegó solo porque se enteraron lo que hacíamos y vi- El adjetivo “forzado”, en este caso, refiere al carácter
nieron a vernos. Desde ahí empezamos un vínculo. no espontáneo de la asociación. Seleccionamos este
(Arroyo Seco, la entrevista en 10/12/2015) término para caracterizar esta experiencia produ-
cida por la política social, porque se opone, justa-
Lo que nos interesa enfatizar es que el mente, a la naturaleza voluntaria de la asociatividad
proyecto cooperativo de Pimbur es previo a la propia de la organización cooperativa y de los em-
intervención de los gobiernos a través de sub- prendimientos de Economía Social. Si buscamos los
sidios. Pero es el Estado el que la torna viable, sinónimos de este adjetivo, encontramos que forza-
do se relaciona, por ejemplo, con falso, fingido, arti-
la formaliza y expande en el mercado.
ficial, postizo, impuesto, ineludible y exigido. Estas
A este tipo de cooperativas vamos a de- palabras aluden al modo en que los destinatarios de
nominarlas anfibias porque, por un lado, su aquellas políticas que tienen como requisito de ac-
creación no fue “forzada” por los gobiernos ceso la unión con otros o la conformación de una

629
GOBIERNOS PROGRESISTAS Y COOPERATIVISMO ...

cooperativa, dan inicio a su experiencia asociativa/ el rotundo cambio de modelo económico pro-
cooperativa (más allá de las diversas formas que la vocó una inmediata crisis económica y finan-
asociatividad pueda tomar en el proceso de su de-
ciera que afectó severamente a la industria. Se
sarrollo) (Hopp, 2015).
produjo un aumento sideral de las tarifas de
Lo recordamos: a partir de 2009, el go- los servicios públicos (luz, agua, gas, princi-
bierno de Cristina Fernández dejó de otorgar palmente), una súbita disminución del consu-
subsidios a individuos, tan solo lo hizo a co- mo interno a partir de la caída del salario real
operativas. Se convirtió en una condición sine como consecuencia de la relación desigual en-
qua non. “Trabajo en blanco en la industria no tre la inflación y los salarios, un derrumbe de
hay más pero organicen cooperativas que los la producción industrial y de la obra pública
vamos a financiar con subsidios”, fue el men- y, en términos generales, del producto bruto
saje que se emitió desde el Estado.  interno.
Por el contrario, en el caso de las ERT, se Sin embargo, no sólo no hubo recortes
trata de cooperativas no-estatales. Son la con- en los primeros dos años de gestión del nuevo
tracara de las sintéticas. Las no-estatales nacie- gobierno nacional encabezado por Mauricio
ron a partir de procesos de lucha originados Macri (2015/2017), sino que se incrementaron
justamente a raíz del abandono del Estado. La los subsidios. Ese crecimiento del presupuesto
relación intensa que se abre con los gobiernos social, vale aclararlo, coincidió con una masiva
progresistas a partir de 2003 no altera su con- demanda de ayuda financiera de las coopera-
dición de no-estatales, en la medida en que los tivas en un contexto social, laboral, económi-
nuevos casos son primero tributarias del mo- co y financiero muy crítico, provocado por las
vimiento de empresas recuperadas; y también políticas nacionales. Lo mismo ocurrió en el
porque el Estado nunca pretendió influir en caso de aquellas poblaciones que reclamaron
las decisiones internas de los trabajadores. su ingreso a cooperativas financiadas como
Si la llamamos anfibias es porque se paliativo a la vertical caída de los ingresos que
ubican en la frontera exacta entre experiencias lograban a través de sus trabajos informales.
no-estatales como las ERT y sintéticas como En una clara continuidad con los gobier-
las nacidas bajo la tutela gubernamental a par- nos progresistas, la actual coalición ha consi-
tir de 2009. derado de vital importancia política a este tipo
Una particularidad es común a los tres de programas de fomento de la autogestión y el
Caderno CRH, Salvador, v. 31, n. 84, p. 621-634, Set./Dez. 2018

