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1).- La Monarquía, desde el año 753 a. C.

(fecha de la fundación de
Roma) con algunos de los reyes más destacados: Rómulo, Numa
Pompilio, Tulio Hostilio, Servio Tulio... hasta la aparición de la
República. 

Durante el periodo de la monarquía -250 años- se tienen antecedentes


de que gobernaron a Roma 7 reyes, siendo el primero de ellos
“Rómulo”, que fue nombrado por el Senado. El sigue en el trono es
“Numa Pompilio”, a quien se le atribuye el impulso de la religión
romana. En tercer lugar estuvo “Tulio Hostilio”. En cuarto sitio aparece
“Anco Marcio”. Estos dos últimos reyes se caracterizaron por ser
guerreros. En quinto lugar, estuvo Tarquino el Antiguo, quién otorgo al
Senado un mayor número de facultades y amplió su número, llegando
a conformarlo 300 senadores. En sexto lugar, aparece Servio Tulio, a
quien se le atribuyen actos administrativos de gran valía y ser el
creador del “censo económico de población”, que fue la base de la
llamada “Reforma Serviana”. Al final de esta dinastía estuvo Tarquino
el Soberbio, quien gobierna dictatorialmente y de manera déspota, lo
que lleva a su destierro y a la remoción de su cargo.

Estructura primitiva de Roma

Roma es consecuencia de la fusión, no solo de los reyes, sino


también de los pobladores provenientes de diversas razas, lo que
afirma que el pueblo romano se fundó por la unión de tres razas que,
por su morfología, constituyeron un carácter determinado. Estas razas
eran los Ramnenses, los Titienses y los Lúceres[6].

Rómulo fusionó tres tribus asentadas en el antiguo Latium; éstas


se dividieron en diez curias, que se consideraban como la
organización de carácter político, militar, económico y religioso. Sus
jefes eran los llamados curiones y cuyo jefe máximo era conocido
como el Juno Curis.

El origen del término curia tiene dos teorías, la primera de ellas


sostiene que proviene de la palabra Curare, y ésta,
de Quiris (Antiguo). Una segunda teoría señala que el origen
etimológico de las curias proviene de Coviria, que significa reunión de
guerreros. Lo cierto es que ambas guardan relación con el término,
pues siendo la comunidad más antigua y conformada por guerreros,
hay una connotación histórica que permite entender ambas teorías.

Cada curia, a su vez, estaba dividida en diez Gens (Gentes o


gentiles), la cual, según la tesis de Ihering, “es la identificación de la
familia con el Estado”. Con esto quiso decir que son familias con
carácter político, esto es, que los miembros de una familia debían
pertenecer a una gens para poder ejercer derechos ciudadanos. Es
por tal motivo que cada gens estaba conformada por familias romanas.

Organización social de la Roma monárquica

Conforme a la tesis de Benito Pérez Rivas[8], durante la


monarquía, la sociedad romana estaba integrada por Patricios,
Clientes y Plebeyos. Se analizará cada uno por separado.

Los Patricios: Eran los descendientes de las primeras familias


fundadoras de Roma, integraban la clase privilegiada y gozaban de
todos los derechos.

Desde las primeras décadas de Roma estaban presentes estos


patricios, destacando que el término deriva de Patris – Pater, es decir,
son considerados los padres de Roma y como padres de Roma, se
determinó que eran los titulares de los derechos políticos, puesto que
eran los aristócratas gobernantes.

Estos derechos eran:

1.            Ius Sufragii: El derecho a votar en los comicios, de elegir y


de ser elegidos.

2.            Ius Honorum: El derecho a desempeñar cargos públicos, es


decir, las magistraturas de la época.

3.            Ius occupandi agrum publicum: El derecho a poseer y


hacerse dueños de las tierras conquistadas.
Dentro de la esfera de los derechos privados se tienen los
siguientes:

4.            Ius connubium: El derecho a contraer iustae


nuptiae (matrimonio legítimo). Lo tenían para poder mantener la
limpieza de su clase.

5.            Ius comercii: Derecho a participar en las actividades de


comercio, es decir, a tener toda clase de relaciones jurídicas para
contratar y negociar.

