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a.- El aluminio
El aluminio tiene una densidad de 2,7 Kg/dm3; esto significa que un litro (=1 dm3)
De aluminio pesa 2,7 Kg. Sabemos que un litro de agua pesa 1 Kg.
Sin embargo el acero inoxidable es una aleación de varios elementos: Hierro, Cromo, Níquel y
otros elementos. Las proporciones aproximadas para el acero inoxidable austenítico más normal 18/8,
AISI 304, son:
Lo cual hace que este acero inoxidable AISI 304 tenga una densidad media de 7,8 Kg/dm3,
que es superior a la del alumio (2,7 Kg/dm3).
El aluminio es más ligero pero más blando; tiene una resistencia al esfuerzo de unos 150 N/
mm2 (equivalente a 15 Kg. fuerza/mm2). El acero inoxidable pesa más y es tres veces más
resistente, pues aguanta esfuerzos por encima de los 500 N/mm2 (equivalente a 50 Kg fuerza/mm2)
b.- No lo coge.
El acero inoxidable ferrítico tiene una estructura interna en forma de FERRITA, que es
magnética. Lo mismo sucede cuando se produce internamente la forma MARTENSITICA.
Sin embargo el acero inoxidable austenítico: AISI 304, 316, 321, etc., tiene una estructura
interna en forma de AUSTENITA, porque en la aleación entra el NIQUEL.
Cuando a un acero inoxidable ferrítico (que sólo tiene CROMO) le vamos echando
NIQUEL poco a poco, la estructura de FERRITA se va cambiando a AUSTENITA. De coger mucho el
imán pasa a cogerlo menos. Cuando la proporción de NIQUEL está entre el 3% y el 5%, el acero
puede tener estructura en forma de FERRITA y en forma AUSTENITA al 50%, mitad y mitad. Por ello
el imán engancha menos. Estos son los aceros inoxidables dúplex.
Cuando la proporción del NIQUEL llega a ser del 8% o más, entonces se considera que el
100% de la estructura interna está en forma de AUSTENITA y por lo tanto no coge nada el imán.
a.- El 2B
b.- El 2D
El producto plano se produce por sucesivos aplastamientos de una palanquilla o chapón. Para
lograr este aplastamiento el material se calienta y así es más fácil y rápido ir reduciendo el espesor.
Esto es el laminado en caliente. La superficie queda muy rugosa.
Una vez que el material ha sido laminado, sea en caliente o en frío, internamente ha quedado
muy tensionado y con estructura de martensita (ver pregunta 2). Para liberar tensiones y convertir
toda la estructura interna en austenita (como en el caso de los aceros inoxidables 18/8) es necesario
darle un tratamiento térmico. Este tratamiento también influye en la C A L I D A D superficial. Si
dentro del horno hay aire normal, el material se oxida (aún siendo inoxidable) y la superficie queda
cubierta de cascarilla. Cuando se limpia la superficie mediante decapado, esta superficie es más
rugosa que cuando entró en el horno. Si dentro del horno hay un gas que no oxida el acero, éste sale
tal como entró y no es necesario decaparlo; y por lo tanto la superficie de salida es la misma que la de
entrada. A este tratamiento térmico se le llama BA, del inglés Bright Annealing = tratamiento térmico
brillante.
4.- ¿El AISI 304 y el DIN 1.4301 son exactamente el mismo material?
a.- No.
Cada país tiene sus propias instituciones que definen cómo se han de llamar a las cosas.
Estas instituciones hacen Normas y les ponen nombres y referencias a los materiales. En USA
(Estados Unidos de América) una de esas instituciones es AISI (American Iron Steel Institut) y
denominó el acero inoxidable 18/8 (Cr/Ni) con los números “304” y lo definió como un acero donde el
CROMO podría ser del 18% al 20% y el NIQUEL del 8% al 10%. Además puso como límite máximo
de CARBONO el 0.08%.
Sin embargo en Alemania, la institución es la DIN (Deustsches Institut Fur Normung) y al acero
inoxidable 18/8 le dio el número “1.4301” y lo definió con los limites de CROMO desde 17% a 19% y el
NIQUEL del 8.5% a 10.5% y el límite máximo CARBONO lo puso en 0.07%.
