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financiero argentino
Para comenzar con nuestro recorrido por la materia de Derecho Bancario y Mercado de
Capitales, te presentamos la siguiente situación que intenta reproducir una de las tantas que
ocurren en el desarrollo de la operatoria diaria en el sistema financiero argentino e
internacional. Sus actores principales lo constituyen las entidades bancarias y financieras en su
rol de proveedoras de servicios financieros. Estas facilitan el flujo de dinero por medio de la
intermediación financiera que desempeñan entre las personas físicas o jurídicas que solicitan
esos servicios.
El Sr. Rogelio Canepa percibió hace unas semanas la suma de tres millones de pesos ($3 000
000) en concepto de indemnización, que la empresa Refacciones Argentinas S. R. L. le abonó
por haberlo despedido de su puesto gerencial sin causa y por reestructuración de personal. El
Sr. Canepa decidió insertarse en el mercado y en la producción con el fin de generar un
sustento económico para su familia y una fuente laboral para terceros. Se inició en el rubro
gastronómico con un emprendimiento de fabricación y comercialización de empanadas. Para
ello, le encomendó a un estudio jurídico la gestión de la inscripción de su emprendimiento —
con la denominación de El Hornito Cordobés S. R. L.— ante el organismo estatal de inspección
de personas jurídicas. Ese proceso se encuentra en trámite. Por esa razón, además de verse
motivado por la necesidad de no descapitalizarse y para que su dinero no se desvalorizara ante
la suba inflacionaria, tomó la determinación de invertirlo en una entidad bancaria: Banco
Alborada S. A., el principal banco privado del sistema financiero, ya que este opera desde hace
veinte años en el mercado financiero local y posee, además, sucursales en todas las provincias
del país. Por un lado, le daba confianza invertir en una entidad con solidez financiera-
patrimonial y, por el otro, le aseguraba la posibilidad de operar en cualquier punto del
territorio nacional con el solo hecho de abrir una cuenta en la sucursal Córdoba, localidad
donde tenía su domicilio familiar y comercial, en vista de su emprendimiento.
El Sr. Canepa se presentó en la sucursal de Córdoba del Banco Alborada S. A. y fue atendido
por la ejecutiva de Banca Empresas, Celeste Ceilán, a quien le comentó de su despido de
Refacciones Argentinas S. R. L. y de la indemnización que percibió. También le contó de su
intención producir empanadas y de la constitución e inscripción en trámite de la empresa El
Hornito Cordobés S. R. L. Luego, le manifestó su deseo de depositar la suma de $3 000 000,
que recibió como indemnización por despido, y le solicitó constituir un depósito a plazo fijo por
la suma de $2 000 000 a título personal. Además, le pidió la apertura de una cuenta corriente
bancaria a nombre de la empresa que se encontraba en trámite de inscripción en la IPJ
(Inspección de Personas Jurídicas), en la que depositaría la suma restante de $ 1 000 000 para
tener disponibilidad inmediata de dinero en efectivo y avanzar con la compra de elementos
necesarios para la producción, materia prima, etcétera. Por último, solicitó la habilitación de
chequeras con cheques de pago común y cheques de pago diferido para destinar al pago de
proveedores, lo que le garantizaba un giro comercial.
La Srta. Celeste Ceilán le pidió al Sr. Canepa, además de su documentación personal —es decir,
su documento nacional de identidad (DNI) y el comprobante de clave única de identificación
tributaria (CUIT)—, una boleta de impuesto o servicio que comprobara su domicilio y el recibo
de liquidación final extendido por la empresa que lo había despedido. Una vez verificado este y
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el monto percibido por el Sr. Canepa en concepto de indemnización, la señorita le comentó
que no habría inconvenientes de constituir el depósito a plazo fijo por $2 000 000 y le informó
que la tasa de interés que pagaba el banco a 30 días era del 48 % anual (TNA, tasa nominal
anual), pero que, por el monto que depositaría, le haría una atención y la elevaría tres puntos.
Entonces, pactaron una TNA de 51 %. Luego de ello, la señorita procedió a avanzar con la
solicitud y recepción de la documentación que respaldaba la gestión en trámite de la empresa
El Hornito Cordobés S. R. L. Analizó el acta constitutiva y el estatuto y comprobó la
autorización de facultades amplias que se le extendían al Sr. Canepa, lo que lo habilitaba, entre
otras cosas, a operar en entidades bancarias y financieras con apertura de cuentas, solicitud de
créditos y toda otra operatoria bancaria en nombre y representación de la empresa
mencionada. La Srta. Celeste le informó que no habría inconvenientes en realizar la apertura
de la carpeta de crédito a nombre de la S. R. L. (Sociedad de Responsabilidad Limitada) en
trámite y le habilitó un paquete de productos que incluía una cuenta corriente, una caja de
ahorro en pesos, una caja de ahorro en dólares, una tarjeta de crédito Savil y Wester Card, y
una tarjeta de débito para efectuar retiro de efectivo en los cajeros automáticos de la red
Blanco y Kilin o de los comercios adheridos al servicio Super Cash que brindaba el banco, con el
cual podía realizar extracción de efectivo de las cajas habilitadas en esos comercios con las
compras pagadas con la tarjeta de débito.
Acto seguido, la Srta. Celeste le solicitó al Sr. Canepa que firmara la solicitud de depósito a
plazo fijo a 30 días, donde se le informaba la TNA del 51 % que el banco le abonaría en
concepto de intereses. También le pidió que firmara una solicitud multiproducto de apertura
de cuenta con los términos y condiciones de contratación, los costos de mantenimiento de las
cuentas, el contrato de la tarjeta de crédito (uno por cada marca), en el que se le informaba
que ambas tarjetas tenían una TNA del 80 %, con una TEM (tasa efectiva mensual) del 4,19 % y
un costo mensual de mantenimiento del resumen por $250 por cada marca.
Una vez que el Sr. Canepa firmó las solicitudes y contratos, y luego de realizar en el sistema de
cómputos del banco la apertura de las cuentas, la Srta. Celeste le entregó una copia de los
papeles, firmada por ella en representación del banco, y lo invitó a dirigirse a la caja para
materializar el depósito del efectivo convenido.
Por otro lado, en el mismo momento en que el Sr. Canepa constituyó el depósito por tres
millones de pesos, el ejecutivo de clientes de Banca Individuos, Javier Real, le otorgó a la Sra.
Miriam Furlong un préstamo en efectivo para consumo personal por la suma de dos millones
quinientos mil pesos ($2 500 000), quien acreditó —por medio de los últimos cinco recibos de
haberes— que se encontraba en relación de dependencia en la prestigiosa empresa aérea El
Halcón S. A., con una antigüedad de 15 años y con un haber mensual de $100 000. Previo a
esto, le solicitó la documentación respaldatoria de identidad (DNI, constancia de CUIL, boleta
de impuesto o servicio que probara domicilio, últimos seis recibos de haberes).
El Sr. Real invitó a la Sra. Furlong a que firmara la solicitud del préstamo y un pagaré por el
monto que recibiría en efectivo como respaldo y garantía de la operación. En la solicitud se
especificaron las cláusulas que se convenían por el préstamo de dinero en efectivo (mutuo),
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entre las cuales se establecía que se otorgaba un préstamo de dinero en efectivo por la suma
de $2 500 000 a una TNA del 89 % y con un costo financiero total (CFT) del 109,88 % sin IVA
(impuesto al valor agregado) y del 139,13 % con IVA incluido, a devolver en 120 cuotas
mensuales, fijas y consecutivas, cuyo primer vencimiento operaría el día 10 de agosto de 2019
y la última cuota se abonaría el día 10 de agosto de 2029, o día hábil siguiente bancario. Las
cuotas ascendían a la suma de $49 818,75. Además, la señora autorizó expresamente a que se
debitaran vía CBU (clave bancaria uniforme) todas y cada una de las cuotas a su vencimiento,
de su cuenta bancaria n.o 35-56-528963-8 de Banco Alemán S. A., en la cual se acreditaban sus
haberes mensuales. El Sr. Real informó que el préstamo se otorgaba junto con un paquete de
cuentas, compuesto por una caja de ahorro en pesos, con su correspondiente tarjeta de
débito; una caja de ahorro en dólares, y una tarjeta de crédito Savil. Por dicho paquete de
productos, el costo mensual que resultaba era de $500.
Autonomía y caracteres
Autonomía
Entendemos que el derecho bancario es autónomo, ya que pertenece a una rama
específica del derecho que es considerada en forma individual y es autárquica, tanto
en su análisis científico-doctrinario como en las cátedras de las universidades. Esta
posición doctrinaria se ve reforzada con su inclusión en el articulado del Código Civil y
Comercial de la Nación1 en forma sustancial, en referencia específica a los contratos
bancarios, separada de los demás contratos, debido a sus particularidades, lo que se
refleja también en la normativa que trata cada uno de los aspectos que comprenden
esta materia.
Sin ir más lejos, la actividad bancaria está reglamentada, básicamente, por la Ley de
Entidades Financieras N.o 215262, la Carta Orgánica del Banco Central de la República
Argentina N.o 241443 y las reglamentaciones que esta autoridad de aplicación emite.
No obstante, dentro del contenido de la materia, estudiamos numerosas leyes que
forman parte de otras ramas del derecho con las cuales el derecho bancario se
encuentra íntimamente ligado, pero esto no opaca la autonomía que venimos
propugnando, la cual sostenemos, inclusive, desde el punto de vista legislativo.
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La autonomía didáctica tal vez sea la que menos diferencias genera, debido a que
actualmente el derecho bancario es un objeto de estudio específico. Prueba de ello es
que constituye una asignatura en las mayorías de las universidades del país y también
del mundo.
[1] Ley N.o 26994 (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina. Recuperado de http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-
239999/235975/norma.htm#2
[2] Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable Congreso de la Nación
Argentina. Recuperado de http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm.
[3] Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado
de http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542
Caracteres
[4] Ley N.o 24430 (3 de enero de 1994). Constitución de la Nación Argentina. Honorable Congreso de la Nación
Argentina. Recuperado de http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-4999/804/norma.htm
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[5] Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable Congreso de la Nación
Argentina. Recuperado de http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm
[6] Ley N.o 26994 (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina. Recuperado de http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-
239999/235975/norma.htm#2
Cabe destacar que lo que ocurre con los nuevos clientes en la sucursal de Córdoba se
multiplica por la cantidad de clientela que posee el Banco Alborada S. A. en todas las
sucursales que este tiene a lo largo del territorio nacional, por lo que materializa, de
esta forma, la masividad en sus operaciones.
Esos pasos tomados por los ejecutivos visibilizan también el carácter de formalidad, en
cumplimiento del plexo normativo, y de profesionalidad, ya que los realizan con
habitualidad y especialidad, cumplimentando con los requisitos puntuales normados.
