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“ pues evidentemente estáis hace ya mucho tiempo familiarizados con lo que queréis decir
propiamente cuando usáis la expresión ente , mientras que nosotros creíamos antes
comprenderla, mas ahora nos encontramos perplejos”. Platón. Sofista 244ª. Con esta breve
cita, Heidegger llama a la reflexión sobre la importancia de conocer la respuesta a la pregunta
que interroga por el término “ente”.
El concepto de ser para Heidegger es indeterminado y es el más universal y vació de los
conceptos, al mismo tiempo que es el más oscuro e indefinible, aunque no por ello hay que
alejarnos de nuestro objetivo interrogador. Este concepto hay caído en el olvido, y Heidegger
la quiere rescatar, dándole un enfoque distinto. No se muestra simpatizante con la concepción
análoga de Aristóteles, ni su enfoque universal en la perspectiva de género, ni mucho menos
de especie. El ser también es el más comprensible de todos los conceptos; esto demuestra su
propia incomprensibilidad; entonces hay que formular la pregunta que interroga por el sentido
del ser del ente. El ente es la cosa en sí. Ese preguntar tiene su preguntar por algo, su
preguntar a, y ese preguntar corresponde al ser; entonces es necesario preguntar por el ser
de los entes, pues buscar el sentido del ser abarca la universalidad. Debemos buscar primero
que todo, el ente apto para formular la pregunta del ser de los entes, y al mismo tiempo que la
entienda, pues esa pregunta es universal para todos los entes:” ¿En qué ente debe leerse el
sentido del ser, de que ente debe tomar su punto de partida el proceso que nos abra el ser ?
El hombre es el ente autoconsciente y capacitado para formular la pregunta sobre el sentido
del ser y asimilarla al mismo tiempo, no como los entes inertes “ante los ojos”( Como un árbol,
una silla, objetos del mundo que no les interesa su existencia, a diferencia del hombre).
Entonces, el ente con la” posibilidad de ser de preguntar “sobre los entes mismos es el
“Dasein” o “ser-ahí”, por eso la realidad humana solo se comprende en estas dimensiones:”El
hacer en forma expresa y de ver “a través de ella”la pregunta que interroga por el sentido del
ser, pide el previo y adecuado análisis de un ente(ser-ahí) poniendo la mira en su ser”. Allí ,el
ser ahí está capacitado para responder una pregunta metafísica, con su unica característica:
el ser racional.. En conclusión, el ser-ahí tiene la responsabilidad de responder y analizar la
pregunta que compete a todos los entes. Es necesario a continuación, analizar las
preeminencias que tiene el ser-ahí sobre los demás entes: Básicamente son tres: la
preeminencia ontica, la preeminencia ontológica y la preeminencia ontico-ontologica.
El ser-ahí en esa pregunta se juega su propio ser y allí comprende su propio ser. El ser-ahí se
comprende en su ser, siendo ello una determinación de ser, es decir, un ser ontológico. Por
eso posee más ventajas que los demás entes. La preeminencia óntica corresponde a que su
ser está determinado por su existencia. En otras palabras, es su original manera de
conducirse, donde su esencia está determinada por su existencia, por eso su ser es
posibilidad, puede elegirse, ganarse o perderse, guiar su propio destino. Su existencia es su
existir mismo, al igual que su propio ser. La preeminencia ontológico consiste en la capacidad
que tiene el dasein de comprender su propia existencia como ser racional, y comprender al
mismo tiempo la de los demás entes, diferente de la suya. Y por último, la preeminencia
ontico-ontologica, donde el ser-ahí se ha mostrado así, como aquel a que se debe preguntar
ontologicamente con anterioridad a todos los demás entes, es decir, el ente mas importante,
donde solamente los fenómenos del mundo tienen relación con él y donde el estudio de la
ontología se debe basar con la intervención unica del ente capacitado para responder
precisamente la pregunta en cuestión.