Otros países les dan otras referencias y les ponen unos límites similares con ligeras
diferencias. Pero en el fondo se trata del mismo acero inoxidable austenítico 18/8.
Hay clientes que aunque la denominación les es indiferente, sí piden que la composición se
ajuste exactamente a los límites de una denominación concreta: AISI, DIN, NFA y entonces es
necesario conocer estos límites y comprobar la composición química, la denominación de origen y el
certificado de la acerería, han de ser exactamente la que él desea. Entonces, colada, certificado y
marcas del material han de venir con la denominación deseada.
El brillo es una propiedad de los cuerpos opacos directamente relacionada con la calidad de su
superficie. Cuanto más lisa es una superficie más brilla. El brillo se da cuando una superficie refleja
muy bien la luz que recibe. Una superficie rugosa (madera sin lijado ni barnizado, piedra sin pulir,
chapa de acero laminada en caliente) es poco lisa: la luz que refleja sólo nos sirve para conocer que la
tenemos delante, su forma y su color.
El máximo brillo lo tienen los espejos: reflejan exactamente toda la luz que reciben.
Para medir la rugosidad de las superficies existen los Rugosímetros. Un palpador con una
punta muy afilada de diamante se pasa por la superficie y nos transmite muy ampliadas toas las
irregularidades por donde pasa. Mide todos los altos y bajos (“puntas y valles”) y al final saca
promedios. Las lecturas son en micras (milésimas de milímetro). La unidad más utilizada es la Ra en
micras. Los valores de rugosidad de los acabados de laminación se pueden ver en la pregunta 3. Los
mecanizados de la industria más usuales son:
El material 316 resiste a la corrosión más que el 304 no de una manera general, sino
especialmente cuando se trata de una corrosión por PICADURAS.
Los elementos que producen este tipo de corrosión son: FLUOR, CLORO, BROMO y YODO.
En términos químicos se llaman halógenos. El elemento más conocido es el CLORO, presente en el
mar, ambientes marinos y en el agua potable.
Para proteger al acero inoxidable de la acción del cloro (cloruros, ión CI) se introduce en la
aleación el elemento MOLIBDENO (Mo) en una proporción del 2% al 3%. El molibdeno dentro del
inoxidable forma compuestos químicos que protegen al material de la corrosión por picaduras.
El material AISI 316 también se suele denominar como 18/8/2 refiriéndose al contenido de
cromo/níquel/molibdeno.
En un almacén lo único que le puede suceder es que se llene de polvo. Y como pasa con
cualquier material, este polvo se va acumulando, cada vez se impregna más en la superficie y costará
más sacarlo. Sobre todo si se condensa algo de humedad o le caen gotas de aceite del puente grúa.
A veces sucede que el polvo que nos entra de la calle lleva partículas de hierro en suspensión.
Este hierro por efectos de la humedad se oxida sobre la superficie del inoxidable y es el origen de una
picadura.
Por lo tanto, aunque el inoxidable no pierde sus propiedades durante su almacenamiento, las
superficies de los materiales las hemos de mantener LIMPIAS.
a.- Sí
b.- No.
Se puede utilizar un 304L en vez de un 304 siempre y cuando nos conozcamos los esfuerzos a
que estará sometido el producto. Debemos saber si dicho producto fabricado con 304L resistirá.
La resistencia a la rotura mínima garantizada para el acero 304 es de 500 N/mm2 (=50 Kg.
fuerza/mm2).
La resistencia a la rotura mínima garantizada para el acero 304L es de 485 N/mm2 (=48 Kg
fuerza/mm2). El contenido en carbono es el que da la resistencia al acero inoxidable. En el 304
puede ser de hasta el 0.08% mientras que en el 304L esta limitado al 0.03% como máximo.
Actualmente casi se puede afirmar que todas las coladas de 304L salen con una resistencia
real superior a los 500 N/mm2, que es el mínimo del 304. Y por lo tanto, si el producto aguanta en 304
aguantará en 304L. No obstante, si el producto es de compromiso tecnológico con colada controlada,
conviene comprobar en el Certificado de la Acerería si la resistencia a la tracción (Rm) es superior a
los 500 N/mm2.
Todo lo dicho hasta ahora es válido si el producto trabajará a temperatura ambiente. Pero si
ha de trabajar en caliente cambian las resistencias, tanto del 304 como del 304L. En este caso sí que
es necesario advertir al cliente que según la temperatura, la diferencia entre la resistencia del 304 y la
del 304L puede ser importante.
