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FORO DE PARTICIPACIÓN DISEÑANDO UNA ACTIVIDAD

GLOBALIZADORA.

Curso: “Apreciando y respondiendo a la música en la Enseñanza Básica” (13)

Profesor: Boris Canales

Estudiante: José Miguel Arancibia Romero.

La planificación propuesta consiste en una primera experiencia con el lenguaje


coreográfico para 5° año básico, a partir de una expresión musical y festiva como lo es el
CARNAVALITO (música tradicional del folclor del Norte de nuestro país). Atendiendo así
a la Unidad 1 y 2 para Quintos años, se promueve el conocimiento y gusto estético por la
expresión musical latinoamericana, como además acercar al estudiante a expresarse
corporalmente en una actividad compartida. Es importante señalar aquí que la coreografía
propuesta no es una emulación ni tampoco se ciñe a esquemas tradicionales a la hora de
realizar la coreografía, sino que acepta la participación creativa de los estudiantes al
proponer movimientos y gestos corporales que “traducen” a partir del contenido semántico
de la canción (CARNAVALITO DEL CIENPIÉS), como además utilizar movimientos que
no necesariamente serán “reproducciones” de otros esquemas coreográficos. No obstante,
hay elementos musicales muy precisos que los estudiantes deben respetar, tales como el
ostinato propio del trote carnavaleño (en el desplazamiento de pies), como también atender
a las secciones del tema (y es por eso que la actividad inicial contemplaba la pregunta
acerca de la relación existente entre movimientos corporales y secciones musicales del
ejemplo visto en esta actividad).

El propósito último de esta actividad propuesta tiene que ver con una reflexión mucho más
profunda acerca de nuestra propia idiosincrasia nacional (o santiaguina, si cabe referirse
aquí); me refiero a la escasa participación y plasticidad corporal que tenemos como cultura,
puesto que no se cultiva en nuestros hogares como tampoco en los establecimientos
educativos; claramente en todos los colegio se enseñan esquemas coreográficos para Fiestas
Patrias, pero se realizan de manera tan mecanicista y “ordenada” que no expresan un
cultivo más delicado del uso corporal –y, aquí cabe incluso pensar que el “cuerpo” mismo
es tolerado y no comprendido, considerándose aún que el cultivo expresivo corporal es cosa
extravagante (si se ha visto el film Bill Elliot se entenderá lo que estamos aquí diciendo).
Por lo tanto, no es objeto en esta actividad un trabajo coreográfico de exhibición, sino que
los estudiantes descubran que su cuerpo es una fuente de posibilidades expresivas, que
pueden “narrar” o “contar” todo lo que el cuerpo les permita. Diría que esta actividad
simple puede ser una propedéutica para acercar al joven hacia formas de representación
más desafiantes, el ballet o el teatro danza, por citar ejemplos.

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