Todos estos pasos se ven plasmados en el sistema de cómputos del banco, ya que
antes de que el Sr. Canepa y la Sra. Furlong pasaran por la caja, los ejecutivos del
banco cargaron las operaciones y dieron de alta a los nuevos clientes. Esto los
incorporó a un abanico de utilizaciones tecnológicas de las cuales podrán hacer uso
(cajeros automáticos, terminales de autoservicio, página de home banking,
aplicaciones en celular, etc.) y operar cómodamente desde donde gusten y en
cualquier horario. Se concreta así la influencia tecnológica.
Por último, los usos y costumbres forman aquellos actos humanos que no están
reglados en la normativa, pero que tienen el carácter de reiterativos y aceptados
socialmente. El Sr. Canepa y la Sra. Furlong, seguramente, aguardaron su turno para
ingresar a la caja, según lo que se estila en la actividad bancaria.
[7] Ley N.o 26994 (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm#
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[8] Ley N.o 24430 (3 de enero de 1994). Constitución de la Nación Argentina. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-4999/804/norma.htm
[9] Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable Congreso
de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm
Carta Orgánica del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Ley N.o 2414410
[10] Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la República
Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542
Ambas disposiciones normativas forman un bloque fundamental a la hora de regular las reglas
mediante las cuales cualquier entidad puede participar en la interacción financiera y cómo
debe hacerlo. Dentro de dicha actividad bancaria, como cualquier actividad social, hay sujetos,
relaciones y objetos.
En el ámbito cerrado que es el sistema creado por la Ley de Entidades Financieras y otras
reglas del sistema, son pocos los sujetos habilitados para participar. Uno de estos es el Banco
Central de la República Argentina que, en tanto es una persona de derecho administrativo,
está limitado por su competencia o por el expreso facultamiento legislativo para la realización
de determinados actos, al margen de los cuales no puede actuar. Por otra parte, se encuentran
las entidades financieras, expresión que alude a los demás actores, entre las que están los
bancos, las compañías financieras, las cajas de crédito y otras modalidades habilitadas por la
ley para intervenir en el mercado financiero.
Las relaciones son las que se desprenden del derecho bancario, con aspectos contables y
jurídicos. Este último se traduce en contratos bancarios.
En referencia al objeto, podemos decir que lo constituye el crédito dentro de los contratos que
estudiamos en esta materia.
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A la vez, también fueron incorporando una amplia gama de funciones y servicios, a tal extremo
que hoy los principales ingresos que poseen estas entidades provienen más de los servicios
que del financiamiento.
Dentro de la actividad que actualmente desarrollan los bancos, podemos distinguir las
operaciones típicas de aquellas complementarias o accesorias.
[11] Art. 1, Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm
Del concepto que esboza la norma se advierte, aun sin mayores conocimientos, que existen
cientos de operaciones que realizan los bancos y que no se encuentran definidas o
comprendidas dentro de dicha noción. Estas son las que llamamos accesorias o
complementarias. Sin ir más lejos, y a los fines de poder graficar lo que decimos, el contrato de
caja de seguridad (contratado por el Sr. Canepa en su visita al Banco) es un servicio que
habitualmente prestan los bancos, pero que nada tiene que ver con la idea de intermediación
de recursos financieros. Consecuentemente, si una empresa solo ofrece el servicio de caja de
seguridad, no está comprendida por la ley y, por ende, tampoco podemos decir que desarrolle
actividades financieras. De esto se sigue que, aun cuando los bancos han ido evolucionando y
actualmente desarrollan una variada gama de operaciones, sigue siendo una actividad puntual
la que los tipifica y coloca bajo el ámbito de aplicación de la ley. Esto es la intermediación
habitual entre la oferta y demanda de recurso financieros.
El hecho de que, dentro del universo de operaciones que pueden celebrar los bancos, sean
algunas puntuales las tipificadas en dicha actividad —más aún, con la implicancia de la
incorporación de esta materia al nuevo Código Civil y Comercial de la Nación12— direcciona el
foco de atención hacia que la comisión reformadora quiso incorporar la reglamentación de la
actividad bancaria.
[12] Ley N.o 26994 (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm#2
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La actividad típica
El art. 1 de la ley N.o 2152613, cuando hace referencia al término intermediación, pretende
distinguirlo de la mediación, puesto que media quien acerca a las partes e intermedia quien se
pone entre ellas.
[13] Ley N.o 21526 (14 de febrero 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable Congreso de
la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm
Mediación
Un ejemplo de la mediación es el corredor que promueve el encuentro entre una persona que
quiere vender y otra que quiere comprar, y las vincula para que puedan concertar una
operación. Percibe, por dicha actividad, una comisión.
Intermediación
También se opera como nexo, pero a la vez, se está en el medio y se es parte de la operación.
En la intermediación financiera, el banco toma recursos de aquellas personas que poseen
excedentes y luego los presta a otras personas que tienen la necesidad de estos recursos.
La actividad que esencialmente se resume en tomar recursos de terceros para luego volverlos
a prestar es lo que se entiende como intermediación financiera, tal como sucedió con los
recursos ociosos depositados por el Sr. Canepa en el Banco Alborada S. A., que intermedia, los
toma y se los presta a la Sra. Furlong, necesitada de recursos. Lo que lleva a que podamos
diferenciar esta operación de una operación de mediación está dado por el hecho de que el
banco recibe los fondos por cuenta propia y luego los presta bajo la misma condición, distinto
de los que solo acercan a las partes. La ganancia no está en la comisión, sino en la diferencia de
precio que paga por tomar los recursos y lo que cobra al prestarlos. Esto, en la jerga bancaria,
se conoce como spread.
Vale decir que la actividad bancaria se desarrolla, esencialmente, con recursos de terceros,
sobre los cuales se intermedia, y es esta característica la que la tipifica. Por otro lado, se debe
señalar que, cuando se habla de recursos financieros, no se hace solo referencia al dinero o a
la moneda corriente, también pueden señalarse todos aquellos bienes de fácil conversión en
dinero, por ejemplo, los títulos valores.
Otro elemento para tener en cuenta es la habitualidad que debe existir en esta práctica,
puesto que un acto aislado no es objeto de control, sino la reiteración y coordinación en la
intermediación.
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Naturaleza jurídica
Sin perjuicio de ello, no dejan de reconocer el interés público que existe en esta actividad y,
por ende, la necesidad de control tendiente a la protección de los intereses económicos de la
comunidad. Justamente, es en mérito de este trascendente interés que el Estado delega el
poder de policía financiero en manos del Banco Central de la República Argentina, que es la
autoridad de aplicación de la Ley de Entidades Financieras14.
[14] Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable Congreso
de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm
[15] Arts. 14 y 28, Ley N.o 24430 (3 de enero de 1994). Constitución de la Nación Argentina.
Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-4999/804/norma.htm
La institucionalización
La actividad, cuando es ejercida en forma regular y profesional, se integra dentro de un
sistema organizado por el Estado, en el cual se institucionaliza. Este sistema encuentra su
estructura en la Ley de Entidades Financieras16, que reglamenta la vida y la actividad de estas
entidades desde su inicio hasta su extinción. A la vez, reputa como autoridad de aplicación al
Banco Central de la República Argentina, que vela por el cumplimiento de estas normas y las
reglamenta.
[16] Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable Congreso
de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm
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iniciativa, las características del proyecto, las condiciones generales y particulares del mercado,
los antecedentes y responsabilidades de los solicitantes y la experiencia en la actividad.
[17] Arts. 7 y 8, Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras.
Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm
Al margen de lo dicho y como en todos los órdenes de la vida, es común que las personas
desarrollen la actividad que hemos denominado como típica sin contar con la autorización del
Banco Central. Esto se conoce como irregular o de hecho. Indudablemente, la actividad
ejercida de esta manera pasa a ser ilícita, puesto que está expresamente prohibida por la ley.
Sin perjuicio de ello, no queda exenta del ámbito de aplicación de la ley y del poder de policía
que ejerce el Central, que podrá requerirlo y, en su caso, sancionarlo. Va de suyo que, al
detectarse este tipo de operatoria, lo natural y la primera medida ha de ser procurar el cese de
dicha actuación.
La supervisión
Como ya lo reseñaremos, la actividad bancaria trasciende los intereses de las partes que
intervienen en cada operatoria; de allí el interés público al que nos venimos refiriendo. Podrían
ser numerosos los aspectos que despiertan este interés; no obstante y por una cuestión
didáctica, los hemos resumido a tres.
El hecho de que sean los bancos los receptores naturales del ahorro y, a la vez, que sean estos
mismos recursos los que prestan despierta sobre la actividad un interés mayúsculo y motoriza
todo el control que se despliega sobre la práctica que realizan estas entidades.
Indudablemente, y tal como sucede en la práctica, si los banqueros prestaran su propio dinero,
se despejaría esta preocupación y, por ende, el control. En efecto, las personas que prestan su
propia plata prima facie no se encuentran alcanzadas por la ley.
La actividad bancaria lleva a una mayor expansión del dinero extremo, por lo que se conoce
como emisión secundaria. Este mayor circulante, cuando no es controlado, atenta contra el
mismo valor del dinero. Es de advertir que el dinero posee valor, entre otros aspectos, por ser
un recurso escaso; al haber mayor dinero circulante, salvo que fuera acompañado de un
crecimiento económico, tiende a perder valor. Es por tal razón que el Estado también
interviene para controlar este aspecto y procura preservar el valor del dinero
11
El crédito, la moneda. Conceptos y
lineamientos
Los bancos son empresas que crean y multiplican el crédito, vale decir que su actividad no se
limita a intermediar con el dinero, sino que también transforman y crean medios de pago.
A los fines de poder entender esto, podemos graficarlo a partir de lo que sucedió con el Sr.
Canepa, quien realizo un depósito de $3 000 000. Luego, el banco presta parte de dicho dinero
a la Sra. Furlong, verbigracia, $2 500 000 (puesto que está obligado a conservar una parte del
depósito que se conoce como encaje), a la cual probablemente se lo acredite en una cuenta y,
en el caso de que no, de seguro esa persona, una vez que se la entreguen, la colocará en otro
banco o se lo entregará en pago de algún bien o servicio a otra persona que, naturalmente, lo
depositará en algún banco de plaza y depositará $2 500 000. Este banco luego también volverá
a prestar parte de dicho depósito y se repetirá la operación.
Vemos así que del depósito originario se ha multiplicado el crédito y se han creado también
medios de pago.
Esta creación y multiplicación, que, en definitiva, termina por expandir el dinero circulante, es
lo que se conoce como emisión secundaria y es de allí también que se les suele reconocer a los
bancos otra función más: la de agente monetario. En efecto, crean instrumentos que forman
parte de los medios de pago de una economía y, además, son generadores de créditos a partir
de las imposiciones que reciben.
De esto se sigue que el dinero que emite el Banco Central no es el único dinero utilizable por la
comunidad, sino que existe la creación secundaria generada a partir de la misma operatoria
que realizan los bancos.
Por cierto, la expansión del dinero es inversamente proporcional a la tasa de encaje bancario.
Si la previsión que debe realizar un banco es de 5 % del depósito, evidentemente, el dinero
que vuelve y se reproduce va a ser mayor que sin la previsión y, por ende, inmovilización fuera
del 20 %. Es de allí también que el Banco Central controla la expansión del circulante, entre
otras herramientas, con el efectivo mínimo, tal como veremos luego.