En caliente la resistencia de los metales baja, pero el 304L baja más que el 304.
Si en algún caso un cliente necesita un material que aguante en caliente al menos igual que el
304, pero que a su vez tenga las características del 304L, debemos ofrecerle el AISI 321. Este acero
está hecho precisamente para cubrir estos casos.
En el mundo técnico y científico las expresiones “muy grande” o “muy pequeño” no tienen
cabida. Todo es relativo; depende con qué se compare. Lo mejor es conocer cuál es ese contenido.
Las normas especifican que el contenido de titanio ha de estar entre:
- como MINIMO diez veces el contenido real de carbono sumado al contenido real de
nitrógeno de dicha colada (este último a veces no viene en los certificados; en este caso no se
tiene en cuenta). Se expresa así: 10 (%C+%N).
a.- Sí, por eso se utiliza para hacer ollas, hornos y todo tipo de equipos para la
industria alimentaria.
Para contrarrestar su baja difusión calorífica las ollas y cazos de cocina, tienen (según
las marcas) un fondo de aluminio. Este fondo difusor facilita la transmisión y homogeneización del
calor del fuego a los alimentos.
En algunas marcas este fondo de aluminio tiene una chapa fina de inoxidable: se
intenta evitar la deformabilidad del aluminio frente al fuego. Si el fondo se deforma pierde planitud,
perdiéndose a su vez contacto con las planchas calientes de las modernas cocinas de
vitrocerámica.
Acero al carbono = 10 x 10 -6
°C
Esto significa que en las instalaciones que hayan de estar sometidas a ciclos térmicos
de calor – frío, se ha de contar con esta dilatación.
También ha de tenerse muy en cuenta cuando se realizan soldaduras, sobre todo las
de varias pasadas. Se han de prever las deformaciones e intentar contrarrestar las provocadas
12.- ¿El alargamiento del acero inoxidable es igual que el de los aceros al carbono?
a.- Sí.
Definimos como alargamiento la propiedad de los materiales que les permite alargarse
(como un chicle) antes de romperse.
Se mide en tanto por ciento (%). Cogemos una barra de acero de 10m de longitud y la
estiramos de los extremos hasta romperse. Si juntamos los dos trozos y medimos la longitud total
seguro que hace más de 10 m.
A = 12 – 10 = 2 = 0.2= 20%
10 10
A = 16 – 10 = 6 = 0.6 = 60%
10 10
A más alargamiento se dice que un material es más dúctil y lo podremos trabajar con
más facilidad.
a.- Sí.
3 – 6% ácido fluorhídrico
Resto agua.
Sin embargo se utiliza el pasivado como medida de precaución para asegurar que
quedan diluidos todas las posibles trazas de ácido fluorhídrico del decapado.
El baño típico de pasivado está compuesto de 25 – 35% de ácido nítrico y resto agua.
Se suele utilizar a temperatura ambiente.
Según hemos definido el decapado en la pregunta anterior, las dos respuestas podrían
ser válidas. La segunda la consideramos más completa porque indica la finalidad primordial del
Para limpiar grasas o aceites lo que hay que hacer es desengrasar el material. En
procesos industriales donde los materiales llegan al decapado manchados de, grasa o aceite, existe
un baño de desengrase previo.
Aparte de los efectos negativos sobre el material, la grasa y el aceite también afectan al
propio baño de decapado: forman una capa aceitosa y grasienta en toda su superficie y cuando el
material sale se vuelve a manchar. Después de una soldadura y a pesar de las protecciones de gases
o flux, el material se suele oscurecer (óxidos). Es necesario eliminarlos mecánicamente (cepillado,
chorreado) o mediante decapado.
Durante un tratamiento térmico por encima de los 250 °C sise hace en contacto con el
aire, la superficie del material pierde su brillo, se oscurece, se oxida y hasta llega a formarse cascarilla,
según el tiempo y la temperatura del tratamiento.
Además los baños de pasivado también son capaces de disolver pequeñas manchas
de óxido de hierro y por eso hay quien los utiliza como procedimiento de limpieza.
- desengrase
- lavado
- decapado
- lavado
- pasivado
- lavado
- lavado con agua desmineralizada.