Así como se tenían derechos, es lógico pensar que también eran


titulares de obligaciones o deberes, principalmente frente al Estado.
Estos deberes eran:

1.    Ius millitum: Derecho-deber de formar parte del ejército romano.

2.    Ius tributi: Derecho-deber de pagar los impuestos.

Las otras dos clases romanas eran los clientes y los plebeyos,
que constituyeron las clases dominadas.

Los Clientes: Era la clase social que nace bajo la protección de otra


clase. Son personas libres, integrados por extranjeros o proletarios
bajo la protección de un ciudadano romano o de un grupo gentil por
una relación de clientela.

Según algunos autores eran huéspedes pobres, extranjeros


vencidos y también esclavos libertos que habían quedado ligados a
sus antiguos dueños, úes al tener el Ius patronatus, ofrecían sus
servicios a los patricios a cambio de su protección.

Los Plebeyos: Era la clase social oprimida que no estaba sometida a


la protección social. Eran comerciantes, industriales, artesanos que
carecían de derechos y solo poseían el Ius comercii.
los plebeyos estaban conformados por los vencidos, una masa de
población necesaria para la acción militar y para el trabajo en la vida económica
de la ciudad. Algunos autores atribuyen el origen de la plebe a la protección que
los débiles buscaban de los fuertes y a la conveniencia de éstos por tener gente
de servicio o auxiliares a quienes se les consideraban de segunda categoría.
Organización política de Roma durante la Monarquía

Durante el período monárquico romano, la estructura política


estuvo constituida por el Rey, el Senado, los Comicios y los Colegios
Sacerdotales.

El Rey (Rex)

De acuerdo con Abouhamad[9], el rey primitivo era el jefe único y


vitalicio de la comunidad. Era el único magistrado “popular romanus”,
es decir, que tenía su cargo con carácter de elección.

El rey regulaba las relaciones entre los hombres y los dioses,


ostentando un carácter constitucional, accediendo al cargo de acuerdo
a la costumbre de elegibilidad, conformada por los siguientes
aspectos:

1.            La Creatio: Proposición o candidatura que hace el soberano.

2.            Patrum auctoritas: Es la aprobación que da el Senado a la


postulación hecha por el Comicio.

3.            Inauguratio: Autorización de los dioses.

4.            Lex curiatae et imperium: Concesión de plenos poderes al


nuevo rey electo.

El rey nombrado ejercía un cargo vitalicio, por tanto, hasta su


muerte, bien sea natural, accidental o por asesinato, causa más
común. Cuando el rey fallecía, quedaba al cargo un inter rex, una
especie de rey de transición.

Cumplido el requisito constitucional de elección, el rey,


inmediatamente, procedía a nombrar a sus auxiliares, puesto que el
monarca tenía atribuciones políticas, religiosas, judiciales y militares.
Estas atribuciones estaban conformadas de la siguiente manera:
1.            Políticas: Como tal, detentaba el poder político y era el jefe
supremo de la comunidad. En estas funciones era ayudado por
el Praefectos Urbis (Prefecto de la ciudad), quien era el encargado de
vigilar la ciudad de Roma durante la ausencia del rey.

2.            Judiciales: El rey administraba justicia tanto en lo civil como


en lo penal, y en éstas funciones era auxiliado por dos funcionarios. El
primero de ellos era el Questor Parricidi, quien se encargaba de las
personas que cometían homicidios, principalmente contra un Pater
Familiae, imponiendo la pena capital. El segundo funcionario era
el Duoviri Praelectionis, quien auxiliaba al rey en materia de delitos de
alta traición al Estado romano.

3.            Militares: El rey era, asimismo, el jefe supremo del ejército y,


por tanto, su comandante en jefe. Era auxiliado por una especie de
Ministros de Defensa, denominados Tribunus Celerium, que era el jefe
de la caballería y el Tribunus Militum, quien se encargaba de la
infantería.

4.            Religiosas: El monarca era el sumo sacerdote o sumo


pontífice, y en estas funciones era ayudado por los colegios
sacerdotales, es decir, el Colegio de los Pontífices, el Colegio de los
Augures y el Colegio de los Feciales.