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Lo afirmado ut supra se refleja en las operaciones que a diario se realizan mediante pagarés,
cheques y obligaciones negociables, y en una vasta jurisprudencia existente sobre los temas
vinculados a títulos valores. Encontrado entre los más recientes está el plenario de la Cámara
Nacional de Comercio dictado sobre el tema de la competencia en materia de títulos
cambiarios y la interpretación de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sobre el tema
puntual.
18 Decreto-ley 5965/63 (19 de julio de 1963). Letras de cambio y pagaré. Honorable Congreso
de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=69687
El dinero es representado por monedas y billetes a los que el Estado les confiere curso legal, es
decir, la aptitud de cancelar deudas. La facultad de emitir dinero es una prerrogativa estatal,
consustanciada con el ejercicio de su poder soberano. En este sentido, el art. 75 inc. 6 y 11 de
la Constitución nacional establece que corresponde al Congreso: “6.) Establecer y reglamentar
un banco federal con facultades de emitir moneda...”; “11.) Hacer sellar moneda, fijar su valor
y el de las extranjeras; y adoptar un sistema uniforme de pesos y medidas para toda la Nación”
19.
Por su parte, el art. 30 de la Carta Orgánica del Banco Central establece: “El Banco es el
encargado exclusivo de la emisión de billetes y monedas de la Nación...”20.
[19] Arts. 6 y 11, Ley N.o 24430 (3 de enero de 1994). Constitución de la Nación Argentina.
Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-4999/804/norma.htm
[20] Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la República
Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542
Medio de pago
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Al poseer la fuerza legal de ser un instrumento de cancelación de deudas, pasa a ocupar la
función de ser un medio de pago.
Instrumento de cambio
Esta función resulta del hecho de ser un parámetro para mensurar el valor de todos los bienes
y servicios.
Reserva de valor
Al ser un medio de pago y poseer, a la vez, un valor, el dinero también cumple la función de
reserva de valor. Vale decir, puedo ahorrar en dinero por que posee un valor, de la misma
forma que podría hacerlo en soja o en cualquier otro objeto susceptible de tener un valor.
En relación con la moneda, hablamos de curso legal o forzoso cuando una moneda posee el
poder de cancelar una deuda y las partes están obligadas a recibirlas. Esta cualidad debe
resultar de la misma ley. Así, el art. 31 de la Carta Orgánica del BCRA (Banco Central de la
República Argentina) establece que “los billetes y monedas tendrán curso legal en todo el
territorio de la República Argentina” 21.
[21] Art. 31, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542
Es por esto por lo que existen países donde el Estado ofrece la posibilidad de convertir el
billete en otro valor, tal como sucedía en Argentina en la época de la convertibilidad. El Banco
Central ofrecía convertir un peso por un dólar; vale decir que por entonces la moneda no era
de curso forzoso, puesto que existía la posibilidad de canjearlo.
A partir de 2002, se cambió de régimen y, desde entonces, nuestra moneda pasó a ser
inconvertible y, por ende, de curso forzoso, ya que, para realizarla, necesariamente hay que
hacerla circular.
El régimen cambiario
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El Banco Central es la autoridad de aplicación de todo lo que es el régimen cambiario: la
compra o venta de monedas y billetes extranjeros, oro amonedado, cheques de viajero, giros o
transferencias de divisas extranjeras. Esta función resulta no solo de lo establecido en el art. 4
inc. e de la Carta Orgánica (CO)22, sino de lo establecido en el art. 1 de la Ley N.o 1892423,
que rige la actividad de las casas de cambio.
[22] Art. 4, inc. e, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de
la República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542
[23] Art. 1, Ley N.o 18924 (27 de enero de 1971). Casas y agencias de cambio. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=97583
Cuadra señalar que las variaciones en el tipo de cambio afectan de manera directa la actividad
económica, a la vez que inciden sobre las reservas monetarias, sobre la oferta y demanda de
bienes, etcétera, lo que despierta también un gran interés público sobre la actividad y lleva a
que se deban dictar normas que procuren resguardar el interés general. También cabe agregar
que la actividad cambiaria se reglamenta y supervisa por parte del Banco Central, quien ejerce
el poder de policía.
El ejercicio de esta actividad exige previa conformidad y autorización del Banco Central, que
puede ser otorgada en función del cumplimiento de ciertos requisitos que legitiman a ciertas
clases y categorías de entidades.
15
Actualmente, los bancos comerciales actúan y se desenvuelven en ambos mercados
indistintamente.
Los bancos cumplen una amplia gama de funciones que, aun cuando no sea sencillo
enunciarlas, las podríamos resumir en las siguientes:
Intermediar en el crédito
Desde hace muchos años, existe una gran tendencia a la bancarización, no solo porque
permite fiscalizar el dinero circulante, lo que hace que el Estado en su función recaudadora
fuerce a esta situación, sino fundamentalmente por la mayor seguridad y practicidad que
reporta. De la mano de lo planteado, también se van desarrollando múltiples herramientas de
pago que, a la vez, facilitan la disponibilidad de los fondos. Si bien las nuevas herramientas son
propias de la modernidad, la intervención de los bancos en la canalización de pagos no es
nueva. Sostenemos que, debido al avance tecnológico e informático, rara vez se paga con
billetes o monedas, salvo en operaciones muy pequeñas. La mayoría de las veces se recurre a
instrumentos que provee el mismo sistema financiero, como lo son las tarjetas de débito,
crédito, cheques, transferencias electrónicas, por lo que hoy podemos considerar a los bancos
como los proveedores naturales de los medios de pago.
Asignar recursos
Otra importante función, ya no primaria, es la de constituir el medio para lograr una eficiente
asignación de recursos, lo cual resulta de importancia en la macroeconomía, puesto que
permite un desarrollo ordenado. Si bien la intervención del Estado en la actividad bancaria
tiene distintos motivos, uno de ellos es lograr una adecuada asignación de recursos.
Transformar plazos
16
Es un fenómeno que se produce por las características propias de la operatoria bancaria. Como
los instrumentos con que operan los bancos son de distintos límites temporarios, su actuación
se caracteriza por transformar esos límites mencionados.
Cronológicamente, podemos situar esta injerencia por parte del Estado en 1935, oportunidad
en la que se sancionan por primera vez las normas que dan forma a un sistema financiero
propio. En efecto, los primeros pasos del intervencionismo se manifestaron en un conjunto de
disposiciones que estructuraron el sistema en lo relativo a su organización y regulación, como
así también en la contratación con los particulares.
Ahora bien, los antecedentes del derecho bancario se remontan a la Antigüedad. En un primer
momento, se basó en los usos y costumbres, y luego en normas positivas. En efecto, la
imposibilidad de las personas de poder satisfacer todas sus necesidades sobre la base de lo
que cada una producía dio lugar al trueque, que era el cambio de una cosa por otra, lo cual por
entonces era realizado entre una tribu y otra. Pero para que esto se pudiera realizar, se
requería que hubiera reciprocidad de necesidades y, a su vez, igualdad o equivalencia de
valores entre las cosas que se cambiaban, lo cual hacía altamente dificultosa la operación. Esta
complicación fue la que, en los hechos, forzó el surgimiento del dinero, esto es, un elemento
que sirviera como unidad de medida y cambio, extremo que permitió transformar el trueque
en dos operaciones: una de venta y otra de compra.
Como dinero se han utilizado los más diversos elementos (sal, piedras preciosas, semillas, etc.)
hasta que se llegó a los metales. Aparece el dinero en forma de moneda por primera vez en el
siglo VII a. C. Las más antiguas son las “cecas” en Persia. No obstante, la creación de monedas
también se fue generalizando.
La existencia de distintas clases de dinero dio lugar a la aparición de cambistas, que eran
personas que se dedicaban a cambiar las distintas monedas. Por otra parte, la actividad
comercial en lugares lejanos creaba la necesidad de que alguien se dedicase a canalizar los
pagos en dinero de estas operaciones. Encontramos en la Antigüedad como negocio bancario
típico la aceptación de órdenes de pago a distancia, la carta de crédito a favor del viajero y
17
otros instrumentos para pagar. De igual forma, una actividad también importante la constituyó
la custodia del dinero que era ofrecida por los banqueros.
Los antecedentes más significativos que se dieron en la Antigüedad relacionados con nuestra
actividad fueron los siguientes:
2 Grecia Los sacerdotes eran los que realizaban las primeras operaciones de naturaleza
bancaria. Los templos fueron los lugares preferidos para la custodia de los depósitos de los
particulares. Conocido fue el de Delfos, donde los peregrinos y comerciantes llevaban los
valores para su cuidado.
3 Egipto Sigue el modelo griego sobre la vida bancaria. Es pertinente señalar que aquí, bajo los
Ptolomeos, se da el primer ejemplo de nacionalización del Sistema Bancario, por el cual el
Estado se reservaba el monopolio de la actividad bancaria. En ese momento, en Egipto, se
limitaron los intereses bajo tasas legales.
4 Roma Las noticias más antiguas respecto de la actividad bancaria datan del siglo III a. C.,
cuando los bancos se constituían bajo el modelo griego. El comercio bancario era ejercido,
generalmente, por particulares que lo hacían en forma individual, o bien en forma asociada y
desarrollaban todas las operaciones ya comunes en la Antigüedad: recibían depósitos, daban
préstamos, etc.
Edad Media
1 Las ferias, la Iglesia y el derecho
La cuna del derecho romano es donde se sentaron, también, las bases del derecho bancario,
tanto público como privado. La banca italiana adquirió tal desarrollo y perfección que llegó a
realizar todas las operaciones típicas de la banca moderna. Es en Italia donde se desarrollaron
18
los montepíos como respuesta de la Iglesia a la actividad usuraria de los judíos y de los
lombardos. Algunos montes no cobraban intereses (Castellanos y D’Felice, 2008, p. 30).
Edad Moderna
1 Venecia: Banco de Rialto
“Entre los Siglos XII a XV, los bancos venecianos gozaron de plena libertad, la que fue luego
paulatinamente limitada por medio de disposiciones legales” (Castellanos y D'Felice, 2008, p.
31). La caída de importantes bancos y banqueros llevó a que el Estado creara un banco estatal:
el Banco de Rialto. A partir de su aparición, no pudieron seguir funcionando los bancos
privados.
Sus orígenes se remontan a los años 1147-1148, pero su nacimiento orgánico data de 1407. A
pesar de haber surgido de una iniciativa estatal, no se convirtió en un banco del Estado. Su
actuación estuvo reglamentada desde sus comienzos por normas de derecho público. El banco
fue liquidado por Napoleón Bonaparte en 1816.