Pero también hemos comentado que cuando no se requiere un decapado ineludible, el pasivado se
puede utilizar como operación de limpieza. En este cado las caso las oxidaciones han de ser ligereas,
de poco espesor.
b.- El pasivado
El decapado en su afán de limpieza química deja “en carne viva” a la superficie del
acero inoxidable.
19.- ¿El acero inoxidable puede trabajarse o estar en contacto con herramientas que hayan
trabajado con acero al carbono?
a.- Sí.
Damos por correcta la respuesta “b” en una primera instancia, para clarificar conceptos.
Hay que evitar que los talleres trabajen el acero inoxidable y el acero normal
indistintamente. Si por problemas de espacio o porque los encargos son muy puntuales, se trabaja el
acero inoxidable conjuntamente con los demás materiales, al final las piezas que obtenga no
parecerán de acero inoxidable. Si la contaminación ha sido exclusivamente superficial un decapado
podrá restaurar su aspecto. Pero si ha habido soldaduras, tratamientos térmicos, plegados, montajes,
etc., en condiciones de contaminación, entonces los problemas vendrán la pieza entre en servicio.
Todas las herramientas y utillajes que trabajen acero al carbono, tienen impregnadas
partículas de hierro. Si por ellas pasamos acero inoxidable, éste se las lleva encina. En presencia de
humedad las partículas de hierro se oxidan y provocan el inicio de corrosión del acero inoxidable.
También es verdad que las mismas herramientas y utillajes con los que trabajamos el
acero inoxidable son de acero al carbono. Pero debemos saber que normalmente estos elementos
son más duros que el inoxidable y por ello no dejan trazas sobre los materiales.
Cuando se requiere un utillaje con partes blandas, para no marcar las piezas de acero
inoxidable, se utiliza madera, teflón, plásticos antifricción, cobre o bronce. Las trazas de estos
materiales ya no son tan graves como las de hierro.
Hemos de pensar que una limpieza final (el decapado) no soluciona todas los
problemas debidos a contaminaciones durante el proceso.
Por ello podemos afirmar que el acero inoxidable austenítico se deforma muy bien,
tanto a temperatura ambiente como en caliente.
AISI 304L % NI
RDN 200 9.5%
RDN 205 10.2%
RDN 206 11.2%
A veces deseamos aumentar la deformabilidad pero sin encarecer tanto el material (el
El AISI 304L de alto contenido en níquel, se utiliza en alambres que se han de trefilar
hasta diámetros del orden de 0.02 mm.
a.- Imposible.
El chorreado también puede utilizarse para uniformar superficies con rayas, golpes y
otros defectos.
Para chorrear acero inoxidable no se deben utilizar nunca bolas o granalla de hierro o
acero común: dejarían toda la superficie contaminada de hierro. Existe granalla de acero inoxidable.
Las bolas de vidrio también son un buen material para realizar el chorreado. El tamaño
y la redondez las tenemos controladas y por lo tanto podemos obtener la superficie que deseamos. Lo
mismo se puede decir de las bolas o granalla de acero inoxidable.
Con ello evitamos la corrosión superficial debida a contaminación externa. Para otros
tipos de corrosión como pueden ser la intergranular, la oxidación térmica, el ataque de ácidos, la
corrosión por tensiones, etc., la rugosidad de la superficie es un factor muy secundario. En estos
casos lo importante es el tipo de acero inoxidable que se utiliza. No debemos olvidar que los
diferentes tipos de aceros inoxidables se han ido inventando para combatir los diferentes tipos de
corrosiones que diferentes usos provocan.
La corrosión de un acero inoxidable depende de muchos factores, entre otros del tipo
de acero que utilizamos. No debemos olvidar que además del acero inoxidable AUSTENITICO, existe
el inoxidable FERRITICO, el inoxidable MARTENSITICO y el inoxidable DUPLEX. Además dentro de
estos tipos están las diferentes aleaciones con molibdeno, titanio, cobre, niobio, etc.
Ahora bien, si de todos ellos elegimos un determinado material, por ejemplo el AISI
304, su corrosión dependerá de diversos factores externos, como son:
- el SITIO: un material al “aire libre” no sufre igual cerca del mar, como en una zona
industrial donde se desprendan humos, como en medio de un campo de clima seco. En este
caso los sitios son tan diferentes que podríamos decir que el material está en tres MEDIOS
diferentes.
