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  Universidad Autónoma de Santo Domingo

UASD

Nombre:

Ana Isabel de la cruz

Matricula:

100353890

Sección:

Materia:

Curriulum

Tema:

El Aprendizaje autónomo

Fecha:

14/06/2020
Introducción

El trabajo que se presenta expone una síntesis de las aportaciones teóricas en torno al
aprendizaje autónomo en la educación a distancia, así como algunas reflexiones fruto de
una investigación en curso sobre este tema que se considera clave en el éxito de un
programa de formación en esta modalidad. Es fundamental la actuación que tiene el
participante en su proceso de aprendizaje, condicionada al creciente grado de autonomía en
su aprendizaje que le permita el uso estratégico de los recursos educativos puestos a su
disposición.

En la promoción de diversas ofertas educativas que utilizan la modalidad de educación a


distancia, se señala como una de sus características el que se promueve la autonomía del
alumno en su aprendizaje. Parte de nuestra preocupación profesional ha constituido el
investigar sobre el significado e importancia que tiene el aprendizaje autónomo, conocer
bajo qué condiciones se logra un aprendizaje autónomo y si las actuales tecnologías de
información y comunicación (TICs) pueden favorecer la autonomía en el aprendizaje de los
participantes que se forman usando educación a distancia. Nuestro objetivo en este control
de lectura es compartir algunas reflexiones sobre la autonomía en el aprendizaje como un
factor clave en el éxito de un programa en educación a distancia y su incorporación en el
diseño curricular y modelo pedagógico que utiliza las TICs.

Desde las instituciones formadoras tenemos la responsabilidad y compromiso de desarrollar


la capacidad de cada individuo para atender a sus propias necesidades de aprendizaje; por
tanto, en un programa de formación específico desarrollado en la modalidad de educación a
distancia, se asume el reto de cultivar habilidades en los alumnos para dirigir su propio
aprendizaje, para que tomen mayor conciencia de su forma de aprender y los factores que
pueden incidir en este proceso, para que puedan lograr la mejora continua de su
aprendizaje, en suma, y como veremos más adelante sepan aprender a aprender.

La estructura que seguiremos en esta ponencia es la siguiente: revisaremos el significado de


aprendizaje autónomo, presentaremos la relación entre aprendizaje estratégico y autonomía,
analizaremos las dimensiones de la autonomía así como el papel de las TICS en el
aprendizaje autónomo.
Aprendizaje autónomo

El aprendizaje autónomo es una manera de adquirir conocimientos, ideas o actitudes que


se produce de forma independiente por parte del aprendiz. Tradicionalmente se ha
considerado sinónimo del autoaprendizaje o autodidactismo, aunque en las últimas
décadas este término se ha ido diferenciando cada vez más de otros similares.

Se considera que se produce aprendizaje autónomo cuando un individuo decide adquirir


nuevos conocimientos de forma proactiva e independiente. Así, toma la responsabilidad de
todos los aspectos del aprendizaje, como en qué temas enfocarse, qué metodología seguir,
cómo organizar su tiempo y de qué manera interiorizar aquello que está estudiando.

La idea de que los individuos deben ser autónomos en su aprendizaje fue propuesta por
primera vez en 1981 por Henry Holec, a quien se considera el padre de la teoría de la
autonomía de los aprendices. Desde entonces, existe un gran debate sobre qué supone
exactamente esta característica, y cómo es posible inculcarla a los alumnos.

Algunos autores consideran que el aprendizaje autónomo solo puede ser llevado a cabo
por individuos con una serie de rasgos de personalidad concretos. Otros, por el contrario,
entienden que todos tenemos esta capacidad, y que tan solo es necesario fomentarla
mediante la enseñanza y la educación en valores.

El aprendiz elige sus propias metas y método.

En la mayoría de los tipos de aprendizaje, los estudiantes no pueden escoger qué


conocimientos quieren adquirir ni para qué desean hacerlo. En algunos casos, esto se debe
a que las metas les vienen impuestas desde fuera, como puede ocurrir por ejemplo en el
sistema educativo formal; y en otros, a que el aprendizaje no es consciente.

Sin embargo, en un proceso de aprendizaje autónomo, el propio individuo tiene que ser
capaz de escoger aquello que quiere aprender y plantearse unas metas concretas
relacionadas con ello. De esta manera, cuando se fomenta el aprendizaje autónomo, cada
persona adquirirá unos conocimientos distintos en función de sus intereses y habilidades.
Algo similar ocurre con el proceso de aprendizaje en sí. Una vez que se ha planteado las
metas educativas que se quieren alcanzar, la persona tendrá que elegir de qué manera va a
adquirir los nuevos conocimientos, ideas o actitudes que le interesa interiorizar.