Para una mejor comprensión, dividiremos los antecedentes históricos en un período en el cuál
no existió una regulación estatal sobre el sistema financiero (período de 1822 a 1935) y seis
etapas o regímenes, en los que comenzó el Estado a regular la actividad financiera, lo que
perdura hasta nuestros días. Detallamos a continuación:
En 1822, se creó el primer banco privado en nuestro país: el Banco de Buenos Aires. En esta
etapa no existía ningún tipo de control sobre la actividad bancaria. En efecto, recién a partir de
1862 tomó alguna importancia la actividad por la instalación de bancos extranjeros en el país
(Banco de Londres y Río de la Plata, Banco de Italia, etc.).
Cabe destacar por su importancia la creación del Banco Hipotecario en 1886 como una entidad
autárquica del Estado nacional. A su vez, en 1890 se creó la Caja de Conversión. Esta última no
tuvo funcionamiento bancario; su importancia residió en el hecho de que, por su intermedio,
el Estado se convirtió en el único responsable de la emisión monetaria y terminó, de esta
manera, con la facultad de emisión de los bancos.
A la vez, en 1891, por iniciativa de Carlos Pellegrini, se creó el Banco de la Nación Argentina,
que llevó servicios bancarios a los rincones más alejados del país. Durante esta etapa, no se
estableció diferencia entre banca nacional y la banca extranjera, y no existió regulación del
crédito ni de los bancos.
Régimen de 1935
Este año marcó un cambio fundamental, ya que fue la salida de un período de nula regulación
del crédito y de la actividad bancaria. Esta pasó a un sistema integrado a través de un instituto
19
regulador de los medios de pago y a la necesidad de autorización previa para funcionar. A
partir de ese momento, la fiscalización sería permanente.
Como consecuencia de la gran crisis del 30, que se reflejaría monetariamente, se generó una
gran preocupación que derivó en la iniciativa de organizar la actividad bancaria. Se encomendó
a Otto Niemeyer, que era un especialista en la materia, la elaboración de un proyecto.
El experto redactó dos proyectos. Uno referido a la creación de un Banco Central y otro sobre
la organización del régimen bancario, los cuales se convirtieron en ley con algunas
modificaciones. Este ordenamiento se estructuró a través de seis leyes. La Ley N.o 12155 de
creación del Banco Central de la República Argentina24; la N.o 1215625, que estructura el
marco jurídico de la actividad bancaria; la N.o 1215726 crea el Instituto Movilizador de
Inversiones Bancarias; la N.o 1215827 reforma la ley orgánica del Banco Nación; la N.o
1215928 reforma la ley orgánica del Banco Hipotecario; y la N.o 1216029, que es de
organización.
[24] Ley N.o 12155 (1 de marzo de 135). Banco Central de la República de Argentina. Creación.
Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do;jsessionid=00E13D20D3698EFAC9
974A682EF96A50?id=294177
[25] Ley N.o 12156 (28 de marzo de 1935). Ley de Bancos. Regímenes. Honorable Congreso de
la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=182699
[26] Ley N.o 12157 (21 de marzo de 1935). Bancos. Honorable Congreso de la Nación
Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do;jsessionid=2895E5F06F12AAA003
DB302622F72F5B?id=294178
[27] Ley N.o 12158 (21 de marzo de 1935). Carta Orgánica de Bancos. Honorable Congreso de
la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do;jsessionid=1B51B36D2ED2311BFF
582B6710C5C1AB?id=294179
[28] Ley N.o 12159 (5 de abril de 1935). Carta Orgánica de Bancos. Honorable Congreso de la
Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do;jsessionid=1B51B36D2ED2311BFF
582B6710C5C1AB?id=294180
La Ley N.o 12155 crea el Banco Central y lo dota de una naturaleza mixta, lo que se refleja en
su composición patrimonial y en la integración del directorio. El capital es suscripto por el
Estado, por bancos nacionales y extranjeros, y se deja una parte para que integren futuros
bancos.
20
Un aspecto muy importante del proyecto Niemeyer es que estructura el banco como una
entidad privada, vale decir, buscando independencia del Gobierno de turno.
Régimen de 1946
Se inicia con el Decreto 8503/4630, a través del cual se nacionaliza el Banco Central y se lo
convierte en una entidad autárquica del Estado. En la nota de elevación del decreto, se señala
que la independencia se puede lograr de esta forma. El Estado asume el control total de la
política financiera de la nación. Se declaró patrimonio nacional el capital del Banco Central y,
por lógica consecuencia, también se modificaron las autoridades.
[30] Decreto Ley 8503/46 (25 de Marzo de 1946). Nacionalización del Banco Central de la
República Argentina.
A su vez, se nacionalizaron todos los bancos privados, que continuaron operando por cuenta y
orden del Banco Central. Se modificó también el régimen de bancos, adecuándolo a estas
transformaciones.
Régimen de 1957
21
La nueva legislación (Dec. 13127/5731) previó un régimen de armonización en el traspaso de
los depósitos, sobre todo buscando que no se produjeran desajustes monetarios.
Régimen de 1969
La Ley N.o 1806132 fue dictada en 1969 y con un sentido netamente federal. La concepción
regionalista de esta ley contemplaba la situación del interior del país y sus múltiples matices.
Por otra parte, amplió el sistema financiero incluyendo no solo a los bancos, sino a todos los
que intermediaban con recursos financieros. Quedaron, así, comprendidas las compañías
financieras, las sociedades de crédito para consumo y las cajas de crédito. Se clasificaron los
bancos y se le autorizó a cada uno de ellos determinadas actividades, adoptando así el modelo
de la especialidad.
[32] Ley N.o 18061 (15 de enero de 1969). Régimen Legal. Honorable Congreso de la Nación
Argentina. Recuperado de http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?
id=97581
Esta reforma respondió a una nueva adecuación del desenvolvimiento del sistema bancario y
financiero nacional. Y, aunque se derogó en forma íntegra el Dec. 13127/57, no fue tanto en su
faz estructural, puesto que en la Ley N.o 18061 se receptan perfeccionados y ordenados
muchos de los principios y disposiciones.
Este nuevo concepto recogía la experiencia a fin de que pudiera abarcar novedosos
desarrollos. A la vez, dejaba en claro que no regulaba actos aislados, sino que estaba
diseccionado a la secuencia coordinada de la práctica. También debía ser pública. Por último,
introducía el secreto bancario, el cual antes solo existía en relación con la información que
obtenía el Banco Central.
Régimen de 1973
Régimen de 1977
22
[33] Ley N.o 21495 (21 de enero de 1977). Descentralización de depósitos. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do;jsessionid=FC28FABBEF158B44AE
ABE97ADA5EF871?id=183491
[34] Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras Honorable Congreso
de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm
[35] Ley N.o 21572 (6 de mayo de 1977). Regulación monetaria. Honorable Congreso de la
Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm
Este cambio no significó una liberación absoluta de la actividad financiera, sino un punto
intermedio entre la intromisión absoluta y la libre intervención de los actores. Una de las
críticas más acentuadas que se le realizaba a este nuevo régimen era su carácter centralizado y
unitario, que no contemplaba las diferencias de desarrollo económico que se producían entre
la Capital Federal y las distintas situaciones del interior. Por otra parte, también se lo veía en el
hecho de que el BCRA operaba solo en la Capital y tuviera una competencia exclusiva también
en la Capital.
[36] Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Reformas en el sistema financiero. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/norma.htm
La Ley N.o 2114437 fue una de las que introdujo sustanciales reformas en aspectos tales como
el secreto bancario, el régimen de sanciones y recursos, etc. A su vez, la Ley N.o 2578038,
posterior a la salida de la convertibilidad, también introdujo importantes cambios, sobre todo
tendientes a adecuar el régimen a la situación de crisis del momento.
[37] Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la República
Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542
[38] Ley N.o 25780 (27 de agosto de 2003). Entidades Financieras. Modificación. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=88245
23
El derecho bancario en el Código Civil y Comercial
de la Nación.
En relación con la disciplina cuyo análisis nos convoca, la comisión redactora le dedicó,
específicamente, un capítulo en particular —el 12— al que denomina, precisamente,
“Contratos bancarios”, comprensivo de 40 artículos que van desde el 1378 al 1428 del Código
Civil y Comercial de la Nación, inclusive, dividiéndolos en 2 secciones, de varios parágrafos,
estando asignada la primera a las “Disposiciones generales”, regulatorias de la “Transparencia
de las condiciones contractuales” (parág. 1.o) y de los “Contratos bancarios entre
consumidores y usuarios” (parág. 2.o); y la segunda, a los “Contratos en particular”, la cual, a
su vez, subdivide en “Depósito bancario” (parág. 1.o); “Cuenta corriente bancaria” (parág. 2.o);
“Préstamo y descuento bancario” ( parág. 3.o); “Apertura de crédito” (parág. 4.o); “Servicio de
caja de seguridad” (parág. 5.o); y “Custodia de títulos” (parág. 6.o)39.
[39] Arts. 1378 a 428, Ley N.o 26994 (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la
Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm#2
Cada uno de estos institutos va a ser desarrollado a lo largo de las diferentes unidades. La
intención de esta breve reseña es dar un pantallazo en relación con la reforma de las
disposiciones relativas a los contratos bancarios, que serán aplicables tanto a las entidades
comprendidas en la normativa sobre entidades financieras, a las personas y entidades públicas
y privadas no comprendidas expresamente en esa legislación cuando el Banco Central de la
República Argentina disponga que dicha normativa les es aplicable, como así también a los
consumidores finales, en relación con las transacciones relacionadas con nuestro sistema
financiero.
[1] Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la República
Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542
La naturaleza jurídica del Banco Central consiste en ser una entidad autárquica del Estado
Nacional regida por la Ley N.o 24144 y demás normas concordantes. Posee su domicilio en la
Capital de la República y podrá abrir agencias y nombrar corresponsales en el resto del país y
en el extranjero, según lo establece el art. 2 en su Carta Orgánica. Precisamente, retomando la
situación planteada en la lectura anterior, la sucursal Córdoba del Banco Alborada S. A. —
como cada una de las trescientas sucursales que posee a lo largo y ancho del país— fue
previamente autorizada para su apertura por el BCRA.
24
Objetivos
Se encuentra en la cúspide del sistema financiero y actúa como ente rector relacionándose en
forma directa con el Estado y con los bancos. Cumple esencialmente una función económica,
pero con directas consecuencias jurídicas.
Su actuación está reglamentada en su carta orgánica sancionada a través de la Ley N.o 24144.
Su vinculación con el Estado deriva del hecho de ser quien ejerce el monopolio en la emisión
de la moneda y agente financiero del Estado. Y con los bancos, en particular, por el control que
ejerce sobre estos.
El Banco Central no se relaciona con particulares ni forma parte de las entidades que integran
el sistema financiero; su vinculación es solo con las entidades a quienes coordina y supervisa
en su actuación. Por ello es por lo que tanto el Sr. Canepa como la Sra. Furlong acudieron a la
entidad bancaria Banco Alborada S. A. para solicitar la apertura del crédito, pudiendo haberse
dirigido a otra entidad si así lo hubieran deseado, pero nunca directamente al Banco Central de
la República Argentina, quien, como hemos dicho, solo tiene relación con las entidades
financieras y no con particulares, ya sean personas físicas o jurídicas. La diferencia con los
bancos comunes es clara y antológica, puesto que estos son quienes proporcionan los recursos
al mercado, en tanto, el Banco Central adapta el volumen a las exigencias de aquellos.
