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El derecho bancario y el sistema

financiero argentino
Para comenzar con nuestro recorrido por la materia de Derecho Bancario y Mercado de
Capitales, te presentamos la siguiente situación que intenta reproducir una de las tantas que
ocurren en el desarrollo de la operatoria diaria en el sistema financiero argentino e
internacional. Sus actores principales lo constituyen las entidades bancarias y financieras en su
rol de proveedoras de servicios financieros. Estas facilitan el flujo de dinero por medio de la
intermediación financiera que desempeñan entre las personas físicas o jurídicas que solicitan
esos servicios.

El Sr. Rogelio Canepa percibió hace unas semanas la suma de tres millones de pesos ($3 000
000) en concepto de indemnización, que la empresa Refacciones Argentinas S. R. L. le abonó
por haberlo despedido de su puesto gerencial sin causa y por reestructuración de personal. El
Sr. Canepa decidió insertarse en el mercado y en la producción con el fin de generar un
sustento económico para su familia y una fuente laboral para terceros. Se inició en el rubro
gastronómico con un emprendimiento de fabricación y comercialización de empanadas. Para
ello, le encomendó a un estudio jurídico la gestión de la inscripción de su emprendimiento —
con la denominación de El Hornito Cordobés S. R. L.— ante el organismo estatal de inspección
de personas jurídicas. Ese proceso se encuentra en trámite. Por esa razón, además de verse
motivado por la necesidad de no descapitalizarse y para que su dinero no se desvalorizara ante
la suba inflacionaria, tomó la determinación de invertirlo en una entidad bancaria: Banco
Alborada S. A., el principal banco privado del sistema financiero, ya que este opera desde hace
veinte años en el mercado financiero local y posee, además, sucursales en todas las provincias
del país. Por un lado, le daba confianza invertir en una entidad con solidez financiera-
patrimonial y, por el otro, le aseguraba la posibilidad de operar en cualquier punto del
territorio nacional con el solo hecho de abrir una cuenta en la sucursal Córdoba, localidad
donde tenía su domicilio familiar y comercial, en vista de su emprendimiento.

El Sr. Canepa se presentó en la sucursal de Córdoba del Banco Alborada S. A. y fue atendido
por la ejecutiva de Banca Empresas, Celeste Ceilán, a quien le comentó de su despido de
Refacciones Argentinas S. R. L. y de la indemnización que percibió. También le contó de su
intención producir empanadas y de la constitución e inscripción en trámite de la empresa El
Hornito Cordobés S. R. L. Luego, le manifestó su deseo de depositar la suma de $3 000 000,
que recibió como indemnización por despido, y le solicitó constituir un depósito a plazo fijo por
la suma de $2 000 000 a título personal. Además, le pidió la apertura de una cuenta corriente
bancaria a nombre de la empresa que se encontraba en trámite de inscripción en la IPJ
(Inspección de Personas Jurídicas), en la que depositaría la suma restante de $ 1 000 000 para
tener disponibilidad inmediata de dinero en efectivo y avanzar con la compra de elementos
necesarios para la producción, materia prima, etcétera. Por último, solicitó la habilitación de
chequeras con cheques de pago común y cheques de pago diferido para destinar al pago de
proveedores, lo que le garantizaba un giro comercial.

La Srta. Celeste Ceilán le pidió al Sr. Canepa, además de su documentación personal —es decir,
su documento nacional de identidad (DNI) y el comprobante de clave única de identificación
tributaria (CUIT)—, una boleta de impuesto o servicio que comprobara su domicilio y el recibo
de liquidación final extendido por la empresa que lo había despedido. Una vez verificado este y
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el monto percibido por el Sr. Canepa en concepto de indemnización, la señorita le comentó
que no habría inconvenientes de constituir el depósito a plazo fijo por $2 000 000 y le informó
que la tasa de interés que pagaba el banco a 30 días era del 48 % anual (TNA, tasa nominal
anual), pero que, por el monto que depositaría, le haría una atención y la elevaría tres puntos.
Entonces, pactaron una TNA de 51 %. Luego de ello, la señorita procedió a avanzar con la
solicitud y recepción de la documentación que respaldaba la gestión en trámite de la empresa
El Hornito Cordobés S. R. L. Analizó el acta constitutiva y el estatuto y comprobó la
autorización de facultades amplias que se le extendían al Sr. Canepa, lo que lo habilitaba, entre
otras cosas, a operar en entidades bancarias y financieras con apertura de cuentas, solicitud de
créditos y toda otra operatoria bancaria en nombre y representación de la empresa
mencionada. La Srta. Celeste le informó que no habría inconvenientes en realizar la apertura
de la carpeta de crédito a nombre de la S. R. L. (Sociedad de Responsabilidad Limitada) en
trámite y le habilitó un paquete de productos que incluía una cuenta corriente, una caja de
ahorro en pesos, una caja de ahorro en dólares, una tarjeta de crédito Savil y Wester Card, y
una tarjeta de débito para efectuar retiro de efectivo en los cajeros automáticos de la red
Blanco y Kilin o de los comercios adheridos al servicio Super Cash que brindaba el banco, con el
cual podía realizar extracción de efectivo de las cajas habilitadas en esos comercios con las
compras pagadas con la tarjeta de débito.

Acto seguido, la Srta. Celeste le solicitó al Sr. Canepa que firmara la solicitud de depósito a
plazo fijo a 30 días, donde se le informaba la TNA del 51 % que el banco le abonaría en
concepto de intereses. También le pidió que firmara una solicitud multiproducto de apertura
de cuenta con los términos y condiciones de contratación, los costos de mantenimiento de las
cuentas, el contrato de la tarjeta de crédito (uno por cada marca), en el que se le informaba
que ambas tarjetas tenían una TNA del 80 %, con una TEM (tasa efectiva mensual) del 4,19 % y
un costo mensual de mantenimiento del resumen por $250 por cada marca.

Además de estos servicios mencionados, la ejecutiva de Banca Empresas le ofreció al Sr.


Canepa la apertura de una caja de seguridad de 10 x 15 x 60 cm y le informó que el costo
mensual de esta caja se establecía en la suma de $2500, pero que el contrato era semestral y
el monto se debitaba automáticamente de la cuenta corriente abierta. El Sr. Canepa aceptó la
propuesta y firmó el contrato de la caja de seguridad pertinente junto con los otros productos.

Una vez que el Sr. Canepa firmó las solicitudes y contratos, y luego de realizar en el sistema de
cómputos del banco la apertura de las cuentas, la Srta. Celeste le entregó una copia de los
papeles, firmada por ella en representación del banco, y lo invitó a dirigirse a la caja para
materializar el depósito del efectivo convenido.

Por otro lado, en el mismo momento en que el Sr. Canepa constituyó el depósito por tres
millones de pesos, el ejecutivo de clientes de Banca Individuos, Javier Real, le otorgó a la Sra.
Miriam Furlong un préstamo en efectivo para consumo personal por la suma de dos millones
quinientos mil pesos ($2 500 000), quien acreditó —por medio de los últimos cinco recibos de
haberes— que se encontraba en relación de dependencia en la prestigiosa empresa aérea El
Halcón S. A., con una antigüedad de 15 años y con un haber mensual de $100 000. Previo a
esto, le solicitó la documentación respaldatoria de identidad (DNI, constancia de CUIL, boleta
de impuesto o servicio que probara domicilio, últimos seis recibos de haberes).

El Sr. Real invitó a la Sra. Furlong a que firmara la solicitud del préstamo y un pagaré por el
monto que recibiría en efectivo como respaldo y garantía de la operación. En la solicitud se
especificaron las cláusulas que se convenían por el préstamo de dinero en efectivo (mutuo),
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entre las cuales se establecía que se otorgaba un préstamo de dinero en efectivo por la suma
de $2 500 000 a una TNA del 89 % y con un costo financiero total (CFT) del 109,88 % sin IVA
(impuesto al valor agregado) y del 139,13 % con IVA incluido, a devolver en 120 cuotas
mensuales, fijas y consecutivas, cuyo primer vencimiento operaría el día 10 de agosto de 2019
y la última cuota se abonaría el día 10 de agosto de 2029, o día hábil siguiente bancario. Las
cuotas ascendían a la suma de $49 818,75. Además, la señora autorizó expresamente a que se
debitaran vía CBU (clave bancaria uniforme) todas y cada una de las cuotas a su vencimiento,
de su cuenta bancaria n.o 35-56-528963-8 de Banco Alemán S. A., en la cual se acreditaban sus
haberes mensuales. El Sr. Real informó que el préstamo se otorgaba junto con un paquete de
cuentas, compuesto por una caja de ahorro en pesos, con su correspondiente tarjeta de
débito; una caja de ahorro en dólares, y una tarjeta de crédito Savil. Por dicho paquete de
productos, el costo mensual que resultaba era de $500.

Acto seguido a la firma de la solicitud multiproducto, que incluyó un contrato de mutuo, el de


la tarjeta de crédito (en el cual se expresaba que, por su utilización, el banco cobraría una tasa
nominal anual de interés del 120 %) y el del pagaré, le entregó una copia de los documentos y
procedió a dar de alta en el sistema de cómputos el préstamo otorgado. El dinero se acreditó
en una caja de ahorro en pesos que Javier habilitó a nombre de la Sra. Furlong, quien, luego de
pasar por la caja y efectuar un retiro de efectivo de $2500, se fue de la entidad bancaria.

Autonomía y caracteres
Autonomía
Entendemos que el derecho bancario es autónomo, ya que pertenece a una rama
específica del derecho que es considerada en forma individual y es autárquica, tanto
en su análisis científico-doctrinario como en las cátedras de las universidades. Esta
posición doctrinaria se ve reforzada con su inclusión en el articulado del Código Civil y
Comercial de la Nación1 en forma sustancial, en referencia específica a los contratos
bancarios, separada de los demás contratos, debido a sus particularidades, lo que se
refleja también en la normativa que trata cada uno de los aspectos que comprenden
esta materia.

Aun cuando es cierto que la actividad bancaria, en esencia, es comercial, no es menos


cierto que sus particularidades y su trascendencia dan vida a normas específicas
teñidas de características singulares. Fundamentalmente, el interés público que existe
en esta actividad lleva a una caracterización de la cual derivan principios particulares,
tales como la prevalencia del interés general, la limitación en la autonomía de la
voluntad, la obligatoriedad de ciertos comportamientos, entre otros. Estas
características informan, en su gran mayoría, las normas que reglamentan esta
actividad.

Sin ir más lejos, la actividad bancaria está reglamentada, básicamente, por la Ley de
Entidades Financieras N.o 215262, la Carta Orgánica del Banco Central de la República
Argentina N.o 241443 y las reglamentaciones que esta autoridad de aplicación emite.
No obstante, dentro del contenido de la materia, estudiamos numerosas leyes que
forman parte de otras ramas del derecho con las cuales el derecho bancario se
encuentra íntimamente ligado, pero esto no opaca la autonomía que venimos
propugnando, la cual sostenemos, inclusive, desde el punto de vista legislativo.

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La autonomía didáctica tal vez sea la que menos diferencias genera, debido a que
actualmente el derecho bancario es un objeto de estudio específico. Prueba de ello es
que constituye una asignatura en las mayorías de las universidades del país y también
del mundo.

[1] Ley N.o 26994 (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina. Recuperado de http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-
239999/235975/norma.htm#2 

[2] Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable Congreso de la Nación
Argentina. Recuperado de http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm.

[3] Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado
de http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542
Caracteres

Existen distintos elementos que caracterizan e informan al derecho bancario y surgen


fundamentalmente de la naturaleza de la actividad. Entre ellos tenemos:

Doble carácter de público y privado Esta característica ha llevado a considerar al


derecho bancario como bifronte y deriva de
que posee normas de derecho público y de
derecho privado. Los bancos, regularmente, se
relacionan tanto con el Estado, que es quien
los autoriza a operar y a la vez los supervisa,
como con los particulares, que son con quienes
naturalmente operan. Las normas que regulan
sus relaciones con el Estado son de derecho
público y las que determinan su vinculación
con los particulares son de derecho privado.
La prevalencia del interés público sobre el Esta característica es consecuencia del interés
privado público que existe en la actividad bancaria, tan
es así que hay autores que han llegado a
considerarla un servicio público. De esta
característica surge la existencia de numerosas
normas imperativas a las cuales las partes no
pueden sustraerse.
La masividad de sus operaciones La actividad bancaria se caracteriza por la
masividad de sus operaciones. Aun cuando
esto no es absoluto, en líneas generales, el
negocio bancario resulta del volumen y de la
reiteración de las operaciones, lo que insufla
ciertas particularidades en las normas que la
regulan y, a su vez, en su interpretación.
La formalidad Las formas para seguir con los bancos tienen
origen, en parte, en las exigencias de la
autoridad de aplicación, que, en aras de la
seguridad y del interés público, impone
permanentes recaudos en la contratación.
Paralelamente, también en la celeridad y en la
reiteración de los actos bancarios que
conllevan a reglas uniformes, y es por ello por
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lo que la mayoría de los contratos son de
adhesión a condiciones generales.
La profesionalidad La habitualidad y especialidad de la actividad
desarrollada por las entidades financieras lleva
a que pueda considerársela profesional. Esta
nota genera, desde el punto de vista jurídico,
importantes consecuencias que no se perciben
tanto en las mismas normas, sino,
fundamentalmente, en su interpretación. Basta
repasar cualquier repertorio de jurisprudencia
para advertir cómo la profesionalidad
constituye el norte en la valoración de los
conflictos bancarios.
Influencia tecnológica Los bancos poseen una gran propensión a la
asimilación de los avances tecnológicos porque
esto no solo les permite vender y otorgar
nuevos servicios, sino que les reporta rapidez,
seguridad y menores costos, aspectos que
resultan fundamentales en la actividad.
Importancia de la buena fe Aun cuando este elemento es connatural de
toda relación contractual, adquiere mayor
relevancia dentro de la contratación bancaria,
donde muchas operaciones se realizan sin
firma.
Importancia de los usos y costumbres En materia bancaria, proviene del hecho de
que nuestra Constitución nacional4, al
incorporar el derecho de gentes como fuente
legislativa, le otorga valor de fuente del
derecho.

[4] Ley N.o 24430 (3 de enero de 1994). Constitución de la Nación Argentina. Honorable Congreso de la Nación
Argentina. Recuperado de http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-4999/804/norma.htm

Precisamente, estos elementos los podemos observar claramente en la operatoria


realizada por el Sr. Rogelio Canepa. Vemos el carácter bifronte del derecho bancario,
ya que, por la normativa vigente y por la obligación de cumplimentar con los requisitos
que el Estado les coloca a las entidades bancarias, tanto la Srta. Celeste Ceilán como el
Sr. Javier Real —ejecutivos de empresas y de clientes del banco— les solicitan la
documentación respaldatoria al Sr. Canepa y a la Sra. Furlong, respectivamente. De
esta forma, por un lado, el banco cumple con las disposiciones de la Ley N.o 21526 5, de
cara a su obligación con el Estado y, por el otro, se asegura de cumplir el llenado y la
firma de los contratos por los servicios financieros acordados. Así, cumple con lo
dispuesto por el Código Civil y Comercial de la Nación 6 en la sección que destina a los
contratos bancarios, de cara al vínculo que se crea por las cláusulas convenidas en
estos entre los nuevos clientes del banco —el Sr. Canepa y la Sra. Furlong, en carácter
de consumidores cuando contratan para su consumo personal y familiar— y el banco.
No encuadra en esta disposición el destino de la cuenta que se abre con fines
comerciales (empresa El Hornito Cordobés S. R. L. ) y la entidad bancaria Banco
Alborada S. A.

