Sabemos que hablar de genes y personalidad es algo insólito.

Los genes son nuestra biología,

nos muestra que somos cuerpo, células, química y materia. Por otro lado cuando nos referimos
a la personalidad es eso que está en nosotros, la esencia de nuestro ser que no es material,
simplemente es eso que somos, algo que no es concreto.

Este tema resulta tan controversial por las distintas formas de pensar y los diferentes ángulos
que lo ven, es decir, la relación entre genes y personalidad es la misma relación que existe
entre los genes y cada una de las conductas concretas que nos permiten construir la
personalidad de una persona. Osea la relación entre genes y personalidad es un conjunto de
comportamientos y los comportamientos, como sabemos dependen en parte de la expresión
genética.

Hoy en día todo tenemos puntos de vista distintos por lo que nos deja la duda de si existe o no
existe, si solo tiene que ver una cosa o la otra, pero esa no es la idea. Un ejemplo claro de esta
situación es que si pateamos una lata cundo caminamos por la calle es porque disponemos de
huesos, músculos y procesos metabólicos que nos permiten obtener energía para poder
realizar todos esos movimientos y de un cerebro para coordinar el movimiento, pero
inmediatamente el ser humano se hace la pregunta de que si eso que hicimos fue por gen o
personalidad por así decirlo, pero lo que no vemos es que nos estamos equivocando
diariamente cuando nos hacemos esa pregunta; si podemos realizar movimientos es porque
valga la redundancia, tenemos los huesos, músculos y los procesos metabólicos que nos
permiten hacerlo o realizarlo y que todos estos cumplen una función para una sola cosa.