El Banco Central tiene como misión primaria y fundamental preservar el valor de la moneda
(art. 3, Ley 241442), y para ello debe regular no solo la cantidad de dinero que emite, sino
también el crédito. Es un hecho conocido que la inflación no debe tener necesariamente forma
de empapelamiento (en el sentido de exceso de emisión), basta con expandir el crédito para
provocar similares efectos (emisión secundaria). La misión del Banco Central no solo es
controlar la emisión, sino también el volumen y regulación del crédito. Con la preservación del
valor de la moneda se aspira evitar, o al menos atenuar, las perturbaciones ocasionadas por
los fenómenos monetarios en el desenvolvimiento de los negocios, ya que de su estabilidad
dependen los precios y, por ende, el poder adquisitivo de los distintos sectores de la población.
[2] Art. 3, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542
Un aspecto muy importante para destacar es que un Banco Central debe mantenerse libre de
influencias políticas y ha de tener, además, la imposibilidad de realizar operaciones que
pongan en peligro su estabilidad.
[3] Art. 3, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542
25
Podemos definir las funciones económicas y jurídicas que la Ley N.° 24144 le ha conferido al
BCRA a continuación.
Funciones Económicas
Esta función está en relación con la finalidad de que la masa monetaria guarde relación con la
cantidad de reservas existentes. Esta función es propia de todos los Bancos Centrales del
mundo. La acumulación de reservas suficientes permite soportar las fluctuaciones del ingreso y
egreso de capitales, por lo que mantiene así la estabilidad monetaria.
Emisión de moneda
Esta función, si bien está delegada al BCRA, al igual que en la mayoría de los países, no
necesariamente es propia de ellos, puesto que nada obsta a que se hubiera establecido esta
prerrogativa en otro ente. Al margen de lo dicho, el art. 75 inc. 6 de la Constitución nacional4
es el que impone la necesidad de establecer un banco federal con la facultad de emitir
moneda.
[4] Art. 75, Ley N.o 24430 (3 de enero de 1994). Constitución de la Nación Argentina.
Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-4999/804/norma.htm
La misión fundamental del BCRA es preservar el valor de la moneda y, en consonancia con ello,
debe regular la expansión del crédito y de la moneda. En efecto, la estabilidad monetaria y la
evolución del crédito constituyen realidades inescindibles. Para regular y controlar el volumen
de circulante, el banco cuenta con distintos instrumentos tales como los redescuentos, el
régimen de efectivo mínimo y las operaciones de mercado abierto.
El redescuento es una forma de asistencia financiera a través de la cual el Banco Central les
provee liquidez a los bancos a partir de descontarles parte de sus activos (art. 17 inc. b de la
Constitución nacional)5. En efecto, normalmente, las entidades financieras cuando atraviesan
problemas de iliquidez transitoria recurren al ente rector, a quien le ceden parte de sus
activos, es decir, créditos que el mismo banco ha otorgado, contra el adelantamiento de los
fondos, y así obtienen liquidez. El Central les cobra un interés, que se descuenta directamente
y que está en relación con el vencimiento de los instrumentos transferidos. Vale decir que es
una forma, de parte de los bancos, de tomar dinero.
[5] Art. 17, Ley N.o 24430 (3 de enero de 1994). Constitución de la Nación Argentina.
Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-4999/804/norma.htm
Cuando el Central quiere retraer el circulante, eleva las tasas de interés que les cobra a los
bancos por sus redescuentos, lo que forzosamente lleva a que los bancos también deban
elevar sus tasas de préstamo. Esto produce automáticamente una merma en el otorgamiento
de créditos y se retrae así el circulante. Precisamente, esa es la razón por la que el Sr. Javier
Real le informó a la Srta. Mirta Furlong que la tasa de interés que deberá abonar al banco por
el préstamo que tomaría era del 80 % TNA, tasa que tiene que ver con este lineamiento del
que venimos hablando. El BCRA, en la prerrogativa que la Ley N.° 24144, le otorga como ente
26
regulador de la moneda y el crédito y, haciendo uso de esa herramienta, previamente ha
subido la tasa de préstamos a las Entidades Financieras, lo que conlleva la suba de las tasas
que las entidades pagan por los depósitos a plazo fijo. Esta acción tomada por el BCRA en el
mercado trae como resultado la retracción del efectivo circulante, por un lado, y, por el otro,
incentiva a los inversores a que depositen sus Pesos a plazo fijo, razón que lo llevó al Sr.
Canepa a tomar la determinación de constituir el plazo fijo a una tasa del 51 % TNA. Esta
medida tomada por el BCRA apunta también a impactar en el mercado financiero, con otro
resultado, como lo es, evitar que los actores financieros desplacen sus inversiones hacia la
compra de moneda extranjera (dólar EE. UU.), lo que provoca una baja de reservas en el BCRA,
ya que este es el que les provee a las entidades bancarias de la moneda extranjera que, a su
vez, estos venden a sus clientes. Naturalmente, esta herramienta que posee el BCRA también
puede manejarse en sentido inverso, es decir, bajar las tasas, lo que lleva a que se otorguen
más créditos.
Otro elemento con el que el BCRA regula el crédito es el efectivo mínimo o encaje bancario6.
Algo ya hemos dicho de esto y, básicamente, consiste en fijar un porcentaje de los depósitos
que reciben los bancos que deben mantener disponibles. De esta manera, existe una porción
del dinero que pasa a estar inmovilizado y no vuelve en crédito, con lo cual también se
controla la expansión. Si se elevan las tasas de encaje, va a haber menos crédito; si se reducen,
opera a la inversa. Por esa razón, quisimos representar esta realidad del efectivo mínimo o
encaje que el Banco se ve obligado a inmovilizar en el hecho de que el Sr. Canepa haya
depositado $ 3 000 000, y el Banco le haya prestado a la Sra. Furlong $ 2 500 000, haciendo uso
de la intermediación, solo a título pedagógico, ya que ese cálculo se saca de la masa global de
movimiento de todos los clientes y en todas las sucursales del Banco Alborada S. A.
[6] Art. 28, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542
Por último, otra herramienta que utiliza el BCRA son las denominadas operaciones de mercado
abierto, que en realidad no son otra cosa más que la colocación de obligaciones (títulos)
emitidas por el Estado, lo que produce una alteración de la base monetaria. En efecto, si una
persona compra $1000 en títulos emitidos por el Estado, quiere decir que le ha entregado ese
importe al Estado, que en realidad ha de ser al Central, que naturalmente opera como agente
financiero del Estado, quien lo saca de circulación reduciendo de esta manera la base
monetaria y el dinero circulante. Estas que acabamos de describir son algunas herramientas a
través de las cuales el Banco Central regula el crédito y la moneda.
El BCRA, posee también la función de operar como agente financiero del Estado. Esto supone
hacer las veces de banco del Estado, no en el sentido de asistirlo financieramente, sino en los
servicios que le presta, como son intervenir en las operaciones de crédito externo, emitir y
colocar los títulos de empréstito público, realizar las remesas y transacciones que requiera el
Estado, etc.
Los arts. 21 a 27 de la Carta Orgánica del BCRA7 describen en parte cuáles son las tareas que
desarrolla el Central como Agente financiero del Estado.
27
[7] Art. 20 a 27, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542
Una forma de financiación y, por ende, de obtener crédito es a través del mercado de capitales
que resulta de mucha utilidad para la economía.
Funciones jurídicas
Si bien la misión del Central es esencialmente económica, en su actuación despliega una serie
de funciones de características más bien jurídicas que, por cierto, están relacionadas con sus
objetivos primarios. Estas funciones jurídicas son:
Poder reglamentario
Al asignársele al Central las tareas de coordinar el sistema, se le ha delegado también toda una
serie de prerrogativas que conllevan la potestad de reglamentar la actividad8. A su vez, opera
como guardián de la Ley de Entidades Financieras y de las normas que el mismo dicta, velando
por su cumplimiento. Sanciona sus incumplimientos y resuelve, o juzga si se quiere, los
planteamientos o recursos que ante él se formulan. Es del caso destacar que parte de esta
función, sobre todo la de custodiar el cumplimiento de la ley y en su caso sancionar, en
algunos sistemas es ejercida por órganos independientes. En nuestro caso, existe la
Superintendencia de Entidades Financieras, que es un órgano desconcentrado, pero no
independiente del Banco Central y que lleva adelante la supervisión de la actividad. Sobre la
superintendencia volveremos luego.
[8] Art. 4, Ley N.o 21526 (14 de febrero 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm
Control de cambios
Esta función resulta no solo de lo establecido en el art. 4 inc. e de la CO9, sino de lo establecido
en el art. 1 de la Ley de Entidades Cambiarias10, que rige la actividad de las casas de cambio.
28
En este sentido, las variaciones en el tipo de cambio afectan de manera directa la actividad
económica, a la vez que inciden sobre las reservas monetarias, sobre la oferta y demanda de
bienes, etc., lo que despierta también un gran interés público sobre la actividad y lleva a que se
deban dictar normas procurando resguardar el interés general.
[9] Art. 4, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542
[11] Art. 1, Ley N.o 18924 (22 de enero de 1971). Casas, agencias y oficinas de cambio.
Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/95000-99999/97583/norma.htm
Podemos observar, con lo que venimos afirmando, que la actividad cambiaria es también una
actividad reglada y supervisada por el Banco Central, quien ejerce el poder de policía y ejecuta
la política cambiaria de acuerdo con la legislación que se fuere dictando. El ejercicio de esta
actividad exige previa conformidad y autorización del Central, que puede ser otorgada en
función del cumplimiento de ciertos requisitos que legitiman a ciertas clases y categorías de
entidades.
Sin duda, el Banco Alborada S. A., para poder tener abiertas sus puertas y concretar la apertura
del crédito del Sr. Canepa y de la Sra. Furlong, ha debido cumplimentar los requisitos
detallados en la Ley de Entidades Financieras N.o 21526, y que el BCRA, como ente regulador
que ejerce el poder de policía, ejerce sobre este, monitoreando permanentemente el
cumplimiento por parte del Banco de la normativa mencionada vigente.
En este video se podrá observar las funciones que los Bancos Centrales de los países
desarrollan. Las características son similares y las diferencias son mínimas.
[12] Art. 6, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542
Todos los miembros duran seis años en su mandato y pueden ser reelectos. Aun cuando la
norma no lo diga, va de suyo que los directivos deben ser personas con experiencia y versadas
en la materia. De igual forma, deben tener solvencia moral. El vicepresidente reemplaza al
29
presidente cuando este se ausente, esté impedido o de vacaciones. Fuera de dichos casos,
desempeña las funciones que le asigna el presidente de entre las suyas.