El Senado

El origen etimológico del Senado proviene del término Senex,


que significa “El de mayor edad”.

Según la obra de Agustín Hurtado[10] el Senado era un órgano


monárquico que se trataba de un consejo de señores o de una
corporación de ancianos. Según la tradición, compuesta
por Patres o Senatores, cuyo nombramiento era de origen real.

Durante la monarquía romana era el cuerpo consultivo del rey.


Estaba constituido por trescientos miembros, que correspondían a los
jefes de cada una de las gens que conformaban la estructura primitiva
de Roma, es decir, eran los trescientos patergentis de las
trescientas gens.
En cuanto a sus atribuciones, en primer lugar, en la época
monárquica, su función principal consistía en aconsejar al monarca ya
que era el cuerpo consultivo, aunque el rey en este período no estaba
obligado a seguir el dictamen u opinión del senado. Ejercía también el
gobierno de la ciudad en caso de vacancia del trono, cuando el rey no
había designado sucesor, es decir, El Interregnum. Por último, ejercía
la Auctoritas Patrium, que consistía en la confirmación, por parte de
los senadores, de las resoluciones de los comicios, ya que ninguna
decisión popular podía tener aplicación si no era ratificada por el voto
favorable de los senadores o patres.

Los Comicios

Siguiendo la tesis de Chibly[11], el pueblo ejercitaba sus


derechos en los comicios, considerado como el segundo órgano de la
época monárquica, en cuanto a la organización política se refiere.

Por su parte, Hurtado[12] señala que era una asamblea de


hombres libres que el monarca convocaba para dar cuenta de los
actos que interesaban a la comunidad. Se limitaban a escuchar las
proposiciones del rey y, mediante el voto, ratificaban sus decisiones.

Pérez Rivas[13] indica que en los primeros tiempos de la


monarquía se conocían dos clases de comicios, los Comicios Curiados
y los Comicios Calados.

Comicios Curiados (Comitia Curiatae): Estos representaban en


Roma las asambleas formada por los integrantes de las 30 curias en
que Rómulo dividió las tres tribus que dieron origen a la ciudad.

            Tenían carácter civil y eran convocados y presididos por el rey


en el foro llamado Comitium, no tuvieron en sus inicios funciones
legislativas, judiciales ni militares, por cuanto estas correspondían solo
al rey, pero si tenían funciones electorales, ya que eran ellos los que,
mediante el voto, elegían al monarca. Tenían las siguientes
competencias:

1.            Participación en las ceremonias religiosas.


2.            Participación en la Lex curiatae et imperium, mediante la cual
se concedían plenos poderes al nuevo rey electo.

3.            Intervención en actos públicos y privados que interesaban


directamente a toda la comunidad. En ese sentido, declaraban guerras
o contrataba la paz, elegían reyes, participaban en los actos mediante
los cuales se renunciaba al culto familiar, admitían nuevas gens y
participaban en la adrotagio, acto por el cual un pater
familae renunciaba a su carácter y era sometido a un nuevo pater
familiae.

En cuanto a su funcionamiento, lo practicaban de la siguiente


manera:

1.            Se instalaba el comicio.

2.            Se efectuaban las ceremonias religiosas.

3.            El rey sometía el caso a consideración de la asamblea


popular, acto denominado rogatio.

4.            Se procedía a la votación, la cual realizaban individualmente y


se aprobaba por mayoría simple, es decir, por dieciséis curias.

Comicios Calados (Comitia Calata): Tenían un carácter religioso,


pues los curiados eran de carácter civil, convocados por un Lictor de
curias por orden del rey quien podía presidirlos, al igual que el Pontifex
Maximus.

Su función principal era la de presenciar el otorgamiento de


testamentos de los paterfamiliae, en forma oral, ante el pueblo romano
reunido en asamblea. Para tal fin se reunían los comicios dos veces al
año.