1. La reducción abstracta de la ontología heideggeriana a la cotidianidad.
Uno de los aspectos que más me ha llamado la atención en la obra, es que Heidegger emplea
por un lado, un lenguaje muy original, pero que lo utiliza en Pro de la comprensión de la
existencia del ser humano, con su fundamentación en la ontología. Sintetizare el mensaje
oculto de Heidegger en el “español”: La ontología, como disciplina filosófica encargada de
estudiar las propiedades y esencia del ser, convoca a un ente que sea capaz de responder el
interrogante universal planteado en tiempos remotos. Piensa Heidegger, que en el mundo, hay
entes o cosas que por su carencia racional, no pueden responder la pregunta del sentido del
ser. El ser-ahí, es la realidad humana, que es capaz de responder la pregunta por su carácter
racional. Allí, entonces, iniciamos con el análisis de la estructura del ser-ahí, que quiere
encontrar la verdad de su propio ser. Entonces, entramos en materia, dando un concepto de
ser enfocado en el hombre, que no debe ignorar su propia existencia y contingencia. La
pregunta del ser solo la responde el hombre, que busca su propio ser, nunca ignorando la
existencia individual. Antes de entrar en el análisis existencial del ser-ahí (Existenciales,
existenciarios, mundanidad, historicidad y temporalidad), explicaremos el método de
investigación que emplea Heidegger en su complejo análisis ontológico.
Este fue el análisis introductorio de Heidegger sobre el ser en su obra, el ser y el tiempo.
Ahora analizaremos la constitución básica del ser-ahí, teniendo en cuenta la cotidianidad y la
temporalidad. No debemos olvidar que el ser-ahí es el ente al que hay que preguntar sobre su
ser con fundamental anterioridad .El tiempo es básico en su reflexión; el sentido del ser-ahí
solo se muestra en la temporalidad .La temporalidad se entiende como la explanación original
del tiempo como horizonte de la comprensión del ser. Es necesario destruir las ontologías
antiguas, y fundamentar una metodología para la compresión del ser. Allí, Heidegger recurre
al método fenomenológico de Husserl. El ser debe ser comprendido en su esencia aparente,
como se muestre a nosotros, pero explicaremos este término según los análisis de “el ser y el
tiempo”. La expresión (fenómeno) etimológicamente se dice de lo que se muestra a si mismo,
lo patente, “lo que parece ser”, pues no se sabe a ciencia cierta si es cierto o falso. El (logos)
etimológicamente en las raíces griegas significa “el ser verdad”, es decir, descubrir la esencia
del ente y sacarlo de su ocultamiento, determinándolo como no oculto. Finalmente, llegamos a
la fusión de los dos términos, y nos encontramos con (fenomenologia), que es permitir ver lo
que se muestra, tal como se muestra por si mismo. En conclusión, lo que la fenomenologia
debe dejar ver, es al ser de los entes. La fenomenologia seria el método de la ontología, para
el estudio natural de las propiedades del ser .El arte de la interpretación de la constitución
esencial del ser-ahí según Heidegger se denominaría Hermenéutica, en el sentido de que esta
también se dirige a los entes que no poseen la forma de ser-ahí. La investigación tiene un
sentido metódico de la descripción fenomenológica, y se denomina interpretación, y por tanto,
toda investigación ontologica resulta siendo una Hermenéutica, que se entiende como la
analítica existencial de la existencia.
3. Analítica existencial del ser-ahí
Para iniciar, Heidegger aclara que las posibilidades mismas del ser-ahí se denominan
exsitenciarios. El desarrollo de la pregunta que interroga por el ser bifurca dos problemas: La
exégesis del Dasein orientado en la temporalidad como horizonte de comprensión, y por otro
lado, la destrucción fenomenológica de la historia de la ontología. El primer existenciario que
analizaremos será el ser-en-el-mundo.
A. Ser-en-el-mundo. (Sein-in-der-welt). Es el modo de ser del hombre. Es el estar arrojado
en un mundo de cosas y personas. Aquí el hombre se hace formador del mundo. Este ser-ahí
en el mundo es unica posibilidad; de el depende ganarse o perderse, de vivir o no. La manera
propia de la existencia del hombre se encuentra reflejado en la preocupación (tareas,
intereses, cosas, búsquedas). El mundo inmediato del ser-ahí son sus preocupaciones e
intereses. Las cosas que se encuentran en el mundo sirven al servicio del ser-ahí, son los
instrumentos ligados a los intereses. El sistema complejo de cosas útiles y modificables
constituye lo típico del mundo, que Heidegger denomina como “estar-dispuesto-a
mano”(determinación ontologica categorial de los entes tales como “son en si”.). El ser-ahí es
entendido como hontanar de posibilidades, y las cosas, un sistema servicial en el mundo para
la realización de proyectos. El ser del mundo es posibilidad; ser-en, i mplica la conexión
estructural del ser-ahí con el mundo, y que conforma la cotidianidad en el sentido de estar con
los objetos. Mundo expresa la totalidad de los entes “ante los ojos”. El mundo es también
entendido como el ser-ahí, fáctico, que vive. Heidegger usa el termino mundo en el sentido “en
que” un “ser-ahí” fáctico, vive. Como lo deciamos anteriormente, el mundo inmediato es
circundante, estando en actividad frente a las cosas.