[13] Art. 13, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542
Los directores no pueden ser empleados o funcionarios del Gobierno nacional, provincial o
municipal ni poseer ningún tipo de cargo que llevara a que dependieran de estos, incluidos
poderes Legislativo y Judicial. No se encuentra alcanzado por esta restricción el trabajo
docente. Tampoco podrán ser directores todas aquellas personas que fueran accionistas,
directores, administradores o síndicos, al momento de su designación, de alguna sociedad que
opere como entidad financiera.
Los que se encontraran alcanzados por el régimen de inhabilitación que prevé la Ley de
Entidades Financieras en su art. 1014, que comprende entre otros a los inhabilitados para
ejercer cargos públicos, deudores morosos, quebrados, etc. Es del caso destacar que estas
causales no solo pueden estar al momento de la designación, sino también podrían ser
sobrevivientes, lo que haría nacer esta incompatibilidad y, por ende, pasaría a operar como
una causal de remoción.
[14] Art. 10, Ley N.o 21526 (14 de febrero 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm
Por cierto que estas restricciones tienden a evitar la existencia de intereses contrapuestos por
acumulación de funciones y, con ello, la indecencia o ineptitud en el ejercicio de la función.
RETRIBUCIÓN
REMOCIÓN
La retribución de los directores y, con ello, del presidente y vicepresidente surgirá del
presupuesto que anualmente apruebe el Banco. Dicho presupuesto luego debe ser remitido al
Poder Ejecutivo para su confirmación (art. 1515), extremo que ha despertado críticas de
quienes sostienen que ello violenta la independencia que debiera existir.
[15] Art. 15, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542
En efecto, el mero desacuerdo con las políticas monetarias programadas podría ser entendido
como un incumplimiento de la ley, de manera tal que no podríamos hablar de una verdadera
30
causa de remoción, sino más bien de la simple voluntad o decisión política de sostenerlo. En lo
que llamamos la segunda causal, la ley describe la mala conducta o el incumplimiento de los
deberes de funcionario público. Vemos ahí que ya se hace referencia a la existencia de una
razón personal, reprochable, que amerita el apartamiento del cargo. En este último caso es
que se requiere el consejo de una comisión del Honorable Congreso de la Nación.
La realidad es que debería haber sido a la inversa, puesto que, si con la intervención del
Congreso se pretendió dar un tinte de objetividad y, con ello, resaltar la independencia del
Central del Ejecutivo, el dictamen habría sido de mayor utilidad cuando la causal de remoción
fuera política y, por ende, discrecional.
El quórum, que es el número mínimo de asistentes para que un cuerpo colegiado pueda
operar, está fijado en cinco de los diez miembros del directorio. Vale decir que, sin la presencia
del 50 % de los integrantes, el directorio no pude deliberar. Respecto a las mayorías, la ley
adopta por principio la mayoría simple, vale decir que la moción que más votos obtenga sobre
los miembros presentes es la que conforma la voluntad. Partiendo de que el número de
directores es par y, a la vez, que el quórum se forma con cinco miembros, va de suyo que
podrían darse innumerables situaciones de empate, con lo cual, en tal supuesto, el voto del
presidente vale doble.
Sin perjuicio de lo dicho, cabe señalar que, por vía de reglamento, el directorio podría
establecer mayorías más estrictas para asuntos singulares. A su vez, existen algunos casos de
excepción al régimen general de mayorías, tales como la decisión de reestructurar una entidad
financiera16, en el cual se requiere la mayoría “absoluta” del directorio. Por otro lado, la Carta
Orgánica prevé un régimen especial para casos de urgencia17, en el que se habilita al
presidente a resolver cuestiones propias del directorio, en consulta con el vicepresidente y con
el cargo, luego, de dar cuenta al órgano. Es indudable que en el acto administrativo deberán
consignarse las razones que habilitan al uso de esta excepcional prerrogativa.
[16] Art. 30, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542
[17] Art. 11, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542
Atribuciones
En orden a las atribuciones, resulta de suma importancia poder distinguir las atribuciones del
directorio como órgano de aquellas que son propias del presidente del directorio, puesto que,
funcionalmente, operan de distinta forma.
31
El presidente es el funcionario de más alta jerarquía del Banco Central y tiene a su cargo velar
por el fiel cumplimiento de la Carta Orgánica.
[18] Art. 10, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542
Es este el órgano de dirección y por ende quien tiene en sus manos la consecución de los fines
y funciones que debe concretar el Central. Como lógica consecuencia, las atribuciones se
encuentran direccionadas en dicho cometido.
La Carta Orgánica del Banco Central determina como misión esencial preservar el valor de la
moneda, va de suyo que quien interviene en la planificación y ejecución de las políticas
monetarias y cambiarias es el directorio19.
[19] Art. 3, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542
La Carta Orgánica establece un decálogo20 de atribuciones vinculados con estos aspectos, así
tenemos que:
2 Determina los requisitos de encaje: esta es una facultad que deriva de la propia función de
regulación monetaria y de la incidencia que tiene sobre este el régimen de efectivo mínimo21.
Ya nos hemos referido, brevemente, al tema y luego será abordado en profundidad.
3 “Fijar las tasas de interés y demás condiciones generales de las operaciones crediticias del
Banco, las que no podrán ser inferiores al promedio de la colocación de las reservas”22: es
claro que en este caso se está refiriendo a las condiciones bajo las cuales el Banco Central
podría asistir a una entidad financiera. Lo más trascendente es que se fija un límite o piso en el
otorgamiento de créditos procurando evitar lo que sería un subsidio o dádiva.
[20] Art. 14, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542
[21] Art. 28, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542
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[22] Art. 4, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542
Estas son algunas de sus atribuciones; consecuentemente, nos remitimos a la norma para su
estudio.
Administración
La gestión de administración será ejercida por intermedio de subgerentes generales que son
quienes asesoran al presidente y al directorio. Dependen funcionalmente del presidente o del
funcionario que este designe, que actuará en esa función con el nombre de gerente general23.
[23] Art. 16, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542
La actividad que puede llevar adelante el Banco Central desde lo financiero es limitada y
también tiene como norte los objetivos que están en la necesidad de su existencia. En efecto,
su vinculación operativa con los Bancos es para asistirlos por problemas de iliquidez transitoria
y para preservar el buen funcionamiento del sistema.
Es precisamente en ejercicio de las atribuciones que la Ley N.o 24144224 que el BCRA
determina el tope máximo de tasa que las entidades bancarias y financieras podrán pagar a sus
inversionistas. Este es el rango que usó el Banco Alborada S. A. cuando tomó la determinación
de aumentar tres puntos la tasa de interés comprometida para con el Sr. Canepa (de 48 % a 51
%), tomando en cuenta el monto depositado por este, pero siempre tomando como tope la
tasa máxima dispuesta por el BCRA.
[24] Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la República
Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542
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la creación de la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias como un órgano
desconcentrado del Banco Central, aunque presupuestariamente dependiente y sujeto a sus
auditorías.
Funciones
Llegando al final de esta lectura, hemos podido apreciar la importancia que tiene el BCRA
como ente rector del sistema financiero y bancario. Te propongo realizar el siguiente ejercicio
que te ayudará a identificar las funciones que desempeña el BCRA, en el ejercicio del poder de
policía, tanto en el campo económico, como jurídico, acordadas por la Ley N.° 2444125 para
cumplimentar el objetivo de su creación.
El art. 1 de la Ley de Entidades Financieras establece que … quedan comprendidas en esta Ley
y en sus normas reglamentarias las personas o entidades privadas o públicas oficiales o mixtas
de la Nación, de las provincias o municipalidades que realicen intermediación habitual entre la
oferta y la demanda de recursos financieros.2
Cabe agregar que, en relación con lo mencionado ut supra, la doctrina indica que, pese a lo
manifestado por la norma, el ejercicio de esta facultad se debe realizar mediante una
resolución fundada que demuestre la concurrencia de los presupuestos establecidos por la
norma.
Por intermediación financiera se debe entender que el rol de las entidades financieras es más
activo que un típico acto de comercio que consiste en adquirir a título oneroso la propiedad o
uso de una cosa para luego trasmitírsela a terceros, es decir que debe entenderse, en el
sentido más amplio, relacionada con la habitualidad en dicha intermediación en los recursos
financieros.
Si volvemos al caso ejemplo que nos ocupa, el Banco Alborada S. A. realiza, en todas las
sucursales del país, la actividad de intermediación habitual de los recursos financieros, es
decir, lo que describimos acerca de la apertura del crédito por parte del Sr. Canepa, que
depositó fondos en el Banco, y de la Sra. Furlong, que tomó prestado recursos que el banco le
otorgó. Como ustedes pueden observar, es una auténtica actividad de intermediación
financiera, en donde se registra el depósito de fondos ociosos (Sr. Canepa) y la solicitud de
esos fondos por parte de quienes se encuentran carentes de recursos financieros (Sra.
Furlong). Se encuentra el Banco Alborada S. A. en el medio de esta situación, direccionando los
recursos (intermediación) con el fin de obtener una utilidad (spread, diferencia entre la tasa de
interés que cobra por el efectivo prestado y la que paga por el efectivo recibido en depósitos a
plazo fijo más gastos de funcionamiento que debe erogar el banco, sueldos, infraestructura
edilicia, etc.). Precisamente, esta actividad, por realizarla diariamente con las personas físicas o
jurídicas que acuden a sus sucursales, pasa a ser considerada habitual, por lo que se encuadra
de esta manera en lo que dispone la Ley N.o 21526 de Entidades Financieras4.
Ahora bien, como hemos visto, dentro de la disposición de la ley, no solamente están
alcanzados y se encuadran las entidades financieras autorizadas a funcionar por el BCRA, como
lo es el Banco Alborada S. A., sino como lo dispone el art. 1 de la Ley N.o 21526, “quedan
comprendidas las personas o entidades privadas o públicas”5, es decir, todos aquellos que de
hecho realicen actividad de intermediación financiera encuadran en el alcance de esta norma.
Aquellas personas o entidades, no autorizadas a funcionar, según lo dispone la normativa
vigente, podrán ser obligadas a cesar en las actividades de intermediación y recibir multas y
sanciones que el ente rector (BCRA) disponga (arts. 19 y 41 de la Ley N.o 215266). A esto se le
suma el delito penal que el ejercicio de la intermediación financiera por personas o entidades
financieras no autorizadas por autoridad competente (BCRA para el sistema financiero y la
Comisión Nacional de Valores para el mercado de valores) configura, consagrado en el art. 310
del Código Penal7, el cual prevé entre otras sanciones, penas con privación de la libertad que
van de uno a cuatro años de prisión para quienes se hallen dentro del tipo penal mencionado.
35
Tal como hemos reseñado, el sistema financiero argentino tiene su columna vertebral en la Ley
de Entidades Financieras, que establece la tipología y sirve de marco para su regulación. En el
mundo, se conocen dos sistemas clásicos de organización de la banca, que son el modelo de:
La banca especializada
Es aquella en el que existen distintos tipos de entidades financieras a las cuales se les habilitan
determinadas operaciones puntuales, lo cual en los hechos implica asignarle una parte del
mercado.
La banca múltiple
Es aquel donde existe una sola modalidad de bancos que pueden realizar todo tipo de
operaciones.