Estos dos factores implican que una persona que se embarque en un proceso de
aprendizaje autónomo tendrá que ser proactiva, estar motivada para aprender, y ser capaz
de investigar por su cuenta para poder interiorizar los conocimientos que desea poseer.

Genera mayor motivación intrínseca.

Uno de los factores que más influyen en todos los tipos de aprendizajes es la motivación.
Cuando una persona tiene ganas de aprender, sus resultados serán mejores, y el proceso
más sencillo.

En este sentido, las investigaciones al respecto muestran que el aprendizaje autónomo es


uno de los que más aumenta la motivación de los estudiantes.

En un proceso de aprendizaje reglado, en el que tanto las metas como el método y el ritmo
de estudio vienen impuestos desde fuera, generalmente los alumnos tienen muchas
dificultades para tener ganas de adquirir conocimientos nuevos. Debido a ello, suelen
depender de refuerzos externos, como por ejemplo tener buenas calificaciones.

Por el contrario, cuando un alumno decide aprender algo de manera autónoma, lo está
haciendo porque su motivación intrínseca es muy alta. Debido a ello, tendrá más
facilidades para adquirir nuevos conocimientos con rapidez, y se sentirá menos frustrado y
más alegre durante todo el proceso.

Pone la responsabilidad en el alumno.

En la mayoría de enfoques educativos tradicionales, los responsables de que se produzca


un buen aprendizaje son los profesores o mentores. Estos pueden tomar el rol de
transmisores de la información, expertos, o mentores, que proporcionan a los alumnos
todos los conocimientos que tienen que interiorizar.

En el aprendizaje autónomo, por el contrario, los alumnos son quienes juegan el papel más
importante. Todo el proceso de adquirir ideas, datos o habilidades nuevas depende de
ellos. El profesor, al contrario que en el resto de tipos, se limita a prestar ayuda a los
estudiantes cuando estos se la solicitan, pasando a un plano más secundario.

Funciona mejor para algunos individuos

Todos los tipos de aprendizaje que existen son más o menos útiles en función de ciertas
características psicológicas de los estudiantes, como por ejemplo su inteligencia o su
sentido de la responsabilidad. Sin embargo, en el aprendizaje autónomo estas diferencias
están especialmente marcadas.

Así, los estudios al respecto muestran que para llevar a cabo correctamente un proceso de
aprendizaje autónomo es necesario tener niveles al menos relativamente elevados de una
serie de características. Algunas de las más importantes son la inteligencia, la confianza, la
responsabilidad personal, la curiosidad y la capacidad de automotivación.

Además, también se ha descubierto que las personas con buenos niveles de


autorregulación (tanto emocional como cognitiva) consiguen por lo general mejores
resultados cuando llevan a cabo un proceso de aprendizaje autónomo.

Tipos

El aprendizaje autónomo puede aplicarse en una gran variedad de situaciones distintas,


para adquirir prácticamente cualquier tipo de conocimiento que exista. De hecho, algunos
autores opinan que la autonomía en el aprendizaje es más bien una actitud, y que puede
integrarse con cualquiera de las otras vías de adquisición del conocimiento.

A continuación veremos algunos ejemplos de formas distintas de aprender de manera


autónoma.

Adquisición de un segundo idioma

Uno de los campos en los que más efectivo parece ser el aprendizaje autónomo es el
dominio de una lengua extranjera. Cuando quieren aprender un idioma, la mayoría de
individuos se apuntan a una academia o contratan los servicios de un profesor particular;
pero los estudios al respecto muestran que estas estrategias no suelen ser muy efectivas.
Por el contrario, en los últimos tiempos los datos apuntan a que la mejor manera de
aprender un idioma es mediante el estudio independiente. Las personas que escogen qué
quieren aprender y el ritmo al que desean hacerlo suelen conseguir mejores resultados a
medio y largo plazo que las que ponen su aprendizaje en manos de otros.

Aprendizaje de información

En el sistema educativo actual, la mayor parte de las materias se centran en la transmisión


de datos e información por parte de un profesor a sus alumnos. Este sistema se conoce
como «aprendizaje pasivo»; y la mayoría de estudios al respecto muestran que es una de
las formas menos eficaces que existen de conseguir buenos resultados.

Una alternativa de autoaprendizaje es la búsqueda de información de manera


independiente por parte de los alumnos, que más tarde tendrán que elaborarla de alguna
manera. Así, los propios estudiantes tendrán no solo que escoger qué estudiar sobre un
tema concreto, sino que deberán seleccionar la información y trabajar sobre ella.