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[5] Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable Congreso de la Nación
Argentina. Recuperado de http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm 

[6] Ley N.o 26994 (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina. Recuperado de http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-
239999/235975/norma.htm#2

Cabe destacar que lo que ocurre con los nuevos clientes en la sucursal de Córdoba se
multiplica por la cantidad de clientela que posee el Banco Alborada S. A. en todas las
sucursales que este tiene a lo largo del territorio nacional, por lo que materializa, de
esta forma, la masividad en sus operaciones.

Esos pasos tomados por los ejecutivos visibilizan también el carácter de formalidad, en
cumplimiento del plexo normativo, y de profesionalidad, ya que los realizan con
habitualidad y especialidad, cumplimentando con los requisitos puntuales normados.
Todos estos pasos se ven plasmados en el sistema de cómputos del banco, ya que
antes de que el Sr. Canepa y la Sra. Furlong pasaran por la caja, los ejecutivos del
banco cargaron las operaciones y dieron de alta a los nuevos clientes. Esto los
incorporó a un abanico de utilizaciones tecnológicas de las cuales podrán hacer uso
(cajeros automáticos, terminales de autoservicio, página de home banking,
aplicaciones en celular, etc.) y operar cómodamente desde donde gusten y en
cualquier horario. Se concreta así la influencia tecnológica.

La buena fe siempre tiene lugar, ya que es fundamental en la operatoria bancaria, la


cual ejercerá el Sr. Canepa en el futuro, dado de alta como cliente del banco, cuando,
por ejemplo, solicite un préstamo desde la aplicación bajada en su celular o
telefónicamente por el servicio denominado banca telefónica y se le acredite
automáticamente el importe del préstamo en su caja de ahorro en pesos sin haber
firmado ningún soporte en papel. 

Por último, los usos y costumbres forman aquellos actos humanos que no están
reglados en la normativa, pero que tienen el carácter de reiterativos y aceptados
socialmente. El Sr. Canepa y la Sra. Furlong, seguramente, aguardaron su turno para
ingresar a la caja, según lo que se estila en la actividad bancaria.

Ubicación en el derecho (público o privado)


Fuentes. Bases constitucionales del sistema.
Las leyes N.o 21526 y N.o 24144.
El derecho bancario se encuentra ubicado en el derecho privado, más aún con la incorporación
de gran parte de su plexo normativo al nuevo Código Civil y Comercial de la Nación7. Se
pueden encontrar entre sus fuentes el ius gentium, reconocido como fuente de nuestro
derecho por nuestra Constitución nacional8. En relación con la operación de los bancos y
nuestro mercado de capitales, mencionaremos las siguientes leyes:

[7] Ley N.o 26994 (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm#
6
[8] Ley N.o 24430 (3 de enero de 1994). Constitución de la Nación Argentina. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-4999/804/norma.htm

Ley de Entidades Financieras N.o 215269


Regula la actividad financiera propiamente dicha, lo que incluye la constitución de las
entidades financieras, su clasificación y operatoria, sus autoridades y su extinción, además de
regular la administración de los servicios bancarios y otros temas relacionados con el
funcionamiento y la operatoria financiera de estas.

[9] Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable Congreso
de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm

Carta Orgánica del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Ley N.o 2414410

[10] Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la República
Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542

Regula normativamente qué personas o entidades privadas o públicas oficiales o mixtas


podrán realizar intermediación entre la oferta y la demanda de recursos financieros.

Ambas disposiciones normativas forman un bloque fundamental a la hora de regular las reglas
mediante las cuales cualquier entidad puede participar en la interacción financiera y cómo
debe hacerlo. Dentro de dicha actividad bancaria, como cualquier actividad social, hay sujetos,
relaciones y objetos.

En el ámbito cerrado que es el sistema creado por la Ley de Entidades Financieras y otras
reglas del sistema, son pocos los sujetos habilitados para participar. Uno de estos es el Banco
Central de la República Argentina que, en tanto es una persona de derecho administrativo,
está limitado por su competencia o por el expreso facultamiento legislativo para la realización
de determinados actos, al margen de los cuales no puede actuar. Por otra parte, se encuentran
las entidades financieras, expresión que alude a los demás actores, entre las que están los
bancos, las compañías financieras, las cajas de crédito y otras modalidades habilitadas por la
ley para intervenir en el mercado financiero.

Las relaciones son las que se desprenden del derecho bancario, con aspectos contables y
jurídicos. Este último se traduce en contratos bancarios.

En referencia al objeto, podemos decir que lo constituye el crédito dentro de los contratos que
estudiamos en esta materia.

Cuando se habla, en general, de actividad bancaria, implícitamente, se hace referencia a la


persona que la realiza, vale decir, a los bancos. Los bancos son empresas, entendidas como la
organización de capital, trabajo y tecnología, que tiene por objeto prestar servicios financieros.

Desde el pasado, la actividad bancaria siempre estuvo direccionada a la captación de recursos


para luego destinarlos al financiamiento, pero con el tiempo se fueron expandiendo en su
objeto y se convirtieron en los proveedores naturales de los medios de pago.

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A la vez, también fueron incorporando una amplia gama de funciones y servicios, a tal extremo
que hoy los principales ingresos que poseen estas entidades provienen más de los servicios
que del financiamiento.

Dentro de la actividad que actualmente desarrollan los bancos, podemos distinguir las
operaciones típicas de aquellas complementarias o accesorias.

Esta distinción resulta sumamente relevante debido a que es a partir de la conceptualización


de la actividad típica que se determina el ámbito de aplicación de la ley.

En este sentido, la Ley de Entidades Financieras en su art. 1 establece que “quedan


comprendidas dentro de esta ley y en sus normas reglamentarias las personas o entidades,
privadas, públicas —oficiales o mixtas— de la Nación, de las provincias o municipales que
realicen intermediación habitual entre la oferta y demanda de recursos financieros”11.

[11] Art. 1, Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm

Del concepto que esboza la norma se advierte, aun sin mayores conocimientos, que existen
cientos de operaciones que realizan los bancos y que no se encuentran definidas o
comprendidas dentro de dicha noción. Estas son las que llamamos accesorias o
complementarias. Sin ir más lejos, y a los fines de poder graficar lo que decimos, el contrato de
caja de seguridad (contratado por el Sr. Canepa en su visita al Banco) es un servicio que
habitualmente prestan los bancos, pero que nada tiene que ver con la idea de intermediación
de recursos financieros. Consecuentemente, si una empresa solo ofrece el servicio de caja de
seguridad, no está comprendida por la ley y, por ende, tampoco podemos decir que desarrolle
actividades financieras. De esto se sigue que, aun cuando los bancos han ido evolucionando y
actualmente desarrollan una variada gama de operaciones, sigue siendo una actividad puntual
la que los tipifica y coloca bajo el ámbito de aplicación de la ley. Esto es la intermediación
habitual entre la oferta y demanda de recurso financieros.

El hecho de que, dentro del universo de operaciones que pueden celebrar los bancos, sean
algunas puntuales las tipificadas en dicha actividad —más aún, con la implicancia de la
incorporación de esta materia al nuevo Código Civil y Comercial de la Nación12— direcciona el
foco de atención hacia que la comisión reformadora quiso incorporar la reglamentación de la
actividad bancaria.

[12] Ley N.o 26994 (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm#2

La actividad típica: naturaleza jurídica, la


institucionalización y supervisión.

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La actividad típica
El art. 1 de la ley N.o 2152613, cuando hace referencia al término intermediación, pretende
distinguirlo de la mediación, puesto que media quien acerca a las partes e intermedia quien se
pone entre ellas.

[13] Ley N.o 21526 (14 de febrero 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable Congreso de
la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm

Mediación
Un ejemplo de la mediación es el corredor que promueve el encuentro entre una persona que
quiere vender y otra que quiere comprar, y las vincula para que puedan concertar una
operación. Percibe, por dicha actividad, una comisión.

Intermediación
También se opera como nexo, pero a la vez, se está en el medio y se es parte de la operación.
En la intermediación financiera, el banco toma recursos de aquellas personas que poseen
excedentes y luego los presta a otras personas que tienen la necesidad de estos recursos.

La actividad que esencialmente se resume en tomar recursos de terceros para luego volverlos
a prestar es lo que se entiende como intermediación financiera, tal como sucedió con los
recursos ociosos depositados por el Sr. Canepa en el Banco Alborada S. A., que intermedia, los
toma y se los presta a la Sra. Furlong, necesitada de recursos. Lo que lleva a que podamos
diferenciar esta operación de una operación de mediación está dado por el hecho de que el
banco recibe los fondos por cuenta propia y luego los presta bajo la misma condición, distinto
de los que solo acercan a las partes. La ganancia no está en la comisión, sino en la diferencia de
precio que paga por tomar los recursos y lo que cobra al prestarlos. Esto, en la jerga bancaria,
se conoce como spread.

Es importante destacar que la intermediación deberá ser entre la oferta y demanda de


recursos financieros, es decir que deben darse los dos aspectos de la actividad regulada, tanto
la oferta como la demanda. Como lógica consecuencia, se encuentran excluidos de la actividad
aquellos que prestan recursos propios, ya que no estarían realizando la mentada
intermediación debido a que no existe el tercero que ofrezca los recursos y “a quien se debe
proteger”.

Vale decir que la actividad bancaria se desarrolla, esencialmente, con recursos de terceros,
sobre los cuales se intermedia, y es esta característica la que la tipifica. Por otro lado, se debe
señalar que, cuando se habla de recursos financieros, no se hace solo referencia al dinero o a
la moneda corriente, también pueden señalarse todos aquellos bienes de fácil conversión en
dinero, por ejemplo, los títulos valores.

Otro elemento para tener en cuenta es la habitualidad que debe existir en esta práctica,
puesto que un acto aislado no es objeto de control, sino la reiteración y coordinación en la
intermediación.

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Naturaleza jurídica

Se han suscitado algunas discusiones a nivel doctrinario sobre la naturaleza jurídica de la


actividad bancaria. Así, hay autores que entienden que se trata de un servicio público; otros,
que se trata de un servicio público impropio. Quienes critican esta posición destacan que en
esta actividad no existe ninguno de los elementos que caracterizan a los servicios públicos,
tales como la obligatoriedad, la uniformidad y la igualdad.

Sin perjuicio de ello, no dejan de reconocer el interés público que existe en esta actividad y,
por ende, la necesidad de control tendiente a la protección de los intereses económicos de la
comunidad. Justamente, es en mérito de este trascendente interés que el Estado delega el
poder de policía financiero en manos del Banco Central de la República Argentina, que es la
autoridad de aplicación de la Ley de Entidades Financieras14.

[14] Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable Congreso
de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm

En correspondencia con lo dicho, la mayor parte de la doctrina sostiene que la actividad es


privada, pero de interés público, posición a la cual adherimos. En efecto, cuenta con la
protección que emerge de los arts. 14 y 28 de la Constitución nacional15, que aseguran a todas
las personas el derecho a ejercer toda industria lícita, comerciar y asociarse con fines útiles,
que, si bien se trata de una actividad reglada, ello es a los fines de proteger el interés público
comprometido.

[15] Arts. 14 y 28, Ley N.o 24430 (3 de enero de 1994). Constitución de la Nación Argentina.
Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-4999/804/norma.htm

La institucionalización
La actividad, cuando es ejercida en forma regular y profesional, se integra dentro de un
sistema organizado por el Estado, en el cual se institucionaliza. Este sistema encuentra su
estructura en la Ley de Entidades Financieras16, que reglamenta la vida y la actividad de estas
entidades desde su inicio hasta su extinción. A la vez, reputa como autoridad de aplicación al
Banco Central de la República Argentina, que vela por el cumplimiento de estas normas y las
reglamenta.

[16] Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable Congreso
de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm

Para poder desarrollar el negocio de intermediación en el crédito y el dinero, se requiere


necesariamente institucionalizarse y, por ende, contar con la autorización del ente rector,
quien puede otorgarle la venia para operar en el mercado (de acuerdo con lo dispuesto por los
arts. 7 y 817 de la ley anteriormente nombrada) luego de analizar la conveniencia de la

10
iniciativa, las características del proyecto, las condiciones generales y particulares del mercado,
los antecedentes y responsabilidades de los solicitantes y la experiencia en la actividad.

[17] Arts. 7 y 8, Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras.
Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm

Al margen de lo dicho y como en todos los órdenes de la vida, es común que las personas
desarrollen la actividad que hemos denominado como típica sin contar con la autorización del
Banco Central. Esto se conoce como irregular o de hecho. Indudablemente, la actividad
ejercida de esta manera pasa a ser ilícita, puesto que está expresamente prohibida por la ley.
Sin perjuicio de ello, no queda exenta del ámbito de aplicación de la ley y del poder de policía
que ejerce el Central, que podrá requerirlo y, en su caso, sancionarlo. Va de suyo que, al
detectarse este tipo de operatoria, lo natural y la primera medida ha de ser procurar el cese de
dicha actuación.

La supervisión
Como ya lo reseñaremos, la actividad bancaria trasciende los intereses de las partes que
intervienen en cada operatoria; de allí el interés público al que nos venimos refiriendo. Podrían
ser numerosos los aspectos que despiertan este interés; no obstante y por una cuestión
didáctica, los hemos resumido a tres.

El operar con recursos de terceros

El hecho de que sean los bancos los receptores naturales del ahorro y, a la vez, que sean estos
mismos recursos los que prestan despierta sobre la actividad un interés mayúsculo y motoriza
todo el control que se despliega sobre la práctica que realizan estas entidades.
Indudablemente, y tal como sucede en la práctica, si los banqueros prestaran su propio dinero,
se despejaría esta preocupación y, por ende, el control. En efecto, las personas que prestan su
propia plata prima facie no se encuentran alcanzadas por la ley.

La coordinación en la captación y en la asignación de recursos

Al Estado le interesa la captación y la asignación de recursos como un medio para generar


inversiones y la posibilidad de crecimiento económico. El sistema financiero debe ofrecer
condiciones de desenvolvimiento que aseguren confiabilidad, competitividad y transparencia.

La expansión del dinero

La actividad bancaria lleva a una mayor expansión del dinero extremo, por lo que se conoce
como emisión secundaria. Este mayor circulante, cuando no es controlado, atenta contra el
mismo valor del dinero. Es de advertir que el dinero posee valor, entre otros aspectos, por ser
un recurso escaso; al haber mayor dinero circulante, salvo que fuera acompañado de un
crecimiento económico, tiende a perder valor. Es por tal razón que el Estado también
interviene para controlar este aspecto y procura preservar el valor del dinero

11
El crédito, la moneda. Conceptos y
lineamientos
Los bancos son empresas que crean y multiplican el crédito, vale decir que su actividad no se
limita a intermediar con el dinero, sino que también transforman y crean medios de pago.

A los fines de poder entender esto, podemos graficarlo a partir de lo que sucedió con el Sr.
Canepa, quien realizo un depósito de $3 000 000. Luego, el banco presta parte de dicho dinero
a la Sra. Furlong, verbigracia, $2 500 000 (puesto que está obligado a conservar una parte del
depósito que se conoce como encaje), a la cual probablemente se lo acredite en una cuenta y,
en el caso de que no, de seguro esa persona, una vez que se la entreguen, la colocará en otro
banco o se lo entregará en pago de algún bien o servicio a otra persona que, naturalmente, lo
depositará en algún banco de plaza y depositará $2 500 000. Este banco luego también volverá
a prestar parte de dicho depósito y se repetirá la operación.