Nuestro sistema participa más del primer modelo, puesto que la ley distingue lo que son:
1 “Bancos Comerciales;
2 Bancos de Inversión;
3 Bancos Hipotecarios;
4 Compañías Financieras;
Ahora bien, posee la singularidad de que los bancos comerciales pueden realizar, por regla,
todo tipo de operaciones, de manera tal que constituyen la excepción al sistema de la banca
especializada (art. 20, Ley N.o 21526). Las actividades que cada una de las entidades tiene
habilitadas las podemos ver en el artículo que afirma que “las operaciones que podrán realizar
las entidades enunciadas en el artículo 2, serán las previstas en este título y otras que el Banco
Central de la República Argentina considere compatibles con su actividad”9.
A su vez, la ley analizada ut supra enumera las actividades que puede realizar cada entidad.
Veamos entonces que actividad podrá desarrollar cada entidad, de acuerdo lo establece el
BCRA.
+ 8 Art. 2, Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm
36
9 Art. 20, Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm
10 Art. 22, Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm
11 Art. 23, Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm
12 Art. 24, Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm
13 Art. 25, Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm
14 Art. 26, Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm
Todas las entidades que desarrollan la actividad deben hacerlo dentro del sistema que
organiza la nación y por ello se hallan institucionalizadas. Cuadra señalar que el control que
existe sobre la actividad institucionalizada le resta practicidad, lo cual, en los hechos, se asume
en aras de la seguridad. Estas deficiencias operativas generan como contrapartida un
importante desarrollo de la actividad no institucionalizada, vale decir, la que desarrollan las
personas que prestan sus propios recursos y que prima facie están excluidos del régimen.
Ahora bien, frente al crecimiento de la actividad atípica y debido a que, a grandes escalas, esta
puede llegar a tomar incidencia en el régimen crediticio y monetario, el Poder Legislativo ha
previsto que, cuando el volumen de actividad que desarrollan estas personas sea de entidad, el
Banco Central podrá ponerla bajo su órbita de fiscalización (art. 3 Ley 2152615).
Ahora bien, respecto a lo que venimos viendo, analicemos dentro del sistema de banca que
adopta nuestro país. En función de lo que dispone la Ley 21526, respondé las siguientes
preguntas analizando la operatoria que realizó el Banco Alborada S. A. y los servicios
financieros que prestó tanto al Sr. Canepa, quién realizó depósito a plazo fijo, depositó en la
cuenta corriente, abrió una caja de seguridad, solicitó dos tarjetas de crédito, etc., como a la
Sra. Furlong, quien solicitó un préstamo personal, abriendo también productos ofrecidos por el
Banco, como una caja de ahorro, tarjetas de crédito, etc. ¿En qué clasificación de banca se
encuentra y por qué?
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Autorización para funcionar: condiciones
El negocio de intervención lucrativa en el crédito requiere autorización previa del Banco
Central; no obstante, se debe recordar que, aun quienes desarrollan la actividad de manera
marginal por no contar con la autorización también se encuentran alcanzados por el poder de
policía que despliega el ente rector y pueden hacerlos cesar y sancionarlos.
No basta para operar el hecho de que el objeto social consista en la actividad financiera, sino
que, forzosamente, debe completar dicho aspecto con la autorización del Banco Central que
actúa en forma exclusiva, excluyente e indelegable en la materia. La autorización es un acto
administrativo. También requiere dicha autorización la fusión o transmisión de estos fondos de
comercio. Esta establece que, al considerarse la autorización “se evaluará la conveniencia de la
iniciativa, las características del proyecto, las condiciones generales y particulares del mercado
y los antecedentes y responsabilidad de los solicitantes y en experiencia en la actividad
financiera”17. Cabe agregar que, al formar las entidades un sistema, la autorización no debe
circunscribirse solo a permitir el ejercicio, sino a la idea de conformar un sistema eficiente y
productivo.
La comunicación “A” 5445 del BCRA con modificación en fecha 12/06/2013 prevé el lugar de
carga de materialización de la solicitud de autorización para la instalación de sucursales en el
país, la cual establece que deberá cargarse de forma virtual en el sistema que se encuentra en
la página web del BCRA (www.bcra.gov.ar) en el sitio denominado unidades de servicios de las
entidades financieras, en el cual, entre otros datos, se podrá cargar, por parte de la entidad
financiera, “la solicitud de autorización para la instalación de sucursales en el país y en el
exterior, traslado de sucursales e instalación de otras unidades de servicios” 18.
Sin embargo, por una cuestión de imposibilidad de utilizar la página oficial del BCRA para
realizar este ejercicio, ya que esta, en la sección mencionada, está habilitada para la carga
oficial de las entidades financieras, utilizaremos los formularios que se sacaron de circulación
el 02/01/2014 (2906 y 2522) —consignados en la comunicación “A” 101 CREFI 1-1 de fecha
17/02/198219— y que contienen similar formato al que se encuentra consignado virtualmente
en la página del BCRA.
Forma
Las entidades financieras de la nación, de las provincias o de las municipalidades se
constituirán en la forma que establezcan sus cartas orgánicas. El resto de las entidades deberá
hacerlo en forma de sociedades anónimas, excepto:
“Deberán tener en el país una representación con poderes suficientes de acuerdo con la ley
argentina”20.
38
Disposiciones que establece la Ley N.o 21526, acerca de las entidades extranjeras
Las entidades extranjeras deben radicar efectivamente su capital en el país y quedan sujetas a
leyes y tribunales argentinos. A su vez, los acreedores en el país gozan de privilegio sobre los
bienes que estas entidades tengan en el territorio.
Todas las acciones deben ser nominativas para poder individualizar a los socios que son
evaluados como condición de autorización de la entidad.
Los directorios de las entidades constituidas como sociedades anónimas en el país, sus
integrantes, los miembros del consejo de vigilancia y los síndicos deberán informar de
inmediato sobre la negociación de acciones u otra circunstancia capaz de producir un cambio
en la calificación de las entidades o alterar las estructuras de los respectivos grupos de
accionistas.
Igual obligación regirá para los enajenantes y adquirentes de acciones y para los consejos de
administración de las sociedades cooperativas y sus integrantes.
Filiales
El ente rector también debe autorizar la apertura de filiales. Puede denegarlas basado en
oportunidad y conveniencia. La instalación de nuevas sucursales o filiales responde a una
política de expansión territorial, que aumenta el volumen de áreas operativas. De esta manera,
se desarrolla un sistema más completo.
Publicidad y denominación
“Las denominaciones que se utilizan en esta ley para caracterizar las entidades y sus
operaciones solo podrán ser empleadas por las entidades autorizadas. No podrán utilizarse
denominaciones similares, derivadas o que ofrezcan dudas acerca de su naturaleza o
individualidad”24.
Se trata de evitar inducir en engaño o confusión a los terceros que los contratan, como así
también proteger la operatoria de las mismas entidades autorizadas. La denominación o sus
similares no pueden ser utilizados por personas o sociedades que carezcan de autorización.
Está prohibida toda publicación o acción tendiente a captar recursos de terceros. “Las
transgresiones facultan al Banco Central a disponer su cese inmediato y aplicar las sanciones
previstas”25.
39
Operaciones bancarias
Como ya hemos señalado, nuestra ley adscribe al modelo de banca especializada; es de allí que
cada uno de los tipos de entidades financieras que contempla la ley tiene ciertas actividades
permitidas en función de sus características, a excepción de los bancos comerciales, que por
regla pueden hacer todo tipo de operaciones.
Operaciones prohibidas
Todas las entidades del sistema tienen prohibidas ciertas operaciones que, por sus
particularidades, exhiben ciertos riesgos, ya que implican una inmovilización excesiva o la
desnaturalización propia de la actividad. Es por ello por lo que la normativa restringe ciertas
actividades que pueden atentar contra la misma entidad.
Respecto a nuestro caso del Banco Alborada S. A., este ha adoptado la forma que establece la
Ley de Entidades Financieras N.o 21526 para las entidades del sector privado, precisamente de
allí su denominación de S. A, seguida del nombre, lo que lo constituye como una Sociedad
Anónima, ya que las entidades financieras del sector público (nacional, provincial o municipal),
como lo hemos visto, adoptarán las formas que sus cartas orgánicas establezcan.
Los bancos funcionan con un mínimo de recursos propios comparado con las deudas que
contrae. Pero el nivel de endeudamiento no puede ser discrecional, sino que debe guardar
relación con el capital y sus reservas. La solvencia se vincula de manera directa con la cartera
de préstamos; de allí la importancia en la calidad y sanidad de esta.
40
Los niveles de liquidez y solvencia importan, sobre todo, a las entidades, que son quienes los
pueden padecer, pero las características de la actividad hacen que las cuestiones vinculadas
con estos aspectos sean sigilosamente controladas por el ente rector.
Los bancos miden la liquidez y la solvencia sobre la base de una serie de reglas técnicas; por
ello se fijan límites de endeudamiento, el grado de morosidad, el efectivo mínimo, entre otras
cosas.
Regulación
A los fines de preservar la liquidez y la solvencia, el Banco Central reglamenta medidas que los
bancos deben tener en cuenta las cuales consisten en:
1 “Limitar la expansión del crédito, tanto en forma global como para distintos tipos de
préstamos y de otras operaciones de inversión”26.
Esto por cuanto configuran una responsabilidad eventual y, por tal motivo, son pasivos
contingentes.
Esto es, fundamentalmente, por la incidencia en la economía que tienen estas entidades y el
sistema en su conjunto. Puntualmente, con los plazos se persigue ensamblar la devolución de
los préstamos con la captación de los ahorros, de modo de evitar desfasajes que puedan
resentir la liquidez de las entidades.
5“Relaciones técnicas a mantener entre recursos propios y las distintas clases de activos, los
depósitos y todo tipo de obligaciones”30.
Estas relaciones técnicas responden a comparaciones entre distintas partidas del balance que
tienen vinculación operativa, financiera y económica y que indican la capacidad o aptitud de la
entidad para ejercer la actividad.
El régimen de efectivo mínimo, también denominado reserva o encaje legal, es aquella parte
de los depósitos u obligaciones a la vista que las entidades deben mantener disponibles, vale
decir, no colocar en operaciones activas. El propósito de esta reserva lo podemos circunscribir
a:
Responsabilidad patrimonial
Se establece que “las entidades mantendrán los capitales mínimos que se establezcan”33. La
ley procura que el capital y las reservas de las entidades cumplan la función de garantía al
posibilitar que se soporten eventuales pérdidas y evitar eventuales disoluciones y
liquidaciones. Es el Banco Central quien fija los capitales mínimos que deben integrar los
bancos.
El fundamento que subyace a este criterio es que los riesgos de la cartera de préstamos deben
ser asumidos por los accionistas y no por los depositantes y ahorristas de la entidad.