- el MEDIO: es el elemento sólido, líquido o gaseoso que está en contacto con el material.
Hay medios neutros que no afectan al acero inoxidable y hay medios muy agresivos.
Depende de los tipos de ácidos, pero por lo general, los ácidos son más agresivos cuando
están diluidos entre un 40% y un 80%.
a.- Sí.
b.- No.
Sin embargo para otro tipo de corrosión como puede ser por picaduras, por efectos del calor, por
tensiones, etc., ambos materiales presentan una resistencia a la corrosión semejante. Además
cuando hay esfuerzos mecánicos importantes se aconseja el AISI 304, ya que presenta mayor
resistencia.
a. Si.
Si nos referimos a la corrosión ínter granular ocasionada en las zonas sensibilizadas por el
efecto de temperaturas entre los 700° y los 900°, hemos de decir que los dos tipos de acero
inoxidable AISI 304L y AISI 321 resisten igual. Ambos materiales han sido inventados para
resistir precisamente este tipo de corrosión.
El AISI 304L lo consigue disminuyendo el contenido en carbono.
El AISI 321 lo consigue añadiendo a la aleación algo de titanio: mínimo = 5 veces el contenido de
carbono y de hidrógeno sumados y máximo = 0.70%.
El IASI 304L presenta problemas si el material ha de trabajar en caliente, 200°C – 400° C, porque sus
características mecánicas son inferiores.
El AISI 321 tiene problemas frente a la corrosión por picaduras o presencia de iones ácidos en el
medio, porque la presencia de titanio y carburos de titanio distersiona la estructura metalografica del
acero inoxidable austenitico.
Para trabajos en frió se suele recomendar el uso del 304L. Para trabajos en caliente se recomienda el
321.
b.- Falso.
Decimos que es CIERTO pero debemos matizar la respuesta porque siempre depende
del tipo de corrosión a que nos refiramos. El acero inoxidable austenitico AISI 316Ti esta diseñado
para resistir dos tipos de corrosiones: la corrosión por picaduras y la corrosión intergranular. Por
ello lleva dos elementos de aleación: el molibdeno y el titanio.
Tanto el AISI 316Ti como el AISI 316L, resisten por igual las corrosiones por picaduras
y las intergranulares. Sin embargo se aconseja el uso del AISI 316L cuando el material trabaja en frío.
Temperatura ambiente o hasta un máximo de 200 °C. Para servicios de más de 200°C
se aconseja utilizar AISI 316Ti.
DIN 1.4401
DIN 1.4404
NFA Z6CND17.11
NFA Z2CND17.12
SS 2347
SS 2348
DIN 1.4435
DIN 1.4436
NFA Z6CND17.12
NFA Z2CND17.13
SS 2343
SS 2353
Estos aceros inoxidables con molibdeno igual o superior al 2.5% son los recomendados
cuando la corrosión por picaduras es la más importante.
Pero a partir de los 400 °C este óxido de cromo comienza a oscurecerse y a perder sus
propiedades protectoras. Los materiales ya aparecen totalmente oxidados (como si fuera hierro) y la
capa de óxido se hace cada vez más gruesa a expensas del material.
La resistencia teórica de los dos materiales es semejante; por lo tanto ante un mismo
esfuerzo ambos resisten igual.
Sin embargo después de un período de tiempo expuesto a 800 °C, el AISI 316 se habrá
oxidado más, el espesor de pared del material habrá disminuido y por lo tanto resistirá menos.
El AISI 310 al tener más aleación de cromo y níquel se habrá oxidado menos,
conservando mayor espesor de pared resistente.
El AISI 310 ha sido siempre el acero inoxidable austenitico refractario por excelencia.
Sus aleantes diferenciales son:
C = 0.25% máximo
Cr = 24 – 26%
Ni = 19 – 22%
Modernamente las normas hablan del AISI 310S; la única diferencia es la limitación del
contenido de carbono:
C = 0.08% máximo
Esta pregunta también puede resultar ambigua. Para quien no sepa soldar o sólo haya
fundido estaño, puede resultar muy difícil soldar acero inoxidable. Pero para quien domine las
técnicas de soldadura de aceros, la soldadura del inoxidable austenitico puede llegar a resultarle una
diversión muy satisfactoria.