tipos de cooperativas: el Estado las crea y (o) cooperativismo. Se los consideran programas
asiste, pero no se propone intervenir en sus estratégicos para evitar protestas sociales y en-
modos de gestión. El interés estatal no pasa frentamientos en un escenario recesivo.
por gobernar el interior de las cooperativas A partir de 2016, el flamante gobier-
sino generar una extensa y sostenible red de no nacional inició una investigación sobre la
(micro)emprendimientos colectivos capaz de sustentabilidad de las múltiples cooperativas
incluir a los inempleables. financiadas por el MTEySS y el MDSN. Los
criterios aplicados fueron únicamente empre-
sariales. En otras palabras, evaluaron si las
EL FIN DEL PROGRESISMO cooperativas eran sustentables en el mercado
y si tenían capacidad de generar empleo. Los
El triunfo en las elecciones de diciembre gobiernos progresistas, vale mencionarlo, tam-
de 2015 de una alianza neoliberal, pro-merca- bién separaban entre competitivas y de subsis-
do, abrió inquietantes dudas sobre la conti- tencia. Pero no decidieron, tal como si lo hizo
nuidad de los subsidios a las cooperativas (no la nueva administración del Estado, eliminar
estatales, sintéticas y anfibias). Se sumó que el requisito de organizarse de manera coopera-

630
Juan Pablo Hudson

tiva. Esta fue la gran ruptura: ya no fue necesa- laborales desarrollados por los movimientos
rio, a partir de 2016, fundar cooperativas para sociales. En el artículo, elaboramos una tipo-
recibir subsidios. De allí en más, los subsidios logía de cooperativas. No estatales: las carac-
fueron individuales. El argumento esgrimido tericé de esta manera porque surgieron como
por los funcionarios fue que las cooperativas una masiva respuesta a gobiernos neoliberales
sintéticas (o de laboratorio) nunca funcionaron que provocaron la desindustrialización en la
como tales dado su carácter forzado; y que, sal- Argentina; al mismo tiempo, si bien recibían
vo excepciones, tampoco lograron dar un salto subsidios gubernamentales, se trata de proyec-
mínimo de productividad y competitividad. tos que nunca dependieron exclusivamente
del Estado. El principal ejemplo son las ERT.
Sintéticas (o de laboratorio) son cooperativas
CONCLUSIONES directamente pergeñadas por el Estado. Entre
2009 y 2015 se crearon 7999 cooperativas de
En este artículo, se analizó una serie este tipo. El impulso colectivo surge como pre-
de transformaciones en las formas de gestión dicado de la iniciativa (léase: imposición) esta-
del Estado en la Argentina durante el perío- tal. Para obtener los subsidios, había que orga-
do 2003-2015. Un proceso que se inscribe en nizar cooperativas. De allí que, siguiendo los
un contexto de llegada al poder en múltiples planteos de Hopp (2015), la nombré como una
países de la región de gobiernos denominados asociatividad forzada. Entre ellas, situamos a
progresistas, que pusieron límites al patrón de las cooperativas del PRIST, que no tenían vin-
acumulación neoliberal. La nueva gobernabili- culaciones con el mercado y solo trabajaban
dad se sostuvo, en buena parte, a partir de los para municipios. Anfibias: emprendimientos
vínculos que fue tramando el Estado con los que asumen características de los dos mode-
movimientos sociales que habían protagoniza- los anteriores (no-estatales y sintéticas), pero
do las principales resistencias a la economía también mantienen diferencias. Se trata de co-
de mercado. operativas que nacieron a partir de un proyec-
En este contexto, analizamos, en pro- to colectivo genuino de los trabajadores, pero
fundidad, el proceso a través del cual estos a sabiendas de las oportunidades económicas
gobiernos, en Argentina, se transformaron en disponibles por los gobiernos para promover
promotores del modelo de autogestión aso- el cooperativismo. Desde sus inicios, el Estado

