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Reseña

El abandono de lo habitual a través de la obra de arte como


experiencia

Por:
Sandra Patricia López Mendoza
conjuntounitario@gmail.com
(Cohorte I – Colombia)

Seminario:

Tensiones y Derivas del Espacio íntimo en la literatura

latinoamericana

Doctorado en Ciencias de la educación

Universidad Nacional de la Plata

La plata, Argentina

10/11/2019
Reseña

El abandono de lo habitual a través la obra de arte


como experiencia.
Texto: “La condición de las imágenes. Las protografías de
Óscar Muñoz: la fotografía antes y después de las imágenes”.
Autor: Cortés Rocca, Paola.
Otra parte 28 (2013): 32-38.

La obra del artista colombiano, Oscar Muñoz, es sin duda una


de las más relevantes del país, por tal razón, está ha dado
cabida a un sin número de estudios de los más doctos críticos
de arte a nivel mundial. Para la presente reseña se ha
elegido el texto La condición de las imágenes escrito por
Paola Cortés Rocca, ya que se plantea el fenómeno de arte
como el “afuera” y el abandono de los lugares habituales de
circulación para pasar a habitar, las calles, los
interiores, inquilinatos, fiestas y demás espacios entre
mezclados con esos que haceres cotidianos de la vida, dicha
condición irrumpe en la manera de percibir la imagen o mejor
la obra de arte como “ una experiencia más que una cosa, un
marco para ver el mundo más que un objeto-mundo en sí mismo”.
La obra de Oscar Muñoz participa directamente en esta
condición de las imágenes planteadas por la autora, la cual
pretende a través de un paneo de algunas piezas que integran
Protografías (Exposición retrospectiva de la obra de Muñoz)
abordar diferentes protomomentos aunados a la figura de ese
espacio – tiempo particularmente concebido en la obra de
Oscar Muñoz.

Inicialmente, Cortés Rocca, se adentra en ese corredor de la


primera sala de Protografías en donde se encuentra con el
collage de fotografías de carnet del Oscar Muñoz -
omnipresente en toda la muestra - fragmentado y vueltos a
unir para dar paso a un nuevo ser construido a partir de lo
llamado por la autora, la fotografía menos aurática, en la
cual por lo general se sale horrible y corresponde más a la
burocracia que a lo natural, de allí entonces se desprende
el cuestionamiento frente a esa pérdida de la identidad de
una fotografía cuya función es precisamente identificar un
cuerpo, a un rostro que es y al mismo tiempo no es, en la
fragmentación de la imagen del autor.

Frente a lo descrito por la autora en La condición de las


imágenes por un momento hace evocar lo planteado por Michel
Foucault:

El cuerpo es el punto cero del mundo, ahí donde los


caminos y los espacios van a cruzarse. El cuerpo no está en
ninguna parte, está en el corazón del mundo, ese pequeño
núcleo utópico a partir del cual sueño, hablo, avanzo,
imagino, agujereo las cosas allí donde se encuentran, y las
niego, también, gracias al poder indefinido de las utopías
que imagino. Mi cuerpo es como la Ciudad del Sol, no tiene
lugar, sino que de él salen e irradian todos los lugares
posibles, reales o utópicos (Foucault, 2006, pág. 5).

Ciertamente, en las obras de Oscar Muñoz aparecen ante el


espectador todos esos lugares comunes y posibles a través
esas imágenes cambiantes, fantasmagóricas, en donde los
personajes aparecen, desaparecen o se dislocan. Esa
expresión del tiempo eterno y de la disolución constante e
inevitable del presente, como lo expresaría María Iovino, en
su libro, Volverse Aire, agregando que Oscar Muñoz insiste
en el desestablecimiento de las nociones de realidad y con
ello de las miradas unívocas[CITATION Mar03 \l 9226 ]. Coincidiendo
así con la perspectiva de la autora, Paula Cortés Rocca,
afirma que la obra Ambulatorio (una gigantesca vista aérea de
la ciudad de Cali cubierta por un vidrio que estalla a cada
paso de los visitantes), las nociones de realidad se
desdibujan, el sentido del oído y el tacto son los
protagonistas cuando la obra se resquebraja bajo los pies,
develando una Cali fragmentada. La Cali de finales de los
ochenta y principios de los noventas resquebrajada, pero al
mismo tiempo recompuesta partir de las miradas colectivas
dando paso a otra Ciudad bajo los pies.