Paralelamente, el Sr. Canepa, que originariamente realizó el depósito en la modalidad de plazo


fijo por $2 000 000, si necesitara realizar una compra —en la suposición de que se trataba de
un certificado a plazo fijo “transferible” (significa que puede ser endosado a favor de un
tercero para que lo cobre)—, también podrá pagar el precio de aquello entregando el
certificado de depósito.

Vemos así que del depósito originario se ha multiplicado el crédito y se han creado también
medios de pago.

Esta creación y multiplicación, que, en definitiva, termina por expandir el dinero circulante, es
lo que se conoce como emisión secundaria y es de allí también que se les suele reconocer a los
bancos otra función más: la de agente monetario. En efecto, crean instrumentos que forman
parte de los medios de pago de una economía y, además, son generadores de créditos a partir
de las imposiciones que reciben.

De esto se sigue que el dinero que emite el Banco Central no es el único dinero utilizable por la
comunidad, sino que existe la creación secundaria generada a partir de la misma operatoria
que realizan los bancos.

Por cierto, la expansión del dinero es inversamente proporcional a la tasa de encaje bancario.
Si la previsión que debe realizar un banco es de 5 % del depósito, evidentemente, el dinero
que vuelve y se reproduce va a ser mayor que sin la previsión y, por ende, inmovilización fuera
del 20 %. Es de allí también que el Banco Central controla la expansión del circulante, entre
otras herramientas, con el efectivo mínimo, tal como veremos luego.

Los títulos valores, concepto y lineamiento


Desde su regulación por el Decreto Ley 5965/63 sobre Letras de cambio y pagaré18, el régimen
de los títulos valores no ha recibido mayores mutaciones o modificaciones sustanciales. Dicho
ordenamiento, desde que fue incorporado al Código de Comercio, se mantuvo casi inalterado.
Pero es uno de los institutos jurídicos más utilizados en el quehacer jurídico cotidiano.

12
Lo afirmado ut supra se refleja en las operaciones que a diario se realizan mediante pagarés,
cheques y obligaciones negociables, y en una vasta jurisprudencia existente sobre los temas
vinculados a títulos valores. Encontrado entre los más recientes está el plenario de la Cámara
Nacional de Comercio dictado sobre el tema de la competencia en materia de títulos
cambiarios y la interpretación de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sobre el tema
puntual.

El Proyecto de Código Civil y Comercial tuvo en cuenta la importancia y significación


económica que los títulos circulatorios ocupan en nuestra comunidad. Por eso, mediante la
incorporación de algunos dispositivos, proyectó disposiciones generales de los títulos valores y
sistematizó algunas de las especies de los títulos que pueden crearse, limitando algunos
alcances.

18 Decreto-ley 5965/63 (19 de julio de 1963). Letras de cambio y pagaré. Honorable Congreso
de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=69687

La moneda y el dinero: diferencias, naturaleza


jurídica y funciones
Podemos decir, rústicamente hablando, que dinero es todo aquello que una sociedad acepta
como medio de pago o de cancelación de una obligación.

El dinero es representado por monedas y billetes a los que el Estado les confiere curso legal, es
decir, la aptitud de cancelar deudas. La facultad de emitir dinero es una prerrogativa estatal,
consustanciada con el ejercicio de su poder soberano. En este sentido, el art. 75 inc. 6 y 11 de
la Constitución nacional establece que corresponde al Congreso: “6.) Establecer y reglamentar
un banco federal con facultades de emitir moneda...”; “11.) Hacer sellar moneda, fijar su valor
y el de las extranjeras; y adoptar un sistema uniforme de pesos y medidas para toda la Nación”
19.

Por su parte, el art. 30 de la Carta Orgánica del Banco Central establece: “El Banco es el
encargado exclusivo de la emisión de billetes y monedas de la Nación...”20.

[19] Arts. 6 y 11, Ley N.o 24430 (3 de enero de 1994). Constitución de la Nación Argentina.
Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-4999/804/norma.htm

[20] Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la República
Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542

Función del dinero


El dinero cumple distintas funciones dentro de la economía, así tenemos que es:

Medio de pago

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Al poseer la fuerza legal de ser un instrumento de cancelación de deudas, pasa a ocupar la
función de ser un medio de pago.

Instrumento de cambio

Constituye una creación humana tendiente a facilitar el intercambio de bienes y servicios y,


con ello, las relaciones comerciales. En efecto, permite dividir el trueque en dos operaciones
distintas: una de compra y otra de venta, lo que a su vez se ve favorecido por el hecho de
poseer curso legal.

Medida de valor y unidad de cuenta

Esta función resulta del hecho de ser un parámetro para mensurar el valor de todos los bienes
y servicios.

Reserva de valor

Al ser un medio de pago y poseer, a la vez, un valor, el dinero también cumple la función de
reserva de valor. Vale decir, puedo ahorrar en dinero por que posee un valor, de la misma
forma que podría hacerlo en soja o en cualquier otro objeto susceptible de tener un valor.

En relación con la moneda, hablamos de curso legal o forzoso cuando una moneda posee el
poder de cancelar una deuda y las partes están obligadas a recibirlas. Esta cualidad debe
resultar de la misma ley. Así, el art. 31 de la Carta Orgánica del BCRA (Banco Central de la
República Argentina) establece que “los billetes y monedas tendrán curso legal en todo el
territorio de la República Argentina” 21.

[21] Art. 31, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542

Por su parte, el curso forzoso de una moneda resulta de la posibilidad de convertirla o


cambiarla por parte del mismo ente emisor. En efecto, la moneda es un instrumento
representativo de valor, pero que en realidad no posee un valor en sí, sino el que el Estado
acuerda y garantiza.

Es por esto por lo que existen países donde el Estado ofrece la posibilidad de convertir el
billete en otro valor, tal como sucedía en Argentina en la época de la convertibilidad. El Banco
Central ofrecía convertir un peso por un dólar; vale decir que por entonces la moneda no era
de curso forzoso, puesto que existía la posibilidad de canjearlo.

A partir de 2002, se cambió de régimen y, desde entonces, nuestra moneda pasó a ser
inconvertible y, por ende, de curso forzoso, ya que, para realizarla, necesariamente hay que
hacerla circular.

El régimen cambiario

14
El Banco Central es la autoridad de aplicación de todo lo que es el régimen cambiario: la
compra o venta de monedas y billetes extranjeros, oro amonedado, cheques de viajero, giros o
transferencias de divisas extranjeras. Esta función resulta no solo de lo establecido en el art. 4
inc. e de la Carta Orgánica (CO)22, sino de lo establecido en el art. 1 de la Ley N.o 1892423,
que rige la actividad de las casas de cambio.

[22] Art. 4, inc. e, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de
la República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542

[23] Art. 1, Ley N.o 18924 (27 de enero de 1971). Casas y agencias de cambio. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=97583

Cuadra señalar que las variaciones en el tipo de cambio afectan de manera directa la actividad
económica, a la vez que inciden sobre las reservas monetarias, sobre la oferta y demanda de
bienes, etcétera, lo que despierta también un gran interés público sobre la actividad y lleva a
que se deban dictar normas que procuren resguardar el interés general. También cabe agregar
que la actividad cambiaria se reglamenta y supervisa por parte del Banco Central, quien ejerce
el poder de policía.

El ejercicio de esta actividad exige previa conformidad y autorización del Banco Central, que
puede ser otorgada en función del cumplimiento de ciertos requisitos que legitiman a ciertas
clases y categorías de entidades.

El Mercado: Tipos de mercado: monetario,


de crédito, cambiario y de capitales.
Funciones
Las transferencias de recursos se realizan mediante instrumentos financieros que poseen
distintas modalidades en cuanto a sus vencimientos, liquidez, rentabilidad y riesgos. Los
bancos forman parte de los agentes que intervienen en el proceso de transferencia, puesto
que facilitan la intermediación de estos instrumentos y, a la vez, crean nuevos instrumentos, lo
que reduce el costo que implicaría un intercambio directo.

El acercamiento entre unidades con déficit y unidades con superávit, el intercambio de


instrumentos y la intermediación de las instituciones financieras se llevan a cabo en los
mercados financieros, cuya función es establecer los precios, que es la tasa de interés, y la
cantidad de recursos que se requieran.

El mercado financiero básicamente está dividido en:

1 el mercado del dinero o monetario, que generalmente opera a corto plazo;

2 el mercado de capitales, que tiende al mediano y al largo plazo.

15
Actualmente, los bancos comerciales actúan y se desenvuelven en ambos mercados
indistintamente.

La función de los bancos

Los bancos cumplen una amplia gama de funciones que, aun cuando no sea sencillo
enunciarlas, las podríamos resumir en las siguientes:

Intermediar en el crédito

La función principal de los bancos es la intermediación en el crédito, puesto que toman a


crédito aquellos que luego dan a crédito.

Proveer los medios de pago

Desde hace muchos años, existe una gran tendencia a la bancarización, no solo porque
permite fiscalizar el dinero circulante, lo que hace que el Estado en su función recaudadora
fuerce a esta situación, sino fundamentalmente por la mayor seguridad y practicidad que
reporta. De la mano de lo planteado, también se van desarrollando múltiples herramientas de
pago que, a la vez, facilitan la disponibilidad de los fondos. Si bien las nuevas herramientas son
propias de la modernidad, la intervención de los bancos en la canalización de pagos no es
nueva. Sostenemos que, debido al avance tecnológico e informático, rara vez se paga con
billetes o monedas, salvo en operaciones muy pequeñas. La mayoría de las veces se recurre a
instrumentos que provee el mismo sistema financiero, como lo son las tarjetas de débito,
crédito, cheques, transferencias electrónicas, por lo que hoy podemos considerar a los bancos
como los proveedores naturales de los medios de pago.

Asignar recursos

Otra importante función, ya no primaria, es la de constituir el medio para lograr una eficiente
asignación de recursos, lo cual resulta de importancia en la macroeconomía, puesto que
permite un desarrollo ordenado. Si bien la intervención del Estado en la actividad bancaria
tiene distintos motivos, uno de ellos es lograr una adecuada asignación de recursos.

En efecto, el Banco Central posee distintas herramientas, además de su potestad


reglamentaria, con las que fija políticas de préstamo y de esta manera puede direccionar la
asignación de recursos. Como ejemplo, mencionamos el caso de los créditos inquilino-
propietario, que se otorgaba hace algunos años. A través de este, el Estado quiso fomentar la
construcción y la adquisición de viviendas y arbitró los medios para que los bancos pudieran
crear una línea de crédito especial para aquellas personas que pagaban un alquiler; de esta
manera, quienes antes eran inquilinos, convertidos en propietarios, pagaban el crédito sobre la
base del mismo importe que antes destinaban a pagar el alquiler. De esta manera, se favoreció
y se direccionaron recursos hacia un sector de la economía al que se pretendía ayudar. Lo
mismo sucedió con el tema de los automotores y las heladeras para intentar reactivar la
industria.

En circunstancias en que se considere necesario, se puede evitar que se les otorguen


préstamos a empresas deficitarias, refinanciando préstamos que no pueden pagar.

Transformar plazos

16
Es un fenómeno que se produce por las características propias de la operatoria bancaria. Como
los instrumentos con que operan los bancos son de distintos límites temporarios, su actuación
se caracteriza por transformar esos límites mencionados.

Actuar en el mercado de capitales


Los bancos comerciales, actualmente, actúan tanto en el mercado del dinero como en el de
capitales. Los bancos operan con documentos representativos de derechos, vale decir, títulos.
Los emiten y los adquieren, mediando entre inversores y tomadores, realizando con ello todo
tipo de actos jurídicos.

Sistema financiero argentino


Antecedentes y evolución: importancia
La evolución histórica nos permite advertir cómo las distintas concepciones políticas y
filosóficas acerca de la función y de la misión que deben cumplir los bancos han influido
notoriamente en la concepción de las normas y sus funciones. La intervención del Estado en la
actividad, al menos en nuestro país, toma iniciativa a partir de que se asume la importancia de
la actividad.

Cronológicamente, podemos situar esta injerencia por parte del Estado en 1935, oportunidad
en la que se sancionan por primera vez las normas que dan forma a un sistema financiero
propio. En efecto, los primeros pasos del intervencionismo se manifestaron en un conjunto de
disposiciones que estructuraron el sistema en lo relativo a su organización y regulación, como
así también en la contratación con los particulares.

Ahora bien, los antecedentes del derecho bancario se remontan a la Antigüedad. En un primer
momento, se basó en los usos y costumbres, y luego en normas positivas. En efecto, la
imposibilidad de las personas de poder satisfacer todas sus necesidades sobre la base de lo
que cada una producía dio lugar al trueque, que era el cambio de una cosa por otra, lo cual por
entonces era realizado entre una tribu y otra. Pero para que esto se pudiera realizar, se
requería que hubiera reciprocidad de necesidades y, a su vez, igualdad o equivalencia de
valores entre las cosas que se cambiaban, lo cual hacía altamente dificultosa la operación. Esta
complicación fue la que, en los hechos, forzó el surgimiento del dinero, esto es, un elemento
que sirviera como unidad de medida y cambio, extremo que permitió transformar el trueque
en dos operaciones: una de venta y otra de compra.

Como dinero se han utilizado los más diversos elementos (sal, piedras preciosas, semillas, etc.)
hasta que se llegó a los metales. Aparece el dinero en forma de moneda por primera vez en el
siglo VII a. C. Las más antiguas son las “cecas” en Persia. No obstante, la creación de monedas
también se fue generalizando.

La existencia de distintas clases de dinero dio lugar a la aparición de cambistas, que eran
personas que se dedicaban a cambiar las distintas monedas. Por otra parte, la actividad
comercial en lugares lejanos creaba la necesidad de que alguien se dedicase a canalizar los
pagos en dinero de estas operaciones. Encontramos en la Antigüedad como negocio bancario
típico la aceptación de órdenes de pago a distancia, la carta de crédito a favor del viajero y

17
otros instrumentos para pagar. De igual forma, una actividad también importante la constituyó
la custodia del dinero que era ofrecida por los banqueros.

Edad Antigua, Media y Moderna


Edad Antigua

Los antecedentes más significativos que se dieron en la Antigüedad relacionados con nuestra
actividad fueron los siguientes:

1 Babilonia 3000 a. C. se realizaban operaciones de depósitos, préstamos y se practicaba la


mediación en los pagos. Esta actividad estaba reservada para el monarca y para el clero. Luego,
con el tiempo, también la empezaron a desarrollar los particulares. Es famosa la Casa de Igibi
en el Siglo VI a. C., que recibía depósitos y otorgaba créditos.

2 Grecia Los sacerdotes eran los que realizaban las primeras operaciones de naturaleza
bancaria. Los templos fueron los lugares preferidos para la custodia de los depósitos de los
particulares. Conocido fue el de Delfos, donde los peregrinos y comerciantes llevaban los
valores para su cuidado.

3 Egipto Sigue el modelo griego sobre la vida bancaria. Es pertinente señalar que aquí, bajo los
Ptolomeos, se da el primer ejemplo de nacionalización del Sistema Bancario, por el cual el
Estado se reservaba el monopolio de la actividad bancaria. En ese momento, en Egipto, se
limitaron los intereses bajo tasas legales.

4 Roma Las noticias más antiguas respecto de la actividad bancaria datan del siglo III a. C.,
cuando los bancos se constituían bajo el modelo griego. El comercio bancario era ejercido,
generalmente, por particulares que lo hacían en forma individual, o bien en forma asociada y
desarrollaban todas las operaciones ya comunes en la Antigüedad: recibían depósitos, daban
préstamos, etc.