Sí es cierto que para que todo suceda así hay que dominar la técnica de soldadura y
conocer al material. Quienes sueldan por primera vez necesitan un tiempo de adiestramiento. Este
tiempo puede ser muy corto si la dedicación es continua.
31.- ¿Es correcto soldar dos chapas de 304 utilizando como material de aportación un metal de
chapa o varilla de 304?
Para evitar esto se fabrican metales de aportación con un contenido en cromo y níquel
superior a lo exigido al metal base. Así tenemos los tipos E308 Y ER308, que son los indicados para
soldar el AISI 304.
La referencia ER308 es para varillas desnudas para utilizar con técnicas de soldadura
que protegen el arco mediante gases (TIG, MIG, MAG) o flux (arco sumergido).
Níquel = 9 - 11%
para la formación del baño. Las pérdidas de cromo y níquel son despreciables.
También hemos de tener en cuenta el silicio. En el acero AISI 304 este elemento se
considera como una traza con un límite máximo del 0.75%. Los materiales presentan contenidos
normalmente bajos: 0.25%, 0.30%, 0.45%. Sin embargo en soldadura la presencia del silicio es
importante porque le da fluidez al baño de metal fundido. Los materiales E308 y ER308 han de tener
un mínimo de 0.30% de silicio. Pero también los hay especiales, ER308Si, donde el silicio ha de ser
de 0.65% al 1.0%.
Con todo lo dicho anteriormente, queremos dar a entender que los electrodos y varillas
de soldadura están especialmente diseñados para conseguir uniones lo más parecidas posible a los
materiales de base.
a.- No.
Se aconseja que esta unión se realice mediante elementos neutros que eviten el
contacto directo entre los dos materiales, intercalando plástico o madera. Pero a veces la unión se
realiza por soldadura. En estos casos se ha de evaluar si el equipo ha de morir por dicha soldadura.
Es decir la contaminación del acero inoxidable es mala pero puede que sea despreciable frente a la
principal actividad del equipo que es la que realmente determina la duración de su funcionamiento. De
todas las maneras la soldadura entre el acero inoxidable y el acero al carbono es correcta si se utilizan
los electrodos apropiados.
Ejemplo: por el interior de los tubos de un reactor químico circula un líquido muy
agresivo; por eso los tubos se hacen de inoxidable. Por fuera de los tubos sólo circula agua: los
soportes de los tubos y la carcasa del reactor se hacen de acero al carbono. Sin duda los tubos se
contaminarán de hierro por su parte exterior pero se sabe que los tubos mueren por efecto del líquido
agresivo que circula por dentro. En este caso no es significativo que los tubos se suelden a elementos
de acero al carbono. Podremos decir que es un “mal menor”. Pero por lo general no se recomienda
soldar elementos de acero inoxidable con elementos de acero al carbono. Pero cuando sea necesario
hacerlo deben utilizarse siempre electrodos apropiados.
a.- Ninguna.
En una pregunta anterior ya dijimos que como “un mal menor” se pueden soldar piezas
de acero inoxidable y de acero al carbono. Siempre es aconsejable minimizar los efectos de la
corrosión aunque sólo sea la superficial.
Esta operación debe realizarse aunque la corrosión que pudiera producirse no sea
crítica para el servicio del equipo. Debe realizarse por pura estética. Un equipo industrial a la
intemperie puede aparentar ser viejo en sólo 48 horas: en una noche se oxidan los elementos de
acero al carbono; la segunda noche este óxido mancha el acero inoxidable. Las piezas de acero
inoxidable han de destacar por su aspecto y para ello se han de mantener siempre limpias.
a.- Sí.
Para las dos interpretaciones la respuesta correcta es la misma: sí, con ciertas
precauciones. Veamos estas precauciones en cada interpretación.
PRIMERA: Damos por supuesto que los materiales a soldar son AISI 316 y que los
electrodos o varillas son los adecuados para soldadura E316L ó ER316L, respectivamente. Como los
electrodos son de bajo contenido en carbono teóricamente van a dar una resistencia mecánica
inferior al AISI 316. Sin embargo ya hemos comentado en preguntas anteriores que esta diferencia es
mínima y que normalmente, a temperatura ambiente, todos los materiales de acero inoxidable
austenitico con bajo carbono, AISI 304L, AISI 316L, tienen una resistencia mecánica superior al
mínimo exigido a sus correspondientes AISI 304 y AISI 316. Además sabemos que el sobre cordón de
soldadura siempre da una mayor sección resistente.