En La condición de las imágenes, la autora realiza un


contrastación entre la obra del Collage de fotografías de
Carnet y Ambulatorio, refiriéndose a la condición de cuerpo y
territorio “Mirar las ciudades desde muy lejos y observar a
los sujetos desde muy cerca” [ CITATION Cor13 \l 9226 ] exponiendo que
ambas imágenes sitúan las contradicciones propias de un fin
de siglo marcado por la circulación libre de mercancías pero
el refuerzo de fronteras para migrantes , desigualdad,
violencia urbana, nuevas formas de política, exilios entre
otros factores mediáticos. A su vez la autora relaciona la
identificación de la foto y el mapa urbano con el ambiguo
espacio del arte latinoamericano. Ambas obras desde la
perspectiva de ella tienen un punto de encuentro, aunque la
foto 4X4 se preserva y se contempla y la ciudad se destruye
ambas retornan a la pregunta de la naturaleza de la imagen
indagación recurrente en el trabajo de Muñoz.

En este punto del escrito Paula Cortés Rocca se detiene para


ahondar en la pregunta ¿Qué es la fotografía?, desde la
visión de la autora, Oscar Muñoz, no le saca el cuerpo a la
cuestión y por el contrario, indaga siempre por esos
elementos que hacen de una fotografía una fotografía, las
técnicas, las posibilidades de fijar una imagen, la
eternización, lo efímero, la antesala o umbral de la imagen,
aquello denominado Protografía “En ese lugar, ese momento, en
ese estado de lo visual, esperamos que algo, lo que sea se
defina como tal – su fijeza, su serialidad, su carácter
efímero o eterno- se haga presente”[ CITATION Cor13 \l 9226 ] . Más
adelante la autora aseverará como el trabajo de Oscar Muñoz
no solo es proto-fotográfico sino post fotográfico.

Para ilustrar lo anterior, se toma como protagonista la obra


Narciso, un video de dos minutos donde aparece el retrato de
Oscar Muñoz, dibujado, al parecer con carbonilla y a su vez
reflejado en un lavamanos blanco, tenuemente sostenido y al
goteo del grifo, se desconfigura, se desarma, hasta que
finalmente todo desaparece bajo el desagüe. Para la autora
dicha obra es el preludio del fin, un canto fúnebre que
presagia el destino nefasto de la imagen. Es un narciso
moderno, éste ya no se mira ante un estanque extraordinario,
sino en un lavamanos común, pero a diferencia del Narciso
mitológico, de su muerte no nace una flor y simplemente se
desvanece entre la imagen, la memoria y el olvido.
Ciertamente, María Iovino sostiene, a propósito de Narciso,
“que no es una imagen fija ni es un documento, es la
presencia móvil o viva de quien llega ante el espejo, que se
pierde en su propia agua hecha vapor, para ver reflejado, en
esos instantes, no el rostro que lo enamora, si no el de otra
instancia, que todavía es él y también su pérdida” [ CITATION
Mar03 \l 9226 ] esta afectación de la imagen o fugacidad
perceptiva es llamado por Cortés Rocca como cierta compulsión
de la imagen, “ la manía por hacerla aparecer en cualquier
lado” [ CITATION Cor13 \l 9226 ] verse reflejado ante una presencia
intima de su propia imagen transfigurada por el agua, el
espejo o el vapor que refleja una imagen propia o reproduce
algo que recuerda aquello que fue y ya no es, una fugacidad
perceptiva.