Edad Media
1 Las ferias, la Iglesia y el derecho

La firme oposición al reconocimiento de la legitimidad de los intereses influyó en el


desenvolvimiento de la actividad bancaria. Como consecuencia de la posición cristiana, los
judíos adquirieron gran importancia en la actividad bancaria, a tal punto que las instituciones
crediticias quedaron prácticamente en sus manos.

Los bancos se dedicaban a la intermediación en los pagos e intervenían en el comercio a través


de lo que se conocía como commenda, que era el financiamiento, pero a cambio no de interés,
sino de participación en los resultados. Entre las operaciones de los bancos medievales figura
el cobro de impuestos y, también, el financiamiento de empresas bélicas. En esta época,
también surge la letra de cambio como medio de pago y de crédito.

2 Italia, los montes, las ciudades italianas

La cuna del derecho romano es donde se sentaron, también, las bases del derecho bancario,
tanto público como privado. La banca italiana adquirió tal desarrollo y perfección que llegó a
realizar todas las operaciones típicas de la banca moderna. Es en Italia donde se desarrollaron

18
los montepíos como respuesta de la Iglesia a la actividad usuraria de los judíos y de los
lombardos. Algunos montes no cobraban intereses (Castellanos y D’Felice, 2008, p. 30).

Edad Moderna
1 Venecia: Banco de Rialto

“Entre los Siglos XII a XV, los bancos venecianos gozaron de plena libertad, la que fue luego
paulatinamente limitada por medio de disposiciones legales” (Castellanos y D'Felice, 2008, p.
31). La caída de importantes bancos y banqueros llevó a que el Estado creara un banco estatal:
el Banco de Rialto. A partir de su aparición, no pudieron seguir funcionando los bancos
privados.

2 Génova: Banco de San Jorge

Sus orígenes se remontan a los años 1147-1148, pero su nacimiento orgánico data de 1407. A
pesar de haber surgido de una iniciativa estatal, no se convirtió en un banco del Estado. Su
actuación estuvo reglamentada desde sus comienzos por normas de derecho público. El banco
fue liquidado por Napoleón Bonaparte en 1816.

Organización del sistema financiero argentino


Antecedentes

Para una mejor comprensión, dividiremos los antecedentes históricos en un período en el cuál
no existió una regulación estatal sobre el sistema financiero (período de 1822 a 1935) y seis
etapas o regímenes, en los que comenzó el Estado a regular la actividad financiera, lo que
perdura hasta nuestros días. Detallamos a continuación:

Período 1822 a 1935

En 1822, se creó el primer banco privado en nuestro país: el Banco de Buenos Aires. En esta
etapa no existía ningún tipo de control sobre la actividad bancaria. En efecto, recién a partir de
1862 tomó alguna importancia la actividad por la instalación de bancos extranjeros en el país
(Banco de Londres y Río de la Plata, Banco de Italia, etc.).

Cabe destacar por su importancia la creación del Banco Hipotecario en 1886 como una entidad
autárquica del Estado nacional. A su vez, en 1890 se creó la Caja de Conversión. Esta última no
tuvo funcionamiento bancario; su importancia residió en el hecho de que, por su intermedio,
el Estado se convirtió en el único responsable de la emisión monetaria y terminó, de esta
manera, con la facultad de emisión de los bancos.

A la vez, en 1891, por iniciativa de Carlos Pellegrini, se creó el Banco de la Nación Argentina,
que llevó servicios bancarios a los rincones más alejados del país. Durante esta etapa, no se
estableció diferencia entre banca nacional y la banca extranjera, y no existió regulación del
crédito ni de los bancos.

Régimen de 1935

Este año marcó un cambio fundamental, ya que fue la salida de un período de nula regulación
del crédito y de la actividad bancaria. Esta pasó a un sistema integrado a través de un instituto

19
regulador de los medios de pago y a la necesidad de autorización previa para funcionar. A
partir de ese momento, la fiscalización sería permanente.

Como consecuencia de la gran crisis del 30, que se reflejaría monetariamente, se generó una
gran preocupación que derivó en la iniciativa de organizar la actividad bancaria. Se encomendó
a Otto Niemeyer, que era un especialista en la materia, la elaboración de un proyecto.

El experto redactó dos proyectos. Uno referido a la creación de un Banco Central y otro sobre
la organización del régimen bancario, los cuales se convirtieron en ley con algunas
modificaciones. Este ordenamiento se estructuró a través de seis leyes. La Ley N.o 12155 de
creación del Banco Central de la República Argentina24; la N.o 1215625, que estructura el
marco jurídico de la actividad bancaria; la N.o 1215726 crea el Instituto Movilizador de
Inversiones Bancarias; la N.o 1215827 reforma la ley orgánica del Banco Nación; la N.o
1215928 reforma la ley orgánica del Banco Hipotecario; y la N.o 1216029, que es de
organización.

[24] Ley N.o 12155 (1 de marzo de 135). Banco Central de la República de Argentina. Creación.
Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do;jsessionid=00E13D20D3698EFAC9
974A682EF96A50?id=294177

[25] Ley N.o 12156 (28 de marzo de 1935). Ley de Bancos. Regímenes. Honorable Congreso de
la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=182699

[26] Ley N.o 12157 (21 de marzo de 1935). Bancos. Honorable Congreso de la Nación
Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do;jsessionid=2895E5F06F12AAA003
DB302622F72F5B?id=294178

[27] Ley N.o 12158 (21 de marzo de 1935). Carta Orgánica de Bancos. Honorable Congreso de
la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do;jsessionid=1B51B36D2ED2311BFF
582B6710C5C1AB?id=294179

[28] Ley N.o 12159 (5 de abril de 1935). Carta Orgánica de Bancos. Honorable Congreso de la
Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do;jsessionid=1B51B36D2ED2311BFF
582B6710C5C1AB?id=294180

[29] Ley N.o 12160 (5 de abril de 1935). Inversiones-Comisiones especiales. Honorable


Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do;jsessionid=1B51B36D2ED2311BFF
582B6710C5C1AB?id=29418

La Ley N.o 12155 crea el Banco Central y lo dota de una naturaleza mixta, lo que se refleja en
su composición patrimonial y en la integración del directorio. El capital es suscripto por el
Estado, por bancos nacionales y extranjeros, y se deja una parte para que integren futuros
bancos.

20
Un aspecto muy importante del proyecto Niemeyer es que estructura el banco como una
entidad privada, vale decir, buscando independencia del Gobierno de turno.

Las funciones principales eran:

concentrar reservas para controlar el valor de la moneda;

regular el crédito y los medios de pago;

promover la liquidez y buen funcionamiento de los bancos;

actuar como agente financiero del Estado;

ser el único emisor de billetes.

Estas funciones implican un sistema de moneda dirigida y, en materia estrictamente bancaria,


el abandono de la libertad total bajo la cual venían funcionando los bancos. Por otra parte, la
Ley N.o 12156 regula la actividad bancaria, limitando su ejercicio a quienes estuviesen
autorizados por el Banco Central, establece un efectivo mínimo que los bancos debían
mantener a modo de encaje de bancos y, a la vez, un régimen de información a través de la
publicación de sus estados contables.

Régimen de 1946

Se inicia con el Decreto 8503/4630, a través del cual se nacionaliza el Banco Central y se lo
convierte en una entidad autárquica del Estado. En la nota de elevación del decreto, se señala
que la independencia se puede lograr de esta forma. El Estado asume el control total de la
política financiera de la nación. Se declaró patrimonio nacional el capital del Banco Central y,
por lógica consecuencia, también se modificaron las autoridades.

[30] Decreto Ley 8503/46 (25 de Marzo de 1946). Nacionalización del Banco Central de la
República Argentina.

A su vez, se nacionalizaron todos los bancos privados, que continuaron operando por cuenta y
orden del Banco Central. Se modificó también el régimen de bancos, adecuándolo a estas
transformaciones.

Con esta reforma se buscaba subordinar la moneda y el crédito a la economía nacional. La


política monetaria y económica son funciones privadas del Estado: la atribución de emitir es
constitucionalmente indelegable. La nacionalización del Banco Central se mantuvo en las
sucesivas reformas hasta la fecha.

Régimen de 1957

En 1957, se vuelve a reformar el sistema financiero argentino. Lo más relevante de esta


reforma fue la restitución a los bancos de sus depósitos y de la posibilidad de seguir operando
en la forma en que lo habían hecho hasta 1946. Se readecuaron las leyes orgánicas de los
bancos oficiales y también del Banco Central, aunque este conservó su carácter de entidad
autárquica del Estado Nacional. Poseía como funciones regular el volumen del crédito y los
medios de pago para mantener el valor del dinero. A la vez, concentraba y movilizaba las
reservas de oro y divisas a los fines de moderar los efectos que podían traer las fluctuaciones
en la balanza de pago sobre el valor de la moneda.

21
La nueva legislación (Dec. 13127/5731) previó un régimen de armonización en el traspaso de
los depósitos, sobre todo buscando que no se produjeran desajustes monetarios.

[31] Decreto-Ley N.o 13127/57 (6 de mayo de 1958). Entidades Financieras. Modificación.


Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do
%3Bjsessionid=1C51A5842682201B12CDC3439C3BE154?id=183052

Régimen de 1969

La Ley N.o 1806132 fue dictada en 1969 y con un sentido netamente federal. La concepción
regionalista de esta ley contemplaba la situación del interior del país y sus múltiples matices.
Por otra parte, amplió el sistema financiero incluyendo no solo a los bancos, sino a todos los
que intermediaban con recursos financieros. Quedaron, así, comprendidas las compañías
financieras, las sociedades de crédito para consumo y las cajas de crédito. Se clasificaron los
bancos y se le autorizó a cada uno de ellos determinadas actividades, adoptando así el modelo
de la especialidad.

[32] Ley N.o 18061 (15 de enero de 1969). Régimen Legal. Honorable Congreso de la Nación
Argentina. Recuperado de http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?
id=97581

Esta reforma respondió a una nueva adecuación del desenvolvimiento del sistema bancario y
financiero nacional. Y, aunque se derogó en forma íntegra el Dec. 13127/57, no fue tanto en su
faz estructural, puesto que en la Ley N.o 18061 se receptan perfeccionados y ordenados
muchos de los principios y disposiciones.

La ley tiene como particularidad una correcta delimitación y encuadramiento de lo que se


considera actividad financiera, cosa que hasta el momento no se había logrado. El art. 3
establecía: “Quedan comprendidas en esta ley las personas o entidades que medien
habitualmente entre la oferta y demanda pública de recursos financieros”.

Este nuevo concepto recogía la experiencia a fin de que pudiera abarcar novedosos
desarrollos. A la vez, dejaba en claro que no regulaba actos aislados, sino que estaba
diseccionado a la secuencia coordinada de la práctica. También debía ser pública. Por último,
introducía el secreto bancario, el cual antes solo existía en relación con la información que
obtenía el Banco Central.

Régimen de 1973

En ese año, se volvió a modificar el sistema y se reeditó el esquema de 1946. Se nacionalizó la


operatoria bancaria. Se dio como razón que la función creadora de dinero que tenían los
bancos a través de la emisión secundaria era incompatible, puesto que la función de emitir era
una atribución propia del Estado.

Régimen de 1977

A mediados de 1977, se produjo una nueva modificación y reorganización del sistema


financiero y se desnacionalizan los depósitos, a partir de una serie de leyes que son la N.o
2149533 de descentralización de los depósitos; la N.o 2152634, de entidades financieras; y la
Ley N.o 2157235, que crea una cuenta de regulación monetaria.

22
[33] Ley N.o 21495 (21 de enero de 1977). Descentralización de depósitos. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do;jsessionid=FC28FABBEF158B44AE
ABE97ADA5EF871?id=183491

[34] Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras Honorable Congreso
de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm

[35] Ley N.o 21572 (6 de mayo de 1977). Regulación monetaria. Honorable Congreso de la
Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm

Este cambio no significó una liberación absoluta de la actividad financiera, sino un punto
intermedio entre la intromisión absoluta y la libre intervención de los actores. Una de las
críticas más acentuadas que se le realizaba a este nuevo régimen era su carácter centralizado y
unitario, que no contemplaba las diferencias de desarrollo económico que se producían entre
la Capital Federal y las distintas situaciones del interior. Por otra parte, también se lo veía en el
hecho de que el BCRA operaba solo en la Capital y tuviera una competencia exclusiva también
en la Capital.

La Ley N.o 2152636 reglamentó la actividad bancaria, que consiste en la intermediación


habitual entre la oferta y demanda de recursos financieros. A la vez, está estructurada por un
sistema integrado por distintos tipos de entidades especialmente autorizadas y coordinado por
un ente rector que es el Banco Central. Este sistema, con algunas adecuaciones, es el vigente a
la fecha. Tal como lo hemos reseñado, esta ley aún mantiene su vigencia, empero con
importantes reformas.

[36] Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Reformas en el sistema financiero. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/norma.htm

La Ley N.o 2114437 fue una de las que introdujo sustanciales reformas en aspectos tales como
el secreto bancario, el régimen de sanciones y recursos, etc. A su vez, la Ley N.o 2578038,
posterior a la salida de la convertibilidad, también introdujo importantes cambios, sobre todo
tendientes a adecuar el régimen a la situación de crisis del momento.

[37] Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la República
Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542

[38] Ley N.o 25780 (27 de agosto de 2003). Entidades Financieras. Modificación. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=88245

El derecho bancario en la actualidad: Las últimas


reformas.

23
El derecho bancario en el Código Civil y Comercial
de la Nación.
En relación con la disciplina cuyo análisis nos convoca, la comisión redactora le dedicó,
específicamente, un capítulo en particular —el 12— al que denomina, precisamente,
“Contratos bancarios”, comprensivo de 40 artículos que van desde el 1378 al 1428 del Código
Civil y Comercial de la Nación, inclusive, dividiéndolos en 2 secciones, de varios parágrafos,
estando asignada la primera a las “Disposiciones generales”, regulatorias de la “Transparencia
de las condiciones contractuales” (parág. 1.o) y de los “Contratos bancarios entre
consumidores y usuarios” (parág. 2.o); y la segunda, a los “Contratos en particular”, la cual, a
su vez, subdivide en “Depósito bancario” (parág. 1.o); “Cuenta corriente bancaria” (parág. 2.o);
“Préstamo y descuento bancario” ( parág. 3.o); “Apertura de crédito” (parág. 4.o); “Servicio de
caja de seguridad” (parág. 5.o); y “Custodia de títulos” (parág. 6.o)39.

[39] Arts. 1378 a 428, Ley N.o 26994 (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la
Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm#2

Cada uno de estos institutos va a ser desarrollado a lo largo de las diferentes unidades. La
intención de esta breve reseña es dar un pantallazo en relación con la reforma de las
disposiciones relativas a los contratos bancarios, que serán aplicables tanto a las entidades
comprendidas en la normativa sobre entidades financieras, a las personas y entidades públicas
y privadas no comprendidas expresamente en esa legislación cuando el Banco Central de la
República Argentina disponga que dicha normativa les es aplicable, como así también a los
consumidores finales, en relación con las transacciones relacionadas con nuestro sistema
financiero.

El Banco Central de la República Argentina


La naturaleza jurídica del Banco Central consiste en ser una entidad autárquica del Estado
Nacional regida por la Ley N.o 24144 y demás normas concordantes. Posee su domicilio en la
Capital de la República y podrá abrir agencias y nombrar corresponsales en el resto del país y
en el extranjero, según lo establece el art. 2 en su Carta Orgánica1.

