De una manera u otra ¨El¨ siempre estuvo en mi vida y se encargo de
mostrarme que siempre estaba para mi, sin embargo mi ¨yo¨ hombre se encargaba de decirle ahora no es el momento, como si yo valiera mas y fuese El quien tuviese que esperar por mí.
Llegue a un punto en donde me preguntaba, ¿realmente existe un Dios?,
¿será que realmente somos escuchados cuando oramos?, miles de preguntas invadían mi cabeza, dudando de su amor y su misericordia, hasta que comencé a estudiar su palabra y de forma increíble el contestaba mis preguntas, en una forma en que el intelecto humano no entendería, y pues es ahí donde comienza mi confrontación, ¿es esto de mi o realmente se me ha revelado algo? ¿Cómo es posible que lo que no entendía, me lo haya respondido una lectura bíblica?; esas eran algunas de mis preguntas.
Pero ahora ha transformado mi vida, mis deseos y aspiraciones no son
los mismos mi corazón ve de otra forma a mis semejantes y no quiero volver atrás; tengo la plena confianza y la tranquilidad de que no solo existe un Dios, sino que entregó a su hijo unigénito Jesús para que fuese salva, junto con todo aquel que cree en su nombre, y que su Santo Espíritu, cada día me restaura, ya no hay dudas, porque es Dios quien me lo ha prometido por medio de su palabra.