B. Ser-ahí-con. La segunda caracterización ontologico existenciaria del ser-ahí, es una
respuesta a la pregunta de quién es. El ser-con y el ser-ahí-con se funda en el modo del
cotidiano, es decir, la conformación del sujeto de la cotidianidad (ser-si-mismo).El quien es el
ser que soy yo, y este yo es inmodificable en sus vivencias y variaciones. Entonces, la
caracterización del ser-ahí con el ser-ahí-con es resultante de la percepción ontica con otros
yos, de ahí concluimos que el ser-ahí es coexistencia con otros yos y compartes el ser-en-el
mundo con el ser-con-otros. El ser-con esta determinado a si mismo por la apertura de los
otros, conformando una comunidad de seres libres. Este vínculo es una interdependecia
social, es básicamente el “procurar por” los otros como fáctica actividad social que se organiza
en instituciones. La procuración tiene diferentes modos posibles; (ser uno contra el otro, ser
uno para el otro, uno contra otro, uno sin otro, pasar de largo junto al otro, no importarle nada
uno al otro)
C. Ser-para-la-muerte. Esta posibilidad del ser-ahí la analizaremos más adelante cuando
entremos a estudiar el modo autentico e inauténtico del ser-ahí.
Estudiaremos a continuación, la constitución esencial del ser ahí, que está conformado por
dos existenciales básicos: el encontrarse y el comprender.
A. El encontrarse. Este es el primer existencial de la vida cotidiana. Está determinado por el
estado de yecto. Heidegger afirma que el encontrarse no es algo extraño ni misterioso, sino
que ónticamente es lo más conocido y más cotidiano. Lo denominamos el temple, el estado de
ánimo. Heidegger no quiere significar que el temple sea alguna disposición psicológica; antes
bien, es el temple el que hace posible todas las disposiciones psicológicas.
"La serena ecuanimidad, lo mismo que la velada melancolía, del cotidiano 'curarse de', el
deslizarse de aquélla a ésta y viceversa, el resbalar hasta el mal humor, no son
ontológicamente una nada, por muy inadvertidos que resulten estos fenómenos, como lo más
fugaz e indiferente, en apariencia, del 'ser ahí'. EL hecho de que los sentimientos puedan
trastrocarse y enturbiarse sólo dice que el 'ser ahí' es en cada caso ya siempre en un estado
de ánimo"(1)
Es decir, el Dasein siempre se halla en un estado de ánimo, por esencia. Incluso cuando hay
ausencia de un sentimiento definido tenemos, según Heidegger, aquí un estado de ánimo. Y
es el sentimiento -y sólo él radicalmente- el que nos hace sentir el hecho de que existimos,
que somos, que somos ahí, que somos ya arrojados en el existir, en el ser-en-el-mundo, en el
ahí, en nuestro ser, descubriendo útiles y abriéndonos a nosotros mismos; pero sin hacernos
sentir igualmente ni de dónde hemos venido, ni adónde vamos a ser arrojados. El encontrarse
es el ser-ahí colocado a si mismo, como un encontrarse afectivamente de alguna manera. El
ser-ahí arrojado en el mundo se da cuenta de la responsabilidad como ente de su propio ser.
El estado de ánimo denominado también “Como le va a uno”, no es un buscar tanto, sino un
huir. El temor es un modo determinado de encontrarse, el cual tiene tres sentidos: Aquello que
se teme (Carácter amenazador y de nocividad que presentan los entes a la mano para mostrar
su existencia), el temor mismo( Dar libertad a la aparición de lo amenazador) y aquello por lo
que se teme( Que puede ser por muchas cosas).
B. El comprender. ¿Qué es el comprender? Si queremos captarlo, primeramente, debemos
situarlo en el plano mismo de la constitución de la existencia, como una suerte de "otro lado",
como lo que complementa la facticidad. La comprensión coincide con el movimiento de
lanzarse previamente hacia sus posibilidades, el proyectarse. El comprender es en Heidegger,
ante todo, poder, un proyectarse en posibilidades. Ónticamente se dice a veces "no
comprende" de quien no acierta a obrar como debe y se espera, de quien no sabe obrar así,
de quien no puede obrar así. Ontológicamente cabe decir que el Dasein acierta a obrar como
debe para existir, sabe existir, puede existir. Este radical poder ser, es lo que, con la misma
radicalidad, es, el comprender.
∙ El ser y el tiempo. Parágrafo 29. Pagina 151. Fondo de cultura económica.