[1] Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la República
Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542

El Banco Central de la República Argentina

Naturaleza jurídica, misión

La naturaleza jurídica del Banco Central consiste en ser una entidad autárquica del Estado
Nacional regida por la Ley N.o 24144 y demás normas concordantes. Posee su domicilio en la
Capital de la República y podrá abrir agencias y nombrar corresponsales en el resto del país y
en el extranjero, según lo establece el art. 2 en su Carta Orgánica. Precisamente, retomando la
situación planteada en la lectura anterior, la sucursal Córdoba del Banco Alborada S. A. —
como cada una de las trescientas sucursales que posee a lo largo y ancho del país— fue
previamente autorizada para su apertura por el BCRA.
24
Objetivos

Se encuentra en la cúspide del sistema financiero y actúa como ente rector relacionándose en
forma directa con el Estado y con los bancos. Cumple esencialmente una función económica,
pero con directas consecuencias jurídicas.

Su actuación está reglamentada en su carta orgánica sancionada a través de la Ley N.o 24144.
Su vinculación con el Estado deriva del hecho de ser quien ejerce el monopolio en la emisión
de la moneda y agente financiero del Estado. Y con los bancos, en particular, por el control que
ejerce sobre estos.

El Banco Central no se relaciona con particulares ni forma parte de las entidades que integran
el sistema financiero; su vinculación es solo con las entidades a quienes coordina y supervisa
en su actuación. Por ello es por lo que tanto el Sr. Canepa como la Sra. Furlong acudieron a la
entidad bancaria Banco Alborada S. A. para solicitar la apertura del crédito, pudiendo haberse
dirigido a otra entidad si así lo hubieran deseado, pero nunca directamente al Banco Central de
la República Argentina, quien, como hemos dicho, solo tiene relación con las entidades
financieras y no con particulares, ya sean personas físicas o jurídicas. La diferencia con los
bancos comunes es clara y antológica, puesto que estos son quienes proporcionan los recursos
al mercado, en tanto, el Banco Central adapta el volumen a las exigencias de aquellos.

El Banco Central tiene como misión primaria y fundamental preservar el valor de la moneda
(art. 3, Ley 241442), y para ello debe regular no solo la cantidad de dinero que emite, sino
también el crédito. Es un hecho conocido que la inflación no debe tener necesariamente forma
de empapelamiento (en el sentido de exceso de emisión), basta con expandir el crédito para
provocar similares efectos (emisión secundaria). La misión del Banco Central no solo es
controlar la emisión, sino también el volumen y regulación del crédito. Con la preservación del
valor de la moneda se aspira evitar, o al menos atenuar, las perturbaciones ocasionadas por
los fenómenos monetarios en el desenvolvimiento de los negocios, ya que de su estabilidad
dependen los precios y, por ende, el poder adquisitivo de los distintos sectores de la población.

[2] Art. 3, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542

Un aspecto muy importante para destacar es que un Banco Central debe mantenerse libre de
influencias políticas y ha de tener, además, la imposibilidad de realizar operaciones que
pongan en peligro su estabilidad.

En correspondencia con ello, la norma dispone: “En la formulación y ejecución de la política


monetaria y financiera, el Banco no estará sujeto a órdenes, indicaciones o instrucciones del
Poder Ejecutivo Nacional”3. Al margen de su función primordial y de existencia, el Banco
Central posee a su vez subfunciones, las cuales se encuentran directamente ligadas con su
objetivo esencial. Estas subfunciones han sido clasificadas por las doctrinas económicas y
jurídicas.

[3] Art. 3, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542

Poder de policía: funciones económicas y jurídicas (facultades normativas)

25
Podemos definir las funciones económicas y jurídicas que la Ley N.° 24144 le ha conferido al
BCRA a continuación.

Funciones Económicas

Mantenimiento de las reservas

Esta función está en relación con la finalidad de que la masa monetaria guarde relación con la
cantidad de reservas existentes. Esta función es propia de todos los Bancos Centrales del
mundo. La acumulación de reservas suficientes permite soportar las fluctuaciones del ingreso y
egreso de capitales, por lo que mantiene así la estabilidad monetaria.

Emisión de moneda

Esta función, si bien está delegada al BCRA, al igual que en la mayoría de los países, no
necesariamente es propia de ellos, puesto que nada obsta a que se hubiera establecido esta
prerrogativa en otro ente. Al margen de lo dicho, el art. 75 inc. 6 de la Constitución nacional4
es el que impone la necesidad de establecer un banco federal con la facultad de emitir
moneda.

[4] Art. 75, Ley N.o 24430 (3 de enero de 1994). Constitución de la Nación Argentina.
Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-4999/804/norma.htm

Regular la moneda y el crédito

La misión fundamental del BCRA es preservar el valor de la moneda y, en consonancia con ello,
debe regular la expansión del crédito y de la moneda. En efecto, la estabilidad monetaria y la
evolución del crédito constituyen realidades inescindibles. Para regular y controlar el volumen
de circulante, el banco cuenta con distintos instrumentos tales como los redescuentos, el
régimen de efectivo mínimo y las operaciones de mercado abierto.

El redescuento es una forma de asistencia financiera a través de la cual el Banco Central les
provee liquidez a los bancos a partir de descontarles parte de sus activos (art. 17 inc. b de la
Constitución nacional)5. En efecto, normalmente, las entidades financieras cuando atraviesan
problemas de iliquidez transitoria recurren al ente rector, a quien le ceden parte de sus
activos, es decir, créditos que el mismo banco ha otorgado, contra el adelantamiento de los
fondos, y así obtienen liquidez. El Central les cobra un interés, que se descuenta directamente
y que está en relación con el vencimiento de los instrumentos transferidos. Vale decir que es
una forma, de parte de los bancos, de tomar dinero.

[5] Art. 17, Ley N.o 24430 (3 de enero de 1994). Constitución de la Nación Argentina.
Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-4999/804/norma.htm

Cuando el Central quiere retraer el circulante, eleva las tasas de interés que les cobra a los
bancos por sus redescuentos, lo que forzosamente lleva a que los bancos también deban
elevar sus tasas de préstamo. Esto produce automáticamente una merma en el otorgamiento
de créditos y se retrae así el circulante. Precisamente, esa es la razón por la que el Sr. Javier
Real le informó a la Srta. Mirta Furlong que la tasa de interés que deberá abonar al banco por
el préstamo que tomaría era del 80 % TNA, tasa que tiene que ver con este lineamiento del
que venimos hablando. El BCRA, en la prerrogativa que la Ley N.° 24144, le otorga como ente

26
regulador de la moneda y el crédito y, haciendo uso de esa herramienta, previamente ha
subido la tasa de préstamos a las Entidades Financieras, lo que conlleva la suba de las tasas
que las entidades pagan por los depósitos a plazo fijo. Esta acción tomada por el BCRA en el
mercado trae como resultado la retracción del efectivo circulante, por un lado, y, por el otro,
incentiva a los inversores a que depositen sus Pesos a plazo fijo, razón que lo llevó al Sr.
Canepa a tomar la determinación de constituir el plazo fijo a una tasa del 51 % TNA. Esta
medida tomada por el BCRA apunta también a impactar en el mercado financiero, con otro
resultado, como lo es, evitar que los actores financieros desplacen sus inversiones hacia la
compra de moneda extranjera (dólar EE. UU.), lo que provoca una baja de reservas en el BCRA,
ya que este es el que les provee a las entidades bancarias de la moneda extranjera que, a su
vez, estos venden a sus clientes. Naturalmente, esta herramienta que posee el BCRA también
puede manejarse en sentido inverso, es decir, bajar las tasas, lo que lleva a que se otorguen
más créditos.

Otro elemento con el que el BCRA regula el crédito es el efectivo mínimo o encaje bancario6.
Algo ya hemos dicho de esto y, básicamente, consiste en fijar un porcentaje de los depósitos
que reciben los bancos que deben mantener disponibles. De esta manera, existe una porción
del dinero que pasa a estar inmovilizado y no vuelve en crédito, con lo cual también se
controla la expansión. Si se elevan las tasas de encaje, va a haber menos crédito; si se reducen,
opera a la inversa. Por esa razón, quisimos representar esta realidad del efectivo mínimo o
encaje que el Banco se ve obligado a inmovilizar en el hecho de que el Sr. Canepa haya
depositado $ 3 000 000, y el Banco le haya prestado a la Sra. Furlong $ 2 500 000, haciendo uso
de la intermediación, solo a título pedagógico, ya que ese cálculo se saca de la masa global de
movimiento de todos los clientes y en todas las sucursales del Banco Alborada S. A.

[6] Art. 28, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542

Por último, otra herramienta que utiliza el BCRA son las denominadas operaciones de mercado
abierto, que en realidad no son otra cosa más que la colocación de obligaciones (títulos)
emitidas por el Estado, lo que produce una alteración de la base monetaria. En efecto, si una
persona compra $1000 en títulos emitidos por el Estado, quiere decir que le ha entregado ese
importe al Estado, que en realidad ha de ser al Central, que naturalmente opera como agente
financiero del Estado, quien lo saca de circulación reduciendo de esta manera la base
monetaria y el dinero circulante. Estas que acabamos de describir son algunas herramientas a
través de las cuales el Banco Central regula el crédito y la moneda.

Agente financiero del Estado

El BCRA, posee también la función de operar como agente financiero del Estado. Esto supone
hacer las veces de banco del Estado, no en el sentido de asistirlo financieramente, sino en los
servicios que le presta, como son intervenir en las operaciones de crédito externo, emitir y
colocar los títulos de empréstito público, realizar las remesas y transacciones que requiera el
Estado, etc.

Los arts. 21 a 27 de la Carta Orgánica del BCRA7 describen en parte cuáles son las tareas que
desarrolla el Central como Agente financiero del Estado.

27
[7] Art. 20 a 27, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542

Propender al desarrollo del mercado de capitales

Una forma de financiación y, por ende, de obtener crédito es a través del mercado de capitales
que resulta de mucha utilidad para la economía.

Una forma de incentivarlo es a través de la formulación de políticas monetarias y financieras


que tiendan a desarrollar este tipo de operaciones. Otra forma muy importante y donde debe
estar presente el Central es generando seguridad y estabilidad, que es lo que puede movilizar
este tipo de inversiones.

Funciones jurídicas

Si bien la misión del Central es esencialmente económica, en su actuación despliega una serie
de funciones de características más bien jurídicas que, por cierto, están relacionadas con sus
objetivos primarios. Estas funciones jurídicas son:

Vigilar el mercado financiero

El sistema financiero debe funcionar sincronizada e integradamente y esto es lo que posibilita


un adecuado servicio. Tal objetivo se logra con una adecuada regulación y vigilancia del
sistema, que es la tarea que debe llevar a cabo el Banco Central a través del poder de policía
que ejerce, expresado en cuatro bases fundamentales:

Poder reglamentario

Poder de aplicar la ley

Poder de fiscalización y control

Poder sancionador o punitivo

Al asignársele al Central las tareas de coordinar el sistema, se le ha delegado también toda una
serie de prerrogativas que conllevan la potestad de reglamentar la actividad8. A su vez, opera
como guardián de la Ley de Entidades Financieras y de las normas que el mismo dicta, velando
por su cumplimiento. Sanciona sus incumplimientos y resuelve, o juzga si se quiere, los
planteamientos o recursos que ante él se formulan. Es del caso destacar que parte de esta
función, sobre todo la de custodiar el cumplimiento de la ley y en su caso sancionar, en
algunos sistemas es ejercida por órganos independientes. En nuestro caso, existe la
Superintendencia de Entidades Financieras, que es un órgano desconcentrado, pero no
independiente del Banco Central y que lleva adelante la supervisión de la actividad. Sobre la
superintendencia volveremos luego.

[8] Art. 4, Ley N.o 21526 (14 de febrero 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm

Control de cambios

Esta función resulta no solo de lo establecido en el art. 4 inc. e de la CO9, sino de lo establecido
en el art. 1 de la Ley de Entidades Cambiarias10, que rige la actividad de las casas de cambio.
28
En este sentido, las variaciones en el tipo de cambio afectan de manera directa la actividad
económica, a la vez que inciden sobre las reservas monetarias, sobre la oferta y demanda de
bienes, etc., lo que despierta también un gran interés público sobre la actividad y lleva a que se
deban dictar normas procurando resguardar el interés general.

[9] Art. 4, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542

[11] Art. 1, Ley N.o 18924 (22 de enero de 1971). Casas, agencias y oficinas de cambio.
Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/95000-99999/97583/norma.htm

Podemos observar, con lo que venimos afirmando, que la actividad cambiaria es también una
actividad reglada y supervisada por el Banco Central, quien ejerce el poder de policía y ejecuta
la política cambiaria de acuerdo con la legislación que se fuere dictando. El ejercicio de esta
actividad exige previa conformidad y autorización del Central, que puede ser otorgada en
función del cumplimiento de ciertos requisitos que legitiman a ciertas clases y categorías de
entidades.

Sin duda, el Banco Alborada S. A., para poder tener abiertas sus puertas y concretar la apertura
del crédito del Sr. Canepa y de la Sra. Furlong, ha debido cumplimentar los requisitos
detallados en la Ley de Entidades Financieras N.o 21526, y que el BCRA, como ente regulador
que ejerce el poder de policía, ejerce sobre este, monitoreando permanentemente el
cumplimiento por parte del Banco de la normativa mencionada vigente.

En este video se podrá observar las funciones que los Bancos Centrales de los países
desarrollan. Las características son similares y las diferencias son mínimas.

Organización del Banco Central: El


directorio y su composición. Atribuciones
El directorio y su composición
El Banco Central se encuentra gobernado por un directorio compuesto por diez miembros,
dentro del cual existe un presidente y un vicepresidente. Son elegidos por el Poder Ejecutivo
con acuerdo del Senado. Cabe señalar que el anterior régimen no preveía la participación del
Senado en el proceso de designación, y esta innovación deriva de la independencia que se
pretende generar del Ejecutivo12.

[12] Art. 6, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542

Todos los miembros duran seis años en su mandato y pueden ser reelectos. Aun cuando la
norma no lo diga, va de suyo que los directivos deben ser personas con experiencia y versadas
en la materia. De igual forma, deben tener solvencia moral. El vicepresidente reemplaza al

29
presidente cuando este se ausente, esté impedido o de vacaciones. Fuera de dichos casos,
desempeña las funciones que le asigna el presidente de entre las suyas.

Si el presidente, el vicepresidente o alguno de los directores fallecieran, renunciaran o de


alguna otra forma dejaran vacante sus cargos antes de terminar el período por el cual fueron
designados, se procederá a nombrar un reemplazante para completar el período en la forma
prevista para su designación13.

[13] Art. 13, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542

Prohibiciones e incompatibilidades. Deliberación, convocatoria, quórum y mayorías.


Retribución y remoción

Los directores no pueden ser empleados o funcionarios del Gobierno nacional, provincial o
municipal ni poseer ningún tipo de cargo que llevara a que dependieran de estos, incluidos
poderes Legislativo y Judicial. No se encuentra alcanzado por esta restricción el trabajo
docente. Tampoco podrán ser directores todas aquellas personas que fueran accionistas,
directores, administradores o síndicos, al momento de su designación, de alguna sociedad que
opere como entidad financiera.

Los que se encontraran alcanzados por el régimen de inhabilitación que prevé la Ley de
Entidades Financieras en su art. 1014, que comprende entre otros a los inhabilitados para
ejercer cargos públicos, deudores morosos, quebrados, etc. Es del caso destacar que estas
causales no solo pueden estar al momento de la designación, sino también podrían ser
sobrevivientes, lo que haría nacer esta incompatibilidad y, por ende, pasaría a operar como
una causal de remoción.

