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Universidad de Concepción Profesor: Omar Barriga

Facultad de Ciencias Sociales Alumno: Matias Herrera


Departamento de Sociología Ayudante: Sofía Gaete

¿Qué observo y cómo registro esas observaciones?


Para el presente ensayo nos apoyaremos en dos capítulos de Vieytes (2004), que son el cap.
12 y cap. 23. En dónde abordaré una postura conciliadora de ambos textos, entendiendo por
aquello, el rescate de ciertas aristas (tres premisas) de cada capítulo, con el fin de encontrar
puntos en común o ideas que sean afines, y que sirvan para el desarrollo de la investigación
social. Todo esto guiado por la pregunta en cuestión, que está en el título del ensayo.

En primer lugar, es relevante tomar del capítulo 23 “La recolección de los datos en la
investigación cualitativa”, el primer postulado que refiere a el investigador como instrumento
(Vieytes, p 655) ya que considero relevante la posición en la cual el investigador se ve inserto
en el proceso de observación y recolección de datos. Como ejemplo de aquello, es que se dice
que el investigador, a diferencia de la observación sistemática, que hace alusión a un método
más cuantitativo de la recolección de datos, es un un agente importante a la hora de
considerar el contexto en el cual se sitúa el objeto de estudio, ya sea a través de una
inmersión total, media o nula (Vieytes, p 656-657). Debido a que para poder entender la
realidad social la cual queremos investigar, tenemos que estar en ella (Vieytes, p 656); y a
través de una revisión bibliográfica y una recopilación de datos, sin considerar todas las
situaciones y aspectos de la realidad, es difícil.

En un segundo argumento, y siguiendo la idea del párrafo anterior, rescato lo explicitado en


el capítulo 12 “El proceso de medición”; el que tiene un enfoque marcado hacia lo
cuantitativo, que no quiere decir que solamente se arraigue a él; donde habla sobre la
necesidad de conceptualizar de forma adecuada a lo que el investigador quiere enfocarse, y
de la mano, definir nominalmente (Vieytes, p 410) el concepto. Con el fin de poder centrar la
observación del objeto de estudio, en un concepto teórico determinado. Que permite más
adelante, seguir ciertos “pasos”, adecuados para poder unir de forma correcta la teoría con un
referente empírico (Vieytes, p 411-412),a través de reglas de medición adecuada. Pero ese
último punto en particular, no es necesario profundizar. Aunque considero importante
observar el la figura 12.2 “El proceso de medición” de la página 419 del presente capítulo,
para poder entender a lo que me refiero.
Como tercer argumento, y último, es que considero relevante la “unión” de dichas técnicas
para poder observar la realidad en pos de obtener mejores resultados, al final, obtener
resultados verídicos y que representan objetivamente la realidad. Ya que, si bien es necesario
conceptualizar de forma definida y organizada - sin desmerecer la organización que hace
alusión a lo cualitativo - como refiere el capítulo 12 de Vieytes (2004), es necesario (en mi
opinión), que el investigador también se vea inmerso en aquella realidad, ya que es el/la
encargado/a de definir y realizar cada paso a seguir en la investigación.

Como conclusión, creo que ambas formas de abordar, de forma separada, la observación son
totalmente válidas y han hecho eco a lo largo de los años en la investigación. Por ende, la
crítica hecha en el tercer argumento no corresponde a una subvaloración de respectivos
métodos. Aunque, por lo mismo, creo que si lográramos unir los puntos más relevantes de
cada método como investigador y futuros investigadores, se podría fundar una forma mucho
más completa de observar la realidad social. Y si bien, hoy en día existen investigaciones que
se caracterizan por usar ambos métodos, me parece interesante la idea de formular un método
nuevo en base a aquellos dos recién mencionados. Sin la necesidad de expresar que usamos
dos métodos “distintos”.

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