Fortaleciendo más el sistema, se establece que:
Las entidades deberán destinar anualmente al fondo de reserva legal la proporción de sus
utilidades que establezca el Central, la que no será inferior al 10% ni superior al 20%. No
podrán distribuir ni remesar utilidades antes de la aprobación de los resultados del ejercicio y
de la publicación del balance general y cuenta de ganancias y pérdidas.34
Llegando al final del recorrido de esta tercera lectura, hemos podido observar, los requisitos
que las entidades financieras deben cumplimentar, de acuerdo con lo que dispone la Ley N.o
21526, para ser autorizadas a funcionar y las prerrogativas que posee el BCRA, en virtud de lo
dispuesto por su Carta Orgánica Ley N.o 2414435, la que le confiere toda la autoridad para
controlar y ejercer un poder de policía sobre el sistema financiero y las entidades que lo
integran.
Régimen financiero
La entidad financiera en dificultades
En sus veinte años de desempeño en el sistema financiero de la República Argentina, el Banco
Alborada S. A. nunca ha tenido que enfrentarse a esta situación de dificultad, ya que, desde su
creación y autorización por el BCRA, ha cumplimentado los requerimientos establecidos en la
normativa vigente sobre el tema; a saber, la Ley de Entidades Financieras N.o 215261. El BCRA
realizó los requerimientos de control sobre el Banco Alborada S. A., en virtud de las funciones
de policía y control del sistema financiero que le acuerdan la Ley N.o 241442, sin hallar
irregularidades relevantes que estén tipificadas en la normativa vigente.
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No obstante, avanzaremos en considerar cómo deberán proceder las entidades financieras
ante la detección de irregularidades e incumplimientos de la Ley N.o 21526 para sanear esta
situación, los plazos que deberán cumplimentar, etc., y cómo deberán proceder ante la
suspensión o revocación de la autorización para funcionar.
Todo el esquema reglamentario referido a estos puntos tiene por finalidad asegurar la
estabilidad económica de las entidades, dándole oportunidad para sanear sus dificultades. Por
tal motivo, se prevé, en primer término, que “toda entidad que no cumpla con las
disposiciones de este título o con las normas que dicta el Banco Central de la República
Argentina, deberá dar las explicaciones pertinentes dentro de los plazos que éste establezca”3.
Vale decir que, si un banco no cumple con las disposiciones sobre liquidez y solvencia, la
responsabilidad patrimonial o el efectivo mínimo, al constatarlo o tomar conocimiento del
desliz en sus relaciones técnicas, deberá dar las explicaciones del caso. Este es un mecanismo
simple de indagación que permite obtener aclaraciones sobre determinados aspectos del
funcionamiento, que en principio podrían comprometer su desenvolvimiento. El plazo lo ha de
fijar el mismo Banco Central. Los requerimientos de explicación competen a la
superintendencia. Paralelamente, las entidades deberán presentar un plan de regularización,
en los plazos y condiciones que fije el Banco Central, que no podrá exceder los treinta días.
Ahora bien, ¿qué sería un plan de saneamiento? Aun cuando no está definido en la ley,
podemos entenderlo como el conjunto de medidas que la entidad en dificultades propone al
Banco Central a efectos de superar la situación de crisis. Estas medidas podrían consistir en un
aumento de capital, la venta de la cartera de préstamos de cumplimiento irregular, etc.
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instituto se debe implementar con mucha precaución y debe ser tendiente al cumplimiento del
plan.
Por último, se debe tener en cuenta que, como medida complementaria, el Central podrá
El Superintendente podrá, previa autorización del presidente del Banco Central disponer la
suspensión transitoria, total o parcial, de las operaciones de una o varias entidades financieras,
por un plazo máximo de treinta días. De esta medida se deberá dar posterior cuenta al
Directorio.8
Indudablemente, se trata de una medida que se debe ordenar, en ejercicio del poder de
policía, cuando existan causas graves que comprometan el normal desenvolvimiento de la
entidad. Está reglamentada en el art. 49 de la Ley N.o 241449, aun cuando lo natural hubiera
sido que esté en la Ley de Entidades Financieras. Esta consiste en una serie de medidas,
alternativas, que puede ordenar el Banco Central, previo a la revocación, en resguardo de los
depositantes. La decisión debe ser adoptada por la mayoría absoluta del directorio.
Las distintas medidas, a cuya lectura remitimos en el art. 35 bis de la Ley N.o 21526, requieren
como condición de procedencia que opere alguna de las causales de revocación que están
enunciadas en el art. 44 de la ley10, aunque luego y supeditado a la eficacia de la medida, no
necesariamente debe sobrevenir la revocación.
De la misma forma que es el Banco Central quien autoriza el funcionamiento de las entidades
financieras, también es quien revoca su autorización, empero, en este caso, la decisión no es
discrecional, sino que deben operar ciertas causas para que tenga lugar. La ley, al tratar las
causas, distingue aquellas que son de incumbencia propia de las autoridades estatutarias del
banco y, por otro lado, las que directamente son determinadas por la autoridad, siendo estas
últimas de carácter sancionatorio.
Dentro del primero de los supuestos, el art. 44 de la Ley de Entidades Financieras N.o 2152611
distingue dos casos:
2 Cuando opere alguna causal de disolución de la entidad, de las previstas en las leyes que
reglamentan su existencia (v. g., leyes N.o 1955012 o N.o 2033713)
2 En los demás casos previstos en la Ley N.o 21526. Este último supuesto es más bien de
carácter residual y comprende las distintas hipótesis establecidas en la ley, tal como el art.
3414, pero fundamentalmente atiende a los casos en que hubieran desaparecido las
condiciones que se tuvieron en cuenta para el otorgamiento de la autorización (art. 1515in
fine). El Central, una vez que toma la decisión de revocar, debe poner en conocimiento del juez
competente la decisión de revocación. A partir de entonces, el magistrado deberá iniciar el
proceso de liquidación u ordenar la quiebra según lo estime conveniente o lo requiera la
autoridad administrativa.
Liquidación
La ley prevé un doble esquema de liquidación: por un lado, la liquidación judicial y, por el otro,
la autoliquidación, en ambos casos es de aplicación supletoria la Ley de Sociedades N.o
1955017. De igual forma, de sobrevenir la quiebra resulta de aplicación la Ley N.o 2452218.
Sin perjuicio de ello y en cualquier momento, el juez podría determinar que prosiga en forma
judicial cuando se den los supuestos de las leyes N.o 1955019 y N.o 2452220. En los demás
casos, la liquidación siempre será judicial, salvo que se decrete la quiebra.
Quiebra
Como principio liminar se debe comenzar aclarando que una entidad financiera no puede
concursarse ni pedir su propia quiebra. Tampoco podrá decretarse la quiebra hasta tanto le
sea revocada la autorización para funcionar. Cuando el Banco Central dispone la revocación,
entiende que la entidad está en cesación de pagos y puede resolver también pedirle la
quiebra. En tal supuesto, el juez debe expedirse de inmediato.
A la vez, podría ser también el liquidador quien le requiera la quiebra. En efecto, ni bien asume
su función, debe expedirse sobre la factibilidad de la continuidad de la liquidación. De no
estimarla viable, podría en dicho momento pedir que se decrete la quiebra. De lo contrario, en
cualquier instancia del proceso de liquidación, de estimarlo necesario, podría denunciar la
cesación de pago y con ello la quiebra.
Por otra parte, también el juez de oficio podría disponerla en caso de verificar la cesación de
pagos. Los terceros, por regla, no están legitimados para pedir la quiebra, pero cuando
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formulen este requerimiento y el juez lo estime procedente, debe rechazarla de oficio, pero le
dará intervención al Banco Central para que, si así correspondiera, previa revocación, formule
el pedido.
Existe un solo caso en que un tercero puede pedir la quiebra y ello ocurre cuando una entidad
financiera hubiera sido reestructurada y se le hubieran excluido activos y pasivos, y luego
hubieran transcurrido sesenta días corridos desde que se dispuso la revocación. En tal
supuesto, los acreedores adquieren legitimidad y pueden requerir la quiebra.
En todos los casos, se aplicarán las disposiciones de la Ley de concursos y quiebras N.o
2452221, con excepción de las regulaciones que posee la misma Ley de Entidades Financieras.
Parte de las excepciones a las que hace referencia es que no son susceptibles de ser revocados
ni declarados ineficaces los actos realizados con la autorización del Banco Central en los
supuestos previstos en el art. 35 bis (exclusión de activos) ni los establecidos en el art. 17, inc.
b, c, y e de la CO22 (transferencias de activos en garantía o para descuento).
A la vez, en ningún caso se podrán aplicar las normas sobre continuidad de la empresa, etc.
Privilegios
Como todos saben, a esta altura, el privilegio es el derecho que tiene una persona de cobrar
con preferencia a otra sobre el producto de un bien determinado o sobre una universalidad de
estos. La Ley de Entidades Financieras posee un esquema propio de privilegios que guarda
relación con los derechos que pretende tutelar. Dicha regulación se encuentra esencialmente
en el art. 5323, al cual remitimos para su estudio.
Esta ley determina los lineamientos sobre los cuales se estructura el sistema, pero,
esencialmente, se encuentra reglamentado y organizado a través del Decreto 540/95,
referente al Sistema de Seguro de garantía de los depósitos bancarios26. El sistema se inspiró
en la idea de crear una cobertura limitada para los depósitos que evitara una carga gravosa
para las entidades y, a la vez, eludiera la creación de un organismo burocrático para la
liquidación. Es de allí que se previó:
Como respuesta al primer punto, se estableció la creación de un fondo que deberá formarse
con el aporte de todas las entidades que se determinaba sobre la base de un porcentaje del
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promedio de los saldos disponibles de los depósitos en pesos y moneda extranjera. Dicho
fondo deberá ser administrado bajo estrictas pautas.
Limitado
Obligatorio
Oneroso
Subsidiario y complementario
En virtud de que opera luego del esquema de privilegios, vale decir que opera cuando, sobre la
base de los privilegios que establece la Ley de Entidades Financieras, no han cobrado o, de lo
contrario, no percibieron la totalidad, con lo cual lo completa. Existen determinados depósitos
que están excluidos del régimen de garantía.
El art. 41 de la Ley N.o 21526 establece que, quedarán sujetas a sanción por el Banco Central
de la República Argentina las infracciones a la presente ley, sus normas reglamentarias y
resoluciones que dicte el Banco Central de la República Argentina en ejercicio de sus
facultades. Las sanciones serán aplicadas por el presidente del Banco Central de la República
Argentina, o la autoridad competente, previo sumario que se instruirá con audiencia del
imputado.
Llamado de atención.
Apercibimiento.
Multas.
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Inhabilitación temporaria o permanente para desempeñarse como promotores, fundadores,
directores, administradores, miembros de consejo de vigilancia, síndicos, liquidadores,
gerentes, auditores, socios o accionistas de entidades comprendidas en la presente ley.
Recursos
La ley, al tratar las causas de revocación para funcionar de las entidades financieras, distingue
aquellas que son de incumbencia propia de las autoridades estatutarias del banco y, por otro
lado, las que directamente son determinadas por la autoridad (BCRA). Arrastra y pega las
causas con su incumbencia.
Magnitud de la infracción.
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