[14] Art. 10, Ley N.o 21526 (14 de febrero 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm

Por cierto que estas restricciones tienden a evitar la existencia de intereses contrapuestos por
acumulación de funciones y, con ello, la indecencia o ineptitud en el ejercicio de la función.

RETRIBUCIÓN

REMOCIÓN

La retribución de los directores y, con ello, del presidente y vicepresidente surgirá del
presupuesto que anualmente apruebe el Banco. Dicho presupuesto luego debe ser remitido al
Poder Ejecutivo para su confirmación (art. 1515), extremo que ha despertado críticas de
quienes sostienen que ello violenta la independencia que debiera existir.

[15] Art. 15, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542

En efecto, el mero desacuerdo con las políticas monetarias programadas podría ser entendido
como un incumplimiento de la ley, de manera tal que no podríamos hablar de una verdadera
30
causa de remoción, sino más bien de la simple voluntad o decisión política de sostenerlo. En lo
que llamamos la segunda causal, la ley describe la mala conducta o el incumplimiento de los
deberes de funcionario público. Vemos ahí que ya se hace referencia a la existencia de una
razón personal, reprochable, que amerita el apartamiento del cargo. En este último caso es
que se requiere el consejo de una comisión del Honorable Congreso de la Nación.

La realidad es que debería haber sido a la inversa, puesto que, si con la intervención del
Congreso se pretendió dar un tinte de objetividad y, con ello, resaltar la independencia del
Central del Ejecutivo, el dictamen habría sido de mayor utilidad cuando la causal de remoción
fuera política y, por ende, discrecional.

Deliberación, convocatoria, quórum y mayoría


El presidente convoca a las reuniones de directorio, al menos, una vez cada quince días. Esta
periodicidad es imperativa, por lo que no puede dejar de reunirse dentro de dicho espacio
temporal.

El quórum, que es el número mínimo de asistentes para que un cuerpo colegiado pueda
operar, está fijado en cinco de los diez miembros del directorio. Vale decir que, sin la presencia
del 50 % de los integrantes, el directorio no pude deliberar. Respecto a las mayorías, la ley
adopta por principio la mayoría simple, vale decir que la moción que más votos obtenga sobre
los miembros presentes es la que conforma la voluntad. Partiendo de que el número de
directores es par y, a la vez, que el quórum se forma con cinco miembros, va de suyo que
podrían darse innumerables situaciones de empate, con lo cual, en tal supuesto, el voto del
presidente vale doble.

Sin perjuicio de lo dicho, cabe señalar que, por vía de reglamento, el directorio podría
establecer mayorías más estrictas para asuntos singulares. A su vez, existen algunos casos de
excepción al régimen general de mayorías, tales como la decisión de reestructurar una entidad
financiera16, en el cual se requiere la mayoría “absoluta” del directorio. Por otro lado, la Carta
Orgánica prevé un régimen especial para casos de urgencia17, en el que se habilita al
presidente a resolver cuestiones propias del directorio, en consulta con el vicepresidente y con
el cargo, luego, de dar cuenta al órgano. Es indudable que en el acto administrativo deberán
consignarse las razones que habilitan al uso de esta excepcional prerrogativa.

[16] Art. 30, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542

[17] Art. 11, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542

Atribuciones

En orden a las atribuciones, resulta de suma importancia poder distinguir las atribuciones del
directorio como órgano de aquellas que son propias del presidente del directorio, puesto que,
funcionalmente, operan de distinta forma.

Atribuciones del presidente

31
El presidente es el funcionario de más alta jerarquía del Banco Central y tiene a su cargo velar
por el fiel cumplimiento de la Carta Orgánica.

Las atribuciones se encuentran enunciadas en la Carta Orgánica18, a la cual nos remitimos,


pero básicamente son funciones ejecutivas, tales como convocar y representar al directorio,
nombrar y separar al personal del banco, proponer el superintendente y el
vicesuperintendente al Ejecutivo, etc.

[18] Art. 10, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542

Atribuciones del directorio

Es este el órgano de dirección y por ende quien tiene en sus manos la consecución de los fines
y funciones que debe concretar el Central. Como lógica consecuencia, las atribuciones se
encuentran direccionadas en dicho cometido.

La Carta Orgánica del Banco Central determina como misión esencial preservar el valor de la
moneda, va de suyo que quien interviene en la planificación y ejecución de las políticas
monetarias y cambiarias es el directorio19.

[19] Art. 3, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542

La Carta Orgánica establece un decálogo20 de atribuciones vinculados con estos aspectos, así
tenemos que:

1 Interviene en las decisiones que afectan al mercado monetario y cambiario: evidentemente


lo que se procura es sincronizar ambos sistemas para evitar distorsiones e irregularidades,
asegurando a su vez fluidez en el movimiento de los recursos.

2 Determina los requisitos de encaje: esta es una facultad que deriva de la propia función de
regulación monetaria y de la incidencia que tiene sobre este el régimen de efectivo mínimo21.
Ya nos hemos referido, brevemente, al tema y luego será abordado en profundidad.

3 “Fijar las tasas de interés y demás condiciones generales de las operaciones crediticias del
Banco, las que no podrán ser inferiores al promedio de la colocación de las reservas”22: es
claro que en este caso se está refiriendo a las condiciones bajo las cuales el Banco Central
podría asistir a una entidad financiera. Lo más trascendente es que se fija un límite o piso en el
otorgamiento de créditos procurando evitar lo que sería un subsidio o dádiva.

[20] Art. 14, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542

[21] Art. 28, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542

32
[22] Art. 4, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542

Estas son algunas de sus atribuciones; consecuentemente, nos remitimos a la norma para su
estudio.

Administración

La gestión de administración será ejercida por intermedio de subgerentes generales que son
quienes asesoran al presidente y al directorio. Dependen funcionalmente del presidente o del
funcionario que este designe, que actuará en esa función con el nombre de gerente general23.

[23] Art. 16, Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542

Operaciones permitidas y prohibidas

La actividad que puede llevar adelante el Banco Central desde lo financiero es limitada y
también tiene como norte los objetivos que están en la necesidad de su existencia. En efecto,
su vinculación operativa con los Bancos es para asistirlos por problemas de iliquidez transitoria
y para preservar el buen funcionamiento del sistema.

A su vez, por su vinculación con el Estado, realiza operaciones tendientes a la regulación


monetaria, al resguardo y conservación de las reservas, y las derivadas de su condición de
agente financiero del Estado.

Es precisamente en ejercicio de las atribuciones que la Ley N.o 24144224 que el BCRA
determina el tope máximo de tasa que las entidades bancarias y financieras podrán pagar a sus
inversionistas. Este es el rango que usó el Banco Alborada S. A. cuando tomó la determinación
de aumentar tres puntos la tasa de interés comprometida para con el Sr. Canepa (de 48 % a 51
%), tomando en cuenta el monto depositado por este, pero siempre tomando como tope la
tasa máxima dispuesta por el BCRA.

[24] Ley N.o 24144 (13 de octubre de 1992). Carta Orgánica del Banco Central de la República
Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=542

La Superintendencia de Entidades Financieras y


Cambiarias
Superintendencia de Entidades Financieras y
Cambiarias. Antecedentes
La crisis de las empresas financieras producida en el mundo en las décadas de los 70 y los 80
llevó a un replanteamiento de la necesidad de supervisión y control de entidades financieras.
La insuficiencia de los instrumentos tradicionales para evaluar y prevenir tempranamente las
graves dificultades de una entidad financiera se hizo evidente. Esta situación llevó, en 1992, a

33
la creación de la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias como un órgano
desconcentrado del Banco Central, aunque presupuestariamente dependiente y sujeto a sus
auditorías.

Naturaleza jurídica y composición

Tal como lo hemos reseñado, se trata de un órgano desconcentrado, que es un fenómeno


administrativo específico que resulta de atribuir normativamente competencia exclusiva a un
órgano inserto dentro de una estructura jerárquica. El órgano desconcentrado deviene en
receptor de parte de la competencia que le corresponde al órgano superior que integra y del
que forma parte. La desconcentración configura una técnica de organización para el logro del
ejercicio efectivo de los poderes del Estado. De esto se sigue que no posee personalidad
jurídica y que todos sus actos se imputan de manera directa al órgano al cual pertenecen.

La administración de la Superintendencia estará a cargo de un superintendente y un


vicesuperintendente y los subgerentes del área que la integran.

Funciones

En su carácter de órgano desconcentrado, la Superintendencia posee funciones propias y que


son las que ejerce sin necesidad de requerimiento o autorización previa, y otras que le son
derivadas, en las cuales se plantea la necesidad de consulta o la autorización por parte del
Banco Central.

Llegando al final de esta lectura, hemos podido apreciar la importancia que tiene el BCRA
como ente rector del sistema financiero y bancario. Te propongo realizar el siguiente ejercicio
que te ayudará a identificar las funciones que desempeña el BCRA, en el ejercicio del poder de
policía, tanto en el campo económico, como jurídico, acordadas por la Ley N.° 2444125 para
cumplimentar el objetivo de su creación.

Régimen Financiero. Ley de Entidades Financieras


El art. 1 de la Ley de Entidades Financieras
establece que … quedan comprendidas en esta Ley y en sus normas
reglamentarias las personas o entidades privadas o públicas oficiales o mixtas de la Nación, de
las provincias o municipalidades que realicen intermediación habitual entre la oferta y la
demanda de recursos financieros.1

Régimen jurídico financiero: ámbito de aplicación de la Ley N.o 21526. La intermediación


financiera. Situaciones de extensión en la aplicación de la ley y la banca de hecho.

El art. 1 de la Ley de Entidades Financieras establece que … quedan comprendidas en esta Ley
y en sus normas reglamentarias las personas o entidades privadas o públicas oficiales o mixtas
de la Nación, de las provincias o municipalidades que realicen intermediación habitual entre la
oferta y la demanda de recursos financieros.2

El artículo incorpora un criterio objetivo para determinar la sumisión al sistema de aquellos


que realicen intermediación habitual entre oferta y demanda de recursos financieros, por lo
que es necesario tener en cuenta que la aplicación de esta ley no depende siempre de
parámetros objetivos, ya que “establece entre su normativa que sus disposiciones podrán
34
aplicarse a personas no comprendidas en ella, cuando a juicio del Banco Central de la
República Argentina lo aconseje el volumen de sus operaciones y razones de política monetaria
y crediticia”3, lo que deja en manos del órgano administrativo de control establecer quién y
cuándo queda bajo su régimen.

Cabe agregar que, en relación con lo mencionado ut supra, la doctrina indica que, pese a lo
manifestado por la norma, el ejercicio de esta facultad se debe realizar mediante una
resolución fundada que demuestre la concurrencia de los presupuestos establecidos por la
norma.

Por intermediación financiera se debe entender que el rol de las entidades financieras es más
activo que un típico acto de comercio que consiste en adquirir a título oneroso la propiedad o
uso de una cosa para luego trasmitírsela a terceros, es decir que debe entenderse, en el
sentido más amplio, relacionada con la habitualidad en dicha intermediación en los recursos
financieros.

Si volvemos al caso ejemplo que nos ocupa, el Banco Alborada S. A. realiza, en todas las
sucursales del país, la actividad de intermediación habitual de los recursos financieros, es
decir, lo que describimos acerca de la apertura del crédito por parte del Sr. Canepa, que
depositó fondos en el Banco, y de la Sra. Furlong, que tomó prestado recursos que el banco le
otorgó. Como ustedes pueden observar, es una auténtica actividad de intermediación
financiera, en donde se registra el depósito de fondos ociosos (Sr. Canepa) y la solicitud de
esos fondos por parte de quienes se encuentran carentes de recursos financieros (Sra.
Furlong). Se encuentra el Banco Alborada S. A. en el medio de esta situación, direccionando los
recursos (intermediación) con el fin de obtener una utilidad (spread, diferencia entre la tasa de
interés que cobra por el efectivo prestado y la que paga por el efectivo recibido en depósitos a
plazo fijo más gastos de funcionamiento que debe erogar el banco, sueldos, infraestructura
edilicia, etc.). Precisamente, esta actividad, por realizarla diariamente con las personas físicas o
jurídicas que acuden a sus sucursales, pasa a ser considerada habitual, por lo que se encuadra
de esta manera en lo que dispone la Ley N.o 21526 de Entidades Financieras4.

Ahora bien, como hemos visto, dentro de la disposición de la ley, no solamente están
alcanzados y se encuadran las entidades financieras autorizadas a funcionar por el BCRA, como
lo es el Banco Alborada S. A., sino como lo dispone el art. 1 de la Ley N.o 21526, “quedan
comprendidas las personas o entidades privadas o públicas”5, es decir, todos aquellos que de
hecho realicen actividad de intermediación financiera encuadran en el alcance de esta norma.
Aquellas personas o entidades, no autorizadas a funcionar, según lo dispone la normativa
vigente, podrán ser obligadas a cesar en las actividades de intermediación y recibir multas y
sanciones que el ente rector (BCRA) disponga (arts. 19 y 41 de la Ley N.o 215266). A esto se le
suma el delito penal que el ejercicio de la intermediación financiera por personas o entidades
financieras no autorizadas por autoridad competente (BCRA para el sistema financiero y la
Comisión Nacional de Valores para el mercado de valores) configura, consagrado en el art. 310
del Código Penal7, el cual prevé entre otras sanciones, penas con privación de la libertad que
van de uno a cuatro años de prisión para quienes se hallen dentro del tipo penal mencionado.

El sistema de la banca múltiple y especializada.


Modelo adoptado, tipos de entidades

35
Tal como hemos reseñado, el sistema financiero argentino tiene su columna vertebral en la Ley
de Entidades Financieras, que establece la tipología y sirve de marco para su regulación. En el
mundo, se conocen dos sistemas clásicos de organización de la banca, que son el modelo de:

La banca especializada

Es aquella en el que existen distintos tipos de entidades financieras a las cuales se les habilitan
determinadas operaciones puntuales, lo cual en los hechos implica asignarle una parte del
mercado.

La banca múltiple

Es aquel donde existe una sola modalidad de bancos que pueden realizar todo tipo de
operaciones.

Nuestro sistema participa más del primer modelo, puesto que la ley distingue lo que son:

1 “Bancos Comerciales;

2 Bancos de Inversión;

3 Bancos Hipotecarios;

4 Compañías Financieras;

5 Sociedad de ahorro y préstamo para la vivienda u otros inmuebles;

6 Cajas de Crédito, a los cuales les asigna determinada operatoria”8.

Ahora bien, posee la singularidad de que los bancos comerciales pueden realizar, por regla,
todo tipo de operaciones, de manera tal que constituyen la excepción al sistema de la banca
especializada (art. 20, Ley N.o 21526). Las actividades que cada una de las entidades tiene
habilitadas las podemos ver en el artículo que afirma que “las operaciones que podrán realizar
las entidades enunciadas en el artículo 2, serán las previstas en este título y otras que el Banco
Central de la República Argentina considere compatibles con su actividad”9.

A su vez, la ley analizada ut supra enumera las actividades que puede realizar cada entidad.

Veamos entonces que actividad podrá desarrollar cada entidad, de acuerdo lo establece el
BCRA.