Uno de los sistemas de limpieza del acero inoxidable es agua y jabón. El jabón es
indiferente que sea neutro o básico, siempre que después se realice un buen enjuague.
La superficie del acero inoxidable está preparada para resistir la acción oxidante del
agua. Otra cosa son los posibles elementos que pueda tener el agua. Aguas con cloruros pueden
iniciar picaduras si se dejan actuar debajo de partículas de suciedad. Un secado elimina estos
depósitos.
36.- Cuando hay puntos y/o manchas de oxidación sobre el producto acabado de inoxidable se
tiene que:
b.- Limpiar con una disolución pasivamente de ácido nítrico al 25% y a continuación
aclarar generosamente.
Pasar una tela esmeril (no contaminada de hierro ni contaminante) sería realizar una
limpieza (decapado) mecánica. Limpiar con una disolución de ácido nítrico sería realizar una
limpieza (decapado) química. La conveniencia de utilizar una u otra depende de la extensión y la
profundidad de la oxidación. A las manchas extensas resulta más práctico aplicarle la limpieza
química. A los puntos profundos será necesario aplicarles previamente mecánica.
Si además de una profunda limpieza nos interesa que sea rápida, calentaremos la
pasta o la disolución hasta un máximo de 60 °C. Entonces hemos de tomar dos precauciones
importantes:
- Controlar el tiempo de actuación del decapante sobre el material. Este tiempo ha de ser
justo el necesario para disolver el óxido. Una exposición más prolongada provoca el ataque
químico del propio material.
b.- No.
Las armaduras de acero inoxidable están llamadas a sustituir a las de acero al carbono
en la construcción. La utilización de varillas corrugadas va en aumento.
Un hormigón duro, compacto, debería ser impermeable a los agentes corrosivos del
acero. Pero la realidad es que las armaduras de acero común se oxidan en le interior del hormigón:
porosidad de un mal hormigón, fisuras de un mal fraguado, fisuras durante el servicio, corrientes
vagabundas, puntas de varillas en el exterior, etc.
Se han planteado recelos respecto al tipo de agua que interviene en el hormigón, por
su posible contenido en cloruros. Esta corrosión puede estar muy controlada si el hormigón no facilita
la difusión del oxígeno.
38.- Puede considerarse nocivo el AISI 316 Ti para la industria alimenticia, por su contenido de
Titanio.
a.- Cierto.
El titanio es un metal con los mismos efectos sanitarios que el cromo, el níquel o el
molibdeno. No está contraindicado en la industria alimenticia como tampoco lo está el tipo AISI 321.
Ambos tipos tienen un contenido máximo de 0.7% de titanio.
En la industria alimentaria es suficiente el empleo de los tipos AISI 304, 304L, 316 y 316L. Y
cuando hay cierta temperatura como en las vainas de las resistencias eléctricas, se llega a utilizar
AISI 321. De todas maneras las temperaturas son siempre inferiores a 300°C porque:
Una idea de la baja toxicidad del titanio nos la puede dar su utilización en implantes
quirúrgicos. Muchos se hacen de titanio puro.
39.- ¿Un tornillo de acero común puede utilizarse en una estructura o equipo de inoxidable?
cosas:
40.- Señala uno de los motivos por los que el inoxidable se utiliza tanto en la industria
alimentaria.
b) Por otro lado el acero inoxidable permite que se empleen medios de lavado y
desinfección muy enérgicos. Con ello se asegura la eliminación de bacterias de la
superficie.
El acero inoxidable llega a igualar en casi todas las pruebas de higiene a sus dos
competidores en esta propiedad: el vidrio y la porcelana. Y está muy por encima respecto a
diversos tipos de plástico y del aluminio. La fragilidad del vidrio y de la porcelana impiden que
sean utilizados en la industria alimentaria en la mayoría de las instalaciones: ,máquinas,
depósitos, tuberías, reactores, etc. En este campo el acero inoxidable es imprescindible.