Los comicios, como se dijo, eran asambleas legislativas pero también


políticas. Durante la monarquía existieron básicamente dos tipos de
comicios:
a) Los comicios por curias. Eran los más antiguos, tuvieron como
función asegurar el ejercicio de los derechos políticos; el aspecto
religioso y las actividades festivas en general. La asamblea de las
curias se le denominó “pueblo o populus”, o sea, la reunión de todos
los ciudadanos –patricios y plebeyos-. Sus decisiones se tomaban de
manera indirecta, puesto que el voto se emitía por curia y en cada una
de ellas por individuo, por lo que si votaban 16 curias en un mismo
sentido, se aprobaba la propuesta objeto de votación.

b) Los comicios por centurias. Estos nacieron como resultado del


aumento de población en la Roma de la monarquía, que aconteció en
la época de Servio Tulio, quien utilizando el censo económico de la
población crea este tipo de comicios.2

Las Escuelas o Colegios Sacerdotales

El culto en Roma es una de las actividades más importantes de


los romanos durante la Monarquía, por lo que, de acuerdo con
Chibly[14], la religión estuvo íntimamente ligada a la vida institucional
del Estado, no solo por ser parte integrante  del derecho público, sino
por su gran influencia en las relaciones particulares.

Estos colegios eran tres, el de los pontífices, el de los augures y


el de los feciales.

El Colegio de los Pontífices: Siendo el más importante de los


colegios sacerdotales, se atribuye su creación al Rey Numa Pompilio y
estaba integrado por cinco miembros, quienes debían cumplir los
siguientes requisitos: ser ciudadano patricio y ser designado por el rey.

Este colegio era el depositario de la ciencia, la tecnología, los


ritos y la tradición histórica. Sus miembros eran los únicos que
conocían e interpretaban el derecho. Asimismo, señalaban los días
fastos, que eran los días en que podían celebrarse los comicios y los
días nefastos, días en que no podían realizarse tales actos.

El Colegio de los Augures: Era el encargado de interpretar la


voluntad de los dioses, el cual realizaban mediante el examen del
vuelo de las aves, del movimiento de las estrellas o de los fenómenos
naturales.

El Colegio de los Feciales: Era el encargado de custodiar y hacer


respetar los tratados internacionales, por lo que intervenía en las
declaraciones de guerra y en los convenios de paz.

La Reforma de Servio Tulio

            El rey Tarquinio Prisco, también conocido como Tarquinio


Vetus, quiso formar nuevas clases sociales en Roma y el sacerdote
augur Attius Navius se negó rotundamente, manifestando que los
dioses estaban en contra de tal proposición[15].

            Tarquinio hizo una nueva propuesta, que los Plebeyos


formaran parte del Senado, propuesta aprobada por los patricios
quienes condicionaron que a la plebe se le colocara en un sitio
apartado y fuera considerada como Patres Minurum, pues los patricios
eran los Patres Maiorum.

            Correspondió a su sucesor, el Rey Servio Tulio, la reforma


sustancial en esta época de Roma al introducir nuevos cambios con el
objeto de mejorar a la clase plebeya. Entre estas mejoras se tiene:

1.            Introdujo un nuevo elemento: La riqueza.

2.            Creó nuevas tribus, como la Suburana, la Collina, la Esquilita


y la Palatina.

3.            Dividió el territorio romano en Tribus o Regiones, y a los


ciudadanos en clases sociales y centurias. Este ordenamiento
territorial tuvo como finalidad el pago de impuesto, el servicio militar y
el voto público.

4.            Creó el censo, en el que tanto patricios como plebeyos tienen


la obligación de inscribirse con su familia, con el fin de dar a conocer la
riqueza que posee cada individuo y los bienes que poseían para el
momento, entre los que contaban fundos y esclavos.
Para la época no existía la moneda propiamente dicha, se
manejaba en el comercio un trozo de cobre acuñado llamado aes
rude, el cual puede llegar a considerarse como la primera moneda de
la historia.

5.            Impuso penas severísimas a los que eludieran este deber, es


decir, que no se censaran cada cinco años como la pérdida de la
libertad y la confiscación de sus bienes (predios o fundos rústicos, los
esclavos o los instrumentos de labranza).