Los bancos de inversión podrán:

+ Los bancos hipotecarios podrán:

+ Las compañías financieras podrán:

+ Las sociedades de ahorro y préstamo para la vivienda u otros inmuebles podrán:

+ Las cajas de crédito cooperativas podrán:

+ 8 Art. 2, Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm

36
9 Art. 20, Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm

10 Art. 22, Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm

11 Art. 23, Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm

12 Art. 24, Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm

13 Art. 25, Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm

14 Art. 26, Ley N.o 21526 (14 de febrero de 1977). Ley de Entidades Financieras. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16071/texact.htm

El control sobre la actividad no institucionalizada

Todas las entidades que desarrollan la actividad deben hacerlo dentro del sistema que
organiza la nación y por ello se hallan institucionalizadas. Cuadra señalar que el control que
existe sobre la actividad institucionalizada le resta practicidad, lo cual, en los hechos, se asume
en aras de la seguridad. Estas deficiencias operativas generan como contrapartida un
importante desarrollo de la actividad no institucionalizada, vale decir, la que desarrollan las
personas que prestan sus propios recursos y que prima facie están excluidos del régimen.

Ahora bien, frente al crecimiento de la actividad atípica y debido a que, a grandes escalas, esta
puede llegar a tomar incidencia en el régimen crediticio y monetario, el Poder Legislativo ha
previsto que, cuando el volumen de actividad que desarrollan estas personas sea de entidad, el
Banco Central podrá ponerla bajo su órbita de fiscalización (art. 3 Ley 2152615).

Cabe distinguir que, cuando la actividad es de intermediación, la aplicación de la ley es


automática. En este otro caso, requiere de una decisión expresa que es de competencia de la
Superintendencia de Entidades Financieras (art. 47 inc. e CO16).

Ahora bien, respecto a lo que venimos viendo, analicemos dentro del sistema de banca que
adopta nuestro país. En función de lo que dispone la Ley 21526, respondé las siguientes
preguntas analizando la operatoria que realizó el Banco Alborada S. A. y los servicios
financieros que prestó tanto al Sr. Canepa, quién realizó depósito a plazo fijo, depositó en la
cuenta corriente, abrió una caja de seguridad, solicitó dos tarjetas de crédito, etc., como a la
Sra. Furlong, quien solicitó un préstamo personal, abriendo también productos ofrecidos por el
Banco, como una caja de ahorro, tarjetas de crédito, etc. ¿En qué clasificación de banca se
encuentra y por qué?

37
Autorización para funcionar: condiciones
El negocio de intervención lucrativa en el crédito requiere autorización previa del Banco
Central; no obstante, se debe recordar que, aun quienes desarrollan la actividad de manera
marginal por no contar con la autorización también se encuentran alcanzados por el poder de
policía que despliega el ente rector y pueden hacerlos cesar y sancionarlos.

No basta para operar el hecho de que el objeto social consista en la actividad financiera, sino
que, forzosamente, debe completar dicho aspecto con la autorización del Banco Central que
actúa en forma exclusiva, excluyente e indelegable en la materia. La autorización es un acto
administrativo. También requiere dicha autorización la fusión o transmisión de estos fondos de
comercio. Esta establece que, al considerarse la autorización “se evaluará la conveniencia de la
iniciativa, las características del proyecto, las condiciones generales y particulares del mercado
y los antecedentes y responsabilidad de los solicitantes y en experiencia en la actividad
financiera”17. Cabe agregar que, al formar las entidades un sistema, la autorización no debe
circunscribirse solo a permitir el ejercicio, sino a la idea de conformar un sistema eficiente y
productivo.

La comunicación “A” 5445 del BCRA con modificación en fecha 12/06/2013 prevé el lugar de
carga de materialización de la solicitud de autorización para la instalación de sucursales en el
país, la cual establece que deberá cargarse de forma virtual en el sistema que se encuentra en
la página web del BCRA (www.bcra.gov.ar) en el sitio denominado unidades de servicios de las
entidades financieras, en el cual, entre otros datos, se podrá cargar, por parte de la entidad
financiera, “la solicitud de autorización para la instalación de sucursales en el país y en el
exterior, traslado de sucursales e instalación de otras unidades de servicios” 18.

Sin embargo, por una cuestión de imposibilidad de utilizar la página oficial del BCRA para
realizar este ejercicio, ya que esta, en la sección mencionada, está habilitada para la carga
oficial de las entidades financieras, utilizaremos los formularios que se sacaron de circulación
el 02/01/2014 (2906 y 2522) —consignados en la comunicación “A” 101 CREFI 1-1 de fecha
17/02/198219— y que contienen similar formato al que se encuentra consignado virtualmente
en la página del BCRA.

Forma
Las entidades financieras de la nación, de las provincias o de las municipalidades se
constituirán en la forma que establezcan sus cartas orgánicas. El resto de las entidades deberá
hacerlo en forma de sociedades anónimas, excepto:

Las sucursales de entidades extranjeras

“Deberán tener en el país una representación con poderes suficientes de acuerdo con la ley
argentina”20.

Los bancos comerciales

“Podrán constituirse en forma de sociedades cooperativas”21.

Las cajas de crédito

“Deberán constituirse en forma de sociedades cooperativas”22.

38
Disposiciones que establece la Ley N.o 21526, acerca de las entidades extranjeras

Las entidades extranjeras deben radicar efectivamente su capital en el país y quedan sujetas a
leyes y tribunales argentinos. A su vez, los acreedores en el país gozan de privilegio sobre los
bienes que estas entidades tengan en el territorio.

Todas las acciones deben ser nominativas para poder individualizar a los socios que son
evaluados como condición de autorización de la entidad.

Los directorios de las entidades constituidas como sociedades anónimas en el país, sus
integrantes, los miembros del consejo de vigilancia y los síndicos deberán informar de
inmediato sobre la negociación de acciones u otra circunstancia capaz de producir un cambio
en la calificación de las entidades o alterar las estructuras de los respectivos grupos de
accionistas.

Igual obligación regirá para los enajenantes y adquirentes de acciones y para los consejos de
administración de las sociedades cooperativas y sus integrantes.

El Banco Central evalúa la oportunidad y conveniencia de esas modificaciones encontrándose


facultado para denegar su aprobación, así como para revocar las autorizaciones concedidas
cuando se hubieren producido cambios fundamentales en las condiciones básicas que se
tuvieron en cuenta para acordarlas.23

Fundamentalmente, el sentido de la norma deriva del hecho de evitar la extranjerización de la


banca y también la existencia de sociedades controlantes a través de las cuales se puedan
vulnerar indirectamente las disposiciones de la presente ley. Siguiendo estos lineamientos, el
Central fija recaudos y condiciones que deben cumplirse en la negociación sobre acciones o
participaciones.

Filiales

El ente rector también debe autorizar la apertura de filiales. Puede denegarlas basado en
oportunidad y conveniencia. La instalación de nuevas sucursales o filiales responde a una
política de expansión territorial, que aumenta el volumen de áreas operativas. De esta manera,
se desarrolla un sistema más completo.

La autorización tiende a contribuir a la eficacia y sanidad del sistema, y procura evitar un


desmedido sucursalismo o abusos que pueden existir detrás de esto.

Publicidad y denominación

“Las denominaciones que se utilizan en esta ley para caracterizar las entidades y sus
operaciones solo podrán ser empleadas por las entidades autorizadas. No podrán utilizarse
denominaciones similares, derivadas o que ofrezcan dudas acerca de su naturaleza o
individualidad”24.

Se trata de evitar inducir en engaño o confusión a los terceros que los contratan, como así
también proteger la operatoria de las mismas entidades autorizadas. La denominación o sus
similares no pueden ser utilizados por personas o sociedades que carezcan de autorización.

Está prohibida toda publicación o acción tendiente a captar recursos de terceros. “Las
transgresiones facultan al Banco Central a disponer su cese inmediato y aplicar las sanciones
previstas”25.
39
Operaciones bancarias

Como ya hemos señalado, nuestra ley adscribe al modelo de banca especializada; es de allí que
cada uno de los tipos de entidades financieras que contempla la ley tiene ciertas actividades
permitidas en función de sus características, a excepción de los bancos comerciales, que por
regla pueden hacer todo tipo de operaciones.

Operaciones prohibidas

Todas las entidades del sistema tienen prohibidas ciertas operaciones que, por sus
particularidades, exhiben ciertos riesgos, ya que implican una inmovilización excesiva o la
desnaturalización propia de la actividad. Es por ello por lo que la normativa restringe ciertas
actividades que pueden atentar contra la misma entidad.

Respecto a nuestro caso del Banco Alborada S. A., este ha adoptado la forma que establece la
Ley de Entidades Financieras N.o 21526 para las entidades del sector privado, precisamente de
allí su denominación de S. A, seguida del nombre, lo que lo constituye como una Sociedad
Anónima, ya que las entidades financieras del sector público (nacional, provincial o municipal),
como lo hemos visto, adoptarán las formas que sus cartas orgánicas establezcan.

Liquidez y solvencia: definición y regulación


Los bancos requieren dos condiciones esenciales para operar: la liquidez y la solvencia. En
términos generales, podemos decir que liquidez de un activo responde a la facilidad de
convertirse en dinero de forma inmediata y sin pérdidas para el banquero. Empero, cuando
hablamos de liquidez, en este caso, lo hacemos con un sentido especial y refiriéndonos a dos
aspectos esenciales de la operatoria bancaria:

1 como la capacidad de la entidad de hacer frente a los retiros y obligaciones corrientes, lo


cual sería en un aspecto estático;

2 en un sentido dinámico, la liquidez sería la capacidad de disponibilidad de la entidad para


seguir operando y dar nuevos préstamos.

Ahora bien, el problema que se suscita en la actividad deriva de la relación rentabilidad-


liquidez, por cuanto los activos más líquidos, los denominados de caja, son los menos
rentables. En efecto, el dinero en la caja no genera utilidad o ganancia, es de allí que las
entidades, normalmente, procuran tener la mayor cantidad de sus recursos colocados, lo que
en realidad conspira contra la liquidez.

Como contrapartida, para un depositante, la liquidez es fundamental y el banquero debe ser


consecuente con el sistema que está basado en una plena confianza. Si un ahorrista intenta
retirar su depósito y el banco no tuviera disponibilidad, podría generar una situación de
estrépito y, con ello, lo que se conoce como una corrida bancaria.

La solvencia es la capacidad de los activos de un banco de hacer frente a los pasivos


contratados, en este caso, prescindiendo de que su relación sea inmediata o no.

Los bancos funcionan con un mínimo de recursos propios comparado con las deudas que
contrae. Pero el nivel de endeudamiento no puede ser discrecional, sino que debe guardar
relación con el capital y sus reservas. La solvencia se vincula de manera directa con la cartera
de préstamos; de allí la importancia en la calidad y sanidad de esta.
40
Los niveles de liquidez y solvencia importan, sobre todo, a las entidades, que son quienes los
pueden padecer, pero las características de la actividad hacen que las cuestiones vinculadas
con estos aspectos sean sigilosamente controladas por el ente rector.

Los bancos miden la liquidez y la solvencia sobre la base de una serie de reglas técnicas; por
ello se fijan límites de endeudamiento, el grado de morosidad, el efectivo mínimo, entre otras
cosas.

Regulación

A los fines de preservar la liquidez y la solvencia, el Banco Central reglamenta medidas que los
bancos deben tener en cuenta las cuales consisten en:

1 “Limitar la expansión del crédito, tanto en forma global como para distintos tipos de
préstamos y de otras operaciones de inversión”26.

Con esto se procura controlar el funcionamiento de cada entidad.

2“Otorgamiento de fianzas, avales, aceptaciones y cualquier tipo de garantía”27.

Esto por cuanto configuran una responsabilidad eventual y, por tal motivo, son pasivos
contingentes.

3“Plazos, tasas de interés, comisiones y cargos de cualquier naturaleza”28.

Esto es, fundamentalmente, por la incidencia en la economía que tienen estas entidades y el
sistema en su conjunto. Puntualmente, con los plazos se persigue ensamblar la devolución de
los préstamos con la captación de los ahorros, de modo de evitar desfasajes que puedan
resentir la liquidez de las entidades.

4“Límites en la inmovilización de activos”29.

Esto es por cuanto compromete la liquidez.

5“Relaciones técnicas a mantener entre recursos propios y las distintas clases de activos, los
depósitos y todo tipo de obligaciones”30.

Estas relaciones técnicas responden a comparaciones entre distintas partidas del balance que
tienen vinculación operativa, financiera y económica y que indican la capacidad o aptitud de la
entidad para ejercer la actividad.

Régimen de efectivo mínimo

El régimen de efectivo mínimo, también denominado reserva o encaje legal, es aquella parte
de los depósitos u obligaciones a la vista que las entidades deben mantener disponibles, vale
decir, no colocar en operaciones activas. El propósito de esta reserva lo podemos circunscribir
a:

1 asegurar la liquidez y la solvencia;

2 regular el crédito y la expansión del dinero.

La integración de los requisitos de reserva no podrá constituirse en dinero en efectivo o en


depósitos a la vista en el Banco Central o en cuentas en divisa, según se trate de pasivos de las
entidades financieras denominadas en moneda local o extranjera, respectivamente, o en
41
títulos públicos valuados a precio de mercado, en este último caso, en la proporción que
determine el mismo Central31. Las reservas no son remuneradas.

Si observamos el caso que nos viene acompañando en el recorrido de la materia, hemos


querido mostrar el encaje que dispone el BCRA: los $ 500 000 de diferencia entre lo que
depositó el Sr. Canepa al constituir el certificado de plazo fijo y lo que retiró en concepto de
préstamo personal la Sra. Furlog. El Banco Alborada S. A. debió dejar ese monto inmovilizado y
a disposición del BCRA. No recibió, por esa inmovilización, como hemos visto, remuneración
alguna (art. 28, Ley N.o 2414431).

Responsabilidad patrimonial

Se establece que “las entidades mantendrán los capitales mínimos que se establezcan”33. La
ley procura que el capital y las reservas de las entidades cumplan la función de garantía al
posibilitar que se soporten eventuales pérdidas y evitar eventuales disoluciones y
liquidaciones. Es el Banco Central quien fija los capitales mínimos que deben integrar los
bancos.

La responsabilidad consiste en la afectación de recursos propios al desenvolvimiento de la


entidad, de forma tal que entre las incorporaciones de activos y pasivos resulte un remanente
positivo que, en efecto, será el patrimonio neto. Los parámetros para su fijación han variado
con el devenir histórico; actualmente, se miden sobre la base de los activos de riesgo. El
mecanismo se basa en la ponderación del riesgo crediticio estableciendo tasas y escalas.

El fundamento que subyace a este criterio es que los riesgos de la cartera de préstamos deben
ser asumidos por los accionistas y no por los depositantes y ahorristas de la entidad.
Fortaleciendo más el sistema, se establece que:

Las entidades deberán destinar anualmente al fondo de reserva legal la proporción de sus
utilidades que establezca el Central, la que no será inferior al 10% ni superior al 20%. No
podrán distribuir ni remesar utilidades antes de la aprobación de los resultados del ejercicio y
de la publicación del balance general y cuenta de ganancias y pérdidas.34

Llegando al final del recorrido de esta tercera lectura, hemos podido observar, los requisitos
que las entidades financieras deben cumplimentar, de acuerdo con lo que dispone la Ley N.o
21526, para ser autorizadas a funcionar y las prerrogativas que posee el BCRA, en virtud de lo
dispuesto por su Carta Orgánica Ley N.o 2414435, la que le confiere toda la autoridad para
controlar y ejercer un poder de policía sobre el sistema financiero y las entidades que lo
integran.