Para finalizar el Paneo realizado por la autora a la


exposición Protografía y siguiendo con la idea de la
compulsión de la imagen se citan las obras, Mientras respiro
y Paístiempo, las cuales, son comparadas con la técnica de
Roy Liechtenstein posiblemente por la utilización de los
puntos Ben – Day comunes en el comic y el pop art . Es así
como para la autora, Mientras respiro (una serie de
autoretratos de Oscar Muñoz fumando, hechos con un cigarrillo
mientras fumaba) responde a la manía de hacer aparecer a la
imagen de cualquier manera, pero en este caso particular,
tanto el objeto como el sujeto aparecen en una comunión
simbiótica en la obra (la imagen al parecer formada con
orificios hechos por el mismo cigarrillo mientras es fumado).

Con Paístiempo pasa lo mismo como describe Cortés Rocca, la


reproducción de una página real del periódico, El país y El
tiempo, se realiza punto por punto y a su vez se va
desvaneciendo con el pasar de las páginas, remarcando la
omnipresencia de la imagen y por lo tanto, la debilidad de la
obra vuelve una vez más a la compulsión de lo visual.

El trabajo de Oscar Muñoz, si bien es cierto, es visto como


una metáfora de la posibilidad o imposibilidad de la memoria,
parte de la premisa que la imagen se consolida cuando se
plasma, no solo en el recurso fotográfico, sino también en el
proceso de imagen y la memoria. El texto La condición de las
imágenes, descubre que en realidad el trabajo de Oscar Muñoz
no es solo Protografía, es también post-fotográfico en la
medida que el autor estaría menos interesado en un objeto de
arte, es decir, no es tan importante la entidad estética,
como sí aquello que viene después cuando la imagen comienza
a desmembrarse, transfigurarse, a convertirse en otra cosa.
“Un fetiche amoroso, una pieza de colección o intercambio, un
elemento de la memoria individual o colectiva, un objeto
frágil y perecedero, a merced de tiempo y de la destrucción
inevitable”[ CITATION Cor13 \l 9226 ] arte y vida no serán naturalezas
independientes, sino, efectos de divergencia en lo espacio
temporal.

Es en la anterior imbricación del espacio – tiempo en donde


la autora referencia a Giorgio Agamben en su texto lo
contemporáneo, se intuye como el desfasaje espacial y
temporal, posibilita el trabajo de Oscar Muñoz, un ser
contemporáneo que percibe esa distinción de la sombra y la
íntima oscuridad sin ser cegado por las luces del siglo. Sus
obras están en la capacidad de revelar a través de la imagen
esa fractura del tiempo, inscribiéndose en lo que para
Agamben es lo contemporáneo:

Esa urgencia de lo intempestivo, el anacronismo que nos


permite aferrar nuestro tiempo en la forma de un demasiado
temprano que es también un “demasiado tarde” que es, también,
un “no todavía” Y nos permite, además reconocer, en la
tiniebla del presente la luz que, sin poder alcanzarnos
jamás, está permanentemente en un viaje hacia
nosotros”[CITATION Aga11 \p 24 \l 9226 ].

Por tal razón, la autora continúa afirmando que el trabajo de


Oscar muñoz se configura en el centro mismo de lo visual, la
condición de la imagen está en ese lugar o en ese tiempo “un
poco antes, un poco después, un poco más afuera, un poco más
adentro de la imagen misma”[ CITATION Cor13 \l 9226 ] y finaliza
diciendo que para el artista la imagen será aquella que
señala la disyunción del tiempo y el espacio consigo mismo y
es en esta dirección donde las imágenes distorsionadas,
discontinuas, cambiantes y fantasmagóricas son resistidas en
ese espacio o protomomento que sin duda se anudarán en la
memoria, pero también en el olvido, la imagen comienza a
convertirse en otra cosa, a mudar su naturaleza, pero a su
vez dar paso a una nueva imagen desfigurada, en la eterna
expansión y alteración, en donde espectador participa de la
experiencia de la maleabilidad de la imagen en un espacio-
tiempo que a pesar de la deconstrucción sigue estando
presente.