Este sistema alternativo a la educación tradicional lleva décadas poniéndose a prueba en


algunas escuelas experimentales, con muy buenos resultados. Aparentemente, la mezcla
del aprendizaje autónomo con técnicas construccionistas y de aprendizaje activo provoca
que los alumnos interioricen la información de manera más sencilla.

Adquisición de habilidades

El aprendizaje autónomo funciona de forma diferente a la hora de adquirir nuevas


habilidades que si lo que se quieren aprender son datos teóricos. El principal problema a la
hora de llevar a cabo este proceso es que desarrollar una nueva destreza requiere por lo
general de alguien que nos la muestre antes, y que vaya corrigiendo nuestros errores.

Tradicionalmente, estos dos papeles los ejercía un profesor, que no solo le mostraba al
alumno lo que tenía que hacer sino que detectaba sus fallos y le decía cómo podía
cambiarlos. Hoy en día, sin embargo, herramientas como Internet o los video cursos han
permitido que muchas personas adquieran nuevas habilidades por su cuenta.

Así, destrezas como tocar un instrumento, aprender a programar o realizar trucos de


ilusionismo pueden ser desarrolladas por cualquier persona con la suficiente disciplina y
paciencia y una buena conexión a Internet. Sin embargo, lo cierto es que estos procesos
suelen ser mucho más sencillos si se cuenta con la ayuda de un buen maestro.

Factores que influyen

A pesar de sus muchas ventajas, el aprendizaje autónomo puede no ser la opción más
adecuada en determinados contextos o para ciertas personas. Para conseguir los mejores
resultados posibles con esta estrategia, es necesario que se den ciertas condiciones, que
tienen que ver tanto con el individuo en sí como con aquello que quiere aprender.

Estrategias para el aprendizaje autónomo

Diversos investigadores han tratado de descubrir cuál es la manera más eficaz de llevar a
cabo un buen aprendizaje autónomo. Aunque no se ha encontrado un sistema que sea
válido para todas las situaciones posibles, sí que se han detectado algunos principios
básicos que pueden ayudar en este proceso.

Algunas de las estrategias más útiles para llevar a cabo un buen aprendizaje independiente
son las siguientes:

– Crear una serie de metas claras y específicas que se pretenden alcanzar con el proceso de
aprendizaje.

– Buscar modelos que ya hayan alcanzado esas metas, y detectar qué habilidades o
conocimientos tienen que les hayan permitido conseguirlas.

– Investigar sobre la manera más eficiente de conseguir cada una de esas habilidades,
actitudes o conocimientos.

– Crear un plan de acción independiente para cada uno de los aprendizajes que se quieren
llevar a cabo, en base a lo que se ha detectado en las fases anteriores.

– Centrarse no solo en los resultados, sino en el propio proceso de aprendizaje, por


ejemplo creando metas intermedias que aumenten la motivación intrínseca al alcanzarlas.
Conclusión

La educación a distancia se encuentra como una de las modalidades de sistemas de


educación que implica la no presencialidad necesaria para tomar los cursos académicos.
Debido a que esta modalidad implica situaciones de estudio en las que el estudiante no
tiene que asistir a clases en aulas ni espacios físicos, ni tiempos definidos, se hace necesario
que en cada estudiante o participante de los cursos a distancia haya unos factores y
cualidades personales para que pueda tener éxito en la educación a distancia. Una de las
cualidades que deben tener los estudiantes es la motivación.

La motivación se incluye como factor fundamental dentro del proceso, ya que ayudará a
que el estudiante pueda cumplir con sus objetivos, sus metas, sus actividades parciales,
etcétera, sin que sea necesaria la mediación de docentes o pares presentes en todo momento
para poder rendir.

Es un derecho de la persona recibir una educación adecuada al mundo en el que vive. Los
estudiantes de hoy exigen poseer aquellos conocimientos y habilidades para aprender a
aprender, que les permitan ser competentes para participar en los nuevos entornos de
aprendizaje. De otro lado, la calidad de los programas de educación a distancia no
necesariamente considera como un criterio el grado de autonomía para el aprendizaje que
logran sus estudiantes. El aprendizaje autónomo en la educación a distancia no debe quedar
en un “cliché”, sino que debemos buscar formas creativas para lograr su concreción en el
currículo, su diseño y desarrollo en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Bibliografía

 https://pexels.com

 https://www.lifeder.com/aprendizaje-autonomo/

 https://latineduca2004.com

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