Este existencial se expresa como poder-ser, como ser-posible. El modo del ser-ahí es lo que
puede hacer y tal cual es su posibilidad de existir. El comprender tiene en si mismo, la
estructura existencial de la proyección, en tanto que el ser-ahí se abre originalmente sobre la
significatividad de su mundo. Como poder ser, aun no es, pero puede constituirse como
proyecto, de ahí la famosa frase “Llega a ser lo que eres”. Aclaración: Facticidad es el carácter
de la existencia yecta en el mundo, es decir abandonada entre los hechos o al nivel de los
hechos y de su determinismo. Mundanidad viene de mundano, que designa lo que pertenece
al campo de actividades, intereses o comportamientos. El comprender es interpretativo, pues
es el que le da sentido y hace inteligible el campo de los seres intramundanos. Los entes son
indiferentes a su ser, y solo el ser-ahí puede tener sentido o carácter de el. La fuente del
sentido del ser es el ser-ahí, que puede iluminar a los entes dentro de su ser-en-el-mundo y
enunciarlos a través de la proposición, de allí se deriva la relación entre la lógica y la ontología
existencial, al igual que la comunicación y el lenguaje, donde el habla es su fundamento
ontologico-existencial.
2. Reflexión de la existencia mundana.
Heidegger postula dos modalidades que constituyen la existencia del ser-ahí; la existencia
autentica y la existencia inauténtica. Esta última es donde el dasein se aliena ;algunos
determinantes que contribuyen al mismo son la palabrería, en la cual el lenguaje común
extravía el ente de que se habla y se fija solo en lo hablado:”el que se dice”sustituye “que son
las cosas”. La curiosidad o la avidez de novedad, la preocupación constante de lo nuevo en
cuanto tal, al final de lo cual el ser-ahí se abandona al presente, se olvida y se pierde a si
mismo. El chismorreo, en el cual, el ser-ahí no puede disimular los sucesos y gusta de
comentarlos. Sin embargo, la forma más relevante de alineación es que el ser niegue su
propia contingencia; es decir, negar una posibilidad más de las que tiene, y es la finitud, el no
ser, la nada. He allí donde se presenta la angustia existencial expresada como la congoja
ontológica de la contingencia. La angustia es la conciencia de la nada; es una emoción
específica y especulativa:”¿Hay en la existencia del hombre un temple de ánimo que la
coloque inmediatamente ante la nada misma ?Se trata de un acontecimiento posible y, si bien,
raramente real, por algunos momentos, en ese temple de ánimo radical que es la
angustia.”(2). La angustia revela el modo de existencia del ser humano. La muerte extingue
las posibilidades, pero no las agota, pues ella misma es una posibilidad, y cuya realización es
inevitable. La muerte a fin de cuentas, es la posibilidad ultima y radical. El ser-ahí tiene un
camino seguro a la nada; es un ser-para-la-muerte, condenado a agotar la última posibilidad y
la existencia. La existencia autentica es la espera de la nada, la aceptación del trágico destino.
El soportar la angustia hasta sus últimas consecuencias. Allí se resuelve la existencia
verdadera. La conciencia hace una vocación al ser-ahí, como resignación y huida irrefrenable
del sentimiento de la muerte; es el huir de la existencia caída y absorbida. Esta llamada es
una vocación al reconocimiento de la culpabilidad ontológica de estar arrojados y de enfrentar
la responsabilidad del existir mismo como posibilidad para la muerte .El sentido de la
existencia del ser-ahí es la temporalidad en sus tres dimensiones: pasado, presente y futuro.
El ser-ahí existe realizándose y comprendiéndose como proyecto que corre al encuentro con
la muerte. El futuro es el momento o fenómeno primario de la temporalidad que posibilita el
comprender la existencia como finita. El futuro en la existencia inauténtica es una tensión una
atención que absorbe al ser-ahí en el cuidado de lo que le preocupa. El pasado existe en el
presente y se engloba en el futuro. El existir inauténtico concibe el pasado como miedo,
actitud que implica la facticidad de lo ya sido, mientras que el existir autentico lo vive como
angustia, retrotrayéndolo a sus posibilidades. El presente( medio de lo que ha sido y puede
ser) es el punto de concurrencia entre el pasado y el futuro. Para el vivir inauténtico, el
presente se condensa en la rutina de la cotidianidad, mientras que el vivir autentico lo toma
como anticipación de la posibilidad de la muerte. El que existe inautenticamente vive
engañado, y se niega a aceptar su destino irremediable. El que vive verdaderamente, espera
sin engaño su destino final. En conclusión, el ser-ahí es un ser-para-la-muerte.
3. La muerte como posibilidad radical.