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ciativa para generar empleo e inclusión social las apoyó con una batería de subsidios para su
entre los excluidos crónicos de la industria. formalización y desarrollo. A diferencia de las
Este quiebre se produjo a partir de los límites no-estatales, se trata de cooperativas que no
del propio modelo económico progresista, ve- surgen en un contexto de luchas y resistencias
rificado en el estancamiento del crecimiento colectivas al neoliberalismo; y se distancian de
del empleo genuino a partir de 2011. Desde el las sintéticas en la medida en que las anfibias
MTEySS y el MDSN, se pusieron en marcha comercializan en el mercado.
(desde el Programa de Ingreso Social con Tra-
bajo hasta el Programa de Trabajo Autogestio-
Recebido para publicação em 30 de setembro de 2016
nado) estrategias post-salariales que servirían Aceito em 23 de outubro de 2018
de indispensable complemento de los ingre-
sos obtenidos por los trabajadores informales
(vendedores ambulantes, recolectores de car- BIBLIOGRAFÍA
tones, etc.). ALLEGRONE, V.; FERNÁNDEZ ÁLVAREZ, M. I.;
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GOBIERNOS PROGRESISTAS Y COOPERATIVISMO ...

PROGRESSIVE GOVERNMENTS AND GOUVERNEMENTS PROGRESSIFS ET


COOPERATIVISM: employment policies in COOPÉRATIVISME: plans d’emploi en Argentine
Argentina
Juan Pablo Hudson
Juan Pablo Hudson
L’objectif de cet article est d’examiner la relation
The objective of the article is to understand the en Argentine entre les gouvernements dénommés
employment policies implemented by progressive progressistes qui ont mis des limites au patron
governments in Argentina between 2003 and 2015. d’accumulation néolibérale et les mouvements
Specifically, the subsidies aimed at promoting sociaux qui ont constitué les résistances principales
cooperativism between informal workers and the à l’économie de marché, avec un intérêt particulier
chronically unemployed. The main conclusion is dans le cas des entreprises récupérées par des ouvriers
that, once recognized the limits in the generation of (ERT). Une hypothèse que je fundamentaré est que,
genuine employment in the industry, governments pendant la période 2003-2015, les principaux plans
during this progressive cycle promoted permanent sociaux pour les populations considérées comme
post-wage strategies to generate income for workers inemployables par le marché formel reposaient sur
rated as unemployable. There were three types of une traduction des expériences autogérés soutenus
cooperatives financed and (or) created by the State: par l’ERT gouvernement pendant la crise que le
non-state, synthetic and amphibian. The cooperative pays début de ce nouveau siècle. Le second indique
model implemented during this period was a que la promotion de l’autogestion était pas une
translation of collective undertakings self-managed stratégie à court terme, mais une politique publique
by social movements during the application of expansive qui tenait encore lorsque le pays a
neoliberal policies in the nineties and the beginning enregistré une croissance économique significative.
of this new century. The research methodology used Enfin, nous examinons trois types de coopératives
was qualitative: interviews conducted in companies couvertes par les subventions de l’État au cours de
recovered by their workers, with references from la période à l’étude: non étatique, synthétique et
social movements, and public officials. amphibie.

Key Words: Progressive governments. Social movements. Mots clés: Gouvernements progressistes. Mouvements
Self-managed. Public policies. Cooperatives. sociaux. Autogestion. Politique publique. Coopératives.
Caderno CRH, Salvador, v. 31, n. 84, p. 621-634, Set./Dez. 2018

Juan Pablo Hudson – Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires. Trabaja como
Investigador Asistente en el CONICET (Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología) con
sede en la UBA. Investiga desde 2004 temas relacionados con las luchas de los movimientos sociales, la
autogestión obrera y los planes de empleo estatales. Publicó los libros “Acá no, Acá no me manda nadie.
Empresas recuperadas por obreros 2000-2010” (Buenos Aires, 2011), “Wir übernehmen. Selbstverwaltete
Betriebe in Argentinien - eine militante Untersuchung” (Viena, Mandelbaum Verlag); “Las partes vitales.
Experiencias con jóvenes de las periferias” (Buenos Aires, 2015). Ha publicado también numerosos
artículos sobre autogestión obrera y políticas públicas en la última década y media.

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