Régimen financiero
La entidad financiera en dificultades
En sus veinte años de desempeño en el sistema financiero de la República Argentina, el Banco
Alborada S. A. nunca ha tenido que enfrentarse a esta situación de dificultad, ya que, desde su
creación y autorización por el BCRA, ha cumplimentado los requerimientos establecidos en la
normativa vigente sobre el tema; a saber, la Ley de Entidades Financieras N.o 215261. El BCRA
realizó los requerimientos de control sobre el Banco Alborada S. A., en virtud de las funciones
de policía y control del sistema financiero que le acuerdan la Ley N.o 241442, sin hallar
irregularidades relevantes que estén tipificadas en la normativa vigente.
42
No obstante, avanzaremos en considerar cómo deberán proceder las entidades financieras
ante la detección de irregularidades e incumplimientos de la Ley N.o 21526 para sanear esta
situación, los plazos que deberán cumplimentar, etc., y cómo deberán proceder ante la
suspensión o revocación de la autorización para funcionar.

Regularización y saneamiento: definición, requisitos, plazos y efectos

Todo el esquema reglamentario referido a estos puntos tiene por finalidad asegurar la
estabilidad económica de las entidades, dándole oportunidad para sanear sus dificultades. Por
tal motivo, se prevé, en primer término, que “toda entidad que no cumpla con las

disposiciones de este título o con las normas que dicta el Banco Central de la República
Argentina, deberá dar las explicaciones pertinentes dentro de los plazos que éste establezca”3.

Vale decir que, si un banco no cumple con las disposiciones sobre liquidez y solvencia, la
responsabilidad patrimonial o el efectivo mínimo, al constatarlo o tomar conocimiento del
desliz en sus relaciones técnicas, deberá dar las explicaciones del caso. Este es un mecanismo
simple de indagación que permite obtener aclaraciones sobre determinados aspectos del
funcionamiento, que en principio podrían comprometer su desenvolvimiento. El plazo lo ha de
fijar el mismo Banco Central. Los requerimientos de explicación competen a la
superintendencia. Paralelamente, las entidades deberán presentar un plan de regularización,
en los plazos y condiciones que fije el Banco Central, que no podrá exceder los treinta días.

Las entidades deberán presentar un plan de regularización:

1 Cuando se encontrara afectada su solvencia o liquidez, las entidades deberán presentar un


plan de regularización.

2 Cuando se registren deficiencias de efectivo mínimo, las entidades deberán presentar un


plan de regularización.

3 Cuando se registren reiterados incumplimientos a los distintos límites o relaciones técnicas


que se establecieren, las entidades deberán presentar un plan de regularización.

4 Cuando no tuvieren la responsabilidad patrimonial mínima. Esta enunciación es taxativa. 4

Ahora bien, ¿qué sería un plan de saneamiento? Aun cuando no está definido en la ley,
podemos entenderlo como el conjunto de medidas que la entidad en dificultades propone al
Banco Central a efectos de superar la situación de crisis. Estas medidas podrían consistir en un
aumento de capital, la venta de la cartera de préstamos de cumplimiento irregular, etc.

El Central, a los fines de facilitar el reacomodamiento y el cumplimiento del plan o de las


fusiones o absorciones, podrá, con carácter temporario, admitir excepciones a los límites y
relaciones técnicas, verbigracia, inmovilización de activos. A su vez, podrá eximir o diferir el
pago de cargos o multas. También, podrá otorgar estos beneficios o dispensas en función
propia del superintendente.

Paralelamente al plan de regularización y saneamiento, cuando la superintendencia constate


una entidad en dificultades, “podrá designar veedores con facultades de veto y cuyas
resoluciones serán recurribles, en única instancia, ante el presidente del Banco Central”5. Esto
se asimila a la modalidad cautelar de la coadministración, puesto que la facultad de vetar las
decisiones del órgano de administración trasciende a un simple control. Indudablemente, este

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instituto se debe implementar con mucha precaución y debe ser tendiente al cumplimiento del
plan.

Por último, se debe tener en cuenta que, como medida complementaria, el Central podrá

… exigir la constitución de garantías y limitar o prohibir la distribución o remesar utilidades. La


falta de presentación, rechazo o incumplimiento de los planes de regularización y saneamiento
facultará al Banco Central para resolver, habiendo sido oída o emplazada la entidad, la
revocación de la autorización para funcionar, ello sin perjuicio de otro tipo de sanciones.6

Suspensión para funcionar: procedencia, requisitos

El Superintendente podrá, previa autorización del presidente del Banco Central disponer la
suspensión transitoria, total o parcial, de las operaciones de una o varias entidades financieras,
por un plazo máximo de treinta días. De esta medida se deberá dar posterior cuenta al
Directorio.8

Indudablemente, se trata de una medida que se debe ordenar, en ejercicio del poder de
policía, cuando existan causas graves que comprometan el normal desenvolvimiento de la
entidad. Está reglamentada en el art. 49 de la Ley N.o 241449, aun cuando lo natural hubiera
sido que esté en la Ley de Entidades Financieras. Esta consiste en una serie de medidas,
alternativas, que puede ordenar el Banco Central, previo a la revocación, en resguardo de los
depositantes. La decisión debe ser adoptada por la mayoría absoluta del directorio.

Las distintas medidas, a cuya lectura remitimos en el art. 35 bis de la Ley N.o 21526, requieren
como condición de procedencia que opere alguna de las causales de revocación que están
enunciadas en el art. 44 de la ley10, aunque luego y supeditado a la eficacia de la medida, no
necesariamente debe sobrevenir la revocación.

Revocación de la autorización: supuestos de procedencia, consecuencias. Liquidación y


quiebra de entidades financieras. Privilegios.

De la misma forma que es el Banco Central quien autoriza el funcionamiento de las entidades
financieras, también es quien revoca su autorización, empero, en este caso, la decisión no es
discrecional, sino que deben operar ciertas causas para que tenga lugar. La ley, al tratar las
causas, distingue aquellas que son de incumbencia propia de las autoridades estatutarias del
banco y, por otro lado, las que directamente son determinadas por la autoridad, siendo estas
últimas de carácter sancionatorio.

Causas de revocación de la autorización para funcionar. De incumbencia propia.

Dentro del primero de los supuestos, el art. 44 de la Ley de Entidades Financieras N.o 2152611
distingue dos casos:

1 Cuando exista un pedido expreso de las autoridades estatutarias en tal sentido.

2 Cuando opere alguna causal de disolución de la entidad, de las previstas en las leyes que
reglamentan su existencia (v. g., leyes N.o 1955012 o N.o 2033713)

Causas de revocación de la autorización para funcionar. De incumbencia del BCRA.

En el segundo supuesto (decisión del BCRA), procede también en dos casos:


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1 Cuando esté afectada la liquidez y la solvencia y, no pudiera ser superada esta situación a
través de un plan de regularización y saneamiento.

2 En los demás casos previstos en la Ley N.o 21526. Este último supuesto es más bien de
carácter residual y comprende las distintas hipótesis establecidas en la ley, tal como el art.
3414, pero fundamentalmente atiende a los casos en que hubieran desaparecido las
condiciones que se tuvieron en cuenta para el otorgamiento de la autorización (art. 1515in
fine). El Central, una vez que toma la decisión de revocar, debe poner en conocimiento del juez
competente la decisión de revocación. A partir de entonces, el magistrado deberá iniciar el
proceso de liquidación u ordenar la quiebra según lo estime conveniente o lo requiera la
autoridad administrativa.

A partir de la notificación de la resolución que dispone la revocación de la autorización y hasta


tanto el juez resuelva el modo de cese de la actividad reglada, serán nulos cualquier tipo de
compromiso que aumente el pasivo de la misma y cesará su exigibilidad y el devengamiento de
intereses.16

La resolución de revocación es recurrible, con efecto devolutivo, ante la Cámara Nacional de


Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal de la Capital Federal.

Liquidación

La ley prevé un doble esquema de liquidación: por un lado, la liquidación judicial y, por el otro,
la autoliquidación, en ambos casos es de aplicación supletoria la Ley de Sociedades N.o
1955017. De igual forma, de sobrevenir la quiebra resulta de aplicación la Ley N.o 2452218.

En los supuestos en que la revocación deviene como consecuencia de la decisión de las


autoridades estatutarias o por mediar alguna causal de disolución, esta entidad podrá requerir
al juez administrar el proceso de liquidación, que es lo que se conoce como autoliquidación.
Para ello, se deberá expedir previamente el Banco Central y, a su vez, debe existir garantía
suficiente.

Sin perjuicio de ello y en cualquier momento, el juez podría determinar que prosiga en forma
judicial cuando se den los supuestos de las leyes N.o 1955019 y N.o 2452220. En los demás
casos, la liquidación siempre será judicial, salvo que se decrete la quiebra.

Quiebra

Como principio liminar se debe comenzar aclarando que una entidad financiera no puede
concursarse ni pedir su propia quiebra. Tampoco podrá decretarse la quiebra hasta tanto le
sea revocada la autorización para funcionar. Cuando el Banco Central dispone la revocación,
entiende que la entidad está en cesación de pagos y puede resolver también pedirle la
quiebra. En tal supuesto, el juez debe expedirse de inmediato.

A la vez, podría ser también el liquidador quien le requiera la quiebra. En efecto, ni bien asume
su función, debe expedirse sobre la factibilidad de la continuidad de la liquidación. De no
estimarla viable, podría en dicho momento pedir que se decrete la quiebra. De lo contrario, en
cualquier instancia del proceso de liquidación, de estimarlo necesario, podría denunciar la
cesación de pago y con ello la quiebra.

Por otra parte, también el juez de oficio podría disponerla en caso de verificar la cesación de
pagos. Los terceros, por regla, no están legitimados para pedir la quiebra, pero cuando

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formulen este requerimiento y el juez lo estime procedente, debe rechazarla de oficio, pero le
dará intervención al Banco Central para que, si así correspondiera, previa revocación, formule
el pedido.

Existe un solo caso en que un tercero puede pedir la quiebra y ello ocurre cuando una entidad
financiera hubiera sido reestructurada y se le hubieran excluido activos y pasivos, y luego
hubieran transcurrido sesenta días corridos desde que se dispuso la revocación. En tal
supuesto, los acreedores adquieren legitimidad y pueden requerir la quiebra.

En todos los casos, se aplicarán las disposiciones de la Ley de concursos y quiebras N.o
2452221, con excepción de las regulaciones que posee la misma Ley de Entidades Financieras.
Parte de las excepciones a las que hace referencia es que no son susceptibles de ser revocados
ni declarados ineficaces los actos realizados con la autorización del Banco Central en los
supuestos previstos en el art. 35 bis (exclusión de activos) ni los establecidos en el art. 17, inc.
b, c, y e de la CO22 (transferencias de activos en garantía o para descuento).

A la vez, en ningún caso se podrán aplicar las normas sobre continuidad de la empresa, etc.

Privilegios

Como todos saben, a esta altura, el privilegio es el derecho que tiene una persona de cobrar
con preferencia a otra sobre el producto de un bien determinado o sobre una universalidad de
estos. La Ley de Entidades Financieras posee un esquema propio de privilegios que guarda
relación con los derechos que pretende tutelar. Dicha regulación se encuentra esencialmente
en el art. 5323, al cual remitimos para su estudio.

Régimen de garantía de los depósitos


Lineamientos y características del sistema. Régimen
jurídico
Luego de numerosas regulaciones sobre este tema, la Ley N.o 2448524 es la que reglamenta el
régimen vigente. Esta dispuso la creación de un sistema de seguro de garantía de depósitos
bancarios, el cual luego fue retocado con la Ley N.o 2446725.

Esta ley determina los lineamientos sobre los cuales se estructura el sistema, pero,
esencialmente, se encuentra reglamentado y organizado a través del Decreto 540/95,
referente al Sistema de Seguro de garantía de los depósitos bancarios26. El sistema se inspiró
en la idea de crear una cobertura limitada para los depósitos que evitara una carga gravosa
para las entidades y, a la vez, eludiera la creación de un organismo burocrático para la
liquidación. Es de allí que se previó:

1 la integración de un fondo en una proporción que resulte adecuada a la cobertura de los


riesgos;

2 la constitución de una sociedad con el objeto de administrar dichos fondos;

3 la definición de las características, alcances y límites de la garantía.

Como respuesta al primer punto, se estableció la creación de un fondo que deberá formarse
con el aporte de todas las entidades que se determinaba sobre la base de un porcentaje del
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promedio de los saldos disponibles de los depósitos en pesos y moneda extranjera. Dicho
fondo deberá ser administrado bajo estrictas pautas.

Respecto al segundo punto, se dispuso la constitución de una sociedad que se denominara


Seguro de Depósitos Sociedad Anónima (SEDESA), con el único objeto de administrar el fondo.
Por último, se instituyó un sistema que opera en modo subsidiario y complementario al
régimen de privilegios de la LEF, limitando también la extensión de la cobertura. Es de allí que
tenemos un régimen con las siguientes características:

Limitado

Se circunscribe a los depósitos bancarios.

Obligatorio

Todas las entidades deben estar adheridas.

Oneroso

En virtud de que se constituye a partir del aporte de los bancos.

Subsidiario y complementario

En virtud de que opera luego del esquema de privilegios, vale decir que opera cuando, sobre la
base de los privilegios que establece la Ley de Entidades Financieras, no han cobrado o, de lo
contrario, no percibieron la totalidad, con lo cual lo completa. Existen determinados depósitos
que están excluidos del régimen de garantía.

Sanciones y Recursos: tipos de sanciones. Autoridad


competente. Supuestos de procedencia. Vías de
impugnación

El art. 41 de la Ley N.o 21526 establece que, quedarán sujetas a sanción por el Banco Central
de la República Argentina las infracciones a la presente ley, sus normas reglamentarias y
resoluciones que dicte el Banco Central de la República Argentina en ejercicio de sus
facultades. Las sanciones serán aplicadas por el presidente del Banco Central de la República
Argentina, o la autoridad competente, previo sumario que se instruirá con audiencia del
imputado.

Podrán consistir en forma aislada o acumulada:

Llamado de atención.

Apercibimiento.

Multas.

Inhabilitación temporaria o permanente para el uso de cuenta corriente bancaria.

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Inhabilitación temporaria o permanente para desempeñarse como promotores, fundadores,
directores, administradores, miembros de consejo de vigilancia, síndicos, liquidadores,
gerentes, auditores, socios o accionistas de entidades comprendidas en la presente ley.

Revocación de la autorización para funcionar.27

El Banco Central de la República Argentina reglamentará la aplicación de multas, teniendo en


cuenta para su fijación los siguientes factores:

Recursos

El esquema recursivo responde también al tipo de sanciones y está reglamentado en el art. 42


de la Ley de Entidades Financieras28, al cual nos remitimos.

Hemos podido apreciar en el recorrido de esta lectura, la entidad financiera en dificultad y la


manera que el marco normativo dispone para su regularización y saneamiento, o su
liquidación. Dentro de este proceso, se destacan las causas de revocación para funcionar que
es lo que produce el quiebre entre la posibilidad de que la entidad financiera continúe en
funcionamiento o se produzca su cierre y liquidación. Por lo tanto, concluyendo este
importante tema, los invito a realizar el siguiente ejercicio:

La ley, al tratar las causas de revocación para funcionar de las entidades financieras, distingue
aquellas que son de incumbencia propia de las autoridades estatutarias del banco y, por otro
lado, las que directamente son determinadas por la autoridad (BCRA). Arrastra y pega las
causas con su incumbencia.

Magnitud de la infracción.

Perjuicio ocasionado a terceros.

Beneficio para el infractor

Volumen operativo del infractor.

Responsabilidad patrimonial de la entidad.29

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