Padre Hurtado y Juanita de los Andes,

dos hermanos y un solo corazó n,

nuestros guías nos muestran un camino,
de aventura heroísmo y emoció n.
Jubilosas resuenan nuestras voces,
avanzando con sus huellas hacia Dios,
en la altura clavada la mirada,
en la tierra testigos del amor.

Alberto eres todo un hombre,

tu mirada nos conmueve el corazó n,
la fuerza viril de tu espíritu,
va infundiendo en nuestro pecho tu valor.
Sonriendo pasaste por el mundo,
contento aú n en medio del dolor
ser hombre, ser jefe, ser apó stol,
fue ideal que marcó tu vocació n.

Padre Hurtado y Juanita de los Andes,

dos hermanos y una vocació n,
nuestros guías nos muestran un camino,
avancemos cantando hacia Dios.

Juanita que cá lida es tu imagen,

te formaron la dulzura y el dolor,
tus pasos aú n resuenan en los Andes,
cuando el mundo conoce de tu amor.
Es inmenso el impulso de tu alma,
tan inmenso como humilde en tu oració n,
joven mujer amamos tu sendero,
haz que en nosotros resuene esta canció n.

Estos años nos formaron en la lucha,

nos esperan el mundo y el error,
nuestro tesoro está con Cristo y los hermanos,
Adelante a conquistar para el amor.
En el cielo prendida la esperanza
En la tierra apasionado el corazó n,
tierra y cielo, cielo y tierra un solo reino,
nuestra sangre por el Padre y su misió n.

Padre Hurtado y Juanita de los Andes,

dos hermanos y una vocació n,
nuestros guías nos muestran un camino,
avancemos cantando hacia Dios.