6.            De acuerdo a los resultados arrojados por el censo dividió los


ciudadanos en cinco clases sociales, según Tito Livio, en relación con
la fortuna de cada uno. La riqueza se determinaba por la tierra y su
instrumento de medición era la yugada, equivalente hoy a 2.518,88
m2.

a.            Primera clase: Propietarios de veinte yugadas o más,


equivalentes a 100.000 ases.
b.            Segunda clase: Propietarios de quince yugadas o más,
equivalentes a 75.000 ases.
c.            Tercera clases: Propietarios de diez yugadas o más,
equivalentes a 50.000 ases.
d.            Cuarta clase: Propietarios de cinco yugadas o más,
equivalentes a 25.000 ases.
e.            Quinta clase: Propietarios de dos yugadas o más,
equivalentes a 12.500 ases.

Los que poseían menos de dos yugadas eran llamados


proletarios, porque el Rey Servio Tulio dijo que aquel que no tenga
yugadas no está obligado a pagar impuestos, pero contribuyen con
sus hijos (prole), cuando la ciudad los requiera.

7.            A cada una de estas clases sociales se les dividió, para su


defensa y seguridad, en un determinado número de centurias. La
primera clase social comprendía 80 centurias; la segunda, tercera y
cuarta 20 centurias; y la quinta 30 centurias.
REFORMA DE SERVIO TULIO.
Servio Tulio (578-534 a.C.), proclamado rey en el año 166 de Roma,
famoso por su nueva constitución y por ensanchar los límites de la
ciudad, evita el choque con la resistencia que se opuso a las intenciones
de Tarquino. Hubo una importante reforma militar, conocida como
reforma Servia, ya que tuvo lugar durante el mandato de Servio Tulio,
en el siglo VI a.C. Para entonces, la plebe podía adquirir propiedades y,
según la reforma, todos los propietarios, tanto los patricios como los
plebeyos, estaban obligados a servir en el Ejército, donde se les
designaba un rango de acuerdo con su riqueza. Este plan, aunque al
principio servía a un propósito puramente militar, preparó el terreno
para la gran lucha política entre patricios y plebeyos que tuvo lugar
durante los primeros siglos de la República romana. Los comitia
centuriata (comicios centuriados) fueron la asamblea dominante desde
el siglo V hasta el siglo III a.C. y se basaban en la unidad militar, la
centuria. El voto estaba restringido a las centurias y era valorado
en función de la riqueza y la edad.
Las fuentes formales del derecho en este periodo de la historia de
Roma son las llamadas “Constituciones Imperiales”, que fueron de
varios tipos, entre ellas las siguientes:

a) Las edicta. Son aquellas disposiciones similares a los edictos de


los magistrados. Esto es, comunicados realizados en forma directa al
pueblo. Los edictos del emperador nunca tuvieron carácter
jurisdiccional y su contenido fue variable, puesto que podían hacer
referencia tanto a los asuntos administrativos provinciales, como a
materias de derecho privado o a concesiones. Un ejemplo lo es, la
“Constitución Antoniana de civitate”.4

b) Las mandata. Son instrucciones dirigidas a los funcionarios,


principalmente a los gobernadores de las provincias. c) Las decreta.
Consisten en decisiones de naturaleza judicial que son tomadas por el
emperador en su calidad de magistrado supremo, en el curso y
solución de una controversia.}

d) Las rescripta. Son las respuesta del Emperador a un funcionario o


a un particular, respecto a alguna cuestión o asunto de naturaleza
jurídica que se le era sometida a su consideración Los edictos de los
magistrados, al comienzo de la etapa de la diarquía siguen teniendo
importancia, aunque dejaron de tenerla por ser repetitivos. Con motivo
de la orden del Emperador Adriano en el año del 130 después de
Cristo, se recopilaron y se publicaron formando en su conjunto el
llamado “Edicto Perpetuo”.5 Por lo que respecta a la “Jurisprudencia”
es cuando mayor desarrollo y evolución presenta, debido a que el
Emperador Augusto apoya y tiene confianza en esta fuente del
derecho por provenir de los jurisconsultos. Es en este momento,
cuando debido a la gran confianza que gozan estos, el Augusto les
concede el llamado “Ius Publice Respondendi”, lo que implica que las
opiniones de aquellos tenían fuerza de leyes.

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