A manera de conclusión:

El texto La condición de las Imágenes. Las protografías de


Oscar Muñoz antes y después de las imágenes, de Paola Cortés
Rocca, sostiene la idea de que el arte sale de ese espacio de
circulación habitual y ya no está condicionado por el objeto
producido o la obra desde su carácter “orgánico, el objeto
producido con marcos claros y férreos límites
compositivos”[ CITATION Cor13 \l 9226 ] la obra de arte apostará más
por ser una experiencia más allá de la cosa misma. En este
sentido, el trabajo del artista Oscar Muñoz no se interesará
tanto en el vínculo, museo, público, autor sino en la
experiencia que emerge, bien sea desde la retención de la
imagen, su fugacidad o los cambios físicos que el espectador
experimenta a través de la composición de los elementos que
la conforman y la relación con el “afuera” que la integra.

Si bien, Paola Cortés Rocca, no tiene por objeto realizar una


descripción minuciosa y detallada de todas las obras de
Oscar Muñoz, es de anotar que la selección utilizada para
este artículo, es elocuente. Las obras dialogan entre sí, se
asemejan o contrastan unas con otras, sin perder la ruta de
la experiencia espacio- temporal a partir de la imagen, el
cuerpo, la visualidad y el territorio.

Aunque en el escrito de la autora no se ahonda en los


contextos artísticos o políticos que se estaban produciendo
en la ciudad de Cali - como si lo encontramos en el texto de
María Iovino, Volverse aire - Si se aborda un poco la idea
del arte contemporáneo latinoamericano marcadamente local y
al mismo tiempo deslocalizado cuando analiza la obra
Ambulatorio, ejemplificando los artistas que habitan sus
ciudades natales, pero al mismo tiempo se desplazan con
frecuencia a otros lugares para exponer sus obras.

La autora, Paola Cortés Rocca, materializa e ilustra la idea


de la Protografía como el umbral primigenio de la experiencia
descolocada en el tiempo y el espacio, priorizando la imagen
como un estado de lo visual en la cual se espera que suceda
algo más allá de la reproducción mecánica de la imagen, la
técnica o los materiales utilizados, sin embargo, uno de los
aportes más importantes del texto es no quedarse en la
Protografía, sino plantear la hipótesis en la que la obra de
Oscar Muñoz también sería post-fotográfica, al parecer va más
allá del tiempo mismo de su configuración y experimentación
con la obra, en palabras de la autora “ es lo que está ahí
relampagueando en ese instante, entre lo que está a punto de
venir y lo que va desintegrándose en el pasado” [ CITATION Cor13 \l
9226 ] y quizás cuando el espectador llegue a ella sea un
huella visual de algo que existió y ya no existe.

Por último, de manera natural el texto, La condición de las


Imágenes. Las protografías de Oscar Muñoz antes y después de
las imágenes, de Paola Cortés Rocca, sumerge al lector en la
poética de las metáforas del artista, en su inminente
preocupación por la fijación de la imagen, en el lapso
temporal y espacial particular, configurando el momento único
de la obra como un marco para ver el mundo y participar de la
experiencia de la construcción y deconstrucción de lo
plasmado.
BIBLIOGRAFÍA

Agamben, G. (2011). ¿Qué es lo contemporáneo? (pp. 17-29).En:


Desnudez Buenos Aires, Argentina: Adriana Hidalgo Editora.

Cortés Rocca, Paola. “La condición de las imágenes. Las


protografías de Óscar Muñoz: la fotografía antes y después de
las imágenes”. Otraparte 28 (2013): 32-38.

Foucault, M. (2006). El cuerpo, lugar utópico. (P. L. Cantó,


Trad.) La Rioja, España

Iovino, María. Oscar Muñoz: volverse aire. Bogotá: Eco, 2003

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